ORACIONES CONTRA EL MALEFICIO (del ritual griego)

ORACIONES CONTRA EL MALEFICIO (del ritual griego): Señor oh Soberano de los siglos Omnipotente y Todopoderoso; tú que lo

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ORACIONES CONTRA EL MALEFICIO (del ritual griego): Señor oh Soberano de los siglos Omnipotente y Todopoderoso; tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu Santa Voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno 7 veces más ardiente, y que protegiste y salvaste a tus 3 niños Santos; tú que eres doctor y médico de nuestras almas. Tu que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pido y te invocamos ¡has vana, expulsa, y pon en fuga a toda potencia diabólica!; toda presencia y maquinación Satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas, realizados sobre tu siervo y sobre estos siervos tuyos. Has que en cambio de la envidia y el maleficio, obtengan abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad. Tu Señor que amas a los hombres, extiende tu mano poderosa y tus brazos altísimos y potentes y ¡ven a socorrer y a visitar estas pobres imágenes tuyas, mandando sobre ellas el Ángel de la Paz!, fuerte y protector de sus almas y de sus cuerpos, que mantendrá alejado y expulsará cualquier fuerza malvada; todo envenenamiento y hechicería de personas corruptas y envidiosas, de modo que debajo de ti, tu suplicante protegido siervo te cante con gratitud: “El Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre. No tendré temor del mal porque tú estás conmigo. Tu eres mi Dios, mi fuerza, mi Poderoso Señor”. Señor de la Paz, Padre de los siglos futuros, si Señor Dios

nuestro ¡ten compasión de tu Imagen y salva a tu siervo de todo daño! ¡Salva a este pueblo de toda amenaza procedente del maleficio y protégelo!, protégelo por encima de todo mal, por la intercesión de la más que bendita y gloriosa Señora, la Madre de Dios y Siempre Virgen María; de los resplandecientes Arcángeles y de todos tus Santos. ORACION CONTRA TODO MAL: Espíritu del Señor ¡Espíritu de Dios! Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad Inmaculada; Ángeles, Arcángeles y Santos del Paraíso, descended sobre mi y sobre este pueblo. Fúndeme Señor, modélame, lléname de ti y utilízame. Dame fuerza y poder para poder expulsar de toda persona la fuerza del Mal. Cubre a tu siervo con el Poder del Altísimo para que pueda liberar a este pueblo. Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien. Revísteme con la armadura de la fe, lléname con la fuerza de tu Espíritu, lléname con el fuego de tu amor para que pueda liberar a estos hijos tuyos. Expulsa de ellos y de mi los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado... la envidia y los celos; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.

Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguno de estos que están aquí. Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en el Nombre de Jesucristo el Salvador, y por la intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan y que los molestan, que nos abandonen inmediatamente, que abandones a todos los que están aquí definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada. Yo se los ordeno en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (Se ponen de pie y uds. con sus propias palabras expulsan los demonios que creen que los atacan: del alcoholismo, de la pornografía –expúlsalos diciendoaléjate de aquí en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) San Miguel Arcángel se haga presente en medio de esta asamblea, que descienda envuelto en esa llama de fuego ¡que ate y amordace a todos los espíritus malignos, que estén perturbándonos en nuestra familia, en nuestra casa, en nuestra salud, en nuestro trabajo! ¡Salgan de aquí, yo se los ordeno en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! Primer Exorcismo

Sacerdote: Roguemos al Señor

Coro: Señor, ten piedad

Sacerdote: El Señor te ordena, Oh Demonio, el Señor que vino al mundo y habitó en medio de los hombres para destruir tu tiranía y librarlos de ella; Él, que, cuando estaba en la Cruz, triunfó de las fuerzas enemigas, dejando el sol de dar su luz temblando la tierra y resucitando los cuerpos de los santos. Él, que, con su muerte, venció la muerte y aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, a ti, Oh demonio. Te conjuro por Aquél que caminó por las olas del mar como por tierra firme, que ordena el desenlace de los vientos, cuya mirada derrumba los abismos y cuya ira hace temblar las montañas. Es Él quien en este momento te ordena, por nuestro intermedio, que salgas, temas, te alejes de esta creatura y que nunca más te atrevas a ocultarte en ella ni ir a su encuentro, ni influenciaría, sea en horas de la noche o del día, por la

mañana o al mediodía. Vuélvete al infierno hasta el día del gran Juicio. Teme a Dios, que está sentado sobre los Querubines, que mira los abismos y ante Quien estremecen los Ángeles, los Arcángeles, los Apóstoles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Legiones, las Potestades, los Querubines de muchos ojos y los Serafines de seis alas; ante Quien tiemblan el cielo, la tierra, el mar y todo lo que en ellos existe. Sal y apártate del soldado recién elegido y signado con el sello de Cristo nuestro Dios. Es por El mismo que yo te conjuro, a ti y todo tu poder y todos tus ángeles por el que va sobre las alas de los vientos y hace de las llamas de fuego sus mensajeros, pues es glorificado el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Segundo Exorcismo

Sacerdote: Roguemos al Señor

Coro: Señor, ten piedad

Sacerdote: El Dios Santo, temible y glorioso, que es inescrutable en todas sus obras e incomprensible en todo su poder, que te ha destinado, Oh demonio, a la angustia del suplicio eterno, te ordena, por medio de nosotros sus indignos ministros, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, nuestro verdadero Dios, que te alejes, tú y todo el poder que te acompaña. Te conjuro, espíritu maligno, impuro, perverso y extraño con la autoridad de Jesucristo, que tiene todo poder en el cielo y en la tierra y que dijo al demonio sordo mudo: “Sal de este hombre y no habites más en él.” Aléjate y reconoce que tu poder es nulo, ya que no puedes dominar ni a las jaurías. Recuerda a Aquel que te ordenó, conforme a tu pedido, entrar en la manada de cerdos. Teme a Dios, por cuyo mandato la tierra ha sido estabilizada en medio de las aguas; Quien creó los cielos, levantó las montañas y extendió las planicies; Quien ha puesto la arena como limite de los mares y ha trazado rutas seguras sobre las profundas aguas; Quien toca a los montes y los hace humear y se reviste de luz como de un manto, y ha extendido los cielos como una tienda de campaña y ha cubierto de agua su parte superior Quien ha fundado la tierra sobre sus bases y no se desnivelará jamás; Quien llama las aguas de los mares y las vierte sobre la tierra. Sal y aléjate del que se prepara en este momento para la

santa iluminación. Te conjuro por la Pasión salvadora de Nuestro Señor Jesucristo, por su Cuerpo Purísimo y por su Sangre Preciosa, por su temible segunda venida (parusía), porque vendrá sin duda a juzgar a toda la tierra y te castigará a ti y a las fuerzas que te apoyan con el fuego del infierno, precipitándote a las tinieblas exteriores, donde los gusanos carcomen sin cesar y donde el fuego nunca se extingue, porque el poder es de Cristo, nuestro Dios, y del Padre y el Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Tercer Exorcismo

Sacerdote: Roguemos al Señor

Coro: Señor, ten piedad

Sacerdote: Señor del Universo, Dios del pueblo fiel, que curas toda enfermedad y dolor, mira a tu siervo/a N.N, pruébalo, examínalo y aleja de él toda acción diabólica. Purifica la obra de tus manos, empleando tu eficaz operación, y abate a Satanás bajo sus pies y otórgale la victoria sobre los espíritus impuros, a fin de que amparado por tu misericordia sea digno de tus Misterios celestiales e inmortales y Te glorifique, Oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Cuarto Exorcismo

Sacerdote: Roguemos al Señor

Coro: Señor, ten piedad

Sacerdote: Soberano Señor, que has creado al hombre a tu imagen y semejanza, que le has dado el poder de llegar a la vida eterna y que no lo abandonaste, después que cayó en pecado, sino que procuraste la salvación del mundo por la Encarnación de Tu Cristo; Tú Señor, después que hayas librado de la esclavitud a tu creatura, recíbelo en tu Reino celestial. Abre los ojos de su inteligencia para que la luz de tu Evangelio pueda brillar en él. Haz que durante la vida lo acompañe un Ángel de luz, que lo libre de todos los engaños del enemigo, del encuentro con el mal, del demonio del mediodía y de las ilusiones perversas.

El Sacerdote sopla tres veces y hace el signo de la Cruz sobre la boca, el pecho y la frente del que va a ser bautizado, diciendo:

Aparta de él todo espíritu malo e impuro, escondido y oculto en su corazón. El espíritu del error, de la maldad, de la idolatría y de la concupiscencia, el espíritu de la mentira y de toda impureza inspirada por la acción diabólica. Haz de él una oveja racional del santo rebaño de Tu Cristo, un miembro honorable de Tu Iglesia, un vaso

de santidad, un hijo de la luz y heredero de tu Reino, para que, después de vivir según tus mandamientos, y de haber conservado intacta tu señal y su vestidura sin mancha, reciba la felicidad de tus santos en Tu Reino. Por la gracia, la misericordia y el amor a la Humanidad de Tu Hijo Único, con Quien eres bendito Tu y Tu Santísimo Espíritu, que da vida, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

FÓRMULA DE EXORCISMO USADA POR LOS SACERDOTES ORTODOXOS PARA LIBERAR UNA MORADA AFECTADA

Sacerdote: Dios mío, mi Salvador, Hijo de Dios viviente, llevado por los querubines, que supera todo principio, todo poder y fuerza, todo gobierno! Eres grande y temible para todos los que Te rodean, Tu eres Aquel, quien con Su poderío extendió el cielo como un techo, creó la tierra y gobierna sabiamente a todo el universo. Tu mueves la tierra de su lugar, si le hablas al Sol, no

amanecerá y a las estrellas les limitas su brillo (Job 9:7). Tu le haces prohibiciones al mar y puedes secarlo. Tus rocas se rompen y tiemblan las autoridades y los gobernantes. Has derrumbado los portones de bronce y has roto las cadenas de hierro. Has atado al fuerte y le has sustraído los recipientes. Con Tu Cruz has destituido al torturador y con el anzuelo de Tu transformación en el hombre has pescado a la serpiente, atándola y encerrándola en la oscuridad del infierno.

Tu eres, Dios, un muro fuerte para todos los que se apoyan en Ti, haz que se retiren, que desaparezcan corriendo todas las artimañas diabólicas, intrigas de Satanás, todas las calumnias del enemigo. Y aleja de esta casa a todos los espíritus opresores y atormentadores, también a los que rondan esta vivienda. Protege a todos los que evocan Tu Nombre Santo y a los que llevan una señal temible para los demonios: la señal de Tu Cruz. Porque Tu fuiste, Oh, Dios, quien había ahuyentado una legión de demonios y al sordomudo liberaste del yugo del demonio, exigiéndole que no vuelva a el nunca más. Has destruido el ejercito de nuestros enemigos invisibles y a los fieles y a los que te buscan has hecho más sabios, diciéndoles: “Les entrego el poder de pisar a las serpientes, y a los escorpiones y a todas las fuerzas enemigas sin que algo los pudiera dañar” (Luc. 10:19).

Cuídalos, Oh, Señor, a todos los que viven en esta casa, de cualquier daño o tentación, de los horrores de la noche, de la flecha que vuela de día, de la úlcera que viene de las tinieblas, del contagio que arrasa al mediodía. Para que todos Tus siervos y siervas, junto a los niños, alegres a causa de Tu ayuda y asistidos por el ejercito de los ángeles, Te canten todos juntos: “Si Dios es mi ayuda, no voy a temer, porque ¿que es lo que me puede hacer un hombre?” Y además: “No tendré miedo del mal, porque Tu estás conmigo.”

Porque Tu, Oh Dios, eres mi consolidación. Tu eres el Amo fuerte, Príncipe del mundo, el Padre de los siglos futuros. Tu Reino es el Reino eterno. Y Te cantamos gloria con Tu Padre eterno y tu Espíritu Santo, hoy y para siempre, y por siglos de los siglos, amén.

FÓRMULA DE EXORCISMO USADA POR LOS SACERDOTES ORTODOXOS PARA LIBERAR A UNA PERSONA POSEÍDA

Exorcismo de San Basilio

Sacerdote: Dios de los dioses y el Señor de los señores, Creador de las ordenes ardientes y artífice de todo lo que está en los Cielos y debajo de los Cielos. Al que ningún hombre vio ni podrá ver, ante Quien tiembla todo lo existente. Al arcángel ensoberbecido Tu lo arrojaste a la tierra y junto con los ángeles que se unieron a el y los que por cólera se hicieron demonios, los encerraste en las profundidades del infierno. Haz este conjuro hecho a nombre Tuyo tan terrible, de ser implacable contra el amo del mal y contra todos sus espíritus malignos arrojados junto con el desde las claridades celestiales, y haz que huya, ordénale que se aleje de este lugar sin hacer ningún daño al que recibe la señal de Santa Cruz.

Para que Tus esclavos, dicha Tu voluntad, acepten el sello del poder que permite pisar a las serpientes y a los escorpiones, y a todas las fuerzas enemigas.

Porque con cada respiración se glorifica y con temor se canta y se alaba el nombre Tuyo y del Padre y del Espíritu Santo, ahora y para siempre, por siglos de los siglos. Amén. Oh glorioso y poderoso san Antonio a quien Dios ha elegido como intercesor nuestro en los apuros y pérdidas de la vida material, hoy quiero pedirte que me prestes tu ayuda para solucionar un gran problema que me aflige y rompe el corazón. Oh, bendito y milagroso San Antonio, santo protector y benefactor de los enamorados, te pido que intercedas por la unión y reconciliación entre (…) y (…). Seguir leyendo San Antonio te pido que quites de su mente

todas las dudas, angustias, celos y reproches que hacen que se aleje cada vez mas de mi, haz que recuerde todo lo bueno, todo el amor que nos unió en otros momentos y que olvide los motivos de su alejamiento, haz que no se pierda el verdadero amor que no hace tanto existía entre los dos. Tú qué consigues que las cosas perdidas sean halladas, haz que recupere a (…).

Tú qué haces que las propuestas sean aceptadas, haz que (…) vuelva a aceptarme (…). Tú que restableces en las parejas la paz, concédeme la reconciliación y la armonía con (…). San Antonio, santo de los milagros, ven en mi ayuda ahora que tanto te necesito: protege nuestra relación con tu amparo,

no dejes que nada ni nadie entorpezca nuestras vidas, aleja de (...) a quienes ahora le separan de mi, auxíliame, te ruego con toda mi alma, en este difícil y urgente problema, dame tu favor para: (decir con mucha fe lo que se quiere conseguir). Te pido San Antonio querido que unas, que amarres con tus lazos de amor nuestras almas y nuestros cuerpos para siempre para que seamos uno solo, y no permitas que nadie pueda separarnos. Padre mío san Antonio, no desoigas mi afligida suplica, hoy te necesito más que nunca, sé que para ti las cosas que parecen imposibles se convierten en realizables, por ello te ruego que acudas a mi llamada y me des pronta solución a lo que tanto me angustia. San Antonio, poderoso en palabra y acción,

santo milagroso, santo bendito, siempre dispuesto a ayudar a los que te invocan, en ti deposito todas mis esperanzas, haz que recupere el amor de (…), asísteme en esta difícil situación, por tu misericordia divina, concédeme lo que pido y tanto necesito. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. + Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Hacer la oración y los rezos durante nueve días seguidos.