PASO 3 MANUAL DE PROTOCOLO MEPRESARIAL

PASO 3- MANUAL DE PROTOCOLO EMPRESARIAL: DISEÑAR UN MANUAL DE PROTOCOLO EMPRESARIAL. PRESENTADO POR LILIA FLOR VELÁZQUE

Views 34 Downloads 0 File size 355KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

PASO 3- MANUAL DE PROTOCOLO EMPRESARIAL: DISEÑAR UN MANUAL DE PROTOCOLO EMPRESARIAL.

PRESENTADO POR LILIA FLOR VELÁZQUEZ VALENCIA: 59675622  NEISY FERNANDA TENORIO: SORAYA PATRICIA SALAZAR: 959683584

CÓDIGO DE GRUPO- 80007_162

TUTORA CATHERINE VALENCIA

CURSO PROTOCOLO UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA “UNAD” ESCUELA DE CIENCIAS ADMINITRATIVAS, CONTABLES Y DE NEGOCIOS 28 DE NOVIEMBRE DE 2019

INTRODUCCION

OBJETIVOS

Objetivos específicos 

Identificar los conceptos básicos, el conjunto de reglas, conductas y normas para la construcción de un manual de protocolo empresarial y la creación de su marca propia.

Objetivos específicos

MAPA MENTAL

-

Notas acerca del protocolo (origen, definición, uso)

ORIGEN: siglo XVIII antes de Cristo. De esta fecha data el que se considera como el primer manual escrito sobre normas protocolarias, el llamado Código de Hammurabi (que recibe este

nombre

por

el

nombre

del

entonces

Rey

de

Babilonia:

Hammurabi.

Esteban Lario, J. (2014). El código se conserva actualmente en el Museo del Louvre en París– recoge por escrito diversas normas de comportamiento cívico y social de los habitantes del reino de Babilonia, tanto de los llamados “ciudadanos” –personas libres– como de los denominados “no ciudadanos”, es decir, de los esclavos. El autor del Código de Hammurabi puso por escrito tanto las normas básicas de comportamiento de los funcionarios, como la ceremonia a seguir durante los actos de coronación del rey de Babilonia. En este Código, además, encontramos el reconocimiento de los profesionales que se dedicarán a las relaciones protocolarias del texto, los llamados funcionarios de protocolo: “Pongan el mayor cuidado en realizar bien y de un modo justo las ceremonias del reino, porque esto contribuye a la felicidad, prosperidad y paz de todos los súbditos“. “Guarda silencio porque es un don del que han de venirte muchos bienes”. Otro de los hitos fundamentales en la historia de los orígenes del protocolo lo encontramos en el antiguo y misterioso Egipto y sus todopoderosos faraones. Si hay una sociedad que ha dado verdadera importancia a los símbolos, signos y gestos del poder es, sin el origen del protocolo oficial en España en el siglo XVI, en concreto en el año 1548 cuando la corte de Felipe II adoptó las normas, usos y costumbres de la Casa de Borgoña. Normas de precedencia, etiqueta en actos oficiales, tratamientos, etc., que han llega-do, más o menos

intactas, hasta hoy mismo, hasta nuestro tecnológico siglo XXI. Esteban Lario, J. (2014, p. 26). DEFINICION: El término “protocolo” proviene del término latino “protocollum” que, a su vez, proviene del griego clásico “protokollon” (πρωτόκολλον). Ambos términos hacen referencia a la primera hoja o tapa, encolada, de un manuscrito importante con notas sobre su contenido. Hoy en día encontramos múltiples definiciones para el término protocolo, veamos a continuación las más importantes. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) re-coge cuatro acepciones para el término “protocolo”: 1. m. Serie ordenada de escrituras matrices y otros documentos que un notario o escribano autoriza y custodia con ciertas formalidades.2. m. Acta o cuaderno de actas relativas a un acuerdo, conferencia o congreso diplomático.3. m. Regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre.4. m. Plan escrito y detallado de un experimento científico, un ensayo clínico o una actuación médica. Partiendo de estas definiciones generales de la Real Academia de la Lengua Española, innumerables autores han desarrollado diferentes definiciones para intentar explicar qué es, exactamente el protocolo, por ejemplo, José Antonio de Urbina (1944) apunta que el “Protocolo es aquella disciplina que con realismo, técnica y arte (pues tiene las tres cosas) determina las estructuras o formas bajo las cuales se realiza una obra humana importante” (p.29). para la autora María Soledad Muñoz Boda, en su obra Protocolo y Relaciones Públicas, apunta que “el protocolo es una disciplina que regula el comportamiento humano, las relaciones, el orden, la jerarquía, las normas, usos y costumbres a seguir en un acto para su correcta realización, proyectando una imagen pública en la sociedad” (p 11). De todas las acepciones consultadas la más acertada desde nuestro punto de vista

corresponde a la localizada en la tercera edición del imprescindible libro Honores y Protocolo de Francisco López Nieto y Malló. López Nieto (2006) distingue magistralmente el protocolo y las distintas normas que lo rigen y nos ofrece varias definiciones entre las que destacamos: “El protocolo es una actividad, un quehacer, un acto o sucesión de actos y estos actos pueden estar sujetos a las normas de protocolo que dicte el poder público o que se dé a sí misma la entidad organizadora”. (p.24). “El protocolo es el conjunto de normas que regulan la preparación, organización y celebración de determinados actos sociales que necesitan ir revestidos de ciertos requisitos o formalidades, así como las circunstancias que acompañan a las personas que en ellos intervienen”. (p. 27, en nota). López Nieto nos advierte en su obra del error en que incurrimos a menudo cuando confundimos el protocolo con las relaciones públicas. Según este autor, ambos términos no deben interpretarse como sinónimos ya que son, por su propio origen, completamente diferentes. El proto-colo tiene su origen en los actos y reuniones oficiales, las relaciones públicas, por su parte, surgen como una forma de cubrir unas necesidades empresariales concretas y bien definidas. La definición de López Nieto de la acepción “relaciones públicas” es muy clara: “Es un conjunto de actividades dirigidas a conseguir la adhesión y el diálogo entre la Administración y el administrado, o entre una entidad o empresa, y las personas con las que mantenga o pueda mantener relaciones”. (p. 25).Para terminar este apartado nos gustaría anotar una interesante reflexión de López Nieto: “Las normas de protocolo obedecen todas, directa o indirectamente, a un mismo fundamento, esto es, a la desigualdad de los hombres” (p. 39). Es decir: el protocolo surge y se perfecciona para regular las relaciones personales, sociales e institucionales entre personas, organismos y entidades diferentes y, por ello, desiguales. Tras el estudio de los diversos autores, opiniones, co-rrientes y tendencias,

podríamos concluir que, en nuestra opinión el protocolo es un mapa de ruta. Hablamos de un conjunto de normas básicas que rigen las relaciones inter-personales con un objetivo muy concreto: el de garantizar una comunicación fluida, una relación bien jerarquizada y normalizada para evitar los lógicos malentendidos que pueden surgir entre personas y países de diferentes culturas. Esta reflexión nos lleva al tercer apartado de nuestro primer capítulo: la utilidad e importancia del protocolo.

UTILIDAD E IMPORTANCIA Como hemos observado en los dos apartados anteriores, el protocolo surge como una necesidad de normalizar las relaciones interpersonales dentro de un grupo determinado (reparto de tareas, surgimiento del líder del clan, necesidad de supervivencia). A un nivel más amplio y de forma progresiva, el protocolo crea un marco reconocido y reconocible de normas comunes para gestionar las correctas relaciones entre organizaciones, instituciones, regiones o estados. Desde este punto de vista podríamos afirmar que el protocolo es un excelente instrumento de comunicación, una herramienta útil por la que tanto personas como entidades manejan unas normas de comportamiento y actuación comunes. Desde esta perspectiva, entenderíamos las normas protocolarias (ver “Figura 1.1.”) como el lenguaje común compartido por personas y sociedades de culturas diferentes. Un punto de convergencia útil para limar los escollos comunicativos entre personas, entidades, empresas; organizaciones que, por su idiosincrasia, orígenes e historia particular, entienden la vida, los negocios y las relaciones personales desde su propio y particular punto de vista. Pero ¿por qué motivo las personas, empresas o Estados desean comunicarse en un lenguaje común? Por una razón muy obvia: para satisfacer una necesidad concreta actual o futura. Desde el punto

de vista del Protocolo como herramienta necesaria para obtener algo concreto, vemos que las normas de cortesía y etiqueta comunes buscan agradar, complacer al interlocutor, sea este una persona, sea una empresa, un estado, una región o una Organización. Las normas protocolarias pretenden, en definitiva, ganar la voluntad del otro y conseguir así un bien, servicio,

acuerdo

o

negocio

concreto.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, podríamos afirmar que el protocolo es una disciplina y un arte con tres fines principales muy determinados: a) Evitar problemas. b) Asegurar la correcta convivencia entre las personas, sus empresas, organizaciones y Estados. c) Agradar a personas, instituciones o empresas con el fin de obtener un determinado bien tangible o intangible. Si tomamos como ciertos los conceptos y reflexiones anteriores, no podemos dudar de la eficacia y utilidad de las normas y usos protocolarios. Desde una perspectiva histórica vemos como el surgimiento del protocolo fue fundamental para la evolución del ser humano y sus comunidades: garantizó la correcta convivencia de los clanes y tribus, consolidó a sus líderes, propició el surgimiento de comunidades estables, favoreció el comercio y los acuerdos, etc. A nivel institucional, el protocolo creó y consolidó reinados y naciones y evitó o acortó sangrientas guerras. Por último, a nivel empresarial y de negocios el tema que nos ocupa las normas protocolarias han impulsado mercados, abierto expectativas comerciales, democratizado bienes y servicios y, por qué no, ayudado a crear el sistema económico global que conocemos hoy en día. En pleno siglo XXI el protocolo no ha perdido ni un ápice de su fuerza e importancia. Vivimos en un mundo completamente interconectado y globalizado. La irrupción imparable de Internet en la última década del siglo XX rompió fronteras, abrió mercados, interconectó a

millares de personas y empresas de todos los rincones del mundo. La evolución de las tecnologías de la información y la comunicación promovió una auténtica revolución comercial y de negocios. Empresas de todos los países vieron cómo mi les de consumidores extranjeros demandaban sus productos o servicios. Pero ¿cómo “hacer negocios” con personas o em-presas tan diferentes culturalmente hablando? ¿Cuáles eran las normas comunes que se debían respetar en ese escenario global? La respuesta fue clara: las normas de protocolo. En resumen y teniendo en cuenta las premisas mencionadas, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el protocolo es un excelente instrumento de comunicación empresarial. Un amplio código de conducta que facilita a empresas y profesionales el acceso a un mercado que, aun siendo global, es completamente diferente en cuanto a su historia, cultura, usos y costumbres. El protocolo se con-forma así, como una herramienta fundamental para abrir, consolidar y ampliar las relaciones comerciales de una em-presa con sus

competidores

y

clientes,

con

su

mercado.

Tipos de protocolo “El protocolo es la última barrera contra la mala educación”. Rainiero de Mónaco La mayoría de las personas legas en esta materia opinan que el protocolo queda restringido al ámbito estatal y administrativo. A la mayor parte de la ciudadanía el término “protocolo” le hace evocar bodas reales, fastuosos banquetes de Estado, himnos, banderas o trajes de gala. Nada más lejos de la realidad. El protocolo actual abarca prácticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana de personas, empresas, organizaciones y naciones. La ceremonia de entrega de unas medallas olímpicas, los detalles de empresa en la época de Navidad, el desayuno empresarial con aliados comerciales de otro país o una simple reunión entre socios respetan unas normas protocolarias determinadas, unos usos y costumbres que es preciso conocer y

manejar

para

alcanzar

los

objetivos

que

tengamos

previstos.

LarioSiendo el protocolo una disciplina compleja, podemos abordar su estudio a partir de dos criterios:a. La naturaleza de su función (por su objetivo). b. El colectivo al que va dirigido.En cuanto a la naturaleza de su función distinguiremos:— Protocolo estructural: el protocolo encargado de estructurar el acto o evento, de organizar la parte material del mismo. Sería, por ejemplo, la elección de un restaurante determinado para un banquete o la disposición de banderas en un acto deportivo. — Protocolo de gestión: la parte humana del protoco-lo, las tareas concretas llevadas a cabo por las per-sonas que se encargan de que la estructuración del evento o acto sea correcta. Algunos ejemplos sim-ples serían la redacción de un discurso para un acto o el envío de invitaciones para asistir a un evento. — Protocolo de asesoramiento personal: las acciones o gestiones que buscan atender a una o varias personas dentro de un evento protocolario. La asignación de guardaespaldas o de un intérprete profesional serían ejemplos válidos de este tipo de protocolo. En cuanto al colectivo al que va dirigido o a las áreas en las que actúa distinguimos varios tipos de protocolo:

oficial,

deportivo,

religioso,

social,

empresarial,

etc.

euronias de apertura y clausura, discursos de bienvenida, entrega de medallas, disposición de los palcos, etc.). — Protocolo Religioso o Eclesiástico: aquel regido por normas que articulan los actos y las celebraciones litúrgicas de una religión determinada. — Protocolo Social: Es aquel regido por las normas de conducta determinadas por los usos y costumbres concretos de un país o de una sociedad. — Protocolo Empresarial: aquel regido por normas y reglas sociales y formales que deben cumplirse tanto en el seno de una empresa como en la relación de estas con otras

(competidores, aliados, socios comerciales).Los dos últimos tipos de protocolo mencionados –social

y

empresarial–

los

veremos

en

detalle

en

los

siguientes

apartados.

1.5. Usos y costumbres “Más importa dar a los hombres buenas costumbres que leyes y tribunales”. Conde de Mirabeau A pesar de que cada pueblo, sociedad y cultura tienen unas normas de protocolo particulares, es preciso señalar que hay ciertos usos y costumbres comunes a los países objeto del presente trabajo. El fenómeno de la globalización y el avance de las tecnologías de la información y la comunicación han propiciado que se extiendan y normalicen cie-tos usos y costumbres que son aceptados en prácticamente todos los países del mundo, especialmente en los países del entorno de la Unión Europea. Como afirma López Nieto (2006), el uso y las costum-bres tradicionales de los pueblos son fundamentales para el protocolo ya que: “(...) la costumbre

ha

acompañado

— 38 —Jesús Esteban Lariosiempre a la vida del hombre de tal forma que ésta no se concibe sin ella y porque nace espontáneamente sin que nadie la imponga. (...) La costumbre representa el modo espontáneo, natural, inconsciente, informal, contrapuesto al reflejo, artificial, consciente, formal.” (p.55).En nuestra cultura europea occidental podríamos de-cir que las normas sociales atienden, en general, a cuatro criterios fundamentales:1. EdadLas personas de mayor edad prevalecen siempre sobre las personas más jóvenes.2. Sexo En nuestra cultura europea, excepto excepciones, el sexo femenino precede al masculino. Como apunta López Nieto (2006): “(...) el sexo ha sido y sigue siendo condición determinante de ciertas normas de etiqueta”. 3. Estado civilHasta el siglo XX tenían precedencia las personas casadas a las solteras. En este convulso siglo XXI habrá que tener en cuenta los usos y

costumbres

tradicionales

de

cada

país.

Parentesco Cuanto más cercano sea el grado de parentesco, mayor precedencia tendrá una persona. Este factor es relevante en los actos sociales familiares, por lo que es importante recordarlo en el caso de que entablemos relaciones comerciales con empresas de estructura familiar. La edad, el sexo, el estado civil y el parentesco se ven apoyados por otros criterios que denominaríamos comple- mentarios y que se refieren a la trayectoria personal o profesional de las personas con las que interactuaremos, por ejemplo:— Títulos o condecoracionesEn prácticamente todos los países hay personas que han sido distinguidas por los diferentes premios honorífi-cos con los que los poderes públicos distinguen a sus ciuda-danos (un título nobiliario, una medalla, etc.). — Cargo profesionalEs importante tener en cuenta la función y el nivel o categoría que ocupan las personas en las empresas, las organizaciones y las administraciones estatales o territoriales. No debemos olvidar, tampoco, que en casi todas las nacio-nes europeas ciertas profesiones liberales están altamente valoradas (pintores, escultores, etc.). De todas formas, y como bien señala López Nieto:En nuestro siglo los usos sociales no sólo han cambia-do sino que plantean la necesidad de introducir nuevas maneras que vienen impuestas por nuevos modos de vida, por las relaciones en los negocios, por la aparición de otras escalas de valores, por el cambio experimenta-do en la familia y el papel de la mujer en la sociedad. (López Nieto y Malló. 2006,

. El protocolo social en los negocios

p.59)..

«Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia.» Marco Tulio Cicerón El mundo empresarial actual está tan globalizado que la tarea de unificar los usos, costumbres y normas protoco larias de los diferentes países del mundo es prácticamente una misión imposible. De esta forma, la mejor manera de iniciar y mantener unas relaciones empresariales a nivel in-ternacional es utilizando el sentido común: Allá donde fueres, haz lo que vieres. Esta quizás sería la norma por excelencia en cuanto al protocolo multicultu-ral. La explicación y asimilación total de los matices de las costumbres, ritos y protocolos aplicados en cada cultura es tan compleja y difícil de explicar que el mejor consejo de todos es dejarnos llevar por las circunstancias e imitar a nuestros interlocutores – sean anfitriones o invitados– en sus gestos y maneras de proceder. (Fernández Souto, Bernácer, Castellanos y Romero, 2010, p.29).1.6.1. Presentaciones y saludosEn todas las culturas la cortesía más básica obliga a pre-sentar a una persona cuando se integra a un grupo confor-mado por personas que no conoce o que no es conocida por ellos. Hablamos de la presentación.La RAE define “presentación” como:(Del lat. praesentatĭo, -ōnis).1. f. Acción y efecto de presentar o presentarse.Y define “presentar” como:(Del lat. praesentāre)6. tr. Introducir a alguien en la casa o en el trato de otra persona, a veces recomendándole personalmente.La presentación es fundamental en materia de proto-colo social y empresarial. Es la primera impresión que cau-sará la persona presentada ante otra persona o grupo y, no lo olvidemos, en todas las culturas la primera impresión es siempre fundamental. En general, nos

ceñiremos

a

las

siguientes

normas

Sexo: en igualdad de condiciones –edad, paren-tesco o posición social por ejemplo– el hombre es presentado a la mujer.2. Edad: entre dos personas del mismo sexo e igual-dad de

condiciones, la persona más joven será presentada a la persona de mayor edad.3. Rango: cuando hay diferencia de rango, la perso-na de categoría inferior será presentada a la persona con un rango profesional superior. 4. Entre dos personas de sexo, edad y rango similares, será presentada la persona que llega.Como decimos, la presentación es un acto muy importante que marca un punto de partida en importantes relaciones sociales y empresariales. Así, cuando dudemos, podemos recordar la siguiente frase de Carmen Soto Díez que leemos en su obra Saber estar: guía práctica de buenas maneras: “La persona de más categoría ha de ser la primera en enterarse de quién tiene delante” (p.99).Además de estas normas básicas –y ante cualquier duda– haremos caso de nuestro propio sentido común. Por ejem-plo, Soto Díez señala como obvio que “cuando una persona es una alta personalidad, ya se sabe quién es y no necesita presentación, únicamente se le presentan las demás perso-nas” (p. 100) También es muy sensato el siguiente consejo de la autora: si en una presentación no comprendemos bien el nombre de nuestro interlocutor, es muy sensato disculpar-nos y volver a preguntárselo. En nuestra cultura europea, no recordar el nombre de una persona (sobre todo si se con-sidera de nivel superior por cualquier motivo) denota falta de interés por el interlocutor y por los negocios o relaciones que se quieran iniciar. La presentación es, así, más

importan-te

de

lo

que

en

principio

pudiera

parecer.

1.6.2. El saludo La forma más correcta de saludar varía en función de los países (lo veremos en detalle en los siguientes aparta-dos), pero es útil conocer las siguientes normas prácticas El saludo más habitual en el mundo de los negocios es el apretón de manos. Este debe ser firme, pero no brusco ni fuerte, tampoco debe ser excesivamente corto ni pro-longarse indefinidamente en el tiempo. No se considera correcto agitar la mano vehementemente

arriba y abajo ni acompañar el apretón de manos con golpes amistosos en la espalda. Normalmente estrecharemos la mano derecha manteniendo la izquierda paralela a nuestro cuerpo, pero sin rigidez, con la mayor naturalidad posible. Si la persona a la que saludamos no puede estrecharnos la mano dere-cha (por alguna lesión o falta del miembro) ofreceremos nuestra mano izquierda y dejaremos la derecha a nuestro costado. Mientras dura el saludo miraremos a nuestro interlo-cutor directamente a los ojos, apartar la mirada es un len-guaje gestual que se considera indicio de desconfianza o temor. En España y otros países mediterráneos existe la cos-tumbre socialmente aceptada de utilizar los besos a modo de saludo. Es un uso socialmente aceptado en nuestro país, pero con el que hay que ser muy cuidadoso en el mundo de los negocios. Aunque parezca una contradicción, el intercambio de besos en el saludo no es tal, no damos “besos” en el sen-tido literal de la palabra ya que no se considera aceptado presionar con los labios la mejilla de nuestro interlocutor o interlocutora. El acto es relativamente sencillo: se acercan las mejillas a uno u otro lado alternativamente y se lanza al aire un ligero y silencioso beso. A fin de evitar malentendidos y falsas impresiones de-bemos recordar que la iniciativa de besar debe partir siem-pre de la mujer, nunca del hombre (sea cual sea el rango de éste). Si una mujer extiende su mano a la hora de saludar el mensaje es claro como el agua: no acepta el saludo del beso. Este importante detalle deben respetarlo todos los empresarios, hombres o mujeres. En relación a este punto deberíamos recordar una cos-tumbre medieval que, aunque está cayendo en desuso, aún se practica con cierta frecuencia en determinados círculos sociales de la Europa continental: el besamanos.Este saludo formal y protocolario se utiliza, normal-mente, para agasajar a las mujeres de cierta edad o cate-goría social. Hay una forma de besamanos eclesiástico que consiste en besar el anillo de altas autoridades de la Iglesia como el Papa o los Cardenales.

Para besar una mano o un anillo se deben mantener los pies juntos y las piernas rectas, inclinarse levemente y, de forma simultánea, alzar suavemente la mano de nuestro interlocutor con el dorso hacia arriba. Es importante no be-sar realmente la mano ni el anillo, sino rozarlos superficial-mente con nuestros labios. 1.6.3. El acompañamientoEn nuestras relaciones profesionales a menudo nos surge la necesidad de acompañar caminando a nuestro interlocutor o interlocutores (socios comerciales, posibles clientes, etc.). No es un tema baladí, es de suma importan-cia conocer unas breves normas protocolarias básicas co-munes al conjunto de nuestra sociedad europea. Las prin-cipales serían las siguientes:— Cuando dos personas caminan juntas, el puesto de preferencia es el del lado derecho. Así, si acompañamos a una persona de superior rango o mayor edad, se considera protocolariamente necesario que le cedamos el lugar de la derecha. — Cuando tres personas caminan juntas, el pues-to de preferencia es el del centro y el es el de la derecha. — Cruzará la puerta primero la persona de mayor categoría. Aún hoy por hoy se observa una nor-ma que puede parecernos chocante:

si

una

mujer,

acompañe o no al grupo, coincide con nosotros en el momento de cruzar una puerta, debemos permitirle el paso educadamente. Esta misma nor-ma se aplica cuando utilicemos un ascensor.— El caso de las escaleras es, también, importante y delicado. Si la escalera es tan estrecha que no per-mite su uso simultáneo por dos o más personas, cederemos el paso a la persona de mayor catego-ría pero sólo si es un hombre. Es decir: un hombre no deberá situarse nunca detrás de una mujer a la hora de subir unas escaleras y tampoco irá delante en el momento de descender. 1.6.4. Los obsequiosEl término “obsequio” –de la voz latina “obsequium”– se puede definir como “un agasajo o regalo hecho para complacer”. La experiencia nos dicta que hay momentos en las re-laciones personales y sociales en los que es

aconsejable ofre-cer un obsequio. El objetivo de este gesto es variado: testi-moniar cariño o amistad, reconocer un trabajo bien hecho, indicar agradecimiento o, simplemente, mostrar simpatía y deferencia en el inicio de una relación comercial. Tal y como apuntan Barquero y Fernández Sánchez (2007): “Cuando hablamos de regalos siempre nos referi-mos al arte de regalar, ya que se requiere, además del deseo de regalar, sensibilidad e intuición. El regalo es una expre-sión de gratitud, amistad y amor; en definitiva, es una obli-gación social”. (p.81).Según Barquero y Fernández Sánchez (2007) “el rega-lo representa a quien lo hace” (p.82); de esta forma la elec-ción del regalo más correcto cobra más importancia de la que en un

primer

momento

pudiera

parecer.

deferencia, la regla más sensata es elegir un obsequio neu-tro, de buen gusto, práctico y relacionado de alguna forma con la actividad laboral. Los ejemplos son varios: carteras porta documentos, plumas o bolígrafos de calidad, peque-ños dispositivos electrónicos, etc. La crisis económica global y la contención y mesura en los pequeños gastos de empresas e instituciones ha afecta-do a un punto importante del regalo: su coste. El regalo que elijamos debe ser de calidad, pero de precio ajustado. Estados Unidos, por ejemplo, ha fijado un límite de 215 € para el coste de un regalo oficial (Barquero y Fernández Sánchez. 2007, p.82).Otro aspecto que debemos cuidar en los regalos empre-sariales es la impresión o grabación sobre ellos de nuestro logotipo corporativo. Varios de los países de entorno euro no ven con buenos ojos recibir plumas, bolígrafos, carteras o cajas de bombones con publicidad impresa. Otros países, en cambio, no consideran este detalle como de mal gusto, sino que lo asumen como lo que es, una simple firma cor-porativa de la empresa que envía el obsequio. De todas for-mas, antes de hacer entrega de obsequios grabados, es más oportuno informarnos de la opinión que sobre este tema tenga el país objeto de nuestra deferencia. Por otra parte, y como

veremos en los capítulos pos-teriores, en la mayoría de los países europeos no se consi-dera correcto entregar o recibir obsequios al inicio de una relación laboral, pero sí es socialmente aceptable entregar un pequeño regalo cuando somos invitados a comer o ce-nar en un domicilio particular. Cada país tiene sus propios usos y costumbres sociales, pero hay ciertos obsequios que suelen ser bien recibidos: los licores o vinos originarios del país del que regala, las flores, los libros y los dulces. De estos cuatro obsequios, el más delicado es el de las flores. En numerosos países europeos veremos que hay ciertas especies florales y algunos colores concretos con los que debemos tener cuidado. Por ejemplo, las rosas rojas se consideran símbolo de pasión o los lirios blancos de muerte. El número de flores que conformen el ramo es, también, importante. Nunca regalaremos ramos o centros que contengan 13 flores ya que este número se considera en toda Europa como un icono de la mala suerte. Para finalizar, queremos terminar este interesante apartado con una excelente reflexión:Recuerde que los regalos de empresa no deben ser personales ni de un valor desorbitado. Los mejores son los regalos prácticos (un reloj para el despacho, un maletín o portafolio, un bolígrafo, pluma o conjunto de ellos, etc.). O los regalos útiles y de consumo, cada vez más utilizados, como unas botellas de vino, una cesta de productos alimenticios, una botella de cava, de brandy, etc. (...) Tampoco se regala nada que pueda ser similar a un producto que la propia empresa fabrica o comercializa, por ejemplo, no regale un bolígrafo o una pluma a una empresa que fabrica o comercializa estos artículos.

-

Etiqueta y Protocolo Empresarial

Imagen Corporativa: es el sello a través del cual una empresa quiere ser identificada y distinguida entre el resto de compañías del sector. Es decir, es la base de la comunicación entre la empresa y los clientes. Misión: brindar sueños felices para el bienestar de la familia, está comprometida en producir y comercializar colchones de alta calidad que satisfagan las necesidades de nuestros clientes, que generen descanso placenteros Procuramos contar con colaboradores capacitados y satisfechos en sus actividades. Aplicamos políticas de protección al medio ambiente con campañas de reciclaje y capacitación en políticas medio ambientales. Visión: Industrias el Litoral aspira para el año 2025 ser reconocida como la empresa de mayor proyección a nivel nacional en producción y comercialización de colchones de alta calidad. Queremos ser una empresa líder y referente en los mercados con participación, reconocidos por un alto estándar de calidad e innovación. Valores: confianza, responsabilidad, eficiencia y flexibilidad Políticas de la empresa: teniendo en cuenta que las políticas de un ente económico son un conjunto de directrices que establecen normas, procedimientos y comportamientos que deben cumplir o llevar a cabo los empleados de una empresa. Además de  ser la declaración de principios generales que la empresa u organización se compromete a cumplir. En otras palabras, es el Manual de Protocolo Empresarial que deben conocer los empleados en el momento que ingresan a trabajar a la organización. Políticas de la empresa - Industrias el Litoral. 

No pueden trabajar dos familiares en la misma empresa.



Entre los empleados no puede haber relaciones amorosas



Puntualidad en la entrega de pedidos.



La materia prima tiene que ser de óptima calidad



Puntualidad en el pago de salarios.



Mantener una comunicación fluida entre los directivos y los empleados.



Directivos y operarios deben ser permanentemente capacitados.

Comunicaciones internas y externas 

Promover una eficaz comunicación con el personal operativo de todos los niveles, tanto en lo que se refiere a la empresa, como en los aspectos sociales y económicos de la comunidad.



Pugnar porque la empresa no sea un simple centro de producción sino que tenga también

un

pleno

sentido

humano

.

Logotipo: el logotipo se define como un símbolo formado por imágenes o letras que sirve para identificar una empresa, con el fin de incentivar el crecimiento comercial de la misma cuyo objetivo es  captar nuevos clientes y afianzar la fidelidad de los mismos, posicionar la marca y resaltar la notoriedad del ente económico.

CONCLUSION

REFERENCIAS

Esteban Lario, J. (2014). Comunicación y protocolo empresarial en los países de la zona euro. Madrid:

Dykinson.

Retrieved

from http://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?

url=http://search.ebscohost.com/login.aspx? direct=true&db=nlebk&AN=853940&lang=es&site=eds-live Patiño, D. (2012). Etiqueta y protocolo: base de la imagen empresarial. Contribuciones a la Economía.

Revista

Académica

Virtual.

Madrid,

ES:

B

-

EUMED.

de http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/detail.action? docID=10608875&p00=etiqueta+protocolo%3A+base+imagen+empresarial

 Recuperado