Origen de Dichos Populares y Frases Hechas

ORIGEN DE DICHOS POPULARES Y FRASES HECHAS A BUENAS HORAS MANGAS VERDES. Se dice de todo lo que llega a destiempo, cuand

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ORIGEN DE DICHOS POPULARES Y FRASES HECHAS A BUENAS HORAS MANGAS VERDES. Se dice de todo lo que llega a destiempo, cuando ha pasado la oportunidad y resulta inútil su auxilio. Se debe el origen de esta frase a que en tiempo de los cuadrilleros de la Santa Hermandad, como casi nunca llegaban a tiempo para capturar a los malhechores, los delitos quedaban impunes. Los cuadrilleros vestían un uniforme de mangas verdes y coleto. Obedece a la creencia de que los guardadores del orden suelen acudir tarde o a destiempo al lugar donde son necesarios. COMER DE GORRA, SER UN GORRÓN. Significa que se obtiene un beneficio gratis y a costa de otro. Los estudiantes vestían capa y gorra y eran dueños de un apetito voraz. Como carecían de recursos y sus familias vivían lejos de su lugar de estudio, debían ingeniárselas para no tener hambre. Uno de sus trucos era colarse en fiestas y banquetes saludando con la gorra a todo el mundo. DEJARLE EN LA ESTACADA. La "estacada" era el campo de batalla construido con estacas donde se celebraban los desfiles solemnes, los torneos y demás competiciones entre caballeros. De ahí se llamó figuradamente "quedarse en la estacada" a ser vencido en una disputa o perder en una determinada empresa; y "dejar a alguien en la estacada" a abandonarle en un momento delicado o peligroso. METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS. La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros). La expresión "meterse en camisa de once varas" se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida. NO HAY TU TÍA. Expresión que se emplea para recalcar que algo carece de solución. Tiene su origen en un ungüento medicinal que en épocas pasadas se aplicaba como remedio para todos

los males: la "atutía" o "tuthía". Mezcla de óxido de cinc y otras sales metálicas, la autía fue empezada a utilizar por los árabes con fines oftalmológicos. El dicho "no hay tu tía", derivación de "no hay atutía", se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando el citado preparado. PASAR LA NOCHE EN BLANCO. Cuando una persona es incapaz de conciliar el sueño por algún motivo, se dice que "ha pasado la noche en blanco". Antiguamente, los aspirantes a caballeros, tenían que hacer la velada de las armas que les honrarían como tales, llevando como atuendo una vestimenta blanca que simbolizara la pureza espiritual. El color de las ropas, y lo largo que se hacia la noche de espera, dieron lugar a este dicho. PONER LOS CUERNOS. Algunas fuentes nos indican que al parecer el origen de la expresión “poner los cuernos” se lo debemos a los vikingos, pues los jefes de las aldeas o poblados tenían una especie de “derecho de pernada” sobre las mujeres de su territorio, es decir, podían mantener relaciones con cualquiera de las allí presentes sin ningún tipo de compromiso. Cuando esto ocurría el jefe colocaba en la puerta de la casa su casco, adornado por los dos cuernos típicos, de manera que nadie se atreviese a importunar. Otra interpretación proviene del ”Libro del Buen Amor” del Arcipreste de Hita, en que narra la historia de un pintor que marcha durante dos años de viaje y antes de partir le pinta un cordero a su esposa bajo el ombligo. Como la esposa no le es fiel, el cordero se le borra, por lo que pide a su amante (otro pintor) que le dibuje un cordero... dando como resultado el dibujo de un carnero por parte del amante. Al regresar el marido le pregunta a la esposa que cómo es posible que el cordero que dibujó hace dos años, se convirtiese en un cordero, obteniendo la respuesta por parte de la esposa de que era lo normal, pues en tan largo tiempo el cordero crece y se convierte en un estupendo carnero; y de aquí la expresión “poner los cuernos”. SER CABEZA DE TURCO. Desde una perspectiva histórica, en el período de las Cruzadas, los cruzados libraron cruentas batallas contra los turcos. La animadversión que se profesaban ambos bandos era tan grande, que para un cristiano cercenarle la cabeza a un turco era un logro encomiable. Cuando lo lograban, los cruzados colgaban la cabeza en un mástil de barco o la ensartaban en una lanza y los soldados le acusaban de todos los males habidos y por haber. Por este motivo, se dice que alguien es cabeza de turco, cuando es objeto de todo el daño y las acusaciones de las que son culpables otros.

TENER SANGRE AZUL. Cuando una persona pertenece a la realeza se dice que tiene sangre azul, pues bien, hay múltiples posibilidades acerca del origen de tal expresión según la fuente que consultemos. La más extendida es la que hace referencia a la ausencia de trabajo físico en el exterior (como los campesinos) por parte de la realeza, lo que hacía que su piel fuese más blanca que la del resto de la sociedad, que sí debía ganarse el sustento con su trabajo, generalmente en el campo, tostándose al sol y por lo tanto adquiriendo un tono de piel más oscuro. Este tono de piel claro de la realeza hacía que se les notasen algunas venas a través de la piel, mostrándose éstas con un cierto tono azulado, dando lugar a la creencia de esta diferencia de color de la sangre. DÁRSELA A UNO CON QUESO. Desde la Edad Media, La Mancha ya era famosa por sus vinos de muy alta calidad y los taberneros de toda España se desplazaban hasta las bodegas manchegas para comprar los barriles de vino. Antes de pagar, todos los taberneros tenían la buena costumbre de probar la mercancía, pero para dar salida a las partidas de vino picado o de muy baja calidad, los dueños de las bodegas recurrían a un arte especial: Agasajaban a los compradores novatos y confiados con un sabroso plato de queso manchego en aceite, porque su fuerte sabor hacía que el paladar del incauto tabernero no distinguiera entre un buen vino y uno echado a perder o de baja calidad, y fue así que nació la expresión Dársela a uno con queso. IRSE DE PICOS PARDOS. parece ser que el origen de la frase proviene del Siglo XVIII, en pleno reinado de Carlos III en España, quien quería (como el resto de la sociedad) “marcar” o diferenciar a aquellas clases sociales estigmatizadas por realizar labores mal vistas o “indecentes” (aunque curiosamente demandadas por los otros estamentos “respetables”) con el uso de ciertas prendas en determinados colores. Es en este contexto cuando se impone la norma de que las prostitutas deben vestir unos mantos en los que los picos sean de color pardo; surgiendo la expresión que hoy destacamos.