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EL CONTRATO SOCIAL. JUAN JACOBO ROUSSEAU

Alumna: Gartner Adriana Soledad.

Materia: Derecho Político. Universidad Católica de Salta. 1 Año de Abogacía. Delegación Entre Ríos, Unidad Académica Puiggari Tutoría 015

Puiggari, 30 de septiembre de 2009.

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BIOGRAFÍA. Juan Jacobo Rousseau, nació en Ginebra el 28 de Junio de 1712 y murió el 2 de Julio de 1778, en Ermeninville. Su familia había pertenecido a la cima de la sociedad, la muerte de su madre, los lleva a las esferas mas bajas de la sociedad en Ginebra, su padre agobiado por estos problemas, se va de la ciudad. Juan queda al cuidado de su tío, quien lo envía junto a su primo a un internado. Al terminar los estudios, se ve en la necesidad de cambiar su religión protestante a la católica, para poder trabajar como asistente y secretario del Abad de Gouvon, es con él que comienza su interés hacia la literatura. Con 27 años parte hacia Lyon, allí conoce algunas mentes importantes de la era de las luces, se relaciona con Etienne Bonnot de Condillac, filosofo seguidor de Locke, con el Abad de Mably, uno de los precursores del socialismo. Al visitar Paris, hizo amistad con el futuro enciclopedista y filosofo, Dennis Diderot. Es secretario del Embajador francés en Venecia, después de un año de servicio es dejado en la calle de forma indigna, su conocimiento de la republica Veneciana le da una visión embrionaria que luego desarrollaría en El Contrato Social. La familiarización que tuvo con la opera italiana, determinara su suerte en los años siguientes, en su postulado por renovar la lírica en Francia. En 1745, regresa a Paris con gloria, es recibido como secretario en el Palacio de la acaudalada familia Dupin. En 1749 redacta su primera obra para el concurso del periódico El Mercure de France, Rousseau gana el concurso con: “Discurso sobre las artes y las ciencias.” Esto le otorga el reconocimiento de sus pares. En 1762, plasma la profundidad de sus argumentos, en su obra: Contrato Social, donde establece una formula en que no hay antagonismo entre ley y libertad, la forma de reconciliar la oposición entre libertad y ley consiste en asociarlas. Las ideas políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución Francesa, el desarrollo de las teorías republicanas, y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos más célebres frases, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra, contenida en su Emilio, o De la Educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la posibilidad de una educación. Sin embargo, las estos escritos resultarían demasiado progresistas para sus días. El parlamento de Paris no tardo en condenar el libro a la hoguera, ordenando además la captura de su autor. En 1778, sin saber que solo once años mas tarde las ideas anunciadas en su “Contrato Social”, servirían para proclamar la revolución de la libertad, la igualdad y la fraternidad, en el invierno de año muere de un ataque de trombosis. Dado su alejamiento de los enciclopedistas de la época y su enfrentamiento con la Iglesia Católica, por sus polémicas doctrinas, su estilo literario cambio. Es considerado uno de los precursores del Romanticismo. Entre sus obras más importantes se encuentran: Emilio, El Contrato Social, Julia, La teoría de las trompetas de Buron y el discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.

3 INTRODUCCIÓN. Esta obra, escrita por Juan Jacobo Rousseau, contiene como principales puntos, la libertad y la semejanza que tienen los individuos en las sociedades, describiendo las etapas y los diferentes gobiernos de las mismas. El autor plantea, a través de su frase “ el hombre nace libre, pero en todas partes se encuentra encadenado”, que para que esto no suceda, la forma seria crear un pacto social, entre la comunidad y el individuo, porque los hombres necesitan de la sociedad para subsistir, unir sus fuerzas y ponerlas en juego con un solo fin, desprendiéndose de allí, la validez de la voluntad general. El original esta dividido en cuatro libros, que enfatizan una idea central, y describe un objetivo conciso en cada capitulo que contienen. El contexto histórico en el que se escribió El Contrato Social, fue un periodo conflictivo y revolucionario que sufrió Francia, en la segunda mitad del siglo XVIII, en ese momento su economía estaba en expansión, y tenia una estructura social conflictiva, y su monarquía estaba en crisis.

4 Libro Primero. Busca, si puede existir alguna regla de administración legítima y segura, en el orden civil. Procura unir el interés y el derecho, porque la utilidad y la justicia deben seguir un camino paralelo, sin dejar de considerar al hombre como un ser por si mismo y a las leyes como pueden ser. Capitulo I. Asunto de este libro. Es innato en la naturaleza del hombre, su libertad. Aunque esto no quita de que sea amo y esclavo a la ves, de lo mismo de lo que es creador. Porque es condenado por el mismo derecho, que después lo libera. El orden social, es el que sirve de base a todos los demás Capitulo II. De las primeras sociedades. La sociedad esta conformada por la familia, que es la mas antigua de todas, la única natural, y el inicio de toda sociedad. El esquema de la familia, padres e hijos, es reflejo del estado es decir, jefe y pueblo. Todo hombre nace libre y debe procurar su propia conservación. Esta libertad siempre es atacada y se lo toma como un mal necesario para existir en forma organizada. Algunos hombres nacen para gobernar y oreos para ser dominados. Capitulo III. Del derecho del más fuerte. El más fuerte no puede hacer trascender sus ideas sino es a través de un derecho, para que el débil convierta su obediencia en obligación. La fuerza no se concibe moralmente como un derecho, no es más que un poder físico. Si hubiera que obedecerse por fuerza, no seria necesario hacerlo por deber. La fuerza no constituye derecho, la obligación es solo obedecer a los poderes legítimos. Capitulo IV. De la esclavitud. Nadie tiene dominio sobre sus semejantes, las convenciones son quienes rigen a los hombres. Estos se enajenan, se venden por subsistencia y así se convierten en esclavos, aunque es antinatural enajenar a sus hijos, porque estos nacen libres. Renunciar a la libertad, es hacerlo a la calidad de hombre, los derechos de la humanidad no tienen autoridad sin limites ni obediencia absoluta. Esclavitud y derecho son conceptos contradictorios. Capitulo V. Que es preciso retroceder siempre hasta una primera convención. La primera convención para Rousseau es volver al estado de naturaleza del hombre. Gobernar una sociedad no es sujetar a una muchedumbre, el estado tiene un cuerpo político y se basa en el pueblo como fundamento de la sociedad. La ley de la pluralidad de votos esta establecida por convención, y supone la unanimidad. Capitulo VI. Del Pacto Social Los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas por si solos, sino que deben unir las que existen, como medio de conservación, ya que una suma de fuerzas es mejor para la resistencia. El Contrato Social, le da solución al problema fundamental de “encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda fuerza común a la persona y a

5 los bienes de cada asociado, y por virtud de la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca a si no a si mismo y quede tan libre como antes.” Lo que propone en su cláusula mas importante es la enajenación total de cada asociado con todos sus derechos hecha a favor del común, así todos ganan el equivalente a lo que dan y esto constituye una fuerza mayor. Por la unión de todos, se forma la persona publica, antes llamada ciudad, ahora republica o cuerpo político, que es llamado por sus miembros Estado si es figura pasiva, y Soberano cuando es activo. Los asociados reciben el nombre de pueblo, ciudadanos o súbditos como sometidos a las leyes del estado. Capitulo VII. Del Soberano. El Soberano esta compuesto de particulares, ni tiene ni puede tener intereses contrarios al de estos. Es él quien da viabilidad a las acciones del común del pueblo, por lo tanto, el deber, y el interés obligan a ambas partes a ayudarse mutuamente, tienen un compromiso de doble relación. Con esto se ve que el acto de asociación tiene obligación del publico hacia los particulares y que cada individuo como miembro del estado, lo esta hacia el soberano. Quien se rehusé a obedecer la voluntad general, será obligado a ello por todo el cuerpo, esto significa que se le impondrá a su responsabilidad, gracias a la fuerza y el poder que el pueblo le dio a esté. El poder y la fuerza sale de los particulares, y la existencia del Estado depende de la retribución correcta hacia el pueblo. Capitulo VIII. Del Estado Civil. El hombre al pasar al estado civil, obtiene un cambio muy grande, se maneja con justicia y moralidad, lo que pierde con por el contrato social es su libertad natural, y logra su libertad civil, junto a esta la propiedad de todo lo que posee. El estado civil del hombre logra en él, su desarrollo en comunidad en todos los sentidos. Capitulo IX. Del Dominio Real. La posesión del estado, es mas fuerte y mas irrevocable que la particular, por lo que respecto a sus miembros es dueño de todos sus bienes por el contrato social, en el cual éste es la base de todos los derechos. El derecho de primer ocupante, es mas firme que el del mas fuerte, pero no llega a ser un verdadero derecho, hasta establecido el de propiedad, esto lo excluye de todo el resto. Para que el primer ocupante obtenga la posesión de una propiedad necesita cumplir estas condiciones: que no este aún habitado por nadie, que se ocupe la porción necesaria para subsistir y que se tome posesión de él por medio del trabajo y el cultivo. Lo que denota esta enajenación, es que no despoja a los particulares de sus bienes, sino que les asegura una legitima posesión, se convierten en poseedores de un bien público, siendo sus derechos respetados por todos los miembros del estado. El derecho que tiene cada particular sobre el mismo terreno, esta subordinado al que tiene la comunidad sobre todos, sin lo cual no habría solidez en el vínculo social ni fuerza real en el ejercicio de la soberanía. Libro II. Capitulo I. La soberanía es inalienable. Las fuerzas generales dirigen el estado. La sociedad debe ser gobernada conforme a un interés común, los diferentes intereses encuentran un punto que los une y es lo que conforma el vínculo social. La soberanía es el ejercicio de la voluntad general, no se puede enajenar, el soberano solo puede estar

6 representado por si mismo, dentro de él, el poder puede transmitirse, no así la voluntad. Capitulo II. La soberanía es indivisible. La soberanía es indivisible, no se puede dividir porque la voluntad es de todo el pueblo o solo de una parte. No pudiendo dividirla, se fracciona su objeto, en fuerza y poder, es decir poder legislativo, y poder ejecutivo. Capitulo III. Sobre si la voluntad general puede errar. Se deduce que la voluntad general siempre es la correcta y que es de utilidad pública, pero no siempre las deliberaciones en conjunto tienen la misma rectitud. Casi siempre hay diferencias entre la voluntad de todos, que mira el interés común y la voluntad general que se atiene al interés privado. Para que este bien definida la voluntad general, no debe haber ninguna sociedad parcial en el estado y cada ciudadano puede opinar individualmente. Capitulo IV. De los limites del poder del soberano. El pacto social da al cuerpo un poder absoluto sobre los demás, éste dirigido por la voluntad general es lo que conocemos como soberanía, dentro de ella debemos tener en cuenta a las personas privadas, cuya vida y libertad son naturalmente independientes. El soberano solo debe conocer el cuerpo de la nación, sin distinguir a ninguno particularmente, ya que la voluntad general obliga ó favorece igualitariamente a todos. Este poder por mas absoluto que sea no puede traspasar los limites de los acuerdos generales, ya que todo individuo puede disponer libremente de sus bienes y de su libertad; si fuera de otra manera el poder que se ejerce no seria competente. Capitulo V. Del derecho de vida y muerte. El contrato social tiene por fin la conservación de los contratantes, le da garantías a cada una de las partes. Si un delincuente ataca el derecho social, esta violando las leyes, eso es incompatible con la conservación del estado, es por eso que uno de los dos debe perecer. Su conducta, el juicio, son elementos probatorios de que ha roto el pacto social, por lo cual deja de ser miembro del estado. Al ser culpable, debe cumplir su condena, sea el destierro como violador del pacto, o con la vida como enemigo publico. La conservación de un delincuente es incompatible con el estado, en consecuencia el derecho de eximir de lo impuesto por ley a un infractor, solo pertenece al soberano y no de forma absoluta. Capitulo VI. De la ley. Deben existir convenciones y leyes para unir los derechos a los deberes, y dirigir la justicia hacia su objeto, ésta debe ser reciproca para que sea admitida entre nosotros. La ley toma a los sujetos en cuanto a cuerpos y a las acciones como abstracto: nunca toma al hombre como individuo, ni a una acción como particular. En el estado civil, todos los derechos están fijados por la ley. El pueblo de por si, quiere lo bueno, pero no siempre lo vislumbra por si solo, necesita de un guía, un legislador. Así entendemos que todo estado gobernado por leyes es una republica. Capitulo VII. Del legislador. El legislador, es un hombre extraordinario en el estado, tiene una función que no tiene nada en común con los demás.

7 El manda a los hombres, no debe mandar en las leyes, ni el que lo hace en éstas puede mandar a los hombres. Un buen legislador, antes de redactar una ley, examinar si el pueblo ésta preparado para recibirlas, no basta con que las leyes sean buenas por si mismas. Capitulo VIII. Del pueblo. A un pueblo organizado con costumbres ya establecidas que los identifica, no podrá ser reformado sin temor a que éste no pueda soportarlas. Tal como sucede con los hombres, los pueblos mas jóvenes están mas preparados para los cambios, y algunos mas maduros que otros para aceptarlos. Aunque algunas turbulencias puedan destruirlos a igual manera que a los mas antiguos. Capitulo IX y X. Continuación. Un pueblo organizado de acuerdo a sus semejanzas e idiosincrasias, según su extensión y numero de habitantes, es la relación que debe existir entre la porción de tierra que pueda mantener a los habitantes. En esta proporción entre territorio y personas, encontramos la máxima fuerza de su determinado número de pueblos, ya que si hay terrenos de sobra, es caro mantenerlos, insuficiente su cultivo, la administración es más compleja en las grandes distancias. Las mismas leyes no pueden afectar a todas las provincias, ya que son diferentes en muchos aspectos. En general un estado mas pequeño es proporcionalmente más fuerte que uno mas grande, pero cualquiera de los dos extremos debe proporcionar una base sólida en la organización administrativa, porque es mejor un buen gobierno, que un territorio amplio. Capitulo XI. Continuación. Los estados deben tener basada su legislación en la libertad y la igualdad, esto lo hace mas fuerte, y que el sistema funcione; tal como lo ha establecido cada país en su constitución, buscando un punto de equilibrio en sus leyes para que se aplique igual en todos los sentidos, y a la ves este conectada con el mundo. La constitución es sólida y durable cuando esta redactada para que su contenido se sustente entre sí, con las diferentes clases de leyes. Libro Tercero. Capitulo I. Del gobierno en general. El gobierno es la administración suprema, el cuerpo político que lo compone tiene dos móviles, la fuerza es decir el poder ejecutivo, y la voluntad, poder legislativo. El pueblo funciona como poder legislativo pero sin poder ejecutar la ley, para eso esta el gobierno, que es el intermediario entre los súbditos y el soberano. La relación entre ambos debe ser equilibrada, de otra manera se caería en el anarquismo. Cada pueblo funciona con un gobierno diferente, lo que nos deja ver que no existe una sola forma de gobernar. El estado existe por si solo, el gobierno por el soberano, para que este se conserve debe tener un ser particular, una voluntad propia de existencia, lo cual conlleva asambleas para deliberar y resolver, ya que cuanto mas se engrandece el estado, tanto mas disminuye la libertad, y es ahí cuando antes de sacrificar el pueblo se debe sacrificar al gobierno, porque aparte de ser bueno, debió ser fuerte. Capitulo II. Del principio que constituye las diferentes formas de gobierno. El legislador debe gobernar puntualizando muy bien entre la fuerza y la voluntad del gobierno, tratando de que siempre exista un ida y vuelta. En la persona del representante existen tres voluntades distintas: la propia voluntad de la persona, que tiende más a su provecho particular. La voluntad común, orientada al gobierno en provecho del soberano. La voluntad soberana,

8 que considera al gobierno como parte del todo. Esta última debe ser la única regla general, para una legislación perfecta. Según el orden natural estas diferentes voluntades se hacen mas activas a medida que se concentran. Muchas veces un gobierno se debilita a medida que los magistrados crecen en numero, de ahí que la cantidad de estos debe ser inversa a la del pueblo, cuanto mas grande el estado, menor la cantidad de funcionarios que debe haber. Capitulo III. División de los gobiernos. A través de la historia, hemos visto diferentes formas de gobierno. Democracia: cuando el poder emana y descansa en el pueblo. Aristocracia: cuando el poder lo ejerce un grupo reducido de ciudadanos. Monarquía: el poder esta concentrado en una sola persona. Si se sigue la regla de que los magistrados deben ser un numero inverso al de los ciudadanos, los estados pequeños deben ser democráticos, los medianos aristocráticos y los grandes monárquicos. Capitulo IV. De la democracia. Este es un tipo de gobierno más cercano al pueblo, donde ningún poder o autoridad puede estar por encima de las decisiones de éste. Es de aplicación más efectiva en los estados mas pequeños, que están unidos por las costumbres sencillas y la igualdad en los rangos, con poco lujo, porque la riqueza corrompe. Es mas difícil en los grandes territorios que todos los habitantes se reúnan siempre para todo. Este tipo de gobierno es el más expuesto a las guerras civiles, pues se pierde la razón de ser de la democracia, al dejar de contar con la decisión del pueblo. Capitulo V. De la aristocracia. Antiguamente, las primeras sociedades eran gobernadas aristocráticamente por los ancianos, la experiencia les daba sabiduría. En este tipo de gobierno hay dos personas morales: el gobierno y el soberano, y por ende dos voluntades: una hacia los ciudadanos y otra respecto a los magistrados. Con el paso del tiempo la aristocracia llego a ser selectiva, la riqueza y el poder fueron preferidos a la edad. Luego se fue pasando el poder juntamente con los bienes de padres a hijos, convirtiendo al gobierno en una sucesión hereditaria por generación. De aquí se desprenden tres clases de aristocracia: natural, que conviene solamente a los pueblos sencillos. Electiva, que es la mejor, el aristocracia propiamente dicha, y la hereditaria, que es el peor gobierno inimaginable. La forma electiva, elige a los mejores. Las virtudes que exige el gobierno aristocrático es la moderación de los ricos y la poca ambición en los pobres, es decir exige cierta desigualdad. Capitulo VI. De la monarquía. Esta forma de gobierno se adopto a través de un orden hereditario, a lo largo de la historia muchos monarcas eran consagrados sobre la base de la divinidad, un elegido de Dios, otros además de ser monarcas de esta forma, tenían el poder mas grande, el amor proveniente de su pueblo. Este tipo de gobierno, tiene un inconveniente que es la falta de secesión continua, si muere un rey, al instante se necesita otro, por eso se ha establecido la sucesión de corona hereditaria, pero tiene sus riesgos, porque no siempre los sucesores son competentes. Este tipo de gobiernos es mas conveniente en los estados grandes. Capitulo VII. De los gobiernos mixtos.

9 Este gobierno, es simple, ofrece una fuerza media. Uno simple es mejor por la sola razón de ser simple. Existiendo magistrados intermedios se pueden equilibrar los dos poderes, el del pueblo y el del soberano, de esta manera se evitaría que el gobierno abuse de su fuerza. Capitulo VIII. De la misma forma de gobierno no conviene a todos los países. Los pueblos que viven en democracia, sufren menos, y sus gobiernos son pequeños, pobres, en la aristocracia el sufrimiento se siente un poco más, aunque son pueblos medianamente ricos, y es en la monarquía donde se siente todo el peso del gobierno, aunque son mas ricos. De aquí que no se puede saber, cual es el gobierno adecuado, para cada país, sumándole las condiciones naturales que tienen y que le dan forma a la administración de un estado. Capitulo IX. De las señales de un buen gobierno. Un pueblo cuanto mas crece no es sinónimo de buen gobierno. Algunos prefieren un gobierno severo, otros uno más flexible. Lo que debe buscar el grupo de políticos que encabezan una nación, es la prosperidad de sus miembros y eso se ve reflejado en su gente en densidad y condiciones en las cuales viven. Capitulo X. Del abuso del gobierno y de su inclinación a degenerar. Los gobiernos tienden a degenerarse cuando se reduce a pocos la cantidad de sus miembros, y cuando el estado se disuelve al dejar de ser administrado según la ley y es usurpada la soberanía, que se vuelve una anarquía. La democracia degenera en oclocracia, la aristocracia en oligarquía y la monarquía en tiranía. Capitulo XI. De la muerte del cuerpo político. No depende de los hombres alargar su propia vida, pero si prolongar la del estado, a través de una constitución, la mejor que se pueda redactar. El estado no subsiste por las leyes, pero si por el poder legislativo. Todo estado esta determinado a morir, tarde o temprano. El poder legislativo es el corazón del estado, el ejecutivo el cerebro, aunque éste dejara de funcionar, el corazón mantiene el cuerpo con vida, hasta que este deja de ejercer sus funciones, y muere completamente todo el aparato. La ley de ayer no obliga hoy, pero el silencio hace presumir que siguen en vigencia, hasta que no son derogadas; las leyes que han perdurado con el tiempo son mas venerables, sin debilitarse adquieren una nueva fuerza en todo estado bien constituido. Capítulos XII, XIII Y XIV. Como se sostiene la autoridad soberana. Es necesario darle identidad a la nación para conservar el estado. Su mayor fuerza es el poder legislativo, se refleja a través de las leyes y solo si el pueblo esta congregado, no es suficiente la constitución sancionada por el pueblo, no basta que se haya proveído a la elección de magistrados, además de las asambleas extraordinarias, debe haber unas que sean fijas, que no puedan ser abolidas, por lo cual toda asamblea que no sea convocada por los magistrados será ilegitima. Por más que en un estado haya varias ciudades, la autoridad soberana es una, y no puede dividirse sin que se destruya, pero no puede concentrarse la autoridad en una sola ciudad y obligar a todas las demás a ésta. El gobierno no tiene jurisdicción, cuando el pueblo se halla legítimamente reunido, allí se suspende el poder ejecutivo, las asambleas populares son el escudo del cuerpo político. Capitulo XV. De los diputados o representantes. La ambición lleva a los estados a la decadencia, cuando los ciudadanos dejan de servir con su persona para hacerlo con su dinero.

10 En un estado bien constituido se tiende más a los trabajos públicos que a los privados. En los malos gobiernos, el pueblo pierde interés en las asambleas, y el propósito de una buena ley se envicia, así no será la voluntad general la que domine, las malas leyes dan paso a otras peores. Los diputados no son ni pueden ser representantes del pueblo, son meros comisarios que no determinan nada definitivamente, porque toda ley tiene que ser ratificada por el pueblo en persona, caso contrario no es valedera. Capitulo XVI. La institución del gobierno no es un contrato. Bajo la igualdad que establece el contrato social para todos los ciudadanos, todos pueden mandar lo que todos pueden hacer, pero sin tener el derecho a exigir que otro haga lo que él no hace. Si el soberano tuviese en sus manos el poder ejecutivo, el hecho y el derecho se entremezclarían de tal manera que no podría diferenciarse lo que es ley y lo que no lo es. Capitulo XVII. De la institución del gobierno. El gobierno se establece en base a la ley, el pueblo elige a los que se harán cargo del gobierno constituido. Lo primero es un acto de ley, y lo segundo su ejecución, de esta manera hay un acto de gobierno antes de que este exista, hay una transformación de la soberanía en democracia, donde los ciudadanos convertidos en magistrados pasan de los actos generales a los particulares, y de la ley a la ejecución. Capitulo XVIII. Medio para prevenir las usurpaciones del gobierno. La institución del gobierno es por ley, por eso el cambio de este debe hacerse cuando es incompatible con el bien publico, a través de un acto regular y legitimo, evitando las revueltas y la confusión. Si esta situación subsistiese el gobierno, amparándose en la ley puede llamar a las asambleas para que establezcan el orden. Las asambleas periódicas son el mejor remedio para evitar las usurpaciones, ya que tienen como fin la conservación del pacto social, estas deben rever si el soberano desea conservar la actual forma de gobierno y si el pueblo quiere que los magistrados sigan en sus cargos. En el estado no hay ley fundamental que pueda revocarse, incluido el pacto social, pero si los ciudadanos en pleno decidieran hacerlo, es indudable que estaría legítimamente roto. LIBRO CUARTO. Capitulo I. La voluntad general es indestructible. El acto soberano del voto en toda instancia debe ejercerse con toda libertad, siempre debe consultarse al pueblo, y este responder, es la manera que estas dos voluntades le otorguen fuerza y mayor existencia a un estado bien organizado. Capitulo II. De los votos. La voluntad general es más dominante, cuando las decisiones se acercan mas a la unanimidad, esto es lo que exige el pacto social por naturaleza, porque la asociación civil es el acto mas voluntario de todos, siendo todos los hombres libres y dueños de si mismos. Si hubiera opositores al pacto social, esto no lo anula, la pluralidad exige a todos por igual, aun a aquellos que no dieron su conformidad, cada uno al votar dio su parecer particular, pero de los votos en común se saca la voluntad general. En esa época el voto era secreto y publico, ya existían los votos que compraban y se vendían.

11 Mientras más importantes sean las deliberaciones y decisiones a tomar, mas cerca de la unanimidad se debe estar, para que prevalezca la pluralidad al pronunciarse. Capitulo III. De las elecciones. Hay dos maneras para elegir a los gobernantes, por elección y por suerte. La última es propia de la democracia, en esta la magistratura no es un atributo, sino una carga onerosa que solo será impuesta por la ley a aquel que designe la suerte. Cuando la suerte y la elección están entremezcladas, la elección debe recaer sobre los destinos que exigen un talento particular, como los militares. Y la otra a los destinos que requieren un buen discernimiento como los cargos judiciales. En la monarquía, ninguna de estas maneras tiene lugar, ya que el rey es el único magistrado y elige a sus asesores. Capitulo IV. De los comicios romanos. Los romanos después de la fundación de su republica, tenían los comicios mas organizados de la época, el pueblo se dividió en tres tribus, y estas se subdividieron. Estaban categorizadas según el dinero que poseían, se establecieron dos centurias por clase social y cinco clases sociales, por lo que había diez clases por tribu. Como primero votaban los de las clases altas, con las tres primeras ya se llegaba a la mayoría, con lo que las clases inferiores no tenían participación, por lo que la democracia en Roma no era total. Capitulo V. Del tribunado. El tribunado no es parte constitutiva del estado y no debe tener ninguna porción del poder legislativo, por esta razón es mayor su poder, ya que sin poder hacer nada puede impedirlo todo, es una magistratura particular que se instituye cuando no se puede establecer una exacta proporción entre las partes que constituyen el estado, es el conservador de las leyes y del poder legislativo, es el mas firme apoyo a una buena constitución. El tribunado se debilita por la multiplicación de sus miembros. Este cuerpo puede degenerarse en tiranía, cuando usurpa el poder ejecutivo, del cual es solo moderador, e intenta ser autor de leyes, cuando debe protegerlas. Para prevenir las usurpaciones, este cuerpo no debe ser permanente, por ley se determinan los intervalos durantes los cuales debe quedar suprimido. Capitulo VI. De la dictadura. Cuando se trata de la salud de la patria, se nombra un jefe supremo que haga callar todas las leyes, y que suspenda por un lapso la autoridad soberana, aunque jamás se ha de suspender el poder sagrado de las leyes. Se suspende la autoridad legislativa, pero no se extingue. Este domina sin poder representarla, puede hacer todo, menos leyes. Conviene fijar el tiempo de permanencia, que debe ser corto, sin que pueda prolongarse, de otra manera seria tiranía. Capitulo VII. De la censura. Las opiniones del pueblo nacen de la constitución, la censura debe ser limitada, no debe usurpar los derechos del hombre, como la libertad de expresión y la de opinión, si sucediera causaría disturbios y malestar social, ya que se estarían violando dichos derechos. Capitulo VIII. De las religiones.

12 Los primeros hombres, tuvieron como reyes a los dioses, una forma de gobierno teocratita. Como cada nación tenia sus propios dioses, esto llevo al politeísmo, la religión siempre estuvo ligada al gobierno. En el paganismo cada pueblo tenia sus propios dioses, por eso no había guerras de religión, no había distinción entre sus dioses y sus leyes. Cuando el cristianismo tomo fuerza y la iglesia a organizarse comenzaron las persecuciones. La religión en relación con la sociedad, puede dividirse, en religión del hombre, que no tiene altares ni ritos, su culto es interior al dios supremo. La religión del ciudadano, es asentada en determinado país, da a este sus dioses, tiene dogmas y sus cultos prescriptos por leyes. La religión civil, es la que refuerza en el ciudadano el cumplimiento de sus deberes. Esto es lo que interesa al estado, y lo que respecta al habitante. A lo largo de la historia hubo muchas guerras y persecuciones por motivos religiosos. La religión constituye un poder en el estado.

13 Conclusión. A pesar de lo antiguo del libro, en él encontré la descripción casi exacta sobre los asuntos políticos que experimentamos diariamente a nivel mundial. En la actualidad, podemos encontrar gobiernos teocráticos, monarquías, republicas, anarquías, y dictaduras, donde la ley esta muy lejos de ser igualitaria para todos, volviéndose éstos cada ves mas corruptos y abusando del poder que tienen. En el caso de la forma de salvar la patria, cuando peligraba su existencia, nombrándose un dictador, como describe el autor, en nuestro país esta experiencia solo nos dejo dolor, retrocedimos en el tiempo, padecimos todo tipo de censuras y se violaron la mayoría de nuestros derechos. Los periodos no fueron breves, no habían sido elegidos, en síntesis no salvaron al país, y estábamos en la delgada línea que nos separaba de la tiranía. En todos estos periodos estuvo presente la violencia, que era ejercida por el estado, y estas circunstancias derivaron en conflictos sociales, represión y un descontento general que hacia imposible la voluntad generalizada. El Contrato Social, fue una teoría muy avanzada para su época, y al compararla con la nuestra podemos ver como se han deteriorado los valores de la familia, que se considera la base de la sociedad. El avance hace necesario ciertos cambios o reformas en el estado que se correspondan más con la realidad de nuestro país. Se ha ido perdiendo el concepto básico del pacto social, donde al unir las fuerzas eran capaces de vencer la resistencia, salía de todos para ser aplicado a todos, sin que se inclinara a un objetivo individual. Pero en la actualidad hay más hombres interesados en favorecer a unos pocos que en favorecer al conjunto. Por suerte, aun quedan los que buscan crear nuevas leyes que contribuyan a la mejor convivencia, y a la tan buscada igualdad entre los hombres.

14 BIBLIOGRAFÍA. -

EL CONTRATO SOCIAL. JUAN JACOBO ROUSSEAU. BUENOS AIRES 1910. CASA EDITORIAL MAUCCI. PAG 223. EL CONTRATO SOCIAL O SEA PRINCIPIO DEL DERECHO POLITICO. BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES.

INDICE. PORTADA…………………………………………………………..Pág. 1 BIOGRAFIA…………………………………………………………Pág. 2 INTRODUCCION…………………... ……………………………...Pág. 3 LIBRO I……………………………….……………………………..Pág. 4 LIBRO II……………………………………………………………..Pág. 5 LIBRO III…………………………….............................................Pág.7 LIBRO IV…………………………………………………………….Pág. 10 CONCLUSION……………………...............................................Pág. 13 BIBLIOGRAFIA E INDICE ………............................................. Pág. 14