Pos Verdad

Karl Tonatiuh Teutli Guzmán Teoria de la cultura II. Posverdad y alienación. Dos cosas que no son iguales. En la era do

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Karl Tonatiuh Teutli Guzmán Teoria de la cultura II. Posverdad y alienación. Dos cosas que no son iguales.

En la era donde las redes sociales tienen un papel muy influyente dentro de todo análisis que pretenda dar seguimiento al comportamiento de masas, es necesario dar el ejemplo de rigidez intelectual al momento de abarcar los fenómenos de las noticias más difundidas. Hay una saturación importante de información que fluye dentro del internet y la aparente gratuidad del registro de las redes sociales permite que una gran parte de la población pueda acceder a esta información. ¿Cómo medir la veracidad entre tanta y tan rápida difusión? ¿Hay escalas de verdad cuando se trata de la voz popular?. La cuestión es tratar de entender el fenómeno de la rápida e creciente información en las redes sociales, sobre todo en estos tiempos de coyuntura política y conflictos con tintes belicos que se han provocado debido a la llegada al poder de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. ¿Cómo se convierten en verdades populares las noticias que carecen de rigor periodístico? Ese es el asunto, tratar de dilucidar si es que existe un sentimiento de racismo y misógino escondido en el subconsciente de la sociedad que se despierta apenas oye los pasos de quien se “atreve” a hablar sin corrección política. Necesitamos acercar el análisis hacia los terrenos de la contruccion academica, llevarlos a la comparación con la realidad cotidiana y regresar, de nuevo, al análisis académico para saber si el concepto aún está en el tamaño correcto para abarcar los hechos concretos. Así, desde el lado intelectual, entendemos la posverdad como la forma en que una noticia o un hecho es recibido por la percepción social y el análisis critico y objetivo deja de ser prioridad para dar paso a la percepción controlada por las pasiones o las emociones, tales

como el nacionalismo desbordado o la cerrazón de argumentos si no provienen del grupo social del receptor. Según Oxford, el término “post-trhuth” lo utilizó por primera vez el dramaturgo y novelista Steve Tesich en un artículo aparecido en la revista The Nation en 1992. En esa pieza, y a propósito del escándalo Irán-Contra y la primera Guerra del Golfo, Tesich se lamentaba de que los norteamericanos hubieran decidido libremente vivir en la posverdad, es decir, en un mundo en el que la verdad no importaba.1

¿Qué sociedad no se deja llevar por lo que su Estado le dice que debe ser lo correcto? Nos metemos en un asunto incómodo para muchos grupos intelectuales pero, es necesario decir que los críticos a las posiciones de posverdad o populistas de los Estados hegemónicos representan una minoría muy escualidad en comparación con el grueso real de la sociedad. Desde ahí tenemos que aterrizar el análisis hacia las formas en que las sociedad adoptan el discurso de su Estado en lugar de perder fuerzas y tiempo en procesar la escasa, o inexistente en algunos casos, influencia de las criticas académicas e intelectuales a estos fenómenos. No se confunda esto con dejar de ser críticos desde el ámbito intelectual, mas bien es una propuestaque se relaciona con acomodar las prioridades del análisis académicos. En un primer paso ya tenemos a la sociedad dejándose llevar por sus pasiones y por la rapidez de la información antes que el detenimiento y la atención ¿Ahora qué? Esa es la pregunta a seguir. ¿Desde qué trincheras se combate esto al mismo tiempo que se investiga? La historia de las sociedades y de las revoluciones que de esta emanan nos han enseñado que el grueso de la población difícilmente tiene una consciencia crítica y objetiva cuando se trata de enfrentar los errores y los aciertos políticos en las revueltas sociales.

1 Javier Benegas. (2017). Por qué la teoría de la posverdad es mentira. 16 de abril del 2017, de Benegas & Blanco Sitio web: https://benegasyblanco.com/2017/02/19/por-que-la-teoria-de-la-posverdad-esmentira/

La acción supera al pensamiento crítico en rapidez, un ejemplo: la revolución mexicana es alimentada por masas campesinas que buscan tierra y mejores condiciones de vida al momento, no se detienen a pensar en los derechos humanos de los militares caídos o de los pueblos saqueados para alimentar a la “tropa”. Esto no es crítica a la acción, es una descripción del hecho. Ahora, ¿Por qué decimos que el discurso de la posverdad hoy es nuevo cuando siempre se ha presentado en distintos matices? Creo que si partimos de deconstruir esta premisa entonces podemos hacer un análisis más certero. “Lo oportuno sería detener el dedo, pensar, cotejar, escuchar y leer antes de volver a compartir el siguiente artículo. La pausa, la paciencia, el diálogo y la reflexión frente a la voracidad volátil de difuminar la mentira. Una opinión pública cimentada en la falsedad es reflejo de una sociedad que abdicó el derecho a pensar.”2 Eso es lo oportuno que propone la agencia, pero de lo oportuno a lo real hay pasos demasiado largos que difícilmente van a ser transitados. La opinión aquí es que hay dos conceptos que muchos intelectuales intentan fusionar y que, desde el ámbito histórico no compaginan. Por un lado esta la poca conciencia crítica que se le adjudica a las masas y que responde a la alienación del sistema y, por otro, la construcción teórica actual que quiere explicar la creciente aparición de noticias falsas y de creencias “nuevas” que desembocan en los triunfos de los discursos xenófobos. Las aspiraciones inmediatas y las acciones propiciadas por las pasiones son características históricas de los movimientos de masas. Si existe critica dentro de estos movimientos, ésta yace en los lideres o dirigentes sociales, siempre minoritarios en comparación a la cantidad de gente que aglutina la masa, y está determinada por la formación social y política del dirigente. Precisamente creo que a esta actitud de las masas no se le debe de confundir con la actual situación que presentan las redes sociales y la saturación de información en el internet. Los 2 agencia dinamita. (2017). No lea este articulo (solo compártalo) . 2017, de Revista Proceso Sitio web: http://www.proceso.com.mx/475304/lea-estearticulo-compartalo

usuarios de las redes sociales no representan una movilización popular ni tienen un objetivo político como tal que, dentro de la urgencia de alcanzarlo, les anule la capacidad de autocrítica y reflexión de las acciones. El usuario de las redes sociales goza de una aparente libertad que le permite escoger entre una inmensa variedad de noticias y de información para poder construir redes sociales, en el término sociológico, que tengan intereses o gustos en común con él mismo. Esta libertad está condicionada por los tiempos y el consumo de mercancías que conlleva el estar conectado “globalmente”. Precisamente esa libertad de la que tanto se presume dentro de la globalidad es la que termina perjudicando la razón y el detenimiento para procesar la información. Como un banquete gigante al que tiene “derecho” donde no tienes tiempo ni capacidad de probar todos los platillos así que en tu aparente libertad solamente consumes los que conoces y sabes que probablemente no te causarán alguna molestia. La propuesta, como conclusión, es que hay que saber utilizar los términos: El problema con el uso simplón de este concepto, es que normaliza la mentira. En vez de decir “información falsa”, últimamente se dice “posverdad”. En vez de condenar la falta de verificación en los medios, se habla de la “Post-truth era“. Más de una columna de opinión ha dicho que Trump ganó a punta de “posverdades”. Como si fuera una maldición de los tiempos de la que fuera imposible escapar. Como si fueran armas perversas y totalmente eficaces.3

Asumiendo la responsabilidad social y de profesión que conlleva el tener una formación intelectual y académica, así como un posición ética con la veracidad de la información se acaba la posibilidad de terminar en este camino de la “posverdad” que se ha utilizado para excusar explicaciones mucho más complejas y justificar opiniones con clara intención de maniqueo de masas.

3 Tirzo, Jorge. (2017). Contra la posverdad y a favor del periodismo (de verdad). 17/04/17, de Revista Gatopardo Sitio web: http://www.gatopardo.com/opinion/jorge-tirzo/posverdad-periodismo/