Mundo Magico de El San Pedro

MUNDO MAGICO DE EL Huachuma, Wachuma, Achuma, San Pedro Cacto de los “cuatro vientos” “Y después de que estas cosas yo

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MUNDO MAGICO DE EL

Huachuma, Wachuma, Achuma, San Pedro Cacto de los “cuatro vientos”

“Y después de que estas cosas yo vieran cuatro ángeles el estar parados en las cuatro esquinas de la tierra, sosteniendo los cuatro vientos de la tierra, que el viento no debe soplar en la tierra, ni en el mar, ni en cualquier árbol.”

(Revelación, 6:1)

San Pedro: El cacto mágico del “Cuatro Vientos” Trichocereus Pachanoi B.R. es el nombre botánico de la noche que florece y del cacto acolumnado del mescaline-cojinete conocido una vez como “Achuma” y sabido actualmente en las comunidades andinas y costeras de Perú como “San Pedro”, “Wachuma”, “Huachuma” o Gigantón. Los botánicos N.L. Britton y New Jersey Rose eran los primeros para clasificar la planta en 1920. Se encuentra en Ecuador, Perú y Bolivia andinos; en Perú, también crece en muchos lugares a lo largo de la costa norteña.

Los curanderos locales mantienen que hay siete diversas especies de San Pedro, todo distinguido por el número de costillas longitudinales. El que utilizan lo más comúnmente posible es un cacto siete-acanalado. El más raro y venerado, tiene cuatro costillas. Éste es el cacto sagrado de los cuatro vientos, el San Pedro de los vientos del cuatro. Los que lo encuentran se piensan para ser shamans muy afortunados (Sharon,

1978:39), grandes o para convertirse en alrededor tales (Polia 1997:19). Este cacto es también reputado tener energías curativas especiales, en lugar de el acoplamiento mágico con el número cuatro - y su correspondencia con los “cuatro vientos” y los “cuatro caminos” - las energías supernatural asociadas a las direcciones cardinales, invocadas durante las ceremonias curativas del San Pedro (Sharon, 1978:39).

El gran curandero peruano pone a Eduardo Calderón - explicado (Sharon, 1978:65) que los cuatro vientos corresponden a las cuatro direcciones cardinales del compás. Del norte - el lugar de la energía, una dirección positiva, un lugar del magnetismo fuerte, debido a la posición del ecuador y del Polo Norte; Del sur - el lugar de la acción, porque está frente a las fuerzas del norte, y los vientos fuertes vienen del sur; Del oeste - el lugar de la muerte, en donde el sol muere en el mar; y del este - una dirección positiva, el lugar del renacimiento, en donde emerge el sol otra vez, oscuridad de levantamiento de la forma.

En cosmology andino cuatro es un número especial: cuatro eran las regiones de la tierra en la cual el Tahuantinsuyu (en el suyu de Quechua Tahuantin significa literalmente “las cuatro regiones entre”) - el imperio del inca - fue dividido. Los incas construyeron cuatro caminos, saliendo de Cuzco, cada uno que funcionaba con las cuatro divisiones de su imperio. Inversamente, los cuatro cuartos convergieron en Cusco (Qosqo), centro y el ombligo del mundo, mucho como Delphi estaba para Grecia antigua.

El cacto alto se asemeja así a un mundi del eje, un eje cósmico que liga los diversos mundos a través de los cuales los recorridos shaman en la visión y el trance.

Los orígenes del culto: Las Aldas y Chavín

El uso sacramental de la planta entra detrás en historia por lo menos a 2.000 B.C. - es decir por lo menos hace a 4.000 años - mientras que es demostrada por el restos del cacto (en la forma de cigarros) en los complejos ceremoniales de Las Aldas, en la provincia de Casma, en Perú, excavado por el arqueólogo peruano Rosa Fung (Polia 1997:18, Sharon 1978:42).

Alrededor 1.300 B.C., es decir hace 3.300 años, los sacerdotes del templo del Jaguar en Chavin de Huántar -

una oracular-capilla que era probablemente el foco y el origen del culto religioso cacerola-Andino más importante siempre - habrían podido utilizar el cacto sagrado en sus rituales.

Un frieze de piedra que alineó el registro superior de la plaza circular fregadero en el viejo templo en Chavin ofrece ser mítico, a fanged ser felino-antropomorfo, sosteniendo en su mano derecha outstretched el tallo de un cacto proveído de costillas cuatro del San Pedro. Las garras del Jaguar proyectan de sus pies, los colmillos felinos resaltan de su boca, arpa-águila que las garras extienden de su mano, serpientes salen de su cabeza, una serpiente two-headed vienen hacia fuera de su correa ceremonial y las alas extienden la suya detrás, posiblemente indicando la capacidad shamanic de volar.

Es posible que el conjunto de la cultura de Chavin rotada alrededor de un atrigado complejo y que el gran templo era como un Delphi andino, un centro del mundo, un centro oracular gobernado por una teocracia absoluta y centrado en el culto del jaguar (Polia 1997:18, 260), de los dios oracular. En Suramérica éste es el animal shamanic por excelencia, el más de gran alcance en la tierra, capaz ver con la oscuridad de la noche. De las profundidades subterráneas y obscurecer los meandros del templo, un sacerdote-oráculo - intoxicado por la sangre sacrificatoria ritual - dio en trance tus respuestas con la voz del Jaguar-Dios, señor de los muertos, de la noche y de la visión.

Textiles de Chavin de la costa del sur de Perú, fechando a la primera demostración del milenio B.C. otra vez el cacto en asociación con el jaguar y qué podría ser un hummingbird. Otras pinturas del cacto de Huachuma aparecen en los manufacts de cerámica del período de Chavin, donde está la planta en asociación con un ciervo (como adentro una botella de cerámica de la costa norteña, fechando a partir de 1000-700 B.C.), y con un jaguar manchado (en cinco casos, en los recipientes anticuados a partir de 700-500 B.C.).

El Hummingbird, los ciervos y el jaguar no son animales extranjeros en el mundo shamanic. Los curanderos contemporáneos divulgan cómo el hummingbird representa la capacidad shamanic de aspirar la enfermedad mágico-inducida fuera de un paciente afectado por la brujería. Los ciervos representan swiftness y elusiveness, en contrariar los ataques de las entidades hostiles (Sharon 1978:40 - 41).

Paquetes de la momia de Nazca, la semilla de la vida y San Pedro

El uso de San Pedro continuó después de la declinación de la cultura de Chavin, como se muestra por cinco urnas de cerámica del período de Nazca (100 B.C. - 500 A.D.) - todos en el Museo Nacional en Lima - que fueron hechas en la forma de los paquetes de la momia que de hombros resaltaron los tallos cuatroacanalados estilizados y claramente identificables del cacto de Huachuma. En una asociación sutil y conmovedora, Sharon (1978: 41) maravillas en la analogía posible entre la muerte y el renacimiento, hechos alusión por la presencia del cacto noche-floreciente que levanta de los hombros de los muertos. Como el San Pedro que florece cada resorte aproximadamente medianoche, así que el alcohol de los muertos se puede rellevar y la “floración” en el resorte de la vida futura. En tiempos del inca el mallqui del término refirió a las momias reales, significadas también “semilla” (Sharon 1978:41). Una ecuación conmovedora y sutil se fija entre la semilla-momia, enterrada en el vientre oscuro de la tierra, y su renacimiento en la vida futura, mientras que la flor del San noche-floreciente Pedro viene a la vida cada resorte, de la oscuridad de la noche.

San Pedro en la cultura de Salinar

Las pinturas del cacto de Huachuma están también presentes en los manufacts de la cultura de Salinar (400200 B.C.), que todas demuestran a representación cuatro-acanalada de los tallos del San Pedro, que pueden señalar otra vez en una asociación sutil y explícita a los “cuatro vientos”, las “cuatro regiones” y los cuatro caminos que conducen a ellos.

Opiniones del San Pedro….durante la conquista

Como el St. Peter llevó a cabo las llaves del paraíso cristiano, el cacto abre las puertas de la opinión y las marcas una entran en el mundo del alcohol, teniendo acceso a una condición paradisiacal del communion con el divino. Innecesario decir, los españoles - junto con sus contrapartes católicas religiosas - que entraron en y conquistaron el continente nuevo llevaron a cabo una vista totalmente diversa del uso indígena tradicional de la planta.

Anello Oliva, monk napolitano del Jesuit, condena en 1630

la “superstición diabólica que todavía aguantan y todavía es utilizada mucho por esa gente y sus reglas. Consiste en beber, para saber las buenas o malas intenciones de las otras, una poción que llaman el achuma, que es un agua que él hace mezclado con la savia de ciertos thistles lisos y grandes que se lleven en los valles tropicales. La beben con grandes ceremonias y cantan y, puesto que es mucho fuerte, las que la han bebido siguen privadas de sus sentidos y razonan, y ven las visiones [...]”

[Traducción inglesa después: Del Perú (1631), Imprenta y Libreria de San Pedro, 1895:135 Lima de Historia del Reino y Provincias, en Polia 1997:12, 253-254]

“Achuma” se convierte en más adelante “Huachuma”, y esto ahora se sabe más comunmente en Suramérica andina como San Pedro o San Pedrito.

Referencias

* Polia, Mario, Il Sangue del Condor, Xenia, Milano, 1997

* Reichel-Dolmatoff, Gerardo, el Shaman y el Jaguar, Philadelphia, prensa de la universidad del templo, 1975

* Sharon, Douglas, mago de los cuatro vientos, la prensa libre, Nueva York - Londres, 1978