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• Rosana Coronado

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Oportunidad Naranja: En este capítulo mencionan que en el futuro se constituirán imperios basados en la mente, de las cuales una de ellas es el de la Economía Naranja. Pero a diferencia de otros imperios en la historia que han tenido que enfrentarse a enemigos sorpresa, que en un momento dado ha concluido con la derrota humillante de los mismos. La Economía Naranja no debe ser vista como una posible amenaza para la sociedad, sino como una oportunidad para elevar el desarrollo económico del mismo. Y que a pesar de ser un modelo desconocido, es necesario tomar el riesgo de implementarlo dentro del modelo económico de las naciones del mundo. Aunque la Economía Naranja es uno de los grandes beneficiarios del desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, ésta puede presentar diversas dificultades en su implementación, pero también puede ser un desarrollador de enormes oportunidades. Se debe tomar en cuenta que vivimos en tiempos de desarrollo comunicacional, por lo tanto, se debe evaluar la velocidad de adopcion y renovación de tecnologías a través de los años para entender el momento en el que nos encontramos, empezando por el teléfono, el cual necesitó 35 años de comercialización para que la cuarta parte de los hogares de Estados Unidos tuviera uno. A la televisión le tomó 26 años alcanzar ese porcentaje, a la radio 22, a los computadores 16, a Internet 7 y a Gmail, Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin y los discos duros en la nube 2 años. Así mismo, la radio requirió 38 años para alcanzar una audiencia de 50 millones de personas en el mundo; la televisión 13, Internet 4, iPod 3 y Facebook 2. El Protocolo de Internet (IP) fue creado en 1974. En 1984 había mil dispositivos conectados a Internet, en 1992 un millón, en 2008, mil millones y en el 2020 habrá más de veinte mil millones. Por ello el ciclo de vida de las adopciones de tecnologías por parte de la sociedad se pueden dividir en 5 etapas: Innovacion, Adopción Temprana, Mayoria temprana, Mayoria tardia, y Rezago, en las que aquellas sociedades que decidan implementar idea en los ciclos de innovación y adopción temprana tendrán grandes oportunidades de imponerse en el mercado para generar riqueza y transformación en una región, como es el caso de grandes fortunas generadas por Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg y Richard Branson, al igual que grandes empresas como Amazon, Google, Paypal y Skype. En las que sencillamente fueron capaces de invertir muchas horas de trabajo en ideas riesgosas, a diferencia de los que se estancan en las etapas de mayoría tardia y rezago, que pierden riqueza con moderación (como el caso de Sony) o simplemente tienden a desaparecer como es el caso de Kodak, Tower Records, Block Buster Video y Borders. Con esto nos podemos dar cuenta que la evolución de la tecnología, la cultura y la economía han transcurrido de forma paralela a lo largo de la historia, la cual ha presentado 3 perìodos de ruptura brusca de conectividad comunicacional, que a la larga han dado paso a una Revoluciòn Digital, donde las personas pueden llevar sus productos al mercado con mayor facilidad, creando cambios sociales y económicos que estimulan la innovación y la eficacia, logrando así un mayor bienestar general. Así es como el Mckinsey Global Institude (empresa de consultoría estratégica a nivel mundial) describen que para el año 2025, doce tecnologías disruptivas transformaran la vida, los negocios y la economía global del futuro, y de las cuales seis de ellas están ligadas directamente a la Economía Naranja, involucrando así a los artistas y creativos más curiosos a experimentar e innovar con los mismos:      

El internet móvil como nuevas formas de comunicación. Internet de las cosas como nuevas formas de diferenciación. Tecnología de la nube como nuevas formas de intercambio y acumulación. Almacenamiento de energía como nuevas maneras de portabilidad. Impresión 3D como nuevas formas de hacer y, Materiales avanzados en tecnología como nuevos materiales.

Entonces a partir de estas 6 tecnologías se puede producir un impacto económico entre $8,8 billones (que representa la economía de China en el 2012) y $24,9 billones de dólares (representa las economías de EEUU, Japón y Alemania combinados en el 2012) para los próximos 12 años, dependiendo de la rapidez con que estas tecnologías logren integrarse a la vida diaria de miles de millones de personas. Para evitar que Latinoamérica y el Caribe queden rezagados pueden esperar a que otras naciones desarrollen modelos de negocios que integren estas tecnologías y luego intentar copiarlas, o desafiar a los 107 millones de jóvenes que habitan estas regiones, con edades comprendidas entre 14 y 24 años a que desarrollen en la etapa de adopción temprana modelos de negocios basados en las mentefacturas, para construir una economía basada en el conocimiento, donde los bienes y servicios que como el arte, el diseño, los videojuegos, las películas y las artesanías, llevan consigo un valor simbólico intangible que supera a su valor de uso. Además, se plantea que estos jóvenes deben habitar en los imperios de la mente, conocidos como Kreatópolis, ciudades creativas donde se integran ideas, contenidos, comunidades, bienes y servicios creativos alrededor de un proyecto común de desarrollo social y económicamente sostenible, donde las mentefacturas son más importantes que las manufacturas en la creación de empleo y riqueza. Con un bono demográfico privilegiado por la notoria abundancia de jóvenes, que significa una mayor proporción de población en edad económicamente activa con capacidad para trabajar, producir, ahorrar e invertir, Latinoamérica y el Caribe tienen en sus manos un tesoro, en la que deben invertir en esta juventud para obtener una oportunidad real de desarrollo por medio de la revolución naranja, es decir, un desarrollo basado en el conocimiento y en una participación más activa en la revolución digital. Dicho de otro modo, se necesita retener, atraer, capturar, reproducir e impulsar el talento creativo de quienes se encuentran en la región e invitarlos a formar parte de los planes de desarrollo, a pesar de que esta parte de la población sea vista con menor importancia dentro de la sociedad y con poca remuneración en la actualidad.