MARTA CISNEROS VELARDE Escultora peruana que trabaja proyectos artísticos vinculados con la materia, el espacio y con el
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MARTA CISNEROS VELARDE Escultora peruana que trabaja proyectos artísticos vinculados con la materia, el espacio y con el deseo de materializar un tiempo. “Mi propuesta escultórica pretende elaborar, darle forma al cuerpo como representación de una imagen que se construye, con la intención de reunir los fragmentos y, en el proceso, aspiro acceder a la unidad. Una unidad que no imita fielmente a la realidad, sino que más bien la reordena y la interpreta en un afán por aproximarme a la percepción de lo que somos en relación al otro. Esta manera de trabajar me permite desarrollar cuestionamientos sobre conceptos de memoria individual y memoria colectiva. Intento llegar a materializar, a través de grupos escultóricos, el recuerdo y el olvido del tiempo pasado, la vulnerabilidad de la realidad presente y el deseo como futuro, elementos fundamentales para la construcción de una identidad, tanto a nivel individual como a nivel de comunidad.” Enero, 2012 Nace en Lima, el 5 de agosto de 1957. Estudia en la Escuela de Artes Plásticas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1978-1980. Especialidad de Escultura.
EXPOSICIONES INDIVIDUALES 2007
Escultura Galería Artco
2000
Esculturas Galería Forum
1985
Esculturas Galería Forum
EXPOSICIONES COLECTIVAS 2012
Expo Casa Ideele Sala Raúl Porras Barrenechea Del C.C. Ricardo Palma
2009
El Performance “Arte Local” Toulouse Lautrec
2006
Urbe y Arte Museo de la Nación
2006
Jardín de Esculturas (Futuro) Museo de Arte Contemporáneo
2004
La Generación del 80 Los años de la violencia Galería ICPNA
2004
Genero y Soporte Galería ICPNA
2003
MitoMadera Galería ARTCO
2002
Homenaje a Anna Maccagno Museo de Arte Italiano, Lima
1997
Estandartes Festivales de Lima
80 Años Pontificia Universidad Católica del Perú Galería Pancho Fierro, Municipalidad de Lima 1996
Escultura en Blanco Galería Trapecio
Arte de Nuestro Tiempo en San Francisco Convento San Francisco 1988
Exposición de Máscaras de “Caretas” Museo de Arte de Lima
1987
70 Años Pontificia Universidad Católica del Perú Exposición de Profesores de la Facultad de Arte Centro Cultural de la Municipalidad de Miraflores
Escultoras en Grabado Galería de grabado “El Taller”, San Isidro 1986
Primer Concurso de Esculturas al Aire Libre Municipalidad de Miraflores
Homenaje a Winternitz Centro Cultural de la Municipalidad de Miraflores 1985
Homenaje a Anna Maccagno Sala de Exposiciones de la Municipalidad de Miraflores
25 Aniversario de Hebraica Hebraica
Expresionismos en el Perú Galería Trapecio 1984
Otro Sí Digo Museo de Arte Italiano, Lima
1982
Arte Actual Feria Internacional del Pacífico
CETUC PetroPerú 1982
Concursos Municipales Museo de Arte de Lima
1981
Concursos Municipales Museo de Arte de Lima
Propuestas II Museo de Arte Italiano, Lima 1980-1979
Jóvenes Valores Galería Forum, Lima
1980-1975
Exposición Anual Escuela de Artes Plásticas
1977
Esculturas Parque El Olivar, San Isidro
PREMIOS 2000
Primer Premio “Luis Hochschild Plaut” IPAE-CADE
1992
Primer Premio Concurso Escultura “Expreso”
1984
Primer Premio Mural Edificio Datacont del Perú
1982
Segundo Premio en Escultura Concursos Municipales
1981
Mención honrosa en Escultura Concursos Municipales
DOCENCIA 1981-2002
Departamento Académico de Arte Pontificia Universidad Católica del Perú
2003 a la fecha Profesora Principal. Departamento Académico de Arte PUCP
Exposición Individual
Galería Artco, Lima Perú.
Octubre 2007
Ausencia, 2005. Madera Jacarandá. 183 x 70 x 95 cm.
Perdón. 2004. Cedrillo, aluminio y cerdas de caballo. 75 x 75 x 20 cm.
Vergüenza. 2004. Cedrillo, acero y cerdas. 85 x 85 x 20 cm.
Estudio para el monte I y II. 2003. Fundición en bronce sobre granito. 45 x 40 x 25 cm.
El Monte. 2003. Cedrillo, metal, piedra de huamanga y cerdas de caballo. 160 x 120 x 120 cm.
Somos nos/otros. 2002. Caoba, metal y resina. 150 x 95 x 65 cm.
Este trabajo es un intento de tenderle puentes al sentimiento de humanidad, de solidaridad, de acercarnos a nuestra propia sensibilidad, que muchas veces se nos escapa de las manos. Salir de nuestra propia piel en un afán de sensibilizarnos frente al otro, de mirarnos con respeto y reconocer al otro. Reconocernos en el otro es una manera de reconocer que aún estamos vivos, que pertenecemos a una comunidad y que tenemos una identidad en proceso de construcción.
Hablo desde mi historia, desde mi cuerpo y su ubicación en el espacio, digo lo que percibo mezclado con lo que imagino en un afán por romper con los límites de la realidad convencional para llegar a la otra: la realidad subyacente del misterio, del deseo y del símbolo. Me expreso a través de mi condición femenina en un deseo por genera vínculos más permeables, replanteando interrogantes y proponiendo otro tipo de lecturas que nos permitan ampliar nuestra percepción a través de los sentidos, a través de la intuición de otro orden sensible que apunte a alimentar un discurso más flexible y a la vez más libre.
Mi registro no es a través de la palabra, no hay dolor que mi palabra abarque, sólo intento compartir algunas ideas que nos permitan mirarnos y pensar que aún tenemos la posibilidad del asombro, la capacidad de conmovernos, de sensibilizarnos ante la humanidad y el ser humano. Intento nombrar con la forma y con la materia los enigmas del cuerpo, las alegrías secretas, los miedos, las vergüenzas, los odios y las reconciliaciones. Marta Cisneros V.
MARTA CISNEROS EL CUERPO PRESENTE
“los miembros son muchos pero uno solo el cuerpo. Y no puede el ojo decir a la mano: No tengo necesidad de ti. Ni tampoco la cabeza a los pies: No necesito de vosotros” (San Pablo, /Corintios 12, 20-21) No ha habido mucho de nuevo ni de convincente en el horizonte del trabajo escultórico basado en la representación de la figura humana en el Perú durante la última década. Tal vez sea porque para adentrarse en el camino de realizaciones materiales con figura humana es necesario saber de una razón, un por qué, intuitivo en un comienzo y luego detonante de una prolongada meditación en torno a la presencia y a la ausencia del cuerpo, y sus límites. Cuando se trata de trabajar para representar el cuerpo en un sentido acorde con la cultura actual en el Perú, no puede haber un simple intento de revivir el mito de Pigmalión, el mortal, artífice prodigiosamente favorecido por los dioses; enamorado de su obra y luego amado por ella, por intervención divina. El amor de Marta Cisneros, artífice contemporánea, no se centra en crear una ilusión de vida, no está empeñada en despertar la materia a la vida para que ante los ojos de los demás las obras parezcan estar vivas y asombren. La escultora se sitúa frente a su práctica en un campo en el que la materia no queda en el olvido y en el que el concepto conduce y contiene toda efusión fácil en la representación. La emoción está, más bien, en la elección de un material como puede ser la madera, luego auscultada en su fibra misma, para ser tallada, horadada, reconstruida y pulida. El cuerpo de madera habrá de convertirse en presencia invertida para llegar a ser cuerpo escultórico, pero llegar a serlo significa que se hará presente como imponentemente esquivo, sino incompleto, para un observador cualquiera. Para Marta Cisneros, el cuerpo incompleto o sus
fragmentos son cuerpo, porque en su práctica escultórica introduce un desplazamiento de la acción habitual del escultor de figura humana. El concepto guía la ha conducido a que reconozca el vocabulario que el arte de la escultura de la figura humana ha creado: un repertorio de gestos para los cuerpos, a lo largo del tiempo. Lejos de seguir el credo de la escultura de la figura humana, en la cual el gesto ha sido siempre lo que ha permitido identificar lo que está representado, ella ha querido aprender con este conjunto de obras a negar lo reconocible inscrito como gesto en el cuerpo, y más bien a plantear una revelación del juego de proyecciones que envuelven sujeto y objeto, y que la representación agencia tanto en ella como en el observador. Quién es yo, y quién es otro son preguntas que Marta Cisneros se ha hecho constantemente en los siete años transcurridos desde su anterior muestra individual. Las motivaciones que la llevaron aludir la presencia y corporeidad en esa ocasión, sin que mediara un trabajo concreto con representación del cuerpo, empezaron a entrelazarse con un concepto sin palabras y ese concepto fue apareciendo como forma y materialidad en su imaginación y en la práctica escultórica. En cierto punto de su proceso creativo, más preguntas surgieron, y con ella tú, como persona más allá de la gramática, para aproximarse, acercarse a otro. Entre decir tú y significarlo el camino es arduo. Porque primordialmente, insustituiblemente, tú y el material deben ser uno: madera, metal, piedra, poliestireno expandido, cualquiera. La materialidad de la obra queda puesta así al centro de la revelación por negación y extrañamiento, áspera e irredenta sin ser expresiva, como comúnmente se entiende. Cuando el cuerpo es lo representado todo pareciera ser más sencillo. Pero representar un cuerpo en el material no lo hace cuerpo por obra y gracia de una somatización. La escultora ha elegido transitar por los márgenes de lo representable entonces, donde nada es plausiblemente heroico, nada es hondamente espiritual, nada realmente agónico, nada es inenarrablemente doliente. Todo pareciera estar enajenado. Pero existe la más extraña solidaridad entre etas formas en el espacio, varadas en su propia estela de reconciliación, alejadas de su autora y paradójicamente liberadas de la violencia de la represión y el silencio. JORGE VILLACORTA CHÁVEZ Lima Octubre de 2007
POR DEBAJO DE LA PIEL He tenido el privilegio de asistir como testigo de excepción al desarrollo de este proyecto desde su gestación. Presenciando la mirada que se asoma con insistencia lista a manifestarse. Después de hurgar por debajo del manto de madera, Marta se acerca a sí misma desde sí misma. Con las yemas de los dedos palpa su particularidad y la percibe poblada de texturas, que luego reivindica como parte de su lenguaje plástico. Folículos, forúnculos, formaciones filiformes quieren abrirse camino. Mostrarse. La piel, ya no aguanta más y es en esta tensión desde dentro que la membrana que nos cubre cede paso a la forma de lo interno sin reventar.
Lo oculto, siempre quedará oculto, pero ese ser que somos, “lo otro”, lo ajeno de todos los rincones, de todo lo comprensible y de todo lo calculado, late aún bajo la superficie y nos vincula a través de sus prolongaciones sensibles. No ser indiferente, abrirse camino y extenderse más allá de sus limitaciones convertirnos en un “nosotros” para mezclarnos con el espacio y en el tiempo.
-ser parte-,
“Lo imprevisto rige la vida”. Lo biológico es nuestra condición, pero estamos inmersos en el deseo, en la voluntad, en el espíritu. Lo externo transforma nuestro cuerpo. La generosidad marca la diferencia. Cuerpos desparramados, estáticos, pasivos, desolados como en un desierto. Su materialidad se despliega en actitudes, se abren y se cierran en sí mismos. La vida que hay en ellos sigue generando texturas que se escuchan; brotes simultáneos de una vida compartida. Quedando todos entonces… a la buena de Dios y de los hombres. JOHANNA HAMANN Lima, Octubre de 2007
Exposición Individual.
Galería Fórum, Lima Perú, 2000. Esculturas
Composición V, esfera suspendida. 2000. 122 x 85 x 70 cm.
Composición I. 1993. Caoba y metal. 193 x 73 x 67 cm.
Composición II (volumen con pelo parado). 1994. Madero manzano y alambre. 170 x 70 x 94 cm.
Composición III (en puntas de pie, manos, bocas y pelos) 150 x 60 x 112 cm.
Composición IV. Jacarandá, piedra de Huamanga y metal. 110 x 40 x 105 cm.
Mata Cisneros nos ofrece su siempre esperada exposición de esculturas. Después de varios años desde su última muestra, las obras actuales nos dicen que Marta ha reiniciado su trabajo a partir de un laborioso análisis, que no se limita a la reflexión, sino más bien a despertar la fuerza para reencontrar sus propias motivaciones internas. Con un lenguaje imaginario, en la frontera entre las reminiscencias y las preguntas, es como si reconociera un recuerdo todavía presente, una ligadura con el pasado. Sus esculturas, que fueron fruto de un rigor casi arquitectónico, hoy vuelven conservando solamente la estructura cual una columna vertebral, una columna fuerte y sensible de la cual brotan y se desarrollan formas nacidas por necesidad. Son formas vigorosas, fuertemente femeninas, que insinúan sin recurrir a la narración, pero que develan certeramente su verdad. Es que todavía hoy, Marta construye sus obras de una manera homogénea y compacta. Por esto el espectador queda conquistado por su límpida belleza, elaborada con claridad y sentido del orden, sin que esas calidades logren opacar la carga emotiva que transmiten. ANNA MACCAGNO Lima, junio de 2000
Exposición Individual
Galería Fórum, Lima, Perú. 1985. Esculturas
Composición. Metal y Madera Nogal. 1.40x 65x 70cm.
Composición. Metal y Madera Nogal. 1.10x1.20.x1230
Composición. Metal. 120 x 40 x 40 cm.
Composición. Metal y madera. 125 x 30 x 45 cm.
Con inteligente visión personal, sin timidez ni convencionalismos ó artificios, Marta Cisneros logra transformar sus imágenes en formas vigorosas donde los espacios contenidos por elementos fuertes, por momentos estridentes, evidencian su solidez interior. Se trata de un joven talento con el potencial necesario para que el camino del artista se vea enriquecido con nuevas experiencias, sin riesgo de perder fuerza y sinceridad. Esta es la Marta Cisneros que acompañé durante los años de su formación y que hoy tengo la gran satisfacción de presentar en su primera exposición individual. ANNA MACCAGNO Lima, enero1994