Pleyades y Los Incas

05.052 LAS PLEYADES Y LOS INCAS R:. H:. Vitali Maya Ortiz B:. R:. L:. S:. “San Martín 36” La curiosidad de conocer el po

Views 146 Downloads 3 File size 79KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

05.052 LAS PLEYADES Y LOS INCAS R:. H:. Vitali Maya Ortiz B:. R:. L:. S:. “San Martín 36” La curiosidad de conocer el por qué siete estrellas se encuentran en el Or:. de un Templo Masónico, si en ese espacio sólo se pueden ubicar símbolos con identidad divina, me llevó a realizar una investigación, si bien simple por falta de mayor documentación, creo que me ha dado muchas luces al respecto. Las Siete Estrellas que se encuentran en el Templo alrededor de la Luna, simulando ésta a una madre con sus hijas, representan, por los estudios realizados, a las Pléyades de la constelación de Tauro. Ellas son el símbolo de la multiplicidad, del fraccionamiento, de la dispersión, porque representan la separación, como es el espacio lunar, pero a la vez de la Esperanza, porque su unión da lugar al Todo, al Sol, símbolo de la inmortalidad y de la reunión. La mitología Griega nos dice que de las siete, Taygeta, Celeno, Maya, Electra, Mérope, Atlas (o Asterópe) y Alcione, sólo seis son visibles y que la séptima se perdió o se hizo invisible. Esta estrella oculta o invisible está en relación con el Sol y los Misterios mayores, misterios incomprensibles para los que aún recorremos el camino de la iniciación Lunar. Esto lo podemos apreciar mejor a través de la Numerología. El número siete por la Matemática Teosófica se convierte en el número uno. Es decir el siete es el último peldaño de la escala y el primero del siguiente Plano, motivo por lo cual no la podemos ver. Los romanos veían en las siete estrellas de la Osa Mayor, que cuatro de ellas formaban un carro y las otras tres los bueyes, -y ellos en lugar de decir un carro y tres bueyes, decían siete bueyes, o septentriones-. Hoy, con el traslado, por los Atlantes, de su simbología sideral a las Pléyades su sentido no ha variado. En la constelación de Tauro o del buey estas luces siguen siendo los siete bueyes o septentriones. El buey participa de la simbología vegetal, por lo que se encuentra en íntima relación con el Neófito o nueva planta y la Primavera. El buey es símbolo de sacrifico y abnegación, características del Aprendiz, de cuya columna forma parte Tauro, y septentrión es sinónimo de norte, lugar en que se encuentra la Columna de los Aprendices. Pero además, la Osa Mayor era la morada simbólica de los Siete Rishis o Siete Maestros, Sabios, Santos o Luces, que luego pasó a las Pléyades, lo que en realidad implica un cambio en el punto de partida en el ciclo anual. Entre los griegos, las Pléyades eran hijas de Atlas, y según la fantasía de los primitivos arios los Richis tuvieron como esposas a las Pléyades. Los Rishis, encargados de transmitir al ciclo actual la sabiduría de los ciclos anteriores, llevaron con ellos todo ese conocimiento. Así mismo, no hay que olvidar que si Atlas fue condenado por Zeus a sostener sobre sus hombros la bóveda del cielo, esta condena no hay que tomarla al pie de la letra, porque también se nos relata que Atlas fue un astrónomo que enseñó a los hombres el conocimiento y las leyes del cielo, por lo que fue divinizado. Los Pléyades han servido para regular los calendarios y el año en los antiguos. Los indios así las han considerado y la llamaban Krittikas, además tienen un mes con el mismo nombre, coincidencia que puede ser debida al hecho de que este mes fue anunciado por la salida o la puesta de ellas. Los griegos las consideraban como el anuncio de la recolección de la siembra. Los hebreos la denominaban Kimah y la mencionan en la Biblia, e.j. en Job 9:9 y 38:31. Los egipcios las tuvieron en cuenta en su Gran Pirámide, en sus mediciones, al hacer coincidir

1

Alcione perpendicularmente con el pasillo descendente que apunta a la estrella Polar. Los mayas y aztecas les dieron el nombre de Tzab. En hebreo la palabra Tzabaoth significa hueste o un ejército, como son en conjunto Las Pléyades. Esta palabra se asocia a los nombres de Dios, dando a entender ejércitos angelicales, como los ejércitos del Señor o de Dios. Pero, qué sabían sobre ellas nuestros antepasados incas?. Para ellos anunciaban el Solsticio de Invierno, fecha de la celebración del Inty Raymi. Las denominaron collca y, según nos comenta el padre Bernabé Cobo, de ellas salieron todos los símiles y por lo cual la llamaban madre. Dick Ibarra, en su libro “Ciencia Astronómica y Sociología Incaica”, nos dice al respecto: “Aquí interesa el que las Pléyades fuese la madre de las otras constelaciones y de todas las cosas... eran el germen mismo del Universo, el punto donde se habría originado el Universo, que habría que concebir en expansión”. Considero interesante para poder comprenderlas mejor remitirnos a la curiosa y extraordinaria lámina dibujada por el cronista indígena Juan de Santacruz Pachacuti (1613), de gran interés en nuestra investigación y que nos permite hacer un razonamiento muy interesante. Esta lámina reproduce las figuras que supuestamente se encontraban en el Altar Mayor del Templo del Sol, el Inticancha o Coricancha del Cusco, y nos muestra una imagen cósmica indígena. El diseño hecho por el cronista tiene una serie de dibujos son anotaciones escritas en quechua, aymara y castellano, según nos indica Dick Ibarra. Pero sólo me voy a centrar en los signos que importan al tema que estamos tratando. Ibarra nos dice que en su parte central y superior se encuentra una gran figura oval, a la cual identifica, Lehmann – Nitsche, la imagen de Illa Ticsi Huiracocha, Ticci o mejor Ticsi, palabra que generalmente antecede al nombre de Huiracocha y sólo se aplica a él. "Esta palabra, es bien conocida en su significado, pero no en su sentido nos comenta Ibarra, y según él, Lehmann-Nitsche nos dice que Ticci significa, fondo, fundamento. En otra frase el autor traduce: ticcimoyo, ticsimuyu, completado en ticsimuyupacha, que traduce por: "todo el mundo". En cambio D. Ibarra dice que si Ticsi significa fondo, fundamento (también: causa, origen, principio, cimiento; moyo o muyu, es redondo, circular), una traducción más real y completa seria: "la redondez del fondo, el cimiento o abismo". Así ticcimuyupacha tendría que ser: "El Abismo de la redondez del Universo". Dick Ibarra continua diciendo: "Huiracocha ocupaba en la región incaica una posición superior a la del Sol, cosa que casi siempre se pasa por alto pues se prefiere seguir la idea de que el dios supremo de los incas era el Sol, pero eso prácticamente sólo nos lo dice Garcilaso; con todo, Garcilaso también nos dice que entre los incas se consideraba al dios Pachacamac, como superior Y creador de todo, incluso el Sol. ¿Era Pachacamac una misma cosa con Huiracocha?. Parecería que si, serian distintos en origen pero posteriormente habrían sido unificados". Continuando con Ibarra, nos dice que en la parte superior de la lámina existen cinco estrellas, dispuestas en cruz, y considera que esas estrellas, las ordenadas en forma horizontal, que son tres, representarían a las Tres Mafias de la constelación de Orión, debajo de ellas la figura oval que encarnaría a Huiracocha, y debajo del óvalo otra estrella: Rigel, también de la constelación de Orión, lo que realmente tiene gran importancia para nuestro estudio, como lo veremos. También nos comenta, que "En ese lugar, en nuestra astronomía se encuentra el sistema theta de Orión, con una nebulosa de gran importancia y muy conocida,

2

debajo de la cual se encuentra Rigel. Nos parece lo más probable que esa nebulosa corresponda a la posición verdadera en que se suponía habitara Huiracocha, o sea que era el punto exacto del "Abismo", trasladado de un punto anterior originario en las Pléyades". El nos afirma que son numerosos los cronistas y autores actuales, que reconocen directamente que Ticsi significa "Abismo" En otras palabras: es el Apsu, el Abismo de los babilonios en donde estaba el origen y el fin de todas las cosas, es decir el Caos originario. Las palabras Ticsi y Ticni, en quechua, significan Nadir y Cenit respectivamente, estando la primera en relación con el dios Huiracocha, que ocuparía el lugar más bajo del Universo, ... en el sentido de ser la fuente, la semilla y la raíz primordial de donde se originó el Universo. Este punto por demás está en el Nadir a la media noche del Solsticio de Invierno. De acuerdo a lo que nos dice el Esoterismo, el mundo fue creado a Medianoche, en el Solsticio de Invierno. La constelación de Orión guarda para los iniciados tesoros que ninguna otra constelación ofrece. Si trazamos una línea recta que vaya de Sirio, la más hermosa estrella del cielo, hasta las Pléyades, ésta pasaría justo por el cinturón de Orión, uniendo las Tres Marías. A los costados de la gran figura Oval Central se encuentran los dibujos del Sol y la Luna; el Sol a la derecha y la Luna a la izquierda de la lámina, no del lector. Esta parte de la lámina nos muestra la misma simbología que tenemos en nuestro Oriente, con la diferencia que el G:.A:. D:.U:. lo simbolizamos por una figura triangular y central, la cual se ubica por encima de sus dos Manifestaciones, el Sol y la Luna, las dos luminarias de nuestra manifestación. En esta lámina existen además otros dibujos en la parte inferior, como una pareja: un hombre a la derecha de la lámina y una mujer a la izquierda, y debajo de ellos una figura que parece representar una plataforma constituida por un conjunto de siete líneas horizontales cortadas por dieciocho verticales. A sus lados se lee, Collca a la derecha y Pata a la izquierda. Sobre ello Lehmann-Nitsche nos dice: "Sea como fuese, debiendo leerse pata o collcapata, el sentido queda el mismo: lo que Pachacuti quizo dibujar, son las gradas de la escalera (pata), que lleva al granero (collca), representado en el altar por su imagen sideral. No se comprende bien por qué el dibujante ha trazado líneas verticales, bastando las horizontales papa dar la idea de una escalera" En las siete líneas horizontales están claramente representadas los siete peldaños, pero en las dieciocho verticales, (18= 1 + 8 = 9), que atraviesan las horizontales, bien podría equivaler a las separaciones de las piedras horizontales que constituyen un escalón largo. Además el resultado de multiplicar 7 x 18 nos da un total = 126, cifra que por Reducción Teosófica nos lleva nuevamente al número nueve, número de la evolución del Hombre, número que simboliza la unión de lo Abstracto con lo Concreto y de lo Absoluto con lo Relativo. El número 7 es la simbolización de la Escala, y el número 18, por Adición Teosófica es igual a 171, número que podría representar la escala sostenida por el conocimiento de las dos columnas. Este número por Reducción Teosófica nos vuelve al número 9, cifra que simboliza al hombre que ha unido la Tierra y el Cielo. Si sumamos 7 + 18 y el resultado lo multiplicamos por 4 (número sagrado de los Incas), nos daría como consecuencia 100, cifra que por Reducción Teosófica nos llevaría al 1, origen de todas las cosas. Muchas otras cosas más se podrían especular con estos números, pero basta por el momento.

3

D. Ibarra, continúa diciendo, "Según Morúa, Collcapata o Collcampata, significaba ajedrezado o sea en forma de tablero de ajedrez..." Me pregunto, ¿No se estará refiriendo a un Pavimento de Mosáicos, el cual es un símbolo del Conocimiento de Elevación, y por lo tanto, no estaremos aquí frente a un Templo Masónico-Incaico?. Quizás exagere mucho o tal vez me estoy dejando llevar por mi imaginación contagiada de masonería, podría ser, pero sin duda no dejan de asombrar los dibujos de la lámina del Altar Mayor del Templo del Sol del Cusco. Si traducimos literalmente el término Collcapata, Collca es el vocablo con que designaban los antiguos incas a las Pléyades, y Pata, las gradas de una escalera, podría llegar a la conclusión que Collcapata bien podría significar la Gran Escalera de siete peldaños que nos conduce a nuestro Origen, a nuestro Centro, las Pléyades. O también como la escalera que nos conduce hacia el granero...Y ¿qué es un granero?, lugar donde se guardan los granos o semillas, o país muy abundante en granos, y ¿qué es una semilla?, parte de la planta que la reproduce. Figurativamente origen de alguna cosa. Todo lo expuesto, sin ser mucho, me lleva a pensar que algo muy trascendental habría en las Pléyades, todavía ignorados por nosotros. Realmente desconocemos mucho sobre ellas, pero no cabe duda que son muy importantes para nuestras vidas. Su auténtica interpretación nos revelará algún día uno de los misterios más grandes de la Naturaleza Oculta. Concluyendo, podría decir que las Siete Estrellas, como luces, simbolizan la sabiduría que nos facilita el conocimiento que necesitamos para evolucionar en cada nivel. Como planos equivalen a cada uno de los peldaños por donde escalamos al Cielo para acercamos al Sol. Como números representan la cantidad de Hermanos necesarios para levantar Columnas, para abrir los Trabajos de una logia y para que éstos sean per[sotos. Por su ubicación constituyen un centro astronómico y astrológico, un inicio y una meta. Por ser madre de las constelaciones son el origen de nuestra Luz. Por ser la morada de los Siete Iluminados o Rishis o Huiracocha representan el hogar al que debemos regresar en el Nivel Superior. Por todo ello considero que su lugar en el Oriente de nuestros Templos es el adecuado. Si fueron éstos los motivos por los que nuestros Hermanos Mayores las situaron en este lugar, no lo se. Es una incógnita que aún no tiene una respuesta definitiva. Al menos es un misterio, un enigma del cual creo haber sacado un poco de Luz.

4