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06/04/2004

“En toda simiente o semilla esta Dios” “En toda simiente se encuentra el Dios Vivo” “En el semen se encuentra nuestro Dios Viviente”

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“Si en toda simiente, en toda semilla y en todo semen se encuentra el supremo germen generador de vida de cada especie y si Dios es el generador supremo de toda especie entonces en toda semilla, en toda simiente, en todo semen se encuentra el poder generador creador de Dios, el poder de Dios; y quien domine el poder generador creador de su semilla, el poder generador creador de su simiente, el poder generador creador de su semen, entonces posee el poder generador creador de su propia vida; y si posee el poder generador creador de su propia vida entonces puede generarse así mismo, puede darse vida a si mismo, regenerarse así mismo por siempre.” “Lo único que puede regenerar lo degenerado es quien lo genero.” “Lo único que puede restaurar lo destruido es utilizando de lo mismo que esta construido.” “Si el semen tiene capacidad de generar vida, cuanto mas tendrá capacidad de regenerar lo generado.” “Si optimizáis la semilla optimizareis la especie, si desecháis la semilla desechareis la especie.” “Si tu semilla, simiente o semen es un excremento mas de tu cuerpo, entonces tu eres el resultado de un excremento.” “Dios esta en toda semilla, en toda simiente, en todo semen.”

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I N T R O D U C C I O N En la semilla de cualquier planta esta el GERMEN DE VIDA que le da la EXISTENCIA y la CONTINUIDAD a la especie. En el GERMEN DE VIDA de cualquier semilla esta la ENTIDAD VIVIENTE CREADORA de la planta. En la ENTIDAD VIVIENTE CREADORA de cualquier semilla esta la DEIDAD CREADORA de la planta. En la semilla del hombre, en el semen del hombre esta el GERMEN DE VIDA que le dio, que le da y que le dará la vida, la existencia. En el GERMEN DE VIDA de la semilla del hombre, del semen del hombre esta la ENTIDAD VIVIENTE CREADORA del hombre. En la ENTIDAD VIVIENTE CREADORA del semen del hombre está la DEIDAD CREADORA del hombre, se encuentra su DIOS CREADOR. No se puede concebir que el hombre DESECHE SU SIMIENTE, SU SEMEN, SU ENTIDAD VIVIENTE CREADORA, SU DEIDAD CREADORA, SU DIOS CREADOR, AL DIOS VIVO; COMO CUALQUIER COSA. En el semen del hombre esta contenida la INTELIGENCIA ARQUITECTONICA MÁS PERFECTA que ORGANIZA TODA LA CONSTITUCION HUMANA PERFECTA TANTO PSIQUICA COMO SOMATICA. En la SIMIENTE del hombre se encuentra la única alternativa de asimilar la PERFECTIBILIDAD para REORGANIZAR nuestra INTEGRIDAD HUMANA TANTO PSIQUICA COMO FISICA SOMATICA, que ella contiene. En la SIMIENTE del hombre se encuentra el GRAN ARQUITECTO de su propio universo. Todo el cuerpo, cada sistema orgánico, cada órgano, cada célula, cada molécula, cada átomo, cada partícula subatómica de su propia creación tuvo su GENESIS, su PUNTO DE ORIGEN en su simiente, en su semilla, en su semen. Es allí, en su propia semilla, en su propia simiente, en su propio semen donde esta REGISTRADA, ALMACENADA, GRABADA toda la información del GENESIS DEL HOMBRE. Es allí, en su propia semilla, en su propia simiente, en su propio semen donde el “hombre” debe buscar y

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asimilar el ORIGEN DE SU CREACION. Es allí, en su propia semilla, en su propia simiente, en su propio semen donde el “hombre” debe buscar la GRAN VERDAD DEL DIOS CREADOR, la GRAN VERDAD DEL DIOS DE DIOSES. Como pretende el “hombre” encontrar las excelencias del Universo exterior si ignora las excelencias del universo de su propio cuerpo. “Si en toda simiente esta Dios entonces por que el hombre desecha (fornica) su propia simiente”

“Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablasen de muchos, sino como de uno: Y a TU SIMIENTE, la cual ES CRISTO.” GALATAS 3: 15, 16 “No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está (sexo).” DEUTERONOMIO 6: 14,15 “Porque dos males ha hecho mi pueblo: dejáronme a mí, fuente de agua viva (aguas seminales), por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas (gónadas sexuales degeneradas).” JEREMIAS 2: 13 “Si conocieras el don de Dios (don de vida), y quien es el que te dice; Dame de beber; tu le pedirías, y él te daría agua viva (aguas seminales).” SAN JUAN 4: 10 “Cualquiera que bebiere de esta agua (agua natural), volverá a tener sed; mas el que bebiere (Realimentación endocrínica sexual o Endocrinización) del agua que yo le daré (aguas seminales o secreciones hormonales sexuales) será en el una fuente de agua (Endocrinización continua de las secreciones hormonales sexuales) que salte para vida eterna (regeneración fisiológica continua).La mujer le dijo: Señor, dame esa agua (aprender a endocrinizar las secreciones hormonales sexuales), para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido (para enseñarle a endocrinizar sus propias secreciones hormonales sexuales), y ven acá”.SAN JUAN 4: 13, 14, 15, 16 “Si alguno tiene sed, venga a mi y beba (endocrinizar las hormonas sexuales). El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior, correrán ríos de agua viva (hormonización endocrina continua sin derramar las aguas seminales hacia fuera, interiorizarlas hacia dentro).” SAN JUAN 7: 37, 38 “Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos (los conductos espermáticos y linfáticos que parten de cada gónada sexual y que irrigan los dos cordones de ganglios laterales de la medula espinal), vivirá; y habrá muchísimos peces por

5 haber entrado allá esta agua, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este rió (aguas seminales).” EZEQUIEL 47: 9 “Y junto al rió, en la ribera, a uno y otro lado (cordones de ganglios laterales de la medula espinal), crecerá toda clase de árboles frutales (representación de toda la naturaleza viva interior); sus hojas nunca caerán (regeneración continua), ni faltará su fruto (nutrición integral). A su tiempo madurará (metabolismo absoluto) por que sus aguas (secreciones hormonales sexuales) salen del santuario (sexo); y su fruto (metabolismo absoluto nutricional) será para comer (realimentación endocrina o Endocrinización), y su hoja para medicina (constitución proteínica, hormonal, enzimática, vitamínica integral).” EZEQUIEL 47: 12 “Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios Viviente esta en medio de vosotros, y que el echará de delante de vosotros al cananeo, y al hetheo, y al heveo, y al pereseo, y al gergeseo, y al amorrheo, y al jebuseo.” JOSUE 3:10

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¿Dónde esta Dios?

¿Dónde esta Dios? Podríamos responder diciendo que se encuentra en el cielo, en la tierra y en todas partes, pero cuando nos referimos a nosotros mismos respondemos diciendo que esta dentro de nosotros mismos. Todo esto es cierto pero el problema es que estas respuestas son muy superfluas, muy simples nos conducen a una aceptación muy somera, muy subjetiva, muy superficial, muy insipiente no nos conduce a una respuesta objetiva, concreta, real, verdadera y no debemos de olvidar que Dios es una realidad concreta, es una realidad objetiva, es la verdad de todo cuanto existe por tanto no podemos conformarnos con una respuesta simple. Ahora comprendemos por que muchos no consiguen al Dios Verdadero. Todos hemos creído en un Dios Fantasía, un Dios Imaginario, un Dios Utópico, fundamentado en una ideología fantasiosa de un supuesto Dios. En el común de comunes, la única percepción que se tienen de Dios es una

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idea, un simple concepto intelectual, una fantasía, una imagen mental; mientras que por el sexo, se excreta, se derrama, se fornica, se eyacula el semen vivo, nuestras propias aguas vivas, única fuente de vida, del Verdadero Dios Vivo, sin encontrar la respuesta a tantas incógnitas que nos sumergen en el gran mar de la confusión, de la duda, de la ignorancia, del padecimiento, de la enfermedad, resignándose a perecer estúpidamente e idiotamente, entregándose en los brazos de la enfermedad que muchas de las cuales se catalogan incurables. Ahora entendemos por que razón el hombre común vive enfermo, aun con todas sus creencias imaginarias, fantasiosas divinas en el supuesto Dios en el que creen, cualesquiera que fueren, teniendo mas fe en los dioses ajenos que están en sus contornos (formulas químicas, aparatos sofisticados, maquinas sofisticadas, etc.), pero esperanzado siempre en la incertidumbre de su propio Dios Fantasía, entregado a la suerte del destino, aceptando con resignación la marca de su mismo Dios Muerto, cuya marca es la marca de la muerte misma. Si el Dios en el que cree el hombre común, es tan poderoso como el dice, entonces por que razón tiene que acudir a los dioses mas inferiores que su propio Dios, para solventarse de sus propias enfermedades, sus propios males, sus propias calamidades; por que si su Dios fuese un Dios Real y Verdadero, entonces el hombre no se enfermaría, no tendría necesidad de acudir a los Dioses ajenos que están en sus contornos (formulas químicas, aparatos sofisticados, maquinas sofisticadas, etc.). Si somos una creación de la sustancia seminal pues en la sustancia seminal esta nuestro Dios creador, por lo tanto a ese Dios que es nuestro Dios creador es al que tenemos que acudir. Esto quiere decir que en nuestra sustancia seminal, en nuestro propio semen se encuentra depositado, contenido todo el poder de vida de nuestro propio Dios Creador. Ahora bien, ¿Dónde y como encontrar a nuestro Dios creador? La respuesta concreta, objetiva la podemos encontrar expresada en las Sagradas Escrituras de la Santa Biblia. Recordemos aquella expresión celebre de Nuestro Señor Jesucristo cuando dijo: “Escudriñad las escrituras por que a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;”( San Juan Capitulo 5 Versículo 39). Tomando en cuenta esa afirmación hecha por nuestro Señor Jesucristo en escudriñar las escrituras” vamos a analizar de acuerdo a las Sagradas Escrituras donde vamos a encontrar la ubicación exacta de donde se

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encuentra nuestro Dios Creador en nosotros mismos; y esto lo vamos a comprobar, a corroborar en los siguientes versículos: LEVITICO: Capitulo 26 Versículos 11 Y 12 “Y pondré mi morada en medio de vosotros y mi alma no os abominará y andaré entre vosotros y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo” DEUTERONOMIO: Capitulo 6 Versículos 14 Y 15 “No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestro contorno; por que el dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti esta.” DEUTERONOMIO: Capitulo 7 Versículo 21 “No desmayes delante de ellos, que Jehová tu dios esta en medio de ti, Dios grande y terrible.” JOSUE: Capitulo 3 Versículo 10 “Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios Viviente esta en medio de vosotros, y que el echará de delante de vosotros al cananeo, y al hetheo, y al heveo, y al pereseo, y al gergeseo, y al amorrheo, y al jebuseo.” En cada uno de estas afirmaciones “en medio de vosotros” y ,”en medio de ti” se confirma la ubicación matemática exacta de donde se encuentra, en nosotros mismos, nuestro Dios Creador. En estos versículos queda planteado con precisión meridiana, matemática, exacta, objetiva, concreta de donde se encuentra nuestro Dios Creador, el Dios Vivo. Si medimos o tomásemos la estatura de cualquier persona o ser humano bien desarrollado y le sacamos el medio encontraremos que el medio de la estatura de cualquier persona bien desarrollada es exactamente en el sexo. Por lo tanto el medio de nosotros es el sexo y es el sexo el medio de nosotros donde se encuentra nuestro Dios Creador, nuestro Dios Jehová, nuestro Dios Cristo, Nuestro Dios Viviente. Ahora entendemos por que se nos señala la ubicación precisa matemática en decirnos que Dios Jehová , nuestro Dios Creador, Nuestro Dios Viviente se encuentra “en medio de nosotros mismos” cuando se dice en DEUTERONOMIO Capitulo 6: versículos 14,15 “Jehová tu Dios, en medio de ti está ” esto nos indica en forma clara y precisa que Jehová nuestro Dios Creador se encuentra en nuestro sexo por que precisamente lo que esta en medio de nosotros es el sexo y es en el sexo donde se encuentra el único

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germen de vida (el Dios viviente) que nos permite crear vida humana y venir a la existencia. Podríamos decir, en forma enfática que en nuestra simiente, semilla o semen se encuentra nuestro Dios Jehová Creador, el Dios Viviente, ya que nuestra simiente, semilla o semen es la única fuente de vida que existe en toda la naturaleza que tiene el poder de crear vida humana, entonces esa fuente de vida humana contenida en nuestras propias aguas seminales, en nuestra propia simiente, en nuestra propia semilla, en nuestro propio semen; es la única fuente que contiene el don de vida, el poder creador de vida, por tanto en nuestra simiente, semilla o semen se encuentra nuestro “Dios Creador”, el “Dios Viviente”, por que es el único portador del don de vida.

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Cómo pactar con Dios?

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¿Cómo pactar con Dios? La forma mas concreta, objetiva y perfecta de pactar con nuestro Dios Viviente, nuestro Dios Creador es a través de nuestra propia SIMIENTE, nuestra propia SEMILLA, nuestro propio SEMEN y este pacto solamente se puede concretar cuando el hombre deje de FORNICAR, DERRAMAR, EYACULAR SU SEMEN. Esto lo podemos corroborar en GENESIS Capitulo 9 Versículo 9 que dice: “Yo, he aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros”. En esta afirmación podemos ver claramente la forma real y verdadera del real y verdadero pacto con Dios nuestro creador que se encuentra en nuestra SIMIENTE, SEMILLA O SEMEN. Estamos hablando de un hecho concreto, una realidad que puede ser palpable, verificable, tangible no en una “creencia ficticia, fantasiosa, utópica, ilusoria, alucinante” como las que nos ofrecen muchas formas religiosas de estos tiempos decadentes, sumergidos en la banca rota de todos los principios éticos, morales, donde vemos degenerar, sucumbir, con todas sus farsas, ante el asecho indetenible de todas las enfermedades, epidemias y demás calamidades que agobian día a día a los creyentes religiosos, sin distinción de religión alguna, cual sean sus creencias religiosas, su jerarquía, su investidura, su posición; en estos tiempos caducos, actuando como verdaderos fariseos y profesando falsamente una verdad utópica que ni ellos mismos han podido encarnar; alejados de las reales y verdaderas leyes divinas o mandamientos del Dios Viviente, Omnipotente, las cuales imperan en medio de los “supuestamente llamados hombres”, esperando ser puestas en acción, ya que dichas leyes vienen a representar hechos concretos, tangibles, palpables, comprobables las cuales son las únicas que le dan opción de cambiar la condición animal adquirida, por la violación de las mismas, y poder adquirir la “condición divina”, que debería de ser la condición real y verdadera de todo hombre, cumpliendo simplemente dichas leyes.

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En el principio de la creación el “hombre” mantenía una “condición divina” mientras se sometía al cumplimiento de las “leyes divinas”, bajo las cuales fueron creados; pero desde el momento en que el hombre comenzó a violar dichas leyes divinas, que le gobernaban, y que aun le gobiernan; comenzó a degenerar su propia condición divina, para luego sucumbir a una condición humana, para definir si quedarse con dicha condición o recuperar de nuevo su antigua condición divina; pero lamentablemente a medida del transcurrir de los tiempos, fue degenerando, desformando hasta adquirir la condición animal que aun todavía mantiene en estos tiempos; con toda una serie de artificios o adornos conformados por todas sus creencias, sus filosofías, sus ciencias, pero sin ninguna trascendencia, fundamentando su vida en el predominio de los instintos sobre la razón. Todo lo creado por el supuestamente llamado “hombre” simplemente son el resultado de la deformación de sus propias leyes divinas. Por eso que en el principio de la creación de nuestra propia especie humana nuestros cuerpos fueron creados en base a leyes divinas generalizadas para toda forma humana, cualquiera que fuese su origen, su raza, su procedencia y que cualquiera que violentase esas leyes, el efecto violatorio repercutiría en una alteración del orden morfológico, degenerando en cuerpos mas inferiores, originando especies cada vez mas enfermizas, con todas las enfermedades o plagas que en los actuales momentos se han arraigado y arreciado en la genética humana. Podríamos afirmar en forma enfática que toda enfermedad es el resultado de la alteración del orden morfológico por la violación de las leyes divina que gobiernan el cuerpo humano. El punto de origen de todas las enfermedades del hombre se iniciaron desde el primer momento en que el hombre divino violo la primera ley dada por Dios desde el momento mismo de su creación. Ahora comprendemos por que alegóricamente nos dan a entender en el libro del GENESIS: Capitulo 2 Versículos 16 y 17 la primera ley dada al hombre divino que dice: “Y mando Jehová Dios al hombre diciendo: de todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”. Ese árbol de la “ciencia del bien y del mal” se refería a la eyaculación seminal o “fornicación” ya que la misma le concede al hombre el placer de la carne como representación “del bien”, de lo bueno del deleite concupiscente del acto sexual y “del mal” por que al eliminar, expulsar,

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excretar, “fornicar” la simiente, la semilla, el semen el “hombre divino”, primero ante todo, perdía la simiente en la cual estaba contenida el poder de vida de su Dios Creador, el Don de vida, el Don de Dios; y por consiguiente, la perdida de todos los valores divinales del Dios Vivo que contiene la simiente, la semilla, el semen y como consecuencia de esta acción, deformándose en “hombre animal”, no olvidando que nuestro Dios Creador se encuentra “en medio de nosotros” que es nuestro sexo. Toda simiente, toda semilla, todo semen, contiene los “valores divinales del Dios vivo” y es el único elemento de la naturaleza que posee el “poder creador” de cualquier especie. Nuestra simiente, nuestra semilla, nuestro semen es el único elemento de toda la naturaleza creada que contiene todos los “valores divinales del Dios Vivo” y que nos da la posibilidad única de asimilar dichos valores, ya que ella posee el “poder creador único” para crear nuestra propia especie humana. De allí la suma importancia, en nosotros los humanos, de guardar, conservar, mantener nuestra simiente, semilla o semen siempre dentro de nosotros mismos para que mantengamos siempre a “nuestro Dios Vivo” y no fuera de nuestro cuerpo; por que desde el momento que sale de nuestro cuerpo cuando lo fornicamos, lo eyaculamos, lo derramamos; a partir de ese momento muere nuestro Dios, lo matamos, lo cruxificamos. Por eso que el hombre común mientras mantenga a su “Dios Creador” fuera de su templo o mejor dicho fuera de su cuerpo ( 1 CORINTIOS: Capitulo 6 Versículo 19);esta sentenciado a la muerte, ya que su Dios Vivo, que se encuentra en su simiente, semilla o semen; es el único que le puede dar la esperanza de vida, en su forma real y verdadera. Mientras que mantengamos nuestra simiente, semilla o semen dentro de nosotros mismos, sin eyacular, sin fornicar; mantendremos los “gérmenes de vida de los valores divinales del Dios vivo”, mantenemos a Dios dentro de nosotros mismos, esperando que sepamos invocarle, para que puedan “germinar” dichos “valores divinales”, para formar al “hombre divino” dentro de nosotros mismos y trasformarnos en verdaderos hijos de Dios (1 JUAN: Capitulo 3 Versículo 9; Capitulo 5 Versículo 18 ), con la posibilidad de que se pueda cristalizar el verdadero “evangelio” predicado por Jesús el Cristo, fundamento del verdadero Cristianismo Puro, representado por la cruz como el símbolo mas exaltado del cruce del “divino macho” y la “divina hembra”, en pleno connubio sin derramamiento de la simiente, semilla o semen, donde ambos se deleitan en el real y verdadero gozo del amor pleno del Dios Vivo, del verdadero Cristo Vivo.

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El verdadero “evangelio” consiste en la cristalización de los “gérmenes divinales” contenidos en la simiente humana para formar el “ángel” en el masculino y formar la “Eva” en el femenino, para conformar de esta manera el “Eva-ángelus”, “evangelus” o el verdadero “evangelio”. Esto quiere decir que un verdadero “evangelus” o “evangelio” es aquella doctrina que conduce al hombre común a conocer los principios sexuales divinales para engendrarse a si mismo y levantar al Hijo del Hombre ( SAN JUAN Capitulo 3 Versículo 14), que permitan divinizar a la hembra hasta transformarse en la divina “Eva” y divinizar al varón hasta transformarse en el divino “ángel” y así cristalizar el verdadero “evangelus”, el verdadero “evangelio”; sabiendo aprovechar los “gérmenes divinales del Dios Vivo” contenidos en su propia simiente, semilla o semen. El objetivo de todo ser que viene a la existencia es hacerse “imagen y semejanza” de su propio Dios Creador y esto solo es posible asimilando en si mismo los “gérmenes divinales” del real y verdadero Dios Vivo que se encuentran en su propia simiente, en su propia semilla, en su propio semen y esto es desarrollando en forma integral, en forma absoluta toda la potencialidad hormonal que define su propio genero, donde el varón, como representación a “imagen y semejanza” de la manifestación masculina de Dios y la hembra, como manifestación femenina de Dios, ambos deben desarrollar la plenitud de la “imagen y semejanza” de su Dios Creador. Mientras que el hombre común mantenga la condición eyaculánte, fornicaria; desperdiciando su propia semilla, su propia simiente, su propio semen; jamás podrá lograr la “imagen y semejanza” de su propio Dios creador, jamás podrá engendrarse a si mismo para hacerse Hijo de Dios, ya que el Hijo tiene semejanza con el Padre. Para que un varón pueda desarrollar el “ángel” dentro de si mismo, primero ante todo debe de renunciar a la asqueante eyaculación seminal o “fornicación” y cambiar por “la castidad absoluta” o la “Endocrinización” de sus propias secreciones hormonales sexuales y de esta manera desarrollar 100% toda la potencialidad hormonal masculina y eso solo es posible con la ayuda de una real y verdadera “Eva”, que igualmente tenga desarrollada toda la potencialidad hormonal femenina, ya que solamente un sexo plenamente definido en su genero puede estimularle hormonalmente al sexo opuesto igualmente definido en su genero. Esto es, un macho verdaderamente macho atrae a una hembra verdaderamente hembra. Lo que no sea por aquí es desviarse hacia una degeneración sexual. Por eso no es de asombrarse en ver como el homosexualismo y el lesbianismo ha

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crecido en forma exorbitante donde ya es normal ver como en los medios de comunicación se les promueve, a través del teatro, la comedia, las novelas, las películas etc. en estos tiempos de degeneración, donde todos los principios éticos y morales se encuentran por el suelo. Por eso afirmamos que el varón mientras más semen eyacule mas pierde sus propias hormonas masculinas hasta llegar, de esta manera, a feminizarse. Por eso no es de extrañarse ver a muchos hombres comunes, en el final de sus vidas, después de haber agotado todas sus reservas hormonales, asumir todas o gran parte de las actitudes o debilidades femeninas; igualmente sucede con muchas mujeres que se entregaron al orgasmo animal. Es por eso que vemos como la mujer se ha ido masculinizando y el varón se ha ido feminizando. Por eso vemos como a la mujer se le imponen atuendos masculinos y a los varones se les imponen atuendos femeninos que son aceptados con naturalidad, sin darnos cuenta que detrás de estas imposiciones sutiles, quienes dirigen estas desviaciones nos demuestran que no tienen un genero definido y que sutilmente buscan el feminismo del sexo masculino y el masculinismo del sexo femenino, buscando de esta manera la forma de implantarnos la moda del unisexo; como queriendo decir que el varón puede usar las prendas femeninas y la hembra puede usar las prendas masculinas con toda la naturalidad (DEUTERONOMIO Capitulo 22 Versículo 5). Por eso podemos notar tanto en el antiguo como en el nuevo testamento de la Santa Biblia, sagrado libro que consideramos como uno de los Tratados de Endocrinología Teológica o Teología Endocrinológica más completo, donde nos refieren toda una serie de principios de alta moral que nos conducen a una correcta educación sexual pero hacia una inducción hacia lo divinal que permita al hombre común divinizarse. Podríamos afirmar en forma enfática que el objetivo trascendental del real y verdadero “evangelus” o “evangelio” que nos dejo Jesús de Nazaret, el mas grande de todos los maestros, es con el fin de que cada hombre común se transformarse en un verdadero ángel, cumplidor a cabalidad de las leyes de su Dios Creador y que cada mujer común se transformase en una verdadera Eva. Un verdadero “ángel” es aquel hombre que ha desarrollado en toda su plenitud toda la potencialidad hormonal masculina de su propia integridad, al igual que una “Eva”, es aquella mujer que ha desarrollado en toda su

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plenitud toda la potencialidad hormonal femenina de su propia integridad. Todo hombre común es un Ángel en potencia, pero caído; al igual que cada mujer es una Eva en potencia, pero caída. Un verdadero evangelio es aquel que nos enseña la suma importancia del sexo superior y a su vez, la estrecha relación que deben mantener la unificación del macho y la hembra, con el fin de desarrollarse mutuamente ya que la única forma de que a un macho le estimule todo su funcionalismo endocrino masculino es estimulándole una verdadera hembra que tenga desarrollada toda su potencialidad endocrina femenina y viceversa; y que sepan manejarse sabiamente en la relación sexual al servicio del verdadero Dios Vivo que se encuentra en medio de cada uno; para unificarse, ungirse, bautizarse, hacerse uno con el Dios Vivo, para levantar dentro de cada uno al Iod-He (Divino Macho) Vau-He (Divina Hembra) y se realice el Divino Andrógino entre ambos; y esto lo podemos corroborar en el planteamiento que nos hace el Evangelio de San Juan Capitulo 4 Versículos del 7 al 22 cuando, momento en que Jesús le hace ver a la mujer samaritana la importancia de hablar con su marido para enseñarles el verdadero evangelio o evangelus y como aprender a beber de las aguas vivas del Dios Vivo (Endocrinización Hormonal Sexual) cuando le dice Jesús a la mujer samaritana: Dame de beber; vuelve Jesús a decirle: “Si conocieras el don de Dios (Don de Vida), y quién es el que te dice: Dame de beber; tu le pedirías, y el te daría agua viva.” En esta expresión vemos como el maestro hace alusión al “agua viva” o lo que es lo mismo nuestras propias aguas seminales en la cuales se encuentra el Espíritu de nuestro Dios Jehová quedando esto explicito en lo referido por el profeta Jeremías en el Capitulo 17 Versículo 13, cuando nos dice: “¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan (fornican, excretan, desechan la simiente, el semen) serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo (desintegración sepulcral) porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas”. Aquí vemos, como Jeremías hace referencia de nuestro Dios Jehová, como “manantial de aguas vivas”; recordando que nuestras aguas vivas son nuestras propias aguas seminales y que nuestro Dios Jehová que “en medio de nosotros está”, con esta afirmación queda claramente demostrado la estrecha relación que tiene Dios con nuestras propias aguas seminales y con nuestro sexo. Ahora comprendemos el por que el maestro de maestros Jesús El Cristo, quería enseñarle, a la mujer samaritana, como “beber” (Endocrinizar las aguas seminales) del “agua viva” del “Dios Vivo” cuando le dice:

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“Cualquiera que bebiere de esta agua (agua natural), volverá a tener sed; mas el que bebiere (Endocrinizar) del agua (agua viva, agua seminal) que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua (agua seminal) que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”. En esta expresión bíblica podemos ver como Jesús le hace hincapié a la mujer samaritana de buscar a su marido para enseñarle como lograr la vida eterna a través de las aguas vivas, de las aguas seminales y encontrar una Clave Alquímica de cómo el hombre común puede aprovechar la potencia vital que contiene sus propias aguas seminales, ya que ellas contienen en si misma el poder vital creador del Dios Creador el cual le dio la vida y que esas aguas seminales o agua viva nos pueden permitir prolongar la vida por siempre; no estamos hablando de una alegoría fantasiosa, estamos hablando de una realidad palpable, concreta, tangible ( SALMOS 1 Versículos 1, 2, 3; SALMOS 6 Versículos 4 y 5; SALMOS 28 Versículo 1; SALMOS 36 Versículo 9; SALMOS 30 Versículos 2, 3, 9; SALMOS 33 Versículos 18 y 19; PROVERBIOS 8 Versículos 35 y 36; PROVERBIOS 9 Versículo 11, ISAIAS Capitulo 25 Versículo 8; Capitulo 28 Versículo 18).

De esta manera podemos afirmar en forma enfática que no hay elemento en toda la naturaleza que posea “el poder de vida” que posee la “la sustancia seminal” y mucho menos que pueda ser suplantada, por tanto la única fuente de vida que puede darle al hombre la posibilidad de “prolongar su propia vida es asimilando, “bebiendo”, endocrinizando sus propias “aguas vivas”, sus propias aguas seminales, sin riesgo de ningún tipo. Siempre y cuando el hombre no deseche, no excrete, no fornique sus propias aguas seminales, su propia agua viva, en la cual se encuentra el Espíritu de Dios Vivo; y sepa Endocrinizarla por siempre y para siempre, en su propio cuerpo, mantendrá el “pacto perpetuo” (EZEQUIEL: Capitulo 37 Versículos 26, 27 y 28), el pacto sempiterno (ISAIAS Capitulo 24 Versículo 5) con su propio Dios Creador. No hay otra forma de “pactar” con Dios sino a través de un real y verdadero Bautismo en las “aguas vivas” del “del manantial de aguas vivas” del “Dios Vivo”, de nuestro “Dios Creador”, que se encuentra en “medio de nosotros”, nuestras propias aguas seminales, en nuestro semen, en nuestra semilla, en nuestra simiente, en nuestro propio sexo. Un real y verdadero bautismo es aquel que realiza todo hombre cuando dentro de su interior corren las “aguas vivas” del “Dios Vivo”, el “manantial de agua viva” (JEREMIAS: Capitulo 17 Versículo 13; SALMOS 42 Versículos 1 y 2; SAN JUAN: Capitulo 7 Versículos 37 y 38; ZACARIAS: Capitulo 13 Versículo 1) Es lamentable ver como una serie de creencias religiosas plantean la esperanza fallida de un “bautismo utópico, supersticioso” que nos ofrecen

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una “supuesta salvación del alma o espíritu” pero sin salvar el cuerpo sin darnos cuenta que primero ante todo tenemos que purificar el cuerpo para que el alma o espíritu pueda “oficiar” en un cuerpo pulcro, limpio y digno al servicio del espíritu divino de Dios. Esto nos recuerda las frases del Redentor del mundo cuando dijo: “No busquéis la ley en vuestras escrituras, pues la ley es la vida, mientras que lo escrito está muerto. En verdad os digo que Moisés no recibió de Dios sus leyes por escrito, sino a través de la palabra viva. La Ley es la palabra viva del Dios vivo, dada a los profetas vivos para los hombres vivos. “En donde quiera que haya vida está escrita la ley. Podéis hallarla en la hierba, en el árbol, en el río, en la montaña, en los pájaros del cielo, en los peces del mar, pero buscadla principalmente en vosotros mismos. Dios no escribió las leyes en las páginas de los libros, sino en vuestro corazón y en vuestro espíritu. Si deseáis que la palabra y el poder de Dios, penetren en vosotros, no profanéis vuestro cuerpo ni vuestro espíritu, pues el cuerpo es el templo del espíritu y el espíritu es el templo de Dios. Purificad por lo tanto, el templo, para que el señor del templo pueda habitar en él y ocupar un lugar digno de él.” JESHUA BEN PANDIRA (Jesús el Cristo). No podemos creer que un simple acto litúrgico simbólico del supuesto bautismo que nos ofrecen todas las religiones nos valla a resolver de una vez por todas la supuesta salvación de nuestra alma sin tomar en cuenta los actos impuros a los cuales nos entregamos durante la existencia y que repercuten en la impureza de nuestros cuerpos que nos conllevan a la enfermedad y luego a la muerte. Necesitamos ahondar mas a fondo en lo que respecta al acto mas exaltado de todos los actos como es el acto sexual, acto del real y verdadero bautismo que muy mal interpretado está por los quienes dirigen las grandes oleadas religiosas que imperan en el planeta. En verdad el santo sacramento del bautismo o acto sexual sin derramamiento de semen, es la única vía que puede librarnos de la enfermedad y hasta de la misma muerte, para que no se pierda la gran misión que vino a cumplir nuestro Señor Jesucristo en predicarnos la “vida eterna”, en su forma real y verdadera, no en la forma fantasiosa, utópica, insegura que nos ofrecen las falsas religiones que imperan en estos tiempos, las cuales están conformadas por oleadas de seres enfermizos, que ni aun

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sus dirigentes se salvan de los males y enfermedades que acarrean a esta humanidad enfermiza. Con estos planteamientos no se trata de ofender a nadie sino simplemente plantear y aclarar una realidad que se puede apreciar a simple vista. No se trata de discutir simples ideas filosóficas sino de llevar a cabo a la práctica lo que aquí tratamos de proponer como una salida a la solución de una de las más grandes preocupaciones que tiene el ser humano como es la enfermedad y la misma muerte. No es un simple acto bautismal litúrgico simbólico, utópico, supersticioso lo que nos resolvería el problema de la sanación y salvación sino el efecto biológico que repercuta en nuestra integridad humana. No debemos de olvidar que la enfermedad simplemente es el efecto de la violación de leyes biológicas y en la corrección de la violación de dichas leyes estaría la posibilidad de librarnos de la enfermedad y con respecto a la muerte podríamos decir que la muerte es el resultado de la repercusión de la violación de un sin números de leyes biológicas que van acumulando un sin numero de efectos destructivos en nuestra propia integridad física hasta llevarnos a la muerte. No olvidemos que la salvación que se nos ofreció desde un principio era el librarnos de la muerte siempre y cuando dejemos de comer del “Árbol de la ciencia del bien y del mal” (sexo con fornicación) ( GENESIS Capitulo 2 Versículo 16, 17; Capitulo 3 Versículo 17, 18 y 19) y comamos del Árbol de la Vida (sexo sin fornicación o con Endocrinización Hormonal) (GENESIS: Capitulo 3 Versículo 22; PROVERBIOS: Capitulo 5 Versículos 15, 16, 17, 18, 19; SALMOS: Capitulo 42 Versículos 1 y 2; SALMOS: Capitulo 1 Versículos 1, 2, 3; SAN JUAN: Capitulo 4 Versículos 13 y 14; APOCALIPSIS: Capitulo 21 Versículo 6, 7; Capitulo 22 Versículo 1 y 2 )

y

cumpliésemos los mandamientos y estatutos del DIOS VIVO ( LEVITICO Capitulo 15 Versículo 31;DEUTERONOMIO Capitulo 11 Versículos 13 al 21; DEUTERONOMIO Capitulo 30 Versículos 6, 15, 16, 17, 18, 19, 20; DEUTERONOMIO Capitulo 32 Versículo 39).

Seria interesante analizar toda una serie de alusiones bíblicas referente al enfoque de la muerte como consecuencia y resultado final del castigo supremo de la renuncia al cumplimiento de los mandamientos, estatutos o leyes del Dios vivo y al rompimiento del pacto con Dios por causa de la fornicación o desecho de la simiente. En esta serie de alusiones se plantean las posibilidades de mantenernos siempre vivos, de prolongar nuestras vidas y de librarnos de la muerte: (2 SAMUEL: Capitulo 14 Versículo 14; JOB: Capitulo 33 Versículo 24 al 30; Capitulo 36 Versículos 5 y 6; SALMOS: Capitulo 6 Versículo 4 y 5; Capitulo 9 Versículos 13 y 14; Capitulo 13 Versículo 3; Capitulo 16 Versículos 9 al 11; Capitulo 21 Versículo 4; Capitulo 22 Versículos 26 al 29; Capitulo 23 Versículo 6; Capitulo 28 Versículo 1; Capitulo 30 Versículos 2,3,8,9; Capitulo 31 Versículo 17; Capitulo 33 Versículos 18 y 19; Capitulo 37 Versículos 27, 28, 29;

20 Capitulo 49 Versículo 15; Capitulo 56 Versículos 12 y 13; Capitulo 71 Versículos 9, 18; Capitulo 72 Versículo 12 y 13; Capitulo 86 Versículo 13; Capitulo 88 Versículos 10,11 y 12; Capitulo 91 Versículos 1 al 16; Capitulo 103 Versículos 1, 2, 3, 4, 5, 17, 18; Capitulo 107 Versículos 13 y 14; Capitulo 113 Versículos 5, 6, 7, 8; Capitulo 116 Versículos 6, 7, 8; Capitulo 118 Versículo 16, 17 y 18; Capitulo 119 Versículo 25; Capitulo 133 Versículo 3; Capitulo 143 Versículo 7; PROVERBIOS: Capitulo 2 Versículos 16 al 22; Capitulo 3 Versículos 1,2,16,18,21,22; Capitulo 4 Versículos 10,13,20,21,22; Capitulo 5 Versículos 1 al 23; Capitulo 8 Versículos 35 y 36; Capitulo 9 Versículo 13, 14, 15, 16, 17, 18; Capitulo 10 Versículo 2, 16, 17, 21, 25, 27, 29, 30; Capitulo 11 Versículos 4, 19; Capitulo 12 Versículo 28; Capitulo 13 Versículo 14; Capitulo 14 Versículo 27; Capitulo 19 Versículo 23; Capitulo 21 Versículo 16; ECLESIASTÉS: Capitulo 9 Versículo 5; EZEQUIEL: Capitulo 18 Versículo 4, 13, 17, 21, 32; SAN LUCAS: Capitulo 20 Versículo 27 al 40; SAN JUAN: Capitulo 4 Versículos 13 y 14; Capitulo 11 Versículos 25 y 26; ROMANOS: Capitulo 6 Versículos 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14; Capitulo 8 Versículos 9 al 14; Capitulo 14 Versículos 7 al 13; APOCALIPSIS: Capitulo 21 Versículo 4

La violación de toda ley divina no puede ser sobornada ni negociada mundanamente sino solamente cumpliendo la misma. Esto nos recuerda la afirmación de Pablo en la Epístola a los Hebreos cuando dijo: “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mansilla; pero a los fornicarios (eyaculantes) y adúlteros (promiscuos) los juzgará Dios”. Con esta afirmación queda claro que la honra de un matrimonio es que sea limpio sin mancha de fornicación, sin mansillamiento de lecho o embarramiento de semen y a su vez libre de todo adulterio, de toda promiscuidad, esto es, refiriéndose a los matrimonios castos y puros de cuerpo sin macula de inmundicia de fornicación (LEVITICO: Capitulo 15 Versículos 1, 2, 31, 32, 33.); ya que en estos tiempos de degeneración humana es normal que todo matrimonio sea fornicario. En estos tiempos es común que todo matrimonio, aun manteniendo fidelidad matrimonial, sometidos a cualquier creencia religiosa, siguen comiendo del árbol de la ciencia del bien del mal, se entregan a la fornicación o concupiscencia carnal, sin que se den cuenta que de esta forma violan la Ley Biológica de la Castidad Absoluta. La violación de la Ley Biológica de la Castidad Absoluta o lo que es lo mismo eyacular o fornicar la simiente, la semilla o el semen, repercute en un agotamiento de las reservas vitales de todo el sistema endocrino, específicamente el de las gónadas sexuales, produciendo a su ves un efecto en una serie de alteraciones bioquímicas hormonales que alteran toda una serie de procesos metabólicos orgánicos, que conllevan a toda una serie de enfermedades, decrepitando orgánicamente en una forma paulatina, que nos inducen lentamente a la muerte (SANTIAGO: Capitulo 1 Versículos 12, 13, 14 y 15; 2 CORINTIOS: Capitulo 5 Versículo 10; SAN JUAN Capitulo 5 Versículos 24, 25, 26, 27, 28 y 29 ). No es de extrañarnos en ver tantas enfermedades supuestamente incurables como el sida, el cáncer, la leucemia, la artritis, lupus, etc. en estos tiempos donde el supremo placer del hombre como es la fornicación, eyaculación u orgasmo seminal animal hace estrago en la especie humana sin saber el

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hombre que en su simiente, en su semilla, en su semen se encuentra la salida, la solución, la panacea universal que cura toda enfermedad, todo mal y hasta la misma muerte por que en ella esta contenido el Don de Dios que es el Don de Vida. Nos atrevemos a afirmar que mientras el ser humano mantenga la eyaculación seminal, orgasmo o fornicación, como forma de placer carnal; su destino esta marcado a padecer cualquiera de las plagas pandémicas que en estos momentos se gestan en el crisol de la humanidad y padecer una muerte prematura (SANTIAGO Capitulo 1 Versículos 12, 13, 14,15). Si en verdad el hombre común de estos tiempos quiere librarse de esas plagas pandémicas deberá de saber aprovechar toda la potencialidad vital que contiene su propia simiente, su propia semilla, su propio semen, realimentandose endocrinicamente de sus propias secreciones hormonales sexuales y esto únicamente es posible a través de la Endocrinización de las hormonas sexuales, comiendo del árbol de la vida ( GENESIS: Capitulo 3 Versículo 22) (PROVERBIOS: Capitulo 5 Versículos 15, 16, 17, 18 y 19; SAN JUAN: Capitulo 4 Versículos 13 y 14 ) Si en verdad el hombre común quiere agradarle a Dios deberá de mantener una pureza de su cuerpo, sin derramamiento de semen, sin fornicación, sin promiscuidad y lo único que debe de hacer es adiestrarse en el sabio manejo de sus propios instintos sexuales a través de una serie de técnicas terapéuticas 100 % Endocrinas. Estas técnicas terapéuticas permiten un entrenamiento de control y equilibrio sexual tanto a los solteros como a los casados. Con respecto a los solteros les mantiene en una pureza con su propio entrenador y quien más que su propio sexo opuesto y esto puede lograrse con una serie de técnicas terapéuticas 100 % Endocrinas. Desde el momento en que el mal llamado “hombre” eyacula, excreta, fornica su simiente, su semilla, su semen, mata su único Don de Vida, el Don de Dios, mata a su Dios; matando a su vez toda posibilidad de recuperar su condición divina. Por eso no es de extrañarnos en ver que lo primero que se le muere al hombre común es el sexo y que luego se le va muriendo lentamente el resto de los órganos restantes del cuerpo hasta decrepitar hasta la ancianidad, si es que llega, por que son muchos que ya ni ese lujo se lo pueden dar. Cuando el mal llamado “hombre” eyacula, excreta, fornica su simiente, su semilla, su semen desarrolla todos los instintos animales para transformarse en un animal más de la naturaleza, con la única diferencia del raciocinio, que por cierto se encuentra decadente en estos tiempos.

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Ahora comprenderemos por que la suma importancia de conservar, guardar, mantener dentro de nosotros mismos nuestra propia simiente, semilla o semen ya que en ella se encuentran los “gérmenes divinales” de nuestro propio Dios Creador. Mientras conservemos, guardemos, mantengamos dentro de nosotros mismos nuestra propia simiente, semilla o semen tendremos la posibilidad de desarrollar los “gérmenes divinales” que nos dan la única opción de recuperar la condición divinal para lo cual fuimos creados y así poder adquirir la semejanza con nuestro Dios, hasta la posibilidad de llegar a la eternidad. En toda simiente, en toda semilla, en todo semen se encuentran los genes. En los genes se encuentran los “caracteres arquetípicos” de cada especie. Los “caracteres arquetípicos” son las características generales de cada especie que clasifican cada especie. El primer prototipo de hombre creado en el principio de la creación fue de carácter divinal ya que en su sexo se establecieron “mecanismos de conformación arquitectónica arquetípica divina”, exclusivo para la especie humana, para la captación de los principios genéticos divinales propios para la especie humana. Es por eso la superioridad de la especie humana sobre las demás especies. Cada especie tiene en su sistema de reproducción un”mecanismo de conformación arquitectónica arquetípica” que organiza, fabrica, produce los caracteres genéticos propios de cada especie. En las gónadas sexuales humanas se condensan los “gérmenes arquetípicos divinales” y que luego, de acuerdo a la disposición del sistema reproductor, se organizan, se fabrican, se producen los “caracteres arquetípicos genéticos” de la especie. En la simiente, semilla o semen humano se encuentran los “caracteres arquetípicos divinales” del verdadero “hombre divinal”. Es por eso que se condena la eyaculación seminal o fornicación en el ser humano, por que desde el momento en que es desechada la simiente, la semilla, el semen humano se desechan los “gérmenes arquetípicos divinales” que dan la opción a la creación y conformación del “hombre divino”. El hombre común se reproduce como cualquier animal de la naturaleza.

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El “hombre divino” desarrolla una forma genuina de reproducción muy especial que difiere a la eyaculación seminal o fornicación animal. La primera violación que el hombre divino cometió contra las leyes divinas de su Dios Creador fue el de haber comido del árbol de la ciencia del bien y del mal cuyo fruto prohibido estaría representado por la eyaculación seminal o fornicación. Como contraparte de la violación de la ley antes expuesta estaba representada por el “árbol de la vida” cuyo “fruto divino” estaba representado por la “realimentación hormonal sexual”, “absorción endocrina” o “Endocrinización” de la simiente, semilla o semen. Mientras que el hombre mantenga la “realimentación hormonal sexual”, “absorción endocrina” o “Endocrinización” de su propia simiente, semilla o semen mantendrá el “pacto sempiterno” o “pacto perpetuo” (ISAIAS Capitulo 24 Versículo 5, 6; PROVERBIOS Capitulo 2 Versículo 17, 18; NUMEROS Capitulo 25 Versículo 12 ) con su propio Dios Creador. Todas estas afirmaciones anteriormente expuestas en este pequeño tratado de Endocrinología Teológica o Teología Endocrinológica se han fundamentado en el “Antiguo Testamento” donde el termino utilizado para calificar, determinar a nuestro Dios Creador es a través de la palabra sagrada “Jehová” cuyo desglosamiento hebraico es “Iod He - Vau He” que significa andrógino y que esta presente en ambos sexos. Ahora con respecto al “Nuevo Testamento” se puede notar que la palabra “Jehová” no aparece y cuyo eje central doctrinario converge en una suplantación de la palabra “Jehová” por la palabra “Cristo” que viene a ser el Dios de los Cristianos pero que es lo mismo y esto queda claro en lo expresado por Pablo en la Epístola dirigida a los Gálatas que dice: GALATAS: Capitulo 3 Versículos 15 y 16: “Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y A TU SIMIENTE, LA CUAL ES CRISTO. “. Aquí podemos ver claramente la distinción que se hace en especificar enfáticamente lo que realmente es nuestra SIMIENTE, SEMILLA O SEMEN donde nos indica quien es el real y verdadero CRISTO en nosotros. El Apóstol Pablo nos expresa claramente que nuestra SIMIENTE, SEMILLA O SEMEN es el REAL Y VERDADERO CRISTO VIVO, nuestro Dios Creador.

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De todo esto podemos concluir diciendo que es lo mismo decir “Jehová” que decir “Cristo” ya que ambos se encuentran situados en la misma ubicación especifica de nuestro cuerpo, de nuestra propia naturaleza sexual por que si ya se nos ha especificado que “Jehová” nuestro Dios Creador se encuentra “en medio de nosotros mismos” ( LEVITICO: Capitulo 26 Versículos 11 Y 12; DEUTERONOMIO: Capitulo 6 Versículos 14 Y 15; DEUTERONOMIO: Capitulo 7 Versículo 21; JOSUE: Capitulo 3 Versículo 10.) y en medio de nosotros mismos esta el sexo y ahora Pablo nos hace la referencia de que nuestra SIMIENTE, SEMILLA O SEMEN es CRISTO o lo que es lo mismo que nuestro SEMEN es CRISTO, concuerda entonces tal afirmación ya que nuestra SIMIENTE o lo que es lo mismo nuestro SEMEN se encuentra “en medio de nosotros mismos”. Con esto queda todo claro del porque el hombre común ha creído en un Dios muerto, ficticio, imaginario, supuesto, idolatrizado, ilusorio, utópico que le ha alabado de boca (ISAIAS: Capitulo 29 Versículo 13, 14) pero muy lejos de el, por supuesto, por que siempre le ha mantenido fuera del cuerpo ( 1 CORINTIOS: Capitulo 6 Versículo 19, 20; 2 CORINTIOS: Capitulo 6 Versículo 16 ;), fuera de su propio templo, fuera de su propio tabernáculo (EZEQUIEL: Capitulo 37 Versículo 27), ya que lo fornica, lo eyacula porque lo han dejado, lo han desechado (JEREMIAS: Capitulo 17 Versículo 13). Interpretación de los Versículos EZEQUIEL: Capitulo 37 Versículo 27: “Estará en medio de ellos (sexo) mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”.

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¿De que manera, el hombre, rompe el pacto con Dios?

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¿De que manera, el hombre, rompe el pacto con Dios? La manera mas sencilla de cómo el hombre rompe el pacto con Dios es eyaculando, “fornicando”, desechando, excretando su simiente, su semilla, su semen. Es por eso que se prohibía al “hombre divino” de “no comer” del fruto prohibido del “árbol de la ciencia del bien y del mal” lo cual significaba “eyacular semen” (GENESIS: Capitulo 2 Versículos 16 y 17 ) esto a su vez lo corroboramos en el Pentateuco, libro de la Ley de Dios, con lo expresado en los libros: LEVITICO Capitulo 15: Versículos 1, 2 y 3 que dice: “Hablo Jehová a Moisés y a Aarón diciendo: Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo. Y esta será su inmundicia en su flujo; sea que su cuerpo destiló a causa de su flujo o que deje de destilar a causa de su flujo, él será inmundo.” Versículos 31, 32 y 33 que dice: “Así apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que esta entre ellos (el sexo es el tabernáculo de Dios). Esta es la ley para el que tiene flujo, y para el que tiene emisión de semen, viniendo a ser inmundo a causa de ello; y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere flujo, sea varón o mujer, y apara el hombre que durmiere con mujer inmunda.” NUMEROS: Capítulo 5: Versículos 1, 2 y 3 que dice: “Jehová habló a Moisés, diciendo: Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto. Así a hombres como a mujeres echaréis; fuera del campamento los echaréis, para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito.” En estos versículos podemos ver muy claramente el cuestionamiento que se le hace a la “eyaculación seminal” o “fornicación” considerado como el “pecado original” o el “pecado mortal” ya que es un acto que va contra la misma naturaleza o integridad del mismo cuerpo que lo ejecuta ((1

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CORINTIOS Capitulo 6: Versículos 18 y 19 : “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esta fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca; 1 TESALONICENSE: Capitulo 4 Versículos 2, 3 y 4: Por que ya sabéis que instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; por que el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios (excretar, desechar el semen donde esta Dios), que también nos dio su Espíritu Santo”), provocando una serie de trastornos endocrinos que en forma paulatina van a repercutir en trastornos metabólicos bioquímicos que mas tarde repercutirá como “efecto retroactivo” en el mal funcionamiento orgánico, conllevando a la enfermedad, hasta conducirnos a la muerte prematura. Recordemos que toda glándula endocrina produce hormonas donde cada una de ellas tienen una influencia específica en el funcionamiento metabólico de determinados órganos, esta influencia específica hormonal se le conoce como el “efecto diana”. Cuando una glándula endocrina comienza a fallar, automáticamente repercute su falla en los órganos sobre los cuales tiene su “efecto diana” y las gónadas sexuales no escapan de esta condición. Es importante conocer el “efecto diana” que tienen las hormonas que producen las glándulas sexuales con respecto al funcionamiento generalizado de todas las demás glándulas endocrinas no olvidando que dichas hormonas sexuales son determinantes en los “caracteres genéricos sexuales” del individuo. Ahora entendemos por que en estos tiempos hay un crecimiento exorbitante del adulterio, “homosexualismo” y “lesbianismo” y a medida que pase el tiempo se elevaran los índices, como en los tiempos de “Sodoma y Gomorra” (GENESIS: Capitulo 13 Versículo 13; Capitulo 19 Versículos 24 y 25). Mientras que el ser humano no recibe una correcta educación sexual que le permita mantener y conservar los “caracteres genéricos” que determinan su propio genero, estará propenso a una degeneración de su “carácter genérico”; y por supuesto tendrá la tendencia a aceptar las inclinaciones hacia el “homosexualismo y lesbianismo”. Por eso no es de extrañarnos en ver en muchos individuos, el haber tenido sus experiencias homosexualcitas y lesbianistas en la formación de su propio desarrollo sexual.

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Si las hormonas sexuales son determinantes para definir el “genero” de cualquier individuo ahora entendemos por que razón el ser humano común y corriente mientras mas eyacule su semen elimina la única posibilidad de “reafirmar su genero” perdiendo de esta manera la oportunidad de asimilar sus propias secreciones hormonales sexuales de su propio genero, invirtiendo de esta manera su genero, esto quiere decir que el macho mientras mas eyacula su semen menos macho se hace, perdiendo la masculinidad en todas sus manifestaciones e igualmente sucede con la hembra, mientras mas orgasmos padezca menos femenina se hace, haciendo cada vez mas débil a su “propio genero”, transformando de esta manera su propia simiente en una simiente degenerada, procreando especimenes degenerados. Ahora bien, si ya se nos ha dicho, que “en medio de nosotros esta nuestro Dios Jehová”, y en medio de nosotros esta el sexo y en el sexo esta nuestra simiente, nuestra semilla, nuestro semen, que es “la fuente de nuestra propia vida”; como suprema manifestación del “Dios Vivo”, del “Dios Real y Verdadero”; con entera razón vemos la lógica del por que el “mandato divino” prohibía, prohíbe y prohibirá al hombre eyacular su semen. Existen dos razones lógicas de peso porque se prohibía, prohíbe y prohibirá la eyaculación seminal o fornicación en el hombre natural. “En su primera instancia, desde el momento en que el hombre natural o mejor dicho desnaturalizado, eyacula o fornica su simiente, su semilla, su semen estará desechando, excretando, eliminando “la fuente de su propia vida”, a su “propio Dios Creador”, el “Generador de su vida” ( JEREMIAS: Capitulo 17 Versículo 13 y 14). Mientras que el hombre natural o desnaturalizado, mantenga esa condición eyaculánte, excretánte, fornicaria estará “dejando”, desechando, matando, eliminando constantemente a su propio “Generador de vida” que es el “único” que puede darle la posibilidad de “sanarle”, de toda enfermedad (DEUTERONOMIO Capitulo 7 Versículo 15) y hasta “salvarle” de la misma muerte (DEUTERONOMIO: Capitulo 6 Versículo 24; ISAIAS: Capitulo 25 Versículo 8 y 9; Capitulo 28 Versículo 18; HABACUC: Capitulo 1 Versículo 12; SAN JUAN: Capitulo 3 Versículo 16; Capitulo 4 Versículos 13 y 14; Capitulo 5 Versículos 39 y 40; Capitulo 6 Versículos 53, 54, 55, 56, 57 y 58; APOCALIPSIS: Capitulo 21 Versículo 4; 6 y 7, Capitulo 22 Versículo 17; SANTIAGO: Capitulo 1 Versículo 12, 13, 14 y 15; HEBREOS: Capitulo 12 Versículos 5, 6, 7, 8 y 9; 2 CORINTIOS: Capitulo 1 Versículo 9 y 10; Capitulo 5 Versículo 14; 1 CORINTIOS: Capitulo 15 Versículos 12, 13, 14, 15, 16, 17; 26; , 53, 54, 55, 56, 57 y 58; ROMANOS: Capitulo 8 Versiculo11 )

ya que nuestra simiente, semilla o semen tiene el poder de habernos dado la vida por tanto también podrá “regenerar” la vida que ha generado y mantenerla viva por siempre.”

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“Y como segunda instancia podemos afirmar que el hombre natural o desnaturalizado, desde el momento en que eyacula o fornica su simiente, semilla o semen pierde toda posibilidad de asimilar la imagen y semejanza de su propio Dios Creador; no olvidando que en su propia simiente, semilla o semen se encuentra el germen divino de su propio Dios Creador representado por el todo el potencial hormonal, bien sea masculino en el macho o femenino en la hembra, que define su propio sexo. Esta condición esta definida para ambos sexos.” El simple hecho de que se nos prohíba la “eyaculación o fornicación seminal” (LEVITICO: Capitulo 15 Versículos 1, 2, 3, 16, 17, 18, 31, 32, 33; NUMEROS: Capitulo 5 Versículo 1, 2, 3 ) se debe simplemente al cumplimiento de una Ley Biológica para mantener el equilibrio biológico integral y que el ser humano, al cumplirla, se beneficiara de ella. No olvidemos que toda Ley “Bio-lógica”, como la palabra lo indica, “Bio” que significa “vida” y “lógica” exactitud natural, representa una acción “lógica” exacta natural para conservar la vida. Si la SUSTANCIA SEMINAL, como el EXTRACTO VITAL más poderoso producido por el cuerpo humano, tiene el poder de generar vida, cuanto mas tendrá el poder de regenerar la misma vida que ha generado. Con este postulado estamos planteando la lógica fundamental del por que la prohibición de la “eyaculación o fornicación seminal” como una acción nociva, anti-biológica, en contra de si mismo y en contra de su propia naturaleza biológica humana. Si la SUSTANCIA SEMINAL es una fuente de vida genuina, original, que nos ha permitido venir a la vida, dándonos la vida y la eliminamos de nuestro cuerpo, le estamos negando a nuestro cuerpo las posibilidades de asimilar y conservar esa fuente de vida genuina y original. La misma fuente de vida que nos genero la vida (SUSTANCIA SEMINAL), esa misma fuente de vida nos dará la posibilidad de mantener con vida nuestra propia vida y regenerarla continuamente por siempre. Si somos un cuerpo que ha sido “generado” de semen o SUSTANCIA SEMINAL, entonces somos semen o SUSTANCIA SEMINAL transformada en tejidos. Cada tejido de nuestro cuerpo es semen o SUSTANCIA SEMINAL transformada. Podríamos decir que la materia prima utilizada para la creación de toda nuestra integridad esta contenida en la SUSTANCIA SEMINAL.

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Cualquier deformación de cualquiera de los tejidos de nuestro cuerpo solamente podrá ser reparado con el mismo material o MATERIA PRIMA del cual fue generado. La razón mas predominante del por que el ser humano cada vez degenera mas, en todos sus aspectos, se debe al simple hecho de que su propio cuerpo elimina, eyacula, fornica el EXTRACTO VITAL mas idóneo, empático, resonante, compatible con nuestra constitución bioquímica orgánica, el cual contiene la IMAGEN Y SEMEJANZA de nuestra propia creación. Nuestra SUSTANCIA SEMINAL o EXTRACTO VITAL es la mas ORIGINAL y GENUINA SUSTANCIA única EN TODO EL UNIVERSO que contiene la “materia prima” con la cual se elabora la especie humana, ya que es la “única fuente viva” que puede generar vida humana y regenerarla a la vez. Para que el ser humano pueda darse el lujo de prolongar su vida, no decrepitando, tampoco degenerando, sino “auto regenerándose”, “auto restaurándose biológicamente” es a través de la “realimentación hormonal endocrina” o “Endocrinización” que le ofrece, en forma UNICA, su propia SUSTANCIA SEMINAL, como el único mecanismo natural genuino, original, obvio, empático, resonante, compatible, inaplazable, impostergable, ineludible vital para la restauración continua de sus propios tejidos. No olvidemos que la SUSTANCIAS SEMINAL esta constituida, en gran parte, por hormonas. Mientras que el ser humano no reciba la “realimentación hormonal endocrina” o “Endocrinización” de sus propias secreciones hormonales sexuales, la degeneración de su cuerpo será inevitable. Donde se ha visto que un ser humano se regenere orgánicamente mientras mas derrame, eyacule, fornique su SUSTANCIA SEMINAL. El ser humano común y corriente necesita implementar un mecanismo natural, funcional de sus gónadas sexuales que le permita desarrollar 100 % la “función endocrina”, propiamente dicha, de sus gónadas sexuales, ya que desde el momento de su desarrollo sexual el mecanismo que asume sus gónadas sexuales es 100% “función exocrina” ya que lo único que busca el ser humano después de haberse desarrollado sexualmente es eyacular, excretar, eliminar, expulsar, fornicar sus propias secreciones hormonales sexuales cada vez que tiene llenas sus gónadas sexuales, bien sea masturbándose, fornicando con prostitutas o aventureros, fornicando con la novia o el novio, fornicando con su esposa o su esposo ( HEBREOS Capitulo 13 Versículo 4).

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Podríamos decir que la Sagrada Biblia es todo un tratado de Endocrinología Pura que nos enseña a como el ser humano común y corriente puede lograr desarrollar su propia restauración, regeneración, autocuración de su propio cuerpo a través de la “Endocrinización” de sus propias secreciones hormonales sexuales, “reabsorbiendo” las hormonas contenidas en su propia sustancia seminal, que es la SUSTANCIA o EXTRACTO VITAL mas poderosa que pueda producir la naturaleza humana, su mismo cuerpo. Ahora comprenderemos el por que se cuestionaba fuertemente la “fornicación” o “eyaculación seminal” como la forma determinante del sexo degenerante que conduce al ser humano a desprenderse de su propio Dios creador. Esto lo podemos notar en el hincapié que muchos de los profetas hicieron en sus tiempos advirtiendo a las futuras generaciones de cual seria su destino si no se arrepintiesen de tal acto impuro, de sus propias iniquidades y si continuasen sumergidos en el mismo. Lo anteriormente expuesto lo podemos corroborar en los siguientes libros proféticos: EZEQUIEL: Capitulo Versículos 6

9

16

15, 16, 17, 22, 25, 26, 28, 29, 33, 34, 36

20

30

23

3, 5, 7, 8, 11, 14, 17, 18, 19, 27, 29, 30, 35, 37,

43

7, 9

OSEAS: Capitulo

Versículo

1

2

2

2, 4, 5

3

3

4

10, 11, 12, 13, 14, 15, 18

5

3, 4

6

10

AMÓS Capitulo 7

Versículo 17

32

ISAIAS: Capitulo 57

Versículo 3

En cada uno de estos versículos podemos notar el cuestionamiento que se le hacia a la “eyaculación seminal o fornicación” como el acto mas aberrante contra Dios ya que es la forma de “romper el pacto sempiterno” ( OSEAS: Capitulo 8 Versículo 1; JEREMIAS: Capitulo 11 Versículo 3; EZEQUIEL: Capitulo 16 Versículo 58-63; Capitulo 17 Versículo 16; NUMEROS Capitulo 25 Versículo 12; NEHEMIAS Capitulo 9 Versículo 32; ISAIAS Capitulo 24 Versículo 5; PROVERBIO: Capitulo 2 Versículo 17.).

Podríamos decir que la Santa Biblia es un gran tratado de Endocrinología Pura y un Manual de Principios de Alta Moral donde podemos notar el cuestionamiento continuo que en todos sus libros se le hace en forma radical contra el asqueante y repugnante vicio animal de la “fornicación” o lo que es lo mismo la “eyaculación seminal”, como el acto mas execrable que pueda cometer el ser humano común y corriente contra su misma naturaleza biológica humana (1 CORINTIOS Capitulo 6 Versículos 13 : “Pero el cuerpo no es para la fornicación,”; Versículos 18 y 19 : “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esta fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.” Por eso es que el hombre desde el momento en que “comió” del “árbol de la ciencia del bien y del mal” o mejor dicho desde el momento en que comenzó a “eyacular o fornicar semen” rompió el “pacto sempiterno” con su propio Dios Creador y lo sigue haciendo hasta los actuales momentos. Mientras el hombre común y corriente mantenga el “pacto roto”, con su propio Dios Creador, “eyaculando o fornicando su semen” no podrá librarse de las enfermedades y menos de la muerte. Por esta razón los males del hombre han crecido desmedidamente en forma infranqueable. Mientras que el ser humano común y corriente no renuncie a la “eyaculación seminal” no podrá librarse de todas las enfermedades y de todos sus males, así invente todas las formas artificiosas de cómo subsanarlas. Para que el ser humano pueda librarse de todas las enfermedades que le agobian lo único que necesita es saber “Endocrinizar” sus propias secreciones hormonales sexuales ya que allí se encuentra su “manantial de aguas vivas” (JEREMIAS: Capitulo 17 Versículo 13), su propia “fuente del agua de la vida” (APOCALIPSIS: Capitulo 21 Versículo 6), su propia “fuente restauradora”, su propia “fuente regeneradora”, la “fuente de la eterna juventud”.

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El ser humano enfermizo de estos tiempos modernos esta sometido al consumo de una serie de artificios como pastillas, drogas, ampolletas, quimioterapias, radioterapias etc., en búsqueda de una solución a sus propios males sin saber que en su propia naturaleza biológica, en su propio cuerpo produce el elemento fundamental del cual fue elaborado su propio cuerpo y ese elemento es la SUSTANCIA SEMINAL, el EXTRACTO VITAL mas poderoso que pueda producir orgánicamente el cuerpo humano ya que tiene el poder de dar vida y por lo tanto tiene el poder de regenerar la vida que ella misma ha generado. La SUSTANCIA SEMINAL es la única SUSTANCIA VITAL que puede darle al hombre la posibilidad de eliminar todo tipo de enfermedad cualquiera fuere su índole. Lo único que necesita el ser humano es saber como asimilar el PODER VITAL que contienen las hormonas de la SUSTANCIA SEMINAL de sus propias gónadas sexuales ya que ella contiene la MATERIA PRIMA RESTAURADORA de la cual fue elaborado su propio cuerpo. No existe otra forma más eficaz contra los males del hombre que el someterse a “comer” del “árbol de la vida” o lo que es lo mismo “realimentarse” de sus propias secreciones hormonales sexuales, saber “Endocrinizar” sus propias hormonas sexuales. Esta afirmación la podemos ver representada en PROVERBIOS: Capitulo 5 Versículos 15, 16, 17 y 18 cuando nos dice en forma de parábola “Bebe el agua de tu misma cisterna y los raudales de tu propio pozo”, podemos notar la orientación que se nos da al indicarnos “beber el agua” o mejor dicho “endocrinizar” nuestras propias hormonas sexuales contenidas en nuestras propias aguas seminales y almacenadas en nuestra “misma cisterna” o mejor dicho nuestras propias gónadas sexuales. Es importante hacer resaltar la palabra “cisterna” la cual indica un recipiente donde se almacena agua, entonces podríamos decir que esta palabra hace alusión a las gónadas sexuales que “guardan” nuestras propias aguas seminales. Podemos notar, igualmente, en el libro de JEREMIAS: Capitulo 2 Versículo 13 cuando aludiéndose a si mismo se dice llamar “fuente de agua viva” cuando nos dice “dejáronme a mi, fuente de agua viva, para cavar para si cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas”. En este versículo podemos notar igualmente la palabra “cisterna” la cual alude a las gónadas sexuales dañadas que no pueden retener las aguas seminales. Refiriéndonos a las aguas seminales, podemos notar igualmente, la expresión en el mismo libro de JEREMIAS Capitulo 17 Versículo 13 cuando nos dice: “porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.”. Aquí vemos

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que el manantial de aguas vivas es Jehová nuestro Dios, representado por nuestras propias agua seminales, nuestro propio semen ( GALATAS Capitulo 3 Versículo 16) y el cual se encuentra en “medio de nosotros” ( Deuteronomio Capitulo 6 Versículo 15 Deuteronomio Capitulo 7 Versículo 21; JOSUE Capitulo 3 Versículo 10 ), lo que indica claramente que el medio de nosotros es el sexo y que es el único que puede sanarnos y salvarnos como esta afirmado en JEREMIAS: Capitulo 17 Versículo 14. Así que con esta afirmación queda claro que la única fuente de sanación y salvación verdadera se encuentra en nuestras propias gónadas sexuales, en nuestras propias aguas seminales, en nuestras propias aguas vivas, en nuestro propio Dios Jehová que se encuentra vivo en nuestra propia simiente viva de nuestro propio semen vivo. CONCLUSIÓN El acto más determinante para la vida y para la muerte del hombre es el acto sexual. Nos atrevemos a afirmar en forma enfática que el hombre nace del sexo y se muere por el sexo. En el hombre común, en su principio, su propia vida se inicia por un simple acto sexual y pudiésemos decir que el mismo es determinante para la creación de una nueva vida. Lamentablemente el hombre, desde el momento en que comienza su desarrollo sexual comienza a animalizarse desde el momento en que rompe con el orden de su propia naturaleza sexual derrochando toda la potencialidad de vida que contiene sus propias secreciones hormonales sexuales de la cual se origino su propia vida, transforma el acto sexual mas sagrado para la vida en un acto propicio para la muerte por el simple hecho que comienza a matar la fuente de vida que de el emana. Si en verdad el hombre supiese manejar el poder de vida que el acto sexual contiene en vez de matarse a si mismo, matando el poder de vida de su propia naturaleza sexual, se daría vida continua. En el sexo se encuentra la redención del hombre ya que en el se encuentra su único Salvador (1 Timoteo Capitulo 4 Versículo 10) que es el Dios Viviente que esta en medio de si (Josué: Capitulo 3 Versículo 10) que es su semen (Gálatas: Capitulo 3 Versículo 16).