Miss Evers Boys-Resumen

Miss Evers' Boys En 1932 en el condado de Macon, Alabama, el gobierno federal de Estados Unidos lanzó un estudio médico

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Miss Evers' Boys

En 1932 en el condado de Macon, Alabama, el gobierno federal de Estados Unidos lanzó un estudio médico llamado El Estudio Tuskegee dirigido a negros no tratados y enfermos de sífilis. El estudio seleccionó a 412 hombres infectados con la enfermedad y ofreció un falso tratamiento a largo plazo, mientras que en realidad solo se les daban placebos y linimentos. La premisa de la medida fue determinar si los negros reaccionaban en forma similar a los blancos a los efectos globales de la enfermedad. El experimento solo se interrumpió 40 años después, cuando el Senado inició una investigación. En ese momento, solo 127 miembros del grupo de estudio original quedaban con vida. La historia se cuenta desde el punto de vista de la enfermera Eunice Evers, quien estaba plenamente consciente de la falta del tratamiento que se ofrecía, pero sintió que

su papel era

consolar a

los

hombres

involucrados, muchos de los cuales eran sus amigos directos. De hecho, el nombre de la película viene del hecho de que un bailarín y tres músicos llamaron a su acto con el nombre de ella: "Miss Evers Boys". Todos tenían la enfermedad. Un romance con uno no fue correspondido, incluso después de que él se unió al ejército durante la Segunda Guerra Mundial y fue tratado y curado con penicilina. Como el resultado de la investigación del Senado, la experimentación médica en seres humanos se ha reducido. Los sobrevivientes del estudio recibieron tratamiento y compensación financiera después de la investigación del Senado. Fuente: "Miss Evers Boys." Http://www.imdb.com/title/tt0119679/plotsummary. Web. 7 de septiembre de 2015.

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Análisis El Estudio Tuskegee constituyó un acto cruel e inhumano, perpetrado por el gobierno de Estados Unidos contra un grupo de miembros de un segmento de la población de ese país. El segmento en cuestión resultó ser el grupo afroamericano, lo que caracteriza el experimento como un acto racista. Además, las personas que participaron en el experimento fueron engañadas, pues se les hizo creer que iban a recibir tratamiento contra la sífilis, cuando en realidad solo se les daban linimentos y placebos. Algo aún peor fue el hecho de que los médicos siempre les negaron los medicamentos que sí eran eficaces contra la sífilis, con lo que los condenaron a muerte.

El papel de los médicos en este experimento

contradice su misión y el principio de bioética de no maleficencia. El hecho de que se haya mantenido en la ignorancia a los participantes en el experimento es aún más condenable. No sirve de mucho que el experimento se haya detenido, pues solo se hizo ante la investigación del Senado de Estados Unidos. La disculpa del Presidente Clinton y la compensación monetaria a los sobrevivientes y a las familias de los muertos subraya más la injusticia cometida que lo que soluciona o restituye a los afectados y sus familiares.