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PINTANDO LA NAVIDAD KOOKMIN 1 —Entonces... vas a tener a otro profesor... —Al parecer sí, nuestra profesora está a días

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PINTANDO LA NAVIDAD KOOKMIN 1 —Entonces... vas a tener a otro profesor... —Al parecer sí, nuestra profesora está a días o unas semanas de tener a su bebé, por lo que decidieron darle unas vacaciones, mientras nos pusieron un profesor suplente... —¿Sabes quién es? — Jimin negó, se quedó quieto un momento y luego inclinó la cabeza pensando. —No sé quien sea, pero hace unos días escuché a varios compañeros de la clase hablar sobre uno de los profesores que se ocupan de los de último año — se hincó de hombros — por lo que escuché en ese momento, sólo tiene un pequeño grupo... — Taehyung se quedó parado en medio del pasillo con la boca casi tocando el suelo, el peli rosa siguió caminando sin darse cuenta de —¡Espera Jimin, no me dejes! — el nombrado sólo negó. —Entonces sigue caminando... — miró de reojo a Tae con una muy muy pequeña sonrisa. —Es que... creo que ya sé quien va a ser tu profesor... Ambos chicos se detuvieron frente al aula de arte del peli rosa, sólo que ahora en vez de estar vacío como de costumbre y sólo estar los alumnos de la profesora Jang, ahora había cientos (bueno, eso es un poco exagerado pero así parecía), de chicas y chicos asomados por las ventanas y pequeña puerta del salón.

—¿Qué rayos? — susurró Jimin con el ceño fruncido empezando a caminar hacia allá, sólo que entre tanto ajetreo y empujones de los alumnos o los que en ese momento parecían simios, lograron que el castaño terminara de pompas en el suelo. —¿Estás bien? — preguntó una voz masculina detrás de él mientras lo ayudaba a ponerse de pie. —Si, gracias... — Jimin frunció el ceño, de repente todos se habían callado y cuando levantó el rostro cada uno de los presentes se encontraban mirándolo, estuvo a punto de gritar que era lo que tanto le veían pero la voz detrás de él y el que no había dejado de sostener su brazo interrumpió el espeso silencio que se había formado. —Les pido de favor que regresen a sus clases sino son alumnos míos, se necesita silencio y tranquilidad durante mis clases, por favor retírense, si es algo urgente los atenderé después de clases la oficina de profesores. —¡Pero profesoooor! — Jimin rodó los ojos al escuchar a las chicas chillar. —Ya he dicho, por favor, no me tienten a darle un recado al director con los nombres de todos ustedes — todos se quedaron callados y empezaron a correr lejos del lugar. —Jimin~ ¿estás bien? se escuchó muy fuerte tu caída — el pelirrojo lo miraba preocupado, el peli rosa sonrió. —Estoy bien, no te preocupes. —Me alegra que... —Disculpen... — llamó el que suponían era el profesor, ambos amigos voltearon a verlo, Jimin escuchó como Tae tomaba una bocanada enorme de aire, el profesor frente a ellos era... algo muy diferente a lo que el peli rosa había imaginado, cabello azabache, alto, vestía un elegante traje negro a la medida que sin duda dejaba poder apreciar que aquél profesor trabajaba en

su cuerpo, su mano derecha cargaba un portafolios negro, y los miraba a ambos con sus una ceja enarcada y sus enormes ojos del color de las semillas del café y una media sonrisa — ¿ustedes toman ésta clase o sólo están aquí como todo los que se acaban de ir? — señaló hacia el aula. —Sólo yo... — respondió Jimin de manera indiferente — él sólo vino a acompañarme — señaló hacia su amigo, el pelirrojo asintió demasiadas veces sin quitarle la mirada a aquél profesor. —Voy a empezar la clase, ahora. —Claro, Tae, cierra la boca, se te va a meter una mosca — sonrió — te veo en la puerta al terminar las clases — sin más se adentro al salón, el profesor entró justo detrás de él y cerró la puerta. Jimin tomó asiento frente a su escritorio, se cruzó de brazos y observó a aquél hombre tan opuesto a su profesora, pues para empezar, la forma en que se vestían era 100% desigual, por dios, ella usaba pantalones de chandal de múltiples colores con manchas de pintura por todos lados, tenis y playeras enormes en el mismo estado que sus pantalones, pero este profesor era... demasiado... diferente... Jimin juraba que parecía más un profesor de Ciencias a uno de Artes, sin dejar de mirarlo, vio como dejaba su portafolios sobre el escritorio al centro del salón, el que nunca usaba su profesora... se quitó el saco con sumo cuidado dejándolo sobre el respaldo de la silla, hizo contacto visual con cada uno de los quince alumnos en total en lo que arremangaba las mangas de su camisa hasta por encima de los codos, nadie hablaba, sólo permanecían mirando cada uno de los movimientos del que sería su profesor temporal, quien sonrió después de unos minutos. —Perdonen tanta seriedad — se colocó frente de su escritorio se sentó en la esquina del mueble y volvió a mirarlos — de alguna manera tenía que llamar la atención de todos ustedes — sonrió de nuevo — y parece que lo logré. La mayoría rió al sentir como el ambiente serio pasaba a ser un poco divertido.

—¿Supongo que algunos ya me conocen? — enarcó una ceja y rió al ver que nadie le daba la razón — oh~ vamos~ necesitan ser más abiertos, no se queden callados, de verdad, no muerdo, sé que por lo menos dos o tres de ustedes saben quien soy, alcen sus manos — como bien dijo el profesor, dos chicos y una chica alzaron sus manos — ven, tengo buena memoria, ¿cómo han estado? —¿Por qué nos está dando clase usted? — preguntó uno de los chicos — no es que me moleste, en absoluto — rió — es sólo que... ya sabe, usted sólo tiene un grupo y es de alumnos del último año. —Mmm... eres el hermano de John, ¿no? — el chico asintió — bueno, esa ha sido una muy buena pregunta — el profesor llevó una de sus manos a su barbilla e hizo un gesto como si estuviera pensando algo — la verdad ni siquiera sé porque estoy aquí, sólo me pidieron el favor y como no he tenido trabajo que hacer durante la mañana decidí aceptar, de todos modos sólo será por una pequeña temporada — se hincó de hombros, todos rieron menos Jimin, quien lo veía tan sereno en su asiento, simplemente no podía creer que ese sujeto fuera a ser su profesor. —¿Cuál es su nombre? — se atrevió a preguntar una chica. —Esa, también es una buena pregunta — le guiñó un ojo — pero primero quiero que ustedes se presenten, sólo reconozco a tres de ustedes por sus hermanos, pero ha pasado ya un tiempo — sonrió — ¿qué les parece comenzar desde... el chico cabello de chicle que no ha sonreído desde que entramos al salón? — Jimin frunció el ceño — si, tú, el chico que está enojado al parecer — sonrió el profesor mirándolo a los ojos, el peli rosa rodó los ojos, abrió sus labios para poder decir su nombre, pero fue interrumpido — porque no te pones de pie y me dices tu nombre, edad y algo más que quieras agregar... — el menor rodó los ojos y obedeció a las instrucciones del mayor. —Park Jimin y tengo veinte años — el joven profesor lo miró con los ojos entrecerrados.

—¿Algo más? — Jimin negó — bien, Park... — el nombrado estuvo a punto de tomar asiento de no ser porque volvió a llamar su atención — necesito hablar con usted después de la clase. —No he hecho nada malo — respondió con el ceño fruncido. —Lo sé — sonrió — pero quiero hablar con usted sobre algo — Jimin mordió su labio. —Está bien — tomó asiento, las presentaciones continuaron al igual que una que otra broma o comentario divertido entre alumno profesor o sólo del profesor, el peli rosa comenzaba a extrañar a la profesora Jang. El peli rosa comenzó a hacer pequeños dibujos en la última hoja de su block de notas, nada en especial sólo lo que venía a su mente, cada dibujo era diferente, cada que comenzaba alguien más a presentarse pasaba al siguiente dibujo sin importarle el no haber terminado el anterior. —Bien, supongo que ahora es mi turno — la mano del peli rosa se detuvo y miró de reojo al profesor, rodó los ojos, miró de nuevo su rostro y esa sonrisa de conejo que había comenzado a molestarle, su mano comenzó a hacer trazos de nuevo, un conejo con nariz de payaso le vendría bien... — Jeon Jungkook, su profesor durante los próximos meses hasta que la profesora a cargo del grupo regrese, espero que den lo mejor de ustedes — les sonrió amigable. —Profesor Jeon — llamó una chica Jeon Jungkook volteó a verla — ¿por qué usa traje y no ropa normal llena de pintura como la profesora Jang? —Me gustan los trajes — fue lo único que dijo con una sonrisa en sus labios. —Pero así no puede utilizar cualquier tipo de material, su ropa se manchará. —Eso, no sucederá — volvió a sonreír — soy en extremo cuidadoso con mis cosas y más si me gustan tanto como los trajes — la mayoría rió.

—Excepto con la ropa blanca — señaló uno de los chicos a los que el profesor conocía. —Buen punto — rió Jeon — por eso no utilizaremos colores hoy, sólo quiero que saquen un lápiz o pluma así como su compañero cabeza de algodón de azúcar — todos rieron, Jimin lo fulminó con la mirada, Jeon sólo se hincó de hombros con una sonrisa. —Vamos a comenzar con algo pequeño, sólo quiero ver que tan buenos son con algunas cosas. —Profe~ ¿cuántos años tiene? no se ve muy viejo~ —Es porque no lo soy, y esa es información confidencial — rió regresando detrás de su escritorio, abrió su portafolios. —Pero usted nos ha pedido nuestra edad, eso no sería justo profesor. —Sólo diré que no soy mucho mayor que ustedes — sonrió — bien, comencemos. El profesor Jeon dio las instrucciones de qué hacer, nada complicado, simplemente tenían que utilizar diferentes tipos de sombreado en algún dibujo de su animal favorito, tan simple... pensó Jimin, más como siempre empezó a hacer los pequeños trazos para empezar a dibujar. El tiempo pasó tan rápido que Jimin ni siquiera se había dado cuanta que sus compañeros ya se encontraban entregado sus dibujos y claro que no faltaron aquellos que sólo le entregaron sus dibujos en un cuarto de la hoja, el peli rosa bufó, terminó de detallar los pequeños ojos del minino en su bloc de dibujos, una vez lo terminó, se quedó contemplándolo un momento, pero a pesar de estar satisfecho con el resultado hizo una mueca, soltó un suspiro pesado, arrancó la hoja, se puso de pie y caminó hasta el escritorio dejando su dibujo en donde los demás, guardó sus cosas y esperó sentado en su lugar a que todos salieran.

—¿De qué quería hablar conmigo? — preguntó Jimin una vez el salón quedó completamente vacío con su rostro recargado sobre sus manos. —Sobre tus dibujos — respondió el profesor Jeon parándose de su lugar y caminando hasta quedar frente a Jimin. —Usted no ha visto mis dibujos — contestó el peli rosa de forma seca. —Claro que sí — Jimin frunció el ceño — la profesora Jang todos los días después de su clase, tú clase, llegaba presumiendo tan hermosas ilustraciones, joven Park, eres el alumno preferido de la profesora Jang, y debo de admitir que de verdad tus dibujos son... espléndidos. —Gracias, pero no se ve muy convencido al decir eso... — Jimin se cruzó de brazos, el profesor Jeon cerró los ojos e hizo una pequeña mueca, volvió a abrir sus ojos sólo que esta vez mirando directamente a los marrones de su alumno. —En verdad hay algo que me preocupa... — el peli rosa enarcó una ceja. —¿Sobre qué? —Sobre lo que se transmite cuando los miras... — el pecho de Jimin se oprimió. —¿A... a qué se refiere? — evitó mirar al profesor a los ojos. —A que lo único que puedo ver a través de ellos es... tristeza, miedo, y muchas otras cosas... ¿me equivoco? — el peli rosa apretó los puños empezando a respirar un poco acelerado. —Eso... eso es... yo... — Jimin mordió su labio inferior y bajó la mirada. —Lo siento — se disculpó al ver como el chico había comenzado a ponerse pálido — no debí de haber cruzado el límite de esa manera — ambos se miraron a los ojos sin decir nada por un pequeño lapso de tiempo — sólo

quiero que sepas que puedes hablar conmigo o con cualquiera de los profesores si así lo requieres — Jimin asintió lentamente. —¿Puedo irme ya? —Claro, ya no te quitaré más de tu tiempo, hasta el viernes. —Hasta luego — sin decir nada más, salió de ahí luego de tomar sus cosas.

2 Sólo habían pasado dos semanas desde que el profesor Jeon había comenzado a darles clases, dos semana que por más que Jimin quisiera negarlo había sentido eran lo que él necesitaba, Jeon Jungkook era... grandioso, extremadamente grandioso, todo lo que hacía, lo que les enseñaba, el cómo les demostraba cómo trabajar con los materiales y que ni una sola ensució sus trajes, más que la segunda vez que por error llevó su camisa blanca y terminó llena de salpicaduras de diferentes tonalidades de acuarela rosada y que aún a pesar de eso no se veía mal, sino que parecía de colección de algún famoso diseñador, sí, así de fantástico había terminado siendo aquél profesor tan raro. —Profe~ — llamó alguien sacando a Jimin de sus pensamientos y a Jeon Jungkook de lo que se encontraba haciendo en su escritorio, el peli rosa lo miró con curiosidad. —¿Si? ¿qué ocurre? —¿Dejará algún trabajo para estas vacaciones? — todos se quejaron, Hoon nunca se podía quedar callado. —Ah~ — Jeon sonrió — sí, de echo en eso estaba pensando justo en este momento.

—¿Qué será? — esta vez preguntó Won, uno de los chicos a los que ya conocía el profesor — a los de su otro grupo no les ha dejado nada — Jungkook sonrió. —He pedido que la tarea sea secreto y no salga del salón, son de último año, su arte será expuesta al final del ciclo, por lo que me gustaría que fuera sorpresa para todos los que van a ir a la exhibición. —¿Nosotros vamos a ir? — preguntó alguien más. —Sí, van a tener que entregarme un reporte de por lo menos cuatro hojas por cada trabajo de mis alumnos — todos soltaron aire con pesadez, quejidos y demás, Jimin sólo rodó los ojos, había comenzado a distinguir cada vez que Jeon Jungkook decía una mentira y esa era una de ellas — es broma, no es obligatorio, si pueden y quieren ir está bien, pero si llegan a ir me gustaría una opinión personal — ¿ven? Jimin no se equivocaba. —¿Entonces cuál será nuestro trabajo? — Jeon sonrió. —Un dibujo — todos miraron atentos al profesor. —¿Cualquier tipo de dibujo? ¿tema abierto? — preguntó alguien del salón, el profesor Jeon negó. —No, el tema en un momento se los haré saber, puede ser del material que quieran hasta lo más sencillo como un lápiz o tierra — todos rieron — de verdad, quiero usen su imaginación, obviamente como les estoy diciendo esto, deben de considerar que por más caro que sea el material no va a tener nada que ver con la calificación, lo que me importa es lo que me van a transmitir con ella. Jimin lo miró serio, por alguna extraña razón sentía que nada bueno iba a salir de aquél proyecto que estaba por dejarles. —¿Será un tema para todos o de forma individual? —Uno para todos...

—¿Qué tema? — el peli rosa tragó saliva. —Me puse a pensar... bueno, no tanto en realidad, tal vez ya se lo están imaginando, estamos cerca de esa fecha... — Jimin temió lo peor — así que ¿por qué no hacerlo? — el corazón del peli rosa se aceleró — Navidad... — con esa simple palabra, el mundo del menor se vino abajo en menos de un segundo, bajó la mirada y mordió su labio, sólo se concentró en escuchar lo que el profesor Jeon iba a terminar de explicar. —Pero es un tema muy sencillo — habló el chico al lado de Jimin — con que se dibuje un árbol de navidad, santa claus y demás estará listo. —He ahí su proyecto... quiero que me transmitan sensaciones, quiero que vuelvan a ser niños, quiero que me muestren como es, como sienten esa Navidad en sus corazones, quiero que se expresen con total libertad, no los quiero limitar, quiero que sientan, que recuerden, quiero conocerlos por dentro, no por fuera... ése va a ser su trabajo — nadie dijo nada, Jimin quería salir corriendo de ahí.— y lo vuelvo a repetir, cualquiera que sea el material que utilicen, por más caro o barato que sea no lo tomaré en cuenta, sino, lo que me transmitan con lo que hagan... evaluaré cada dibujo, cada pintura, dibujen lo que representa la Navidad para ustedes, jóvenes — ordenó el profesor — eso es todo por hoy, pueden retirarse, nos vemos el lunes. El peli rosa se quedó quieto en su asiento mientras que sus demás compañeros salían del salón aprovechando que Jeon los había dejado salir una hora antes, todo eso era una broma ¿cómo se supone que iba a dibujar lo que para él era la Navidad si desde hace años no la celebraba? —¿Te encuentras bien? — preguntó Jungkook al ver que Jimin ni siquiera parpadeaba. —¿Eh? — el peli rosa levantó la mirada encontrándose con esos ojos cafés mirándolo atentos a cualquier movimiento que hiciera. —Que si te encuentras bien, todos los demás ya se han ido.

—Ah... si... todo bien... — sonrió — es sólo que me quedé pensando en qué hacer... —¿Seguro? tus manos están temblando... —Estoy bien... de verdad, no es nada — Jungkook enarcó una ceja. —Tu amigo no ha venido hoy. —¿Me está acosando profesor? — preguntó el peli rosa sonriendo débilmente. —No, pero es imposible no darse cuenta de que Kim no ha venido porque no ha estado asomándose por aquí como ha estado acostumbrando a hacer... — el menor hizo una mueca — ¿tienes cómo ir a casa? —... —Vamos, te llevaré, no puedo dejar que te vayas si te sientes mal. —No estoy mal. —Park, no sabes mentir, anda vamos — Jeon caminó de vuelta a su escritorio, guardó lo que faltaba y ya terminado regresó a ver al peli rosa. —Sabe que pueden empezar a esparcir rumores, ¿no le afectará? —No, tranquilo — le sonrió — prefiero mil veces el que no te pase nada de camino a casa que un pequeño rumor. —Bien... — Jimin iba a tomar su mochila pero el profesor Jeon la tomó en su lugar. —Vamos — le guiñó un ojo y salió del aula. Jimin había olvidado el pequeño-gran problema que tendría con su proyecto y todo gracias a que el profesor Jeon había interrumpido sus pensamientos,

suspiró ya más tranquilo y miró al profesor delante de él, su espalda cubierta por el saco de color vino y su cabello azabache que seguía bien arreglado, con pasos rápidos llegó hasta al lado de él. —Gracias... — dijo a penas audible, Jeon Jungkook sólo sonrió. Media hora después, se detuvieron frente a la casa del peli rosa, ninguno dijo nada durante unos minutos y cuando iban a romper el no incómodo silencio, ambos intentaron hablar al mismo tiempo, los dos rieron. —Tú primero — pidió el profesor Jeon a Jimin. —Gracias por traerme, aunque de verdad no era necesario, pero se lo agradezco — dijo el peli rosa con una mirada demostrando lo agradecido que estaba. —Yo creo que si era necesario, ¿estarás bien? — Jimin asintió — bueno, yo, quiero darte algo — el menor enarcó una ceja. —¿Darme algo? ¿por qué? — Jeon se hincó de hombros. —Supongo que... no lo sé — rió el mayor, el peli rosa rodó los ojos — pero creo que estará mejor entre tus manos, hace muchos años que no lo ocupo y pensé que tal vez te guste. —¿Está coqueteando conmigo, profesor? —No... sólo es un pequeño presente — se estiró por en medio de los asientos hacia la parte de atrás y tomó su portafolios — no es la cosa más limpia o nueva, pero tiene mucho valor para mí. —¿Y por qué me la está dando? —Ya te lo dije, eres el chico indicado, a parte en mi casa lo tengo siempre guardado, es tuyo ahora.

Abrió el portafolios y de él sacó un cuaderno de pastas color negro, un poco angosto pero que de inmediato Jimin supo de qué se trataba. —¿Está seguro de esto? —Muy seguro — se lo extendió para que lo tomara entre sus manos cosa que hizo de inmediato, iba a comenzar a hojearlo pero el mayor lo detuvo colocando una de sus manos sobre las de el peli rosa — aquí no — sonrió. —Okey... —Supongo que nos vemos la próxima semana antes de vacaciones ¿no? —Si... — contestó Jimin sin apartar la mirada de aquél cuaderno. —No te quiero ver enfermo el lunes en mi clase, ve al médico. —Vale, ya lo entendí, nos vemos el lunes, profesor. —Con cuidado — sonrió Jeon e Jimin en el momento en que el menor lo volteó a ver. —¿Puedo hacerle una última pregunta? —Adelante. —¿Cuántos años tiene? — Jungkook sonrió — si no quiere contestar, no... —Veinticinco — interrumpió, Jimin abrió la boca de par en par. —Wow... no creí que... —Les dije que no era tan viejo — le sonrió — no le vayas a decir a nadie ¿de acuerdo? —De acuerdo... entonces... ¿nos vemos?

—El lunes, ten buen fin de semana. —Si... usted también — Jimin salió sin dejarle decir ni una sola palabra más al profesor Jeon. Jimin ni siquiera se había atrevido a abrir aquel cuaderno, simplemente lo dejó guardado en donde tenía sus cosas de mayor valor, ya habría otro momento en el que pudiera abrirlo y verlo con mayor tranquilidad. La última semana pasó demasiado rápido, Jeon sólo les había recordado a cerca del proyecto minutos antes de que salieran del salón, Tae miró curioso como de tan solo haber dicho aquello el profesor, la sonrisa de Jimin al recibirlo había desaparecido. —¿Pasa algo malo, Minie? —No... nada. —¿Seguro? —Si... vayamos por un helado ¿te parece? — el pelirrojo sonrió y tomó entre sus brazos al peli rosa. —Yo lo invito, no me gusta que estés triste ¿te ha echo algo malo el profesor Jeon? —No, para nada... es sólo que tengo demasiada tarea que hacer en estas vacaciones. —Si... estoy igual, pero bueno, oficialmente ya salimos de vacaciones, vayamos a divertirnos lo que resta del día, ¿te parece? —Me parece — Jimin sonrió pero aún así no dejaba de sentir esa pequeña punzada de dolor en el pecho, se le hacía tan extraño... pues aquél día en que Jeon había dado el tema y después se ofreció a llevarlo a su casa, de sólo hablarle y distraerlo, todo malestar había desaparecido de él.

—Jimin, ¿estás bien? te quedaste todo pensativo. —Todo bien — sonrió — vamos por ese helado doble. —Yo nunca dije que sería doble. —Tae~ por favor~ necesito mucho dulce el día de hoy— el mas alto bufó. —Bien... sólo porque te noto medio ido. —Gracias~ 🐤 —Hyung~ ya está la cena. —Subo en unos minutos — contestó Jimin con voz apagada recostado sobre el pequeño sofá mientras miraba al techo arriba de él. —¿Te encuentras bien? — preguntó su hermano menor desde las escaleras. —No muy bien, ya sabes. —Jimin hyung, sabes que no puedes seguirte culpa... —No quiero hablar ahora sobre eso — su hermano bufó molesto. —Eres imposible, no te entiendo ¿sabes? y perdón que te lo diga de esta forma, pero estoy comenzando a cansarme de tu actitud cada que estamos cerca de esa fecha ¿no puedes simplemente olvidarlo? dios mío hermano, han pasado doce años desde el... —¡Guarda silencio! — gritó Jimin — ¡largo de aquí! —¡Eres un idiota, hyung! — el portazo se escuchó demasiado fuerte para Jimin, más a parte las voces a lo lejos de su hermano tratando de explicar a

sus abuelos lo sucedido, el peli rosa mordió su labio, miró el cuadro frente a él y pequeñas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

3 La noche estaba cayendo más rápido que de costumbre, los autos cada vez disminuían más, pues las familias empezaban a reunirse, el profesor Jeon salió de la tienda con una bolsa llena de bebidas y frituras, al fin y al cabo su familia no estaba en Seúl y él tampoco había ido a visitarlos, tenía cosas que hacer y a parte no le agradaba mucho el estar con su familia, al fin y al cabo ninguno de sus padres había aceptado el que su hijo prefiriera los dibujos a libros de leyes. Los copos de nieve comenzaron a caer levemente sobre sus hombros, dejando pequeñas manchas blancas que conforme el tiempo desaparecían humedeciendo su saco negro. En ese momento algo dentro de él tomó la decisión de cruzar por el pequeño parque en lugar de rodearlo como cada que iba a la pequeña tienda de conveniencia, los faros empezaban a prenderse de poco a poco iluminado el angosto pasillo, una leve ventisca chocó de frente contra él, alborotando un poco sus cabellos negros y por consecuencia provocando que Jeon tuviera que voltear la mirada hacia otro lado, encontrándose con un chico de cabellera rosada sentado en uno de los columpios mirando hacia el cielo, no dudó ni un segundo en acercarse hasta él, al fin y al cabo era su alumno... ¿no? —¿Estás bien? ¿no irás a casa? — preguntó una vez se puso de pie frente a él. —Aquí estoy bien, gracias — contestó el peli rosado con un tono tan frío como la nieve. —No creo que estés "bien" si tenemos en cuenta que tus labios están casi morados.

—¿Y porqué está mirando mis labios, profesor? — Jimin miró hacia arriba encontrándose con esos profundos ojos avellana a los que tanto había comenzado a temer. —Bueno, es lo único que podía ver desde aquí arriba — el chico en el columpio no respondió — ¿por qué no estás en casa? —No... no merezco estar allí hoy — hizo una mueca y giró su rostro para no ver más a su profesor de arte. —Todos merecemos estar en casa y más cuando el clima comienza a tornarse así de feo. —No es tan fácil para mí estar en casa en estas fechas. —¿Por qué? ¿peleaste con tus padres? — Jimin mordió su labio inferior. —¿No se cansa de hacer tantas preguntas? — contestó algo molesto. —No, y no las dejaré de hacer hasta que esté cien por ciento seguro de que iras a casa. —Pues entonces deje de hacer preguntas porque quiero que sepa que de aquí no me voy a mover. —¿Qué es lo que sucede? — Jeon se hincó quedando nuevamente de frente al peli rosa, Jimin apretó la quijada en el momento en que sus ojos se encontraron con los del azabache — te he dicho que puedes hablar conmigo de cualquier cosa si es que lo necesitas. —No tengo nada de qué hablar con usted ni con nadie — contestó el peli rosado comenzando a molestarse por la insistencia del profesor. —Jimin...

—Por favor, no me hable de manera informal si ni siquiera somos tan cercanos, sólo somos alumno profesor y le pido de favor que deje de molestar. —¿Te estoy molestando? —Demasiado, quiero estar solo, así que por favor siga su camino. —Está bien, prometo irme sólo si me dices el porque no estas con tu familia. —Ya le he dicho antes, no merezco estar con ellos, no ho... achu~ — a penas y había alcanzado a voltear el rostro para lo escupirle a Jeon — lo siento, no quería estornudarle en la cara. Sin decir nada y con una gran preocupación Jungkook alzó una de sus manos hasta la mejilla de Jimin, deslizó su mano hasta su frente e hizo una mueca. —Está demasiado caliente... ¿cuánto tiempo llevas aquí afuera? — preguntó mientras tomaba su muñeca para poder sentir su pulso — tienes fiebre. —¿Por qué se preocupa tanto por mi? yo no se lo he pedido. —Ponte de pie — dijo Jeon de manera autoritaria. —Lo haría si pudiera, no siento mis piernas. —¿Sólo traes ése suéter? — Jimin sólo se hincó de hombros, Jungkook rodó los ojos, rápidamente dejó la bolsa en el suelo, quitó su saco y se lo colocó sobre los hombros, se acomodó de cuclillas delante de él, dándole la espalda. —¿Qué hace? —Te llevaré a mi casa, no sé como haz llegado hasta acá si queda demasiado retirado de tu hogar, anda, sube, viaje gratis. —Jungkook...

—Está bien que no quieras ir a casa, pero tampoco puedes quedarte aquí a pasar la noche y menos como estás vestido ¿quieres morir a caso? — Jimin susurró algo que el profesor no alcanzó a escuchar — anda, vamos. El menor dudó un poco pero no tardó en rodear el cuello del azabache con sus brazos, Jeon tomó la bolsa del suelo, sujetó con fuerza las piernas de Jimin al rededor de su cintura, el chico en su espalda recargó su cabeza sobre el hombro del más alto, quien no tardó en comenzar a caminar con dirección a su departamento. Ya avanzados unos cuantos metros vio como el peli rosa estiraba su brazo derecho e intentaba atrapar los copos de nieve que caían uno tras otro. —Todo fue mi culpa... — dijo Jimin con los ojos llenos de lágrimas y con la voz demasiado baja, Jungkook frunció el ceño — sino hubiera insistido en que me voltearan a ver... — el azabache no entendía nada de lo que el peli rosa trataba de decir, pero éste no volvió a hablar, bajó el brazo y comenzó a quedarse dormido sobre la espalda de su profesor.

4 Jimin despertó alterado al sentir algo demasiado helado tocar sus pies, abrió los ojos como platos y miró en todas direcciones hasta encontrarse con Jeon Jungkook, en pantalones de mezclilla, una enorme playera blanca y lentes, colocándole una toalla mojada en los pies. -¿Qué hace? -Tienes fiebre, intento hacer que baje, que bueno que despertaste - dejó el trapo mojado en sus pies, se levantó del pequeño banco en el que estaba sentado y caminó hacia algún lugar, volvió con una enorme charola que dejó

sobre las piernas del peli rosa - te he preparado un poco de caldo de pollo, jugo de naranja y una pastilla para la fiebre, come, te sentirás mejor. -No tengo hambre. -No te estoy preguntando si quieres comer o no, te he dicho co-me. -¿De cuándo acá eres tan mandón? -Desde que no cuidas tu salud y andas vestido sólo con unas bermudas y suéter en plena tormenta de nieve - fue en ese momento en que el menor se dio cuanta de algo, ya no tenía sus bermudas de mezclilla sino un short de deportes y una enorme playera como la de Jeon sólo que de color rosa. -... -Sí, cambié tu ropa. -¡Pervertido! ¡¿qué demonios le pasa?! - Jungkook rodó los ojos. -¿Querías que te dejara la ropa húmeda y helada? - Jimin se quedo callado ¿no, verdad? - el menor sólo frunció el ceño - no te estoy viendo comer. -Mandón - susurró Jimin con voz muy baja y a pesar de que Jeon lo escuchó no dijo nada, se centró en volver a mojar la toalla y volver a ponerla en sus pies. El peli rosa tomó la cuchara y sirvió un poco del caldo en ella, miró la cuchara y luego a Jeon durante un par de segundos. -¿No piensas comer? -¿No está envenenado? -Come ya - dijo el mayor rodando los ojos poniéndose de pie, desapareció de la vista de Jimin tras dar vuelta por el pasillo a su derecha del sillón en donde estaba y dio un sorbo, tal vez sólo era culpa de la calentura el que le supiera

tan tremendamente bien, tanto que cuando volvió el profesor el plato estaba vacío - y eso que no tenías hambre. Jimin no hizo caso, metió la pastilla a su boca y tomó un poco de jugo, observó al azabache abrir una botella de alcohol y poner un pequeño chorro en un pedazo de algodón. -¿Para qué es eso? -Ten - lo estiró para que lo tomara - póntelo en el ombligo, es para que ayude a bajar la fiebre. -Usted parece una enfermera malhumorada. -No sería enfermera sino enfermero y toma ya el algodón para que pueda ir a dejar esto de nuevo a su lugar. -Okey... okey, osh, que genio - tomó el pequeño algodón de la mano del mayor y se lo puso en el ombligo. Jungkook tomó la charola de las piernas de Jimin, las llevó hasta la cocina y de nuevo volvió a desaparecer por el pasillo del que había salido con la botella del alcohol, fue entonces que el peli rosa observó a su al rededor, las paredes eran blancas completamente blancas, los muebles variaban un poco entre transparentes o de color blanco y negro, una alfombra peluda negra al centro de la sala y justo en la pared una hermosa pintura de un ciervo recostado con los ojos cerrados sobre un montón de lo que parecían ser flores de diferentes colores, una enorme cornamenta que llegaba hasta el borde del marco...

-¿Te gusta? - Jimin brincó en el sillón.

-Oh por todos los cielos, avisa que estas detrás de mi... -No tengo por que, es mi casa. -Okey~ -¿Cómo te sientes? -Bien, supongo. -Mmm... -¿Puedo hacerle una pregunta profesor? - Jungkook asintió mientras tomaba asiento subiendo los pies de Jimin sobre sus piernas. -Claro, puedes preguntar lo que quieras. -¿Por qué no está con su familia? -Viven en Busan. -Ese no es pretexto para no ir a visitarlos - Jimin respondió enojado. -¿Qué hay de ti? ¿cuál es la razón por la que no quieres estar en casa? -Yo... odio la Navidad. -Ese no es pretexto para no estar con tu familia. -Sí lo es si nadie pasa una buena Navidad por culpa tuya. -No sé a qué te refieres. -Yo arruiné nuestra última Navidad hace años... - desvió sus ojos de los del azabache - mis padres murieron por culpa mía - el corazón de Jungkook dejó de latir por una milésima de segundo, Jimin cerró sus puños con fuerza y

frunció el ceño - por eso no puedo estar en casa y hacer como si nada hubiera pasado, mi hermano y mis abuelos saben que fue culpa mía pero no quieren admitirlo aunque lo veo en sus ojos. Los ojos del peli rosa empezaron a ver borroso por culpa de las lágrimas que empezaban a acumularse en ellos con unas inmensas ganas de empezar a imitar a una cascada. -Jimin... - Jungkook no pudo aguantar más el ver al peli rosa de esa manera y no hacer nada, se estiró hasta él y lo tomó entre sus brazos, acunándolo en su pecho. Jimin no se detuvo en pensar lo que estaba ocurriendo, sólo sabía que necesitaba ese cálido abrazo, las lágrimas de inmediato corrieron por sus rosadas mejillas hasta humedecer la blanca camisa del profesor Jeon. -Esta bien... -No lo está... yo maté a mis padres, fue culpa mía que no vieran aquél camión... que no sigan vivos, yo no merecía vivir... - Jungkook lo separó bruscamente de él, lo tomó del rostro e hizo que lo mirara a los ojos. -No vuelvas a decir algo así - regañó. -Es la verdad... -No, no lo és, por algo estás vivo, estás aquí, Jimin ¿no te has dado cuenta? el chico mordió su labio. -Esto no es vida... - susurró - desde ese día, no puedo - miró a Jungkook a los ojos - no merecía vivir, no sin ellos, al fin de cuentas yo provoqué... -No lo digas de nuevo - el castaño frunció el ceño - eras sólo un niño. -¡¿Y qué?! pude haber esperado a que llegáramos a casa, pero no lo hice, los distraje y eso ocasionó que...

-Jimin, ya basta, deja de culparte, ¿siempre lo haz visto de ése modo? - no es que Jeon Jungkook fuera muy viejo, pero vagamente recordaba el haber visto hace unos años una noticia sobre un accidente demasiado familiar al que el peli rosa le acababa de describir justo en esa fecha, y por lo que recordaba que habían dicho sus padres al cambiar la noticia había sido que de no ser por culpa de el típico conductor ebrio, nada malo hubiera pasado, y sin más ese día al momento de irse a dormir, como todas las noches, Jungkook también había orado por aquella pobre familia que había sido afectada. -¿De qué otro modo puedo verlo? fue sólo culpa mía, solamente mía Jungkook se paró enojado, quería seguir abrazando a Jimin pero no podía seguir observando cómo el menor no dejaba de culparse, caminó hasta su habitación dejando al peli rosa sólo sentado en el sofá, Jimin abrazó sus piernas y de nuevo comenzó a llorar. Jungkook corrió en busca de su computadora y ya teniéndola en sus manos regresó al lado de aquél chico hecho bolita en su sillón, sin que el peli rosa se diera cuenta de lo que Jeon hacía, el mayor comenzó su búsqueda de aquella noticia, no tardó mucho tiempo cuando lamentablemente la halló... suspiró tratando de calmarse y comenzó a leer en voz alta, Jimin se había quedado callado escuchando cada una de las palabras que la ronca voz de su profesor decía, pero la única oración que se quedó grabada en su cabeza había sido una en concreto "Un conductor ebrio en un camión arrolla un auto en la carretera antes de llegar a Busan, los pasajeros al frente del carro identificados con los nombres de Park YounMi, Park Taeyang y Park Jimin, el último de tan sólo nueve años(...) los padres no sobrevivieron al impacto, pero ha sido un milagro que el pequeño niño en el asiento trasero lo haya logrado..." -¿Jimin? - Jungkook dijo suave al ver que Jimin no decía nada tras haber pasado unos minutos. El menor no dijo nada, pero tan sólo unos segundos después el enorme llanto de Jimin inundó por completo los oídos de Jungkook, él jamás creyó volver a escuchar el llanto de lo que parecía ser un pequeño niño hasta ese día.

Jimin necesitaba estar solo, tranquilo, quería llorar hasta desahogarse por completo y no hubo mejor lugar que en el cálido pecho del hombre o chico que lo sostuvo en ese momento y acunó entre sus brazos. El tiempo pasó y los sollozos de Jimin fueron disminuyendo poco a poco hasta quedarse en silencio pero sin dejar de llorar, en ese momento algo dentro de Jeon Jungkook hizo corto circuito, no pudo evitar darle a Jimin un pequeño beso en sus labios... ninguno se dio cuenta que acababa de empezar a ser las 0 horas del 25 de diciembre. -No fue tu culpa... - Jimin suspiró al escuchar a Jungkook mientras lo juntaba más a su cuerpo. El peli rosa no dijo nada y sólo dejó de llorar hasta ya no tener más fuerzas, terminando por caer rendido en los brazos de su profesor.

5 Jimin despertó pocas horas después a causa de dos cosas, la primera era que no podía respirar y la segunda era porque se sentía sofocado. Abrió los ojos con pesadez, pues luego de haber llorado como lo hizo anoche, era obvio que le arderían y por tanto haberlos tallado con sus manos. Cuando comenzó a acostumbrarse a la poca luz de aquella habitacion su corazón comenzó a bombear con fuerza, se encontraba entre los brazos de su profesor, tragó saliva al darse cuanta de que por primera vez desde el día del accidente, no había soñado con ello, y no sabía si había sido gracias a Jeon o por no haber pasado la noche en casa. Trató de alejarse del mayor y se sorprendió con él mismo pues no se había percatado del echo de que su brazo al igual que de su pierna derecha se encontraban enroscadas a la cintura de Jungkook sin embargo, por una razón que el peli rosa desconocía, se sentía extrañamente cómodo estando a su lado de esa manera..., sin moverse de forma brusca, bajó su pierna del costado de Jungkook pero no lo dejó de abrazar, al contrario, con suma delicadeza se pegó más al pecho del mayor. Aunque sabía que de cierta forma estaba mal lo que

estaba haciendo pues Jungkook era su profesor, el mayor, aún dormido de igual manera lo atrajo más hacia su cuerpo sólo que esta vez subió su brazo izquierdo e inconscientemente comenzó a acariciar el cabello de Jimin como lo había hecho mientras él lloraba. Jimin no hizo nada mas que sonreír y volver a quedarse dormido de nuevo. En el momento en que Jungkook se despertó al escuchar su alarma a lo lejos, sonrió tiernamente al ver al peli rosa durmiendo plácidamente entre sus brazos, se estiró sobre él con cuidado de no despertarlo y apagó el escandaloso aparato, Jimin se removió un poco en su lugar, bostezó y comenzó a abrir sus ojos de poco a poco, Jeon sólo sonrió al ver tan tierna imagen frente a sus ojos. —Buenos días —saludó en el momento en que los ojos de Jimin se encontraron con los suyos. —Buenos días... —susurró Jimin con una muy leve sonrisa. —¿Cómo te sientes? —preguntó Jungkook acomodándose a su lado, una vez ya en su lugar deslizó su mano hasta tocar la frente del menor para asegurarse que no tuviera fiebre. —Bien... bueno, mejor que ayer... creo. —¿Y de aquí? —señaló su pecho— ¿cómo estás? —Yo... —Jimin miró a Jungkook a los ojos— ya sabe... no es muy fácil para mí asimilar todo en tan sólo un par de horas... —Lo sé —acarició delicadamente el cabello de algodón de azúcar—, y ¿cuándo dejarás de llamarme por "usted"? —¿Y por qué razón debería de dejar de hacerlo? —Jungkook le sonrió hincándose de hombros. —No lo sé, pero me gustaría que me hablaras de "tu". —Lo pensaré —Jimin sonrió. —¿Quieres ir... a casa? —dudó Jungkook un poco al preguntar, el peli rosa soltó un suspiro cerrando los ojos. —En un rato más... no creo que se hayan ido aún de ahí. —¿Quienes? —enarcó una ceja el mayor viendo como Jimin se hacia bolita debajo de las cobijas. —Mi familia... —respondió Jimin por lo bajo. —¿No crees que estén preocupados por ti? no creo que sepan en dónde estás, dudo mucho que les hayas mandado un mensaje ayer... —Ya es una costumbre mía el desaparecer de esa manera... — Jungkook alzó la cobija dejando ver las mejillas sonrosadas de Jimin y se inclinó un poco hacia él alcanzando a dar un pequeño beso en su frente—. ¿Y eso por qué ha sido? —Te llevaré a casa en un par de horas —el peli rosa hizo una mueca— . Todo va a estar bien, Jimin. Confía en mi.

Ambos se miraron un momento a los ojos sin decir ni una sola palabra, todo era tan extraño y no sólo para el peli rosa, sino que para el azabache también lo era, desde hace mucho que ninguno de los dos pasaba esa fecha acompañado de alguien más, y ahora... se encontraban los dos en un sólo lugar el uno con el otro, era ciertamente extraño pero agradable. Algo difícil de entender. —¿Puedo preguntarte algo? —habló Jungkook en voz baja, Jimin asintió sin apartar los ojos de los de el mayor—. ¿Si no pasabas Navidad con tu familia? ¿a dónde ibas? —Al cementerio. —¿Ahí pasabas la... —No~ —rió Jimin dándole un pequeño golpe en el pecho a Jeon— claro que no. No me quedaría a dormir en en ese lugar ni aunque estuviera loco. —Oh... ¿entonces? ¿dónde te quedas? —En casa de Taehyung —Jungkook abrió levemente los labios para decir algo pero Jimin interrumpió antes—. Nunca está aquí en vacaciones de invierno, siempre va a Daegu a visitar a su familia. —Pero ayer... —Ayer fue la excepción —Jimin bufó—, no tenía a donde ir, los padres de Tae vinieron a verlo, por eso estaba en el parque, no sabía a donde ir, bueno, tenía que ir al cementerio y tal vez hubiera rentado algún cuarto en algún hotel, pero muy tontamente olvidé meter el dinero a mi cartera y no quería volver a casa. —Si yo no te hubiera encontrado hubieras pasado la noche ahí congelado. —Ya sé... gracias por haberme encontrado... y... por darme alojo. —No te iba a dejar ahí como si nada. —Gracias —Jimin sonrió y se dejó acariciar el cabello por Jungkook—. Yo... eh... ¿podría tomar un baño? —Claro —sonrió—. Pero tu ropa puede que siga mojada, ayer la metí a la lavadora. —Oh... bueno... entonces esperaré a llegar a casa. —Te puedo prestar ropa mía si es que no te sientes incómodo. —Me va a quedar enorme. —Tal vez las playeras, tengo pantalones de hace unos años, tal vez te queden, de echo pensaba en tirarlos desde hace una semana, eres afortunado entonces. —Gracias... —rió— pero no tengo ropa interior limpia... —Tengo un par de calzoncillos nuevos... —Jimin observó como las mejillas de Jungkook comenzaban a tornarse un poco rosas— pero no

te vayas a reír. —¿Por qué razón me reiría de usted? —enarcó una ceja el peli rosa, el azabache se separó de Jimin, se bajó de la cama y caminó hasta uno de sus muebles, abrió el cajón y soltó un bufido. —Me los envió mi sobrino hace un año... por favor no te vayas a reír — Jimin tomó asiento en la cama tratando de ser lo más serio posible. —No puedo asegurar nada... está siendo demasiado sospechoso y sólo estamos hablando de unos calzoncillos. Jungkook rodó los ojos, tomó las dos prendas en sus manos y se dio la vuelta, los colores de iron man y el capitán américa sobresalieron en sus manos, Jimin no pudo evitar soltar una gran carcajada. —¿Cuál vas a usar? —cuestionó Jungkook tratando de hacer que Jimin dejara de reírse de él. —¿Quién de los dos es tu favorito? — respondió el peli rosa tratando de calmar su respiración, Jungkook puso los ojos en blanco. —¿Vas a hacerme bullying si te lo digo? —No, sólo es curiosidad. —Iron man. —Entonces tomaré el del capitán América —el peli rosa se puso de pie con una sonrisa divertida en su rostro y caminó hasta Jungkook tomando aquélla prenda—. ¿Dónde está su baño profesor Stark? —Are you serious? —preguntó Jungkook incrédulo. —Yeah... —rió, el azabache sonrió negado con su cabeza. —La puerta de la izquierda en el pasillo. —Gracias profesor Stark~ —Para ya con eso —rió Jungkook sobando el puente de su nariz—, las toallas están dentro del mueble, no cierres con seguro para dejarte la ropa que te voy a prestar —Jimin ya estaba saliendo de la habitación. –Claro... profesor Stark — volteó a sonreírle y salió de ahí corriendo antes de que Jeon alias profesor Jeon Stark ahora para Jimin le dijera algo. Terminando de desayunar y ya limpios los dos, Jungkook le dijo que era momento de partir a su hogar claro que después de que Jimin se asegurara de que su familia no se encontraba en casa pues estaba cien por ciento seguro que habían ido a ver a sus padres como siempre. Una vez llegaron, Jimin lo invitó a pasar a tomar un café como forma de agradecimiento, a parte de que estaba haciendo demasiado frío y las manos de ambos estaban heladas a pesar de haber tenido puesta la calefacción en el auto. Jeon después de haber aceptado tomó asiento en el sofá de la sala, en lo que el peli rosa se adentró en la cocina para poner el agua a hervir en la cafetera, Jungkook comenzó a observar la

pequeña y bastante acogedora sala de estar, unos pequeños marcos con fotografías de lo que parecía ser la familia de Jimin cuando él era pequeño, diplomas colgados en las paredes pero lo que más llamó su atención fue la puerta que vio en una esquina un poco apartada de donde él estaba con un sólo letrero colgado con la palabra "STOP", sin poder evitarlo, se puso de pie y caminó hasta a ella, como si algo lo estuviera atrayendo como si de un imán se tratase. Aquella puerta que ni siquiera tenía seguro, lo dirigió a lo que parecía ser el sótano. Jungkook encendió los apagadores y lo primero que vio fue el suelo cubierto de pintura, papeles de diferentes tipos en las paredes y estantes, muchísimos materiales diferentes y en el centro un gran caballete con un cuadro cubierto por una cobija negra, con cuidado y de forma lenta retiró la tela. Su corazón se comprimió y un nudo se formó en su garganta. —No deberías estar aquí... —escuchó detrás de él como iban bajando las escaleras de madera. —Jimin... —Jeon lo volteo a ver con el corazón en la garganta —Es el proyecto que nos dejaste... ¿recuerdas? ¿Pintando la Navidad? bueno... eso es lo que la Navidad representa para mí —Jungkook no pudo evitar caminar hacia él y tomarlo entre sus brazos, Jimin no se apartó de aquél lugar que se había vuelto tan cálido para él en tan sólo una noche y parte de la mañana, los brazos y pecho de su maestro de artes lo hacían sentir extrañamente tranquilo. —Comencemos de nuevo, Jimin —susurró Jungkook contra su oído. —¿A-a qué se refiere? —Permíteme ser yo quien te ayude a plasmar nuevas emociones en tus dibujos, ya no quiero ver más tristeza aquí... — el azabache se separó de él, acunó su rostro con una de sus manos y con la otra señaló el pecho de Jimin. —Sabe que no es bien visto el que un profesor esté coqueteando con su alumno ¿verdad? —trató de sonar un poco divertido a pesar de querer soltarse a llorar de nuevo en sus brazos. —Y tú sabes que estaría dispuesto a renunciar a mi trabajo en la Universidad con tal de hacer que pases cada uno de tus días siendo el más feliz a partir de hoy ¿no? —No lo sabía... ¿por qué querría usted hacer eso? —Jungkook sonrió juntando su frente con la del peli rosa. —Porque quiero ser parte de tus próximas Navidades — el corazón de Jimin golpeó con fuerza su pecho—, quiero hacerte felíz todos los días, Park... —Profesor, Jeon... no lo haga si es porque siente lástima por mi y lo

que pasó, yo no sería capaz de soportar... —No lo hago por eso... —Jungkook le sonrió—, nunca lo haría. Desde el momento en que la profesora Jang llegó presumiendo el que para ella era el dibujo más hermoso que había visto en su vida sólo llevando un día de clases éste año, supe que tenía que conocer al autor de aquél lienzo cuando lo ví, pero Jimin, olvidaste firmarlo... —¿Entonces cómo sabe que era mío? —Te lo dije la primera clase... todos tus dibujos transmiten lo mismo... pero ya no más... —Jimin enarcó una ceja, Jungkook sonrió—. Vamos a hacer que cada uno de tus dibujos sea un sentimiento diferente, ya no quiero ver sólo soledad y tristeza en ellos. —Pero eso... —la puerta de la entrada en el piso de arriba resonó en sus oídos. Jungkook se separó de Jimin y lo miró a los ojos, antes de que alguno pudiera decir algo, unos veloces pasos por las escaleras se escucharon, no les dio tiempo de reaccionar a ninguno de los dos cuando Jimin ya estaba sobre el suelo haciendo una mueca de dolor por el impacto. —¡Eres un idiota, hyung! —era el menor de los Park quien se había lanzado a abrazarlo, Jimin sólo se quedó quieto en su lugar mirando a los ojos a su hermano—. Taehyung llamó ayer en la noche para saber cómo estabas, nosotros creímos que estabas con él en su casa como siempre pero no ¡¿dónde demonios te metiste?! ¡no contestabas el celular y tampoco te encontramos por ningun lado! Mis abuelos y yo... nosotros creíamos que... que tu... —Yo estaba con... —Conmigo... —interrumpió Jungkook mirando a los chicos aún en el suelo—. Lo encontré ayer rumbo a casa de Taehyung y lo llevé a dar una vuelta, se quedó a dormir en mi casa porque se hizo demasiado tarde y no vivo muy cerca de aquí —mentira, pensó Jimin con el ceño levemente fruncido pues no sabía por qué razón Jungkook le estaba mintiendo a su hermano—, de verdad siento que no nos hayamos comunicado con ustedes. —¿Quién eres? —preguntó el hermano de Jimin mirando sin expresión alguna al azabache. —Jeon Jungkook, soy... —Es un gran amigo... —Jungkook enarcó una ceja, Jimin sólo le sonrió, si Jeon mentía él también podía hacerlo. —Ayer vi tu dibujo... —el castaño llamó la atención del peli rosa—. ¿Vas a seguir culpandote toda la vida? No puedes seguir así, hyung. —No lo haré —le sonrió Jimin— ya no lo haré... —tomó a su hermano

entre sus brazos, Jungkook sonrió. El día de la entrega de los proyectos finales, regresando de las vacaciones de invierno, el único trabajo que era diferente al resto de los demás era aquél que no tenía mas que el recuerdo de aquella trágica Navidad... un accidente automovilístico, sólo que nadie supo de quien era, pues Jungkook había pedido de favor que no pusieran sus nombres en él, mas que en la tarjeta que tenían que entregarle con una explicación sobre el porqué de su proyecto y datos sobre el material y demás. 🐤2 años después🐤 "Vivir no es pasar las hojas de un calendario si no, entender que cada hoja de ese calendario es única e irrepetible". -Anónimo —Profesor Jeon —le llamó el vigilante del edificio. —¿Qué pasa Bill? —preguntó Jungkook acercándose a su pequeño escritorio donde un par de sobres y pequeños obsequios para el señor de mayor edad resaltaban. —Antes de que me vaya a casa, dejaron esto para usted —señaló un enorme cuadrado forrado con cartulinas negras. —¿Sabes de quién es? ¿Quién lo manda? —No profesor, sólo tiene su nombre escrito en el. —Okey, ya lo subo yo, gracias y ten una bonita Navidad con tu familia. —Usted igual. Jungkook subió a su departamento con cuidado de no golpear las paredes con lo que parecía ser un regalo anónimo. Dejó su saco y portafolios sobre el sofá y con cuidado comenzó a quitar los pedazos de cinta adhesiva y las cartulinas. Se quedó maravillado con lo que vio, y es que sólo un chico podía haber juntado los dos colores de los super héroes favoritos de ambos en una bella pintura, lo bueno era que Jungkook no había quitado aún los clavos de la pared en donde se encontraba su cama, colgó rápidamente el cuadro se quedó observándolo unos segundos con una enorme sonrisa plasmada en sus labios, cuando se percató de la hora que era corrió al baño a tomar una rápida ducha, se cambió de ropa por algo un poco más cómodo, sin dejar a un lado la formalidad. Una vez listo, revisó que todo estuviera en orden tomó una pequeña caja de regalo y salió del departamento con dirección hacia el restaurante donde había quedado de verse con Jimin. La primera Navidad de ellos juntos, no sólo como profesor estudiante sino que esta vez como una nueva pareja tratando de crear nuevas

memorias y sentimientos felices. Jeon Jungkook y Park Jimin oficialmente cumplían un año de relación.

~Fin~