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ME QUIERO CASAR

"Apresúrate, amado mío," Cantar de los cantares 8: 14

. Horacio Bojorge .

ME QUIERO CASAR Tomo I La experiencia del encuentro

Copyright: Horacio Bojorge Ilustración de tapa: Firmando el Registro, óleo de Edmund Blair Leighton Diseño de tapa e interior: Laura Güizzo & Mercedes Sancho. www.aestudio.com.ar

. ÍNDICE 1 | Introducción 1.2 | Lucila: Mi cabeza piensa y piensa 1.3 | Santa Ana: Oración para pedir un buen esposo 2 | La Esposa de Cristo está en ti 3.1 | Adriana: Nace una ilusión con Jorge 3.2 | Adriana: Las cosas con Jorge no resultaron 3.3 | Adriana: Quisiera comenzar el camino esponsal con Cristo 3.4 | ¿Quieres ser mi esposa? 4 | Cuatro actitudes esponsales y una copla 5 | Dora: Es verdad que Jesús me quiere por esposa 6 | Coca: Triste por no ser la preferida de Jesús 7 | Fabiana: Déjate amar 8 | María Teresa: El que ama ama, no pide 9 | Pía: Aprender a dialogar con el Esposo 10 | El Sí de Sofía 11 | El Sí de Sabina 12 | Nina: Jesucristo esposo de mi alma 13 | ¡Oh cuánto amor! 14.1 | Concepción: Amores compatibles 14.2 | Concepción: Etapas del amor divino 15 | Hilda: Estoy en una eterna celebración de bodas 16 | Miryam: Pidiendo ser esposa del Señor 17 | Giselle: Más que nunca lo siento mío 18.1 | Sonia: Hoy sentí a Jesús como mi esposo 18.2 | Sonia: Novia abandonada desea contarte 18.3 | La historia de Sonia: 1: ¡Cómo hacer para olvidar un gran amor! 18.4 | La historia de Sonia: 2: Le di mi Sí a Cristo en un día de Viernes Santo 18.5 | La historia de Sonia: 3: Ésta es mi oportunidad 18.6 | La historia de Sonia: 4: Le dije a Jesús mi deseo 19 | Emilia: Oración de hija y esposa 20 | Alicia: quiero vivir como esposa de Jesús 21 | Sandra: ¡Es como quiero vivir para siempre! 22 | Bendición para una niña 23 | Estela: Cada vez más enamorada de mi Jesús 24 | Fabi de María: Que Él me siga transformando 25 | Faustina: Lo primero es ser esposa de Jesús 26.1 | Edith Stein: Recepcionar el amor 26.2 | Edith Stein: Virgen y Madre. 27 | Santa Teresa: Maestra de esposas 28 | Conclusión

09 10 19 23 25 30 34 37 40 53 56 63 68 71 75 80 83 86 88 91 93 97 100 103 104 111 115 121 125 129 130 132 134 135 138 140 143 144 148 153

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1.1 | INTRODUCCIÓN Querida lectora: ¡Pensaba y pensaba en esta introducción! Acaba de llegarme este mensaje de Sonia. Y me parece que puede ser la mejor de las Introducciones y mejor que muchas palabras mías, para darte una idea de lo que podrás encontrar en este libro. Es que el mensaje que contiene este libro, antes de existir el libro, le cambió la vida la vida a Sonia. Entérate un poco:

¡Padre! Le escribo muy emocionada. Sabía que lo que me había enviado era una fuente de riquezas que debía mirar con tranquilidad. Luego de tanto ajetreo y de haber dado inicio al nuevo año laboral hoy me dispuse a comenzar mi oración de la mañana leyendo el texto de este libro que Usted me envió. ¡He quedado fascinada, me da mucha emoción!... ¡Gracias Padre!... desde hoy mi oración de media hora de las mañanas la haré leyendo sus páginas. ¡Qué bello libro! Padre, precisamente yo le conocí a usted llevada por esa ansiedad de encontrar marido... ¡y vaya que lo que encontré!.. ¡Hace mucho que quedó atrás esa ansiedad... sigo soltera, sola... pero totalmente desentendida de eso, pues solo siento alegría continua porque Jesús lo es Todo! Él sabe que soy muy defectuosa, pero ahí voy a su lado o luchando por estarlo. Lo que sí me emociona y asombra es ver cómo ha cambiado mi corazón... No le pido más esposo... Me he entregado a sus Manos, me he lanzado a su Amor de tal manera que ya no siento nada... sólo felicidad. ¡Es difícil de explicar! Sólo recuerdo que hace meses... quizá ya un año, una noche le pedí a Jesús vagamente, que si no me quería conceder un esposo que al menos me quitara la ansiedad... Pocas semanas después, sin apenas darme cuenta, yo era otra... y así, hasta hoy. En todo tiene mucho que ver Usted, por eso nunca me cansaré de agradecerle. 8

¡El amigo de mi Esposo!

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Ahora mismo enviaré esto a mis amigas, en quienes sigo viendo la inconformidad, la amargura, la impotencia... el sufrimiento por no encontrar novio y no poder casarse. En la medida que avance en la lectura le escribiré... yo pienso que no hay nada que añadir, ¡Está perfecto! ¡Gracias, Padre! Sonia

1.2 | LUCILA Mi cabeza piensa y piensa… Consulta y varias respuestas

Estimado Padre: Le escribo porque necesito de su luz y su palabra sobre una situación en particular. Una situación que me quita mucha paz y me pone muy ansiosa, al punto de no soportarme a mí misma. Tengo treinta y dos años, soy soltera y a medida que pasan los años crece mi convicción de que mi vocación es al matrimonio. No es que haya tenido esa convicción a flor de piel ni haya vivido obsesionada con ella. De hecho sólo un chico me tuvo muchos años ocupada mentalmente y cautivó mi imaginario. Cuando se convirtió en un imposible me quedé por un buen tiempo sin que nadie me interesara. Aunque quería que alguien apareciera no veía a ninguno entre los varones de mi entorno. He ido a muchos grupos y asociaciones católicas de jóvenes y de estudiantes. Hace unos meses que estoy interesada en un chico que he visto durante muchos años en esos ambientes católicos. Yo misma me he sorprendido de que se me despertara en mí un interés por él después de tantos años de conocerlo pero sin haberme fijado en él y sin más trato entre nosotros que saludarnos. Pero la verdad es que pienso mucho en él, sé que es un buen chico (compartimos los mismos ideales, el mismo modelo de familia; y me gustaría que tengamos otro tipo de trato. 10

El problema es que para algunas cosas –y más en este

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tema puntual- soy muy tímida, al punto de que a veces no me animo ni a saludarlo. Y creo que él también es bastante tímido. Yo nunca tuve novio, y de él nunca conocí ni supe de que haya tenido novia. He leído cosas suyas, Padre, y lo he escuchado, especialmente el tema de que es el varón quien elige y la mujer tiene que ser como receptiva a esa elección del varón; que ella no tiene que avanzar… y créame que yo ¡seguro no avanzo! ¡Pero tampoco hago nada! No hago nada exteriormente, pero mi cabeza piensa y piensa: lo que debí hacer y no hice; cómo darle una señal; queriendo saber qué piensa; si está interesado en alguien; si tengo chance, etc., etc. Y como que hablo todo el día con Jesús, pero más que diálogo es monólogo mío ¡y sobre ese único tema! Hay momentos en los que no me aguanto más o estoy demás ansiosa por querer que pase algo, y a la vez sé que estoy muy lejos de que así sea; porque casi no hablamos, y así está difícil la cosa no? Bueno Padre, espero que entienda algo de lo que escribí y pueda darme algún consejo. Está un poco enredado, así de enredado como yo me siento. Muchas gracias por su atención. ¡Rezo por Usted! Lucila. Mi respuesta Querida Lucila:

Veo tu misma preocupación en muchas mujeres como tú. Es un sufrimiento muy grande del alma. Y el enemigo aprovecha para torturarlas, agitarlas, atacarlas con ansiedad, miedo, tristeza e ira. Se puede convertir, en el alma de la mujer, en una obsesión que le hipoteca la vida y prácticamente la aísla de la realidad objetiva y exterior: la encierra en el calabozo de la torre donde, en los cuentos de niños, siempre está la princesa esperando al príncipe que la libere. A tus inquietudes podrás ir encontrando tú misma las respuestas a medida que avances en la lectura de las páginas de este libro. Te lo adelantaré todo en este consejo: profundiza tu relación con Cristo y si no lo has hecho hasta ahora, empieza

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desde ya a relacionarte con Él en clave esponsal.

Hay una crisis muy grande en los varones. Ese es otro tema, demasiado largo de tratarlo ahora, de entrada, en este libro. Desde el índice podrás encontrarlo y entender algo de lo que les pasa a ellos. Lo que tengo para proponerte ahora es otra cosa: que, provisoriamente, te saques estos pensamientos de la cabeza ¿cómo? dejándoselos, por ahora, en las manos de Cristo y del Padre. Y que lo hagas como una esposa encomienda algo a su esposo. ¡Sí! que empieces a tratar con Jesucristo como esposa con esposo. Te invito a que te dediques a profundizar una relación esponsal con Cristo. No pienses – como ha pensado alguna con cierto desdén a la propuesta – que con esto te estoy sugiriendo que renuncies a la idea de un matrimonio. No. ¡Es perfectamente posible ser esposa de Cristo y estar casada o estar deseosa de casarse y estar dispuesta a responder que sí a un eventual pretendiente humano! Las creyentes que se han ennoviado y casado suelen ignorar que el novio y el esposo es ministro de Cristo (debería serlo) y enviado por Él. Y que Cristo hace de sus Esposas, las mejores esposas, ministras del amor de Jesucristo para sus esposos. Cuanto mejor esposa de Cristo, menos obsesionada con la soltería, y más libre para ennoviarse y casarse. Y más fuertes para sobrellevar las cruces del matrimonio. Más adelante en este libro encontrarás testimonios de otras jóvenes que, tras una desilusión amorosa, se dedicaron a tratar con Jesucristo como esposa, y quedaron interiormente libres hasta el momento en que el Señor les envió un esposo en la tierra.

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Jesucristo enseña en el Evangelio que no debemos andar pensando qué comeré o con qué me vestiré porque ya sabe el Padre celestial que necesitamos de esas cosas. Si aplicas esta enseñanza a la preocupación por casarte, lo que te aconseja Jesucristo – sabiduría eterna del Padre — es que dejes eso en manos del Padre, que te dediques a ser Hija del Padre, que te dejes engendrar por la gracia divina como buena hija, y que te dediques a profundizar tu relación de esposa con Jesucristo, Esposo de la Iglesia.

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Este camino interior comienza por ¡escucharlo! Sí, acallar el alboroto del alma y del deseo frustrado, de los miedos y de las ilusiones. Y escuchar lo que ya está dicho en las Sagradas Escrituras. Allí, el Señor te invita con las palabras del salmo 45: “Escucha hija”. ¿Escuchar qué? “El Rey se prendó de tu belleza”. Escucha la declaración de amor de Jesucristo, Hijo de Dios Padre, creador tuyo: -- “¿Me amas, me quieres por esposo? ¿Quieres albergar mi amor en tu corazón, para que yo habite en ti y tú seas para mí un templo donde habite mi amor? ¿Quieres guardarme en tu corazón como me guardó en el suyo mi Madre? Mi Esposa la Iglesia está toda en ti, como yo lo estoy en cada miguita de la Hostia consagrada. Si escuchas la pregunta de Jesucristo, que es a la vez un ruego: ¿Quieres ser mi esposa? Y si le das tu sí. Él te dirá qué te da, porque Él a su vez espera de ti tres cosas: 1) confianza, 2) docilidad, 3) diálogo íntimo y continuo con Él. 1) Confianza Serena tu corazón, busca en el silencio poner en Él tu confianza, sabiendo que te escucha, “Jesús en ti confío”. Esta frase breve es como una sortija que te quiere obsequiar para que la lleves en el anular de la mano izquierda, como novia suya. Y dentro de ese anillo están grabadas esas palabras: “En ti confío”. Esto es a la vez lo que Él te dice y lo que espera de ti. Él confía en ti y te pide que confíes en él.

Y si confías en Él ante cada dificultad, será como el anillo mágico que resuelva todas las dificultades, te salve de todos los peligros, y te fortalezca en todas las pruebas. Ya ves lo que Jesús espera que hagas con ese asunto que te está preocupando. Te has puesto de cara a Él y ya estás viendo. Como dice el Salmo 45: Escucha hija y mira… es decir escucha y verás. Ya estás viendo lo que tienes que hacer. Pero ¿Qué es lo que se te ha pedido que oigas y recibas en fe? “El Rey se prendó de tu belleza”. Si crees que Cristo está enamorado de ti y que te quiere como esposa y le das tu sí para que te reciba como tal, entonces empiezas a ver todas las cosas de otra manera. Y le desatas las manos para que él obre en ti.

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2) Docilidad: “Hágase en mí según tu palabra”, según tu deseo, según el designio de tu amorosa sabiduría.

Este segundo paso sigue lógicamente al anterior que, a su vez, es el paso previo y necesario para dar el segundo. La confianza puesta en el divino Esposo hace a la esposa dócil para entregar su voluntad (de la que ella no es dueña sino prisionera) como quien le entrega al príncipe la llave de la torre y del calabozo, arrojándola por la ventana. 3) Dialogar con el Esposo Pensar dialogando con Él. Salir de la prisión espiritual del monólogo interior, que es estar a la vez tentada de omnipotencia (todo depende solamente de mí) y que precipita en un abismo de impotencia (no puedo nada). En ese aparente monólogo, en realidad se está dialogando inadvertidamente con el Tentador, que imita tu voz. Es como si se disfrazara de ti en el espejo para desesperarte con su intervención. Lo que te parece un monólogo contigo misma, es en realidad un diálogo con el Tentador. Por eso, el Señor te salva de ti misma y de tu inadvertido diálogo con esos demonios que te torturan, te salva abrazándote como a esposa suya en un diálogo de amor con Él, el Esposo de tu alma.

¡Esta es pues mi propuesta! Cree que el Padre te ha hecho mujer porque te destinó a esposa de su hijo (compatible con un eventual matrimonio, maternidad, etc. etc.) Y date cuenta de que la tentación a la que estás siendo sometida es una inversión de las precedencias: consistente en preocuparte más por el amor humano que por el amor divino. Es decir, hacer del primer mandamiento el décimo y del décimo el primero.

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Me haría muy feliz que se cumpliera en ti la promesa del salmo cuarenta y cinco. Y que asumieras tu destino y tu misión divina de ser, para Cristo, Iglesia individual, es decir novia y esposa del Cordero. Entonces, al besar tu mano, en tu mano me extendería la suya toda la Iglesia: ¡venerada mano, la mano de la Iglesia, de la Esposa de mi Señor, tal como estás llamada a que se realice en ti! Mi anhelo es poder besar un día en tu mano la mano de la Esposa de Cristo. Padre Horacio, amigo del Esposo.

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Esta entrada del Blog del Buen Amor suscitó veintisiete comentarios. Vale la pena reproducir aquí algunos, porque ilustran con testimonios de vida que la propuesta esponsal de Jesucristo es algo que ocurre frecuentísimamente, pero con diferentes resultados:

1. Comentario de María selva Padre, ¡es cierto todo lo que Usted le dice! El año antes de conocer a mi esposo puse en práctica todo lo que usted le aconseja a esa chica ¡Algo que no es nada fácil!

Para poder alcanzar todo lo que usted dice tuve que empezar a ir todos los días a misa, al principio sin ganas y sin fe. Tuve que detenerme todos los días diez minutos a charlar con Él poniéndole en sus manos todas mis dudas, miedos, preocupaciones. Me presentaba ante Dios así y sólo le decía: – acá estoy, soy esto, haz de mi lo que quieras. Y así gracias a Él – porque no fue otra cosa que por eso – logré dejarme en sus manos. ¡Ese año fue el más feliz de mi vida! Con millones de preocupaciones pero lleno de paz. Y en ese momento nos encontramos con mi actual esposo, del cual no puedo dejar de darle gracias a Dios. Y ahora ya llevo siete años casada. Pero me gustaría poder volver a tener esa relación con Cristo y aquella relación confiada que he perdido. Una se olvida rápido de todo esto, así que le agradezco Padre por sus consejos y todo lo que escribe. María Selva. Mi respuesta al comentario de María Selva Estimada María Selva: Agradezco muchísimo tu invalorable testimonio. Y te animo a no dejar de cultivar ese trato confiado de esposa con Jesucristo. Serás mejor ministro del sacramento del matrimonio para tu esposo. Es muy bueno que des gloria pública a la obra de Dios con este testimonio. Hay que glorificarlo publicando sus obras. Muchas bendiciones, Padre Horacio 2. Comentario de Vivan Jesús y María Qué hermosa la respuesta Padre. ¡Todas llamadas a ser Esposa de Jesús!

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3. Nuevo comentario de María Selva: Hola padre, pregunta mi esposo si la mujer es esposa de Cristo, ¿cuál sería la relación del varón con Cristo, qué papel cumple él? 4. Comentario de David Querida Hermana en Cristo María Selva: Sencillamente a través de la Encarnación de Cristo se nos muestra el misterio del Matrimonio según Efesios-5 donde Cristo es el Esposo y la Iglesia es la Esposa. Respondiendo a tu pregunta según este misterio: para toda mujer Cristo puede ser su Esposo; mientras que para todo varón la Iglesia puede ser su Esposa (imposible al revés: para una mujer la Iglesia no puede ser su Esposa sino su Madre mientras que para el varón Cristo no puede ser su Esposo sino su Dios y Señor). Las mujeres estáis llamadas a dar testimonio luminoso de cómo la Iglesia ama a su Esposo Cristo, mientras que los varones estamos llamado a dar el testimonio de cómo Cristo ama a la Iglesia su Esposa entregando su vida por ella. 5. Comentario de María del Luján Querida Lucila: no te desesperes, yo conocí a mi esposo con 34, nos casamos al año siguiente, ya tenemos dos niños y seguimos abiertos a la vida. Como nos cuenta María Selva, también puse en práctica los consejos del P. Horacio y el Padre Celestial me regaló un esposo muy religioso. Una amiga, también visitante de este blog, me aconsejó que si un chico nos gusta, hay que hacérselo saber discretamente, ejemplo con una sonrisa. Eso basta. Un abrazo en Jesús y María. María del Luján 6. Comentario de Merche Pues lo que dice el Padre es verdad, todas somos esposas de Cristo y como pienso que os puede hacer bien, voy a contar algo que nunca he contado a nadie a excepción de mi confesor.

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Desde mi conversión cuando tenía 25 años, mi relación con Cristo ha sido siempre esponsal. Años después tuve una visión de Jesucristo. Yo estaba en mi casa orando de rodillas y de pronto vi al Señor delante de mí, estaba todo hermoso, con

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túnica blanca y entonces él me miró, cogió mi mano derecha y me dijo: “con este anillo Yo te desposo”. Miré mi mano y vi un aro de luz blanca. Aún me tiemblan las piernas, al recordar aquella gracia que el Señor quiso concederme por su Divina Misericordia, no porque yo lo mereciera, sino porque Él lo quiso, a lo mejor para que diera ese testimonio hoy, en este tema del Padre Horacio, de que todas somos sus esposas, incluso las casadas. Un saludo. Merche 7. Comentario de Mónica Padre le agradezco su enseñanza, me confirma muchas cosas. Yo sentía en mí que Dios me quiere como esposa y me preguntaba si esto era posible ya que soy casada. Anteriormente he leído que sí es posible, pero volvía a dudar.

Ciertamente Dios pide abandono, confianza, dejarse guiar, un sí constante, una voluntad dócil, servirlo en cualquier circunstancia con paz y alegría y mucha vida íntima, un continuo diálogo. Por lo menos esto es lo que me pide a mí. Gracias Padre y gracias por su sí. Dios lo bendiga abundantemente y la Virgen María lo cubra con su manto. Mónica 8. Comentario anónimo Hola padre, lo conozco de EWTN y, cuando lo encontré en G+ me asombré de su primer enlace compartido, que era al texto de Dimas Antuña sobre el beso1 en su Blog del Buen Amor.

Más me asombré aun al leer este post y los comentariostestimonio que ponen pues me parecía algo “raro” lo que me pasaba a mí. De hecho, me lo hicieron sentir como rareza mía algunos de los pocos sacerdotes a quienes se lo dije. Por eso de ahí en más lo callé y no sé si quiero que esto se publique, tal vez por “pudor”, pero si le llegara a servir a alguien, si lo cree conveniente, está bien, sino, mejor así. Yo también, siendo casada (esto lo mencionaré también al final porque puede ayudar a alguien) fui llamada por el Espíritu Santo a consagrarme en voto privado a Dios como Alma Víc1| El texto aludido lo encontrarás recogido en este libro

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tima al Amor Misericordioso: Esposa del mismísimo Jesús. Esto fue hace mucho. Pero, luego de muchas “pruebas” del bendito sacerdote que Dios puso en mi camino, recién lo hice en octubre del 2010. Lo de mi matrimonio: ojalá hubiese tenido quien me dijese estas cosas hace más de 26 años en que me “mal casé” en circunstancias que Dios sabe y comprende por qué lo permitió para fines que Él conoce. A pesar de todo, sigo, tratando de ser fiel, porque Dios lo es. Una larga historia que me gustaría compartir con Ud. en busca de consejo, pero que no sé por qué medio. Muchas gracias por todo lo que hace, graba, escribe, etc., Dios lo bendice por ello. 9. Mi respuesta a esta comentarista anónima Le agradezco su comentario y lo agradecerán muchos. Por otra parte, cuando uno publica una gracia, lo hace para la gloria de Dios y no debe temer la vanidad. Cordialmente, Padre Horacio 10. Segundo comentario anónimo Preciosas y valiosas sus palabras. He visto de cerca muchos matrimonios que han terminado en divorcio. Varios de los cuales se veía venir desde sus noviazgos. Curioso fue que en la boda cristiana de una pareja amiga, ambos convertidos al cristianismo, su ministro dijo algo que me dejó pensando. Les dijo: “llamen a Cristo a su matrimonio a cada momento y no solo en su boda si quieren tener un hogar lleno de paz, amor y bienestar”.

Y después pensé, hay que tener a Dios como compañero de vida para que nos acompañe durante el noviazgo y durante el matrimonio con la persona que el escoja para nosotros. Y estar desposada con Jesús es la causa primera para ello. Pero: ¿cómo me hago esposa de Jesús?

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11. Mi respuesta al segundo comentario anónimo Imposible explicarlo aquí. Si desea saber más comuní-

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quese conmigo por el correo. Continúe buscando en el Blog del Buen Amor otras entradas y testimonios sobre el tema. Pero desde ya le adelanto que si Usted está bautizada ya es esposa, ya lo es. No se trata de que “se haga a sí misma” esposa de Jesús. Se trata de que asuma su condición, que viva y actúe según lo que ya es, y lo viva en fe, deseo y caridad. Cordialmente 12. Comentario de Patrizia Hola, llegué aquí hoy como muchas mujeres: preocupada por no haber encontrado marido, ya tengo cuarenta y dos años y la frustración se está apoderando de mí. ¡Le confieso que esa voz de Jesucristo que me pide que me case con él la he escuchado antes en mi interior! Pero no he aceptado porque yo pensaba que me quería pedir que fuera monja. Ahora, ¡gracias por sus palabras! ya me aclaró ese punto, hoy le acepto la propuesta al Señor y de digo sí. ¡Gracias! Patrizia

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SANTA ANA

Oración para pedir un buen esposo La carta de Lucila me hace recordar a tantas otras que, como ella, ven pasar los años sin poder realizar su profundo anhelo de casarse. En mi Blog del Buen Amor inserté hace años una oración de Santa Ana para pedir un buen esposo. Es la entrada que tiene más comentarios en el Blog: ¡dieciocho páginas de comentarios y todos ellos por el estilo de éstos!:

> Anónimo 1 dijo: “Una hermosa oración que me ayuda a mantener viva mi esperanza de encontrar un hombre que antes de amarme a mi ame a mi señor y eso me confirme que es el hombre que el Señor me ha mandado, amen” > Anónimo 2 dijo: “Gracias por una oración tan bella la rezare todos los días para que Dios me ayude a conocer el verdadero amor y no volver a encontrarme personas que solo me ven la cara”.

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> Merche dijo: “Aquí sigo viniendo padre Horacio, aún no se ha dado el milagro. Supongo que tendré que tener paciencia”. > Diana dijo: “Gracias por hacer que muchas mujeres como yo no perdamos las esperanzas. Soy Diana tengo treinta. He pasado la mayoría de mi vida criando a mis hermanas y cuidándolas del abuso de mi padre. Pero cada vez que he creído encontrar un novio al final me di cuenta de que realmente estaba detrás de mi hermanita. Por eso me gustaría que me ayudaran a orar por que Dios me mande una gran bendición para mi vida ya que he perdido mucho tiempo criando y viendo por mis hermanas. > Mónica dijo: “Es una oración maravillosa, le pido por favor me acompañe en la oración para poder conseguir un compañero de vida y un buen padre” > Anónimo 3 dijo: “Dios quiera enviarme un buen esposo que me ame y me respete igual que yo a él” > Alejandra dijo: “Padre Horacio, me llamo Alejandra tengo treinta años, y hace mucho tiempo que no tengo novio, tengo “enamorados” o seres que solo quieren pasar un buen rato, no me considero una mala persona, pero tengo mucho sufrimiento, me siento sola, ya quiero formar una familia y ya necesito una relación formal un hombre que ame Dios con valores principios que me quiera y me respete.” > Anónimo 4 dijo: “Yo le pido todos los días a la Virgen de Guadalupe y al Señor Jesús me conceda el milagro de formar una familia con el hombre indicado ya que temo quedarme sola, por desgracia me ha ido mal en cuestiones de amor y espero en Dios solo sean pruebas que el señor pone en mi camino. Tendré fe al rezar todos los días esta oración para que Dios todo poderoso pueda cumplir mi petición. Amén Y así, por el mismo estilo, dieciocho páginas de comentarios.

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Oración al Padre pidiendo el buen esposo La oración que ha tenido tanta aceptación está tomada de la obra: “La Mística Ciudad de Dios” en donde la Virgen Santísima le cuenta a Sor María Jesús de Agreda cómo Santa Ana eleva esta oración al Padre pidiendo un buen marido. La oración dice así:

“Altísimo Dios eterno, de Quien depende todo el ser y el reparo del linaje humano: postrada en Vuestra Real presencia os suplico se digne Vuestra Infinita Bondad de mirar las ansias de mi alma y oír mis peticiones. A Vuestros ojos son manifiestos mis deseos de que, en el estado de matrimonio, me dieses la compañía de esposo que me ayude a guardar la divina ley y testamento santo, para crecer ambos en perfección y en la observancia de Tus preceptos. Santo Dios, Padre Infinitamente Providente, no escondáis vuestra piedad de mí, ni permitáis, pues Sois Padre, que mi súplica sea desechada. Y pues me mandáis, Señor mío, que con confianza os pida como a poderoso y rico en misericordia, concédeme lo que por Vos deseo y pido, pues en pediros hago Vuestra Santa Voluntad y obediencia. Y si mis culpas detienen Vuestras misericordias, apartad de mí lo que os desagrada e impide. Poderoso sois, Señor, Dios de Israel, y todo lo que fuere Vuestra Voluntad podéis obrar sin resistencia. Llegue a Vuestros oídos mis peticiones; que si soy pobre y pequeña, Vos Sois Infinito e inclinado a usar de misericordia con los abatidos. ¿A dónde iré fuera de Vos, que Sois Señor de los señores y Todopoderoso? Vos me enseñasteis a desear y a esperar de Vuestra liberalidad. Entregado tengo mi corazón y mente a Vuestra Voluntad. Aparta mis ojos de la vanidad. Si fuere Vuestro beneplácito conceder mi petición, todo lo pondré a Vuestro entero servicio, Padre mío, para ayudar a propagar el Reino de Dios en la tierra. Haced de mí lo que fuera de Vuestro agrado y alegrad, Señor, mi espíritu con el cumplimiento de esta esperanza. Mirad desde Vuestro solio al humilde polvo y levantadle, para que os magnifique y adore y en todo se cumpla Vuestra Voluntad y no la mía. Amén”.

Estimada lectora: Como a las decenas de visitantes del blog que dejaron sus comentarios, te aseguro que oro por ti deseando que el Señor escuche tu deseo.

Pero también te repito a ti el consejo que le di a Merche y vale para todas las que están apenadas por el mismo motivo:

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“cultiva mientras tanto la esponsalidad con el Señor Jesucristo, esposo de la Iglesia. ¡La Iglesia entera está en ti de manera parecida a como Cristo está entero en cada miguita de la sagrada Hostia! Por eso Cristo quiere celebrar las bodas con la Iglesia con cada mujer bautizada. Esto es de fe. Créelo. Dale pues, en tu corazón, un SÍ de fe al Señor que, en ti, le pide a toda la Iglesia que acepte su amor y lo reciba para hacer de cada corazón un templo del Espíritu Santo. La liturgia celebra al Corazón Inmaculado de María como templo donde el Amor de Dios es recibido y habita. Verás que el Amor de Cristo aceptado con un SI irá sanando esa herida que te hace venir aquí una y otra vez” Si te parece que la oración de Sta. Ana expresa tus deseos comienza a orarla confiadamente. Pero que tu confianza sea la de una hija querida ante Dios su Padre y como la de amada Iglesia-esposa ante el Señor Jesucristo: ¡pídelo como de esposa a Esposo! Algo así como: “Esposo mío, en ti confío, a ti me entrego, nada te niego, contigo hablo, no con el Diablo, Divino esposo ¡no eres celoso! ¡Dame de esposa a un santo esposo!”

Mientras oras pidiendo ser esposa y madre en la tierra, no pierdas tiempo para iniciar, si aún no lo has iniciado, el camino esponsal con Jesucristo. Para eso te ayudarán los testimonios reunidos en estas páginas. Y… llegado el momento envíame el tuyo.

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LA ESPOSA DE CRISTO ESTÁ EN TI Lo enseñan los santos, los doctores, el catecismo

Como Cristo está entero en cada partícula de la Hostia, así, análogamente, la Iglesia esposa del Cordero, está entera en cada mujer bautizada. Y por eso, en ti, la Iglesia entera ama a Cristo con tu amor esponsal individual concreto. Leemos en el Salmo 32: “El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres; desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones”. Del mismo modo que conoce por su nombre las estrellas del cielo así conoce el nombre de cada ser humano, y así también a cada mujer bautizada la conoce por su nombre y como a esposa-individual-concreta, porque ha dispuesto que en cada una subsista personalmente su Iglesia entera Sí, mujer: En tí está la esposa de Cristo: místicamente tú eres esposa de jesucristo. Esto lo enseñan santos doctores basándose en la divina revelación de las Sagradas Escrituras. 1.- Orígenes La esposa del Cantar es el alma deseosa de unirse al Verbo2

Realmente, cuando la mente se llena de sentimientos y de pensamientos divinos, sin intervención de ningún hombre o ángel […] crea que entonces es cuando recibe ya los besos de su propio esposo, esto es, del Verbo de Dios 2.- De los sermones del Beato Isaac Abad, Monasterio Stella Maris, Monte Carmelo, Jaifa3 “... se puede decir que cada alma fiel es esposa del Verbo de Dios..".

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2| Orígenes. Comentario al Cantar de los Cantares. (Biblioteca Patrística) Editorial Ciudad Nueva, Madrid 1986. Este fragmento es del Comentario al Cantar de los Cantares 1,2. Más adelante hemos insertado un capítulo entero sobre la doctrina este autor acerca de la esponsalidad del alma con el Verbo encarnado. 3| Sermón 51: Patrología Latina Tomo 194, Columnas 1862-1863. 1865. Tomado de la segunda lectura del Oficio Divino, sábado de la segunda semana de Adviento. Las cursivas son nuestras.

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En las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se entiende en general de la Iglesia, virgen y madre, se entiende en particular de la virgen María; y lo que se entiende de modo especial de María, virgen y madre, se entiende de modo general de la Iglesia, virgen y madre. Y, cuando los textos hablan de una u otra, dichos textos pueden aplicarse indiferentemente a las dos. También se puede decir que cada alma fiel es esposa del Verbo de Dios, madre de Cristo, hija y hermana, virgen y madre fecunda. Todo lo cual la misma Sabiduría de Dios, que es la Palabra del Padre, lo dice universalmente de la Iglesia, de modo especial de la Virgen María, e individualmente de cada alma fiel . 3.- San Buenaventura: la Iglesia en cada alma por lo tanto también en la tuya “La Iglesia contemplativa y el alma no se diferencian sino en que el alma tiene en sí lo que la Iglesia tiene en muchos. Cada alma contemplativa, en efecto, tiene cierta perfección para que vea las visiones de Dios”4 . 4.- San Ambrosio: La esposa de Cristo Con toda razón eres comparada a la Iglesia. […] La que de este modo busca a Cristo, la que le ruega, no queda abandonada por él; al contrario, él vuelve con frecuencia a visitarla, pues está con nosotros hasta el fin del mundo5 . 5.- El Catecismo de la Iglesia Católica

1617 Toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la Iglesia. Ya el Bautismo, entrada en el Pueblo de Dios, es un misterio nupcial. Es, por así decirlo, como el baño de bodas (cf. Ef. 5, 26-27) que precede al banquete de bodas, la Eucaristía.

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4| San Buenaventura Collationes in Hexameron XXIII, 4.

5| Mateo 28, 20

3.1 |

ADRIANA

Nace una ilusión con Jorge

Estimado Padre: ¡Hola! ¿Cómo anda? Espero que bien. Me llamo Adriana y soy de Argentina. Le transcribo a continuación, los mails que quise mandarle el año pasado. Se los transcribo tal cual los escribí, sin modificar nada. Disculpe si son muy extensos. Después de estos mails, le voy a contar lo que estoy viviendo actualmente. El año pasado conocí a un chico muy bueno en unas Jornadas de jóvenes. Nos empezamos a conocer. Todo marchaba bien, hasta que sin aviso alguno, él se arregló con otra chica. Y yo quedé muy dolida. En el primer mail, le cuento cuándo lo conocí. En el segundo, cuando él se arregló con la otra chica. Y luego, aunque sé que será muy extenso, le contaré lo que estoy viviendo actualmente, el día a día... Primer correo ¡Ave María purísima!

Querido Padre: Espero que esté bien. Disculpe las molestias, pero necesito ayuda y sé que Usted me la puede dar. Antes de plantearle el caso en concreto, le explico algunas cosas, así puede ubicarse en el contexto. Disculpe si se hace muy largo. Tengo veinte y cuatro años, nacida, por gracia de Dios, en una familia católica practicante. Desde muy chica y hasta el día de hoy, siempre sostuve que quería ser mamá, así que toda mi vida me he preparado para eso. Por supuesto, sin dejar de cumplir mis deberes de estado como hija, como estudiante. Tengo muchos defectos y pocas virtudes, je, pero lucho diariamente para poder cambiar, para seguir creciendo, para ser santa. Realmente Dios ha sido misericordioso y un Padre Amoroso. No tengo novio y nunca lo tuve. Sé que no se trata de lo que yo quiera, sino de lo que Dios quiera, pero me encantaría que el Señor me conceda la gracia de poder llevar a cabo un noviazgo santo, un matrimonio santo, una familia santa... Sé que no es poco lo que pido, pero rezo y me preparo para eso, si Dios quiere.

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. Horacio Bojorge

Hace dos o tres meses, se realizó un encuentro de formación, al cual fui. Duraba tres días. No iba con intención de conocer a nadie. Sólo fui para formarme y para trabajar. ¡Había mucho por hacer! A este encuentro, asistió gente de muchos lados. ¡Éramos muchos!  ¡Y qué misteriosos son los caminos del Señor! En el almuerzo del primer día, esperando la comida, mientras charlábamos y la gente se terminaba de acomodar, en un momento, levanto la cabeza y veo que hay un chico mirándome. Hacía un ratito ya que me miraba. Y yo no pude no mirarlo. Nos miramos un ratito, él me sonrió y yo le devolví la sonrisa. ¡No puedo explicarle todo lo que viví en ese momento! Por una parte, recordé sus conferencias, sus charlas, acerca de que el hombre es el que mira primero, es el que elige. Algo así era... ¿No? Por otra parte, se me vino a la mente, otra cosa que Usted ha contado y que también he leído... Cuando Alberto Caturelli conoció, supo, quien sería su esposa. Ese bello momento que siempre me encanta leer y releer. Y por otro lado, me pasó algo, que espero Usted pueda orientarme otro poco. Le explico también el contexto para que pueda entender mejor. No suelo relacionarme bastante con los varones. Sólo lo justo y necesario. En parte, es porque soy algo tímida, y por otra, no quiero causar nada en ningún chico... Ni darle falsas esperanzas, ni escandalizarlo (Dios no lo permita) ni nada de eso... No sé si me explico. Toda la vida, me he preparado lo mejor posible, para la persona que si Dios quiere, será para mí. Me he preparado y guardado sólo para esa persona... En la oración, en el vestir, en el pudor, en la vida diaria... Si a alguien le voy a abrir mi corazón será a esa persona, no a cualquier chico ni a todo el que se me cruce. Sólo habrá una persona para mí, no todos los chicos del mundo, no sé si me explico. No voy a estar probando con uno y otro. No.

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Ahora continúo con lo que le venía contando, espero pueda entender. Después que nos miramos, me pasó algo, que puede sonar “loco” (disculpe la expresión), raro o lo que sea. Sentí que Dios estaba muy presente en ese momento. Que el Espíritu Santo me iluminaba... Que ese chico era la persona para mí... Pero a veces tengo miedo que haya sido una ilusión (En parte,

ME QUIERO CASAR .

creo que puede ser el Demonio quien también se mete acá, al hacer creer una ilusión. Bueno, eso creo yo. Puedo estar totalmente errada). Fue un momento lleno de Dios. No sé cómo describirlo con palabras. Es la primera vez que me sentí cómoda con un chico. La primera vez que me siento cómoda (por decirlo de algún modo) cuando me miran. Y le aclaro que no es por vanidad. Eso se lo aseguro. Fue otra cosa. Me sentí bien con su mirada, con su sonrisa. Es la primera vez que me siento tranquila con un chico. ¡Me trajo tanta paz! No me trajo inquietud, tormenta... Al contrario... ¡Una tranquilidad! Y tal vez me equivoque, pero creo que con estas cosas, Dios también habla. El encuentro de formación siguió transcurriendo muy bien. ¡Fue muy lindo! Y este chico (Jorge se llama, ese es su nombre real), siguió mirándome y sonriéndome. Nosotros no nos conocíamos. Estuvimos todo el encuentro así... Mirada va, mirada viene... Cuando acordaba, estuviera donde estuviera, Jorge me miraba... Sé que puede sonar descabellado, pero sé que es así... Sé que no son locuras mías. Pero apenas si nos dirigíamos la palabra. En esos días, recé más... Jorge daba vueltas en mi cabeza y en mi corazón. ¿Sería él la persona que Dios me tiene preparada? No podía (Y actualmente tampoco), dejar de pensar en él. De pedirle al Señor que me ilumine y me prepare. De pedirle a María Santísima que me hiciera fiel reflejo de ella para Jorge. Ser la persona adecuada para él. Pero a todo esto, yo no sabía (Ni sé), lo que el Señor quería para mí. Pero todo fue tan lleno de Dios, tanta paz en mi corazón, en mi alma... Jorge es de otra provincia. Había venido en colectivo con un grupo bastante grande. Entre ese grupo, estaba una amiga mía. Así que aproveché, no lo niego, cuando la despedí a ella, para verlo a él. Para ver si me daba alguna señal, por decirlo de algún modo. Al momento de la despedida, había en el andén tres personas del grupo organizador del encuentro, que eran los encargados de despedir a la gente. Estaban ellos tres y yo, que despedía a mi amiga. Jorge se sentó del lado de la ventana, y cuando se estaban yendo, se dio vuelta, me miró y me saludó con la mano,

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. Horacio Bojorge

asintiendo con la cabeza. Y le aseguro Padre, que el saludo fue para mí. Las tres personas del grupo organizador (dos varones y una mujer), me dijeron: ¡Cómo te saludó ese chico! Yo sólo me sonreí, porque no supe qué contestar. ¡Estaba feliz! ¡Muy feliz! Debo confesarle también, que a pesar de no conocernos, y que fueron sólo miradas y sonrisas, el día anterior que terminara el encuentro, yo estaba muy feliz. Pero también, un poco triste, porque al otro día Jorge se iría. Mi alma sufría con sólo pensar que él estaría lejos... Desde el día en que lo conocí (recuerdo exactamente la fecha y voy contando los meses, je) y hasta el día de hoy, mi vida dio un giro impresionante y bastante interesante para mí. Tomé más en serio mi lugar como mujer. He tratado de mejorar mi vida de oración, mi vida con Dios. Me estoy preparando con más seriedad para ser si Dios así lo quiere, la persona para alguien. Realmente he cambiado. Sé que uno no debe cambiar sólo por una chica o un chico. No es este el caso (Creo yo). Pero he cambiado mucho desde que lo conocí a Jorge. Luego del encuentro de formación, una persona me hizo un favor, si es que lo es, je. Me consiguió el correo de Jorge. Y yo, con alguna que otra excusa, lo agregué a mis contactos y él me aceptó. Sabe Padre... No tengo intención de perseguirlo al pobre chico... No quiero ser de esas personas que los atosigan y el chico se termina cansando... Pero sé que Dios ayuda, pero hay que ayudarlo. Me pareció prudente, esperar unos días después del encuentro para agregarlo a mis contactos. Y le soy sincera, esperaba que sucediera algo. Con naturalidad. Pero me he llevado una sorpresa. O lo es, por lo menos, en estos momentos. Apenas nos hablamos con Jorge. A veces, algún intercambio de palabras, pero muy poco. Y aquí vienen, algunos de los planteos. No sé si tiene un orden, pero espero pueda ayudarme. Se los voy señalando con ítems, si es que le resulta mejor.

> ¿Qué cree Usted que sucedió en el encuentro? Es decir... Fue tan lleno de Dios, con tanta paz... ¿Hay algo que indique que Jorge es la persona para mí? ¿O por qué él me miró, me sonrió...? 28

> ¿Qué es lo que puedo y debo hacer yo (Además de re-

ME QUIERO CASAR .

zar, claro)? Me explico un poco a ver si entiende... Yo no quiero perseguirlo porque no me parece que esté bien, pero... ¿Cómo hago para saber qué es lo que siente Jorge? ¿Qué hago? ¿Qué no hago? Lo que sí puedo decirle, es que él es de una muy buena familia, católica practicante, muy bendecida. Y aunque lo conozco poco, sé que es un buen chico.

> ¿Por qué Dios ha puesto y sigue poniendo esos deseos buenos, nobles, de querer formar una familia, aunque parezca que no hay nadie para mí? Sé que es Dios quien pone esos sentimientos, esos anhelos, en mi alma, en mi corazón... Pero... ¿Realmente habrá alguien para mí? > Sé Padre, que probablemente no lo merezco a Jorge, que él se merece a alguien mejor, pero no he podido dejar de pensar en él, de rezar por él. Ojalá fuera tan fácil hacer que el corazón se olvide de las personas, que no sufra. Pero no es nada fácil y somos humanos. Me cuesta, en estos momentos, aceptar que Jorge, tal vez no sea la persona para mí... Sé que en parte es porque no me termino de abandonar en el Señor, pero por otro lado... ¿Será correcto decir que estoy enamorada? Porque yo creo que sí, pero tal vez sea sólo una ilusión que me hace ver el amor donde en realidad no está... A veces, la mayor parte del tiempo, creo ver claro que él es para mí. Pero... ¿Cómo saberlo? ¿Hay algún modo concreto? Como verá Padre, necesito ayuda. Necesito luz. Sé que Usted puede ayudarme, sé que será sincero. Sé que no es lo que yo quiera, sino lo que Dios quiera, pero no voy a negarle, que “me muero de las ganas” que Jorge sea la persona para mí.  Estoy dispuesta a cualquier sacrificio, a cualquier renuncia, para hacer que funcione si Dios así lo quiere. ¿Será Padre que hay alguien para mí? ¿Por qué el Señor aumenta cada día el deseo de formar una familia? ¿Me lo dará alguna vez? Disculpe Padre que me haya extendido. Cualquier cosa, no dude en preguntarme. Estoy dispuesta a contarle todo, a aclarar sus dudas... Y por supuesto, no deje de corregirme. Me encomiendo a sus oraciones (y a Jorge también). Rezo siempre por Usted. Espero que ande bien. Dios lo guarde. La Virgen lo acompañe. ¡Gracias por todo! En Cristo y María... Adriana 29

. Horacio Bojorge

3.2 |

ADRIANA

Las cosas con Jorge no resultaron Segundo correo ¡Ave María Purísima!

Estimado Padre: ¡Hola! ¿Cómo anda? Espero que bien. Disculpe las molestias. Escribo esta segunda parte, aunque tal vez no haya leído la primera. Pero no importa...

ta– si tal vez Dios quiere que las cosas se den con Jorge más adelante... Pero sé que no debo tener esos pensamientos, ya que él está con otra persona, pero suelen venir a mí estos planteos (que no sé si serán del Demonio o no). No quiero extenderme más Padre, pero antes, quisiera decirle, que sé que uno, al abrir el corazón, corre el riesgo de que lo lastimen... Lo sé muy bien, pero ya no quiero que me sigan lastimando... A veces, se siente tan frustrante, tan decepcionante... Y duele tanto...

Escribo, un poco, con “el corazón roto”, por decirlo de alguna manera. No quiero molestarlo demasiado, así que trataré de ser breve.

Rece Padre por mí. Por favor. Ya le contaré cómo siguen las cosas. ¡Gracias por todo! Aunque no pueda responder, rece por mí... Lo tengo presente en mis oraciones. ¡Dios lo bendiga! Adriana

Las cosas con Jorge no resultaron. En lo mejor que íbamos, conociéndonos, rezando y demás, él se arregló con otra chica. Sin muchas explicaciones y dejándome desconcertada. Le aseguro Padre que creí que él era la persona que Dios me mandaba. Lo vi tan lleno de Dios que no me cabía ninguna duda. Todo se estaba dando de maravillas. A tal punto, que creí que en poco tiempo nos arreglaríamos. Las cosas estaban habladas, encaminadas... Y no sé qué pasó... Sin explicaciones, argumentos, fundamentos... Él se arregló con otra chica...

Tercer correo Padre: Estos son los mails que le envié el año pasado. El próximo 17 de Agosto, va a hacer un año que lo conocí a Jorge... Y un año que no puedo (y en parte no quiero) sacarlo de mi cabeza y mi corazón...

Sé que tal vez, no era la voluntad de Dios, pero no dejo de ser humana y duele. ¿Por qué los hombres creen que pueden tratarnos cómo quieren? Aunque suene un poco gracioso, a veces me dan ganas de escribir un manual para chicos, acerca del trato que deben tener con las mujeres. Le pido a Dios que me permita conocer su voluntad, y si hay alguna persona para mí... Y le pido también que me ayude a olvidar a Jorge, que lo saque de mi corazón, porque, aunque las cosas no se hayan dado (y siga sin entender), lo sigo queriendo. No son tan fáciles las cosas del corazón. Aunque no sé si está bien, también rezo, pidiéndole a Dios, que Jorge sea feliz, con quien deba serlo y haciendo siempre la voluntad de Dios. Me encomiendo Padre a sus oraciones y también se lo encomiendo a Jorge. ¿Por qué todo parecía que era de Dios? ¿Por qué parecía que él era la persona para mí? 30

ME QUIERO CASAR .

No dejo de pensar –sé que no debo hacerlo, pero me cues-

Hay algo, que no sé cómo explicarlo, que me dice que Jorge es la persona para mí... Pero tengo miedo que sólo sean ideas mías... ¿Sabe Padre? Lo que más me desconcierta, es la chica con la que se arregló Jorge. No lo digo de mala ni celosa, pero la novia, es una chica católica practicante, pero muy superficial. Sólo le importa el tener, el aparentar. Le aseguro que no lo digo de mala. Toda la familia de ella es así. Y Jorge es todo lo contrario. No digo que él deba estar conmigo (aunque me hubiera gustado), pero no entiendo cómo se arregló con esa chica. El Congreso, está próximo a realizarse otra vez. Voy a asistir, pero tengo miedo (por decirlo de algún modo), de encontrarme con Jorge... Solo o con la novia... No quiero verlo y no quiero hablar con él... ¿Está muy mal Padre? Desde que soy pequeña, le he pedido a Dios, que pueda casarme, ser mamá, tener muchos hijos, sacerdotes y monjitas... Se lo pido desde que tengo 4 años... Hoy tengo 25... Sé que no es lo que yo quiera, y ya hice mi discernimiento vocacional, pero...

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. Horacio Bojorge

¿Todo lo que he rezado hasta el día de hoy ha sido en vano? Debo confesarle también, que últimamente, (no sé si obra del Demonio o no), hay días que quiero conocer a alguien, casarme... Y hay días en los que prefiero estar soltera. En lo que va del año, he asistido a seis casamientos de amigos y allegados... Y es en esos momentos, cuando me encantaría casarme... Pero hay otros días, en los que no quiero saber nada de casarme... Padre... No puedo (Y en parte no quiero), sacar a Jorge de mi cabeza y mi corazón... Siempre les pido a Dios y a la Virgen, que me ayuden a hacerlo... Que acepte que Jorge está con otra persona... Pero no es tan sencillo... Padre... Rezo y rezo... Y parece que el Señor no muestra nada... He rezado toda mi vida para prepararme para alguien y que alguien se prepare para mí... Y parece que el Señor no muestra nada... ¿Adónde se fue esa oración? ¿Qué ha hecho Dios con ella? Sé que tal vez me falte rezar más, pero no he dejado de hacerlo durante toda mi vida... Padre... A veces siento que mi vida no tiene rumbo... Sé que no es mi voluntad, que es la de Dios... Pero nuevamente le pregunto... ¿Por qué Dios ha puesto en mi corazón, esos deseos y ansias de ser mamá, de compartir mi vida con alguien? ¿Por qué sigue aumentando esa sed, esas ganas, ese anhelo, a medida que pasa el tiempo? ¿Por qué si no hay nada claro en mi vida? Padre... Perdón mi extensión... Aunque no pueda contestarme, rece por mí... Sé que Dios a Usted lo escucha... Seguramente me olvido de varias cosas, pero si me acuerdo, en otro momento se las contaré. Perdón la extensión. Gracias por ponerse en contacto conmigo. Lo tengo siempre presente en mis oraciones. Dios lo guarde. La Virgen lo acompañe. Rece por mí Padre... Rece por mí... Con afecto y oración. Adriana

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Mi respuesta Querida Adriana: He leído tus tres correos. No me habían llegado antes los dos primeros que me copias ahora. Al menos no los recuerdo. Si los hubiera leído antes no los habría olvidado.

ME QUIERO CASAR .

Por creación estás destinada a ser esposa y madre. ¿Cómo no vas a sentir esas inclinaciones de tu naturaleza? Yo diría que eso no es nada malo mientras no se convierta en una obsesión que quita la libertad para vivir “despreocupadamente”. Con esto quiero decir abandonando en las manos de Dios Padre la propia historia, la propia vida, el futuro. Esto permite no alienar el cada día. No perder de vista la esquina y la calle subiendo al mirador para explorar el horizonte... y ver si vuelve alguno que se fue... Hace mucha falta un manual como el que piensas y haría mucho bien para explicarle a los chicos que no deben jugar con los sentimientos de las chicas con sonrisas y “coqueteos” que las hacen concebir esperanzas, despiertan en ellas ilusiones, se apoderan de su imaginación, sus sueños y su memoria, les hacen contraer alianzas de fidelidad interior unilaterales... les ocupan el corazón, las obsesionan y las distraen, después, para no darse cuenta de que son miradas por otros chicos; las ocupan como un ejército ocupa un territorio; las privan de la libertad interior para permanecer abiertas a nuevos modelos de varón y de relación. Escribe ese manual apenas pueda y lo subo al Blog del Buen Amor. A ellos les puede hacer bien leerlo. Ya me estarás adivinando el pensamiento y entendiendo lo que te sugiero. Dejar de darle vueltas al pasado y seguir adelante sin mirar atrás (como la mujer de Lot) porque eso te paraliza para desempeñarte libremente. Quizás... no sé, te sugeriría que te examines a ver si, yendo a ese congreso, vas libremente, por el tema mismo del Congreso, o por la esperanza de un reencuentro que te atrasa un año el reloj de tu vida, o acaso lo detiene para siempre. No te lo digo en forma de consejo, pero sí de corazonada, como se lo diría a una hija que estuviera en situación parecida; hija mía, no vayas al congreso. Es como asomarse demasiado a un balcón o una ventana, hay peligro de vértigo cuando uno vive asomado a lo que fue y puede caerse en un abismo del pasado del que no se sale más. Lo que yo le propongo a las chicas que sufren lo que tú es que inicien un camino esponsal con Jesucristo. No para hacerse monjas y renunciar al matrimonio. Sino porque el matrimonio es una misión sacramental que da Jesucristo. Y si la mujer vive como esposa de Cristo, como Iglesia individual con-

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. Horacio Bojorge

creta, recibe directamente de Cristo la guía, la conducción, que el Padre le comunica a Él, su Hijo, para que te guíe como Hija del Padre, y por lo tanto hermana y esposa de Cristo Esposo: “Hermana mía, esposa mía” dice el Cantar de los Cantares, proféticamente. Todo lo que te hace vivir como hija de Dios Padre te prepara para vivir tu ser de esposa del Hijo de Dios. Si quieres iniciar ese rumbo, escríbeme y te serviré. Tu padre en Cristo y el Amigo del Esposo. Hoy, por mi intermedio Él te manda preguntar si quieres ser su esposa y tratarlo como a Esposo de tu alma. Lo demás, es decir Jorge, por ahora, ponlo y déjalo en sus manos con entera confianza y entrega.

3.3 |

ADRIANA

Quisiera empezar el camino esponsal con Cristo “Cada día me duele un poco menos. Quisiera comenzar el camino esponsal del que me habló”

¡Ave María Purísima! Querido Padre: ¡Muchas Gracias por responder! Ha sido luz y consuelo para mi alma. Trataré de responderle lo mejor posible, por partes, para un mejor orden, si le parece bien. Si me da unos días, y con la luz del Espíritu Santo, comenzaré a escribir el “manual para chicos”, el cual, por supuesto, espero sea para mayor gloria de Dios y para provecho de los hombres. Estaba pensando también, si lo cree conveniente, escribir algo para las mujeres... Ya le explicaré mejor mi idea, pero todo esto, por supuesto, si lo cree correcto.

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Gracias por su corazonada... No me había dado cuenta que es estar al borde del abismo... ¿Mire si me caigo y como dijo, no puedo levantarme más? ¡No quiero que me pase! Le aseguro, que si voy al Congreso, no es por Jorge... Pero seguiré su corazonada y no me asomaré... No quiero que mi vida se atrase un año, y mucho menos, que me estanque para siempre.

ME QUIERO CASAR .

Gracias por sugerirme que lo ponga y lo deje a Jorge en las manos de Jesucristo Quisiera comentarle, compartirle, si me lo permite, algunas cosas: Por un lado, no quiero y no puedo sacar a Jorge de mi corazón, pero como Usted ya dijo, debo dejar el pasado atrás. Rezo para que el Señor lo saque de mi cabeza y mi corazón. Lo quise de verdad y creí que sería la persona para mí, pero sé que la voluntad de Dios es otra y debo seguir adelante. ¿Sabe Padre? Me ha costado mucho, he sufrido mucho, pero cada día duele un poco menos... Con la gracia de Dios, todo se puede... Por otro lado, debo confesarle, que con lo que pasó, me he sentido tonta, usada... Y eso me lleva a preguntarme... Los chicos... ¿Se dan cuenta de lo que hicieron? ¿Cómo se sienten? Esto es sólo parte del por qué quiero escribir el manual para chicos... Porque además, sus acciones, dejan consecuencias (a mi modo de ver). No es la primera vez que un chico juega conmigo... Y que se lo hagan a una nuevamente, te tira el ánimo (por decirlo de algún modo), las ganas, de conocer a otro chico... Te da miedo volver a abrir el corazón, a exponerlo, por miedo a que nos vuelvan a lastimar. Como le dije anteriormente, sé que el amar (en cualquiera de sus formas), implica que uno abra el corazón y corra el riesgo de que lo lastimen, pero... ¿Quién quiere salir herido una y otra vez? Sus palabras, sus consejos, me han animado a seguir adelante, a no decaer... A esperar confiada en el Señor, a la persona, si así Él lo quiere, a la que pueda entregarle mi corazón sin que me lo pisotee... Rece por esto querido Padre, si le parece bien. Y quisiera, si es posible, si puede ayudarme con algo que le planteé anteriormente... Sé que no es mi voluntad sino la del Señor, pero hay días en los que me gustaría conocer a alguien y hay días, en los que prefiero estar soltera... Y no quisiera que esto último fuera por egoísmo o algo así. A veces me preocupan estos pensamientos, porque no sé si son normales o son obra del Demonio...

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. Horacio Bojorge

Quisiera comenzar ese camino esponsal del que me habló. Me gustaría decirle más cosas, pero no terminaría más, je... Gracias por sus palabras, sus consejos, su luz... Gracias por poner claridad y calma en mi vida... Me encomiendo a sus oraciones. Sé que el Señor lo escucha. Rezo siempre por Usted. Ya veré si puedo utilizar Skype o cómo podemos hacer. ¡Gracias por todo! ¡Que ande bien! Dios lo guarde. La Virgen lo acompañe. Con afecto y oración Adriana

ME QUIERO CASAR .

sal con el Señor te estoy enviando enseñanzas sobre el camino esponsal en forma de archivos que conviene leer por el orden que los cuelgo. Bendiciones

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ADRIANA

¿Quieres ser mi esposa? Mi respuesta a Adriana Querida Adriana: Mientras celebraba la Eucaristía te trajo el Señor a mi pensamiento: a ti y a Jorge. Y me venía una comprensión de por qué los chicos sonríen a las chicas de esa manera seductora pero no comprometida. Y es que, actualmente los jóvenes varones no piensan en la mujer como madre de sus hijos sino simplemente como su mujer. Y por eso eligen la mujer “que les gusta” o le sonríen no tanto a ellas, sino en ellas, a lo que ellas tienen de atractivo, de hermoso, de estético, de apetitoso (“me miran como a una pata de pollo” se lamentaba a su mamá desalentada una adolescente).

Lo que está faltando a la inteligencia de los jóvenes católicos, varones y mujeres es un fenómeno de pérdida de la antigua cultura de la fe católica. Por eso quizás te cautivaron las miradas y sonrisas de un varón que no te miraba como madre de sus hijos sino como mujer agradable, y se quedó al final con la que le agrada más como mujer, aunque sea más superficial y mundana, porque no le alarma que vaya a ser la educadora, mejor dicho des-educadora, de sus hijos. No dudo de que tu corazón se apegó a un varón que no merece tu apego porque tus ojos están ciegos todavía para entender que, actualmente, los varones tienen un déficit mental tremendo en su relacionamiento con las jóvenes; porque se ignoran a sí mismos como llamados a ser padres y más bien buscan mujer egocéntricamente: miran en ellas lo que agrada a su sensibilidad, cuando no a su lujuria6. Ya que me dices que deseas emprender el camino espon-

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6| Mira este video en el que expongo la doctrina iluminadora de la fe acerca del varón y la mujer, hoy olvidada por el pueblo católico y sometida a una embestida maligna por la civilización de la acedia. http://youtu.be/goWMYCKamsQ

Cristo, a modo de tierno reproche, me decía: “No me has amado a mí por encima de todo. Has puesto primero el amor humano. No me has entregado tu corazón.” Pero si bien era muy cierto lo que Él me reclamaba, nunca me dio la espalda, nunca me abandonó sino que me hizo esa bella y a la vez ardua invitación: ¿Quieres ser mi novia? y más adelante ¿Quieres ser mi esposa?

Querido Padre: Jamás en la vida, pensé que un chico – ¡Un chico Padre! ¿Puede creerlo? – hubiera causado tantas cosas en mi alma y mi corazón. Los días siguientes a lo vivido con Jorge, fueron de muchas emociones, muchos sentimientos. Por un lado, la tristeza, la decepción, el dolor, de lo que me había hecho. Hubiera preferido que desde un principio, me dijera que no quería nada conmigo, y no que me usara como un juguete, que me ilusionara con lo que él ya sabía que no iba a prosperar. Pero en parte, lo agradezco, porque de no haber sido así, jamás, pienso yo, hubiera hecho un camino esponsal con Cristo, con todo lo que eso implica. Las cosas con Jorge no resultaron. Sus acciones me lastimaron mucho. Me sentía con el “corazón roto”, triste, dolido… Pero el Señor me dijo: “¿Quieres ser mi novia? ¿Quieres ser mi esposa? ¡Y cómo negarme al Amor de los Amores! Por otro lado, una gran lucha interior conmigo misma: Aceptar la voluntad de Dios. Aceptar que no era lo que Él quería para mí. ¡Pero era difícil! ¿Cómo hace una para hacer como si nada hubiera pasado? ¿Cómo se olvida a alguien,

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. Horacio Bojorge

a quien le entregamos el corazón, creyendo que lo cuidaría como el mayor de los tesoros? Y a su vez, estaba Cristo, que a modo de tierno reproche, me decía: “No me has amado a mí por encima de todo. Has puesto primero el amor humano. No me has entregado tu corazón.” Y digo tierno, porque si bien era muy cierto lo que Él me decía y reclamaba, nunca me dio la espalda, nunca me abandonó. Al contrario, me abrió sus brazos, y por sobre todo, su hermoso en inmenso corazón, curando todas mis heridas, y haciéndome una bella y a la vez ardua invitación: ¿Quieres ser mi novia? Para más adelante preguntarme ¿Quieres ser mi esposa? Me sentía totalmente indigna de aceptarlo, pero en todo ese tiempo en que el Señor me consoló, había aprendido y comprendido, que Cristo es Fuente de Amor inagotable, que es el novio perfecto, y quien había hecho que todo quedara atrás, no como un mal recuerdo, si no como algo que nunca sucedió… ¡Cómo negarme a ese Amor! Acepté, pidiendo, claro está, que me enseñara a amarlo de la mejor manera, lo más perfecto que se pudiera. A ser una digna novia suya, para luego poder ser la mejor de las esposas. Y en todo este tiempo, aprendí que no se necesita ser religiosa, para poder tener una relación con Cristo. Se es novia y luego esposa, todos los días de nuestras vidas, así estemos solteras, viudas, o seamos monjitas… Estemos donde estemos… En casa, frente al Sagrario, en el trabajo, la escuela, con los amigos… Siempre… Segundo a segundo. La clave, el secreto, está en saber abandonarse siempre en Dios, buscando el amor divino primero… Y luego lo otro, se da por añadidura.

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Y acá – a mi entender – me parece importante señalar que en este tiempo comprendí también que este camino esponsal – después o no de una decepción amorosa – no significa que no vayamos a mantener, en un futuro, una relación de noviazgo y matrimonio sacramental. No significa que hemos renunciado al casamiento, al amor humano, al poder formar una familia. Al contrario… Esta unión con Cristo, hace que ordenemos los amores: Primero el divino, luego el humano. Y así, puedan convivir juntos.

ME QUIERO CASAR .

Entendí, padre, lo importante que es, también, que esas ganas, esas ansias, de compartir la vida con alguien, no nos obsesionen y nos hagan perder de vista a lo que estamos llamadas: La Santa Voluntad de Dios. Entendí que en esas situaciones, la salvación está en confiar y esperar serenas en el Señor; confiar en que Él nos mostrará lo que tiene preparado para nosotras… Y aceptarlo con amor. Mi salvación, lo entiendo ahora, está en este deseo que el Señor ha despertado en mí, de hacer de mi vida una entrega, una ofrenda constante a Él… Entregarle mi corazón sin miedo… Mi salvación estuvo en esta convicción que Él puso en mí, de que Él sabe amarme como nadie; de que nunca, jamás, me hará daño. Mi salvación está en este poder caminar confiada por sus caminos; en esta persuasión tan íntima de que siempre tiene lo mejor para darme. Soy esposa de Cristo… lo soy y además me lo ha dado a sentir. Me ha puesto esta serena y honda convicción en el alma ¡Soy feliz! No sé si el buen Dios, me tendrá destinada a un esposo, pero sé que siempre, con su gracia, podré ser una digna y fiel esposa suya… No me arrepiento de lo que elegí… Ojalá todas comprendieran lo bello que es esto y decidieran hacer este hermoso camino; se persuadieran de que vale la pena intentarlo, y más aún hacerlo… La recompensa será eterna y no defrauda… ¡Gracias por todo! Lo que no puedo asegurarle, es que no vaya a saber más de mí, jajá... ¡Que ande bien! ¡Saludos! Adriana Cómo es Jesús: Su bondad7 Jesús está hecho a propósito para cautivar los corazones, porque es todo deseable, dice la Escritura, todo amable, encantador, delicado y divino. Paso por el mundo haciendo el bien, y todo lo hizo bien.

¿Cuál fue el carácter que imprimió Jesús a todas sus acciones, el distintivo de su espíritu, el ideal en que sobresalió? ¡La cruz, el sacrificio, la inmolación! 7| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

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. Horacio Bojorge

Aquí pone Jesús como condición indispensable para seguirlo, para imitarlo, para pasar por el mundo haciendo el bien, el espíritu de renunciamiento y abnegación, y nos convida a saborear las dulces amarguras del sacrificio voluntario en su unión.

Oración: ¡María, bondadosa Madre!, hazme tuyo, tú que eres amabilidad y condescendencia. Tus miradas son bálsamo para mis heridas, y tu pecho, manantial de esperanzas inmortales. ¡Eres Madre de los que sufren, de los que lloran; eres cariño, eres ternura! ¡A tu lado, las amarguras se endulzan, y en donde hay angustias que aliviar y lágrimas que enjugar, ahí estas tú, María, toda dulce, toda llena de misericordia! Amen.

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CUATRO ACTITUDES ESPONSALES Y UNA COPLA La Iglesia Esposa canta en el alma de cada esposa-individual. Estos cantos transforman el alma y la liberan de miedos, tristezas y enojos

1) El cultivo de la espiritualidad esponsal con Cristo de la mujer bautizada, cualquiera sea su estado, pasa - dicho en términos generales - por cultivar el hábito de pensar dialogando con Cristo Esposo en vez de pensar en monólogo o en diálogo consigo misma. Santa Teresa define la oración como “tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”8 . Esto implica recibir9 ese amor de Jesucristo en el propio amor.

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ca sabe cuándo ella misma sigue siendo ella misma, o cuándo ha sido invadida10 , sin advertirlo, por un pensamiento, por un demonio “disfrazado de una misma” en el espejo interior; un demonio que le invade el alma sin que lo advierta.

3) Y recepcionar su amor en fe. Sabemos en fe que nos ama. Aunque no sintamos nada. Así se empieza. Así quiere Cristo-Esposo que empecemos. Creyendo en su amor, creyendo en su declaración de amor y respondiéndole en fe con un SI. Los sentimientos pueden venir después o no. Y por lo general vienen y llegan a ser muy evidentes y muy fuertes. 4) Cuatro son las actitudes propias del alma Esposa de Cristo, son los cuatro puntos cardinales del amor esponsal. Son también las cuatro actitudes de la Iglesia su novia-esposa, la Humanidad redimida, amada y amante, Templo que recepciona y guarda el amor que Dios le brinda. Son las cuatro virtudes que enjoyan a la novia para las Bodas del Cordero: 1.- Confianza (Jesús en vos confío Faustina Kowalska) 2.- Docilidad (Hágase en mí, Fiat, La Santísima Virgen) 3.- Diálogo interior: Conciencia dialogal, filial ante Dios Padre, esponsal con Jesucristo en el Espíritu (Santa Teresa de Ávila, Venerable Concepción Cabrera de Armida) 4.- Hospitalidad: Recepcionar el amor del Cristo Esposo en el propio amor. Aceptarlo, hospedarlo. Ser templo donde habita el amor del Cristo, (María guardaba todas estas cosas en su Corazón)

La Copla Estas virtudes pueden fomentarse en el corazón pronunciando estas jaculatorias, que se pueden entonar como una copla a cualquier hora del día y en medio de las ocupaciones diarias:

2) Porque el alma ‘solitarizada, soltera, solterizada,’, nun-

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8| Santa Teresa de Jesús, Vida 8. La amistad a la que se refiere la santa es naturalmente amistad esponsal, trato de esposa a esposo y viceversa: el amor de Cristo al alma, es amor de esposo. 9| La iniciativa amorosa es del Esposo y la esposa lo recepciona, lo acepta, da su Sí.

10| Como se dirá después, esta invasión equivale a una violación del alma porque es apoderarse del otro contra su voluntad, advertida o inadvertidamente. Así como hay violación del cuerpo, puede haber violación del alma.

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Esposo mío / en Ti confío A Ti te ruego / A Ti me entrego / Nada te niego Contigo hablo / no con el Diablo Viva tu Amor / que amo y contemplo / en mi interior / como en Tu templo. Estos versos dan pie a infinitas variantes personales que inventará el alma esponsal. Por ejemplo: Contigo hablo/no con mis miedos/ni con mis penas/ni con mis iras/ni con mis diablos Esposo mío / En ti confío A ti, con todo, toda me entrego de mí y de todo, nada te niego Contigo hablo etc. Y en mí, tu templo, / te amo y contemplo. Jesús: Esposo mío, / en ti confío Nada te niego / A ti me entrego / A ti te ruego / Contigo hablo Vivo en mí te contemplo / pues soy tu templo Teniéndote de Esposo / me das tu paz y gozo Dulce huésped de mi alma / tú me colmas de calma En ti está, dulce Esposo / todo mi gozo. Tu Amor habita en mí como en Tu templo Y entrando en mí te encuentro y te contemplo

Las cuatro virtudes de la esposa son pues: Confianza, entrega, diálogo, hospitalidad. Y esto es lo que expresan las jaculatorias y la copla que hemos sugerido: 1) Esposo mío en Ti confío / 2) A Ti te ruego; A Ti me entrego/ 3) Contigo hablo no con el Diablo 4) Viva tu Amor que amo y contemplo / en mi interior como en Su templo. El siguiente poema de Santa Teresa de Ávila expresa bien la confianza, entrega y abandono del alma de la esposa:

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Vuestra soy, para Vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí? Soberana Majestad, eterna sabiduría, bondad buena al alma mía; Dios alteza, un ser, bondad, la gran vileza mirad que hoy os canta amor así: ¿qué mandáis hacer de mí?

Copla con eficacia de exorcismo Pero volvamos ahora a nuestra sencilla copla. La eficacia espiritual liberadora de estos actos interiores del alma – que expresan aquellos pocos versos fácilmente memorizables – cuando se los pronuncia en situaciones de tentación o de tinieblas interiores, ha sido comprobada por muchas. He aquí algunos de esos testimonios. Primer Testimonio Lo otro que le quería contar: el viernes (en realidad varios días antes), estaba bastante nerviosa, seguramente por el encuentro con la Directora.

Al mediodía del viernes salí a comprar unas cosas en Montevideo; de repente salgo de un local y doblo, creo que a la derecha, segurísima de que iba hacia la casa de mi hermano. De repente, había llegado a la plaza del Entrevero; me pongo a mirar y veo el Palacio Salvo. ¡Estaba totalmente desorientada! Y así me sentía. Por las dudas pregunté para qué lado quedaba la Intendencia y comencé a caminar hacia ese lado, pero me había asustado y pensaba: ¿será que me está fallando el cerebro? Y con esa idea llegué al apartamento de mi hermano. Me sentía mal, y estaba hasta un poco mareada. Y pensaba: no voy a poder ir a la Universidad, porque capaz que me siento mal. etc., etc. De repente ¡se hizo la luz! Recordé esto que usted me había mandado y que se me quedó grabado: 43

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Jesús: Esposo mío, / en ti confío Nada te niego / A ti me entrego / A ti te ruego / Contigo hablo / no con mis diablos... Y ¡santo remedio! Inmediatamente me sentí normal y pude hacer todo lo que tenía que hacer sin ningún inconveniente11 . ¡Fue como un exorcismo! ¡Así que muchas gracias, Padre! Milena. Segundo testimonio Padre: Estaba leyendo los archivos y me encontré con Su correo de recién.

Mucho tiempo viví triste, sin saber defenderme y sin saber por qué, echándole la culpa a mi marido por todo, por no hacerme feliz. Cuando empecé mi vida de oración este año empecé a darme cuenta ¡cuánto! el demonio perturbaba mi vida y la hacía miserable. Pero no sabía no pensar, cortar el diálogo ¡era tan fuerte el peso en el corazón! Cuando leí los archivos de Concepción Cabrera que me envió y sus recomendaciones del retiro de recitar las coplas, la versión más corta sobre todo, con el fin de cortar el diálogo interior con el demonio, enseguida lo puse en práctica. ¡Y el efecto fue inmediato! No sé por qué fueron más efectivas que las jaculatorias12 que yo hacía para pedir salirme13 de eso. Ahora lo hago constantemente, cuando empieza el “diálogo”14 , cuando busco ponerme en Su presencia, cuando quiero decirle que lo amo. Ahora me distraje, y advierto que me estaba tentando otra vez y Usted se dio cuenta antes que yo. Ana

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11| Que este estado de confusión haya cedido con la oración parece demostrar que no era meramente psico-físico o por simple stress, sino por una influencia espiritual que, naturalmente, tiene efectos estresantes y confusionantes. 12| ¡Claro! Ella tenía que haber pedido que la sacaran y no pedir poder salirse es decir, salir por sí misma. Dios no quiere que, como hace el demonio, nos arreglemos solos, sin él. Eso es lo que quiere el Malo para hacernos discípulos suyos, pues Él quiere prescindir de Dios y eso es la soberbia. Y si no puede hacer que el alma ame la soberbia conscientemente, procura que obre como si fuera soberbia, lo cual separa de la dependencia del Señor]. 13| Cursiva del editor. 14| No es “diálogo” es confiscación de la facultad de pensar, invasión, manotazo al pensamiento, en una palabra: es violación.

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Tercer testimonio Padre: De mi corta experiencia de luchar con el demonio, o sea15 , huir hacia el Corazón de Cristo, observo estas situaciones16:

1) Me tienta con imágenes o pensamientos que puedo rechazar sin ningún esfuerzo con sólo apartar el pensamiento de ellos (por ejemplo: la impureza)17 2) Se mete en mi pensamiento y toma mi voz, me aísla y me conduce a sentimientos negativos. En cuanto lo percibo rezo la copla o simplemente “Jesús en Vos confío”, y eso es suficiente para volver a la paz (por ejemplo cuando empiezo a revolver el pasado)18 3) Me ataca violentamente el pensamiento con “certezas” y me produce tanta angustia y turbación que ya no puedo ni ver ni pensar. (por ejemplo: “no te quieren”, “estás molestando, no tienen tiempo para vos”). No alcanza la copla recitada dos o tres veces para esto. Necesito casi 15 o 20 minutos de oración, de actos de confianza y abandono19 . Entonces Dios me devuelve la paz y sigo como si nada. Todo esto suele sucederme durante el trabajo diario en casa, o en la oración, lo cual no es problema porque dispongo de tiempo. Mi problema es cuando, durante mi actividad en casa me encuentro turbada de tal manera, afectando mi trabajo, concentración y trato con los chicos, y no puedo retirarme a orar. A veces lo hago, dejando todo lo que estoy haciendo, teniendo que asumir los retrasos que me va a ocasionar. Otras veces verdaderamente veo que no puedo abandonar la actividad, y me pongo a recitar, o a decir “Jesús en vos confío” y simplemente soporto la angustia, la turbación y la obnubilación que me produce hasta que Dios lo dispone, o hasta que me .15| Se corrige porque ha entendido bien que no debe “luchar contra el demonio” sino “huir hacia Cristo”. 16| Le han dado mucha luz para observarlas. Y se trata de distintas situaciones en que le quieren cortar el camino de la huida para echarse a los brazos protectores..., es decir para bajar a su corazón y empuñar la varita todopoderosa de la fe, esperanza y caridad. El tridente del que huye el demonio a la escapada con tridente el suyo de miedo tristeza e ira. 17 | E ​ sto es fácil porque siendo malo el objeto que se le presenta a la imaginación, lo identifica su atención y lo descarta su voluntad que está anclada en agradar al Padre y al Esposo. 18| Ha aprendido la teoría de la violación del pensamiento por el enemigo y la está aplicando en la práctica con excelentes resultados. 19| Tentación reconocida va por la mitad vencida. Y tentación resistida se achica y huye vencida.

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encuentro libre y puedo elevar el alma tranquila. ¿Está bien lo que hago?20 . Jazmín Cuarto testimonio Padre: La copla fue mi salvación. Fueron muy intensos estos ocho días de mi retiro anual la batalla fue grande. El Malo siempre ataca y feroz de a ratos. Pero mi Esposo me enseñó que el “todo te entrego y nada te niego” implica dejar que ÉL luche y lleve el timón... que lo mío pasa por acudir a ÉL.

Cuando Ud. me dijo del valor exorcista de la copla, y me escribió: “Te animo a que la uses como varita mágica de discernimiento y disuasión del enemigo”, eso mismo hice, movida por el Espíritu Santo o mi Ángel de la Guarda… Cada vez que me vienen deseos desviados de entrega física a mi Esposo celestial, que es a menudo, y que me vienen esos deseos de afectividad fuerte, algo erótica a veces, corro a María, le pido: “Madre mía, recemos juntas la copla…” y la rezamos juntas.

Quiero decirle, Padre, con honda gratitud, que la copla tiene eficacia de exorcismo. He estado más de una vez a punto de un orgasmo, y rezando la copla con la Madre de Dios, enseguida mi Esposo celestial me muestra que ese deseo físico sensual de entrega mutua, no venía de ÉL. Me ha impresionado hondamente esto. Me costaba creer que Él me respondería tan claramente, pero Él me ha mostrado su fidelidad de esposo, que no permite que el Malo me viole interfiriendo y desviando mi trato con el Señor ¿Cómo percibo que era el Malo? Me han venido pensamientos de alguien que me acusa con bronca: “¡¿Miedo de qué tienes?!” o incluso he sentido en imágenes que no logro definir con claridad, si eran animales o bestias, que manifiestan furia o algo así… El Malo me está acusando ahora mientras le escribo esto: son pensamientos que me acusan de inventar esto o que no lo cuento tal cual es. Pero sigo adelante; “Esposo mío, en TI confío”.

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20| ​Es la resistencia que se debe oponer a la tentación instando en la oración serena hasta que pase la tormenta, sabiendo que pasará si la resisto. ¡Está actuando maravillosamente bien!

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Hoy me vino el pensamiento de que quizá el miedo, en su justa medida, es una gracia de mi Esposo que me alerta que hay peligro, porque el Malo circunda, y con esa alerta, es como una alerta de amor, de fidelidad, que me llama: “Levántate Amada mía, y vente”… y rezo la copla, y ahí viene la respuesta. Es realmente impresionante. No puedo dejar de compartirle a este nivel. Es como una exigencia de Amor de mi Esposo, y la paz que me trae el compartirle todo esto, pienso que es sello del Amor esponsal de mi Amado, que también le agradece a su Amigo por cuidar de mí y de la Iglesia, la Esposas de Él, en tantas almas. Además, siento deseos de compartirle esto, para ayudar a esas almas y a animarlas al camino esponsal si aún no lo están practicando. Pienso que toda niña debería crecer rezando esta copla. Nelly Quinto testimonio Esta oración me llega al alma y me conmueve. Rezarla fue realmente mi salvación. Fue para mí, tal como me lo había recomendado Ud., una varita mágica de discernimiento y disuasión del Enemigo. No más rezarla y el Señor me instruía.

Realmente Jesús me mostró que él habla; que si dialogo con Él, Él me responde. Me pide que acuda más a ÉL, que le cuente más, que le confíe más, que dialogue más. Sentí con claridad que el Señor me enseñó que el “todo te entrego y nada te niego”, implica dejar que ÉL luche y lleve el timón... que lo mío pasa por acudir a ÉL. Además, me asaltaban siempre esos pensamientos que me decían: “Me estoy volviendo loca, ¿cómo puede ser todo esto? ¿Será verdad todo esto de los pensamientos, de lo que yo llamo ataques del Malo? ¿Será invento mío?”… y fue en la última noche del retiro que me instruyó mi Esposo. Me hizo ver que el “todo te entrego y nada te niego”, implicaba entregarle todo ese razonamiento, todo ese rollo mental, como lo llamo yo… ¡y qué liberador me resultó eso, Dios mío! Fue entregárselo TODO a ÉL y aflojar la tensión… y me vino el pensamiento: “tantas mujeres casadas no pueden darle a su marido todo su razonamiento y rollo mental”. ¡Qué gracia que mi Esposo pueda

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recibir todo eso, que Él me lo pida! ¡para que yo no lo cargue más!” Es muy sanador y liberador todo esto… Elina Sexto testimonio Pasó que un día estaba en la Parroquia de mi ciudad, en plena adoración eucarística, rezando, charlando profundamente con Jesús y de pronto comencé a llorar porque me apenaban algunas cosas, estaba triste y no sabía cómo hacer para volver a estar bien y seguir charlando con Jesús. Fue allí que comencé a rezar lentamente la copla y mi corazón fue tomando otro color, a medida que decía cada una de esas palabras, sentía que Jesús estaba actuando, como Esposo que es.

En otra oportunidad, en otro ámbito, un docente comenzó a criticar la Biblia, la creación haciéndolo con tono despectivo, con mala cara. En primer lugar me amargué, luego salté a defender sin pensar que no iba a modificar su pensamiento, sino que la que iba a quedar mal era yo. En silencio y tranquilidad, logré serenarme y rezando la copla Jesús me sostuvo con su inmenso amor. Josefina. Séptimo testimonio Una tarde llegaba a mi casa después de haber estado todo el día en un encuentro de católicos. Venía llegando y pensaba, preocupada, en qué me iría a decir mi madre cuando yo llegara (tengo 20 años y vivo con mis padres).

Sabía que me esperaba una situación un poco incómoda, porque siempre tengo problemas con mi familia por mi religión y mis actividades en la iglesia. Y siempre es lo mismo: mis padres me critican, yo respondo con contestaciones agresivas, discutimos y me voy enojada a mi cuarto o a estudiar. Pero siempre supe que actuar así está mal, que tengo que cambiarlo, porque lo único que logro así es ofender y entristecer a mi buen Dios. Y además, ya me estaba cansando de eso, pero ¡me indignaba tanto que no me entendieran!

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Entonces, en el viaje a casa, me puse a rezar la Copla, y hablaba con Jesús y le decía: “¡Jesús, Esposo mío, te necesito, ayudame, calmame! No quiero volver a discutir con mis padres. Ya es hora de que empiece a aprender de Vos, quiero seguir tu

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camino. Sé que en mi situación Vos aceptarías con calma las críticas e intentarías demostrarles que están equivocados en pensar así, pero con paciencia y calma, siempre… ¡quiero ser cómo Vos!”. Rezaba y rezaba la Copla. Cuando llegué a mi casa mi madre me miró con cara de enojo, pero yo, con una calma tremenda y sin miedo, la saludé con un beso y un “hola mami”. Me preguntó, seria, un par de cosas un poco “hirientes” (para mí) que en otro momento me hubieran enfurecido, pero no. Esta vez me inundaba una calma tremenda y ni se me pasó por la cabeza contestarle mal ni enojarme, más bien sentía piedad de mi madre que no podía ver a Dios en su vida, que no conocía el verdadero amor, y por lo tanto, no sabía comprender y aceptar. Entonces yo estaba sentada y sólo respondía “ah, sí” a todo, tranquila. ¡No lo podía creer! ¡Sólo sentía paz en ese momento! Nada de rabia. Por supuesto que ella esperaba una mala reacción de mi parte, pero sólo tuvo respuestas serenas, entonces se calmó y no siguió diciendo cosas. Al rato me dijo como con ironía mami te extraña, la tenés abandonada. Entonces no dije nada, me quedé como por una hora ahí en el living con ella, en un clima de calma, hablando de cosas que no tenían nada que ver con mi religión ni la jornada a la que fui ese día. Todo siguió normal y tranquilo… Evidentemente Jesús, Esposo de mi alma, me había escuchado y había respondido con un “sí” enorme, con un “confía, estoy contigo”. Me sentí feliz y dichosa de tener un Esposo fiel que me escucha y me contiene, y me sostiene. Ahora sé bien que puedo responder con calma, ¡qué puedo! Porque Él me ayuda y me alienta. Cada vez que pasa algo por el estilo y que acudo a mi buen esposo Jesús, Él responde y la calma viene a mí. Nunca jamás me falla. Octavo testimonio ¡Gracias por todo Padre! No se imagina lo efectiva que está siendo la pequeña oración que me envió. ¡Estoy muy bien gracias a Dios! Las fuertes tentaciones que yo tenía han cesado. Vienen de vez en cuando en forma de pensamientos fugaces, pero antes que actúen y se instalen rezo la oración y enseguida desaparecen.

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¡Dios está siendo muy bueno conmigo! Me ha concedido muchas gracias últimamente. Después de haber hecho tantos Ejercicios Espirituales, aprendí que en tiempos de consolación debo prepararme para los tiempos de desolación. Así que soy consciente de que en estos momentos de paz y alegría debo tomar fuerzas para las cruces que vendrán. Mil mil mil mil gracias por todo Parecidos efectos del Agnus Dei

Padre: El Señor me está dando la necesidad del Rosario, lo cual me parece que es una de las maravillas que Él obra. Y a la noche, me abrigo, hasta dormirme con el: “Agnus Dei qui tollis pecata mundi, miserere nobis”. Cada día es mayor el abrigo, lo mismo que cuando manejo el auto, varias horas al día y en serenidad o en violencia interior, por las vicisitudes del tráfico, recurro al Señor de esa manera e inmediatamente pacifica mi alma. O cuando paso por la cercanía de las casas de mis hijos; o cuando me entero de la muerte de alguien; o cuando tardíamente acudo a la imploración de la Misericordia de Dios. Últimamente me viene hacerlo por el alma de dos suicidas, uno el hijo de una gran amiga y otro de una conocida, que nos veíamos con frecuencia. ¡Qué horror! ¡No se me ocurre otra manera de implorar a Dios para atajar esto! Alguna vez le comenté que años después de la muerte de mi padre, descubrí el tremendo tesoro que me había dejado por herencia; “el Agnus Dei”. Él decía que volvería a la Iglesia cuando lo oyera recitar de nuevo, todas las “novedades” lo enfermaban. Gracias Padre por no olvidarme. Graciela

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Noveno testimonio Padre: El otro día de noche ya en la cama pasé con calor y pesadillas y dentro de los sueños que tuve, veía al Otro... en un rincón del cuarto. Pero lo raro era que yo sabía que estaba dormida y no tenía miedo. Y dormida, en el sueño, repetía la copla bien despacito, no alcancé a terminarla que me desperté, tan tranquila y seguí así… ¿raro no? Virginia.

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Décimo testimonio Padre: Le cuento que hoy tuve un encontronazo con una señora irracional y yo, que no me callo, por mi orgullo, que no me gusta que me basureen, les dije a mis compañeras: “estas cosas son las que me suben la presión”. Dije:” ¡ahora sí me sube como a 24!” Y me fui a la cocina y le dije a Jesús: “bueno escóndela en tu Corazón”. Realmente se me escaparon algunas cosas no muy espirituales: o sea que me acordé de su parentela. Pero después comencé con la copla y se me pasó. Me asusté pensé se me iba a volar la presión. ¡Gracias a Dios! ¡Gracias Padre! Florencia Décimo primer testimonio: es lo que mi alma ansiaba

Querido Padre, La verdad que esos archivos que me mandó sobre la esponsalidad de la mujer con Cristo es lo que mi alma ansiaba ¡Gracias! Lo he comentado y compartido con mujeres de Comunión diaria y ellas se sintieron como yo: encantadas de esto. Ya les di también el archivo con los textos de la venerable mexicana Concepción Cabrera de Armida “Amores compatibles” para que lo fueran masticando y entiendan que este camino es totalmente compatible con nuestra situación de casadas. Están entrando en ese amor primero que nos lleva al Señor cada día. Si Dios quiere, seremos algunas, por Gracia, las que despertaremos en otras mujeres ese Amor esponsal de la Mujer-IglesiaEsposa del Cordero- presente en cada una de nosotras. Décimo segundo testimonio: Furia del malo contra el camino esponsal Querido Padre: le quiero hacer un comentario sobre “algo” que creo nunca había experimentado. Las amigas y conocidas se van sumando para hacer el camino de esponsales con Cristo. He dado fotocopias de los primeros y del segundo se los he mandado por mail, así seguiremos. Pero el que está malo es el Maligno. Ayer, 7 de Octubre, día del Rosario experimenté su presencia tan fuerte que me dio asco. Yo le decía que “solo soy del Señor”. Pero él insistía. Fue horrible. Me aferré al Rosario

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y aún en medio de trabajos de mi profesión, me indicaba que dejara de fomentar la unión esponsal con el hijo de la Madre santísima. Le digo que estaba furioso. Yo le decía con insistencia que no quería nada con él, a la nochecita me volví a consagrar al Señor y a su Madre y a decirle que me defendiera más fuerte pues... hay tantas que me llaman para rezar ante el Santísimo el material maravilloso que Usted me dio sobre este camino del amor esponsal con Jesucristo, el Hijo de Dios. Quiero que Usted me encomiende para que no vuelva a experimentar más esa presencia asquerosa. Yo sólo lo quiero a Jesús. Su Hija. Querida hija: Lo que me cuentas me confirmas que esto es algo que quiere el Señor y creo que toca al año de la fe y a la renovación del espíritu en la Iglesia. No temas, no temas. Creo que el Señor lo permite para que te confirmes en que esto es de Dios ya que tanto lo enfurece al otro. Y para que cuando te vuelves a Él pidiendo auxilio lo experimentas de inmediato. Padre Horacio Décimo tercer testimonio Padre, luego de la charla que tuvimos, en la que habíamos hablado sobre el ataque del demonio con el miedo y cómo lo más eficaz era volverme a Jesús y hablarle confiadamente como esposa; me sucedió que al regresar a casa, habiendo salido en paz, de repente me volvió la tentación. Estando en una parada de ómnibus, de repente me asaltó el miedo, no recuerdo bien el pensamiento, creo que era algo relacionado a que “no voy aguantar la ansiedad y voy a terminar enferma”. Era el “demonio del espejo” sobre el que me enseñó a discernir, el cual me muestra como en un espejo mi vida futura totalmente y al mismo tiempo me deja sola, solitarizada y separada de Cristo. Dirige la tentación sobre mí misma y oculta al Señor a mi mirada. Exactamente como si interpusiera un espejo entre el Señor y yo. Esta tentación me venía con pensamientos como si fueran propios, pero en realidad aprendí a discernir que no eran míos y que no hay que dialogar con ellos. 52

Recuerdo que el miedo fue tan intenso que me produjo

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instantáneamente reacciones físicas. Entonces enseguida me dirigí a Jesús e hice una oración de confianza en Él como esposo, encomendándome a su protección. Me ayuda mucho la “Copla Jesús en Ti confío, a Ti me entrego, Contigo hablo, no con el diablo.... En ese mismo momento se disipó el miedo inmediatamente. En otras oportunidades me extiendo más en la oración de Confianza a Jesús Esposo, con las palabras que salen del corazón. Mi fortaleza también ha sido la Santa Misa y la Adoración al Santísimo, en los que El Señor me consuela muchísimo. Daniela

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Nora

¡Es verdad que Cristo me quiere como esposa! ¡Qué hermoso es saber que es verdad que Jesús me quiere por esposa, que no son imaginaciones de mi cabecita loca, como muchas veces llegué a pensar, que es totalmente cierto y que no importa si soy soltera, casada o consagrada!

Buen día Padre Horacio! Desde hace días quería compartir con Usted que ha sido una alegría enorme encontrarme con sus palabras a través de su blog Del Buen Amor. Pero antes que nada me presento: soy Nora, tengo treinta años, soy soltera y le escribo desde México. ¿Cómo llegué a éste blog? Pequeñas coincidencias de las que se vale el Señor para hablarnos. Entré como de casualidad al blog Del Buen Amor para encontrarme con el post: “Esposa de Cristo” y “Jesucristo te pregunta: ¿quieres ser mi esposa?” A través de eso el Señor me confirmó de una vez y para siempre su deseo de desposarme. Fue tal la consolación que me dio en el entendimiento que aún no puedo expresar la alegría que tengo en el corazón. Le platico brevemente: hace casi ya dos años – agosto del

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2011— que en un retiro tuve mi encuentro personal con Jesús, y ya desde aquél momento el Señor me hablaba de su amor esponsal, aquella ocasión me dijo: “Yo te desposaré conmigo para siempre, te desposaré en justicia y en derecho, en amor y compasión.” Oseas 2, 21. Claro que en aquel momento no supe comprender eso que el Señor me decía, era todo tan nuevo para mí, y aquellas palabras honestamente eran tan desconcertantes… ¿cómo que Dios me decía que quería desposarse conmigo? Con mucha tristeza debo confesarle que hice de lado esas palabras, aunque muy en el fondo seguían ahí, enterradas en mi corazón esperando a que en fe las hiciera mías… Pero el Señor que es tan lindo y no se rinde con ninguna alma siguió insistiendo: en mayo del 2012 hice la Convivencia con Pablo (que por cierto, me alegra mucho enterarme de que Usted es asesor servidor de la Convivencia) y en aquella ocasión me habló a través de Isaías 62, 1-5.

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Julio, fiesta de nuestra Señora del Carmen. Y desde ese día todo está cambiando, veo la vida distinta de como la veía antes, como que todo es nuevo, como que el mundo cambió… El asunto de la vocación( estado de vida) ya no me preocupa, me dispongo a vivir esta relación esponsal con Jesús y ya después Él dirá si me quiere casada, soltera o consagrada, toda mi vida está en sus manos. Padre, le pido por favor que ore por mí para que no sea nunca más sorda a la voz de mi Jesús ni me resista a su amor. Y aunque veo que me falta mucho camino que recorrer confío en que el Señor irá completando en mí su obra. Le agradezco de todo corazón su docilidad a las inspiraciones de la Rúaj Santa, que lo ha hecho ser entre nosotras el amigo del Esposo. ¡Dios lo guarde! Nora

Por supuesto fue una sorpresa para mí encontrarme nuevamente con esas palabras de amor esponsal… Cierto es que me movieron y mucho, desde entonces me venía preguntando qué es lo que el Señor quería de mí, ¿sería que me quería como religiosa o laica consagrada?

Cómo es Jesús: Su Fisonomía21 A Jesús hay que deletrearlo, saborearlo... hay que penetrarlo; pero sobre todo hay que amarlo, porque el amor acerca, el amor es luz que ilumina, transforma y une.

Y es que yo pensaba que sólo las consagradas eran las esposas de Cristo… pero por otra parte, yo no me veo como religiosa, y a la vez dudo si deseo casarme y formar una familia…

Oración: María, ¿quién como tú en el mundo ha conocido la hermosura de Jesús? Enséñamelo, que también es mío, y haz que lo imite, que lo goce, que lo ame, que me sacrifique por El, para darle muchas almas que lo glorifiquen aquí y después eternamente a tu lado.

¿o sería acaso que yo me estaba haciendo historias en mi cabeza? Y así como esas, más preguntas me surgían en la mente. Como podrá notar, este asunto me había tenido totalmente confundida, ¡hasta que por fin llegué a leerlo en el blog! Qué hermoso es saber que es verdad que Jesús me quiere por esposa, que no son imaginaciones de mi cabecita loca, como muchas veces llegué a pensar, que es totalmente cierto y que no importa si soy soltera, casada o consagrada.

Que estas meditaciones de cómo es Jesús, escritas al calor de tu corazón de Madre sirvan para darlo a conocer en su amor y en su dolor. Yo me sentiré feliz si alcanzo siquiera de cada alma un acto de amor ardiente, para ofrecérselo como un recuerdo de mi paso por la tierra

¡Qué claro nos habla el Señor y qué sordos somos algunos para entenderlo! 54

Lamento mucho haber hecho esperar a mi Jesús casi dos años para darle mi SÍ, cosa que hice hace unos días, el 16 de

21| Concepción Cabrera de Armida Cómo es Jesús - Ediciones Cimiento. En una carta la autora dice: “Estoy escribiendo el libro “Cómo es Jesús”, y en mi alma vibra el amor.” Colección de Cartas. 57, 38. 1 de Abril de 1931

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COCA Triste por no ser la preferida Yo pensaba ser la preferida de Jesús

Me escribió Coca inquieta porque le vienen celos de no ser la única a quien ama Jesucristo pues ella se veía a sí misma como la preferida del Señor. Enseguida le adelanté a Coca que debe alegrarse de que el Señor la ha introducido ya en el camino de la vinculación esponsal con Él. Pero en cuanto a los celos que siente son sólo fruto de su desconocimiento de quién es realmente su Esposo, y de la necesidad de sanación que tiene su propia alma. Esos sentimientos desaparecerán cuando siga avanzando en sabiduría y humildad de Esposa configurándose con María y la Iglesia. Con el fin de ayudarla en este camino, le he pedido a Silvina, que vive una mística esponsal muy profunda y teológica con el Señor, que le responda cómo entiende ella el misterio de la mujer Iglesia individual concreta, única, miembro o célula del cuerpo místico de la Iglesia. La consulta de Coca Padre: Al leer las experiencias de algunas mujeres que Usted ha venido publicando en el Blog del Buen Amor, respecto de cómo el Amor de Dios las ha seducido para un amor esponsal, sentí cierta tristeza porque yo pensaba que esto le pasaba a muy pocas personas y que yo era la preferida de Jesús, pero resulta que no. Ahora, no sé qué pensar, me desanimo y ahora, si entendí que la Esposa de Jesús es La Iglesia, o sea somos todas y cada una de las personas que formamos la Iglesia. ¿Será esto, egoísmo o un Amor que todavía yo no he entendido? Gracias, Coca

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Respuesta de Silvina, alma-esposa Querido Padre: Me di cuenta recién de esta consulta que le ha hecho Coca, y me explico que tal vez no reparé en ella

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porque el Señor aún no me había mostrado cuál sería mi respuesta. Ahora que me doy cuenta de la pregunta recuerdo que yo había recibido la gracia sanadora de la respuesta que Coca necesita y busca. Cierto tiempo atrás recuerdo haberme sentido yo también así, como Coca, algo celosa del Amor de mi Esposo… Pero luego, poniendo mi corazón en contemplación me vinieron al espíritu estas reflexiones tranquilizadoras que fueron disipando esa fea tentación de celos: Jesús es Dios, Él tiene Amor sin medidas, Él Ama verdaderamente a cada creatura Suya por igual, sin embargo a unas las destina para ciertas misiones. A nosotras las mujeres nos llama a ser Esposas del Cordero, esposas del Verbo como partículas de la Iglesia total en las que está presente la Iglesia entera. Hablo concretamente de la creatura mujer bautizada. No todas viven sin embargo de la misma manera ni con la misma intensidad ni con el mismo grado de conciencia refleja este llamado. Jesús-Hombre toma sobre Sí mismo el yugo de Esposo, y asume su rol de manera tan especial, que causa en el alma de la Esposa la plenitud total y la bienaventuranza de sentir ese llamado como lo más maravilloso que puede ocurrirle en la vida. Y la Esposa siente también, de manera efectiva, que el Amor de Jesús-Hombre sobrepasa todo otro amor que pueda ofrecer un ser humano. Sabe la Esposa que ningún otro hombre podrá colmar su corazón y todo su ser de manera similar a Jesús Esposo, porque no hay otro hombre como Él. Así que aquí Él mismo da la Gracia de enamorar el corazón de Su Esposa y “espanta las raposas que devastan las viñas en flor”. Y cuando ella se siente seducida y siente que Él la llama para realizar la Boda, también ella se sorprende al saber que Jesús, además de Dios, es Hombre. Esto es para el alma de la mujer una bienaventuranza muy grande, incomparable, creo que es una de las más hermosas invitaciones que se han de descubrir en esta vida, y aun no habiendo sido mamá, me parece que con todo, la sobrepasa muchísimo más.

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Según pasa el tiempo y la Esposa asume su rol, entra en conocimiento de Su Esposo de manera poco a poco cada vez más profunda, según Él se lo va permitiendo. Y entonces empieza a comprender que Jesús además de Hombre es Dios, porque parece un ir y volver de la Gracia, que nos pasea de abajo hacia arriba y después de arriba hacia abajo , y es necesario que sea así, porque Jesús Es un Esposo muy Humilde y la Esposa debe Amarlo tal como Es, por lo tanto le concede la Gracia de un nuevo conocimiento. Allí es cuando Jesús hace recordar a Su Esposa que Él, además de Hombre, es Dios. Entonces ella va entendiendo que es muy pequeño el amor que tiene en sí misma para colmar las Divinas exigencias de Su Amado Esposo Jesús: Hombre-Dios. Si no la asistiera el Espíritu Santo, tal vez la pobrecita esposa desaparecería en un instante al constatar la diferencia ontológica, pero el Espíritu se adelanta para susurrarle estos delicados consuelos. Jesús en cuanto Hombre, es tan delicado, tierno, compañero, pero fuerte y único en el Amor, que puede estar con Su Esposa, dar y recibir de ella únicamente según su peculiaridad, haciéndola sentir única e irrepetible, tal y como es, porque no hay otra esposa como ella, ya que Dios nos ha creado únicas e irrepetibles. Pero conforme la Gracia va dejando ver que Jesús ama de manera especial a cada una, también parece que comienza el enemigo a endilgar que Jesús no es fiel y le sugiere al alma de la esposa que Jesucristo seduce a cuanta se le cruza en el camino. Cosa que sugiere el Malo para desanimarla, o lo peor, para engañarla haciéndole creerse víctima de infidelidad y en realidad de lo que la hiere es de soberbia. El Espíritu Santo entonces le concede a la Esposa entender que Jesús es Fidelísimo en cuanto Hombre, porque Dios es Fiel y Verdadero y no hay engaño en ello. Y también que, en cuanto Dios, sólo el Resucitado puede estar con cada Esposa en intimidad total, sin cometer adulterio porque Dios es Fiel, y a Jesús Le ha sido dado todo Poder. La Eucaristía es el signo Esponsal más claro de aquello 58

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de que ya no serán dos, sino una sola carne . Aquí también resuena el eco: la Iglesia es la Esposa del Cordero. Comprende la Esposa que la mujer ha sido creada para el Hombre y no el hombre para la mujer, y aún más, la creatura ha sido creada para el Creador y no el Creador para la creatura, y en esto hay que tener humildad y reconocer que Dios todo lo ha hecho Bien. Que Dios puede colmar a la creatura pero la creatura no puede colmar a Dios. Jesús en cuanto Dios, Es todopoderoso, Es omnipresente y Omnisciente. Lo que significa, en lo que nos ocupa, que puede estar con todas sus creaturas, en todos los lugares, a un mismo tiempo y conociendo cada creatura y cada cosa como nadie por ser el creador de todas y cada una (¡cuánto más con Sus Esposas…!). Por lo tanto sólo Él puede colmar las almas de todas y cada una de sus Esposas infaliblemente, pero lo hace de manera separada, individual y personalizada (porque Él es Dios Fiel) y gusta de la intimidad, de lo contrario nos hubiera creado con acceso a discernir los pensamientos del otro, y esto sólo Él puede hacerlo con cada una de las almas. Jesús puede dar, en cuanto Esposo Hombre, a cada una separadamente según su peculiaridad de creatura, la sobreabundancia del Amor Divino que sobrepasa con mucho el más digno amor humano. Y puede tomar, en cuanto Esposo Dios, para Sí mismo, el amor de cada una separadamente, unificándolo en Su Espíritu, como si se tratara de un Océano de Amor recibiendo cada minúscula gotita de agua. Y aquí se me hace que Jesús Dios Esposo es como un Océano y cada Esposa es como una minúscula gotita de agua. Todo amor humano Le es bienvenido y grato, pero más aún el amor de Sus Esposas. Así como también cada ingratitud humana Le es dolorosa, pero mucho más aún la de Sus Esposas. Su hija Silvina Mi respuesta a Coca Querida hija de Dios y esposa de mi Señor, Iglesia individual concreta!!!

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Beso tu mano de Esposa de Cristo y doy gracias a tu Esposo porque ha permitido que experimentaras en ti misma el mordisco del demonio de la acedia y te entristecieras por un bien del que deberías alegrarte. Ese demonio mentiroso te hace sentirte como una hurí más y a la Iglesia como una especie de harem de Jesucristo, que como un musulmán tiene muchas mujeres.  No entiendes aun el misterio de la Iglesia Esposa del Cordero. La Iglesia esposa del Verbo hecho hombre. Para vencer esa tentación que tiene su punto de apoyo en tu ignorancia acerca de la identidad de Jesucristo tu esposo, esposo de tu alma, deberías meditar que Jesucristo es verdadero hombre pero también verdadero Dios y Verbo del Padre. Jesucristo es el creador de tu alma en el seno de tu madre y desde allí te destino a ser mujer y esposa suya, Iglesia en su realización individual concreta. El Verbo de Dios crea a cada una como única. No crea dos iguales, no clona. Y a cada una la reconoce en su unicidad y la ama como única. Pero es necesaria la suma de todas las únicas para poder representar por la suma de las perfecciones de cada una a una Iglesia creatura suma de todas las creaturas que reflejan las perfecciones divinas. Lo que hay de reflejo de Dios en ti es único y solo en ti se refleja, podríamos decirlo así. Pero ese reflejo es sólo un reflejo en un cairel o en un cristal de la araña de luz donde se refleja la luz divina. El amor de Dios se refleja en ti un poquito y ese poquito te llena. Pero ese poquito no agota la perfección divina que necesita la suma y multitud (creced y multiplicaos y llenad la tierra) para reflejar la inagotable perfección de Dios. No des lugar a esa tentación de celos. Ojalá que muchas mujeres se sepan únicas para Cristo y no tengan celos, al contrario, se alegren de que sean muchas las que responden sí al amor de Jesús que les solicita ser amado. El amor de las demás no quita nada al tuyo, le da amor al que tú amas y merece ser amado mucho más de lo que tu sola podrías amarlo.  La tentación te hace pensar más en lo que piensas que no recibe que en lo que, si lo amaras bien, desearías que Jesús recibiera y tú no das a basto para darle. 60

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A esa tentación de celos debes rechazarla. Debes llevársela a Jesús tu esposo y presentársela para que la desbarate y te defienda de ella. No dudo de que si lo haces, él desbaratará la tentación y te bañará el alma, con una sola palabra, con una luz que las muchas mías quizás no alcanzan a encender para disipar las sombras de tristeza con que ha invadido tu alma el demonio de la acedia. Acude pues a la Luz y él te iluminará. Nuevamente, beso tu mano como esposa de mi Señor. ¿Me he podido explicar un poquito? Padre Horacio, el amigo de tu Esposo Segunda respuesta de Coca Hola Padre Horacio, leí los correos, los suyos y el de Silvia y estoy empezando a entender muchas cosas. Entiendo que a usted le queda difícil escribir tantas veces lo mismo y a tantas personas, y por eso he entrado a su blog y también a las direcciones que me envía.

Después de haber leído sus correos sentí una inmensa tranquilidad y paz envolvente y se me están clarificando algunas dudas. Padre Horacio, le agradezco por su tiempo, su colaboración y sus respuestas; empiezo a entender que es hermoso lo que me está sucediendo, pero a la vez entiendo que todo no será gozo y que habrá sufrimiento; yo no quisiese sufrir tanto, pues me da desánimo ver que hay personas que no sufren tanto. Gozan mucho en esta vida y luego mueren, van al purgatorio y después al cielo. Siento una exigencia muy elevada a sufrir por amor a Mi Divino Esposo, porque yo, ya le dije que sí a Su declaración de amor. Ahora viene lo difícil: perseverar y serle fiel hasta el final de mi vida aquí en la tierra. Bueno, Padre Horacio, nuevamente le doy gracias por todo lo que me ha ayudado, sin su ayuda estaría en un desespero y desánimo. Que mi Dulce y Divino Esposo Jesús Nuestro Señor y Salvador y La Virgencita María Madre de Dios y Madre Nuestra, lo bendigan abundantemente siempre.... Coca 61

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Cómo es Jesús: Su Divinidad22 Jesús no era solo hombre, sino Dios-Hombre.

Si Él es hermoso, es porque refleja a la divina hermosura; si es divinamente bueno, compasivo, amoroso y tierno, delicado, atractivo, purísimo y santísimo es por la Divinidad, una misma en el Padre y en el Espíritu Santo. Hay que ver y sentir a Jesús tal cual es, divino y humano, para comprender y agradecer más el abajamiento del Verbo Encarnado en el seno virginal de María, al hacerse hombre sin dejar de ser Dios, movido tan solo por el amor, por la infinita caridad para con nosotros, los pecadores. Oración: ¡Tú eres, Señor, mi descanso, mi felicidad, mi acción de gracias, mi correspondencias mi único amor! Yo no tengo virtudes, pero Tú las tienes todas y eres mío, divino y humano. Contigo tengo para pagar mis deudas, para desagraviar a la Divinidad ofendida por mis pecados, para purificarme y entrar al cielo. María, alcánzanos esa luz de la Divinidad que nos opacan las cosas de la tierra, esa claridad que traspasa lo visible, para poder entrar en el santuario del Corazón de Jesús; queremos internarnos en ese Dios-Hombre, perdernos en los insondables arcanos de su amor y gozarnos desde el destierro en saber por tu medio “como es Jesús”, todo amor, y que espera siempre amor. Amén

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7 | FABIANA CORRARO

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Déjate amar “…descubrí que Dios me había creado para recibir Amor, nada más, así de simple, para recibir amor… Dios fue preparando mi corazón para este desposorio con Él…es una historia de amor la que Dios nos propone…

A través de esta relación íntima que empezó con María descubrí –personalmente, en mi vida cotidiana, que es una vida muy simple- que Dios me creó a mí para ser amada, no me creó para que yo le dé amor a Dios. Dios le reveló a mi corazón que me creó para amarme, para recibir… Me creó para recibir su Amor no para dar y en la medida que recibo su Amor doy lo que puedo, según mi condición, lo poco que puedo porque en realidad nosotros como seres humanos ¿qué le vamos a dar a Dios? Ese fue el descubrimiento más grande que yo hice en mi vida. Era una vida muy simple, de ir al boliche, de todo lo que hace una joven de hoy. Llegó un momento que nada me llenaba, todo era un vacío, me preguntaba qué es esto, me sentía tan mal, “depresiva”, por darle un diagnóstico. Pero en realidad eran Jesús y María que fueron preparando el camino, preparando, preparando hasta llegar a ese momento en que no me quedaba otra que entregarme. O sea, Dios siempre estuvo en mi vida, siempre está en nuestras vidas y siempre nosotros estuvimos en el pensamiento de Dios, no es que a partir de que le decimos “Sí Señor, aquí estoy” ahí Dios entra en nuestra vida. No, Dios siempre nos tuvo en sus brazos, lo que pasa es que llega un momento en que te hace así “Despertate, hacé el clic ya”. Y como Dios tiene todo el tiempo - porque para Dios no existe el tiempo - entonces llegó ese momento en mi vida (después de haber probado con psiquiatras) en que yo dije “Está bien ya, o me salva Dios o no me salva nadie”. Estaba en ese

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22| Concepción Cabrera de Armida Cómo es Jesús - Ediciones Cimiento

23| Desgrabación del video “Déjate amar” de Fabiana Corraro http://youtu.be/ M1fGST2aD7I Charla tenida en Rosario, Argentina. Los cuadernos de oración de Fabiana Corraro se han publicado en forma de libro: Déjate amar. Una Experiencia Concreta de Crecimiento Espiritual. www.dejate-amar.com

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estado de muerte del alma porque yo estaba muerta, a pesar de que iba los domingos a la Misa pero me faltaba esa herida de amor de Jesús. Jesús me tenía que flechar, no había otra. Todo esto lo cuento ahora pero en ese momento fue todo inconsciente porque uno está en la búsqueda y dice ¿ahora qué? El terreno estaba preparado para el encuentro, para el Amor de nuestra vida, el único. Bueno, por supuesto se dio a través de María porque nadie puede renacer sino es a través de una Madre, es imposible; yo no concibo que un alma llegue a ese encuentro, a ese desposorio con Jesús si no es por María. No sé si hay otra forma. No se padre, dígame. Por eso nosotros hablamos mucho de María. Somos cristo-céntricos, el Amor de nuestra vida es Jesús, a Él vamos y es nuestra meta pero sin María yo no hubiese podido entregarme de esa manera. Bueno a través de este mensaje, de este camino, descubrí que Dios me había creado para recibir Amor, nada más, así de simple, para recibir amor y en la medida que uno recibe, da lo que tiene, pero sin mucha historia, sin decir “ahora qué le voy a dar a Dios porque Dios me dio esto”, no, como un juego de niños, así de una forma tan simple y natural. A ese estado era al que Dios me estaba llamando, me estaba invitando, después de haber probado pseudo-amores que el mundo ofrece y que en su momento cumplieron un objetivo. Personalmente no me arrepiento de nada de lo que hice, de lo que viví, de lo que disfruté, de los aparentes fracasos que tuve, no me arrepiento de nada porque veo cómo Dios fue preparando mi corazón para este desposorio con Él. Lo mismo, como el padre contaba, hizo con el pueblo de Israel a través de una larga de historia de preparación de 4000 años ¿Para qué? Para que llegue el día en que María dé a luz a Jesús. María, cuando empieza a manifestarse24 , en lo que más insiste es en “Déjate amar, déjate amar”, hinchaba con el dejate amar y “Yo te voy a transformar”. Y bueno, en ese dejarse amar - que implica tanto la caricia de la mamá como la vacuna también - está el mimo, el consuelo pero también está el extirparnos los tumores, ponernos la vacuna para que no nos 64

24| Cuando comienza a manifestársele a ella

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enfermemos, abrigarnos si hace frío, darnos el remedio cuando estamos enfermos, eso implica dejarse amar. Dejarse amar es tomar la condición del bebé en brazos de la mamá. El bebé cuando recién nace tiene que sufrir toda una adaptación, porque tiene que empezar a respirar, empezar a comer, adaptarse a la luz, los ruidos, nace todo sucio, le tienen que limpiar, viene el pediatra le pone la sondita, le limpia, el bebé llora y se queja porque es un nuevo nacimiento… después de estar nueve meses tranquilito, bien, adentro, tiene que nacer y la mamá lo alza igual, todo sucio como está, porque es su hijo y lo ama. Eso hace María con nosotros. Nos invita a consagrarnos a su Corazón y esa consagración implica hacernos como un bebé recién nacido de su Corazón, sucios como estamos, no importa, Ella es Madre y para eso está. Dios la creó para ser Madre y nos creó a nosotros para ser hijos, tengamos la edad que tengamos, eso no interesa. Nacimos hijos, vamos a morir hijos y toda la eternidad vamos a ser hijos. Eso es lo que nos viene a enseñar María. Seamos solteros, casados, sacerdotes, laicos consagrados, monjas de clausura, lo que sea. Es la única condición con la que nacemos, morimos y nadie nos puede sacar, eso nos tiene que quedar bien en claro. Somos hijos, hijos y tenemos que vivir como hijos si no el plan de Dios no sé va a cumplir. Y ¿cuándo nosotros perdimos esa condición de hijos? Con la caída de Adán. Yo me imagino, no sé porque nunca estudié teología, pero en mi vida de oración es como que entendí que Adán le dijo a Dios “Si, está bien, vos sos mi papá pero yo me arreglo solo”. Algo así habrá sido, digo, no sé. Perdió esa condición de hijo amado y pasó a ser hijo desterrado. Tenía todo, tenía todo pero cuando nosotros intentamos dejar de ser hijos y hacer la nuestra y ser autosuficientes ahí nos empieza a salir todo mal. ¿Por qué? Simplemente porque no fuimos creados para no ser hijos, no fuimos creados para eso. Entonces María, como siempre hace lo que Dios quiere porque Ella viene a cumplir la Voluntad de Dios, viene a eso y no sólo viene a través de un mensaje, una revelación y un libro sino que viene a nuestra vida. Viene a nuestra vida a decirnos “Mirá, despertate y acepta, acepta que Yo te quiero hacer nacer de vuelta y que Yo quiero que recuperes esa condición que

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Dios te dio, que la recuperes y que vivas como Jesús”. O sea: Jesús vino a mostrarnos - Él es el Hijo -, vino a mostrarnos cómo vive un hijo. Jesús nació de una Mamá, nació Hijo y murió Hijo y dio su vida por nosotros y vino a mostrarnos cómo vivir. Y no crean que es una vida triste y aburrida y tengo que rezar todo el día porque hay que rezar. No. Llega un momento que la oración se transforma en nuestro alimento. Si nosotros no tenemos vida de oración no vamos a vivir esa condición que Dios quiere que vivamos. No tengan miedo a la oración no es una vida aburrida, para nada aburrida. Les aseguro que Dios se desarma en sorpresas, todo el tiempo nos está sorprendiendo, porque el que es hijo-niño (pequeño, confiado) no guarda por si le falta, no programa por las dudas, vive el momento presente en los brazos de su Mamá y ese momento presente puede implicar un momento de risa como un momento de llanto pero mientras esté la mamá díganme qué hijo no se cae y llora y le dice “mamá, me golpeé” y la mamá dice “sana, sana” y ya está . Es así como Dios quiere que vivamos nuestra vida, quiere que nuestra alma renazca y tenga ese estado primero, que yo supongo habrá tenido Jesús de niño (toda su vida por supuesto pero de niño). Ese estado quiere que vivamos, pero para llegar a ese estado hay que hacer todos los días un camino de transformación, es un camino en el que en una primera etapa se sufre mucho - yo no les voy a venir a vender un buzón - se sufre mucho porque uno tiene que morir. Tiene que luchar primero contra los enemigos externos, lo que nos viene de afuera y después contra el yo – el enemigo número uno que tenemos que es nuestro yo personal – ese tiene que morir y no va a morir sino es así. No va a morir de otra forma, no crean que de un día para otro vamos a volver al paraíso terrenal, no. Pero no se preocupen porque los consuelos que da María no los da otro. No se asusten tampoco. Yo, lo que les quiero decir, es que esa transformación dolorosa vale la pena porque nos libera, nos hace libres, nos da la verdadera libertad de los hijos de Dios. Nos hace libres, libres para vivir nuestra condición de hijos-pequeños-amados. Eso es lo que tenemos que ser. 66

En la familia hay toda clase de hijos. Está el hijo mayor,

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que entra a la casa y dice “Hola mamá, cómo te va?” y la madre “¿Cómo te fue?”. “Bien pero estoy apurado, tengo clase a tal hora” y se va. Y, de la familia ¿cuál es el hijo que más alegría le da a la mamá? El bebé. El bebé porque está siempre con la mamá, donde ella lo pone, ahí queda. Mientras todos los otros salen, se van a trabajar, a la facultad, a estudiar, en la casa queda el bebé. Es su alegría. En el bebé la mamá se desarma de amor, le puede besar todo el día que el bebé no se va a enojar y el bebé ni siquiera es consciente de la alegría que le da a su mamá porque es bebé. Pregúntenle al bebé a ver si le contesta, simplemente por su misma condición de bebé es que le da alegría a su mamá, el que más alegría le da, el que se entrega a los brazos de la mamá incondicionalmente. Yo lo experimenté con José María y lo experimento ahora con la nenita que tiene ahora 10 meses, basta que me mire para tirarse en mis brazos y nada más. Yo creo que es una buena propuesta elegir, elegir, hacer la opción de ser nosotros, de la gran familia de la humanidad, ser nosotros esos bebés, yo creo que es la mejor opción que podemos hacer. Es una historia de amor, es una historia de amor la que Dios nos propone, es una historia de amor, tengamos que pasar las adversidades que tengamos que pasar, eso no importa. Digámosle “Sí” a María “yo quiero ser ese bebé, ese bebé que se alimenta de lo que vos me das, que se viste de lo que vos me das, que se alegra sólo de lo que tu corazón me da” Y ¿qué nos puede dar María que no sea Jesús? ¿Qué nos puede dar que no sea Amor de Dios? Ni siquiera de Ella, todo lo que Ella da lo da por Gracia Divina. ¿Hoy comienza el adviento, padre? Yo no estaba enterada pero díganme si no es un lindo día para empezar a decirle “Bueno, listo”. La gestación, eso, María nos va empezar a gestar en su vientre, nos va a alimentar solamente de Ella y les aseguro que les va a empezar a sacar un montón de cosas, un montón de seguridades, va a decir, “esto no sirve, esto no sirve”, personas, “esto no sirve”, compañías, todo lo que esté de más va a empezar a volar. No se asusten, no se asusten, yo les aseguro que tenemos muchas cosas de más pero nuestro yo nos dice que necesitamos de todo eso. Cada uno va a escribir su propia historia de amor y ni siquiera les va a quedar tiempo para andar fijándose la historia de amor de los otros.

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Esto es lo que nosotros vivimos todos los días. Cada vez hacernos más chiquititos pero para recibir más. Eso es lo que Dios quiere. Dios va vaciando, nos va vaciando, nos va vaciando para llenarnos más de Él y les va a gustar, van a chillar, van a patalear, se van a preguntar “¿En qué me metí, qué es esto? Vos rezá por mí, que estoy sufriendo”. ¿Estás sufriendo? ¡Buena señal!

hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, viviendo unido a Él ; pues en eso está tu vida, así como la prolongación de tus días mientras habites en la tierra que el Señor juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.” Deuteronomio 30, 15-20

Después les va a venir el gozo que no les da ninguna otra cosa. Fabiana Corraro

Evangelio de Lucas 9, 23-26 “Decía a todos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará.

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MARÍA TERESA El que ama, ama, no pide

Amado Señor en esta fiesta de la Inmaculada Concepción de María, tu mamá, también nuestra gracias a tu bondad, recordando agradecida la primera vez que viniste sacramentalmente a mi corazón, deseo escribir sobre tu amor y gracias recibidas. Señor, en esa época de mi vida que estaba inquieta, confusa, buscando mi vocación. Pidiéndote a Ti, Dios mío, lo que yo quería que se cumpliera, tú saliste a mi encuentro. A través de Tu Palabra, en la Eucaristía del 5 de marzo de l987 sentí que me llamabas a la conversión, me abriste los ojos. Sentí tu presencia. Me ayudaste Señor a reconocer mi pecado: No abandonarme a tu querer a tu voluntad y querer que se cumpliera la mía.

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“Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia. Si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y te multiplicarás; el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar a postrarte ante otros dioses y a darles culto, yo os declaro que pereceréis sin remedio y que no viviréis muchos días en el suelo que vas a tomar en posesión al pasar el Jordán. Pongo

Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles.” En esos días llegó a mis manos la oración de san Agustín: “Tarde te amé”. Y yo la leía y releía una y otra vez identificándome con ella: Y yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti y no lo encontraba. Hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús. El que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida y el que mezcla aquel alimento, que yo no podía asimilar con la carne, ya que la Palabra se hizo carne, para que en atención a nuestro estado de infancia, se convirtiera en leche tu sabiduría, por la que creaste todas las cosas. ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera. Y así por fuera, te buscaba. Y deforme como era, Me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo. Me retenían lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Llamaste y clamaste, y quebrantaste mi soberbia: Brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; Exhalaste tu perfume y lo aspiré. Y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste y desee con ansia,

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la paz que procede de ti. Danos lo que mandas y mándanos lo que quieras. Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (Confesiones L. 7, 10. 18, 27) Fui descubriendo con tu gracia, en oración, que me amabas de una manera especial y me invitabas a seguirte. ¡Qué paz inundó mi alma! ¡Qué deseos de vivir y compartir mi vida contigo Señor! En lo secreto de mi corazón: me entregué a ti ¡Era un viernes Santo! Ese día me di toda a ti. ¡Mi amado Señor! La voluntad del Padre es muy superior a la mía. ¡Por lejos! Me dio el regalo más grande que ¡eres Tú! Me hiciste sentir que tu Padre nos ama inmensamente a cada uno y por eso Tú, su Único Hijo, nos redimes. Que nos ama como si fuéramos hijos únicos; de una manera especial. ¡Señor: cuánto amor nos tienes! Recuerdo una tarde, cerquita de donde ahora estoy escribiendo, frente a un cantero con zinnias de muchos colores, contemplándolas, sintiendo gozosa tu presencia te dije adorándote: ¡Señor, cuánto amor me regalas! ¡Qué lindo es estar contigo! Y te pregunté entonces: ¿Qué me pides? Sentí inmediatamente tu respuesta en mi corazón. Tú me respondiste con unas palabras llenas de ternura que eran a la vez como una dulce reconvención: “¡El que ama, ama! ¡No pide!”. ¡Oh Señor, con aquélla respuesta tuya, mi alma se colmó de amor. Dejarme amar por ti gratuitamente. Eso es lo que deseas que haga cada uno y que hagan todos. ¡Señor! ¡Deseo amarte con ese mismo amor con el que Tú me amas! ¡Y amar a los demás con ese mismo amor que Tú me das! ¡María madre del Señor y madre nuestra! ¡Intercede para que nos dejemos amar, nos creamos amados y recibamos el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu santo en nuestra capacidad de recibir amor! ¡Gloria a Dios! Teresa Cómo es Jesús: Su amor al Padre25 El amor de Jesús al Padre es un amor sacerdotal, un amor que glorifica, y un amor que se inmola, un amor que redime y 70

25| Concepción Cabrera de Armida, Cómo es Jesús – Ediciones Cimiento

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salva, un amor que tuvo su coronamiento en el Calvario y que se perpetúa en las Misas y en las almas. Como que Jesús quiso llenar con su amor al Padre la tierra y el cielo, los siglos y la eternidad. El amor de Jesús al Padre se derramó en El y corrió por todo su Cuerpo místico. Nuestro pobre amor no es sino la redundancia de ese divino amor de Jesús al Padre.

Oración: ¡Padre Celestial, muy pequeño e imperfecto, muy deficiente e inconstante es nuestro Amor!; pero Jesús te amo por nosotros, y este mismo pobre amor de nuestros corazones viene del Corazón de tu Hijo. ¿No reconoces su fragancia, el perfume único de Jesús? Te amamos, ¡Padre Celestial!, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas, y clamamos a Ti con el entusiasmo santo y el abandono a tu voluntad como Jesús, que esa voluntad era su comida y su bebida.

9 | PÍA Aprender a pensar en diálogo con Jesucristo esposo

Querido Padre: Aprovecho un momento de “paz”... el abuelo se llevó a los nenes... Desde que Usted se fue siempre me quedaron ganas de escribirle, porque el alma me había quedado muy sensible y notaba todas las tentaciones del demonio en cuanto a esos tormentos del alma femenina, aún en las pequeñas cosas, de los que Usted me habló y habló en la presentación de sus libros sobre el Buen Amor en el Noviazgo y el Buen Amor en el Matrimonio. Además creo que el demonio me re-atacó por haber recibido cierta lucidez respecto de este asunto y de que estos estados interiores del alma son tentación. Nada puramente natural o psicológico, sino de orden espiritual. Desde que soy más consciente de esto, veo hasta qué

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punto esos tormentos nos hacen bolsa interiormente. Literalmente es así. Yo veo que a mamá la destruyen. Hasta a mi hijita de dos años la pesco con carita triste sin motivo. Cuando me doy cuenta trato de sacarla de eso. Tomamos ese molde y es tan difícil cultivar el hábito de pensar dialogando con Cristo Esposo en vez de pensar en monólogo o en lo que parece diálogo con una misma, pero es pensar con una línea pinchada por el demonio y una inteligencia confiscada por el Espíritu enemigo de la mujer. En relación a esto, Ud. me había pedido que escribiera un testimonio debajo de un escrito suyo en el Blog del Buen Amor. Le adjunto el archivo Usted decía lo siguiente en el archivito que me mandó: “El cultivo de la espiritualidad esponsal de la mujer bautizada con Cristo, pasa - dicho en términos generales - por cultivar el hábito de pensar dialogando con Cristo Esposo en vez de pensar en monólogo o en diálogo con una misma.

Porque nunca se sabe cuándo una misma sigue siendo una misma, o ha sido suplantada sin advertirlo por un demonio “disfrazado de una misma” en el espejo interior. Santa Teresa define la oración como “diálogo de amistad con quien sabemos que nos ama”. Esto implica recibir ese amor de Jesucristo en el propio amor. Y recibirlo en fe. Sabemos en fe que nos ama. Aunque no sintamos nada. Así se empieza. Así quiere Cristo-Esposo que empecemos. Creyendo en su amor, creyendo en su declaración de amor y respondiéndole en fe con un SI. Los sentimientos pueden venir después o no. Y por lo general vienen y llegan a ser muy evidentes y muy fuertes. Cuatro son las actitudes propias del alma esposa de Cristo y son las actitudes de la Iglesia su novia-esposa, Humanidad amada y amante, Templo que recibe y guarda el amor que Dios le brinda:

1) Confianza (Jesús en vos confío) Cfr. Faustina Kowalska. 2) Docilidad (Hágase en mí) La Santísima Virgen. 72

3) Diálogo interior: Pensamiento o Conciencia dialogal con

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Jesucristo y el Padre en el Espíritu (Concepción Cabrera de Armida).

4) Hospitalidad: Recibir el amor del Cristo Esposo en el propio amor. Aceptarlo, hospedarlo. (María guardaba todo esto en su Corazón) Querido Padre: Muchas veces Ud. me dijo: “no dialogues con Satanás”. Me lo decía personalmente o por escrito. Pero yo siempre lo aplicaba a pecados concretos, por ejemplo cuando me hablaba al oído contra mi esposo, contra mi suegro, etc. Y realmente ahí reconocía que estaba dialogando con Satanás, que me decía cosas contra mi esposo o contra mi suegro. Por ejemplo: cuando yo aceptaba lo que ese pensamiento me sugería o me decía, caía en discusiones,. Pero recibí la gracia de comprender que Satanás dialoga con el alma femenina sutil y continuamente si le permitimos y nos atormenta sin llegar a grandes pecados. Comprendí esto cuando, camino a escuchar su conferencia, me acordé que en la estufa habían quedado algunas leñas prendidas y comencé a angustiarme sobre qué sucedería si se incendiaba la casa, si perdíamos todo ¡y hasta si nos ayudarían a recuperar lo perdido! Me quedé con una angustia terrible hasta que recibí la gracia de darme cuenta de que venía dialogando con Satanás y me encomendé al Ángel de la Guarda que nos cuidara la casa. Además era un fueguito muy chiquito que si lo pensaba racionalmente no iba a suceder nada porque la estufa es grande. Otra cosa: yo iba pensando en silencio, quizás si mi esposo me hubiera estado dando conversación, Satanás no me hubiera atacado. Y recuerdo que iba en silencio porque mi esposo me había tratado mal al salir. Entonces iba dolida. Oportunidad que el Demonio también aprovechó. ¡Si él supiera que basta con alguna palabra impaciente o un gesto hosco suyo, me da motivo de quedarme callada y que el Otro aprovecha ese silencio para venir a pincharme con su tridente de “miedotristeza-ira”! 73

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Aquí también comprendo el consejo que Usted les da a los esposos de dialogar con la esposa, porque si no, es Satanás el que dialoga con nosotras. Con todo esto recibí una consolación muy grande en el entendimiento. Veo más claramente las tentaciones de este tipo en mi alma y en las mujeres que me rodean y cómo el tormento que nos provoca ese diálogo nos entristece. Diálogo que nace de pavadas, de cosas pequeñas de la vida cotidiana. Agradezco al Padre del Cielo por todo lo que nos enseña a través de su ministerio sacerdotal. Pía. Cómo es Jesús: Su amor al Espíritu Santo26 En los últimos días de su vida, Jesús nuestro modelo y maestro en todas las virtudes, no hablaba sino de Amor: pedía amor al que es Amor, a la Persona del Amor, y prometía al Espíritu de Amor. Ese Jesús, Dios y hombre, nos da al Espíritu Santo; lo pide como hombre para nosotros y nos da como Dios que es.

Oración ¡María, Esposa fidelísima del Espíritu Santo!, con tus labios purísimos dile a Jesús de nuestra parte ¡gracias! Para la gloria del Padre y del Hijo y de ese amadísimo Santo Espíritu. Amen.

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EL SÍ DE SOFÍA Mujer iglesia individual concreta27

Sí, quiero recibirte para ofrecerme como tu esposa, con un Sí absoluto, con un Sí que abarca mi ser todo entero. Para decirte Sí Señor, mil veces Querido Padre: Con enorme ilusión comencé a leer “Las Bodas del Mesías”28 y efectivamente estoy llena de gozo porque mi alma se va iluminando con verdades que no conocía y son pilares de la fe. La primera vez que Usted me habló de que mi alma estaba siendo requerida para dar un sí de esposa a Jesús-Dios, recibí un impacto fuerte, muy fuerte; e iba de la estupefacción a la risa y al llanto, fue una conmoción.  Además decía algo exacto que ahora he confirmado aunque no entiendo cómo lo ha podido saber Usted antes que yo, pero eso es lo de menos. Cómo ya le comenté fui llevada, ahora sé que por el Espíritu de Dios, a una sesión de sanación de unos sacerdotes canadienses en una parroquia aquí en Madrid de forma totalmente casual. No tenía ni la más ligera idea de en qué consistía eso, pero mi estado amenazaba ruina, estaba en una especie de muerte del espíritu, desesperada, deprimida...  Cuando escuché que abajo en la cripta harían una sanación espiritual algo tiro de mí de modo que me hubiera sido imposible no ir. El sacerdote me ungió las manos y la frente con aceite y después colocó sus manos a la altura de mi frente sin tocarme y me hablaba. Empecé a notar una brisa fuerte, cada vez más y no sé cómo me di cuenta de que cuando el sacerdote paraba de hablar yo oía, como surgida de dentro de mí o de fuera, de muy lejos, no sabía de dónde, otra voz. Otra voz que hablaba en un lenguaje desconocido, extraño, con muchas haches aspiradas.

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26| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

27| Sofía me anunció primero que dará su Sí esponsal al Señor y luego me envía copia de su Sí. 28| Un artículo que presenta todo el Nuevo Testamento en clave de Bodas del Mesías

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Era una voz imposible Padre: nadie, nadie, nadie hoy puede hablar así porque nuestra laringe está configurada de otro modo, era una voz ronca, fuerte, de hombre, primitiva, de hace mucho tiempo, no sé cómo decir.  Cuando el sacerdote, que por cierto era como si leyera mi alma de aquel momento, dejaba de hablar yo volvía a escuchar otra vez esa voz única. Y así sucedió dos veces al menos, quizá tres. Mi desconcierto era enorme, me sentía anonadada, asombrada. Al salir de allí era lo único que sentía es ¡Dios existe y tú haciendo el idiota!!!!!!!!! También sentí que Alguien me quería a mí, a mí en particular con todos mis fallos y pecados, pero con un amor inigualable y desconocido entre humanos. Fue como si me pusieran una pomada en el corazón, que aliviaba mi dolor y sufrimientos pero no sólo los de aquellos momentos, sino todos, los de toda la vida. Intenté alguna explicación para esto pero el sacerdote de la parroquia con quien consulté me dijo que el lenguaje era, probablemente, arameo y no le dio más importancia. En mí se desató una inquietud y un interés por lo espiritual absolutamente desmedido, arrollador y más fuerte que yo. Yo intentaba desesperadamente recordar alguna palabra y creía haber oído la palabra “Yahveh” varias veces. Empecé a leer y a buscar pistas. Seguí mis investigaciones en el terreno de lo espiritual y me enteré de que el sacerdote canadiense volvía a hacer un retiro y conseguí ir. Quería contarle lo que me había pasado en la efusión del Espíritu, lo que había oído y pedirle orientación pero no lo conseguí. Sin embargo recibí el impulso suficiente para entender mi sitio como cristiana y a partir de ahí, en febrero hizo un año, ya estoy en el camino.

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El sábado cuando comencé a leer “Las Bodas del Mesías” y llegué al punto 1) La elección de la novia..., no podía dar crédito a lo que mis ojos estaban leyendo ni mi corazón sintiendo, ¡¡¡ahí estaba la respuesta pero no sólo acerca del significado de la única palabra que recordaba sino en un contexto de luz, sabiduría y respuesta directa, explicación directa de algo sagrado, tan importante para mi alma como todo lo que se dice en este escrito!!!

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Paré la lectura para dar gracias a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas, para alabarlo, para bendecirlo... No sólo el Espíritu Santo tocó mi corazón, también una voz pronunció su nombre ruaj hakódesh29 , lo repitió y es lo único que yo pude recordar, además me ha ido guiando poco a poco y cuando pensaba que estaba sin dirección  ha puesto en mi camino un Amigo del novio que me ha orientado. ¿Cómo no dar gracias una y mil veces? Nunca quiero abusar de su tiempo Padre pero ha sido esto tan impactante que tenía que contárselo. Con Él queda pendiente mi consentimiento, mi Sí al Señor, puesto en papel, ahora está en el corazón. Cuando lo tenga se lo enviaré si me lo permite, el Amigo del Novio está en Sus asuntos. No voy a encontrar manera de explicarle lo mucho que su intervención y existencia han supuesto para mí, pero sospecho que lo sabe igual que supo por dónde iba mi alma antes que yo. De todas maneras gracias nuevamente. Sí, es así, como Usted nos enseña. Es como reconocer una llamada que estaba ahí y que seguramente sentí con fuerza en la niñez y hasta los 15-16 años pero a la que no tuve valor de contestar positivamente y se me fue olvidando al no darle su lugar y sumergirme en un sin fin de líos. A veces pienso que incluso antes, antes de nacer estamos con Él y sabemos que vendremos y al llegar aquí se nos olvida paulatinamente. Tengo que agradecerle tantas cosas que se me queda pequeña la fórmula pero no tengo otra, mil gracias Padre, mil millones de gracias por ser mi “shoshben”, el amigo de mi Esposo, no sabía que existía, no sabía que Él tenía amigos así. Me ha encantado entender quiénes son los Amigos del Esposo, y comprender mejor a San Juan Bautista, (Juan 3, 29) comprender que es un modelo valiosísimo y saber que él, entre otros muchos santos, hombres y mujeres de Dios, han llegado a la muerte de su ego. ¡Qué difícil me parece pero que impres29| Espíritu Santo, en hebreo

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cindible para avanzar hacia Dios! ¡Sí! creo que mi alma va por el buen camino pero reconozco el enorme impulso que la ha situado en el inicio del camino y a la vez el honor que Él me ha regalado al conectarme con un Amigo de mi Esposo como Usted. De otra manera es probable que me hubiera vuelto a despistar por falta de orientación. Ahí le envío la carta que le escribí al Señor, dándole mi Sí. Sofía  El Sí de Sofía Mi Señor y mi Dios

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con un Sí absoluto, con un Sí que abarca mi ser todo entero. Para decirte Sí Señor, mil veces Sí, mil millones de veces Sí. ¿Cómo podría ser de otra manera mi Dios si Tú me has creado, criado, mantenido, sostenido y querido tanto que no alcanzo a comprenderlo? Claro que quiero estar contigo Señor, junto a Ti, invitada a Tu Banquete de Bodas aunque sea escondida en la orla de tu manto o en una esquina de un mantel o en una servilleta. Eso me da igual Señor, pero cerca de Ti respondiendo Señor mío al privilegio que me has concedido tocando mi corazón.

No sabía cómo empezar pero estaba leyendo la encíclica “Lumen Dei” y San Agustín me ha ayudado. “Ab eo qui fecit te noli deficere nec ad te”. De Ti Señor que me has creado, no quiero volver a separarme nunca, nunca, nunca jamás ni siquiera para ir a mí o mejor dicho, muchísimo menos para volver a mí. 

Porque te quiero Señor, te echo de menos, mi alma te anhela hasta el punto de que a veces siente que no puede esperarte más. Por todo esto Señor mío te suplico que no me sueltes, no me dejes, no me abandones aunque sea una de tus almas más pequeñas. Porque te quiero y necesito estar junto a Ti y ahora que he entendido que ser santo es estar junto a Ti, todavía más.

Porque soy, Señor, tan consciente de mi miseria, pequeñez e incapacidad y mi alma te ha añorado y te añora tanto, tan profundamente, que a veces cuando estás en silencio esa añoranza es casi desesperación. Me horroriza el solo pensamiento de alejarme de Ti, la posibilidad de volver a caer en las garras del demonio me aterra.

Y te pido Señor que tengas Piedad y Misericordia de todos nosotros y le pido a Dios Padre, nuestro Abbinu queridísimo, que por el precio que pagaste por todos nosotros y por los méritos de tus santos y mártires, consienta ya en enviarte por segunda vez y, si aún no estamos limpios, nos permita limpiarnos rápidamente. 

¡Porque Tú sabes Señor cuánto me ha costado andar por este mundo, cuánto resolver las cuestiones prácticas, familiares, laborales...y tanto más, cuanto más lejos estaba de Ti!

Porque los novios están impacientes y se añoran y la humanidad quiere celebrar Tus Bodas y vivir con el Novio el Milenio y que Él habite en cada alma. Invítanos a Tu Fiesta Abba. 

Ahora Señor que sé que te has dirigido a mí, que me has permitido sentir Tu Amor, que has permitido que Tu Luz me ilumine, comienzo a tener fuerza para ofrecerte este andar mío diario con alegría, para agradecerte cada pequeño o gran inconveniente que surja, para alabarte y bendecirte cada día por mi existencia, para agradecerte por todos y cada uno de los regalos que diariamente me haces sin importarte si soy o no consciente de ello, por permitirme salir del sufrimiento con más rapidez.

¡Bendito y alabado seas por siempre Señor, por siempre, por siempre! Sofía

Mi alma se levanta a Ti Señor para responder a tus requerimientos, sí, quiero recibirte para ofrecerte todo mi amor y gratitud, mi ser, mis alegrías, mis tristezas, cualquier logro, también cualquier fracaso, para ofrecerme como tu esposa,

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EL SÍ DE SABINA Dado en oración esponsal “Que este pobrecito amor mío sea tu Templo. El Templo donde habite tu Amor que busca albergue Que yo misma sea el Templo que Tú te elegiste para habitar Sea yo para ti como la casa de Marta y de María donde vengas a hospedarte”

Una vez me escribió un alma atribulada y le contesté enviándole una oración que me había enviado antes otra alma dándome permiso para hacerla circular sus reflexiones. A mi vez le escribí diciéndole: Hija: Por favor, dirígete como Esposa al Señor y Él te consolará. Y si aún no lo has recibido y aceptado como Esposo, no tardes más en darle tú SÍ. Te envío la oración de otra alma de mujer atribulada como tú, que aceptó serlo con la oración que verás aquí abajo. Te la envío para que te inspires. No para que la repitas tal cual. Sino para que sepas encontrar en ti misma las palabras tuyas, no las ajenas, las palabras de tu sinceridad más profunda, para decirle tu “Sí” al Verbo hecho Hombre, verdadero Dios y verdadero Hombre, que te pide tú Sí a su amor. Puedes probar a escribírsela al Señor como una carta. Y quizás ir a leérsela en un rato de adoración eucarística. Esta es la oración de… llamémosle “Sabina” por lo “sabia”: El sí de Sabina en oración ¡Sí Señor! ¡Yo, Sabina, acepto tu amor y tu pedido para que sea tu esposa, para que viva de ahora en adelante como tu Esposa, para que me dirija a Ti como de Esposa a Esposo!

Porque acabo de enterarme de este ‘evangelio para la mujer’: ¡que en mí está tu Iglesia! Yo quiero repetirte en nombre de tu Esposa la Iglesia el Sí que ella te da.

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Me ha sorprendido saber que, como en cada partícula de la Hostia estás Tú, así de manera parecida, toda la Iglesia te dice ahora ¡Sí! en mi Sí.

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¡Siiií! ¡Esposo mío! ¡Perdona si he sido sorda a tus requerimientos amorosos hasta ahora! Pero hoy, que tu amigo, el sacerdote, me trasmite tu eterna declaración de amor; esa declaración que mis oídos, aturdidos por los gritos de los demonios de la falsa justicia no escuchaban, hoy, Verbo eterno, Cordero esposo de la Iglesia, hoy escucho tu requerimiento de Amor y te doy mi ¡Sí! ¡Sí, Señor! ¡Recibo, recepciono gozosa, tu amor de Esposo y quiero vivir, pensar, sentir como Esposa tuya! Primero quiero ejercitar mi fe en esta verdad. Hasta que tú vayas impregnando con esta luz también mi sensibilidad y mi conciencia, mi inteligencia, mis fantasías, mi voluntad, toda mi psiquis y me espíritu. Gracias por haber venido a buscarme justamente a tiempo, justamente ahora. Porque estoy enredada en estas zarzas de los pensamientos, que ahora sé que eran los de un demonio que violaba mi alma sin que yo lo advirtiera ni pudiera resistirme a sus atropellos torturadores. ¡Salvador de mi alma! ¡Dulce esposo! Sólo cuando me vuelvo hacia Ti para hablar contigo, experimento cómo Tú me respondes arrancándome de esos torbellinos de falsa reivindicación y de justicia que me enceguecían para no verte, no ver tu amor y no atinar a volverme a Ti. Que me hacían sorda para oír tu invitación al Amor. Para responder a tu llamado a la puerta de mi alma y recibirte en mi casa, lavarte los pies, servirte y adorarte. Ser amada por Ti, ¡oh mi Dios! sea mi consuelo, mi sanación, y esa certeza de mi fe me preserve contra la violencia de esos pensamientos que me atormentaban y colmaba mi alma de amargura y desesperación. Recién ahora me doy cuenta de dónde venían. Tú me amabas y yo no lo creía, no lo veía, no oía tu voz en mí. Me amaste desde siempre. Y yo vivía de espaldas a tu amor. Pero ahora recibo la luz de la fe que me lo revela y lo asegura. Ahora, en fe, creyendo firmemente que me amas como a tu Iglesia-esposa-individual, deslumbrada por este descubrimiento de lo que soy y significo para Ti desde que me creaste, yo te digo que ¡Sí! Que recibo tu amor, que acepto de mil amo-

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res. Creo y sé ser amada por Ti. Y recibo tu amor en mi alma. Que este amor recepcionante de mujer -- que Tú creaste receptiva con este fin: de que te recibiera – que este amor receptivo de mujer sedienta de amor, como Tú me creaste con ese fin… que este pobrecito amor mío sea tu Templo. El Templo donde habite tu Amor que busca albergue. Que yo mismo sea el Templo que Tú te elegiste para habitar. Sea yo para ti como al casa de Marta y de María, donde vengas a hospedarte. ¡Tú te lamentaste: “El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar tu cabeza”! Pues bien, ¡aquí está mi pecho para que vengas a reclinarla! Tú rogaste: “Mira que estoy a la puerta y llamo”, pues aquí vengo presurosa a abrirte la puerta de mi corazón y de todo mi ser. Mi albergue es pobre, desordenado, pero tú no miras más que la hospitalidad del amor receptivo. Nada puedo ofrecerte aparte de recibirte aceptando tu amor. Nada puedo darte sino hospitalidad. Pero tú tampoco me pides ni me exiges otra cosa sino creer en el amor que me tienes y recibirlo. ¡Ven mi Señor! Aquí está tu sierva, a la que te has dignado y has querido hacer hermana, novia, esposa. Tu presencia ahuyentará de mi casa todas las sombras malas de los demonios, pensamientos torturadores de miedos, tristezas, iras, dudas, sospechas, juicios temerarios, curiosidades malas. Me liberará de sus opresiones y vejaciones. Acepto en fe Tu Amor. Te doy mi Sí en el Espíritu Santo. Amén. Sabina

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NINA Jesucristo esposo de mi alma “Le pedí a Jesús, que hoy, en mi situación de separada, como Esposo de mi alma, me enseñe más sobre receptividad, obediencia y servicio. Escucharlo, confiar en Él, obedecerle y servirle en mi realidad”. Testimonio de una mujer creyente que habiendo padecido la destrucción de su matrimonio ha encontrado, por el camino de la fe, una nueva relación esponsal con Cristo. Esto le permite seguir procurando en paz y con el alma serena, el bien espiritual del quien, por el sacramento del matrimonio indisoluble, sigue siendo su marido, a pesar de los repetidos adulterios, de la separación y del divorcio civil.

Padre: Le envío este comentario al testimonio de Ana que Usted publicó en su último libro “El Buen Amor en el matrimonio. Preguntas y respuestas”30 y que leo en las páginas 37 al 39. Usted lo había publicado en el Blog del Buen Amor en una Entrada de fecha viernes 13 de agosto del 2010. Paso a tratar de expresar lo que produjo un gran impacto en mi alma hoy, cuando leí el testimonio de Ana. No sólo por la toma de conciencia que me ha producido, sino porque reconozco una gran verdad en sus palabras, porque así ocurría en un tiempo en mi matrimonio. “Y cuando uno empieza a escuchar al esposo – escribe Ana-, empiezan a suceder cosas sorprendentes. Quizás la primera es que el marido empieza a sentirse escuchado. Y eso le trae un nuevo sentido de su responsabilidad espiritual hacia la esposa y la familia. Y de allí nace una fuerza nueva en el corazón del varón bueno, para sacrificarse en el trabajo, el estudio.” Leyendo esto, primero sentí como una pena, porque en las buenas épocas de mi matrimonio, mi marido fue un luchador, en su trabajo, en el estudio, en tratar de salir para delan-

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30| La autora se refiere al libro: “El Buen Amor en el matrimonio. Preguntas y respuestas” Editorial Lumen, Buenos Aires 2012, 172 págs.

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te, hasta que se fueron desvirtuando las cosas. Él cambió de empresa y lo rodearon varones lujuriosos. Yo, distraída, lo dejé de escuchar, quedé atada en mi rosca, centrada en mí misma, buscándome más que nada a mí. Los chicos, la casa el trabajo, el deporte, las amigas, estaban primero… Y por supuesto que las conductas fueron cambiando, y la relación enfermando. Por supuesto que dejé de escucharlo a mi esposo y de hacerle caso a sus sugerencias, que hoy en el tiempo las veo que eran con sentido común… Pero hoy, leyendo el testimonio de Ana y pensando en mis errores pasados, me dije: “esto ya pasó, ya fue, no hay cambio, porque pertenece al pasado. Hoy no puedo reconstruir lo destruido ni modificar nada de lo que ya fue”.

En tercera instancia, le pedí a Jesús, que hoy, en mi situación de separada, que Él, como Esposo de mi alma, me enseñe más sobre receptividad, obediencia y servicio. Escucharlo, confiar en Él, obedecerle y servirle en mi realidad. Creo que fue Él mismo Quien por providencia puso esta lectura en mis manos, y el deseo sincero en mi corazón de amarlo, confiar en Él en todos mis miedos, tristezas y broncas, escucharlo, obedecerle y servirle ¡como esposa! Sé por experiencia personal, que cuando uno entrega su miseria, cuando uno en oración, con el corazón y con la voluntad le ruega a Jesús que transforme lo que tenemos, lo que somos, entonces, Él, en su momento (que no es el nuestro) hace la multiplicación de los panes que nosotros le brindamos.

Pero doy gracias a Dios porque en vez de quedarme sumergida en la tristeza de lo ocurrido, le pedí a Jesús que me ayudara en mi nueva situación de separada. Le di gracias porque me hizo tomar consciencia de mi error, de mi cuota parte en la separación. Y le pedí, que hoy, en las conversaciones que tengo cuando me encuentro con mi esposo, pueda ser más receptiva, pueda escuchar con más atención lo que me dice. Porque aunque estemos divorciados por lo civil y él vaya por la enésima pareja, seguimos teniendo que hablar con motivo de los hijos, la casa, la pensión alimenticia, el pago del colegio...

Por eso: en fe, ya le doy gracias por todo lo que me espera porque Él me lo prepara. Después de la lectura del testimonio de Ana, del rosario y de la alabanza en agradecimiento por todo lo recibido, espero con serenidad el cambio en mi vida que ya experimento en mi corazón.

Le doy gracias a Dios porque me ha hecho comprender que sigue siendo mi esposo ante Dios y yo su esposa. Le doy gracias porque no me ha dejado engañar, como se engañan o son mal aconsejadas tantas mujeres, procurando “reconstruir mi vida” con otro hombre.

Cómo es Jesús: Su nombre31 Jesús es un nombre de paz que calma las tempestades, nombre de luz, que ilumina las noches del espíritu, nombre que acaricia, que consuela, que sostiene, que da energía para el sacrificio, que penetra hasta el fondo de los corazones y los purifica. Nombre de gloria y de esplendor, nombre que sabe a cielo, nombre adorado, ¿quién no se encanta con tu dulzura, quien no experimenta tu virtud?

Le pedí a la Virgen Madre, esposa de San José, que me enseñe a ser una buena esposa en esta situación de separación y de divorcio civil. La fui imaginado y contemplando en algunas situaciones difíciles: como ser en camino a Belén (con todo preparado para la venida de Jesús y el cambio de planes), camino a Egipto (país nuevo, con lengua extraña, sin conocidos), camino a Nazaret nuevamente (¡Vuelta a empezar!). La imaginé receptiva, atenta y obediente a su San José. Y pedí que me diera la gracia de poder imitarla. También le pedí a San José la gracia para mi esposo de recuperar lo perdido… 84

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Le pido que publique Usted este testimonio porque veo que las mujeres de hoy vivimos engañadas y como perdidas. Póngale de seudónimo Nina.

Me lo figuro a veces niño; y lo primero que hace uno con un niño es preguntarle: “¿Cómo te llamas?” Hagamos esto a menudo con Jesús, y Él nos contestará en el fondo del alma, y con la dulzura y el amor que lo caracterizan, nos dirá lo que necesitamos “Yo soy la Resurrección y la Vida” (Juan 11, 25) nos dirán sus divinos labios... 31| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

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Oración: Tuyo para lo que quieras, Jesús mío, tuyo para inmolarme, tuyo para la vida o para la muerte y para toda la eternidad. ¿Para qué nos lo diste, Virgen santa, sino para que siguiéramos amándolo como tú lo amabas? Gracias, Madre mía, y te rogamos que pongas en nuestros corazones, en nuestros labios y en nuestras almas, esa marca preciosa, ese sello divino, que siempre nos esté diciendo: ¡Jesús, Jesús, Jesús! Amen.

Embriagada de gozo con tu vino quiero ofrecerte un sorbo de este gozo que me escancia tu mano, dulce Esposo, Ven a beber de mí tu amor divino. ¡Cuánto tiempo sentado junto al pozo me pedías de beber y no te daba porque no sabía amar, y no te amaba! Mi alma también tenía eterna sed de ti y no lo sabía.

13 | ¡OH CUÁNTO AMOR! Himno de Corpus La Eucaristía es el lugar del Sí esponsal

¡Oh cuánto amor! ¡Qué grande amor prepara este banquete de las fiestas de bodas del Cordero donde el más pequeñito es el más grande, donde el último siempre es el primero! Hazme pequeña, y úngeme Señor para el banquete de tu amor divino. Derrama en mi cabeza tu perfume y vísteme de lino. Con el Aceite santo de tu amor perfumas al mendigo y lo consagras como a tu invitado. Del siervo haces amigo.

Hasta que tu fatiga se encontró con la mía junto al pozo. Tu sed con la sed mía. Tú Dios-Amor, Dios pordiosero ¡Pordiosero de amor! amas primero. Yo andaba pordiosera - pordiosera de amor – por mis caminos. Tú me entraste en la sala del banquete Tú lavaste mis pies de peregrino (¡Dios postrado a sus pies! ¿quién lo merece?) y te me diste en pan y en dulce vino. Y aunque tu amor fue taaaanto, ¡Más es lo que promete! ¡Más es lo que prepara!... ¡Y es más lo que adivino! ¡Oh cuánto amor!

¡Oh cuánto amor! ¡Cuánto amor me tenías y yo no lo sabía! En esta fiesta alegre de tu amor colmada está mi copa En esta santa fiesta, en este día mi alma... de amor desborda, desborda de tu amor el alma mía. 86

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14.1 |

VENERABLE CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA Amores compatibles

“Nunca me impidió el ser esposa [de Francisco Armida] y madre la vida espiritual, antes bien, parece que desde que contaba un año y medio de casada, comenzó el Señor con más fuerza a llamarme a la perfección [de su amor], a darme sed de humillaciones y en dónde ejercitarlas… a que amara más y más el sacrificarme por Él. En cerca de 17 años que duré casada, lo más del tiempo estuve con enfermos, enfermedades y sufrimientos: pero esto no me impidió nunca el llevar al Señor en lo muy íntimo de mi alma… el que [Él] se me comunicara de diversos modos… el que me absorbiera su presencia y me introdujera en muchas clases de oración. Crecía, crecía el fuego, la vida, el amor divino en mi pobre corazón, a la vez que las luces de la pureza, el ansia de pertenecerle, de ser toda suya” (Autobiografía 3, 1-3: Eco de mis amores p. 47) “Jesús le dice un día: “Te casaste por mis altos fines; para hacer brillar más mi poder; para tu santificación y la de otras almas; haciéndote un vivo holocausto en favor de la santa pureza. Me dijo que también (me da vergüenza decirlo) para que se viera que no era incompatible el matrimonio con lo de Él [es decir el tener a Cristo por esposo del alma], y las obligaciones [del esposo y los hijos] con la piedad, y también por otras altísimas razones que se reservaba” (Autobiografía V, 3, 366; Eco de mis amores p. 47-48) “A mí nunca me inquietó el noviazgo, en el sentido de que me impidiera ser menos de Dios. Se me hacía tan fácil juntar las dos cosas. Al acostarme, ya cuando estaba sola, pensaba en Pancho [su novio] y después en la Eucaristía, que era mi delicia. Todos los días iba a comulgar y después a verlo pasar [a Pancho]. El recuerdo de Pancho no me impedía mis oraciones (Autobiografía V 1, 71-74, Eco de mis amores p. 44)

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“A mí no me estorbaba el cariño de Pancho para amar a Dios. Yo lo quería con una sencillez muy grande y como revuelto con el amor de mi Dios” (Autobiografía, 1. 32-33; Eco p. 45)

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“Sentía hambre de ver a Dios amado por todos y me iba al Sagrario de Catedral y le decía: ‘Señor, me quiero casar y que me des muchos hijos para que te amen; ya ves que yo no sirvo, y quiero verte amado’. Todos los días le escribía una carta e iba a leérsela al Sagrario” (Autobiografía. Hojas sueltas, 369, Eco de mis amores p. 45) Yo ocurrí a Dios, sí, desde muy niña; no sé qué instinto me llevaba a Él y lo sentía en mi corazón como una gotita de alivio y de consuelo; pero no tuve a mano quien me enseñara el camino. Llegué a creer en mi orgullo, en singularizarme, y seguí la corriente, llevándome sin embargo frentazos terribles en donde creí verme entendida” (CC. 2A, 1 y 2; hojas adicionales; Eco p. 39) “En mis penas de niña, cuando me regañaban, y aun sin nada de esto, me encantaba esconderme y platicar con los ángeles, y así lo hacía, refiriéndoles lo que me apenaba, y pidiéndoles su ayuda para otros y para mí. Yo sentía en esto y en invocar a la Santísima Virgen, mucho consuelo, y plena seguridad de ser escuchada. A Dios directamente no me atrevía, le tenía mucho respeto” (V 1, 10-11; Eco p. 39) “De muy niña tuve un sueño, visión, o no sé qué sería, pero se me quedó muy grabado en mi memoria, y aún más, en mi corazón. Vi al Señor vivo, palpitante, con un vestido morado de terciopelo, que se acostó en mis faldas, es decir su cabeza en mí, estando yo sentada en el suelo. Jugaba con sus sedosos rizos, con su pelo, con mucho respeto y amor, y Él, de vez en cuando, me miraba, volteando sus ojos garzos para arriba, bañándome aquella mirada de una sensación divina que nunca había sentido. Esto duró un buen rato y, aun después de tantos años, no lo he podido olvidar, y lo recuerdo conmovida (V 1,21; Eco p. 39-40) “En el campo, en las cañadas cubiertas de árboles, en esa sierra de Las Mesas de Jesús, ¡oh Dios mío, era yo muy niña y mi corazón se lanzaba hacia Ti, buscándote, dándote gracias por tanta belleza! A mí la naturaleza siempre, como la música, me ha elevado a Dios. ¡Yo presentía dentro de mí, Señor, casi sin conocerte, tu presencia, tu hermosura, tu poder y tu bondad!, y al recordar mis sentimientos ocultos de niña, de joven,

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de casada, de viuda y de todos los estados por los que he cruzado, mi alma llora de gratitud, porque Tú, mi Dios, ocupabas ya sin saberlo, el fondo de mi corazón, lo íntimo de mi ser, la parte más noble de mi espíritu; ésa, Señor, ¿verdad que siempre te ha pertenecido?” (V 1, 100; Eco p. 41)

ponía su silla junto de mí mientras cosía, etc. Cuando iba a la cocina a hacer el pan, a tocar piano y hasta a darles el pecho a los niños, Él siempre estaba junto de mí. ¡Qué primor de mi Cielo! (V 1, 164-166; Eco p. 52)

“Crecí como la yerba de los campos, al natural, y qué poco entendí, ¡Dios mío!, tus gracias y favores, la predilección tan singular con que siempre has cubierto a mi pobre alma, la ponzoña mía ¡tanta!, que quitaste de mi camino. Yo he cruzado por entre la lumbre sin quemarme… por entre el cieno, ¡oh Dios de mi corazón! Sin ensuciarme. ¿Cómo pagarte, mi Bien, tamaños favores?” (V 1. 101; Eco p. 41)

A la muerte de su esposo: “Por fin aquel tifus que en nueve días avanzó hasta el sepulcro, por permisión divina, llegaba a su término. Era horrible mi pena, el cariño natural aumentado a un grado sumo, la pena de ver padecer a quien para mí […] fue siempre un completo modelo de caballerosidad, delicadeza y cariño […].

“Quería ser santa y no sabía cómo; no encontraba la puerta y lloraba mi soledad. Por las tardes, al oscurecer, me iba a la Iglesia de San Juan de Dios, y ahí, cerquita del Sagrario, desahogaba mi pecho cerca de Jesús. Le ofrecía a mis niños, a mi marido y a mis criados, pidiéndole luz y tino para saber cumplir mis deberes” (V 1, 157, Eco p. 52) “Un día, poco después de los ejercicios que dije antes, andaba yo en la huerta de Jesús María, haciendo oración, cuando sentí vivísimos deseos de llamar a Nuestro Señor que me acompañara. Todo fue hacerlo y sentirlo claro junto a mí, andando al paso que yo andaba. Luego, llena de amor y gratitud me puse a platicarle, y voy oyendo su dulcísima y suavísima voz que me dijo que lo llamara siempre y con mucha confianza; que para que me enseñara a andar todo el día en su presencia, lo invitara desde la mañana, lo atendiera, le platicara y llevara en todas mis ocupaciones. Me dijo que no tan sólo me figurara tenerlo en mi interior, sino también junto de mí, siempre mirándome. Que cuando durmiera, fuera sobre su divino Corazón; que mientras más lo convidara más pronto vendría a serme necesaria su compañía, hasta que llegara el día en el que en ningún instante nos separáramos. Después se fue y me quedé yo con un vacío inllenable. Al día siguiente luego lo llamé, y así mucho tiempo, y siempre venía, ¡oh mi Jesús! sirviéndome mucho este modo de verlo y sentirlo junto a mí en lo futuro. 90

ME QUIERO CASAR .

Al pasar una puerta, le dejaba el lugar; al sentarme le

Señor, Señor, lo que Tú quieras, ¡ten sólo, misericordia de mí! Y desde aquel momento, sentí, que aquella daga me atravesó, pero al traspasarme vino a mi espíritu una fuerza desconocida y sobrenatural. Cesaron por entonces mis lágrimas y no pensé ya, sino en proporcionarle a aquella alma los mayores auxilios espirituales, por sí, y por otros cuantos pudiera […] Desde aquel momento, sentí la fortaleza del Espíritu Santo, para aceptar con serenidad el terrible golpe que venía directo a partirme el corazón y a arrancar el padre a mis hijos […] Desde que me determiné a perderlo, ofreciéndole al Señor mi sacrificio, desde que lo preferí a Él pisándome el corazón, sentí en mí espíritu, una fuerza superior que me ayudó y aún me ayuda en medio de mi dolor ” (CC 17, 216-223; 248-250; 17 set de 1901, Eco p. 62) 32

14.2 |

CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA

Etapas del amor divino En 1931, seis años antes de su muerte escribió: 32| Tomado de: Eco de mis amores. Selección de textos de Concepción Cabrera de Armida. Publicaciones CIDEC, México, 2010 (Colección Cruz Viva 7). Misioneros del Espíritu Santo y Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús. Centro de investigación y difusión CIDEC Jesús María, San Luis Potosí, México, Apartado Postal 40, 79500 Villa de los Reyes, S.L.P., / [email protected]

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. Horacio Bojorge

“Yo he sentido en lo más íntimo de mi alma tres etapas del amor divino:

1) Primero, amar, amar con locura, con delirio, con pasión, con humildad sí, pero con vehemencia y fuerza de cielo dada por Él. 2) Después, he sentido la necesidad y el vivo deseo de Jesús, de no sólo tender a su amor como el imán al acero, no sólo de ampliar el alma para abarcarlo (a ser esto posible), sino el amor de dejarse amar, de abandonarse a su amor, de entregársele sin reservas ni condiciones ni exclusivismos, sino total, absoluta y plenamente, para que haga y deshaga con toda libertad en lo que le pertenece […]. 3) He encontrado otro amor en el amor mismo, amor humilde, audaz, amor de pudor subidísimo, de confianza, ilimitada, amor infantil a la vez muy alto: encierra al mismo tiempo sencillez y audacia; cierra los ojos para ver lo que uno es, y revistiéndose de lo divino, atrae al Amado, con la tranquilidad y naturalidad que nace de esa clase de nuevo amor: de libertad amorosa. Y ¿cuál es ese amor? Nada menos que llamar a Jesús con pasión divina, y de lo muy hondo del alma, decirle: Jesús, quiéreme Tú, bésame Tú, acaríciame Tú […] ¿verdad que me vas a querer mucho, mucho, con todo el amor de un Dios hombre, con el amor mismo con que amas a tu Padre, con el Espíritu Santo? (Carta 57, 222-224; 11 de noviembre de 1931).33 Cómo es Jesús: Su Ternura34 El Corazón de Jesús está ávido de amor de intimidad con las almas y goza cuando encuentra otro corazón con el cual pueda tenerla libremente; pero cuando más puro, más humilde y más sacrificado sea ese corazón, su gozo será completo.

Para con las almas, Jesús tuvo y tiene ternuras inconcebibles ¡Si es Él la misma ternura personificada! Si es Hijo del

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33| Tomado de: Eco de mis amores. Selección de textos de Concepción Cabrera de Armida. Publicaciones CIDEC, México, 2010 (Colección Cruz Viva 7). Misioneros del Espíritu Santo y Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús. Centro de investigación y difusión CIDEC Jesús María, San Luis Potosí, México, Apartado Postal 40, 79500 Villa de los Reyes, S.L.P., / [email protected] 34| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

ME QUIERO CASAR .

Padre más amante, cuyo anhelo es darse, es derramarse en gracias y carisma; y acepto redimir al hombre para verte en el caudal de gracia y de amor del que es la fuente. Oración: Jesús, queremos vaciar nuestra vida en Ti, poder volcar el tesoro de nuestra ternura en tu Corazón, y consumirnos en su fuego, como holocaustos de amor. Ya no vacilaremos ante cualquier sacrificio, danos, Señor, aquella unión que anhelamos tener Contigo, un amor tan puro, tan santo, tan sin egoísmo, tan caritativo para con el prójimo, tan tuyo que solo nos ocupemos en cómo, acerté, en consolarte. Amen.

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HILDA Estoy en una eterna celebración de bodas Amores Compatibles “El amor a mi esposo y a mis hijos son el camino, y mi santificación, consiste en vivir la esponsalidad con Cristo sirviendo y complaciendo a mi esposo de la tierra volcando en él mi amor a Jesús, mi Esposo celestial” Hilda, casada, madre de seis hijos varios adultos y una de doce años escribe al final de un retiro de ocho días:

Querido Padre Horacio: Aquel día que le escribí, para preguntarle por la posibilidad de hacer un retiro, estuve muy lejos de imaginar lo que El Señor me estaba preparando… yo sólo tenía la decisión de alejarme del trajín cotidiano, para ordenar un poco mi vida y darle un sentido más trascendente… Imagínese, Padre, cuál fue mi sorpresa cuando conocí con certeza, no desde mi cabeza, sino en mi corazón y con claridad inexplicable, que no era yo la que iba al encuentro del Señor, sino que era Él quien me había salido al encuentro, quien me atraía a Sí con una fuerza irresistible… Esa convicción y luz, no sólo se fueron incrementando a lo largo del retiro, sino que

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. Horacio Bojorge

fueron el inicio de una seguidilla de revelaciones, que Nuestro Señor, quería hacerme en la intimidad de esos días de cielo. Durante un mes, fui preparando mi corazón para ese encuentro… Por su consejo, repetí sin cesar ‘Hágase mí según Tu Palabra’ y ‘Jesús en Vos confío’. Por fin llegó el día tan esperado y me puse en camino, redoblando mi súplica y renovando mi confianza… El viaje se me hizo eterno, no veía la hora de llegar, imaginaba ese momento en que me pondría a los pies de Jesús y le ofrecería toda mi vida para siempre. Sin embargo, Él tenía Sus planes, era quién en realidad me estaba llevando y quién haría la propuesta valiéndose de Su fiel Amigo: ¡Usted!. En esos días maravillosos, quedé muda… y él me mostró como en una película toda mi vida, pero desde un lugar muy distinto al que yo estaba acostumbrada… Pude ver cuánto había de obra de Dios en ella y cómo cada uno de los hitos importantes de mi historia personal, están llenos de signos de Su Mano Providente…mi niñez, mi adolescencia y mi juventud desfilaban una tras otra, en mis momentos de oración, iluminándose y resignándose ante mi asombro!! No puedo explicarle lo que obró en mí la lectura de ‘Las bodas del Mesías’ y toda la descripción que hace de las bodas hebreas!!35 Parecía estar describiendo mi propia historia de amor con mi esposo aquí en la tierra… Por fin, tuve la gracia de entender cuál es el llamado y la misión que Nuestro Señor me hizo y cómo, en vez de alejarme y distraerme de Su amor, el amor de mi esposo y de mis hijos son el camino, y mi santificación, consiste en vivir la esponsalidad con Cristo, sirviendo y complaciendo a mi esposo de la tierra, volcando en él mi amor a Jesús, mi Esposo celestial. La Iglesia toda, es la Esposa del Cordero, cuyas bodas se celebrarán el final de los tiempos, pero se adelantan y actualizan en cada iglesia- individual… Mi vida de hija de Dios es un matrimonio con Cristo, un compartir la vida con Él todos los días y toda la Eternidad, para eso fui creada y para eso fui salvada y por eso me encomendó a mi esposo de la tierra, para que tuviera un ministro de Su Amor y también alguien concreto a quién dar lo que recibo… como una fuente que recibe el Amor del Padre, y lo derrama feliz, dando de beber de ese 94

35| Se refiere a un escrito que se publica en el segundo tomo de Me quiero casar

ME QUIERO CASAR .

Amor. Cuánto más amor dé, más amor recibiré!! ¿Cómo hubiera podido imaginar, que El Señor, me ofrecía a mí ser su esposa?!!! ¿Cómo saber que me tenía reservada la mejor parte y que quería vivir junto a mí una vida de intimidad y amor esponsal el Mismísimo Rey del Cielo?!! Si esto suena a locura, aun cuando se piensa en creaturas tan graciosas y bellas como María, ¿Cómo pensar que quiera desposarse con mi indignidad y hacerme su reina y unirse a mí tan íntimamente, que se baje a habitar en mi pobre corazón y quiera allí quedarse eternamente?!!! Sin embargo, pude verlo, vivirlo con una convicción y realidad aplastante… Supe que Su invitación es real y que ‘Él está a mi puerta y llama’… y espera mi consentimiento para desbordarme con Su Amor!! Se desplomaron ante esa realidad todas mis conjeturas, todos mis sueños de ‘grandes empresas’, todos mis éxitos y logros profesionales, todos mis deseos de ‘realización’, mi necesidad de ‘encontrarme a mí misma’… en fin, comprendí que mi búsqueda de la felicidad, mis ambiciones y mis metas, habían sido hasta ahora puro engaño y que el mundo y su príncipe, me habían envuelto en su discurso falaz, para sumirme en la más profunda y ridícula ceguera… En su infinito Amor y con su ayuda – Padre Horacio, en el ejercicio del ministerio que el Esposo le ha confiado y que lo constituye en su Amigo – Nuestro Señor ¡me descubrió el Proyecto que en su Providencia y desde toda la eternidad, tiene para con mi ser mujer! Sé ahora, que sólo seré feliz en sintonía con sus Designios Divinos y que no hay nada que pueda apagar mi sed de Amor, sino el agua que brota de Su Corazón Abierto, como un Manantial inagotable, infinito de Misericordia. Aunque nada ha cambiado visiblemente en mi vida y en mi casa, a partir del momento en que recibí la invitación del Rey, estoy en una eterna celebración de bodas… Sí, y cada día, cada nuevo instante de mi vida, renuevo, por Gracia de Dios, mi sí, mi ‘Hágase tu Voluntad’… Es un sí que se concreta en cada situación de mi realidad cotidiana de esposa y madre de familia, en cada acto de amor para con mi esposo y mis hijos, actos que no son otra cosa que amores a Jesús. Y así, como una novia eterna, renuevo a cada instante la confianza, entrega, docilidad, obediencia amorosa, en un diá-

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. Horacio Bojorge

logo esponsal y continuo con El Señor, que encuentra en mi corazón de esposa un lugar dónde reclinar Su Cabeza y viene a habitar en él y colmarlo con sus dones. Hoy, como santa Teresita de Lisieux, desde mi hogar, en el anonimato de Las Hijas escondidas de Dios, puedo decir con ella, en el Corazón de la Iglesia yo seré el Amor!! Y gracias a la mirada Amorosa del Padre, Hijo y espíritu Santo, que está sobre mí y dentro de mí, cada pequeña acción, cada palabra, cada pensamiento de amor cobran un valor infinito en unión con toda la Iglesia de Cristo,(La Esposa) y estallan en Acción de Gracias incesantes que Él devuelve en lluvia de Bendiciones a la tierra. Bendito sea El Señor, que hace maravillas en sus creaturas, que las transforma con su Amor, que las desborda con sus bienes y que las hace suyas poniendo en ellas su morada en una comunión de Amor para siempre, siempre, siempre… Hilda Cómo es Jesús: Su corazón36

Todo es admirable en Jesús: sus palabras, sus miradas, su sonrisa, sus pensamientos y acciones, pero más que nada ¡su Corazón incomparable!, centro y fuente de esos encantos. ¡En él se encierran todas las virtudes y perfecciones, su santidad y su amor, su infinito, ardiente, puro y divino amor! ¡Ese Corazón divino quiere unirnos con un estrecho abrazo y fundir nuestro corazón en el suyo; nos ama para revelarnos sus secretos, para darnos su Espíritu, para regalarnos de lo suyo, para embriagarnos con su amor y comunicarnos su misma vida, su vida, sus latidos, sus martirios, su felicidad! Oración: Jesús, quiero ayudarte con tu cruz interna, quiero que me participes algo de estas amarguras íntimas que tanto te duelen, quiero ser puro por los que no lo son, sacrifícame por lo que no lo hacen, agradecerte por los ingratos, ser tu víctima en favor de tu Iglesia amada. María, concluyó la vida de Jesús en el Calvario, pero siguió en tu corazón su pasión interna hasta su muerte, al con96

36| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

ME QUIERO CASAR .

templar el sacrifico de Jesús, y dejaste en la tierra el ejemplo que imitarían más tarde otros corazones. No somos dignos, pero en tus manos ponemos nuestras almas para que viertas en ella algo siquiera de las amarguras de Jesús. Amen

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Miryam Pidiendo ser esposa del Señor Amores compatibles “Ahora estoy meditando (y pidiendo) ser esposa de Mi Señor. Cuando leí un librito de Concepción Cabrera de Armida me cautivó. Me gustó muchísimo su estilo de ser madre, su modo de educar a los hijitos, sus preocupaciones con respecto a ellos, su relación con el esposo, y otras tantas cosas.... pero no había caído en la relación: esposa del Esposo”

Padrecito: Acababa de leer en su blog ese preciosísimo (y muy, muy cierto) artículo sobre los amores compatibles de la esponsalidad con Cristo y el sacramento del matrimonio. Y pensé: lo tengo que compartir con mis amigas!!... y cuando abro mi correo para enviarlo... ¿con qué me encuentro?... ¡con que me lo manda mi padrecito para mí! Gracias por esos detalles tan personales para con nosotros (mi esposo y yo). Todo lo que sale en su blog lo leo, porque es una de las pocas y habituales páginas que visito. Ahora estoy meditando (y pidiendo) ser esposa de Mi Señor. Cuando hace cosa de dos años atrás leí un librito de Concepción Cabrera de Armida me cautivó. Me gustó muchísimo su estilo de ser madre, su modo de educar a los hijos, sus preocupaciones con respecto a ellos, su relación con el esposo, y otras tantas cosas.... pero no había caído en la relación: esposa del Esposo. Pero desde que usted la hace notar, buscar, desear, en sus “cartitas” a sus hijas, en sus entradas en el Blog, he estado meditándolo mucho.

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Por un lado veo la belleza de serlo, el deseo profundo del alma. Muchas veces, hace más de cinco años atrás, rezando frente al Sagrario pensaba que había como un paralelo entre mi relación de esposa con mi esposo y con Jesús, pero como algo borroso, no claro... sólo muchas semejanzas... pero no me atrevía a pensar más. Y por otro lado es como volver a dar un gran salto en la fe: confiar plenamente en el Esposo, dejar de lado mis proyectos, mis miedos, mis gustos, mis ideas...”esposas obedezcan a su Esposo”... y es como que a veces te da como un “miedito”...estúpido como todo miedo... pero miedo al fin. Como soy un hueso duro de roer, le pido a Dios cada día que me dé la gracia de desear ser su Esposa, luego la de ser una esposa digna (no es cuestión de andar haciéndole pasar vergüenza a un Buen Marido ¿no?... jeje), y finalmente ser completamente fiel. Muchas veces miro mi miseria y digo: “no podré” (se peca tantas veces por día!!), pero me anima “no hay nada imposible para Dios”, además ... y de última...¡me moriré intentando!... jaja... no es cuestión de renunciar tan fácilmente...¿no?. Si al final se nos da una vida entera de plazo… jeje. Uffff... lo que más cuesta es “dejarse a uno misma”... yo no sé por qué... si es que es una lucha normal, si es que hay prejuicios que me atan, si es que hay cosas que no hago bien... o si sólo es así...porque la vida es lucha...y punto! Ayer estaba en mi Hora Santa y en mi Biblia estaba buscando para leer Tobías... Pero delante de mí apareció (y subrayado por mí… no sé desde cuándo... porque no lo recordaba) del profeta Oseas “Ya no me llamarás más Señor mío, sino Esposo mío”... y no pude más que llorar de alegría... ¡¡Me habló Él y directamente al corazón!!...

ME QUIERO CASAR .

Dios me dé la Gracia para no negarle nada; y le doy las gracias a Usted por empujarme suavecito hacia Su Amigo (bueno... a veces son unos tirones bastante fuertes... jaja) Dios le llene de su Amor y bendición. Su hija que lo extraña. Miryam Cómo es Jesús: Su nombre37 Jesús es un nombre de paz que calma las tempestades, nombre de luz, que ilumina las noches del espíritu, nombre que acaricia, que consuela, que sostiene, que da energía para el sacrificio, que penetra hasta el fondo de los corazones y los purifica. Nombre de gloria y de esplendor, nombre que sabe a cielo, nombre adorado, ¿quién no se encanta con tu dulzura, quien no experimenta tu virtud?

Me lo figuro a veces niño; y lo primero que hace uno con un niño es preguntarle: “¿Cómo te llamas?” Hagamos esto a menudo con Jesús, y Él nos contestará en el fondo del alma, y con la dulzura y el amor que lo caracterizan, nos dirá lo que necesitamos “Yo soy la Resurrección y la Vida” (Juan 11,25) nos dirán sus divinos labios... Oración: Tuyo para lo que quieras, Jesús mío, tuyo para inmolarme, tuyo para la vida o para la muerte y para toda la eternidad. ¿Para qué nos lo diste, Virgen santa, sino para que siguiéramos amándolo como tú lo amabas? Gracias, Madre mía, y te rogamos que pongas en nuestros corazones, en nuestros labios y en nuestras almas, esa marca preciosa, ese sello divino, que siempre nos esté diciendo: ¡Jesús, Jesús, Jesús! Amen.

¡Qué cosas tiene el Señor!, porque es la primera vez que me doy cuenta de que me habló directamente Él... porque siempre lo hace a través de su amigo fiel (Usted, mi Padre); o de lecturas espirituales, el Magisterio, La Palabra... pero todo más indirectamente... o bien es algo que me parecía a mí... ¡Soy bastante pavota como verá!. 98

37| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

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GISELLE Más que nunca lo siento mío Amores compatibles “Él es el más amoroso de los esposos, el más cuidadoso, el más amable ¿y qué más puedo decirle? ¡No hay palabras para expresar lo que siente mi corazón! ¡Él es Todo!”

Padre querido: Quiero contarle que estoy tan feliz, inmensamente feliz, no hay un día que no me despierte y le diga que Si a mi Esposo, renuevo todos los días mi Sí a mi Jesús. Tengo en el ama una felicidad que no cabe dentro de mí, y por un lado, quisiera gritar las Maravillas del Señor, contarle a todo el mundo lo que Él hace y por otro, me guardo esta intimidad como un secreto pícaro entre los dos, algo Tan grande, que no puede ser compartido con cualquiera, ya que no se entiende tanta Gracia.

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En mis oraciones y meditaciones, mi Señor (y disculpe que siempre diga “mi”, pero más que nunca lo siento “mío”, pero un “mío” que se comparte con los hermanos), le pregunté a mi Esposo cómo podía dejarme amar más y más por Él. Y me vi haciendo la plancha en un océano, yo no luchaba por nadar ni por mantenerme en la superficie, sólo hacía la plancha, tan tranquila... las olas, los peces, me tocaban, algunas veces me zarandeaban, otras, aparecían tiburones queriendo devorarme, pero yo seguía haciendo la plancha, confiada, mirando hacia el Cielo, y mi mirada no se apartaba de ese Cielo. El océano iba haciéndose cada vez más y más grande, y yo me iba convirtiendo en alguien muy chiquito hasta llegar a ser tan solo un puntito, rodeada de la inmensidad del océano, y sentí que ese océano es Dios, Su Inmensidad y yo un puntito haciendo la plancha, totalmente confiada en El y me vinieron las palabras del salmista: quién es el hombre para que te fijes en él; y la respuesta: es mi creación, la más perfecta creación, más perfecta que los ángeles, porque está hecho a mi imagen y semejanza, creado por Amor, para el Amor y para Amar al Amor y en un instante entendí tantas cosas...! que es demasiado para mi pobre cabeza pero sin embargo siento como que ahora com-

ME QUIERO CASAR .

prendo lo que no comprendía y entiendo lo que no entendía; si yo pudiera expresarle todo lo que siente mi corazón! todo lo que estoy sabiendo sin poder expresarlo con palabras y que en cambio parece que lo tengo tan claro! ¡Padre, qué dicha tan inmensa! Mi querida amiga, Anita, me dijo unos días antes de su partida al Padre, que estaba viviendo un idilio con Dios. ¡Y yo me alegré tanto por ella! Pero jamás creí y menos pensé que también yo pudiera estar viviendo como ella, al poco tiempo, “un idilio con mi Señor”. ¿Será una gracia que me envía Anita desde el Cielo? Padre querido, Él es el más amoroso de los esposos, el más cuidadoso, el más amable y qué más puedo decirle, ¡no hay palabras para expresar lo que siente mi corazón! Él es Todo. Yo sé que vendrán las pruebas y de hecho, la “loca de la casa” combate mi corazón de una manera tremenda, y pareciera que ahora me ataca más que antes; ayer en la Misa por ejemplo, los pensamientos y las ideas que me venían a la cabeza, “no seas tonta, estás creyéndote cualquier cosa, mira si te va a mirar a vos, qué de importante tenés para que te mire o haga caso, mira toda esta gente, qué ridícula, qué estúpidos, se creen que van a sanar así nomás, etc. etc. Pero Padre, cuanto más me atacaban los demonios con esos pensamientos, más me sentía yo aferrada por Mi Esposo, y era más dulce la respuesta de Él. Cuanto más quieren que me aparte, ¡más me pongo a los Pies de Aquél que me levanta y sostiene! Le hablaría horas de lo que estoy sintiendo, de lo que me pasa, de lo enamorada que estoy de mi Esposo, pero no el enamoramiento que tienen las parejas, con egoísmo, con celos, con cosas humanas, sino que por el contrario, pienso, si todo el mundo, si todos los seres humanos experimentaran este Amor, ¡qué felices serían! quisiera compartirlo Padre, pero el mundo no comprende... y a mí me está pasando que me duele su incomprensión. Ayer antes de levantarme, Jesús puso Su Mano sobre mi

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cabeza, la sentí tan real, porque realmente fue así, es real, El me acarició; estuve el resto del día que me salía por los poros la felicidad y cuando llegué al trabajo, fui agredida (después se me aclaró que era una broma..., qué broma) por una compañera, pero Padre, era tan grande la felicidad que tenía, que me reía de todo, fue como si tuviera aceite, todo lo malo me resbaló. Hoy, antes de levantarme, leí el Cantar de los Cantares, y Padre, qué le puedo decir, “Mi Amado es para mí y yo para Mi Amado”, cuando me dice que ya pasó el invierno y que todo florece, todos esos versos..., sí Padre, aunque vengan las pruebas, aunque haya tribulaciones, siento que para mí, ya pasó el invierno. Bueno mi querido Padre, mi Amigo, porque el Amigo de mi Esposo es también mi Amigo, no le quito más tiempo con “mis confesiones”, porque imagino que tendrá otras cosas para hacer, pero Gracias una vez más, muchísimas Gracias! No tengo problema de que publique lo que crea conveniente, no me molesta en lo absoluto. Lo quiero con el Amor de Cristo, hermano y amigo. Giselle Cómo es Jesús: Su Alma38 El alma purísima y si mancha de Jesús era como un cristal sin mancha, como un foco de luz, como un lago tranquilo, como un espejo limpísimo en donde se reflejaba la Divinidad.

Es preciso subir a la cruz y mirar los cielos y la tierra a través de los ojos de Jesús en donde irradiaba su alma toda caridad. Y si nosotros queremos llegar a saber cómo es Jesús, debemos como Él, ofrecernos por el Espíritu Santo, inmaculados a Dios. Con la luz de la sabiduría de la cruz lo conoceremos. Oración: ¡María Dolorosa, Madre que sufrías al compás del alma de Jesús, úneme a Él, aunque no lo merezco, por el amor y por aquel dolor que martirizo el alma inmaculada de Jesús! Amén.

102 38| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

ME QUIERO CASAR .

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SONIA

Hoy sentí a Jesús como mi esposo

Padre Horacio: Le escribo hoy que es último día del año 2013 para contarle una alegría secreta o más bien íntima, de mi mundo interior pues si voy por ahí contándola no sería recibida sino como una señal de que me volví loca. Le cuento que anoche por fin, de manera más plena sentí a Jesús como mi Esposo, ¡de veras que lo era!... sólo sabía decir ¡Oh Esposo mío, Oh esposo mío!... nunca antes en mi vida me había pasado algo así. Entonces, Padre, ¡yo ya no soy una mujer soltera!... en mi DNI dirá tal cosa... ¡pero yo soy esposa de Jesús, una sola carne, un solo corazón y una sola voluntad! ¡No sabe cómo me siento de feliz!... Él es el esposo de mi alma, de mi cuerpo y por el resto de la Eternidad. Anoche estaba muy conmovida pues ¡cómo entendí a san Francisco cuando lloraba porque Jesús no era amado! lloraba de emoción, de desborde. Yo ahora cada vez que leo el Evangelio quedo fascinada con la Personalidad de Jesús... ¡qué personalidad!... su carácter, su forma de decir, las palabras que usaba... incluso en las revelaciones personales a los santos. A Faustina le dijo “Mi amor no desilusiona a nadie”... ¡guau!, quedé lapidada con esas palabras. Me siento una samaritana más que Jesús encontró en el camino. Se lo cuento porque usted es el amigo íntimo de mi Amado Jesús y quiero que en las Misas que celebre me eche en el Cáliz con Él. Es una necesidad de fundición. Y se lo cuento porque usted, Padre, es la voz de mi Amado. Jesús habla mucho a través de sus sacerdotes, Jesús es en sus sacerdotes... y defiende tanto a sus confesores. ¡Me siento muy feliz!... Creo que este fue mi Regalo de Año Nuevo... no sé cómo habrá sido antes... pero sé que de ahora en adelante soy plenamente consciente que todo, todo lo que pase en mi vida será por Él, para Él, con Él. Padre yo soy la hijita mayor de Papá... la que nunca se fue de su lado pero sin embargo, también vivía lejos de Él y que hoy lo voy descubriendo. 103 Sonia

. Horacio Bojorge

Cómo es Jesús: Sus dos amores39 ¡Su Padre y las almas! fueron la preocupación constante de Jesús, su pasión dominante, por decirlo así, sus amores sublimes.

Tú dijiste que al modo que tu Padre te amó así me has amado Tú; con razón sabes amar con esa ternura, con ese desinterés; con esa fidelidad como nadie ha amado. Si tu precepto es que amemos al prójimo como tu Padre te amó, ¿cómo te amaremos a Ti para corresponder a esa ternura incomparable? Oración: Y tú, María, que amabas al eterno Padre con un fuego tan intenso que no podías vive sino de su voluntad adorable, danos tu fidelidad y la generosidad de tu alma para abrazar sus disposiciones, aunque nos sacrifiquen, y emplear todas sus fuerzas de nuestros corazones en amarlo y en darle miles de almas que lo amen. Amén.

18.2 | SONIA Una novia abandonada encuentra a Jesucristo Esposo y desea contarte su historia “Cuento esto para que sirva a todas las chicas que sufren por amor como yo, o han sufrido una decepción amorosa. para aquellas mujeres samaritanas que caminan por la vida con tantas cicatrices de amor a cuestas, maridos o novios que las dejaron de querer o la sombra de esa soledad desesperanzadora”

Padre Horacio: Le envío el testimonio de todo lo que me sucedió este año. Se lo doy a usted y me ayudará a resumir pues me salió extenso. ¡Gracias padre por tantas cosas, cuente con mis oraciones! Sonia 104 39| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

ME QUIERO CASAR .

El que tiene poder para entrar en nuestros aposentos ¿Cómo empezar el relato de una experiencia que es sencilla pero grandiosa por su intensidad, cómo explicar y contar una cosa que significó un cambio importante? ¿Cómo narrar mi propia conversión?

Sí, conversión aun cuando yo estuve siempre al lado del Padre (como el hijo mayor de la historia del hijo pródigo). En las páginas de un libro encontré que los males y los sufrimientos no ocurrían por gusto, que Dios sabía sacar provecho de eso para nuestras vidas y no significaban pérdidas. Fue lo que me sucedió. Hace más de tres años conocí al amor de mi vida, ¡por fin había llegado el amor a mí y estaba contentísima! Nos conocimos como cada vez más gente se conoce en estos tiempos: por internet. Pronto vino a verme, sin embargo yo no pude ir con tanta facilidad porque se presentaron obstáculos migratorios y desde entonces todo comenzó a decaer. Especialmente su ilusión y entusiasmo. Nos esforzamos mucho para estar juntos pero no se pudo y sin embargo, yo corazón de mujer, claro, nunca me desilusioné pues yo pensaba que sí, que era él para mí y yo para él y que todo esto no era más que una prueba y que pronto superaríamos. Nunca dudé, siempre creí… pero él comenzó a dudar y finalmente me dejó de querer. Ojalá hubiéramos terminado con valentía dejándonos ir mutuamente; pero no, comenzó un tiempo de idas y venidas, de ambigüedades que no pararon hasta que otra persona llegó a su vida. Ahí se acabó todo de la forma más amarga y dolorosa. Me sentí mal, sentí morir, porque durante tres años yo veía mi futuro junto a él y de pronto no tenía nada. Se había ido y no solo sino con alguien. Los sufrimientos no son posibles de describirlos, ahí están y sólo es posible entenderlos cuando se pasa por ellos. Bien pues “¿qué te sostiene cuando todo lo demás falla?”, leí hace muchos años en un poema; y encontré con sorpresa que a mí me sostenía la fe, el amor a Dios. Corrí a sus brazos en seguida, menos que eso, ¡Él vino a mí!... ¡vino a sostenerme, caí 105

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en sus amorosos brazos en cuanto vio que me iba al abismo! Me salvó otra vez, y descubrí que Cristo de continuo nos salva, su misión de redención no ha terminado y continúa a cada instante en nuestras vidas. Un día cuando veía que mi relación se derrumbaba, de súbito me vino –como la sed física- una imperante necesidad de rezar el Rosario intensamente, y no una… sino tres veces. Yo, que no hacía mucho había reprochado a un amigo que me contaba que rezaba tres rosarios completos al día. Debo decir que nunca fui afecta al rosario, lo quería pero no tanto; y toda la vida pensé que rezarlo diario era mucho ¡y tres veces! un escándalo. Pues bien, ahí estaba yo ese día de mayo de este año abrazándome a María con toda el alma. Ella había venido a mí. Mi Madre vino a mí cuando vio que quedaba rechazada y abandonada, por las razones que fuera, pero estaba quedando desamparada y Ella corría hacia mí. En cuanto pude me contacté con el padre Horacio y él me dijo tantas cosas lindas y me presentó a Jesús como mi Novio. Demasiado respeto y veneración a Jesús como para verlo como Novio, al principio me parecía increíble. Pero era cierto que lo era. El viernes santo de este año yo sentía morir de pena y me fui junto a una foto suya – la del Sagrado Corazón de Jesús – y le dije que unía a Él mi dolor de soledad, a Él que también estaba solo muriendo en la Cruz. Que yo también estaba sola como Él y le dije que le entendía, que ahora sabía lo que es sufrir por el amor negado de alguien que se quiere tanto. Que yo lloraba por uno solo pero Él por miles. Usted, padre Horacio, me dijo que Él, el Señor Jesucristo, era mi Novio y me dio libros a leer y los audios de unos ejercicios espirituales conducidos por un sacerdote español llamado Jesús Villarroel. Al cabo de unos días comencé a escucharlos y quedé lapidada de felicidad y consuelo. Los ejercicios trataban sobre el Cantar de los Cantares, el libro que habla del amor entre Dios y el alma humana como un amor ‘epitalámico’, es decir, esponsal. Novio y novia, de Esposo y esposa. Que así de fuerte, como el amor entre hombre y mujer, es el amor entre Cristo y mi alma, en suma, el amor entre Cristo y su Iglesia. Desde entonces recibí una lluvia de consuelo y gracias espiri106 tuales.

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Descubrí Roma, dulce hogar40, el libro de los esposos protestantes convertidos al catolicismo; y un día de casualidad buscando otras cosas encontré un libro sobre Marta Robin, no la conocía, otro libro de Milagros sorprendentes, relatos de los milagros que llevaron a los altares a cientos de santos y un libro sobre las conversiones de judíos y ateos al Catolicismo. Embebida con cada una de las cosas que decían estos libros, quedé enamorada y rodeada del amor de Dios. No puedo describirlo como tampoco pude describir mi sufrimiento del comienzo. Encontré la página oficial de Medjugorje y ahí descubrí que María pedía los tres rosarios diarios, yo hasta ese momento no lo sabía. Desde entonces encontré sentido a lo que me pasaba, me sentí especialmente querida y me dejaron muy remecida las experiencias de conversos. Desde entonces pude ver y con sorpresa que yo también me estaba convirtiendo… de una cristiana católica tímida y tibia a una cristiana católica fervorosa y cada vez más loca por Cristo. Así fue que este año para mí resultó un año de retiro espiritual muy completo, ¡Un retiro anual! Porque de casa al trabajo, de casa a salir con mis amigas, de estar con ellas a estar con la familia o los colegas del trabajo, iba yo reflexionando lo que leía, lo que rezaba y me comenzaba a sentir muy feliz. Leí mucho más en verdad – a mí el amor de Dios me llegó por los libros, será porque me gusta leer- y he rezado más que nunca, no he dejado mis maravillosas ciento cincuenta avemarías diarias, ni la lectura diaria de la Biblia siempre en compañía con partes de Historia de un alma de santa Teresita, que lo tengo como lectura de noche junto a la Imitación de Cristo. Volví a confesarme más seguido pues había dejado de hacerlo con frecuencia y ahora sólo me falta volver a mi grupo espiritual ya que había dejado de ir por mucho tiempo. Soy de ir a Misa todos los domingos, esto sí desde siempre y hace un tiempo iba todos los días; ahora no me es posible por mis horarios, pero amo la Misa más que a nada porque ahí está Jesús renovando continuamente su sacrificio en el altar. 40| Libro que narra la conversión al catolicismo del pastor calvinista Scott Hahn y su 107 esposa Kimberly. Editorial Rialp, Madrid 2011

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Jesús otra vez me tiene entre sus brazos y esta vez para siempre. Ahora sé, suele pasar, que a través de los sufrimientos más duros de la vida Él se muestre como una indescriptible revelación de amor. Como dice en el Cantar de los Cantares Mi amado es el que forzó la cerradura para entrar en mi corazón justo cuando necesitaba ayuda. No resulta fácil escribir y mucho menos publicar estas cosas que son del corazón, porque a decir verdad nada ha cambiado por fuera, nadie ha notado nada en mí. Sólo anuncié que mi relación había terminado y la vida siguió para todos… pero no sabían ni tenían porqué saberlo que en mi mundo interior había ocurrido un cataclismo y luego la llegada de una Arrolladora Luz de Esperanza que venía a trasformar mi vida entera, a cambiarme el corazón por otro mejor. No es posible trasmitir esto… no es posible; sólo Dios tiene poder para entrar en nuestros aposentos. Necesitaba dar testimonio de esto porque me superó el corazón, rebalsa de mí porque quiere y busca ser trasmitido; porque es algo que literalmente: quema adentro. Hoy soy muy feliz, no volví a saber más de él, la nostalgia continúa, el duelo sigue su curso pero yo he dejado de llorar y a pesar de la pena al fondo hay una base de gozo que nunca podré explicar bien. Aquél había sido la persona más importante de mi vida durante los últimos tres años (eso sí, siempre después de Dios, claro… aunque debo reconocer que en la práctica muchas veces estuvo antes) y ahora se ha ido, no está más. Encontré que hay separaciones peores que la muerte… pero yo recibo consuelo de mi Madre – siempre digo que Ella es la reina de los varones en la Tierra, la ‘dueña’ – le pido siempre por él, porque sea feliz y sé también que no hubo pérdida, que en la vida del espíritu siempre hay encuentros y nunca despedidas… que en Jesús todo es Encuentro y que de alguna manera también tengo al que se ha ido y con eso me basta. Quien tiene a Jesús nada le falta, ¡bien lo decía santa Teresa! Cuento esa historia porque es importante que las personas sepan que hay conversiones hoy por hoy, que no es cosa de otros siglos, y es más ¡que todos necesitamos convertirnos!... 108

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¡incluso y más quienes consideramos que estamos muy cerca de Dios!... Yo rezo cada día por la conversión de los pecadores y las almas del purgatorio… antes cuando pensaba en esa frase “la conversión de los pecadores” me sonaba a “los pobres del mundo”, es decir, como una cosa remota y nada definida ni concreta. Hasta que para mi asombro por fin descubrí que “los pecadores” no son los seres humanos de Medio Oriente o de otra civilización remota, sino ¡los que tengo cerca, mis propios seres queridos: con nombres y apellidos, y yo misma!... descubrir eso me sonó tan nuevo que apenas me recupero del asombro y la alegría. A las almas del Purgatorio las llegué a querer gracias a María Simma, la mujer austríaca que tenía el don de verlas. También rezo cada día por las de mis seres queridos hasta por los más desconocidos que más pudieren necesitar; y en cuanto a ellas debo añadir una cosa. Sé que ellas van camino a Dios, están en proceso de purificación, pero lo buscan y están ansiosas… como yo de encontrar un amor aquí en la Tierra, por lo que he ofrecido a Jesús mi agridulce espera de un amor en la Tierra como ayuda a las almas del Purgatorio hasta el día de mi boda si acaso es de Dios que eso se dé, si no será una ofrenda para siempre por ellas, hasta cuando me vaya con mi Novio del Cielo. Cuento también esta historia para que ojalá sirva de algo a todas aquellas miles de chicas que sufren por amor como yo, o han sufrido una decepción amorosa. Escribo y dedico esto a todas aquellas mujeres samaritanas que como aquella mujer de la biblia, van por el camino de sus vidas con tantas cicatrices de amor a cuestas, maridos que las dejaron, novios que las dejaron de querer o la sombra de esa soledad desesperanzadora ahí cuando más ganas se tiene de amar y ser amadas; para que sepan que Jesús las quiere y que con Él es posible perdonar, amar incondicionalmente, ser felices como el mundo material no se imagina, que es posible encontrar el Sentido a todo sólo con Él. No es tapar un vacío con la religión o la fe como dirían muchos desde la frialdad de su escepticismo, ni mucho menos un simple apoyo psicológico para superar la depresión. Ésta es una experiencia espiritual profunda que revela una realidad 109

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trascendental: la del encuentro de Dios hecho Hombre con el alma hundida en una de las más trágicas vicisitudes de su existencia. A algunos les toca en una enfermedad, a otros en la pobreza, a mí me tocó en el abandono de un amor, pudo ser una sarampión, una simple gripe. Sólo Dios, Mi Señor, sabe cuándo llegar y entrar en las entrañas de cada quien. Desde aquí doy mucha Gloria a mi Señor por su Amor desmedido y digo que estoy tranquila y feliz sólo gracias a Él. Una cosa buena de todo esto es que no me enojé con Él como me sucedió en algunas otras ocasiones. Esta vez sentí que Él me amaba ahí cuando todo me salía mal. Este es el año de la Fe en nuestra peregrinación por este mundo, quizá no fue casualidad lo que me sucedió. El tiempo es ¡ahora! Está en esta vida la oportunidad de amar a Dios y abrirnos a su llamado generosa y confiadamente… con los ojos de la fe, porque después de verlo – si lo vemos luego de vivir alejados de Él- qué fácil será. Mejor es quererlo ahora… que es un Amoroso Dios escondido entre las cosas de nuestra vida y en la Eucaristía. Doy Gracias a Dios por todo, por todo, por todo lo que hace en mi vida, y doy Gracias al padre Horacio por su ayuda, por ser tan buen amigo de mi Novio… y pido a Dios que lo bendiga y en él a todos los sacerdotes del mundo entero. Sonia

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18.3 | LA HISTORIA DE SONIA - 1 ¡Cómo hacer para olvidar un gran amor! Padre: “Mi gran pregunta es: ¿Cómo hacer para olvidar? ¿Cómo hacer para salir y dejar ir a alguien que no nos quiere como nosotros queremos que nos quieran”. Hija: “No se trata de olvidar, sino de que ya no te duela de esa manera tan cruel esa memoria. Oye la invitación del Señor a ser su Novia y Esposa”

1.- Estimado Padre Horacio: Reciba un saludo grande desde mi país. Hace mucho que no me comunico con usted pero siempre entro al blog para enterarme de las buenas cosas que publica, gracias por estar ahí, ayudando a los que creemos que tenemos vocación para el matrimonio aunque nos cueste el largo camino que hay que recorrer para encontrar el amor. Padre, le pido que me ayude con sus oraciones, pues estoy atravesando una situación muy difícil. El joven que conocí hace tres años y medio por Catholic.net, por las dificultades que tuve para ir a su país, se cansó de nuestra relación y ahora me he enterado que está emprendiendo algo con otra chica. Enterarme de esto ha sido para mí muy doloroso... me da mucha tristeza y mi gran pregunta es: ¿Cómo hacer para olvidar?, para salir y dejar ir a alguien que no nos quiere como nosotros queremos que nos quieran. A veces las esperanzas son una tentación, pues me da por pensar que puede regresar, etc. etc... pero no quiero auto engañarme. Ayúdeme padre con su oración a Dios para que pronto, muy pronto yo pueda olvidar y estar libre otra vez de ese amor que ya no tiene ningún sentido. Una amiga que perdió su bebé puso esta frase en su blog y creo que me sirve a mí también: ”Él nos hace morir y él nos da la vida; él nos hirió y él nos vendará. Aleluya”... Yo creo, padre... sé que Dios me va a ayudar, me está ayudando... pero en este momento me cuesta mucho por eso le pido un pequeño consejo y sobre todo, sus oraciones. Dios lo bendiga mucho, padre Horacio, un abrazo grande, Sonia

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1. Respuesta a Sonia: No se trata de olvidar, sino de que ya no te duela de esa manera tan cruel esa memoria... Oye la invitación del Señor a ser su Novia y Esposa” ¡Sonia!: ¡Mi querida hija virtual en el Señor!

Últimamente el Señor me ha puesto a invitar a las mujeres bautizadas a asumir en fe su llamada a la esponsalidad con el Verbo eterno, su vocación de novia y esposa del Cordero, como partícula individual donde se realiza la Iglesia entera. Y resulta que ahora, con la llegada de tu mail, es como si el Señor me hubiera entregando un mensaje de amor que siendo para la Iglesia entera, es para cada alma de mujer y por eso es también en particular para ti. Me da a entender el Señor que así como Él está entero, con su cuerpo alma, sangre y divinidad, en la Hostia, de manera semejante, análogamente, Su esposa, la Iglesia, es la entera comunión de los santos, y también cada partícula, o sea cada miembro de esa comunión. Y de manera especial, cada de mujer bautizada, creada por el Verbo con la destinación esponsal. Te invito pues a que te vuelques al Señor, que hoy, a través de mí te solicita: “Sonia, ¿quieres ser mi esposa?”. Ese amor esponsal del Señor, contra lo que se pudiera pensar, no se reserva sólo para las religiosas o laicas consagradas. También la mujer casada y madre está llamada a ser esposa de Cristo.

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el Cordero, el Verbo encarnado, no excluye la posibilidad ni el deseo de un matrimonio sacramental, pero atempera el deseo y también la nostalgia, a la vez que - como te decía - suaviza el dolor de los recuerdos y los endulza. San Buenaventura, en el Breviloquio, también habla de que el alma del bautizado es hija de Dios Padre, esposa de Cristo y templo del Espíritu Santo. Y eso se aplica especialmente al alma de la mujer. Todo lo que Santa Teresa y San Juan de la Cruz hablan de las bodas del alma, también se aplica especialmente a la mujer. San Pablo en Efesios capítulo 5, muestra que al varón bautizado le corresponde la representación de Cristo en la vida esponsal sacramental, y a la mujer le corresponde la representación de la novia del Cordero. Las realidades creadas son imagen de las realidades espirituales. Varón y Mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Y el plan eterno de Dios se revela cuando crea a los padres primeros de la humanidad, varón y mujer, los bendice para que se convirtieran en muchedumbre santa. ¿Con qué fin? con el fin de celebrar un matrimonio entre el Verbo eterno creador con esa humanidad creada, y pensada para ser, por gracia, santa y sin pecado, esposa pura y limpia de Dios, digna esposa de Dios.

Si respondes a esta grandiosa invitación, ya no te será necesario olvidar, porque en realidad no es necesario olvidar cuando ya no nos resulta dolorosa la memoria. Y la invasión de este gran amor en tu vida transfigurará tus recuerdos y los re-signará, hasta tal punto que lo que hoy te resulta doloroso y negativo, lo recordarás en lo que tuvo de bueno y positivo. Pero volviendo al camino de la esponsalidad con el Mesías-Cordero... Te mando adjunto un par de archivos sobre la mística mexicana venerable Concepción Cabrera de Armida, esposa y madre de ocho hijos que vivió una mística esponsal con Cristo, que lejos de apartarla del amor a su esposo sacramental, la hizo mejor esposa y le permitió vivir mejor el santo sacramento del matrimonio. 112

Profundizar tu vocación bautismal al amor esponsal con

JESÚS Y LA SAMARITANA Seguiría hablándote de esto. De cómo el verbo de Dios va a buscar a la samaritana, que representa la humanidad pagana que no sabe amar, junto al pozo de Siquem.

Ella había fracasado en cinco intentos de amar y ser amada y ahora tenía un hombre que no era su esposo sino posiblemente el de otra mujer. Y venía a la hora del rayo del sol, al mediodía, posiblemente para no encontrarse con las mujeres de su pueblo (que venían con el fresco de la mañana). A ella el Verbo eterno, que es amor sediento de amor, le pide de beber. Y le ofrece transformarse en una fuente de amor para todos los sedientos, pero en primer lugar para Dios mismo, para el Verbo que se hace hombre para hacerse más

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asequible al amor de la creatura, al amor de la mujer que fue “construida” de la costilla. Sí ¡construida! dice el hebreo. Es decir hecha templo, casa donde convivir Dios con su creatura. Por eso, se entiende que Jesús le ofrece a la Samaritana ser el futuro templo donde como verdadera adoradora, adorará al Padre en espíritu y en verdad. No se te pide que comiences a ser esposa de Cristo con tus sentimientos sino con tu fe. Y hablando desde esta fe, te puedo preguntar, como amigo del Novio y enviado a ti por el Novio celestial, el Mesías Cordero: “Sonia, ¿quieres ser mi esposa?”. Ausculta en la fe tu corazón de mujer, creada para ser luego llamada por gracia a ser la novia del Cordero, la Esposa del Cordero, que al final de la Sagrada Escritura, en el último capítulo del Apocalipsis anhela en el Espíritu la venida del novio: “El Espíritu y la Novia dicen “ven” ... y el Cordero responde; “Sí, vengo, vengo pronto”, Vengo a celebrar la boda del fin de los tiempos con la comunión de los santos, con la Iglesia entera, pero con cada una de las mujeres de las que está formada y escuchen mi requerimiento amoroso y le respondan con su sí... Por eso, Él va realizando esa boda, adelantándola en el tiempo de cada una, la va celebrando con cada miembro de la comunión de los santos que haya escuchado la declaración de amor y haya respondido “¡Sí!”. Y hoy, llega a ti a requerirte de amores, porque está sediento de tu amor, como Jesús junto al Pozo de Siquem. Sí.

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Los pozos en la Sagrada Escritura son lugares de encuentros esponsales. Eliezer, el siervo de Abraham, encuentra a Rebeca la que será esposa de Isaac, junto a un pozo. También Jacob encuentra Raquel junto a un pozo. Y Moisés a Séfora. Los Sapienciales exhortan al joven esposo a beber de su propio pozo, de su propia esposa. O sea revela que Dios mira a Israel como una esposa infiel. E Isaías anuncia “sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación”. Disculpa este discurso tan largo. El resto quizás te lo digan las lecturas y tu meditación. Quizás ya te lo ha venido diciendo y enseñando el Espíritu Santo del que eres templo y te inhabita. Lee por ejemplo Isaías 54, 1,5; y 62, 1-5 Todo lo que te he dicho, no significa

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que abandones la idea de un matrimonio sacramental, sino que engarces esa idea en el marco de una relación esponsal con Cristo. Esa relación no aparta necesariamente de una misión esponsal sacramental del Padre y de Cristo. Pero puesto que te transfigura, transfigura también esa misión. Te transfigura y te bienaventuriza. Bendiciones. El amigo de tu Esposo Comentarios en el blog: > Puro y Eterno Amor dijo: “¡Ay padre Horacio, qué entrada tan hermosa! Me hizo llorar, pero llorar de amor, de amor a Dios. Mil gracias por ella, me ayudó profundamente. Mil bendiciones.

> Padre Horacio dijo: “Muchas gracias, querida visitante, espero que Usted también se haya sentido interpelada por el Señor y que su respuesta haya sido un “sí”. Que abra su corazón como un templo vacío para que el Señor, que está a la puerta y llama, encuentre en él lugar de reposo donde habitar y ser bien recibido, reclinar su cabeza. No le pide nada más”

18.4 | LA HISTORIA DE SONIA - 2 Le di mi “sí” a Cristo en un Viernes Santo “Ahora entiendo lo que sentía en mi corazón desde Semana Santa” […] “El viernes santo, sumergida en tanto dolor... de pronto se me vino el deseo interior de algo que nunca antes había sentido con tanta claridad, aun cuando no era la primera vez que se me cruzaba la idea... una idea que nunca la había sentido con la seriedad y el ímpetu de ese momento, pensé... ¡Voy a ser la novia de Jesús!... y esa noche se lo dije: !Quiero ser tu novia…!”

2.- Padre Horacio: ¡Muchas Gracias por el tiempo y amor que me dedica! sus palabras, cada una de ellas me ha traído la explicación a algo 115

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que desde semana santa ya sentía en mi corazón, justamente a raíz de lo que ha sucedido. Y cada una de sus palabras las he sentido referidas a la revelación de una buena noticia. Lo he leído atentamente y luego también leí el Himno del Corpus y lo de la venerable Concepción Cabrera, no la conocía... y por supuesto, luego leeré detenidamente el archivo completo que me envió sobre ella y lo de las bodas del Mesías. ¡Gracias, Padre! Es curioso lo que me dice usted, que a lo mejor el Espíritu Santo ya me lo venía pidiendo... Toda esta situación del desamor ‘reventó’ el 03 de abril, en plena Semana Santa, y el viernes santo, sumergida en tanto dolor... de pronto se me vino el deseo interior de algo que nunca antes había sentido con tanta claridad, aun cuando no era la primera vez que se me cruzaba la idea... una idea que nunca la había sentido con la seriedad y el ímpetu de ese momento, pensé... ¡Voy a ser la novia de Jesús!... Y esa noche se lo dije: ¡Quiero ser tu novia mientras no me mandes uno en la Tierra! Porque de oídas sabía que las mujeres solteras somos novias de Jesús... pero hoy ya usted me lo expone con total claridad y más aún, no sólo novia sino ¡esposa! y aún después de casada... Sí, padre, dígale a Jesús que quiero ser su esposa con todo mi corazón y espero de Él lo que mejor quiera para mí... a veces tengo miedo a sufrir, pero al final, lo asumo, dígale también que lo quiero mucho y agradezco cada cosa que pone en mi vida por difícil que sea. Padre, voy ahora a leer detenidamente lo que me ha enviado, ¡Muchas gracias!, de veras que he sentido consuelo y una respuesta de Dios... Hay momentos en los que me pongo mejor y otros en los que decaigo, pero siempre avanzando porque cuento mucho con Jesús a mi lado. También me sorprendió mucho lo de Concepción Cabrera de Armida, sí que era una mujer santa, voy a leerla. ¡Gracias, Padre, que Dios lo bendiga mucho! Lo quiero mucho, le mando un abrazo, Sonia. 2.- Mi respuesta ¡Sonia, hija querida!: Vas a disculpar este mail escrito al fin del día y con la cabeza no muy clara, en el que divago y 116 paso de una cosa a otra. Y es como conversación de ebrio que

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no sabe terminar, pero no de vino sino de contento y de gozo en mi alma. Veo que el Señor te requería de amores mientras se entregaba por ti este Viernes Santo y te lo daba a entender, y quería acercar tus labios a la copa de su costado para embriagarte con su sangre que es su vida y con su vida que es su amor. Y veo que advertías en ti ese llamado al amor de esposa y que se te convertía en deseo y petición de lo que Él preparaba para ofrecerte y darte mientras, al mismo tiempo, te preparaba para desearlo, aceptarlo y recibirlo. Pues habiendo aceptado y hecho tuyo el deseo, convertido en petición, te preparaba para entender que lo que deseas es, ni más ni menos, lo que Él te venía insinuando y hoy te está suplicando. Es la copa del Viernes Santo, la copa del costado abierto, de la que beben los novios para sellar su Alianza. Porque no hay Alianza sin efusión de sangre. Tú me das recados (mensajes) para trasmitirle a Jesús. Y me haces reír, porque te adelantas a responder ese de Jesús para ti que tenía para darte y te repito, como amigo del Esposo que soy, y enviado por Él con ese encargo: “Sonia, ¿quieres ser mi esposa?”. Los mensajes de los dos enamorados, el tuyo y el de Jesucristo, se cruzan. Ya ves, entonces, que no es necesario que le trasmita el tuyo. Porque es la respuesta a la pregunta que aún no habías recibido pero tu corazón adivinaba por un secreto susurro del Espíritu Santo. Por favor, no me respondas a mí, porque Él desea que se lo respondas directamente a Él, de Tú a Tú. Como corresponde a novios que van a ser esposos verdaderos. Dios es todo un caballero y solicita el Sí, de la mujer como hizo con María Santísima y lo hace hoy contigo por mi intermedio que soy el amigo del Esposo, encargado de estos mensajes de confianza. -- “Sonia, ¿me aceptas por esposo y quieres ser mi esposa? ¿Quieres albergar a mi Iglesia toda en ti?” (¿Qué otra cosa quiere decir Iglesia, sino ekklesía, es decir: “llamada, invitada?”. Llamada al amor, invitada a la amistad esponsal?) De Su parte, pues, te trasmito también que hay dos cosas 117

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que pide el Mesías-Cordero de la Iglesia su Novia, de la “llamada” a acoger Su amor, y que pide de cada alma en que subsiste la Iglesia entera, como en la tuya: “Primero confianza y segundo docilidad amorosa, es decir obediencia”. Primero: Jesús en ti confío; que es la expresión de la confianza. Segundo: Hágase en mí según tu palabra; que es la expresión de la sumisión amorosa y servicial al designio divino sobre ti. Es como si Dios mismo te pidiera permiso: ¿Puedo amarte como esposa, Sonia? ¿Me quieres como esposo? ¿Me permites darte todo el amor que soy y quiero darte? ¿Quieres darme el amor que yo mismo te he hecho capaz de dar, sujetándolo a tu voluntad de darlo? Mucho lo lastimó aquél pueblo de dura cerviz y corazón extraviado “que dudaron de mí AUNQUE HABÍAN VISTO MIS OBRAS”. Él te invita y te llama, pues, al amor que se muestra y despliega en confianza y docilidad plena, total y amorosa. Es como si el Señor suplicara al alma: “Oh fuente mía de la que tengo sed y a la que desde el cielo le hago llegar el agua de mi amor, para que apague mi sed de recibir amor de mis libres creaturas”. Sonia, veo tan a menudo lo que yo llamo “las fuentes sedientas”. Así les llamo a tantas mujeres que son con Dios como fuentes avaras de darle amor. Se lamentan de que nadie les dé amor. Y no advierten que el agua que su fuente tiene para dar, la que mana de su roca, viene de la entraña de los montes, a donde ha llegado desde cumbres nevadas y de nieves caídas del Cielo. No hay agua que no venga del cielo, ni amor que no provenga del amor divino, del cual es la más parecida imagen y semejanza de lo que es Dios. Y para fuente del auxilio divino fue creada la mujer. Dice el relato bíblico en hebreo “de la costilla construyó (banáh, en hebreo) una mujer” ¿Como una casa, como una ciudad? Sí, como todo eso. Y además las palabras hijo e hija (ben, bat) derivan de banáh. Pero creo que Dios construyó a la mujer principalmente como templo. Lugar donde habitar. Le encanta habitar en la mujer. La pensó para recibir el amor y responder a él albergándolo dentro de sí, en su corazón. 118

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Dice Antonio Machado intuyendo algo parecido a lo que siente el Creador-Verbo-Esposo: “Amé lo que ellas pueden tener de hospitalario”. Eso es ni más ni menos que lo que se realiza perfectamente en María: “Su madre guardaba todas estas cosas en su Corazón”. Todo lo relativo a su hijo, Jesucristo, Verbo e Hijo de Dios lo hospedaba en su corazón ¿No guardas tú en el tuyo a los que amas? Y si empiezas a tratar de amores esponsales con el Verbo divino, con el Cordero inmolado por ti y por tu amor, ¿no es porque te ha consagrado como lugar de encuentro, en hogar de Dios y por lo tanto en templo? ¿No es eso lo que le anuncia a la Samaritana? “Ya no quiero ni quiere mi Padre habitar en templo construido por mano de hombre, ni en Jerusalén ni en Samaría. Quiero que me des albergue en tu corazón. Quiero habitar en tu amor como en el lugar donde albergar el mío”. Es que la misa es la Cena del Cordero. El Himno de Corpus expresa a su manera estos misterios. La Misa es el banquete de Bodas del Cordero. La misma que se celebrará con la Novia, con la Esposa, con la Comunión de los Santos, con la Humanidad que respondió sí a su declaración de Amor y que lo espera para las bodas finales. La eucaristía actualiza para cada generación histórica y para cada alma y sobre todo cada alma de mujer, durante su vida en el tiempo, aquello que se celebrará al fin de los tiempos y eternamente en la Casa del Padre. Convierte de antemano la eternidad en biografía, en autobiografía. Eso es la misa, banquete de bodas del Cordero en la que comparte con la Iglesia-novia-esposa, la copa de su sangre-vida-amor. Te mando la historia de la conversión de Scott Hahn y su libro sobre la Misa a la luz del Apocalipsis y del Apocalipsis a la luz de la Santa Misa. La Cena del Cordero es su Banquete de Bodas. Pasando a otro tema pero quedándome en ti. Hacía tiempo que no tenía ocasión de asomarme a tu blog. Lo hice y me quedé maravillado con tus recuerdos de la casa y con tu visión sobre la casa paterna. Es cierto, es como la patria íntima. Dios, patria, padres son los objetos de la virtud de la piedad. Tu Esposo ha adornado tu alma con esa diadema pre- 119

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ciosa y digna de reina que es la piedad. “Oh Clementísima, Oh Piadosa” alabamos a nuestra Madre y Reina de misericordia. Tú, hija de María, tienes pues a quién salir piadosa. Es un ornato del alma de la Esposa que sólo puede dar la gracia. Y termino por invitarte a releer y meditar el Salmo 4445: “Escucha, Hija, mira, el Rey se enamoró de tu belleza, olvida la casa de tus padres, en lugar de tus padres tendrás hijos...” ¿Hija? Sí, lo eres, de Dios Padre. Se te invita a oír, es decir: a creer. Porque la fe viene por el oído. Y al Amor de tu esposo se accede creyendo en su Amor.

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¿Quieres aceptar mi amor y ser mi Esposa? Porque tengo sed, “soy” Todo yo, sed de tu amor, de ese amor del que eres fuente, creada por mí”. Que el Señor te dé agua de amor en abundancia, un “sí” a su amor que mane, fluya y corra cantando y refrescando tu alma y la del Verbo hecho hombre, esa alma que en el Huerto estuvo triste hasta la muerte y se sudó en sangre. Que un perenne y repetido “sí” sea el canto de tu fuente a la que el Diossed-de -amor venga a beber y encuentre siempre amor. Amén. El amigo de tu Esposo.

Luego se te invita a mirar: Porque la fe nos permite ver las cosas invisibles, las que no se ven. Una de las cuales es el Amor. Porque el Amor en sí nunca se ve. Es como el Padre. Inaccesible. Pero vemos las obras del Amor. El Rey se prendó de tu belleza, porque participas de su imagen y semejanza. De tu piedad interior. “Pasó por estos valles y collados... vestidos los dejó de su hermosura de su belleza”. Y seguiría comentando contigo cómo este Salmo 44-45 se aplica a la Iglesia y por lo tanto a ti, en quien la Iglesia entera y eterna subsiste en forma individual, única e inefable. No te canses pues de amar al Señor y responderle sí cada día a su declaración diaria de amor y a su pregunta por tu “sí” renovado minuto a minuto de tu historia, de modo que ella no será otra cosa que un bienaventurado, feliz “sí” al Amor de Dios Esposo. Y por eso se cumple en ti lo de las citas de Isaías que te envié “Ya no te llamarás abandonada”. ¿No eras eso lo que mi Amigo te mandó preguntarme, tu Novio y Esposo? : desde que le des tu sí y te pongas una sortija de compromiso en el dedo del corazón de tu izquierda. Una Alianza disimulada para que permanezca secreta a los demás y sea sólo un signo entre Ustedes dos. ¡Cómo entiendo a Pablo cuando dice que ha presentado a la Iglesia a Cristo como una novia! Anota la fecha de tu sí plenamente consciente y definitivo. 120

El Viernes Santo se te declaró el Señor y hoy te aclara su declaración por si no la entendiste claramente. “Sonia, te amo.

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LA HISTORIA DE SONIA - 3

Reconozco que esta es mi oportunidad “…reconozco que esta es mi oportunidad, este es mi tiempo para volverme más Suya, de una vez y para siempre, enteramente Suya. Una mujer de Cristo, la esposa de Cristo”... “Yo anotaré la fecha de hoy como la del Sí definitivo que daré a Jesús, para siempre y desde Siempre, porque Él es el AMOR, Novio de mi alma”.

3.- ¡Gracias Padre Horacio!... No sé cómo agradecerle su dedicación paternal, aún a pesar de las altas horas de la noche. Definitivamente, nada pasa por casualidad, Jesús eligió esta Semana Santa para que el Espíritu Santo me soplara algo en el corazón y ahora, hoy, Jesús me plantea a través de usted, su propuesta y su Amor.

Yo le diré Sí, siempre y me siento muy contenta aun cuando hay una parte mía que sufre. Siempre había contemplado con especial fascinación aquel pasaje bíblico del encuentro de Jesús con la mujer samaritana... En muchas ocasiones me he querido sentir como ella, la privilegiada que lo encontró en su camino ¡Y no sabía que el pozo era lugar de encuentros esponsales, como usted me lo ha

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dicho!... No lo sabía y he quedado encantada. Y resulta, padre, que curiosamente yo también tuve “cinco maridos”... aun cuando en mi caso fueron “cinco ilusiones”... pero fueron ilusiones, amores que habitaron mi corazón, se hospedaron en él durante años... y me dejaron despojada porque nunca fueron reales ni me ofrecieron la realidad de un amor. El otro día le decía a Jesús: ¡He llegado a mi límite, tengo el corazón una vez más roto!... y Sólo Él entiende hondamente el misterio del sufrimiento humano... y me entiende y mi dolor es parte de la intimidad que tengo con Él, pues nadie sabe lo que sufro ni cuánto sufro. Pero reconozco que esta es mi oportunidad, este es mi tiempo para volverme más suya, de una vez y para siempre, enteramente suya. Una mujer de Cristo, la esposa de Cristo. ¡Padre! también le doy muchas gracias por enviarme la historia de los esposos Scott Hahn41 , alguna vez hace muchos años supe de la existencia del libro pero nunca pude acceder a él. Ya mismo me lo puse a leer ¡gracias padre por tanto cariño, que Dios lo bendiga!... Yo anotaré la fecha de hoy como la del Sí definitivo que daré a Jesús, para siempre y desde Siempre, porque Él es el AMOR, Novio de mi alma. ¡Gracias, padre Horacio! Sonia 3.- Mi respuesta Mi querida Sonia:

¿Cómo no voy a dedicar todo mi tiempo a acompañar la concertación de este desposorio entre tu alma y Dios? Mi rol aquí es el rol bíblico del “amigo del novio”. Al oírte hablar me viene al corazón un gozo como el del bautista del que se habla en Juan 3, 29: “El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado”. Como a San Juan Bautista, amigo del Esposo, me toca a

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41| Historia de la conversión del pastor protestante Scott Hahn y su esposa al catolicismo. Roma dulce Hogar. Ediciones Rialp, Madrid 2011.

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mí una partecita del oficio de Amigo de tu Novio. Yo te adelanto que estoy feliz de ser testigo de tu sí, respondiendo al requerimiento del Verbo eterno. No todas se lo dan. Más. Pocas se lo dan. Lo que el Cordero tiene propuesto ofrecer a tu alma es mucho más de lo que podía darte una boda terrena, aunque no excluye la posibilidad de una. Lo cierto es que tu “sí” al Señor me llena el corazón de gozo. Por ti y por el Señor, que ha encontrado en ti esa respuesta y ese amor que venía buscando. Ya no te llamarás abandonada (Isaías) sino desposada. “Si conocieras el don de Dios, tú le pedirías de beber...” Medita también el Salmo 44-45 “Escucha hija y mira...” Querida Sonia, quiero comentar también algo que me inspira tu frase. Yo le diré Sí, siempre y me siento muy contenta aun cuando hay una parte mía que sufre. No hay Alianza sin efusión de sangre42 . Quizás este sufrimiento tuyo que sientes, sea tu partecita en la efusión de sangre de tu Esposo. La sangre es la vida. Y la Vida de Dios es Amor. La Sangre de Dios es Amor que se derrama. Y tu sufrimiento ¿No es causado por una capacidad de recibir y dar amor, que tienes y que parece que se derrama sin que nadie la reciba, la recoja? Pues Cristo quiere alojar su amor en toda esa capacidad tuya para amar, que nadie ha sabido valorar hasta ahora, ¿quizás ni tú misma has comprendido la verdadera naturaleza y origen divino de ese impulso de amor que llevas dentro? Como dice el himno litúrgico: “De mañana te encuentro, Vigor, Origen, Meta de los sonoros ríos de la vida.” ¿No es eso acaso el divino amor que se vuelca en tu fuente y desde tu fuente es recogida y bebida por el Dios sediento y por las creaturas que reflejan su sed de ser amadas? También tu Esposo puede decir que te llama y es un sí para ti “a pesar de que una parte suya sufre” y sufre porque tú sufres, y por eso mismo te ama con amor y misericordia eter42| Medita por ejemplo lo que se explica muy bien en este link http://hermosas123 palabras.blogspot.com/2011/07/73-sacerdote-del-misterio-pascual.html

. Horacio Bojorge

ME QUIERO CASAR .

nos. Siento dentro de mí la certeza de que te aguardan gracias místicas cuya bienaventuranza ni siquiera sospechas.

Leí las entradas anteriores pero en esta última me he perdido. Gracias por su tiempo. Bendiciones. Azul”

Ese sí que has dado, se lleva consigo el dolor que lo rodea, que no es otra cosa que una nostalgia de lo que quizás crees que dejas y que sin embargo no es más que una semejanza e imagen confusa de lo que te espera por haberlo trascendido hacia otra cumbre más alta y que la cumbre pequeña del amor creado te ocultaba. Yo siento ya en mí el alborozo de las gracias torrentosas que te esperan en esa Boda con el Cordero.

> Padre Horacio dijo: “Estimada Azul: No. Sonia no entra en la vida religiosa ni se consagra privadamente. Simplemente asume su identidad de Esposa de Cristo que le corresponde como bautizada que es partícula individual de la Iglesia-Esposa del Cordero. Lo que vive como individuo es lo mismo que vive la totalidad de los individuos. Santa Edith Stein reconoce, en sus escritos sobre la mujer, la tradición de la Iglesia y afirma que la identidad espiritual de la mujer bautizada es ser Hija de Dios Padre, Esposa del Verbo hecho hombre y templo del Espíritu Santo. Si quieres ampliar esta verdad tan hermosa a la que tú también estás llamada, pídeme material por mail.

El amigo del Novio Comentarios en el blog > Mary dijo: AMAR AL DUEÑO DEL AMOR ETERNO. Los seres humanos y especialmente nosotras las mujeres de esta época nos “enamoramos” con facilidad de una bella mirada, de una hermosa voz, de unos bellos versos, de una canción, de un cuerpo atlético, de un hombre emprendedor etc.; todo esto en conjunto ilusiona mucho, pero el verdadero amor es muy distinto a la ilusión. El amor verdadero va más allá de las palabras, es más hermoso: es llegar a amar en la alegría, en la tristeza, en la abundancia, en la escasez, en la enfermedad, en las equivocaciones, es llegar a perdonar, es servir con generosidad y también es negarse a uno mismo.

Concepción Cabrera de Armida, viuda madre de ocho hijos, fundadora de las religiosas de la Cruz y de los sacerdotes el Espíritu Santo, vivió toda su vida una mística esponsal con Cristo, porque el Señor quiso que su ejemplo mostrara que son amores esponsales compatibles el suyo y el matrimonial, o cualquier otro estado de vida de la mujer bautizada. Todas están llamadas a ser esposa de Cristo, porque cada una es única. Y el Señor aguarda que cada una le dé su Sí, y acoja el amor que se le ofrece, que golpea a su puerta, y lo hospede en su propio amor como en el único templo humano digno del amor divino. Padre Horacio”.

Para algunas personas especiales el amor debe ser como lo describe San Francisco de Asís: amar sin ser amado, comprender sin ser comprendido..... Y también es amar al dueño del amor eterno, de manera que teniéndolo a ÉL no temeremos a nada porque lo tenemos todo. Mary” > Padre Horacio dijo: “Estimada Mary: Muchas gracias por un comentario tan profundo y hermosamente expresado. Estoy seguro que la invitación del Señor es para Usted también como lo es para toda bautizada, posiblemente la haya estado viviendo ya, antes de leer esta entrada. Padre Horacio” > Azul dijo: “Querido padre he quedado un poco confundida. ¿Sonia ha dejado ese amor de le muchacho que vivía en otra ciudad y se consagrara a la vida religiosa o será laica consagrada? 124

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LA HISTORIA DE SONIA – 4

Anoche le dije a Jesús también mi deseo… “Lo primero que se piensa es que Jesús es esposo de las consagradas y nada más... pero lo es de toda mujer...” […] “En Semana Santa, el viernes, yo le dije a Jesús que aunaba mi soledad a la suya en la Cruz, cuando se quedó solo... y anoche le dije que unía a él, también, mi deseo de ser amada pues Él también tiene ese deseo y mi deseo de amar pues Él también lo tiene... y conversando quedaba sorprendida pues le decía que ahora sí que me daba cuenta de lo mucho que sufre por nosotros...”

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4.- Padre Horacio: Leí los dos links que me envió. Me gustó mucho lo del amigo del Novio que era el papel de Juan el Bautista y en el caso suyo también, que nos conduce al pueblo, a la gente sin pastor a quien es la Vida y el Amor, al Novio de nuestras almas.

¡Me parece increíble que seamos pocas las mujeres que aceptamos a Jesús como esposo...! ¡Será que no lo conocen!... o será que no lo saben, pues lo primero que se piensa es que Jesús es esposo de las consagradas y nada más... pero lo es de toda mujer... Jesús tenía un respeto y amor enorme por cada una. Lo de mi noviazgo con Jesús recuerdo que se lo comenté a un amigo francés muy devoto de la Virgen -reza tres Rosarios al día- y me dijo: “¡Ah no! es que yo no quisiera a María como novia!... porque además quiero una aquí de carne y hueso” me hizo reír mucho. Yo le dije que no, que en su caso no importaba pues María es nuestra Madre... y el que yo quiera a Jesús como novio no quitaba que podía tener uno acá en la Tierra, también. En Semana Santa, el viernes, yo le dije a Jesús que aunaba mi soledad a la suya en la Cruz, cuando se quedó solo... y anoche le dije que unía a él, también, mi deseo de ser amada pues Él también tiene ese deseo y mi deseo de amar, ¡pues Él también lo tiene!... y conversando con Él quedaba sorprendida pues le decía que ahora sí que me daba cuenta de lo mucho que sufre por nosotros... Si yo con mi pequeño corazón y mi amor matizado con orgullo herido, sufría lo indecible... ¿¡cómo Él no iba a sufrir, cómo con ese corazón grande y ese amor tan purísimo!? Y no por una sola persona, sino por miles de millones que le dan la espalda, lo desprecian y le cierran su corazón como un puño. Me dio que llorar... porque ahora sé lo que se siente, lo que el Amor siente cuando lo rechazamos... ¡es terrible!... Y luego la pregunta, esa pregunta tan dolorosa que es la letra de un himno del Viernes Santo: ¡Pueblo amado ¿qué te he hecho?!.. Y todo salió porque yo pensaba y le decía a Jesús: ¿Qué daño le he hecho para que me deje de querer?, ¿qué le hice?... y ahí es cuando pensé en Él... que ya antes nos había hecho la 126 misma pregunta... ¿Qué te he hecho?... yo no podría decir nada

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y quizá ni debería preguntarme eso, pero Jesús sí... porque Jesús es el Inocente, Él es el Único Inocente. Ahora sí que lo entiendo, entiendo un poquito más su Amor por mí y gustosa le acompaño con paciencia en esta noche mía, porque este sufrimiento me une más a Él. Será hasta cuando quiera, como quiera, donde quiera. Debo esperar tranquila no importa si estoy con Jesús. San Francisco de Asís lloraba diciendo: !El Amor no es amado! ¡El Amor no es amado!... qué misterio tan grande habría descubierto que lloraba mucho por Él, era uno con Él. También leí lo que me envió sobre la Sangre de Jesús... hasta no hace mucho descubrí con gran sorpresa el Valor de su Sangre... es que son cosas que una aprende desde chiquita pero recién de grandes nos damos cuenta de su Valor. Hace un año comencé a rezar unas oraciones de Santa Brígida que debo hacerlas por doce años. ¡Muy contenta y emocionada me embarqué en hacer las oraciones... ojalá cumpla con los doce años y más, toda mi vida!... Y esas oraciones enaltecen la Sangre de Jesús ofreciéndosela a Dios por distintas cosas, sobre todo por el perdón de los pecados de la humanidad. Padre, Gracias por lo que me envió... y por estar siempre ahí, seguiré leyendo lo de los esposos que me envió ayer. ¡Dios lo bendiga, Padre! Sonia 4.- Mi respuesta a Sonia Querida Sonia:

Para mí, el papel de amigo del Esposo es algo grandioso y venido del Cielo. ¡Qué maravillosas cosas pone el Señor en tu alma y me cuentas en estos mails! ¿No se te ocurre publicar algo en tu blog? Y si temes que sean demasiado personales para los que te conocen, ¿No quieres publicarlos en El Blog del Buen Amor? Yo te los publico anónimos. Sería un apostolado muy grande, porque quizás muchas más “Iglesias individuales” se pondrían en el camino esponsal a amar a Jesucristo como tú, con amor de Iglesia, con amor de Novia-Iglesia.

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5.- ¡Padre Horacio! Claro que sí, me gustaría que usted lo publique en su blog, pues el mío además de ser poco leído me ruboriza el sólo pensar en ponerlas porque son cosas muy personales y gente conocida me lee. Pero sí me encantaría que usted lo haga, pues como dice, a lo mejor a alguna persona le podría servir. Creo que el mal de amores es una epidemia... en estos tiempos particularmente, mucha gente sufre por amor, porque no está siendo fácil encontrarlo...

A mí me da tristeza cada vez que me entero que un matrimonio está por divorciarse luego de años y años de estar juntos... o a los pocos años, o la infidelidad o cuando se acaba el amor. El amor de pareja o el amor humano, es el amor “abanderado”... del que más se habla y frivoliza en los medios de comunicación y es el que más sufre... El amor de familia, pienso que se funda en ese amor tan romántico... para dar luego lugar a los otros amores el filial, el fraterno... incluso, el de amigos... pero si la familia se destruye los niños crecen dañados y no creen más ni en la amistad, ni la fraternidad ni en nada. Sí, padre, no tengo problema en que usted publique algo de mi testimonio pues me gustará que ayuda aunque sólo sea a una sola persona más y sepa y conozca la realidad de que Jesús es el Amor para nosotras las mujeres... el Novio, el Amado con el que todas soñamos. ¡Mil bendiciones! Sonia 6.- ¡Querida Sonia! ¡Cuánto te agradezco tu generosidad en permitirme publicar nuestro diálogo en el Blog del Buen Amor para bien de muchos! Me imaginaba que me lo permitirías.

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¿Puedo pedirte que me ayudes hilando los mails en los que se ha volcado esta vez nuestro diálogo y quitar tu nombre y demás datos circunstanciales que te parezca conveniente quitar o cambiar? Te agradecería tantísimo me ayudaras en esto porque estoy abrumado de trabajo. Incluye, por favor, todos nuestros mails, también este último tuyo donde me das tu autorización para publicar.

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No temas modificar tus propios mails con aclaraciones donde te parezca conveniente para los terceros que lean nuestro intercambio. Y con este mío ponle el punto final a este tema. Confío en que lo harás muy bien porque eres muy diestra para escribir.

19 | EMILIA Oración de hija a Dios Padre y de esposa a Dios Hijo

Hoy en la Eucaristía sentí que el Señor me decía que es mi esposo y me ama como esposa. Que me quiere mucho y que su Padre me protege como una madre en el seno a su hijo. Gracias por tu preciosa presencia Gracias por tu paz, por tu ternura. Gracias PADRE porque me has dado a sentir con más fuerza durante las Eucaristías y durante estos días que desde la eternidad Tú me amas que estoy en Ti desde antes de estar en el seno materno y ahora que estoy en este mundo agradezco que me hayas dado por esposo de mi alma a Jesús, Tu HIJO Amado que me lleva a TI Quisiera poder abrazarte Padre! Gracias por esta gracia que en estos días tengo ¡Sentirme sumergida , sostenida, y suspendida en Tu amor. Envuelta en TU ESPÍRITU Divino con Jesús, mi esposo y María. Te quiero mucho Padre, Señor qué gozo siente mi alma en Ti. Cuan abundante es tu gracia en mí. Aquí estoy Padre como hija para amarte eternamente. Me siento abrazada por Ti, en Ti. Gracias Señor Jesús, esposo mío, por llevarme al Padre. 129

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Cómo es Jesús: Sus miradas43 Jesús nos mira siempre con bondad infinita y nos aguarda; no se cansa de llamar a las puertas de nuestros corazones, no se cansa de esperar y que le abramos, porque nos ama. El tomara en sus manos divinas nuestra vida mortal, para darnos la vida eterna; El cerrara nuestros ojos aquí en la tierra para abrirlos a la verdadera luz. El será siempre nuestro consuelo, nuestra dicha y no permitirá que lloremos como los que no tienen esperanza.

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del alma con Jesús, pues ya me parece mi único camino. Ya lo único que le pido a Dios Nuestro Señor es que me dé fuerzas para seguir adelante, aunque tenga que estar sola... Y que me dé serenidad y paciencia para aceptar su voluntad en mi vida. Y es que, la verdad, me es difícil pero ya iniciaré primero Dios como usted aconseja. Dios me dé fuerzas y me ayude. Gracias, que Nuestro Señor le guarde y bendiga siempre. Alicia

El alma es un espejo en que la mirada de Dios se refleja, Él es luz, y mientras más luz divina, más unión tendremos, más pureza, más limpieza de corazón. Y entonces, si Jesús nos ve, también nosotros lo contemplaremos, porque Él dijo “Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios”. (Mt 5, 8)

Cómo es Jesús: Su amor a las Almas44 ¿Cómo nos ama Jesús? Nos ama con el mismo amor con el que ama a su Padre celestial, esto es: con el Espíritu Santo. Nunca hubiera soñado nuestro amor en que fuéramos amados así, como Jesús nos ama. ¡Participar del amor con el que el Hijo ama al Padre! ¿Quién puede comprender esto?

Oración: ¡Señor!, ¿no es verdad que tu mirada es amor, que tu cielo es amor y que esa necesidad de mirarte es el reflejo de la promesa de esa dicha eterna? Viste que sin Ti no podía ir a Ti y viniste a buscarme. ¡Oh caridad infinita de todo un Dios! Amen.

El amor de Jesús es superior a cuanto se sueña, a cuanto se anhela, porque además de inagotable, es único y contiene al mismo tiempo todos los amores. En el Corazón de Jesús encontramos el amor tierno de una madre, el amor generoso de un padre, el amor dulce de esposo, el amor íntimo de amigo y más mucho más que no acertamos a explicar.

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Oración: María, Madre de Amor hermoso, tú vivías y alentabas con su aliento, y todas tus ternuras las condensabas en Él. Que yo lo ame como tú, siempre en creciente; y puesto que el amor sin obras no es verdadero amor, haz, María, que le pruebe mi amor sacrificándome generosamente. Quiero ser como tú, Madre mía, y lanzarme generosamente al sacrificio, por puro amor, Amen

ALICIA

Quiero vivir como esposa de Jesús

Sabe que estuve leyendo y me parece muy bien, todo lo que dice, de que uno trate como esposo del alma a Jesús. Pero hubo un capítulo que me hizo llorar, el de la Cruz de la soledad para darnos su compañía. Porque creo que yo tengo esa cruz, luego de haber estado muy enamorada de ese hombre que le había contado pero que era un amor imposible, ya no hay nadie en mi vida. Me refiero románticamente. Y cada vez me parece más difícil que vaya a encontrar a alguien. Yo quiero empezar a vivir esta espiritualidad esponsal 130 43| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

44| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

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SANDRA ¡Es como quiero vivir para siempre! Amores compatibles

Oh! ¡Qué sorpresa tan grata sentí al empezar a leer el Blog del Buen Amor! Pues es así como me siento. Y me sorprendió saber que hay muchas mujeres casadas como yo, que sienten el sí al amor esponsal del Señor en su corazón. ¡Qué bueno que haya más mujeres que sienten lo que yo!... ¡Qué grato! Anoche me senté afuera de mi casa a contemplar el cielo. De hecho lo hago todas las noches. Veo el inmenso cielo y lo comparo con el inmenso amor de Dios. Sólo pienso morir en su amor porque lo más que pienso en Jesús es en su Pasión. Especialmente mientras rezo el rosario de la divina misericordia. ¡Oh! ¡Si el mundo se diera cuenta de eso! A veces mi tristeza es escuchar que muchos no quieren oír de Él. También he escuchado el artículo acerca de la acedia. Y sí, ¡cómo es de cierto que en algunos momentos nos desconectamos del Amado y luego no damos cuenta que lo podemos perder en un instante! Y es allí donde pido uno la gracia de no caer. En Marzo del 2010 cambió mi vida para siempre. Dios me dio su latigazo de amor. Me hizo ver toda mi vida llena de desesperanza, de olvidos, de pecados. ¡Mientras leía sobre María y sus apariciones sentí un gran pesar! María, mi madre, me llevó a los pies de Jesús. Solo oía el silencio de la tarde cuando Dios apareció en mi corazón con su flecha de amor. ¡Desde ese día todo cambió! Mi vida ahora está llena de esperanza, vida, amor, paciencia.... Dios me hizo ver que la vida que llevaba no era la que Él quería para mí. Yo creía que todo estaba bien. Al principio no fue fácil pero la fe inmensa en mi 132 Jesús lo fue cambiando todo y, ahora, en Él confío. He puesto

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todo en sus manos. También he sufrido por Jesús ¿Y quién no ha sufrido? ¿Y quién no sufrirá por Él? ¡En Él puse todo, absolutamente todo! ¡Mi vida! No ha sido fácil esta conversión. He tenido obstáculos pero allí está mi Jesús para llevarme como una niña pequeña hacia el Padre. Mi buen Jesús como me hizo comprender lo mal que iba. Me hizo ver su verdad. ¡Ahora contemplo todo muy distinto desde que tengo su amor! Ahora soy toda de Jesús. La superficialidad con la que vivía ha cambiado... ya no existe más... solo vivir para Dios... Quiero que Dios ocupe mi alma, mi corazón y mi mente. Que sea el timón de mi vida. Que mi esposo Jesús me asista para andar por los caminos pedregosos que he de encontrar. Que me aparte de la vanidad, la murmuración, el apego a las cosas, o de buscar ser alabada. Una noche, pensaba en Dios y de su gran amor. De pronto sentí como una llamarada que me quemaba el pecho. Era una llama de amor de mi buen Jesús y del Padre. ¡Oh Dios! Qué bello me resulta desde entonces contemplar toda la belleza creada. Ver el cielo es mi anhelo. Todos los días me levanto con el trinar de los pajaritos que antes no escuchaba. Ahora me suenan como canción enviada del cielo. Me alegran el día y allí siento el amor de Jesús y el Padre. Llama de amor es lo que siento cada noche al dormir. El silencio de la noche es mi amigo. Siento paz. Le entrego todo lo que fue mi día y le pido tanto perdón por cualquier pecado cometido. ¡Cómo me duele si lo he ofendido! Él merece todo mi amor. Como diría Teresita del Niño Jesús: “Si Jesús sufrió por mí, ahora me toca a mí sufrir por Él”. Contemplo el cielo cada día... ¡Qué inmenso es el cielo! ¡Me hace suspirar porque desde este inmenso cielo me proteges y me amas, contemplarlo me hace sentir que algún día estaré allí! Sandra Cómo es Jesús; Su compasión45 No podía Jesús ver un dolor, sin que su Corazón sangrar y lo compadeciera; siempre consolando al que sufre y haciendo 45| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

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suyo el dolor ajeno. No podía Jesús ver lágrimas en otros ojos sin enjugarlas, porque la compasión del Dios-Hombre se ha estremecido ante los sufrimientos nuevos, que le duelen en lo más íntimo a su Corazón. Amemos a las almas con el supremo Amor, con el mismo Espíritu Santo. No es lo mismo amar con un rayo de sol, que amar con el Sol mismo, y esa es la suprema perfección de la caridad, amar con el Espíritu Santo. Y amar al prójimo con el Espíritu Santo es amarlo como Dios se ama a Si mismo y como nos ama a nosotros.

Oración: ¡Madre amable!, alcánzame un grande olvido propio y la compasión caritativa y heroica del Corazón de Jesús y del tuyo. Amen

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y que sepas reconocer la presencia de Jesús como la profetisa Ana. Que seas tan amiga de Jesús como Marta y María y que el Señor encuentre siempre hospitalidad en tu casa. Que Jesús resucitado se te manifieste como a la Magdalena para que como ella puedas anunciarlo a tus hermanos Que esperes su Aparición Gloriosa con la lámpara encendida como las Vírgenes prudentes. Que seas misericordiosa con los pobres y necesitados como las santas reinas cristianas. Que el Señor te haga buena esposa y buena madre y te colme de los dones del Espíritu Santo y de todas sus bendiciones. Y, sobre todo, que nunca olvides que la Iglesia está entera en ti, pues fuiste llamada a ser hija de Dios Padre y verdadera Esposa de Jesucristo Dios y hombre verdadero. Amén

BENDICIÓN A UNA NIÑA Que el Señor te bendiga con todas las bendiciones de las santas mujeres: Que seas amada por tu esposo como Sara lo fue por Abraham; e inteligente como Rebeca, para apreciar las Promesas de Dios. Que seas fecunda y madre tierna como Lía; afable y encantadora como Raquel. Que sepas inculcar en tus hijos el amor y el sentido de pertenencia al pueblo de Dios, como la madre de Moisés y la Madre de los mártires Macabeos. Que seas fuerte y decidida como Débora. Que ames y defiendas al pueblo de Dios como la Reina Ester y que seas valiente para salvarlo como Judith. Que seas hacendosa y próspera en todas tus obras y empresas como la Mujer fuerte. Que el Señor te haga dócil a su voluntad como la Virgen María, para que seas su servidora como tu Madre celestial. Que estés siempre abierta y receptiva a las inspiraciones del Espíritu Santo como Santa Isabel

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ESTELA

Cada vez más enamorada de mi Jesús que siempre me sorprende “Siempre me sorprende la bondad de mi Esposo y Su delicadeza para conmigo. Sin duda es el mejor de los esposos. Y también me pasa que me angustia ver y saber las cosas que están pasando y el tema del aborto en nuestro país. Es algo que me duele muy profundo. Desde hace unos días, usted sabe que me parece ver el infierno y cantidad de personas cayendo en él”

Nuestro Señor, mi Esposo, me está enseñando a tener más paciencia, confiar en Él y esperar sin discutir con mi hija. Ella ahora ya volvió a casa. No corta totalmente con esas otras personas, pero al menos, está en casa. Y, de apoco, Dios va obrando. Yo cada vez más enamorada de mi Jesús. No creo que mi hija tenga un cambio radical como me gustaría, es decir, sigo luchando contra Satanás, y contra mí misma, con paciencia, pero tengo la sensación de que estoy más atenta, de que, aun- 135

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que muchas veces son las que caigo, otras muchas son las que el Espíritu me sopla y me evita caer. Siempre me sorprende la bondad de mi Esposo y Su delicadeza para conmigo. Sin duda es el mejor de los Esposos. Y también me pasa que me angustia ver y saber las cosas que están pasando y el tema del aborto en nuestro país. Es algo que me duele muy profundo. Desde hace unos días, usted sabe que me parece ver el infierno y cantidad de personas cayendo en él. Resulta que yo llego a mi casa, me siento frente al jardín que está lleno de plantas, no prendo tele ni radio, ni música; sólo escucho los ruidos naturales de los pájaros y de la naturaleza. Me pongo a tejer (porque tejo para ayudarme en la economía) y primero siento un olor muy fuerte a flores [signo de la presencia de la Virgen], le agradezco a Nuestra Mamá que esté conmigo y por momentos, me parece ver a mi amiga fallecida, sonriendo. La tengo muy presente, la extraño pero sin angustia, y rezo ofreciendo cada punto del tejido por las almas del purgatorio, como hacía Sor Faustina, y le pido a Mamá María que vaya sacando una a una del purgatorio, Pero por momentos me viene esa imagen del infierno, es un dolor!... ver que tantos caen, y pienso en mis hijos, mis amigas, mis compañeros, en tantos... y en mí misma; no quiero ir al infierno Padre, es espantoso las imágenes que vi, y no quiero que mis seres queridos se vayan ahí. Padre, qué lucha... y qué dolor siente Nuestra Mamá por todos los que se pierden, y lo peor, es que muchos no quieren escuchar. Padre, es por momentos, cuando estoy tranquila tejiendo y sin ruidos, más que con los pájaros y los sonidos del silencio, que me encanta, comienzo a sentir olor a flores [que interpreta como signo de la presencia de la Virgen] ´Le agradezco a Mamá María por estar conmigo y le pido que cada punto que haga sea un alma del purgatorio que Ella lleve al cielo, como lo hacía sor Faustina.

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Y entonces se me aparece la imagen del infierno, todo rojo y mucho fuego pero lo peor es ver a tantas personas ca-

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yendo dentro, no oigo nada pero veo sus rostros de desesperación y son muchísimas, infinidad , algunas quieren escapar pero ya no pueden y aunque no veo qué hacen, me dan como náuseas y me da angustia no poder hacer nada, no oigo pero como que siento la presencia de Satanás riéndose y burlándose satisfecho de lo que logra, y pienso en todos los que amo y oro. Creía que era cosa de mi imaginación y ayer en el grupo de oración me lo confirmó, y la Virgen llora mucho porque el mayor pecado de estos tiempos es el aborto y la falta de decencia y moral, Mi Esposo lo confirmó a través de la Biblia y a través de otra hermana que le está pasando lo mismo. Dios está pidiendo mucha oración por la humanidad. No se sí pude serle clara y sí se entiende, porque es difícil explicar con palabras. Lo curioso, es que no me da miedo, sí dolor pero no siento miedo y no pierdo la paz, como sí La Virgen, sin verla, está conmigo. Bueno Padre, espero verlo pronto. Muchísimas bendiciones. Estela Cómo es Jesús: Su Apostolado46 Jesús en su vida mortal, especialmente en su vida pública, estuvo en contacto con los hombres, sufriendo con este contacto lo que muy pocos piensan y casi nadie entiende.

Jesús es difusión porque es la Bondad infinita; si lo amamos, no lo podemos guardar en lo íntimo del alma, y ¡cosa admirable!, mientras más damos a Jesús, más lo poseemos. Basta conocer a Jesús y amarlo para darlo -lo divino es plenitud, y toda plenitud se derrama- y así como Dios, dándose, hace felices a las criaturas y se glorifica a Si mismo, cuando el alma de apóstol da a Jesús, hace felices a las almas y da almas a Jesús que lo glorifican. Oración: María, que fuiste y eres el instrumento universal de las obras que Jesús realiza en las almas, ¡ayúdanos! Jesús quiso que fueras Corredentora del género humano por tu amor y tus sacrificios y la Mediadora de todas las gracias ¡en El y por El! Amen. 46| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

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FABI DE MARÍA

Que Él me siga transformando “… el Señor me respondía en el mismo plano esponsal en que yo le hablaba. Era como si Él quisiera estimularme y animarme a crecer en confianza con Él”

Padre: Le envío el testimonio que le prometí para que lo lean las chicas que aún no han descubierto aún que son llamadas por Cristo a ser su esposa. Si algo está mal redactado o que no se entienda puede corregirlo. Querida amiga: Te cuento que hace unos años yo estaba muy preocupada ¡obsesionada! por mi estado y sobre todo por mi futuro. Los pensamientos – que luego supe que eran del demonio – me torturaban con fantasmas de futuro: “¡Que no me había casado bien todavía!”. “¡Que había desperdiciado mi juventud malgastándola en ilusiones, dejándome entretener con picaflores!”. “Que ¿qué iba a ser de toda una vida sola?”, etc. etc. Esos y otros miedos de futuro me representaban mis años de vejez como algo muy triste, de abandono, de soledad mortal, frustrada sin sentido… un panorama negro. Pero el Señor me envió un sacerdote que me enseñó. Él me dijo: “hija vas a tener que empezar a conocer y discernir los pensamientos que hay en tu mente. Unos son tuyos, pero otros son los que vienen de Dios o de los ángeles buenos; otros, por fin, como esos que te atormentan, son del mal espíritu. Es él quien acosa el alma humana y especialmente de su enemiga la mujer, con el tridente de las tres pasiones ante el mal: Miedo, Tristeza e Ira. Me enseñó también que así como Jesús esta en cada partícula de la hostia consagrada así también, la Esposa de Cris138 to que es la Iglesia, está entera en cada mujer bautizada en

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particular que viva santamente. Supe así algo que nunca me habían dicho: que la Iglesia entera se encuentra, como en una partícula, en cada bautizada en particular, que viva en gracia. Y que yo estoy llamada a configurarme con la iglesia, para ser, como ella, esposa de Jesucristo, Iglesia individual. Yo respondí gozosa a esa invitación. Le di mi SÍ esponsal a Jesucristo, Verbo eterno encarnado, y comencé a ejercitarme y a acostumbrarme a tratarlo como Esposo y a vivir como Esposa de Él. Poniendo en práctica estos consejos fui experimentando cómo el Señor me respondía en el mismo plano esponsal en que yo le hablaba. Era como si Él quisiera estimularme y animarme a crecer en confianza con Él. A poner mi vida enteramente en su mano descartando vanos temores; dejando de prestarle oídos a los demonios del miedo y la tristeza. Comencé a frecuentar los sacramentos: la confesión frecuente, la comunión diaria, ratos de adoración ante el Santísimo expuesto. Mirando hacia atrás veo cómo el Señor me fue transformando. Él comenzó a darme su gracia y a enamorarme poco a poco. Aquellas preocupaciones y obsesiones que me atormentaban se fueron desvaneciendo como el humo o como una niebla de la mañana. Hoy mi futuro no me preocupa porque sé que está en buenas manos allí donde lo puse, que es en las manos amorosas de mi Esposo Jesucristo. Vivo en esa santa indiferencia de la que habla san Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales. De paso te aconsejo que si se te presenta la ocasión de hacerlos no la desaproveches. Hoy sólo me preocupo de agradarle a mi Esposo y vivir de Cara al Padre como hija de Dios, como enseña el autor de este libro en otros libros suyos que he ido leyendo con provecho. Estas lecturas me han sacado de mi pasada ignorancia y me han hecho comprender que el estado no importa lo que importa es ser Santa e ir a la Jerusalén Celestial. Hoy en día experimento que no estoy sola; experimento que tengo un Esposo que me ama más que nadie y que me eligió desde toda la eternidad “a mí “que no soy nada ni nadie… pues todo es gracia; y le pido jamás separarme de Él y de no serle traidora al Amor que me entrega y que me siga transformando para que yo desprecie sin pena los halagos del mundo 139 y de cualquier otro falso amor. Fabi de María.

. Horacio Bojorge

Cómo es Jesús: Sus quejas de amor47 Desde su Custodia, desde su Sagrario, desde nuestro mismo corazón, nos dice: “Tanto tiempo” ¡tanto!, que estoy contigo, que vivo a tu lado, que me recibes diariamente en la Comunión, que no me aparto de ti, más cerca aun que cuando estaba con mis discípulos, y ¿Todavía no me conoces, no te has fijado en mis virtudes, no has penetrado en mi Corazón, no has vivido de mi vida? ¡Te amo, tanto, tanto... alma predilecta que me escuchas! ...para amar a Jesús es preciso conocerlo, pensar en El, vivir de su vida de víctima, saborearlo... Deletrearlo... Estudiarlo... Entenderlo...adivinarlo, y vivir íntimamente unidos a El... Es imitarlo y vivir de su vida, dócil a su acción, complaciendo el menor de sus deseos, sacrificándolo todo por agradarle.

Oración: Yo sé que el que mejor sabe amar es el que mejor sabe padecer voluntariamente para consolarte. ¡Madre de mi alma, concédeme que nunca ponga triste a Jesús con mis olvidos e ingratitudes! Que lo conozca, que lo medite, que lo penetre y que jamás pueda Él quejarse de mi poco amor. ¡Lo amo tanto! Amen.

25 |

FAUSTINA

Lo primero es ser esposa de Jesús Para mí la confirmación ya no es solamente un paso más en mi camino de fe. No lo veo ya como un sacramento que me falta y por eso sigo. Para mí, va a ser mi boda con el Amado.

Querido Padre: Sigo leyendo el archivo del tomo primero del libro de Me quiero casar que Usted me adelantó por correo electrónico. Primero le digo que doy gracias a Dios porque me lo ha hecho llegar. Estos testimonios están moviendo mi corazón muy fuertemente. Me conmueven. 140 47| Del libro: Cómo es Jesús - Concepción Cabrera de Armida - Ediciones Cimiento

ME QUIERO CASAR .

Me viene a la cabeza cómo las personas, especialmente las mujeres, nos sensibilizamos tan fácilmente con historias ficticias de romances de película que nada tienen que ver con el verdadero amor, pero igual nos dejan como atontadas y deseosas de encontrar un amor así. ¡Si supiéramos que la verdadera historia de Amor no está en lo que nos muestran las películas, sino en lo que nos relatan los Evangelios! ¡Y que esa historia de Amor está esperando nuestro SI para hacerse realidad en nuestras vidas! No perderíamos el tiempo en soñar con amores del mundo sino que le entregaríamos nuestro corazón inmediatamente a aquel que es la fuente del Amor. Como Usted sabe, voy a confirmarme pronto. Usted estará lejos para poder asistir. Pero igualmente Usted será mi invitado especial, como amigo del Esposo, a la celebración de ese momento tan precioso. No sé si teológicamente es acertado lo que le voy a decir, usted me corregirá. Padre, para mí la confirmación no es solamente un paso más en mi camino de fe. No lo veo como un sacramento que me falta y por eso sigo. Para mí, va a ser mi boda con el Amado. Como bien sabe, y esto lo recuerdo muy conmovida, Él me rescató de la muerte. Y no solo de la muerte física sino, y más importante, de la muerte espiritual. Fue largo el camino para que por fin le dijera con sinceridad a Jesús que sí, que quiero ser su esposa, que le entrego por completo mi vida, mi corazón, mi mente, mi alma… Quiero ser toda suya y que ÉL sea mi centro, mi rey, mi refugio, mi amigo, mi Esposo. Usted bien sabe (¡y eso que cuando me conoció Dios ya había obrado mucho en mí!) cuánto hizo Dios en mi vida. Y en estos años descubrí que no hay nada más hermoso, maravilloso y pleno, que dejarse amar por Él. Este camino duró más de dos años, de aceptar con mi corazón a Jesús como Esposo, entendiendo que esto no sólo es compatible con cualquier estado de vida sino que es el punto de partida necesario para que, sea cual sea el camino que Dios nos tenga preparado, lo vivamos santamente. Fue usted quien me lo presentó como Esposo… y recién ahora puedo afirmar que le digo que SÍ. Esta Confirmación va a ser, en mi corazón, el momento de decirle en Sacramento: “Sí, quiero”. Y no sé si alguien más lo

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. Horacio Bojorge

entienda, ni me interesa si alguien más lo entiende. Es un momento tan íntimo, tan precioso… Le voy a entregar mi alma a Él, Padre, y no tengo palabras para explicarle lo que eso produce en mi corazón.

tengo un vínculo esponsal con Él”, se representa toda mi pequeñez… Pero eso no es de Dios, es del Malo que está viendo cómo Dios me atrae más hacia Sí y me va liberando de sus garras.

En los comienzos de mi conversión pensaba que para ser santa, para ser fiel, para amar a Dios, debía hacer tal o cual cosa; decir tal o cual palabra; actuar de tal o cual manera. Todo eso era soberbia. No hay nada que yo pueda hacer por mis propios medios, Padre. Soy oveja chica. Y bastante rebelde, usted bien lo sabe, jaja. Dios me dio a conocer en este tiempo que lo único que ¡sí! tengo que hacer para vivir en santidad es decirle SÍ.

En resumen: qué maravilloso, Padre, es contar con un Dios que nos ama tanto, que nos colma de amor, a pesar de nosotros. Qué afortunada que soy como mujer de conocerlo. Soy hija amadísima. Soy esposa amadísima.

Quiero que Él me vacíe de mí misma para que Él me llene de Su amor. Entonces sí, como consecuencia de este vínculo esponsal, voy a vivir santamente. Dejarme amar es dejarme transformar, mejor dicho, confiar en que Él seguirá transformándome, como ha comenzado a hacerlo. Sigo caminando, ahora con un nuevo camino, como Esposa. En este momento por primera vez lo expreso con tanta seguridad. Le digo: “Jesús, no soy digna, pero Tú me amas y me esperas desde siempre. Me has preguntado como un caballero dulce y paciente si quiero ser tu esposa. Y no me has obligado a responderte, sino más bien has ido conquistando mi corazón con tanto amor. Soy tuya, Jesús. Toda tuya. Obra en mí. Haz de mí lo que quieras. No dejes de tener misericordia de mi alma. Atráeme hacia Ti siempre, Jesús. Te Amo” Antes me inquietaba la conciencia de mis pecados, de mis debilidades, de mi pequeñez. Me daba miedo que Dios dejara de quererme, que lo perdiera, por así decirlo. ¿Sabe qué, Padre? Cada vez soy más consciente de todo esto pero ahora no temo, me entrego. Me vuelvo a Él. Sé que nunca me va a abandonar. Sé que nunca me va a querer menos. Que jamás dejará de recibirme con Misericordia. Confío en que haya podido expresarle lo que le estoy contando con un corazón alegre y agradecido. Con un corazón en paz.

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ME QUIERO CASAR .

Estoy muy tentada mientras le cuento esto, me asalta un pensamiento de que “no sea que me esté engañando”, que “no

Le agradezco inmensamente por haberme ayudado a ser fiel a lo que Él me pide. Gracias por haberme recibido siempre con paciencia y bondad. Usted, como amigo del Esposo, me ha conducido a los brazos del Amado y eso es algo ¡impresionante! ¡Si la gente supiera que la receta de la felicidad existe y está en esa cruz!… Bendiciones, rezo siempre para que sea santo. Faustina

26.1 |

EDITH STEIN

Recepcionar al amor Recogimiento infuso48

“Existe un estado de reposo en Dios, de completa relajación de toda actividad espiritual, en el que no se hace ninguna clase de planes, no se adoptan resoluciones, y menos aún se actúa, sino que todo lo futuro se deposita en manos de la voluntad divina, uno «se abandona» por completo «al destino»49 . Este estado se me concede, por ejemplo, cuando una vivencia que sobrepasaba mis energías, ha consumido por completo mi energía vital espiritual y me ha arrebatado toda posibilidad de acción. El descansar en Dios, frente al fracaso de la actividad por carencia de energía vital, es algo completamente nuevo y singularísimo. Aquel era silencio propio de muertos. En lugar de él aparece ahora el sentimiento de hallarse acogi48| Tomado de Edith Stein, “Causalidad Psíquica” V, 3. La cita está tomada de Obras Completas, tomo II; Escritos filosóficos, pág. 298. Editorial: Espiritualidad- Monte Carmelo – El Carmen. Burgos, 2005. 49| Esposo mío, en ti confío, a ti me entrego, nada te niego. 143

. Horacio Bojorge

do, de estar liberado de toda preocupación y responsabilidad y obligación de actuar. Y cuando yo me abandono50 a ese sentimiento, comienza a llenarme poco a poco nueva vida y vuelve a impulsarme – sin tensión alguna de la voluntad – a nueva actividad. Esta vivificadora afluencia aparece como un efluvio de una actividad y de una energía que no son mías, y que actúan en mí sin imponer exigencias a las mías. El único presupuesto para semejante renacimiento espiritual parece ser cierta capacidad de recepción51 , como la que se fundamenta en la estructura de la persona52 que se ha sustraído a la acción del mecanismo psíquico”

26.2 |

EDITH STEIN:

Virgen y madre Amores compatibles “Esposa de Cristo, Sponsa Christi, no es sólo la virgen consagrada a Dios, sino también toda la Iglesia y toda alma cristiana…”

Virgen y madre: objetivo unitario y doble Virgen y madre - madre y virgen53 son dos aspectos y una misma destinación de la mujer

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50| El Fiat, el Hágase en mí, es la actitud apropiada para recepcionar la acción divina en el alma. En la receptividad se despliega el poder y la acción de Dios-Amor. Amor de Padre que engendra dando vida divina. Amor de Esposo que llama a la puerta e inhabita en la que lo recepciona. 51| No se ha de entender la expresión capacidad pasiva como si fuera pasividad. No, es una capacidad, por lo tanto una potencia, un poder, una virtud. El recibir es recepcionar, es una actividad receptiva que recibe activamente y deja obrar al amor en sí misma. Esto libera al alma de la tentación de hacerlo todo por sí misma, de la tentación de omnipotencia, que termina por aplastarla y deprimirla al experimentar su incapacidad. La tentación del ejercicio ilegal de la divinidad y de la usurpación de la divina Providencia nace del miedo, sumerge en tristeza, culmina en ira contra Dios y contra sí misma. 52| Sí, por ser creatura y no Dios, todo nuestro ser, aún en aquello que tiene de potencia activa, es recibida de Dios. Y lo que es verdad en el plano de la naturaleza creada, lo es igualmente en el plano de la gracia, de los dones sobrenaturales. 53| Tomado de: Edith Stein, “Problemas de la formación de la mujer”. Tomo IV de las Obras Completas, Editorial Espiritualidad – Monte Carmelo – El Carmen. Pág.: 518 y ss. En la Edición de las obras de Ediciones Palabra: La mujer. Tomo 4º, este mismo texto se encuentra a partir de la Pág. 249. El mismo pensamiento desarrolla Gertrudis von Le Fort en su obra La Mujer eterna, Editorial Patmos, Madrid 1965.

ME QUIERO CASAR .

La mater-virgo era para nosotros el prototipo de aquel tipo de mujer que dibuja el Antiguo Testamento: la mujer que está al lado de su esposo, administra una casa, y educa a sus hijos en el temor de Dios; luego, el prototipo de la Sponsa Christi, cuya casa es el reino de Dios, y cuya familia la comunidad de los santos. Primero hay que preguntar si y en qué medida puede aquí tratarse de una cosa como contrapuesta a la otra. Si la mater-virgo es el prototipo de la genuina femineidad, en cierto sentido ambas deberían ser el fin de toda formación femenina. “Sponsa Christi” no es sólo la virgen consagrada a Dios, sino también toda la Iglesia y toda alma cristiana (como María es el modelo de la Iglesia y de todos los redimidos). Ser esposa de Cristo significa pertenecer al Señor y no anteponer nada al amor de Cristo. Poner el amor de Cristo por encima de todo, no sólo en la convicción teórica, sino en la profundidad del corazón y en la praxis de la vida, eso significa estar desasido de todas las criaturas, de la falsa vinculación a sí mismo y a otros, y ese es el sentido más íntimo y espiritual de pureza. Esta virginitas del alma puede también poseerla la mujer que es esposa y madre: ciertamente, sólo por esta virginidad debe ella cumplir su tarea; el amor servicial, que no es ni sumisión de esclava ni dominante autoafirmación del propio yo, sólo puede nacer de esta fuente. Por otra parte, el amor servicial, que es la esencia de la maternitas, debe necesariamente extenderse a todas las criaturas, por amor de Cristo. Por ello también la mujer que no es esposa y madre deberá custodiar esta maternitas espiritual en la meditación y en la acción.

Con esta unión general del ideal de virgo-mater no queda suprimida sin embargo la diferencia de los dos tipos de mujeres y de los dos tipos de configuración de la vida. Desde luego no es algo exterior e in-esencial que una mujer sea esposa y madre o no lo sea. Ello comporta el crecimiento de toda la persona en un gran organismo corpóreo-espiritual; y, para que este proceso se desarrolle de un modo correcto, cuerpo y alma deben tener una determinada actitud; y luego, en la incorporación – y por ella – a este gran organismo, recibirán una determinada impronta y una particular forma. Por otra parte, 145

. Horacio Bojorge

también la vida fuera del matrimonio exige una determinada aptitud del cuerpo y del alma, y confiere por su parte una determinada impronta. Se distinguen así dos caminos. La separación entre ellos puede estar pre-trazada por una disposición natural. Muchachas con una fuerte vitalidad, con una afectividad cordial que les impulsa a una vinculación cercana con otros seres humanos, al ejercicio de la vida común, al cuidado y al socorro, con capacidad e inclinación para diferentes actividades prácticas, nos parecen poseer la disposición natural para la vida familiar. Para muchachas con vida instintiva más débil, con una inclinación a la reflexión y a la soledad, nos parece muy posible una vida de soltera. Pero la simple disposición natural no es decisiva. Ella no confiere por sí sola todavía la plena aptitud ni para un camino ni para el otro. Matrimonio y vida familiar piden no sólo libre desarrollo, sino también ampliamente cercenamiento, autodominio, y transformación de los instintos naturales vitales y sociales; algo análogo vale para el otro camino. Por otra parte, la vida no siempre conduce al camino que la disposición natural señala. La vocación puede estar en contraposición con la disposición natural. Matrimonio y formación de la profesión: formación política-social Veo aquí el problema central del trabajo práctico de la formación de las chicas, y en su resolución nuestra respuesta católica a las cuestiones epocales. El fruto de una formación ideal – y esto no significa otra cosa que plenamente adecuada a la realidad – debería consistir en hacer apta a toda muchacha, ya sea para el matrimonio, o para una vida de soltera: en el primer caso, mediante la energía corporal y la salud, el sentir natural no deformado, la voluntad para el sacrificio y para el olvido de sí; en el segundo, mediante la superación de la vida instintiva con una espiritualidad más fuerte.

Hoy necesitamos más que nunca madres que respondan al ideal de la mulier fortis, la mujer fuerte. Y, puesto que la vocación a la maternidad natural debe ser considerada en caso normal, 146 también el tipo normal de escuela de chicas y la correspondien-

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te educación deberían plantearse en orden a este fin. Pero, dado que también aquellas chicas cuya disposición natural apunta hacia este camino no están en modo alguno seguras de ir realmente por él, todas deben ser preparadas también para el otro camino. La disposición natural para la soltería es un caso excepcional. La vocación para la virginidad consagrada a Dios no es sin embargo en absoluto algo sólo dado a aquellas que tienen la disposición natural al respecto. Y hoy la soltería es el destino de muchas cuya naturaleza e inclinación parecían determinarlas por el otro camino. La obra de formación debe encontrar solución para todos estos casos, a fin de que a la llamada de Dios, que lo mismo puede hablar por disposiciones exteriores que por la del corazón, se le dé una continuidad voluntaria, de modo que no se acoja con rebeldía ni con cansada resignación. Puesto que la llamada a la virginitas se da también allí donde no existe vocación para la vida religiosa, y puesto que también allí donde – contra la inclinación natural – dicha llamada se afirma fuerte y alegremente, tenemos ahí una garantía de que la naturaleza no es oprimida o patológicamente deformada en estos casos. El fundamento para ello es la actitud de la ancilla Domini, [servidora del Señor] que debe ser fin y fruto de la obra religiosa de formación. Pero, junto a eso, deben ser educadas las energías en orden a una realización fecunda de la naturaleza. Para el tipo de chica que muestra disposición natural para la condición de ama de casa y de madre, el fin de la formación debe ser el logro de habilidad en orden a una dedicación que corresponda a sus capacidades: aquella en que deben predominar las aptitudes de madre y de ama de casa, tales como trabajo doméstico, trabajo agrícola, jardinería, eventualmente actividad en el ámbito comercial, o en el educativo, asistencial y sanitario. Para el tipo predispuesto a la actividad espiritual, el fin debe ser la capacitación para el trabajo espiritual creativo o servicial, de tipo científico, o artístico u organizativo. Aquí, sobre la base común, entra una particularidad: esta meta de la capacitación profesional, que hay que buscar en interés del sano desarrollo de la personalidad individual, corresponde a la vez a la exigencia social de incluir las energías femeninas en la vida cultural y popular. 147

. Horacio Bojorge

A fin de que la inserción de la actividad personal en el todo social ocurra de forma correcta, y también porque la comprensión de la importancia social de la actuación personal fortalece la disponibilidad y el gozo al respecto, debe establecerse como meta en el trabajo de formación de las muchachas la obtención de claridad en el conocimiento de la estructura y de las leyes vitales del Estado y de la sociedad.

27 | SANTA TERESA Maestra de esposas “Nunca, hijas, quita vuestro Esposo los ojos de vosotras. Os ha tolerado mil cosas feas y abominaciones contra Él y no ha bastado para que os deje de mirar, ¿y es mucho que, quitados los ojos de estas cosas exteriores, le miréis algunas veces a Él?” Santa Teresa de Jesús ¡que es tan femenina! con su típica profundidad sicológica y espiritual sabe interpretar el corazón de la mujer y cómo enamorarla de Cristo en la cruz de la soledad. Mira por ejemplo lo que te enseña para iniciarte en el trato con el Esposo:

Camino de Perfección, Capítulo 26 . En que va declarando el modo para recoger el pensamiento. – Pone medios para ello. – Es capítulo muy provechoso para los que comienzan oración.

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>> 1. Ahora, pues, tornemos a nuestra oración vocal para que se rece de manera que, sin entendernos, nos lo dé Dios todo junto, y para - como he dicho- rezar como es razón. El examen de conciencia y el acto de contrición y santiguarte, ya se sabe ha de ser lo primero. Procura luego, hija, ya que estás sola, buscar compañía. Pues ¿qué mejor que la del mismo maestro que enseñó la oración que vais a rezar? Imagínate al mismo Señor junto a ti y

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detente a considerar con qué amor y humildad te está enseñando. Y créeme, mientras puedas no estés sin la compañía de tan buen amigo. Si te acostumbras a traerlo imaginariamente a tu lado y Él ve que lo haces amorosamente y que estás deseando complacerlo, no lo podrás -como dicen- “ahuyentar ; no te abandonará más; te ayudará en todas tus necesidades; te seguirá a todas partes: ¿piensas que es poco tener siempre a un tal amigo al lado?

>> 2. ¡Oh hermanas, aquéllas que no pueden tener mucho discurso del entendimiento ni pueden tener el pensamiento sin distraerse!, ¡acostúmbrense, acostúmbrense ! Miren que yo sé que pueden hacer esto, porque pasé muchos años por esta dificultad de no poder sosegar el pensamiento en una cosa, y sé bien que es una dificultad muy grande. Pero sé que no nos deja el Señor tan abandonadas; sé que si llegamos con humildad a pedírselo, no dejará de acudir y acompañarnos. Y si en un año no pudiéramos conseguirlo, sigamos insistiendo. No nos duela el tiempo tan bien empleado en conseguir eso. ¿Quién nos apura? Digo que esto es algo posible de alcanzar, a lo que una puede acostumbrarse, y ejercitarse en ir al encuentro de este verdadero Maestro. >> 3. No les estoy pidiendo ahora que piensen en Él ni que elaboren muchos conceptos ni que hagan grandes y novedosas consideraciones con el entendimiento. Lo único que les pido es, sencillamente, que lo miren. Porque ¿quién les impide volver a Él los ojos del alma – aunque sea fugazmente si no lo logran por más tiempo – a este Señor? Puesto que son capaces de imaginar cosas muy feas, ¿no serán capaces de mirar con la misma imaginación la cosa más hermosa que se puede imaginar? Ya que nunca, hijas, quita vuestro Esposo los ojos de vosotras. Os ha tolerado mil cosas feas y abominaciones contra Él y no ha bastado para que os deje de mirar, ¿y es mucho que – apartando los ojos de estas cosas exteriores – lo miréis algunas veces a Él? Mirad que no está aguardando otra cosa, como dice a la esposa, sino que lo miremos. Si quieren de veras encontrarlo, le encontrarán. A él le importa tanto que nos volvamos a mirarlo, que no quedará por falta de diligencia suya. 149

. Horacio Bojorge

>> 4. Así como dicen que ha de hacer con su marido la mujer, para ser buena esposa, que si él está triste, se ha de mostrar ella triste y si él está alegre, aunque ella nunca lo esté, se ha de mostrar alegre (¡mirad de qué sujeción os habéis librado, hermanas!), esto mismo, con verdad, y sin fingimiento, hace el Señor con nosotras: que Él se hace el obligado contigo, y quiere seas tú la señora, y andar Él dependiente de tu querer. Por eso, si estás alegre, míralo resucitado; porque sólo con imaginarte cómo salió Él del sepulcro te alegrará. Mas ¡con qué claridad y con qué hermosura! ¡Con qué majestad, qué victorioso, qué alegre! Como quien tan bien salió de la batalla adonde ha ganado un tan gran reino, que todo le quiere para ti, y así con él. Pues ¿es mucho que, a quien tanto te da, vuelvas una vez más los ojos parar mirarle? >> 5. Si estás preocupada o triste, míralo camino del huerto: ¡qué aflicción tan grande llevaba en su alma, pues con ser el mismo sufrimiento la dice y se queja de ella! O míralo atado a la columna, lleno de dolores, todas sus carnes hechas pedazos por lo mucho que os ama; tanto padecer, perseguido de unos, escupido de otros, negado de sus amigos, desamparado de ellos, sin nadie que lo defienda, helado de frío, reducido a tanta soledad, que el uno con el otro os podéis consolar. O míralo cargado con la cruz, que aún no le daban descanso ni para respirar. Él te mirará con unos ojos tan hermosos y piadosos, llenos de lágrimas, y olvidará sus dolores por consolar los tuyos, sólo porque tú acudas a Él en busca de consuelo y te vuelvas a él para mirarlo. >> 6. “¡Oh Señor del mundo, verdadero Esposo mío! – le puedes decir tú, si se te ha enternecido el corazón de verlo así, que ya no solamente queráis mirarlo, sino que te complazcas en hablar también con Él, y hablarle no con oraciones compuestas, sino desde la pena de tu corazón, que las tiene El en muy mucho – ¿tan necesitado estáis, Señor mío y Bien mío, que queréis admitir una pobre compañía como la mía, y veo en vuestro semblante que os habéis consolado conmigo? Pues ¿cómo, Señor, es posible que os dejan solo los ángeles, y que aún no os consuela vuestro Padre? Si es así, Señor, que todo 150 lo queréis pasar por mí, ¿qué es esto que yo paso por Vos?

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¿De qué me quejo? Que ya hasta me da vergüenza, desde que te he visto así, que quiero pasar, Señor, todos los trabajos que me vinieren y considerarlos como un gran bien para imitarte en algo. Vayamos juntos, Señor. Quiero ir por donde tú vayas. Pasar por las que pasaste tú.

>> 7. Tomad, hija, de aquella cruz. Nada te importe que te atropellen los judíos, para que Él no vaya con tanta fatiga. No hagas caso de lo que te digan. Hazte sorda a las murmuraciones. Tropezando, cayendo con tu Esposo, no te apartes de la cruz ni la dejes. Mirad mucho el cansancio con que va Él y cómo te aventaja con sus sufrimientos en comparación con los que sufres tú, por grandes que los quieras pintar. Y por mucho que los quieras sentir, saldrás consolada de ellos, porque verás que son cosa de burla comparados a los del Señor.

>> 8. Dirán, hermanas ¿cómo podré hacer esto? O bien que: ¡Si lo viera yo con los ojos del cuerpo en el tiempo en que Su Majestad andaba en el mundo, lo haría de buena gana y lo miraría siempre! - ¡No lo creas! porque quien ahora no se quiere hacer un poquito de esfuerzo para recoger siquiera la vista y para mirar dentro de sí a este Señor cuando puede hacerlo sin peligro y con tan poquita dificultad, mucho menos podría resistir al pie de la cruz con la Magdalena, que veía la muerte ante sus propios ojos. Más: ¡qué debería pasar la gloriosa Virgen y esta bendita Santa! ¡Qué de amenazas, qué de malas palabras y qué de encontrones, y qué descomedidas! Pues ¡entre que gente tan descomedida y tan descortés! Sí, eran cortesanos del infierno, eran ministros del demonio. Por cierto que debía ser terrible cosa lo que pasaron; sino que, con otro dolor mayor, no sentirían el suyo. Así que, hermanas, no de crean capaces de soportar tamañas pruebas, siendo que no podéis soportar otras mucho menores. Ejercitándose en las menores, podrán llegar a soportar otras mayores.

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>> 9. Lo que pueden hacer para ayudarse en lo que les propuse, es valerse de tener a mano una imagen o retrato de este Señor que sea de su gusto ; no para tenerlo al pecho pero no mirarlo nunca, sino para hablar muchas veces con Él, que Él les sugerirá qué decirle. Así como Ustedes hablan con otras personas, ¿por qué les han de faltar palabras para hablar con Dios? No lo crean; al menos yo no les creeré, si lo intentan y lo ejercitan; porque si no, el no tratar con una persona causa extrañeza y no saber qué decirle, que parece que no la conocemos, y aun aunque sea deudo , porque deudo y amistad se pierde con la falta de comunicación. >> 10. También es gran remedio tomar un libro de romance bueno, aun para recoger el pensamiento, para llegar a rezar bien vocalmente, y poquito a poquito ir acostumbrando el alma con halagos y artificio para no amedrentarla. Hagan de cuenta que hace muchos años que se han separado de su esposo , y que hasta que quiera él volver a su casa es necesario darse mucha maña en saber atraerlo, que así somos los pecadores: tenemos tan acostumbrada nuestra alma y pensamiento a andar a su placer o pesar, por mejor decir, que la triste alma no se entiende, que para que vuelva a aficionase a estar en su casa es necesario mucho arte, y si no es así y poco a poco, nunca haremos nada. Y les vuelvo a asegurar y a certificar que si con cuidado se acostumbran a lo que he dicho, que sacarán tan gran ganancia que, aunque yo la quisiera decir, no lo sabría. Pues arrímense a este buen Maestro, muy decididas y deseosas de aprender lo que les enseña, y Su Majestad hará que no dejen de salir buenas discípulas, ni las dejará si no le dejan. Deténganse a considerar las palabras que dice aquella boca divina, que en la primera entenderéis luego el amor que os tiene, que no es pequeño bien y regalo del discípulo ver que su maestro le ama.

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CONCLUSIÓN

El amigo del esposo

Querida Lectora: Al llegar al final de este libro me gozaré de todo corazón de que tú – ya sea que estés soltera o casada, viuda o consagrada – al leer estas páginas, hayas descubierto tu vocación a ser la novia, la esposa de Cristo, la Iglesia en-ti-mismada; de que hayas descubierto que, desde tu bautismo, fuiste destinada y llamada por Jesucristo a ser su Esposa. Para eso fuiste creada y recreada en tu bautismo. Quiero confiarte antes de despedirnos, que en estas páginas se refleja el más consolador y luminoso de los ministerios que el Señor me haya confiado a lo largo de mi ministerio sacerdotal: el ministerio de Amigo del Esposo. Leemos en el Evangelio que San Juan Bautista se considera a sí mismo como “el amigo del novio” o “el amigo del Esposo: -- “El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que le asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud"54 . Ya hemos visto antes, al tratar del Nuevo Testamento y las Bodas del Cordero, que el amigo del esposo tiene una función muy importante en ocasión de las bodas. Es el amigo de confianza a quien el novio, le confía el cuidado de la novia hasta que él llegue a la boda y de que se haga cargo de todo lo relativo al matrimonio. Era y es, aún hoy, una institución de la cultura judía: el shosh haben. En ocasiones, en ausencia del novio, él se encargaba de pedir la mano de la novia a sus padres. Él organizaba la boda, cursaba las invitaciones, se encargaba de todo lo relativo al mismo banquete de bodas, como el maestresala que prueba el vino en las bodas de Caná55 . Debía cuidar de todos los detalles. 54| Juan 3, 29

55| Juan 2, 6-11

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. Horacio Bojorge

ME QUIERO CASAR .

Una vez concluida la celebración él examinaba la habitación nupcial y se aseguraba del orden y de todo lo necesario. Él era el centinela que vigilaba para evitar a los esposos todo lo que pudiese perturbar la paz de su intimidad. Él excluía a cualquier intruso en el banquete o en la casa. A la llegada del Esposo el amigo reconocía su voz, anunciaba a la novia y a los presentes su llegada y salía a recibirlo. Si llegaba de noche se aseguraba de que hubiese luces encendidas. La voz del esposo que llegaba, lo llenaba de alegría y la compartía con la novia y con todos los presentes que aguardaban en vela. Después de celebrado el rito matrimonial, Él conducía a los novios a su habitación y vigilaba para que nadie los perturbase. de acuerdo con esas costumbres, Juan el Bautista aparece en el Evangelio como el “amigo del esposo”. Él es el que anuncia la llegada del Novio a la Iglesia, y le presenta la Iglesia al Novio para entregársela fielmente y sin envidia. En el Nuevo Testamento, tanto el obispo como el sacerdote, es decir los ministros del sacramento del Orden Sagrado tienen, tenemos, algo que ver con este encargo de cuidar de la Esposa de Jesucristo, y de servir, en el tiempo, a esos desposorios de Jesucristo con la Iglesia que se van realizando en la historia en sus desposorios con cada alma, sobre todo con cada alma de mujer bautizada que viva en gracia.

Si durante esta lectura de tus páginas, ha resonado en tu corazón la invitación:

“Mira que estoy a tu puerta y llamo”… si en algún momento tu corazón le ha abierto su puerta… si en algún momento le has dado tu Sí… si en algún momento has recibido el beso… entonces puedo terminar estas páginas con las palabras de San Juan Bautista:

“¡Éste es pues mi gozo que ha alcanzado su plenitud!”

AMÉN

Por eso, los ministros ordenados, podemos decir como el Bautista: “conviene que Él crezca y yo disminuya”56 , no soy digno de desatar sus sandalias para ponerme en ellas usurpando su misión. San Juan Bautista se goza de poder presentarle la novia al novio, y también de que la novia se entregue por esposa al novio. Él reconoce que ésta es una misión que le han confiado desde lo Alto: “Nadie puede arrogarse nada, si no le es confiado desde el Cielo”57. Querida lectora: siento que te he tomado de la mano desde el comienzo de estas páginas para llevarte hasta el Esposo de tu alma. Y ahora, al finalizarlas, sueño con haberte conducido a su presencia y que ya puedo entregarte a la mano de tu Esposo. 154

56| Juan 3, 30.

57| Juan 3, 27

155

Este libro se termino de imprimir en XXXXXX Buenos Aires, ARGENTINA, el día 1 de Mayo de 2016 en la Solemnidad de San José Obrero