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Preguntas Ética – El Anillo de Giges CONTENIDOS TEÓRICOS DE LA ASIGNATURA Joaquín Huidobro, El anillo de Giges   Éti

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Preguntas Ética – El Anillo de Giges CONTENIDOS TEÓRICOS DE LA ASIGNATURA Joaquín Huidobro, El anillo de Giges

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Ética general – Introducción + capítulos 1-5 Ética especial – Capítulos 6-12 Carmen Arroyo Jiménez 3º RRII Prof.: Juan Pablo Serra Ética General UFV 15/12/2019

INTRODUCCIÓ N 1.

¿Cuáles son los dos desafíos a partir de los cuales nace la Ética como saber? Explícalos brevemente (p. 17). o Surge como respuesta al relativismo – proporcionando razones. o Para formular un modelo de exigencia o excelencia humana que permita entender que el hombre es un ser esencialmente moral y que la moral no limita al hombre, lo hace más pleno. Es decir, en oposición a aquellos que creen que no existe nada que limite el propio querer - donde la noción de deberes está ausente.

2.

¿Cuál es la enseñanza que Platón quiere extraer del mito de Giges? Intenta resumirlo en una línea (pp. 13-14). Varias opciones: o o

o

3.

La capacidad de elección humana y su responsabilidad con la justicia. Pretende hacernos reflexionar sobre si el hombre es justo por naturaleza o por necesidad impuesta => Giges se aprovecha buscando su propio bien, no la justicia o bien común. En posesión del anillo, pocas personas se comportarían de forma justa, ya que al poder obrar sin temor a ser descubiertos, la mayoría obraría egoístamente en su propio beneficio.

¿A qué llama García-Huidobro la Tradición Central de la Ética? (p. 15)

A la ética hereda de Occidente, es del todo imposible separar o desligar democracia y tradición, son una misma idea. Aristóteles, Cicerón y Tomás de Aquino están en el centro de ella. Para Huidobro, hay que comprender cuáles son los problemas que mueven el filosofar, y tener claro sus matices, ya que son fundamentales para solucionar el problema.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO I. EL DESAFÍO DEL RELATIVISMO É TICO Y EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA MORAL 1.

¿Qué quiere explicar García-Huidobro cuando menciona la noción de deseo racional? (pp. 23 y siguientes).

Los seres humanos deseamos muchas cosas a la vez, pero a veces esos deseos son incompatibles y no podemos decidir cuál es mas fuerte: siempre está la posibilidad de actuar de otra manera. o Este factor nos diferencia de los animales – posee la razón. Esta instancia superior de carácter racional tiene en cuenta los deseos o impulsos pero no está determinada por ellos. Para elegir hay que recurrir a ciertos criterios, la búsqueda de ellos y la reflexión tienen que ver con la ética. Ya disponemos de esos criterios de juicio, por tanto, la reflexión del hombre se centrará en como aplicar esos criterios no a determinarlos. “Ética – ethos – costumbre”: a primera vista, los hombres buenos son aquellos que siguen las costumbres de sus mayores, pero no siempre son acertadas. Eso supone acudir a ciertos criterios: no se trata de seguir cualquier costumbre, sino las de los hombres buenos. Ej.: La práctica de la esclavitud – situación en la que el ser humano se ve enfrentado a poner en duda ciertos criterios morales que ha recibido a través de la educación que le han dado: la práctica de la esclavitud no es tan buena como le parece a sus coetáneos, es buena para algunos pero no para todos. Nadie desearía ser esclavo.

2.

¿Cuáles son los tres sentidos de la palabra ética? (pp. 27-29).

a) Ética como sinónimo de costumbres: es un uso del lenguaje muy antiguo y se ajusta a la etimología de la palabra ethos, es decir costumbre, una práctica social.  En esta acepción habría éticas buenas y malas. Ej.: “no compartimos la ética de los esclavistas”, su modo de actuar. b) Ética como una reflexión racional y sistemática acerca de lo bueno y lo malo.  Podemos decir que la ética clásica considera que la mentira es siempre mala.  Algunas veces se llama ética prescriptiva o normativa – en este sentido, la ética es una disciplina práctica que tiene entre sus objetivos el evaluar la acción, ya sea para aprobarla o censurarla. Ej.: “la esclavitud es una práctica éticamente reprobable”. c) Metaética, es decir, una disciplina que estudia las afirmaciones por medio de las cuales decimos que algo es bueno o malo, o, más precisamente, el lenguaje ético.  Es una reflexión acerca del sentido indicado en el segundo caso: una reflexión sobre una reflexión.  Se puede referir al uso del lenguaje al interior de una teoría y al sentido que se le da a las palabras de contenido ético en la conversación ordinaria de las personas. Ej.: “¿Qué quieren decir los autores que, como Kant, piensan que la esclavitud implica tratar a un hombre simplemente como medio, es decir, desconocer su identidad?

Preguntas Ética – El Anillo de Giges 3.

¿Por qué los sofistas fueron los primeros relativistas? (p. 37).

Los sofistas eran los representantes más típicos de lo que se ha denominado la ilustración ateniense del S.V a.C. Se caracterizaban muy particularmente por su relativismo moral y por su rechazo a la religión tradicional. o Pusieron de manifiesto una distinción que desde entonces sería patrimonio de toda la historia de la filosofía, la que se da entre naturaleza “physis” y convención “nómos”. o Sostuvieron que no cabría hablar de cosas justas o injustas por naturaleza, sino que, en el campo de la ética, todos los criterios son convencionales. El desafío de los sofistas suscitó una reacción intelectual cuyas figuras más conocidas fueron Sócrates, Platón y Aristóteles => procuraron desarrollar teorías éticas que no estuvieran afectadas por el relativismo – pensaron que existe una medida para juzgar entre las diversas culturas y prácticas humanas. Esa medida es la naturaleza, physis.

4.

¿Qué diferencia al relativismo radical y al moderado? (pp. 37-39).

El relativismo radical consiste en sostener que lo bueno y lo malo dependen completamente del sujeto. Es decir, es una forma extrema de relativismo que piensa que el bien y el mal se determinan de acuerdo con el capricho individual: lo bueno es lo que a mí me parece bueno. El relativismo moderado afirma que los criterios morales dependen de la cultura, del medio social, de la época en que se vive o de otras causas semejantes. Admite que, dentro de cierto ámbito, existen parámetros que son comunes para todos los que participan en ese ámbito. Niega que existan principios morales de valor universal o supracultural.

5.

¿Cuá l es el punto débil del relativismo moderado y cual el del relativismo radical? (pp. 4346).

Problema del relativismo radical: Decir que nuestras opiniones morales dependen simplemente de nuestros intereses es lo que hace el relativismo radical. Pero los intereses pueden ser tan distintos como alcanzar la vida eterna o el dominio político del planeta. La reducción de la moral al interés olvida el hecho de que nosotros muchas veces decidimos en contra de nuestros intereses, porque pensamos que no es justo satisfacerlos (pagamos los impuestos, realizamos actividades solidarias…). Problema del relativismo moderado: La educación recibida y los ejemplos de los demás influyen en el hecho de que cumplamos o no ciertas normas morales. Sin embargo, las costumbres de una sociedad distan de ser uniformes: resultaría una ingenuidad apelar a las prácticas o convicciones sociales cunado vemos que tenemos diferencias muy importantes en nuestros juicios acerca de lo que es la familia, del aborto… El relativismo moderado no logra dar un fundamento suficiente para la existencia de las normas morales y su obligatoriedad.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO II. EL CONOCIMIENTO EN LA É TICA 1.

¿Qué dice el emotivismo ético respecto a los juicios morales? ¿Por qué debería preocuparnos que se generalice el emotivismo en el terreno de la ética? (pp. 52- 57).

El emotivismo ético trata de saber si los juicios morales son, o pueden ser, juicios racionales ¿cabe encontrar una verdad en el campo moral? El traducir las afirmaciones de gusto en afirmaciones universales, dicen los emotivistas, es un recurso muy útil. Por eso lo que deberíamos hacer es ser precavidos y, cuando escuchemos afirmaciones del tipo “esto es malo”, tendríamos que traducirlas por “a ese sujeto no le gusta esa cosa”. Si los juicios morales fueran solo juicios emotivos, cuando decimos que la explotación de menores es mala, lo que estaríamos diciendo es que no nos gusta o que nos repugna, pero siempre nos mantendremos en el terreno de los gustos y las emociones => nuestros juicios sobre lo bueno y lo malo no tendrían un estatuto mayor que nuestros juicios sobre lo dulce y amargo. Si los juicios morales pueden llegar a ser juicios racionales no estaremos imponiendo nuestro gusto, sino aplicando un criterio que es aceptable por cualquier individuo razonable y que se nos aplica también a nosotros mismos. i. Los juicios morales pueden ser juicios racionales, no significa que siempre lo sean. ii. Se habla de la aceptabilidad de esos criterios por parte de un individuo razonable, de una persona que conduce su vida conforme a las exigencias de la razón. No significa que el criterio sea aceptado por todos: basta que la norma sea justificable racionalmente. Debería preocuparnos ya que el problema está en que nos quedaríamos sin título para pretender que ciertas conductas sean prohibidas o exigidas en una sociedad. Del hecho de que uno opinen algo no se deriva obligación para el resto de individuos. Probablemente haya que hacerlo en ciertos casos, pero la razón no puede ser “porque la mayoría así lo quiere”.

2.

¿Qué tipo de juicios son característicos de la razón práctica? (p. 59).

Juicios teóricos (mundo del ser, “A es B”) y juicios prácticos (mundo del deber ser, “hay que hacer A”). 3.

Según García-Huidobro, ¿dónde es más probable que empleemos razonamientos: a la hora de decidir o a la hora de justificar nuestros actos? (p. 64).

A la hora de justificar nuestros actos, ya que muchas veces la decisión se toma de manera intuitiva. Al justificar si que se utiliza el razonamiento por que se reflexiona sobre lo que has hecho. 4.

Para Aristóteles, ¿qué mueve la acción: el deseo o el intelecto? Explica su posición (p. 66).

El deseo, el cual responde a un juicio práctico (no a un juicio teórico) ya que se refiere a un fin y no relaciona los medios. El deseo es lo que explica el movimiento, por lo tanto da origen a la acción ya el intelecto por sí solo es incapaz de ponerse en movimiento.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO III. ¿EXISTE UN FIN DEL HOMBRE? 1.

¿Qué peligro tiene considerar que no hay un fin común a todos los hombres? (pp. 73-74).

Tiene grandes inconvenientes como el de basar la unidad del género humano solo en la pertenencia biológica a una especie, lo que llevaría a prescindir de un fundamento más profundo, como podría ser la existencia de una naturaleza humana, que permita explicar antropológicamente la igualdad fundamental de los miembros de nuestra especie.

2.

¿Qué características debería tener el fin último, común a todos los hombres? (p. 77).

-

Exclusivo del hombre y buscado por sí mismo: que no sea un medio para conseguir otra cosa. Que sea estable y autosuficiente: suponiendo que las necesidades más elementales están satisfechas, eso que buscamos nos haga plenos.

-

3.

¿Qué demuestra el ejemplo de la máquina de la felicidad (o del placer) que pone Robert Nozick? (pp. 79-80).

El placer no es lo mismo que la felicidad. Muestra que hay un nivel superior al placer - el fin del hombre se vincula al ejercicio de las facultades superiores del hombre, es decir, la inteligencia y la voluntad. El placer intelectual es más valioso que el placer físico, pero no es el último fin del hombre. Es decir, esa actitud llevaría al hombre a instrumentalizar todas las relaciones humanas, entendiéndolas como productoras de placer. De este modo le sería imposible alcanzar la excelencia humana, ya que no experimentaría el valor de la gratuidad.

4.

Para Aristóteles, ¿cuál es el tipo de vida virtuosa más digna de ser elegida? ¿Por qué ? (pp. 84-86).

La vida contemplativa, en la que se busca satisfacer las inquietudes de nuestra racionalidad. Por que la felicidad es el fruto de la actividad humana más excelente: debe ser constante, placentera, autárquica, buscada por sí misma y radicada en el ocio. Esta forma de vida es la que más se basta a sí misma y la que produce el mayor agrado.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO IV. LAS VIRTUDES MORALES 1.

¿Cuáles son las dos potencias o capacidades que, en el libro, se denominan como multi o bidireccionales? ¿Por qué las llama así́? (p. 90).

Son aquellas donde entra en juego la libertad humana y cada uno lo puede dirigir hacia lo bueno o hacia lo malo. - La voluntad - La justicia Son capacidades que se pueden entrenar, si entrenas la justicia, llegarás a una virtud de la justicia; el hombre que se ha entrenado en lo justo le incomodará todo lo que no sea justo. Los hábitos constituyen una suerte de segunda naturaleza. 2.

¿Qué es un hábito? ¿Por qué son útiles? (p. 93).

Los hábitos constituyen disposiciones estables del carácter, permiten hacer con gusto ciertas cosas que al principio eran dificultosas. Una señal de que se ha adquirido un hábito es que resulta relativamente fácil y placentero realizar acciones que antes resultaban difíciles y tediosas. Ej.: Llega un momento que estudiar produce un atentico placer – la diferencia está en que el profesor ha desarrollado un hábito que le permite gozar con el cultivo de su inteligencia.

3.

¿Cuá l es la paradoja que se da en la adquisición de virtudes? Explícalo brevemente y pon un ejemplo (p. 96).

Paradoja - No se puede hacer si no se sabe, y no se sabe si no se hace. Ejemplo: Aunque sepamos que existe el violonchelo, no vamos a saber tocarlo hasta que no practiquemos con él. En cambio, si desconociésemos que existe el violonchelo nunca sabríamos tocarlo ni podríamos practicarlo siquiera.

4.

¿Cómo define Aristóteles la virtud? ¿Qué destaca en esta definición? (pp. 98-99).

Aristóteles define la virtud como “un hábito electivo consistente en un termino medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que decidiría un hombre prudente”. Atendiendo al carácter variable del ámbito de nuestra praxis, no se trata de establecer un justo medio matemático, sino prudencial porque depende en buena medida de las características del sujeto de la acción. Por eso dice que para determinar el justo medio hay que atender no a un criterio cualquiera, sino al juicio del hombre prudente. 5.

¿Por qué decir que lo bueno es lo que parece bueno al hombre bueno (o prudente) no implica relativismo alguno? (pp. 101-103).

Se podría decir que la verdad está entre la realidad y nosotros. Esa verdad permanece ahí y no sufre cambio alguno. Es el hombre quien puede verlo desde diferentes perspectivas dependiendo de su estado espiritual o madurez moral. Esto no significa que lo bueno sea relativo sino que lo bueno va a ser más atractivo y más deseado para la persona buena.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO V. ¿ES POSIBLE TODAVÍA HABLAR DE VICIOS? 1.

¿Corresponde un vicio a cada virtud? Razona tu respuesta teniendo en cuenta la perspectiva de Aristóteles (pp. 105-107)

Los vicios son modos estables de actuar que inclinan al mal; al igual que las virtudes se adquieren y pierden por la repetición de actos. Por cada virtud hay al menos, dos vicios, uno por defecto y otro por exceso. No todos juzgan las cosas por igual. En la enseñanza aristotélica resulta claro que el virtuoso es el que juzga bien, el que tiene la recta medida de las cosas. Viendo al virtuoso sabremos que es lo que tendremos que hacer. Ej.: Uno puede ser un buen astrónomo siendo una mala persona – hay que estar rectamente orientado hacia el bien, pues de lo contrario se verá la realidad de manera distorsionada.

2.

¿Por qué , según la filosofía clásica, conoce mejor el mal el que no lo practica? (p. 108-110)

Una tesis tradicional de la filosofía moral clásica es que el conocimiento del mal, y por tanto, de los vicios, está reservado a aquel que no lo practica. Es decir, sabe mejor lo que es el mal quien no lo ha probado. Como el mal es negatividad, solo quien no lo ha probado tiene plena conciencia del bien al que el mal se opone y de todo lo deficiente que envuelve una acción mala. Ej.: Aquel que ve, puede entender mejor que es la ceguera que el ciego de nacimiento.

3.

¿En qué sentido el incontinente es moralmente superior al destemplado o al vicioso? (pp. 11-113)

La incontinencia es contraria al vicio ya que la incontinencia es contraria a la propia elección y el vicio está de acuerdo con ella. El incontinente tiene claro el fin, sabe lo que es bueno, lo que no es poco. A diferencia del intemperante, sabe que está mal perseguir el placer de modo desordenado pero la pasión lo vence y termina actuando de manera contraria a su convicción. El incontinente tiene una cierta superioridad moral respecto del intemperante o vicioso, al menos en cuanto está mas cerca de poder arrepentirse y llegar a practicar el bien. Aunque su voluntad no sea buena, su inteligencia todavía no ha sido corrompida por la familiaridad con el mal. De ahí que Aristóteles diga que “el incontinente es mejor que el licencioso y no es malo sin más, puesto que en el se salva lo mejor que es el principio”.

4.

¿Están los vicios conectados? ¿Por qué no? ¿Por qué sí? (pueden ser las dos) (pp. 115-116)

La conexión de los vicios no es completa, sino solo indica una tendencia. La causa de que exista una cierta conexión entre los vicios es la unidad de la persona humana. En ella se dan los diferentes hábitos y a ella se debe el hecho de que los vicios conduzcan con frecuencia a un repliegue del ser humano sobre sí mismo, que lo hace menos sensible a las necesidades de los demás. La notoria presencia de un vicio lleva a deformar la mirada, a alterar el juicio sobre las realidades. En estos casos, lo que se elige no se elige por su valor, sino por su aptitud por satisfacer ese vicio. De ahí que

Preguntas Ética – El Anillo de Giges se elija mal; pero como la persona humana no es absolutamente simple, es posible que haya ciertos desniveles.

5.

¿Hasta qué punto puede una comunidad política tolerar vicios y cuándo debería reprimirlos? ¿Puede hacer lo mismo respecto de las virtudes? (pp. 117-119)

Dice Tomás de Aquino que el buen legislador no reprime todos los vicios, sino solo aquellos que producen u mayor daño al bien común. No se pueden sancionar todos los vicios sin destruir algunos bienes importantes – esto supondría destruir aspectos importantes de la vida ciudadana, como puede ser el respeto por la intimidad, sin la cual difícilmente podríamos hablar de una sociedad libre. Parecido sucede con la práctica de la virtud ya que perdería de vista la importancia de que el bien se haga libremente – esto no excluye que se pueda obligar en ciertos casos a realizar un comportamiento virtuoso, pero debe de estar justificado ya que es necesario para el funcionamiento de la sociedad. Ej.: Un médico está obligado a actuar en caso de accidente. Esto naturalmente admite muchos grados y no se pueden dar reglas de detalle que valgan para todas las sociedades. En todo caso, nadie debe extrañarse de que los Estados destinen recursos a promover actividades que contribuyen a la vida virtuosa. Al destinar estos recursos, permite en el futuro ahorrarse muchos males.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO VI. LAS VIRTUDES Y LA RACIONALIDAD HUMANA 1.

¿Qué remedio propone Aristóteles para que las personas distingan con seguridad el bien del mal? (p. 120).

Apuntando a mejorar el talante moral del sujeto. Si está bien dispuesto y entrenado juzgará bien. Si sus disposiciones son malas, difícilmente podrá acertar. Los medios que tiene el hombre de relacionarse con cosas externas y con sus capacidades, son muy variados. Sin embargo, hay cuatro de ellos que son como la base de todo despliegue armónico de la personalidad => los llamados cardinales, dan origen a las virtudes de la prudencia, justicia, fortaleza y templanza – constituyen las formas básicas de excelencia humana. 2.

¿Por qué la prudencia no se agota en el mero conocimiento de lo que es bueno para el ser humano? (p. 125).

Es prudente no el que sabe lo que está bien, sino el que sabiéndolo lo hace. Si no lo hace, ya no podemos decir que sea un hombre prudente. En cambio, para ser un buen técnico lo importante es saber. Se puede hablar de una neutralidad de la técnica, ya que ella no es capaz por sí misma de establecer los criterios de lo bueno y de lo malo.

3.

¿Cuáles son los actos propios de la prudencia? Explícalos (pp. 128-132).

Deliberación Se trata de un diálogo que uno mantiene consigo mismo, viendo los pros y contras de las distintas posibilidades que se presentan. Desempeñan un papel importante el estudio, la imaginación, la experiencia, la capacidad de prever y la ayuda a los demás: es propio del prudente pedir consejo. Se trata de conocer los criterios o principios de decisión y de saber que al caso que nos ocupa corresponde aplicar un principio determinado y no otro. No se delibera sobre cualquier cosa, sino sobre aquello que está a nuestro alcance y es realizable. Es propio del prudente reconocer sus posibilidades y limitaciones. Juicio No se puede deliberar eternamente, al final hay que emitir un juicio. Este acto lleva a juzgar acerca de los distintos medios y determinar cuál es el más apto => el hombre se pronuncia acerca de lo que debe ser hecho. Es la capacidad para discernirlo. Imperio La fuerza para poner en obra el juicio es el tercer acto de la virtud de la prudencia, el imperio o mandato. Tomás de Aquino enseñó que de los tres actos de la prudencia, el más importante es este último – imperio o ejecución. Si estamos en la praxis lo importante no es conocer, sino hacer. Demócrito “falsos e hipócritas son los que todo lo hacen con palabras, pero no de hecho”.

4.

¿Qué significa decir que, en Ética, el prudente es la norma? (pp. 134-135).

Significa que, siguiendo su ejemplo, los demás sabrán cómo conducirse. Son los modelos de comportamiento adecuados.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges

5.

¿En qué consisten los distintos tipos de justicia? (pp. 136-137).

Justicia general o social Atiende a la sociedad entera. Son justos con esta clase de justicia los hombres que cumplen cabalmente con las cargas que supone vivir en sociedad. De acuerdo con los turnos que establece la ley, por eso la llamamos también justicia legal. Esta justicia es el hábito que nos lleva a dar a la sociedad lo que le corresponde. Ej.: Asumir la carga de ser vocal en un proceso electoral. Justicia particular Atiende a una persona o a un grupo de personas. Puede revestir diversas formas: 1 – Justicia distributiva: A veces se da a cada uno lo que le corresponde mediante una operación de reparto Ej.: como cuando la autoridad distribuye ropa o alimentos a los damnificados por una catástrofe natural. 2 – Justicia conmutativa o correctiva: Otras ocasiones, se da como consecuencia de un intercambio. Ej.: cuando pagamos un libro que acabamos de comprar.

6.

Si, bajo cierto punto de vista la justicia es una forma de igualdad, ¿qué es lo que se iguala en la justicia distributiva y qué en la conmutativa? (p. 141).

Dando al que se le ha quitado lo suyo. Quien comete una injusticia no basta con que se descubra su falta y lo lamente. Está obligado a repararla. La sanción restaura la igualdad perdida.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO VII. LAS VIRTUDES Y LA CORPOREIDAD HUMANA 1.

¿Cuáles son los dos aspectos de la fortaleza? Explícalos brevemente (pp. 149- 150).

Acometer Aspecto positivo de la fortaleza – la capacidad de emprender, el espíritu emprendedor se ve impulsado por el gusto por la aventura, por la novedad de lo que no se conoce. No es la más difícil. Resistir Aspecto pasivo o negativo de la fortaleza – de nada sirve el espíritu emprendedor o el gusto por la aventura cuando los días se tornan iguales o cuando llega el sufrimiento o la soledad. Tiene que resistir la más grande de las pruebas: el paso del tiempo, la desesperanza. Esta capacidad de resistir se ejercita no ya respecto de las ofensas o el dolor, sino de la carga que puede significar la vida misma. Se requiere fortaleza para no asustarse ante las malas pasadas que puede jugar la imaginación y para aceptar y afrontar el sufrimiento psíquico. Es mucho más difícil de conseguir. 2.

¿Es fuerte quien no tiene miedo? (pp. 151-154).

No. Sentir miedo no es un obstáculo para una persona considerada como valiente. A veces la costumbre o la experiencia hacen que una persona no sienta miedo donde otros si lo experimentan. El miedo, es una ayuda para conservar la vida. Carecer por completo de él o no tenerlo puede ser peligroso. El miedo nos recuerda que somos finitos, nos aleja de la arrogancia, y nos permite descubrir el valor de ciertos bienes. Ser fuerte, no significa despreciar los peligros, eso sería temeridad y es un vicio. 3.

¿Qué elementos son clave para adquirir la fortaleza? (pp. 154-157).

-

La fortaleza se requiere por la repetición de actos. Es fundamental la fuerza de voluntad para seguir un modo de vida diferente al que proponen los medios de comunicación basado en el dinero, la influencia y el poder. Se requiere una enorme valentía para no modelar la vida según los dictados de la masa. Tomar libremente ciertas dificultades y hacerles frente.

4.

¿A qué se refiere Aristóteles cuando dice que la templanza es la salvaguarda de la prudencia? (p. 161).

La templanza es la virtud que lleva a someter a la fuerza de la razón el llamado apetito concupiscible, que busca lo deleitable. Hay una mayor referencia al presente, al trato que debemos tener con aquellos bienes de los que ya estamos gozando. El que carece de templanza queda recluido en el instante actual y se hace incapaz de configurar su vida de modo que su futuro sea pleno 5.

¿Qué placeres indica García-Huidobro que es necesario someter a la razón? (pp. 161-167).

-

El hedonismo El caso de la libido dominandi, el afán de poder – semejanza con el afán de acumular dinero o La templanza resulta aquí particularmente difícil Aristóteles: “todos los hombres por naturaleza desean saber” o Este deseo, por muy natural y profundo que sea no es un absoluto de sí mismo. La intimidad – quien rebusca en la intimidad ajena para complacerse está utilizando a los demás como un mero instrumento para satisfacer sus deseos.

-

Preguntas Ética – El Anillo de Giges 6.

¿En qué sentido una persona hedonista o incontinente es controlable? (p. 168).

El hombre hedonista es esencialmente controlable. Lo que se oponga a la satisfacción del mismo será considerado como malo, y lo que le abra el camino para volver a gozarlas será aprobado. Queda a merced de quienes puedan proveerle de aquello que en ese momento demandan sus sentidos.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO VIII. EL PROBLEMA DE LAS NORMAS MORALES 1.

¿Por qué razones sostiene García-Huidobro que la sanción no es lo único que explica el por qué cumplimos las leyes? (pp. 172-173). i. Existen muchas leyes que obedeceríamos de todas maneras aunque no hubiese sanción alguna. La sanción es necesaria pero no para los hombres virtuosos. Pensar que la sanción es la razón última de obediencia a la ley, es poco realista. ii. La segunda razón que excluye la fuerza o sanción como fundamento de la obediencia al derecho, es que la fuerza es incapaz de originar obligación alguna, en sentido propio – origina un tener que, no un autentico deber.

2.

¿Bajo qué dos formas debe presentarse una obligación para que nos parezca absoluta? (pp. 175-176). i. Ser racional - Que esa obligación expresara una exigencia que debe cumplir todo ser racional. Una persona que guía sus actos de acuerdo con las exigencias de la razón. ii. La naturaleza – carece de sentido realizar acciones directamente destinadas a lesionar un bien básico, un aspecto constitutivo de nuestra humanidad.

3.

¿Cuáles son los axiomas de la racionalidad práctica? (p. 178).

La validez de ciertos principios: - Hay que hacer y perseguir el bien - Hay que evitar el mal - Hay que actuar racionalmente

4.

Si los principios de la ley moral natural se caracterizan por su universalidad, entonces ¿por qué ocurre que no todos los cumplen? (pp. 188-189).

Los principios de la ley natural son universales en cuanto su cumplimiento constituye una condición para alcanzar la excelencia humana. Pero a parte de esa universalidad de derecho, hay que reconocer que de hecho no son conocidos por todos los hombres, Tomás de Aquino habla de ciertos principios morales que solo son accesibles a los sabios. Difícilmente podríamos poner como un modelo de hombre, en sentido absoluto, a alguien que sistemáticamente no cumple alguna de sus exigencias, por más que sea sin culpa propia. 5.

Enumera las características de un deber exigido por la ley natural (pp. 194-195).

La unidad La indelebilidad 6.

¿Por qué dice García-Huidobro que, en Ética, a veces es más fácil argumentar la obligatoriedad de un deber por vía indirecta? (pp. 196-197).

Cuando los sujetos juzgan en general sin afectar el caso particular es más fácil argumentar la obligatoriedad. Sin embargo, cuando están pensando en su situación particular es cuando les parece hacer una excepción a un principio cuyo valor no dudan en reconocer.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges 7.

¿Cómo definían los medievales la ley natural? ¿Por qué ? (p. 202).

Los medievales decían que la ley natural es la participación de la ley eterna, es decir, el orden de la sabiduría divina que dirige a todos los seres al bien común del universo – en la criatura racional.  Esa ley es natural porque se conoce naturalmente, con las solas luces de la razón humana y no como fruto de una revelación religiosa.  Es natural porque su fuerza deriva de la naturaleza y no del acuerdo humano.  En la medida en que el hombre la siga alcanzará la plenitud de su naturaleza, de acuerdo con la enseñanza aristotélica de que la naturaleza es fin.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO IX. LAS NORMAS JURÍDICO-POSITIVAS 1.

¿Qué quiere expresar García-Huidobro al comparar la relación entre ley positiva y ley natural con la relación entre la capacidad lingüística común a todo hombre y la diversidad de idiomas? (pp. 208ss).

El lenguaje es natural al hombre, pero se expresa históricamente mediante diversas manifestaciones de carácter cultural como son los idiomas. En el caso de las normas morales, su positivación permite ahorrar tiempo y realizar una coordinación más efectiva. Y así, como puede haber idiomas mejores o peores, lo mismo sucede con las legislaciones. El papel de la ley positiva es determinar aquello que en la ley moral está aun indeterminado y llenar los vacíos en las materias en que sí mismas son moralmente indiferentes.

2.

-

3.

¿Qué hace la ley? ¿Cuáles son sus funciones? (pp. 211-212) a. Manda realizar actos que son necesarios para conseguir el bien social. b. Prohíbe aquello que lo daña c. Permite cosas que son buenas pero que no tiene sentido obligar a relaizarlas. Fin de la ley: Asegurar ciertos espacios de libertad donde los individuos deciden autónomamente, evitando que las aspiraciones de alguno puedan resultar lesivas para los derechos de otros.

¿Qué aspectos de la concepción liberal de la ley se valoran positivamente? ¿Cuáles son criticados por García-Huidobro? (pp. 213-217)

Aspectos positivos:  Los individuos gozan de una importante cuota de autonomía, es un bien que conviene mantener.  La preocupación liberal frente a los abusos que ciertos regímenes puedan haber hecho.  Además del bien común de la sociedad, cada agrupación intermedia tiene su propio bien común (las empresas, familias…). En la medida que esto se tenga presente, será más fácil vencer el individualismo y evitar muchos conflictos entre los conyugues, empresarios… Aspectos negativos:  Olvidar la noción del bien común supone estimar que la sociedad se compone solo de individuos aislados, replegados sobre sus propios intereses – la vida social se transforma en una coexistencia  No hace falta ser marxista para reconocer que hay repartos que son injustos; en este caso la ley sería solo un mecanismo para perpetuar ciertas injusticias u opresiones.  El bien común exige la preocupación por las generaciones futuras del mismo modo que otros se preocuparon por la nuestra.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges 4.

La obligación de obedecer a la ley descansa o se puede fundamentar en dos obligaciones previas. ¿Cuáles? (pp. 217-218)

Obligación moral de seguir las leyes (si es que existe obligación moral de obedecer a los gobernantes) Obligación indirecta de seguir esas leyes en la medida en que haya obligación de vivir en paz con los demás.

5.

¿Qué significa decir que la ley positiva es una justicia convencional? ¿En qué punto dejaría de obligar? (p. 219).

Significa que la obligación no deriva de la ley injusta, sino del deber más general de evitar grandes daños. Dejaría de obligar cuando una ley ordene realizar el mal. Aquí no se puede cumplir esa ley, y la subversión no la pone quien se niega a hacerlo, sino el gobernante que manda algo que se contradice con la razón de su existencia.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO X. CONCIENCIA Y MORALIDAD 1.

¿La conciencia crea las leyes y normas morales? ¿Podría obligar si fuera ese el caso? (pp. 225-226)

La conciencia es la forma en la que la ley moral se hace presente en nuestra vida diaria. Los juicios de la conciencia son categóricos, mientras que los que se fundan en un interés son siempre hipotéticos. La obligación de seguir la conciencia es absoluta, mientras que se puede renunciar a hacer algo que está motivado por el interés. Ej.: No es lo mismo decir “no mientas” que “si quieres ganar la maratón, debes comer dieta equilibrada” 2. ¿Qué dos formas de la conciencia se exponen en el capítulo? (pp. 227-229). La conciencia moral es un órgano que admite grados diversos de sensibilidad, que puede ir afirmándose con el paso del tiempo o deteriorarse.  Conciencia escrupulosa – a veces la conciencia se daña por exceso produciendo una inquietud que no tiene una justificación razonable.  Conciencia laxa – la conciencia también puede alterarse de otra manera, transformándose, no ve el mal donde si lo hay, al revés de la conciencia escrupulosa, que lo ve allí donde objetivamente no existe. 3.

¿Basta con obedecer la conciencia para que el acto de un agente sea bueno? (pp. 230-231).

Obedecer la conciencia es condición necesaria para la bondad del sujeto, pero no suficiente: hay que seguir la conciencia pero antes hay que asegurarse de que esté bien formada, que sea recta. La posibilidad de cambiar, de corregir los propios juicios, hace que nadie pueda simplemente escuadrarse en la conciencia para considerar justificado cualquier comportamiento. La conciencia remite a otras instancias ulteriores para confirmar su legitimidad, concretamente a la ley moral natural. 4.

A la luz de lo que hayas entendido en este capítulo, ¿podrías explicar a qué se puede referir Joseph Ratzinger (quien, en este punto, sigue a John Henry Newman) cuando define la conciencia como la capacidad para ver o reconocer la verdad?

Para Newman el término medio que asegura la conexión entre los dos elementos de conciencia y de la autoridad es la verdad. La centralidad del concepto de conciencia va unida en Newman con la precedente centralidad del concepto de verdad y se puede comprender sólo partiendo de ésta. Partiendo de la base de Newman, para Benedicto XVI la identificación de la conciencia con el conocimiento superficial, la reducción del hombre a su subjetividad no libera en absoluto, sino que esclaviza; nos hace totalmente dependientes de las opiniones dominantes. Quien hace coincidir la conciencia con las convicciones superficiales, la identifica con una seguridad mezclando auto justificaciones, conformismo y pereza. La reducción de la conciencia a la certidumbre subjetiva significa al mismo tiempo la renuncia a la verdad. Siempre se ha de seguir un dictamen claro de la conciencia, o por lo menos, nunca se puede ir contra él. Pero otra cuestión es, si el juicio de conciencia, o lo que se toma como tal, tiene también siempre razón, es decir, si es infalible.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO XI. LOS CRITERIOS DE LA MORALIDAD 1.

A la hora de determinar si una acción es buena o mala, ¿qué criterios emplea la tradición central de la Ética? (pp. 236-242).

Las fuentes de moralidad son: El objeto, la intención o fin subjetivo y las circunstancias. Para que un acto se lleve a cabo bajo juicios morales es necesario que se den las tres de manera adecuada, basta con que una no se cumpla para que el acto se vicie. “El bien requiere todas las condiciones de bondad, pero el mal se produce por la falta de cualquiera de ellas”. 2.

¿Qué es el consecuencialismo? ¿Cuá l es la crítica fundamental que se le puede hacer? (pp. 247-248).

El consecuencialismo es la teoría ética a partir de la cual el valor moral de un acto depende únicamente de sus consecuencias. Pretende ser una respuesta al emotivismo y proporcionar a la ética un fundamento racional y un estatuto científico, ya que la determinación del bien y del mal se hace calculando las consecuencias. Las cosas no son tan sencillas como parecen y el fin no justifica los medios. No hay relación de causalidad.

3.

En asuntos morales, ¿qué conocimientos son más seguros? ¿Los que indican lo que no se debe hacer o los que señalan lo que sí hay que hacer? Explícalo (pp. 252-255).

En moral, el conocimiento más seguro tiene un carácter negativo. Solo tendremos seguridad absoluta de que hemos actuado bien cuando hemos omitido realizar un acto intrínsecamente malo. Se trata de evitar los errores. Cuando actuamos no conocemos las consecuencias de nuestros actos. La única excepción está dada por esos actos que sabemos que son siempre malos. Ese conocimiento es suficiente para excluirlos de nuestro curso de acción. 4.

Resume en qué consiste el principio del doble efecto. ¿Bajo qué criterios se podrían realizar acciones que, a veces, producen males? (pp. 261, 263).

El principio del doble efecto consiste cuando se lleva a cabo un acto con la intención de conseguir un efecto directo bueno, pero en ocasiones también surgen efectos malos o indirectos no deseados. Se llama también del “voluntario indirecto” puesto que el efecto malo nunca debe ser directamente querido o buscado, sino tan solo tolerado o soportado. Los criterios bajo los que se pueden realizar acciones que producen males: i. Que el objeto del acto no sea intrínsecamente malo. ii. Que los efectos buenos de nuestro acto sean queridos, mientras que los malos no deben ser queridos, solo tolerados o soportados. iii. El efecto malo no debe ser el medio para conseguir lo bueno. iv. Debe haber un motivo razonable para llevar a cabo el acto.

Preguntas Ética – El Anillo de Giges CAPÍTULO XII. ÉTICA Y NATURALEZA 1.

Sintetiza las objeciones posibles al empleo de la naturaleza humana como criterio objetivo para delimitar el bien y el mal (pp. 265-266). a.

b. c. d.

2.

Se restringen las posibilidades de nuestra libertad: lo propio de la libertad parece ser la apertura a múltiples posibilidades. La naturaleza, exige leyes estables, predecibles. La naturaleza humana no es más que la proyección histórica de una determinada cultura pero cada cultura tiene tradiciones y pensamientos diferentes. Hablar de naturaleza humana es un recurso fácil para resolver cuestiones sin necesidad de argumentar Aparece como un concepto tomado de la física, mientras que el hombre se encuentra en el mundo de la cultura y la libertad.

Según la concepción teleológica de la naturaleza, lo natural en el hombre se da al final de un proceso de preparación o entrenamiento. ¿Qué quiere decirse con esto? (pp. 269-271).

El verdadero rostro de lo humano se encuentra allí donde los talentos se han cultivado, es decir, el estado plenamente natural se halla al final y no al principio de un proceso. En el caso del hombre, nunca se llega a la perfección; el ser humano está permanentemente en estado de perfectibilidad, que va alcanzando a través de su acción.

3.

¿Cómo podría resumirse la concepción empírica de la naturaleza humana? (p. 274).

Pensar que el progreso humano hace al hombre alejarse de la naturaleza. Piensan que progresar es romper las cadenas de lo natural, gracias al poder que nos dan la ciencia y la tecnología. El progreso se constituye en patrón de legitimidad moral y no queda subordinado a criterios superiores 4.

¿En qué consiste la “ley de Hume”? (pp. 275-276).

La ley de Hume establece que el deber no puede derivarse a partir del ser, no cabe obtener normas morales a partir de juicios descriptivos. 5.

¿Por qué el considerar que el hombre tiene supremacía respecto al mundo natural no supone antropocentrismo? (pp. 281-283).

Porque en la naturaleza física hay un cierto orden que debemos respetar, es nuestra responsabilidad cuidarla, ya que si no lo hacemos nosotros mismo experimentaremos las consecuencias.

Carmen Arroyo Jiménez 3º RRII Prof.: Juan Pablo Serra Ética General UFV 15/12/2019