Procesos Afectivos-Emociones, Sentimientos y Pasiones

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lo que significó en un pasado, y muy diversos y encontrados sentimientos. En suma, obtiene una imagen del Moncada que le permite describirlo posteriormente; pero también refleja la postura, la relación que su personalidad establece con este lugar histórico. Por tanto, los procesos afectivos son el reflejo de las relaciones del hombre con lo que lo rodea y consigo mismo.

PARTE IV ASPECTO EMOCIONAL Y VOLITIVO EN LA ACTIVIDAD DE LA PERSONALIDAD Capitulo 13

Los objetos y fenómenos de la realidad tienen un significado o valor cognoscitivos general para el sujeto, así como también, un sentido o valor particular que es de orden afectivo. Entre estos existe una indisoluble unidad, que no permite contraponer cognición y afectividad.

Los procesos afectivos CONCEPTO. CARCTERISTICAS GENERALES El hombre, como ser activo, en su acción tanto teórica como práctica, conoce y transforma al mundo de manera consciente. Ahora bien, en este proceso su comportamiento no es frio, ni mecánico, a la manera de una maquina. Al actuar, el ser humano experimenta, vivencia las influencias de lo que lo rodea y su propia actividad. Así la actitud hostil o favorable del grupo en el que trabaja y las condiciones ambientales, agradables o precarias, movilizan internamente al sujeto y condicionan su postura o actitud hacia el colectivo y el medio. De la misma forma la realización exitosa de un trabajo suscita satisfacción y, por el contrario, el fracaso lleva al desagrado.

Las reacciones diferentes que dos niños pueden tener ante la escuela, ilustran al respecto; el niño que manifiesta deseo por asistir a la escuela y siente interés y satisfacción por su permanencia allí, con seguridad, en el transcurso de su desarrollo ha tenido experiencias y vivencias las cuales hacen que la imagen de la escuela produzca en él un estado afectivo positivo. El niño que rechaza la vida escolar llora cuando tiene que entrar al aula y hasta se escapa, esta actitud casi siempre se debe a experiencias o vivencias desagradables en relación con la escuela, es decir, a que un maestro no hay tenido la mejor actitud hacia él, o el haber estado en un grupo poco adecuado.

Mientras que los procesos cognoscitivos son el reflejo mismo de los objetos y fenómenos reales, así como de sus relaciones, los procesos afectivos, como se ha planteado, son el reflejo de las relaciones del sujeto con el objeto. Estos procesos se vinculan con las necesidades y motivos que, en el caso del hombre, son de carácter social. Los objetos y fenómenos que impiden satisfacer las necesidades, conducen a vivencias afectivas negativas y, a la inversa, los que llevan a la satisfacción de las necesidades, provocan vivencias

Lo anterior se explica porque el hombre, al interactuar con el medio, no sólo obtiene un reflejo cognoscitivo de la realidad, sino también un reflejo de su propia relación con lo que lo rodea. El adolescente que visita por primera vez el antiguo Cuartel Moncada, tiene la oportunidad de conocer directamente un lugar histórico; pero, a la vez, puede experimentar alegría ante este conocimiento, indignación por 1

positivas. De esta manera, en una guerra, la perdida de armas puede llevar al decaimiento o desconsuelo, mientras la llegada de un refuerzo realza la alegría y la combatividad.

1. Positiva. Cuando el objeto suscita una vivencia de agrado. 2. Negativa. Cuando la vivencia es de desagrado. 3. Ambivalente. Cuando ante el objeto coexisten el agrado y el desagrado, cuando tienen lugar reacciones contradictorias respecto a un mismo estimulo. 4. Indiferente. Cuando el objeto tiene un valor neutral, y no lleva ni al agrado ni al desagrado.

En relación con la satisfacción de las necesidades, las cualidades básicas de la esfera afectiva, que caracterizan el polo positivo y negativo de las reacciones afectivas, son lo agradable y lo desagradable. Entre estos polos, como es natural, se debe distinguir un gradiente de intensidad, pues resulta evidente que, todos los estímulos no tienen la misma fuerza desde el punto de vista afectivo.

Estas cualidades, así como en general la esfera afectiva, dependen de la actividad. Las relaciones que el hombre establece con los objetos y fenómenos del mundo, y que constituyen el contenido esencial de su vida afectiva, no le están dadas al nacer. Es en el decursar de la vida, en el proceso de interacción con el medio, fundamentalmente con el medio social, que el hombre desarrolla los componentes de su afectividad.

El agrado sucede a la satisfacción y el desagrado a la insatisfacción. Esto, en la vida común, es de fácil comprobación, por ejemplo, un estudiante que logra alcanzar una buena posición en su colectivo, y además, es respetado y querido por sus compañeros y maestros, da índices de lo agradable que para él resulta su actividad, pues internamente se siente bien y satisfecho. Otro que, debido a distintos factores, no es aceptado por el grupo, mantiene insatisfechas necesidades de tipo social, y puede manifestar un estado de amargura.

EMOCIONES Y SENTIMIENTOS. Al estudiar la esfera afectiva de la personalidad es de suma importancia distinguir las emociones y los sentimientos; pues no hacerlo puede llevar a confusiones en el uso de los términos.

El carácter y la intensidad de las vivencias afectivas tienen un valor relativo. Un estimulo, a un alumno lo moviliza y satisface, pero a otro puede serle indiferente. Asimismo, un regaño puede causarle indiferencia a un niño, y a otro, una fuerte alteración afectiva.

Las emociones constituyen vivencias afectivas simples que se caracterizan por expresar la relación del sujeto con el objeto en forma interna, brusca y de corta duración. Resultan las reacciones afectivas más primitivas, tanto en el sentido histórico como en el de su manifestación. Es decir, se reconocen como las primeras formas de expresión afectivas en el orden filogénico y ontogénico, así como también, las más rudimentarias.

En cuanto a la relación que el sujeto establece con el objeto se pueden establecer para las vivencias cuatro cualidades afectivas: 2

En el desarrollo filogénico, las emociones están relacionadas con formas instintivas o reflejo incondicionados, y se asocian a las necesidades orgánicas. Las emociones existen tanto en los hombres como en los animales, aunque hay diferencias cualitativas enormes entre unos y otros. Esto está dado por el mismo hecho que hace diferentes las necesidades humanas y las animales, es decir, por el carácter social de la vida, actividad y naturaleza del hombre.

las demás personas. Son ejemplos de sentimientos; el patriotismo, la solidaridad, la cobardía y, en general, las actitudes del sujeto que tienen una cierta estabilidad. Es conveniente aclarar que existe una estrecha relación entre emociones y sentimientos. Con frecuencia, un sentimiento se forma producto de experimentar emociones respecto a lo que constituye su objeto. Asimismo, determinado sentimiento, consolidado en el sujeto, tiende a expresarse en forma de emociones. Por ejemplo, el sentimiento de amor hacia la música se forma en los estudiantes sobre la base de vivencias emocionales en relación con este contenido. Ahora bien, una vez consolidado en el sujeto, este sentimiento se expresa en forma de emociones que se experimentan al asistir a un concierto u oír grabaciones musicales.

El placer ante el alimento, el miedo ante lo que atenta contra la existencia, son ejemplos de emociones. Estas pueden darse tanto en los animales como en el hombre. Por ejemplo, para el animal la carne cruda es suficiente para producir satisfacción, mientras que para el hombre, el alimento en esta forma, lejos de agradarle provoca en él una reacción de rechazo.

Las emociones y los sentimientos guardan una estrecha relación con la práctica. De las acciones del sujeto, de su interacción con los objetos y fenómenos de la realidad, dependen los contenidos de las emociones y de los sentimientos.

La vinculación de lo social a las emociones humanas es tal, que las producciones culturales, tales como una determinada melodía, o una cinta cinematográfica, pueden provocar fuertes estados emocionales. Los sentimientos, a diferencia de las emociones, son exclusivos del hombre y se caracterizan por ser un sistema complejo de vivencias afectivas que reflejan las relaciones, más o menos estables, que el hombre consolida respecto a lo que lo rodea y a si mismo.

La emoción que un adolescente experimenta al escuchar el Himno nacional, y el sentimiento de solidaridad que muestra en su conducta habitual, son un resultado de la forma en que se ha dirigido su educación, es decir, no surgen de la nada, sino en virtud de las acciones que se han ejecutado en el curso de su desarrollo. Estas acciones constituyen la experiencia del sujeto, comprenden la asimilación activa de los ideales y valores de la sociedad.

Los sentimientos están histórica y socialmente condicionados, aparecen como un producto de la apropiación de la cultura por parte del hombre, y se relacionan con las necesidades y los motivos que surgen en las condiciones sociales de existencia; como las necesidades, precisan de la relación con

Las emociones y sentimientos no sólo son producto de la actividad, sino que también participan en la regulación de 3

esta, tanto en sentido positivo, como negativo. Por ejemplo, cuando un alumno encuentra satisfacción en la labor que realiza, cuando la tarea le proporciona emociones positivas y es fuente de sentimientos de la misma índole, realiza la actividad con entusiasmo y, por lo general, con organización y calidad. A la inversa, aquello que disguste, se desarrolla con apatía y con un bajo nivel de realización.

Según el papel que desempeña en el desarrollo de la actividad, las emociones se denominan: -

Activas o estenicas: Pasivas asténicas.

Las activas o estenicas conducen a un aumento de la energía vital del sujeto en la realización de la actividad. Las pasivas o asténicas, son las que provocan un debilitamiento o disminución de la energía. Las emociones tienen un carácter relativo, es decir, su valor como estimulo está en dependencia de los factores circunstanciales creados en un momento dado. De ahí que, a una misma persona en diferentes momentos, una emoción la lleva a tener conductas y resultados diferentes. Por ejemplo, el temor al fracaso, en cierta ocasión puede hacer que el sujeto se sobreponga a si mismo, saque fuerzas y realice un buen papel. En tanto que, en otro momento, este temor puede provocar una desorganización de su conducta que inevitablemente lo conduzca al fracaso.

Lo expuesto lleva a analizar la estrecha relación que existe entre la esfera afectiva, las necesidades y los motivos de la personalidad. Como se sabe, en la base de toda actividad, existen una o varias necesidades y, en general, la actividad del sujeto en el medio que lo rodea, está regida por determinados motivos. Pues bien, el objeto de una emoción, o de un sentimiento, puede tomarse en un motivo para la persona y, de igual forma, los motivos generan emociones y sentimientos. Así, la formación de sentimientos estéticos en un alumno puede determinar que la literatura se convierta en un motivo fundamental en su vida. Por otra parte, no alcanzar un fin que resulta significativo para un estudiante, por ejemplo, no destacarse en una materia determinada, puede conducir a un estado emocional negativo como es la depresión.

Las circunstancias que enmarcan la aparición de una emoción y las características de la personalidad, se cuentan entre los factores que intervienen al definir el valor pasivo o activo de las emociones. Por ejemplo, para un sujeto decidido, obtener suspenso en una asignatura puede llevarlo a un estado emocional que se convierta en un acicate para el estudio; mientras que para otro, sugestionable y poco perseverante, este hecho puede ser suficiente para generar un estado afectivo que lo lleve, incluso, a abandonar los estudios.

Además, el comportamiento afectivo, a menudo, está en función del estado motivacional del sujeto. De ahí que, por ejemplo, la conversación de un amigo que generalmente es agradable para un alumno, tiene un efecto negativo o causa molestia, cuando este se encuentra enfrascado en la solución de un problema.

Con respecto al valor de las circunstancias en la determinación del carácter de una emoción, es posible utilizar 4

una variante del ejemplo anterior. Así, tenemos que, no es lo mismo para el sujeto suspender una asignatura en el primer año de su carrera que en el último. Con seguridad, en ambos casos, se produce una emoción negativa; pero en el segundo, su fuerza es mayor y puede condicionarlo para que estudie con mas ahincó, y logre resultados satisfactorios en la revalorización.

La pasión en sí, no es buena ni mala. Es una fuerza que tiende a totalizar la actividad del individuo. Bien dirigida produce a los grandes hombres; mal dirigida produce seres que dañan a la humanidad. En el polo positivo las pasiones estimulan la actividad. Agudizan el ingenio, sostienen la voluntad y el esfuerzo. Los hombres que han influido mucho en el mundo, para bien o para mal, han sido grandes apasionados. En el polo negativo las pasiones pueden cegar la inteligencia porque falsean los juicios. Sobreexcita la sensibilidad. Debilitan la voluntad y la someten a su servicio. Rompe el equilibrio emocional.

Al igual que las emociones, los sentimientos desempeñan un importante papel en la actividad humana. El objeto de un sentimientos se convierte en un motivo para la persona y, por tanto, en un orientador de su acción. En este sentido, son múltiples los ejemplos que pueden exponerse, desde el sujeto que imbuido por el sentimiento estético que le produce el teatro se entrega por completo a la dramaturgia, hasta el guerrillero que, movido por el sentimiento de solidaridad entrega su vida en aras de la libertad de un país hermano.

Comparación de las emociones, sentimientos y emociones Emociones Sentimientos Pasiones Pasajera Pasajera Duradera Carácter pasivo Pasivo Carácter activo Estado simple Simple Estado complejo Innata Innata Adquirida Violenta Calmada Violenta Irreflexiva Reflexiva Mixta

PASIONES Es una tendencia, que, fortalecida y estimulada por las emociones repetidas, llega a ser predominante en toda la vida psicológica. Sus caracteres son de lenta formación, duraderas, estado afectivo complejo, su objeto es preciso, es adquirida y violenta, exclusiva pues tiende a llenar toda la vida psíquica.

OTRAS MANIFESTACIONES AFECTIVAS

Causas y efectos de las pasiones Algunas causas son individuales, es decir, dependen del individuo, como el temperamento, la herencia que disponen a épocas que vive la sociedad como una guerra, un estado de crisis económica o política.

Además de las emociones y los sentimientos existen otras formas de manifestaciones afectivas; que son: el tono afectivo, los afectos, los estados de tensión y los estados de ánimo. Todas estas formas de manifestación afectiva, al igual que las emociones, pueden ser base para la formación de sentimientos o para la expresión de estos. 5

EL TONO AFECTIVO

duración. Son ejemplos de afectos; el pánico, la violencia ciega y otras reacciones similares.

Se denomina así a la reacción afectiva que se produce ante determinadas sensaciones. Es, pudiera decirse, la vivencia de agrado o desagrado que se produce ante cierta estimulación sensorial. Un olor penetrante, un sonido de ritmo monótono, un dolor agudo y un color suave, producen reacciones muy diferentes.

Estados de tensión Los estados de tensión son reacciones afectivas generalizadas que surgen ante las llamadas situaciones de stress, por ejemplo, un examen de especial significación, la necesidad de tomar una decisión importante, una sobrecarga física o intelectual, la espera de un acontecimiento de gran valor para la persona, etcétera. Se caracterizan por la presencia de la denominada ansiedad, la cual se expresa en diferentes formas: una excesiva movilidad, desazón, irregularidades digestivas o cardiovasculares y otras muchas alteraciones que tienden a desorganizar la conducta. Es bueno aclarar que las formas de manifestar los estados de tensión dependen de las cualidades generales de la personalidad.

En algunas personas el tono emocional adquiere el carácter de particularidad; este es el caso de personas que son muy sensibles a estímulos que, para la mayoría resultan insignificantes, como puede ser la intolerancia del chirrido de una puerta. En la psicología del trabajo el estudio del tono afectivo resulta de interés, ya que, por ejemplo, determinados colores o sonidos pueden propiciar el aumento o disminución de la productividad, cuando forman parte de las condiciones de trabajo.

Estado de ánimo LOS AFECTOS Los estados de ánimo son reacciones emocionales de cierta duración, que se caracterizan por un tono o colorido emotivo generalizado que, hasta cierto punto, hace llamativa la conducta del sujeto. La alegría o el buen humor, el abatimiento, la tristeza, la desconfianza, a menudo se establecen como el fondo de la actividad psíquica del sujeto y son la esencia del estado de ánimo.

Se denominan afectos a las reacciones emocionales que alcanzan límites muy altos. Los afectos son bruscos, intensos y toman de tal forma a la persona que, incluso, alteran su nivel de conciencia y, como consecuencia, el individuo pierde el dominio de sus acciones y su actividad vital llega a alterarse. Pueden considerarse como un estado patológico; aunque son una especie de explosión afectiva de escasa 6

LA EXPRESION SENTIMIENTOS

BASES FISIOLOGICAS DE LOS PROCESOS AFECTIVOS Los procesos afectivos, al igual que las demás funciones psíquicas, son resultado de la actividad del sistema nervioso, especialmente del cerebro. Los procesos fisiológicos característicos de la afectividad tienen su base en complejos reflejos incondicionados y condicionados. Los primeros, como es sabido, poseen su centro en los núcleos subcorticales, mientras los segundos se producen y consolidan en la corteza de los grandes hemisferios.

DE

LAS

EMOCIONES

Y

LOS

La expresión de las emociones y los sentimientos constituyen un fenómeno complejo, en el que se destaca un aspecto fisiológico y otro psicológico. Toda reacción afectiva tiene un sentido psicológico, ya que refleja, como se ha dicho, la relación del sujeto con el objeto. Ahora bien, está demostrado que las vivencias afectivas conducen a alteraciones fisiológicas en ocasiones notables. Muestras de esto son el rubor que enciende la cara cuando el sujeto se apena, y la sudoración y palidez características de la expresión de temor.

En general, la localización de las funciones psíquicas en el sistema nervioso o, más bien, la actividad de este y sus correlaciones psicológicas, son problemas que todavía la ciencia tiene en proceso de investigación.

En cuanto a la correlación entre el contenido psicológico de una violencia afectiva y sus consecuentes alteraciones fisiológicas, resulta interesante lo que de paradójico tiene a veces; pues es obvio que , en muchas ocasiones, estados afectivos de gran significación psicológica, no conducen a las alteraciones fisiológicas que suscitan estímulos o hechos de menor trascendencia este es el caso de un joven que, pese a la profundidad e sus sentimientos intelectuales, los manifiesta de forma menos elocuente que la molestia que le ocasiona el tropezar con un objeto en la vía publica.

Hasta hace cierto tiempo se consideraba al hipotálamo como el centro nervioso de la expresión de las emociones. Es este una estructura subcortical que desempeña un papel fundamental en la regulación de una larga serie de funciones vitales, tales como la regulación de la temperatura corporal, la ingestión de alimentos, el balance hidromineral, el metabolismo de los carbohidratos, etcétera. Además del hipotálamo, la neocorteza cerebral y el sistema límbico eran estimados como los componentes anatómicos fundamentales para el funcionamiento afectivo. Sin embargo, investigaciones más recientes señalan que, tanto la formación reticular, como los lóbulos frontales, intervienen también activamente en los mecanismos fisiológicos de las distintas manifestaciones afectivas.

Esto se explica porque los sentimientos, las formaciones afectivas más complejas y más relacionadas con el segundo sistema de señales, se expresan en forma mas atenuada que las emociones, las cuales aparecen de forma brusca e involuntaria. En los mecanismos expresivos de la afectividad deben distinguirse reacciones incondicionadas, como la risa y el 7

llanto, que reflejan estados de placer o disgusto, y reacciones condicionadas como, por ejemplo, tender la mano en señal de saludo, o besar como una manifestación de amor.

extraño que los esquimales besen con la nariz, y, que entre los habitantes de distintos países o regiones, se utilicen diferentes formas de saludo.

La expresión de afectividad se produce mediante: a) Manifestaciones externas que incluyen gestos, posturas, inflexiones de la voz, rapidez, lentitud y coordinación de los movimientos, así como secreciones tales, como las lágrimas y el sudor. b) Manifestaciones internas entre las que se cuentan variaciones humorales y alteraciones en la actividad de órganos internos que, con frecuencia, repercuten en el aspecto exterior del sujeto. Así, por ejemplo, si se observa a una persona con una crisis de hilaridad, se nota que su cara enrojece, los músculos se contraen a causa de la risa, todo el cuerpo se contorsiona y hasta los ojos se llenan de lágrimas. Por otra parte, si se pide a una persona que acaba de pasar por un momento de pánico, narre sus impresiones, es probable que diga: “Sentía que el corazón se me iba a salir por la boca, dada la velocidad con que latía; todo el cuerpo lo tenía frio, el estomago también parecía saltar, y todo dentro de mí estaba como fuera de lugar”.

Algunos movimientos expresivos se producen involuntariamente; otros responden al control consciente y pueden ejecutarse con premeditación, o inhibirse a voluntad. Esta cualidad es la que permite al hombre ser capaz de enmascarar sus sentimientos. El lenguaje afectivo, el correspondiente a los sentimientos, está históricamente determinado. Es por esto, que en el mismo, existen diferencias en función de las características de distintas culturas y épocas historias. Por eso, no es 8