Modernidad y Posmodernidad

Organización Existen diferentes definiciones sobre que es una organización y muchas de estas comparten características s

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Organización Existen diferentes definiciones sobre que es una organización y muchas de estas comparten características similares, según Chester Barnard la organización es un sistema de actividades conscientemente coordinadas de las fuerzas de dos o más personas dispuestas a contribuir con su acción para alcanzar un propósito común, en esta definición podemos observar tres palabras claves (actividades, personas y coordinación) que con su relación podemos entender fácilmente este concepto, Katz y Kahn nos dicen que las organizaciones son sistemas abiertos de carácter social, y la última definición que utilizaremos en el análisis sería la de Richard Scott que dice que la organización es un colectivo sistemático creado para alcanzar objetivos relativamente específicos sobre una base continua, que cumple con ciertas características como son: los limites respecto de su entorno exterior, existe un sistema formalizado de comunicación y un sistema de retribuciones a sus miembros. Dadas estas definiciones podemos crear nuestra propia definición de lo que entendemos por organización: Una organización es un conjunto social, es decir, esta creada por un conjunto de personas que interactúan entre sí y tienen un objetivo en común que es generar el máximo de resultados, y tiene como características principales la división de trabajo, un sistema de comunicación formalizado y están limitadas en el tiempo y el espacio. Modernidad y Posmodernidad En términos de tiempo y espacio, el concepto de conocimiento se analiza con los cambios de la modernidad a la posmodernidad. Se considera el inicio de la modernidad con la Ilustración francesa en el siglo XVIII hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial, lo que significó el auge del pensamiento racional, el materialismo, el cientifismo, el progreso, la superación, la crítica, la vanguardia, la naturaleza y la realidad social como objeto de conocimiento objetivo, y de la ideología frente a la teología. Hubo una transición del concepto medieval de percepción por el moderno concepto de conocimiento objetivo. En la modernidad predominan las teorías de Newton, Descartes, Bacon, Locke, Hume y otros. Se planteó como un espacio de progresiva transparencia, y como espacio de un proyecto de emancipación. La modernidad es entendida o caracterizada como efecto de superación crítica. Es en este contexto que la posición ideológica de Kant destaca, al mencionar irónicamente como facultades superiores a la teología, la jurisprudencia y a la medicina, dejando a la filosofía como una facultad inferior. Como explicación de esta jerarquización Kant entra a la discusión de los dos fines contrapuestos respecto al conocimiento. Afirma que al gobierno no le interesa el saber por el saber mismo, sino por los resultados y no tiene como preocupación la verdad, ni la necesita, le basta ejercer la autoridad para que las ciencias se sometan a determinados estatutos. La filosofía para Kant (en ese tono irónico) cae en el rango de una facultad inferior, ya que no contribuye a los fines prácticos inmediatos. “La razón se mueve aquí libremente y por su cuenta, sin sujeción alguna a las órdenes del gobierno, pero a cambio de ello se halla condenada a la más completa ineficiencia y tiene que resignarse a no ejercer influencia alguna sobre la marcha de los negocios…La facultad de la filosofía queda, completamente al margen del círculo de los que mandan y los que obedecen” …la lucha de la razón científica contra el poder y contra la tradición” El tránsito hacia la posmodernidad planteó un giro de esa objetividad, racionalidad y cognoscibilidad añadiendo que nada es ajeno a su proceso ni a su tiempo, por lo que nada es totalmente objetivable,

ni se construye en el rechazo de una idea incognoscible. La verdad ya no es real, objetiva y total como plantearon, desde ámbitos diferentes, Heisenberg, Berson, Freud, Srödinger, Levi-Strauss, Sausurre, Ortega y Gasset, Nietzsche y otros, por lo que la realidad no es fija, cognoscible y objetivable sino más bien es un constructo por segmentos. Esta conformación han sido los iniciadores de la postmodernidad definida, delimitada y conformada por: Habermas, Baudraillard, Vattimo y otros. Abarca un rechazo de lo moderno como lo único valioso, infundiendo nuevos valores estéticos, culturales, sociales y económicos. La posmodernidad se construye en el nuevo universo tecnológico y de la información mundial, así el tránsito del concepto tradicional de conocimiento se ha visto inmerso en el procesamiento de la información electrónica. Todo ello encuentra espacio en el total asentamiento del conocimiento artificial, lo que significa el surgimiento de un nuevo paradigma en el ámbito las ciencias socioeconómicas. La posmodernidad tecnológica surge con la idea de que la técnica predomina sobre la ciencia, y en concreto de las tecnologías de la información electrónica, que posibilitan la transmisión de una visión global tanto de la experiencia, la cultura y de la historia. Fuente:       

Libreta de Administración I http://www.eumed.net/tesisdoctorales/2010/smf/Modernidad%20y%20Posmodernidad.htm https://www.gestiopolis.com/organizacion-postmoderna-modelo-organizaciones-alma/ http://www.ampaigimferrer.com/la-modernidad-liquida-en-las-organizaciones/ https://www.carlosllanocatedra.org/blog-filosofia/modernidad-y-empresa-contemporanea https://prezi.com/zvlbalgryu7m/la-modernidad-concepto-y-caracteristicas/

Gestiopolis: La organización posmoderna hace su aparición en el escenario del mundo contemporáneo bajo un concepto de crisis de valores y carencia de identidad, según lo han expresado algunos pensadores al intentar explicar la intencionalidad del pensamiento posmoderno. El aparente rompimiento con las creencias y prácticas del mundo moderno crea la necesidad de replantear la creación de un nuevo modelo de organización que ayude a eliminar las viejas prácticas del modelo Taylorista de eficiencia económico-instrumentalista, que ha desplazado de sus objetivos y metas, el fomento de la moral y a los valores humanos. Los criterios de eficiencia, productividad, rentabilidad, costo beneficio y utilidad en torno al capital humano que se invierte en las organizaciones, debe cambiar su rumbo y orientarlo al crecimiento integral de las personas. Para lograrlo, se presenta como alternativa el modelo de organización con Alma, que plantea la posibilidad de que el ser humano alcance un futuro en el que haya un lugar para todos y en donde estemos representados sin importar nuestra condición particular. La creación de la organización posmoderna enfrenta nuevos paradigmas que replantean las reglas de la conducta individual, grupal y organizacional, ya que el hombre posmoderno rechaza el orden preestablecido, el triunfo de la razón y la ciencia como verdades absolutas. Como consecuencia se destaca la aparición de un relativismo y de un mundo en el que todo se vale. No obstante lo anterior, la experiencia bien intencionada ha demostrado que la grandeza de las organizaciones no se

fundamenta en garantizar solo la sobre vivencia de quienes las crean, sino sobre todo, su trascendencia le viene por ser instrumento del desarrollo de la humanidad. Las filosofías gerenciales y la toma de decisiones en la mayoría de las organizaciones parecen regirse por el modelo razonal orientado a las utilidades económicas, sin darle la importancia debida a la moral y a los valores humanos. En la organización posmoderna se presenta la oportunidad de plantear la posibilidad de alcanzar un futuro en el que todos estemos representados en el sentido de que haya un lugar para todos en el mundo, sin importar cuáles sean nuestras características particulares; en donde, a través de conocer a los otros seres humanos diferentes a nosotros, se nos revele también una nueva posibilidad de existencia digna. Ante esta necesidad, ¡no se tiene que renunciar a pertenecer y formar parte de una Empresa feliz! EcuRed: https://www.ecured.cu/Posmodernismo El filósofo francés Jean-François Lyotard considera que la explosión de las tecnologías de la información, y la consiguiente facilidad de acceso a una abrumadora cantidad de materiales de origen en apariencia anónimo es parte integrante de la cultura posmoderna y contribuye a la disolución de los valores de identidad personal y responsabilidad. Con todo, entiende la multiplicidad de estilos posmodernos como parte de un ataque al concepto representativo de arte y lenguaje. Scielo: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982008000200005 Para Featherstone, "hablar de postmodernidad es sugerir un cambio o una ruptura epocal con la modernidad, que conlleva la aparición de una nueva totalidad social con sus propios principios distintos de organización" (2000: 24). Según el parecer de Lyotard (1998), la posmodernidad designa el estado de cultura después de las transformaciones que afectaron las reglas de juego de la ciencia, de la literatura y de las artes a partir de finales del siglo XIX. Eagleton (1998), que exploró las primicias, las ambivalencias, las historias, los sujetos, las falacias y las contradicciones del posmodernismo, señala que el término posmodernidad alude a un periodo histórico específico, que cuestiona las nociones clasicas de la verdad, de la razón, de la identidad y de la objetividad, de la idea de progreso o de emancipación universal, de los sistemas únicos, de las grandes narrativas y de los fundamentos definitivos de explicación. García Selgas y Monleón entienden por posmodernidad "una época histórica que se diferencia de la modernidad y la sucede. En ella se incluye tanto una determinada realidad socio–histórica como su exposición en unas específicas condiciones epistemológicas" (1991: 13). Según Jameson (2001: 9), "el modo más seguro de comprender el concepto de lo posmoderno es considerarlo como un intento de pensar históricamente el presente en una época que ha olvidado cómo se piensa históricamente". La posmodernidad es lo que queda cuando el proceso de modernización ha concluido y la naturaleza se ha ido para siempre. Es un mundo más plenamente humano que el antiguo, pero en él la cultura se ha convertido en una auténtica segunda naturaleza. Lo que le ocurrió a la cultura pudiera ser una de las pistas más importantes para rastrear lo posmoderno. La cultura se ha vuelto un producto por derecho propio. Desde un punto de vista más amplio, se pueden deducir dos tesis que están relacionadas al surgimiento de la posmodernidad. La primera la considera un movimiento que inició en los años sesenta, con el agotamiento de la modernidad, más específicamente con el movimiento estudiantil, el avance de la tecnología, la nueva visión del consumo y del capital internacional. Según esta concepción, la

posmodernidad constituye una fase crítica de la sociedad moderna. En la segunda tesis, la posmodernidad representa una nueva época histórica posterior a la modernidad. Harvey (1998), refiriéndose a la posmodernidad como condición histórica, señala que la crisis de superacumulación iniciada al finalizar los años sesenta, y que llegó a su auge en 1973, generó que la experiencia del tiempo y del espacio se transformara, la confianza entre juicios científicos y morales se resquebrajara, la estética triunfara sobre la ética como foco primario de preocupación intelectual y social, las imágenes dominaran las narrativas, se prefiriera lo efímero y la fragmentación a las verdades eternas y a las políticas unificadas, y que las explicaciones dejaran el ámbito de los fundamentos materiales y político–económicos y pasaran a la consideración de prácticas políticas y culturales autónomas. Garboggini di Giorgi (1993) percibió el posmodernismo como una sensación y una apuesta. Una sensación de que la modernidad está rota, de que la racionalización de la vida es inaceptable e inhumana; de que la promesa del progreso es una ilusión y de que el universo es peligroso. Una apuesta porque los posmodernos confían en la heterogeneidad y en la diferencia, afirman la fragmentación de experiencias, enfatizan la existencia de micropoderes capilares en el interior de la sociedad y consideran ilusorios el poder del Estado y la dominación de alguna clase social. Para Gomes (1994) el mundo posmoderno es descentralizado, dinámico y pluralista; en él desaparecerán las reglas de la mayoría absoluta, y cada vez más habrá menos lugar para la tiranía de la sociedad de masas. El sistema internacional pasó a ser multipolar, las minorías alcanzaron su derecho de expresión. La posmodernidad tiene una vinculación con el posindustrialismo y con todo el arsenal de nuevas ideas. La cultura de la sociedad capitalista avanzada pasó por un profundo cambio en relación a la estructura y al pensamiento. El conocimiento se constituye en la principal fuerza de producción. La fuente de todas las fuentes se llama información. La riqueza de una potencia no descansa únicamente en la abundancia de materia prima, sino en la cantidad/calidad de la información técnico–científica. A la ciencia, modo de organizar, almacenar y distribuir información, le corresponde mostrar que sin el saber científico y técnico no se tiene riqueza, y la universidad, institución importante en el cálculo estratégico–políti–co del Estado, asume la investigación tanto financiada como la de relevancia social. La enseñanza y la investigación, funciones históricas de la universidad, que antes buscaban preparar hombres para descubrir la verdad, hoy en día buscan, principalmente, formar individuos competentes para insertarlos en el mercado capitalista. Este movimiento cultural representa una apertura hacia nuevas posibilidades y, consciente de los límites de la modernidad, busca transformar lo moderno, en vez de rechazarlo totalmente. Según Rocco, los posmodernos defienden la necesidad de modelos de análisis que reconozcan la complejidad de lo que es la causa múltiple arraigada en condiciones históricamente determinadas de condiciones o lugares locales o particulares (1991: 273). Modernidad En un sentido similar se ha expresado Max WEBER al interpretar la modernidad como un proceso de racionalización encaminado al desencantamiento (Entzauberung) del mundo, tras haberse agotado, durante la baja edad media, las concepciones metafísico-religiosas