Manual McGraw-Hill de Reciclaje Volumen 1

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Copyright © 1996. McGraw-Hill Interamericana. All rights reserved. Lund, Herbert F.. Manual McGraw-Hill de reciclaje. Volumen I, McGraw-Hill Interamericana, 1996. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/redcraisp/detail.action?docID=4435319. Created from redcraisp on 2018-02-04 18:45:09.

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MANUAL McGRAW-HILL DE RECICLAJE

Copyright © 1996. McGraw-Hill Interamericana. All rights reserved.

Volumen I

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MANUALES McGRAW-HILL DE INGENIERIA Y CIENCIA

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AUSTIN: Manual de procesos químicos en la industria FINK/BEATY: Manual de ingeniería eléctrica FINK/CHRISTIANSEN: Manual de ingeniería electrónica GARCÍA BADELL: Cálculo por computadora de estructuras de hormigón armado (2.a edición) HARRIS: Manual de medidas acústicas y control del ruido HARRISON: Manual de Auditoría Medioambiental. Higiene y Seguridad HERRO: Guía NALCO para el análisis de fallas en los sistemas de enfriamiento de agua JURAN: Manual de control de calidad LAGREGA et al.: Gestión de residuos tóxicos LANE: Control de incrustaciones y corrosión en instalaciones hidráulicas en edificios MARKS: Manual del ingeniero mecánico (9.a edición) MERRITT: Manual del ingeniero civil METCALF & EDDY: Ingeniería de aguas residuales. Redes de alcantarillado y bombeo METCALF & EDDY: Ingeniería de aguas residuales. Tratamiento, vertido y reutilización NALCO: Manual del agua PERRY: Manual del ingeniero químico ROSALER: Manual de mantenimiento industrial TCHOBANOGLOUS: Gestión integral de residuos sólidos

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MANUAL McGRAW-HILL DE RECICLAJE Volumen I Herbert F. Lund Traducción y revisión técnica JUAN IGNACIO TEJERO MONZON Catedrático de Ingeniería Sanitaria y Ambiental E. T. S. Ingenieros de Caminos (Universidad de Cantabria)

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JOSE LUIS GIL DIAZ Catedrático de la Escuela Universitaria de Ingeniería Química Dpto. de Química Universidad de Cantabria MARCEL SZANTO NAREA Académico de la Universidad Católica de Valparaíso (Chile) Profesor Asociado de la Univ. Politécnica de Madrid Profesor Visitante de la Univ. de Cantabria JOSE LUIS RODRIGUEZ FRUTOS Catedrático de Tecnología del Medio Ambiente E. T. S. Ingenieros Industriales (Universidad del País Vasco)

McGraw-Hill MADRID • BUENOS AIRES • CARACAS • GUATEMALA • LISBOA • MÉXICO NUEVA YORK • PANAMÁ • SAN JUAN • SANTAFE DE BOGOTÁ • SANTIAGO • SAO PAULO AUCKLAND • HAMBURGO • LONDRES • MILÁN • MONTREAL • NUEVA DELHI • PARÍS SAN FRANCISCO • SIDNEY • SINGAPUR • ST. LOUIS • TOKIO • TORONTO

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NOTA La información contenida en este trabajo ha sido obtenida por McGraw-Hill Incorporated procedente de fuentes dignas de crédito. No obstante, ni McGraw-Hill ni los autores garantizan la exactitud o perfección de la información publicada. Ni McGraw-Hill ni los autores serán responsables de cualquier error, omisión o daño ocasionados por el uso de esta información. Este trabajo se publica con el reconocimiento expreso de que los autores están proporcionando una información, pero no tratando dé prestar ningún tipo de servicio profesional o técnico. Si tal servicio fuera necesario, diríjase a un profesional adecuado para tal fin.

MANUAL McGRAW-HILL DE RECICLAJE No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. DERECHOS RESERVADOS © 1996, respecto a la primera edición en español por McGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE ESPAÑA, S.A. Edificio Valrealty Basauri, 17. la. planta 28023 Aravaca (Madrid) Traducido de la 1a. edición en inglés de THE McGRAW-HILL RECYCLING HANDBOOK Copyright © MCMXCIII, por McGraw-Hill, Inc.

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ISBN: 0-07-039096-7 ISBN: 84-481-0728-4 (Vol.l) ISBN: 84-481-0750-0 (Obra completa) Depósito legal: M. 36.727-1996 1234567890

L.I.-97

Impreso en México

9086543217 Printed in México

Esta obra se terminó de imprimir en Abril de 1997 en Litográfica Ingramex Centeno Núm. 162-1 Col. Granjas Esmeralda Delegación Iztapalapa C.P. 09810 México, D.F. Se tiraron 1000 ejemplares

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CONTENIDO

Volumen I Autores xv Prólogo xvii Prólogo a la edición española xix Introducción xxi Capítulo 1. Visión general y crecimiento del reciclaje

1.1

Definición de reciclaje / 1.1 Reciclaje en tiempos modernos. El despertar de las responsabilidades sobre residuos sólidos / 1.3 Los porqués del reciclaje / 1.7 Crecimiento / 1.7 Alternativas del programa / 1.8 Resumen / 1.12

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Capítulo 2. Evaluaciones legislativas

2.1

Introducción / 2.1 Legislación federal / 2.2 Legislación estatal / 2.4 Ciudades y municipios / 2.27 Resumen / 2.31 Resumen de la legislación estatal / 2.33 Apéndice A. Normativa modelo para establecer una política de obtención de productos de reciclaje / 2.36 Apéndice B. Acuerdo interlocal y evaluación de subsidios, Broward County, Florida / 2.38 Capítulo 3. Caracterización de los flujos de residuos

3.1

Visión general / 3.1 Métodos y prácticas / 3.6 v

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vi

CONTENIDO

Implantación del estudio / 3.10 Análisis de los resultados / 3.29 Presentación de los resultados / 3.32 El reciclaje y la caracterización de los residuos sólidos / 3.33 Aproximaciones especiales y creativas / 3.36 Costes del estudio / 3.40 Referencias bibliográficas / 3.42 Capítulo 4. Establecimiento de objetivos y prioridades de reciclaje

4.1

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Introducción / 4.1 Revisión de las prácticas existentes / 4.2 Identificación y evaluación de los incentivos de participación / 4.6 Investigación sobre la disponibilidad de la comunidad a participar / 4.8 Investigación e identificación del mercado / 4.12 Acuerdos institucionales / 4.17 Identificación de la potencial reducción de residuos en origen / 4.18 Identificación de los materiales que se van a reciclar / 4.19 Evaluación de los métodos de recolección / 4.20 Recolección doméstica en acera / 4.20 Recolección multifamiliar / 4.22 Centros de recolección selectiva para residuos domésticos / 4.23 Recolección del flujo de- residuos comerciales / 4.23 Sistemas de recolección institucionales y gubernamentales / 4.24 Equipo de recolección / 4.24 Alternativas de procesamiento / 4.25 Recursos en los medios informativos para promocionar el programa / 4.26 Casos reales en programas modélicos de reciclaje / 4.27 Capítulo 5. Supervisión del rendimiento de los sistemas de separación y recolección

5.1

Introducción / 5.1 Separación / 5.4 Sistemas de recolección / 5.31 Supervisión del rendimiento / 5.62 Conclusiones / 5.72 Referencias bibliográficas / 5.73 Capítulo 6. Instalaciones de procesamiento para materiales reciclables Introducción a diferentes alternativas de procesamiento / 6.1 Aproximaciones al procesamiento de los residuos sólidos urbanos no seleccionados / 6.2 Aproximaciones al procesamiento de los residuos separados en origen / 6.12 Procesamiento de los residuos de construcción y demolición / 6.32 Procesamiento de materiales especiales. Diversas aproximaciones / 6.41 Reconocimientos / 6.43

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6.1

CONTENIDO

Capítulo 7. Problemas y soluciones para el desarrollo de mercados

vii

7.1

Introducción / 7.1 Definición de términos / 7.2 Objetivos del desarrollo del mercado / 7.3 Negligencia en el desarrollo de mercados / 7.8 Obstáculos y oportunidades / 7.10 Mercados finales alternativos / 7.21 Conclusión / 7.22 Capítulo 8. Planificación financiera y gestión de los programas e instalaciones de reciclaje

8.1

Introducción / 8.1 Riesgos en la implantación de un programa de reciclaje / 8.2 Alternativas en la financiación y propiedad / 8.6 Marco institucional y alternativas de gestión / 8.11 Financiación / 8.18 Desarrollo del programa / 8.24

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Capítulo 9. Necesidad de programas agresivos para concienciar al público

9.1

Introducción / 9.1 Prerrequisitos para concienciar al público / 9.2 El plan / 9.6 Presupuestos / 9.8 Comunicaciones para toda la comunidad / 9.9 Supervisión de la participación / 9.18 Rentabilidad del programa / 9.25 Resumen / 9.26 Reconocimientos / 9.27 Referencias bibliográficas / 9.27

Capítulo 10. La psicología del reciclaje

10.1

Información básica sobre el comportamiento en el reciclaje / 10.1 Motivos para reciclar / 10.4 Variables influyentes / 10.10 Conclusión / 10.13 Referencias bibliográficas / 10.15 Capítulo 11. Papeles Periódicos / 11.1 Papel ondulado / 11.12 Papel de oficina/ 11.17

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11.1

viii

CONTENIDO

Otros papeles reciclables / 11.24 Apéndice. Definiciones de calidades de papel / 11.26 Capítulo 12. Latas de aluminio

12.1

Introducción general / 12.1 Proceso de recuperación de las latas de aluminio / 12.5 Comercialización / 12.10 Casos reales / 12.13 Tendencias y pronósticos / 12.22 Conclusión / 12.25 Fuentes de información adicionales / 12.25 Agradecimientos / 12.26 Referencias bibliográficas / 12.26 Capítulo 13. Botellas de vidrio para bebidas

13.1

Introducción / 13.1 Recuperación de los envases de vidrio / 13.4 Procesamiento de envases de vidrio / 13.10 Comercialización del vidrio de envases / 13.14 Consideraciones relativas al programa de reciclaje del vidrio / 13.17 Resumen / 13.22 Referencias bibliográficas / 13.25

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Capítulo 14. Plásticos

14.1

Introducción / 14.1 Sistemas de recolección y selección / 14.8 Procesamiento de plásticos por tipos / 14.16 Comercialización / 14.27 Pronóstico sobre tendencias y necesidades de investigación / 14.31 Valor futuro del reciclaje / 14.32 Necesidades de investigación / 14.34 Glosario de términos relativos a los plásticos / 14.35 Capítulo 15. Chatarra y latas de acero

15.1

Chatarra metálica / 15.1 Latas de acero / 15.12 Referencias bibliográficas / 15.31 Capítulo 16. Residuos de jardín Introducción / 16.1 Generación de los residuos de jardín / 16.2 Recolección de los residuos de jardín / 16.5 Tecnologías y sistemas de procesamiento / 16.10 Comercialización / 16.17

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16.1

CONTENIDO

Capítulo 17. Bienes de línea blanca

ix

17.1

Definición / 17.1 Introducción / 17.1 Recuperación (recolección) / 17.2 Procesamiento / 17.4 Comercialización / 17.7 Capítulo 18. Neumáticos

18.1

Introducción / 18.1 Cuestiones ambientales y de salud relacionadas con la evacuación de neumáticos usados / 18.4 Utilización de los neumáticos usados / 18.6 Casos reales / 18.16 Legislación relativa a la evacuación de neumáticos / 18.42

Volumen II

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Capítulo 19. Baterías y pilas

19.1

Introducción / 19.1 Definición y componentes de las baterías y pilas / 79.2 Baterías/pilas y metales pesados en el medio ambiente / 19.6 Baterías acidas de plomo / 19.11 Pilas domésticas / 19.14 Resumen y conclusiones / 19.27 Acrónimos / 19.28 Apéndice A. Legislación sobre el reciclaje de las baterías acidas de plomo / 19.29 Apéndice B. Legislación del estado de Minnesota relativa a las pilas secas / 19.32 Referencias bibliográficas / 19.34 Capítulo 20. Residuos de construcción y demolición

20.1

Introducción / 20.1 Separación en origen / 20.7 Mercados y comercialización / 20.8 Métodos para reciclar residuos de construcción / 20.11 Cuestiones / 20.19 Aspectos reglamentarios y legales / 20.20 Economía / 20.21 Referencias bibliográficas / 20.22 Capítulo 21. Residuos peligrosos domésticos Introducción / 21.1 Residuos peligrosos en los residuos sólidos urbanos / 21.2

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21.1

x

CONTENIDO

Problemas planteados / 21.7 Prácticas de gestión para los RDP / 21.9 Requisitos técnicos para gestionar los RDP / 21.21 Alternativas de reciclaje y tratamiento / 21.27 Concienciación del público / 21.30 Economía / 21.31 Referencias bibliográficas / 21.34 Capítulo 22. Centros de recolección selectiva y centros de recompra

22.1

El centro de recolección selectiva / 22.2 Comparación de costes / 22.7 El centro de recompra / 22.12 Diseño y operación / 22.76 Cómo involucrar al público / 22.19 Socios comerciales y cívicos / 22.21 Capítulo 23. Estaciones de transferencia

23.1

Introducción / 23.1 Tipos de estación / 23.3 Consideraciones de localización / 23.11 Remolques de transferencia y equipo de descarga / 23.23 Aspectos económicos de la transferencia / 23.26 Otras consideraciones / 23.34 Referencias bibliográficas / 23.37

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Capítulo 24. Instalaciones para la recuperación de materiales

24.1

Introducción / 24.1 Aspectos económicos del sistema / 24.4 Diseño conceptual / 24.5 Sistemas de procesamiento / 24.12 Equipos de procesamiento / 24.14 Diseño final / 24.29 Operaciones / 24.33 Costes / 24.34 Capítulo 25. Integración del reciclaje en vertederos e incineradoras

25.1

Introducción / 25.1 Ventajas de la implantación del reciclaje en los vertederos e incineradoras / 25.1 Relaciones funcionales entre el reciclaje y el vertido-incineración / 25.4 Materiales objetivo / 25.7 Operaciones de recuperación de materiales / 25.9 Problemas planteados y su prevención / 25.16 Economía / 25.20

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CONTENIDO

Capítulo 26. Procesamiento de residuos de jardín

xi

26.1

Introducción / 26.1 Información básica / 26.1 Visión general del método de procesamiento / 26.5 Equipos de procesamiento / 26.6 Sistemas de procesamiento / 26.12 Procesamiento en el punto de generación / 26.12 Procesamiento en instalaciones centrales / 26.16 Preguntas y respuestas / 26.28 Glosario / 26.33 Referencias bibliográficas / 26.34 Capítulo 27. Equipos y vehículos de recolección

27.1

Introducción / 27.1 Recolección en acera / 27.2 Tipos de vehículos de recolección / 27.10 Recolección multifamiliar / 27.74 Sistemas industriales, comerciales, institucionales (ICI) / 27.18 Vehículos multiuso de correcolección / 27.18

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Capítulo 28. Equipos de procesamiento

28.1

Introducción / 28.1 Embaladoras / 28.2 Transportadoras / 28.10 Trituradoras /28.14 Compactadoras / 28.17 Trituradoras de vidrio / 28.21 Prensas y soplantes para latas / 28.22 Densificadores de latas / 28.23 Cizallas de palanca / 28.24 Maquinaria de alta tecnología / 28.25 Capítulo 29. Planificación e implantación del programa de reciclaje

29.1

Planificación y desarrollo del programa / 29.1 Personal / 29.30 Financiación de un programa de reciclaje / 29.33 Capítulo 30. Programas de concienciación del público Introducción / 30.1 Iniciación de un programa de concienciación / 30.3 Estrategias eficaces de comunicación / 30.17 Cobertura del reciclaje en los medios de comunicación / 30.24 Programas de implicación comunitaria / 30.29 Medición de la eficacia del programa / 30.32 Apéndice. Cuestionario sobre reciclaje doméstico, ciudad de Hollywood, Florida / 30.34

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30.1

xii

CONTENIDO

Capítulo 31. Formación de personal y gestores

31.1

Introducción / 31.1 Definición de las necesidades de formación / 31.3 Cómo satisfacer las necesidades formativas / 31.6 Capítulo 32. Factores y decisiones en un programa de reciclaje

32.1

Introducción / 32.1 Alternativas: Organización de los programas de reciclaje / 32.2 Matriz de decisiones / 32.6 Ejecución de cada alternativa / 32.20 Evaluación del programa y acción correctora / 32.36 Capítulo 33. Obtención de datos y control de costes

33.1

Introducción / 33.1 Obtención de datos / 33.2 Análisis de los datos / 33.14 Control de costes / 33.15 Resumen / 33.20

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Capítulo 34. Control de calidad para los materiales reciclables

34.1

Introducción / 34.1 Importancia del control de calidad / 34.1 Problemas del control de calidad / 34.2 Líneas de defensa / 34.3 Instalaciones para la recuperación de materiales / 34.6 Comprobación del control de calidad / 34.10 Concienciación, diseño, operaciones / 34.10 Capítulo 35. Casos reales

35.1

Una pequeña comunidad rural: El programa del Centro de Reciclaje de la Comunidad de Arcata / 35.1 Una comunidad suburbana media: Madison, Wisconsin / 35.11 Una comunidad urbana media: Santa Fe, Nuevo México / 35.17 Una comunidad urbana grande: El programa de reciclaje de Austin, Texas / 35.24 Una comunidad urbana grande: San Francisco, California / 35.34 Una comunidad urbana importante: Los Angeles, California / 35.41 Un condado rural pequeño: El programa de reciclaje de Auburn, Washington / 35.47 Un condado urbano medio: El condado de Champaign, Illinois / 35.55 Un condado urbano grande: El programa de reciclaje del condado de Mecklenburg / 35.59 Múltiples ciudades: Instalación de compostaje de residuos sólidos / 35.68

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CONTENIDO

Apéndice A. Información y fuentes del reciclaje

xiii

A.1

Agencias federales en Estados Unidos / A.1 Agencias estatales / A.2 Información sobre residuos sólidos: Fuentes promocionadas por el Gobierno Federal / A.7 Asociaciones / A.8 Intercambio de residuos / A.10 Publicaciones sobre reciclaje I A.11 Lista de comprobación: Evaluación de los servicios de las compañías de reciclaje / A.13 Tabla A.1. Cifras de conversión / A.14 Tabla A.2. Factores de conversión para reciclables / A.15 Tabla A.3. Hoja de trabajo para el reciclaje / A.16 Tabla A.4. Hoja de trabajo para las estimaciones de recuperación / A.17 Tabla A.5. Datos y evaluación de los contenedores de almacenamiento / A.18 Tabla A.6. Hoja de cálculo para los pesos totales mensuales de los reciclables de vidrio / A.19 Tabla A.7. Generación de residuos semanal por metro cuadrado ocupado / A.20 Tabla A.8. Cantidad y composición de los residuos comerciales / A.20 Apéndice B. Legislación española y europea relativas al reciclaje de residuos

B.1

Legislación española / B.1 Legislación comunitaria / B.1 Apéndice C. Glosario

C.1

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Referencias bibliográficas / C.53 Apéndice D. Abreviaturas

D.1

Referencias bibliográficas / D.3 Indice

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I.1

SOBRE EL EDITOR EN JEFE

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Herbert F. Lund fue el anterior gestor de reciclaje de la ciudad de Hollywood, Florida; es ingeniero profesional y asesor de reciclajes independiente. Es un importante colaborador de las revistas profesionales, ha recibido el «Jesse H. Neal Editorial Achievement Award» (Premio Jesse H. Neal en Méritos Editoriales) por el mejor artículo en una revista profesional. Además es miembro de la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos y editor en jefe de The Industrial Pollution Control Handbook (El manual de control de la contaminación industrial). El señor Lund reside en Pompano Beach, Florida.

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AUTORES

Ann Adams. Roy F. Weston, Inc., Detroit, Mich. (Capítulo 19). Ron Albrecht. Ron Albrecht Associates, Annapolis, Md. (Capítulo 16). Mary Aldridge. The Solid Waste Association of North America, Silver Spring, Md. (Apéndice A). C. Kenna Amos. ENSR Consulting and Engineering, Fort Collins, Colo. (Capítulo 19). Michael H. Blumenthal. Scrap Tire Management Council, Washington, D.C. (Capítulo 18). Durene Buckholz. Malcolm Pirnie, Inc., White Plains, N.Y. (Capítulo 12). R. Chris Brockway. Black & Veatch, Kansas City, Mo. (Capítulo 23). David Bullock. Gershman, Brickner & Straton, Inc., Falls Church, Va. (Capítulo 4). David S. Cerrato. Malcolm Pirnie, Inc., White Plains, N.Y. (Capítulo 3). Keith R. Connor. Black & Veatch, Kansas City, Mo. (Capítulo 24). Gregory L. Crawford. Steel Can Recycling Institute, Pittsburgh, Pa. (Capítulo 15). David A. Dorau. Black & Veatch, Kansas City, Mo. (Capítulo 24). Kenneth Ely. Ely Enterprises, Inc., Cleveland, Ohio (Capítulo 28). Byron Friar. Recycling Consultant, Lake Worth, Fia. (Capítulo 11). Frank G. Gerlock. Camp Dresser and McKee, Inc., Melbourne, Fia. (Capítulo 33). Michael W. Gilmore. Camp Dreser and McKee, Inc., Tampa, Fia. (Capítulo 13). John C. Glaub. EM CON Associates, San José, Calif. (Capítulos 21, 25). R. G. Graham. Resource Integration Systems, Ltd., Toronto, Ont., Canadá (Capítulo 27). Peter L. Grogan. R. W. Beck and Associates, Seattle, Wash. (Capítulo 2). Lisa Wagner Haley. Haley Environmental, Kirkland, Wash. (Capítulo 35). Robert Hauser, Jr. Camp Dresser and McKee, Inc., Tampa, Fia. (Capítulo 8). Tammy L. Hayes. Camp Dresser and McKee, Inc., Tampa, Fia. (Capítulo 13). Richard L. Hlauka. SCS Engineers, Bellevue, Wash. (Capítulo 26). Teresa Han. TIA Solid Waste Management Consultants, Inc., Tampa, Fia. (Capítulo 31). Thomas A. Jones. R. W. Beck and Associates, Waltham, Mass. (Capítulo 29). Richard R. Jordan. The David J. Joseph Company, Cincinnati, Ohio (Capítulos 15, 17). Thomas M. Kaczmarski. Waste Management of North American, Oakbrook, III. (Capítulo 6). xv

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AUTORES

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Steven A. Katz. New England CRINC, Chelmsford, Mass. (Capítulo 34). Liane R. Levetan. Chief Executive Officer, De Kalb (Atlanta) County, Ga. (Capítulo 22). Linda Long. Recycle America, Fort Lauderdale, Fia. (Capítulo 9). Belle Lund. Pompano Beach, Fia. (Apéndice B). Herbert F. Lund. Recycling Consultant, Pompano Beach, Fia. (Apéndices A, B). Kevin McCarthy. CH2M Hill, Bellevue, Wash. (Capítulo 35). Penny McCornack. Environmentalist, Portland, Oreg. (Capítulo 10). Abbie Page McMillan. McMillan Environmental, Inc., Harborside, Maine (Capítulo 5). Lisa Max. Betterworld, Inc., Fort Lauderdale, Fla. (Capítulo 11). Betty Muse. Resource Integration Systems Ltd., Toronto, Ont., Canadá (Capítulo 31). Wayne Pearson. Plastice Recycling Foundations, Kennett Square, Pa. (Capítulo 14). Reuter Recycling of Florida. Pembroke Pines, Fia. (Capítulo 35). Joseph A. Ruiz. Attwoods, Inc., Coconut Grove, Fia. (Capítulo 1). Abdul Mulia Saleh. Camp Dreser and McKee, Inc., Tampa, Fia. (Capítulo 8). Rosario Salvador. Gershman, Brickner & Stratton, Inc., Falls Church, Va. (Capítulo 4). L. T. Schaper. Black & Veatch, Kansas City, Mo. (Capítulo 23). Scott Spring. New England CRINC, Chelmsford, Mass. (Capítulo 34). Barbara Stevens. ECODATA, Westport, Conn. (Capítulo 32). Daniel E. Strobridge. Camp Dresser and McKee, Inc., Tampa, Fia. (Capítulo 33). David C. Sturtevant. CH2M Hill, Bellevue, Wash. (Capítulo 35). Gregg Sutherland. Resource Integration Systems, Ltd., Granby, Conn. (Capítulo 7). Lori Swain. The Solid Waste Association of North America, Silver Spring, Md. (Apéndice A). Edward L. von Stein. CalRecovery Systems, New Haven, Conn. (Capítulo 20). Peter L. Wolfe. Malcolm Pirnie, Inc., White Plains, N.Y. (Capítulo 10). Kim Zarillo. Scientific Environmental Applications, Inc., Melbourne Village, Fia. (Capítulo 9).

Lund, Herbert F.. Manual McGraw-Hill de reciclaje. Volumen I, McGraw-Hill Interamericana, 1996. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/redcraisp/detail.action?docID=4435319. Created from redcraisp on 2018-02-04 18:45:09.

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PROLOGO

El reciclaje está surgiendo en todas partes. Corre por los pasillos de los centros de gobierno y negocios como un tren de mercancías, y no hay forma de pararlo. Las ciudades y los estados, a lo largo del país (Estados Unidos), están aprobando leyes sobre reciclaje tan rápidamente como pueden. Mientras esto se escribe, virtualmente, cada estado del país tiene algún tipo de requisito sobre reciclaje en sus normativas. Actualmente, los propietarios de viviendas y negocios están incorporando el reciclaje a sus actividades diarias, con una velocidad creciente. El reciclaje está destinado a ser una parte permanente del modo en el que gestionamos los residuos de este país, pero será necesario ser pacientes para alcanzar esta meta. No cambiaremos en una noche décadas de prácticas del pasado, ni como sociedad abrazaremos sin reserva una práctica que, en el fondo, no nos ofrece lo que deseamos. Las leyes ya están en vigor, están implantándose programas, la industria está realizando inversiones importantes en plantas y equipos para el reciclaje. Se están desarrollando mercados y, poco a poco, están cambiando los hábitos. Todo esto es positivo, pero será necesario algún tiempo y gastar recursos valiosos. Sin embargo, el sistema básico está estructurándose, y si le damos tiempo, el reciclaje adquirirá un papel permanente e importante en nuestras vidas. Por supuesto, todo esto presupone que lo hagamos bien y que los programas implantados sean eficaces. El mundo del reciclaje ha evolucionado tan rápidamente en los últimos años que mantener el ritmo de los cambios es un reto importante. Y ahí es donde entra este nuevo y valioso libro. En el Manual McGraw-Hill de reciclaje, Herbert Lund ha reunido un compendio de información, procedente de expertos, que cubre todos los aspectos del reciclaje en este país. Aunque, principalmente, este libro va dirigido a todos los profesionales responsables de la planificación, desarrollo y ejecución de los programas de reciclaje, puede ser de gran ayuda para los funcionarios del gobierno local y también para el sector privado. xvii

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PROLOGO

Desde los residuos de jardín hasta los frigoríficos, desde la fijación de objetivos realistas sobre reciclaje hasta la implantación de sistemas de información, este texto proporciona una visión global del estado actual del reciclaje y de a dónde llegará, probablemente, en el futuro. Como nación (EE.UU.), estamos avanzando para hacer del reciclaje una parte permanente de nuestras vidas. Este Manual puede ayudar a realizar esta transición eficazmente.

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WILLIAM D. RUCKELSHAUS

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PROLOGO A LA EDICION ESPAÑOLA

Una buena gestión de los residuos debe favorecer su reciclaje y la utilización de materiales recuperados como fuente de energía o materias primas, a fin de contribuir a la preservación y uso racional de los recursos naturales. De esta manera se daría el adiós definitivo a la sociedad del despilfarro para pasar a una economía del reciclaje. Que un país como los Estados Unidos de América (país representativo del consumismo) haya planteado objetivos de desviación del flujo de residuos del 50 por 100 es un claro ejemplo de este necesario cambio de actitud en la gestión de residuos hacia el futuro. Así, los organismos internacionales, y concretamente la Unión Europea, tienen como prioridades dentro de los programas de acción en materia de medio ambiente promover el reciclaje; por ello, los estados miembros están obligados a tomar medidas para facilitarlo y para fomentar la investigación en este sector. El interés del libro radica en el tratamiento técnico y el desarrollo amplio tanto de la ingeniería ambiental como de la gestión ambiental involucradas en el reciclaje de residuos, área de dominio popular en la que no siempre se aplica un criterio científico. Además, abarca los aspectos de planificación, estudios de mercado, diseño, explotación, gestión, comercialización, legislación y normativas, y presenta enfoques desde el punto de vista local, regional, nacional e internacional. Aunque algunos datos del libro son específicos y útiles para el país de origen (EE. UU.), la exposición de las metodologías de estudio y de solución de problemas puede ser la aportación más importante. Hay que tener en cuenta que las soluciones cambiarán con las condiciones del país, el desarrollo tecnológico futuro y, en suma, con la ley de oferta-demanda, modificada en todo caso con el apoyo social y económico al reciclaje. En este sentido, la presentación de casos reales es muy ilustrativa. Para algunos países de economía menos desarrollada, el copiar de Estados Unidos ha podido producir claros errores históricos. En este caso puede servir para ver el camino ya recorrido por otros países más avanzados, descubrir que ya están de vuelta en muchos aspectos y evitar el viaje de ida y vuelta mejoxix

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PROLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

rando los actuales sistemas. Un ejemplo de esto es la existencia de instalaciones de recuperación de materiales (IRM) y centros de recompra en países desarrollados, y en contraposición, la existencia de chatarreros y traperos en países menos desarrollados o en la historia de los más desarrollados. Creemos que esta obra es una herramienta de gran utilidad para todos los que participan en la gestión de los residuos sólidos, ingenieros ambientales, técnicos de administración, consultores, sociólogos, responsables de la explotación de instalaciones, etc., así como los que participamos en la formación de quienes en el futuro formarán parte de estos grupos, pudiendo constituir para todos ellos un texto de consulta básico. Por último, tenemos que agradecer la colaboración de los miembros del Equipo de Residuos de la Universidad de Cantabria, don Juan José Amieva, profesor titular de Ingeniería Química, y doña María Fantelli, ingeniera química y master en Ingeniería Sanitaria y Ambiental. En el aspecto lingüístico, la colaboración de Christopher Ryas (licenciado en Geogafía por la Universidad de Gales, Colegio de Swansea) y Carmen Santamaría (licenciada en Historia por la Universidad de Cantabria) ha sido inestimable.

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LOS TRADUCTORES

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INTRODUCCIÓN

En nuestro vocabulario han entrado nuevos términos: en acera, preciclaje, no seleccionado, hilera, instalación de recuperación de materiales, tarifa de descarga, PET, RSU, combustible derivado de residuos, costes evitados, control del flujo, etc. El reciclaje no solamente está aquí, sino que también crece rápidamente. Parece que la historia se repite. Hace veinte años, McGraw-Hill editó el Manual para el control de la contaminación industrial, con Herbert F. Lund como editor jefe del libro. Entonces, como ahora, un nuevo fenómeno estaba ante nosotros: el control de la contaminación. Todo el mundo acudió precipitadamente a congresos y seminarios para conseguir pedazos segmentados de información. Era tan nuevo, que la EPA todavía no había nacido. Y no existía ninguna referencia práctica que guiase a los gestores, funcionarios y profesionales. Ante esta necesidad, nosotros ideábamos un formato fuerte en contenidos, para elaborar un manual nuevo, y buscábamos a los mejores expertos disponibles, como autores colaboradores. A comienzos de 1971, McGraw-Hill publicó el libro de referencia, ahora un clásico, Manual para el control de la contaminación industrial. Dos décadas y un año después, nos encontramos en las mismas circunstancias. Un nuevo campo, el reciclaje, se extiende por el país. Ha sido un gigante durmiendo durante muchos años, pero entonces los vertederos se llenaron y comenzaron las clausuras. No había espacio para la evacuación de nuestros residuos sólidos, sólo se podían evacuar hacia arriba, por la chimenea, o hacia abajo, por el suelo. Los residuos peligrosos y tóxicos de los basureros antiguos aparecieron en las aguas subterráneas. Entonces comenzaron las carreras hacia los congresos y seminarios, llegaban desde todas las direcciones. Eran tantas las organizaciones que convocaban congresos, que no había espacio en nuestros calendarios o en nuestros presupuestos para atender a todas. De hecho, durante la tercera semana de agosto de 1990, dos importantes asociaciones organizaron grandes congresos sobre reciclaje en la Costa Oeste: uno en San Diego y otro en Vancouver. xxi

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INTRODUCCIÓN

La historia se repitió y, para el incipiente campo del reciclaje, no había ningún libro de referencia, práctico y único, que sirviese de guía para los directores de obras públicas, funcionarios municipales y profesionales. El editor de McGraw-Hill Hal Crawford y yo nos reunimos en 1989 para empezar de nuevo. El resultado fue el Manual McGraw-Hill de reciclaje, que consideramos como la mejor fuente de información para ustedes. Al igual que en el libro anterior, reuníamos un borrador práctico de temas globales y buscábamos a lo largo del país a los mejores expertos, como colaboradores según la materia de cada capítulo. Todas las empresas consultoras profesionales más importantes han ofrecido su experiencia. Muchos consultores especializados fueron reclutados, también, de forma individual. Nos hemos dirigido a estas empresas para determinar, aproximadamente, cuánto han contribuido a este proyecto en términos de precios de consulta. Con diecisiete empresas consultoras, la totalidad de los precios de consulta sumaba 370.000 dólares. Esta es solamente una parte del valor contenido en este manual sobre reciclaje. Conseguíamos también la ayuda de expertos procedentes de asociaciones profesionales dedicadas a los campos del reciclaje y de los residuos sólidos. Ustedes se podrán fijar en que hay importantes apartados preparados por Plastics Recycling Foundation (Fundación para el Reciclaje de Plásticos), Solid Waste Association of North America (anteriormente GRCDA) (Asociación para los Residuos Sólidos de América del Norte), National Solid Waste Management Association (Asociación Nacional para la Gestión de Residuos Sólidos), Scrap Tire Management Council (Consejo para la Gestión de Neumáticos Usados) y el Steel Can Recycling Institute (Instituto para el Reciclaje de Latas de Acero). Como el Manual para el control de la contaminación industrial, el Manual de reciclaje servirá de puente práctico de comunicaciones entre los expertos del reciclaje y aquellos que somos responsables de la planificación e implantación de los programas. No solamente hemos obtenido talento de consultores y asociaciones profesionales, sino que también hemos contado con la experiencia de las más importantes empresas de recolección y procesamiento de residuos sólidos. En orden alfabético son: Attwoods, Inc.; Browning-Ferris Industries, Inc., y Waste Management of North America, Inc. Nuestra fórmula para presentar la información sobre el reciclaje sigue siendo la del estilo editorial clásico: comenzar con la materia general y después entrar en los detalles. Por lo tanto, y siguiendo el prefacio inspirador de William D. Ruckelshaus, presidente y CEO de Browning-Ferris Industries, Inc., abrimos con la evolución del reciclaje. Joseph Ruiz, Jr., vicepresidente de Attwoods, Inc., nos deleita con una revisión histórica, una visión general y los pronósticos de crecimiento. Esta sección de apertura incluye una evolución legislativa, las características de los residuos sólidos, la fijación de objetivos y prioridades, los sistemas de separación y recolección, las instalaciones de procesamiento, los problemas y soluciones para la comercialización, la planificación y gestión financiera, y concluye con los aspectos psicológicos del reciclaje: por qué una persona recicla y otra no. Posteriormente nos adentramos en los detalles del reciclaje, con una sección entera dedicada a cada uno de los materiales reciclables más importantes:

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INTRODUCCIÓN

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papeles diferentes, latas de aluminio, recipientes de vidrio para bebidas, plásticos, latas de metal y acero, residuos de jardín, bienes de línea blanca, neumáticos, baterías, materiales de construcción y demolición y residuos peligrosos domésticos. En cada uno, el autor discute la recolección, separación, comercialización, reutilización, los costes y los problemas y soluciones. Los detalles adicionales sobre el diseño de las instalaciones y los equipos de reciclaje se cubren en los capítulos sobre centros de recolección selectiva y centros de recompra, estaciones de transferencia e IRM (instalaciones para la recuperación de materiales), procesamiento de los residuos de jardín, equipos para la recolección y procesamiento y la importantísima incorporación del reciclaje en los vertederos e incineradoras. Nada de esto sería significativo si un gestor o municipio no pudiese implantar y controlar el programa de reciclaje. Por esta razón, hemos reunido una sección básica que trata: 1) la planificación e implantación de programas; 2) la realización de programas de concienciación del público para el público; 3) la formación de gestores y del personal en reciclaje; 4) los factores prácticos en el reciclaje, incluyendo las negociaciones y la selección de contratistas, y 5) la obtención de datos y control de costes. Puesto que la calidad de los reciclables es extremadamente importante para los ingresos, hemos añadido un capítulo sobre control de calidad de los materiales. Y el capítulo final presenta casos reales que han sido exitosos a lo largo del país, tanto en municipios pequeños, medianos y grandes como en comunidades rurales. Uno de los secretos para lograr una fuerte referencia práctica es la calidad del material presentado al final del libro. Creemos que el glosario de más de cincuenta páginas y la sección de abreviaturas son el mejor material disponible. Estamos agradecidos por la valiosa sección de apéndices obtenida del banco informático de la SWANA (Solid Waste Association of North America) (Asociación para los Residuos Sólidos de América del Norte). Mi esposa, Belle, y yo hemos empleado un tiempo considerable en la preparación del índice. Este es uno de los elementos claves de un manual. Un índice global es fundamental para asegurar al lector que encontrará lo que busque. Como hicimos hace veinte años en el Manual para el control de la contaminación industrial, hemos referenciado cada tema para asegurarnos de que este Manual de reciclaje se convierta en un libro guía indispensable. H ERB L UND

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Capítulo 1

VISION GENERAL Y CRECIMIENTO DEL RECICLAJE Joseph A. Ruiz, Jr. Vicepresidente de Attwoods, Inc. Coconut Grove, Florida

DEFINICIÓN DE RECICLAJE

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La perplejidad del reciclaje ¿Reciclaje? Es una palabra sugestiva para los que estamos inmersos en temas medioambientales. Pero, ¿qué es? ¿Qué quiere decir? ¿De qué se trata? ¿Quién lo hace? ¿Por qué tengo que hacerlo? Estas preguntas parecen casi sin límite. Algunas tienen respuestas sencillas. Muchas de las respuestas forman parte de una cuestión más compleja. Muchas más aún no tienen respuesta, y otras están todavía en evolución. El solo propósito de enfrentarse a la definición es un asunto cada vez más complejo, ya que casi todas las instituciones gubernamentales, organizaciones comerciales, asociaciones profesionales, académicas y los expertos en el tema intentan definir lo que es. Y como cada uno tiene un objetivo y una perspectiva distinta, tiene también una definición ligeramente diferente. Incluso es difícil buscar de una forma desapasionada una definición que no esté ya encauzada, quizá, por la naturaleza circular del tema. ¿Cuándo empieza o termina el reciclaje? ¿Lo hace alguna vez? ¿El papel reciclado que se usa como materia prima en la fabricación de cartón constituye una materia virgen? ¿Qué pasa con los recortes de cartón fabricados a partir de materiales reciclados? ¿De nuevo son residuos? Si es así, ¿fueron reciclados o no? Quizá se pueda aclarar cualquier definición actual con una mejor comprensión del cómo y el porqué hemos llegado hasta aquí. 1.1

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MANUAL McGRAW-HILL DE RECICLAJE

Lo que es actualmente El reciclaje hoy en día es y debe entenderse como una estrategia de gestión de residuos sólidos. Un método para la gestión de residuos sólidos igual de útil que el vertido o la incineración, y ambientalmente, más deseable. En la actualidad es, claramente, el método de gestión de residuos sólidos ambientalmente preferido.

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El comienzo Los primeros seres humanos no tenían una estrategia de gestión de residuos sólidos en sí, sencillamente porque la existencia de los cazadores-recolectores no la requería. Probablemente, el hecho de no permanecer en un lugar el tiempo suficiente como para acumular una cantidad de residuos importante, y la necesidad de utilizar los escasos recursos al máximo, no originaba ninguna inquietud o acción. Sin embargo, cuando los seres humanos empezaron a asentarse en comunidades permanentes, con mayores concentraciones de individuos y de actividades generando residuos, se puso de manifiesto la necesidad de una gestión de los residuos. Aunque esto se produjese en algunos lugares alrededor del 10000 a. C, en otros ocurría mucho más tarde, e incluso todavía, en algunas partes rurales del planeta con baja densidad de población, causa escasa preocupación. Antes del 500 a. C, Atenas organizó el primer basurero municipal del mundo occidental; los ladrones de basuras fueron obligados a evacuar los residuos, al menos, a una milla de distancia de los muros de la ciudad. Este imperativo se extendió a otros lugares, adelantándose y retrocediéndose los límites según los deseos y habilidades de los gobernantes. Durante la Edad Media, la evacuación de residuos siguió siendo una responsabilidad individual, conmensurada por la falta de autoridad del Gobierno. En 1388, el Parlamento inglés prohibió la evacuación de residuos en las vías fluviales y desagües públicos. Apenas unos años después, en el 1400, las basuras se amontonaban a tal altura fuera de las puertas de París, que interfirieron con las defensas de la ciudad. Se están citando estos ejemplos porque son indicativos del deseo por parte del Gobierno de asumir la responsabilidad sobre este elemento de la salud y seguridad de la comunidad, principalmente, cuando quedaban implicadas otras responsabilidades, tales como el drenaje y la defensa. Este crecimiento de la preocupación gubernamental en temas de salud y seguridad respecto a la evacuación de residuos llevó a la consecución de reglamentos y operaciones adicionales. Para la década de los cuarenta, en el siglo pasado, el mundo occidental empezó a entrar en la Edad de la Sanidad, las condiciones inmundas comenzaron a ser vistas por el público como una molestia, exigiéndose una acción gubernamental para su solución. Los sanitarios, empleados por los gobiernos para tratar principalmente la evacuación de aguas residuales, giraron su atención, cada vez más, hacia los residuos sólidos. La incrementada asunción de la gestión de residuos sólidos por parte de los gobiernos llevó a aproximaciones sistemáticas, incluyendo al «destructor», un

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VISION GENERAL Y CRECIMIENTO DEL RECICLAJE

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sistema de incineración de Nottingham, Inglaterra (1874). En 1885 se construyó la primera incineradora municipal de Estados Unidos, en la isla Governor, Nueva York. La respuesta de los gobiernos siguió incluyendo una amplia variedad de programas innovadores, diseñados para solucionar no solamente elementos específicos del flujo de residuos, sino también prácticas de «pala ancha» en los basureros e incineradoras. Los municipios limpiaban las calles y los ingenieros sanitarios inventaban nuevas tecnologías para reducir los costes y el volumen. Las grasas y aceites fueron recuperados para su reutilización en la fabricación de jabón y velas. Las incineradoras generaron vapor para producir energía y calor. Los trapos, cada vez en mayor medida, fueron utilizados para la fabricación de papel, y el valor inherente de los metales siempre creció en tiempos de guerra hasta niveles lo suficientemente altos como para promover programas públicos de reciclaje. De todas formas, las inquietudes ambientales estuvieron siempre limitadas a la colina más cercana: fuera de la vista, lejos de la mente. El vertido en el mar y en los espacios abiertos de los alrededores de las zonas urbanas seguía siendo ambiental y económicamente aceptable.

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RECICLAJE EN TIEMPOS MODERNOS. EL DESPERTAR DE LAS RESPONSABILIDADES SOBRE RESIDUOS SOLIDOS Solamente después de la Segunda Guerra Mundial, el rápido crecimiento de las poblaciones, el gran incremento del conocimiento científico acerca del ambiente y, más tarde, el concepto de recursos limitados se combinaron para dar una oportunidad real al examen de la naturaleza perjudicial de las prácticas de evacuación terrestre o marítima. La rápida expansión del conocimiento de los impactos, a largo plazo, de la contaminación de las aguas subterráneas y del aire empezó a exigir una mayor regulación de las prácticas de evacuación. En muchas zonas de la nación, la quema a cielo abierto de los residuos sólidos en los basureros y la evacuación en el mar seguían siendo prácticas aceptables bien entrados los años setenta, en este siglo. La incapacidad de los gobiernos locales para tratar estos problemas de gran magnitud provocó rápidamente el interés federal y la asunción de responsabilidades por parte de éste. La primera ley federal relativa a la gestión de residuos sólidos fue el Acta de Evacuación de Residuos (SWDA) de 1965, que autorizó la investigación y proporcionó subvenciones estatales. Tres años después, en 1968, el presidente Johnson comisionó el Sondeo Nacional de las Prácticas Municipales sobre Residuos Sólidos. Esto proporcionó los primeros datos globales sobre residuos sólidos, en base a toda la nación. Dos años después, el Acta de Evacuación de Residuos Sólidos fue enmendada por el Acta de Recuperación de Recursos, y el Gobierno Federal se vio obligado a emitir líneas directrices relativas a la evacuación de residuos. El año 1970 vio también la aprobación del Acta del Aire Limpio, que estableció la autoridad federal competente para combatir el «smog» y la contaminación atmosférica, produciéndose así el cierre de muchas incineradoras

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VISION GENERAL Y CRECIMIENTO DEL RECICLAJE

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de residuos sólidos y la eliminación de la quema a cielo abierto. Significativamente, en el mismo año, 1970, se celebró el primer Día de la Tierra, el 22 de abril, lo que era indicativo de una mayor concienciación ambiental en el mundo, quedando incluido el problema de la evacuación de residuos sólidos. En menos de un año, Oregón se convirtió en el primer estado que aprobaba una ley sobre botellas, creándose de esta forma un precedente para la regulación gubernamental sobre reutilización y reciclaje de partes específicas del flujo de residuos en tiempos de paz, sin el imperativo de una economía de guerra. Aunque para mediados de los años setenta, los 50 estados tenían algún tipo de regulación acerca de residuos sólidos, fue el Acta de Recuperación y Conservación de Recursos de 1976 (RCRA) la que creó el primer papel verdaderamente significativo del Gobierno Federal en la gestión de residuos sólidos. El Acta enfatizó la conservación de los recursos, especialmente la conservación de la energía y el reciclaje como alternativas preferentes para la gestión de residuos sólidos. También se encargaba del programa nacional sobre gestión de residuos peligrosos, reconociendo el efecto perjudicial de los residuos peligrosos tanto para las alternativas de gestión de residuos sólidos como para el ambiente en general. El estímulo del embargo provocado por el petróleo árabe, el Acta sobre la Política Reglamentaria de los Servicios Públicos (1978), que garantizaba los mercados para los pequeños productores de energía, y el RCRA se combinaron para estimular el crecimiento explosivo de las plantas residuos-energía y, en alguna medida, la recuperación del metano como combustible procedente de los vertederos. La prohibición del vertido incontrolado de residuos sólidos, dictada por EPA en 1979, incrementó el atractivo de las plantas residuosenergía por su capacidad para reducir el volumen. Además, generalmente se piensa que las plantas residuos-energía son una forma de reciclar residuos sólidos, ya que éstos se utilizan como combustible para generar energía, convirtiendo así una parte significativa de los residuos en un producto útil. Este punto de vista estaba, y todavía está, apoyado por una demanda continua de energía eléctrica obtenida a partir de fuentes alternativas a los fuel-fósiles. Sin embargo, para otros, incluyendo al estado de Florida, la quema y recuperación de energía a partir de residuos sólidos no se puede considerar reciclaje. Incluso hoy en día el debate continúa, con posiciones tomadas a ambos lados, con la controversia de si se puede considerar o no la producción de energía a partir de residuos sólidos como un reciclaje legítimo. Aunque en un primer momento fueron preferidas a los vertederos, las plantas residuos-energía ya han llegado a ser tan impopulares como aquéllos dentro de las comunidades, que no están dispuestas a cambiar la contaminación de las aguas subterráneas por la contaminación potencial del aire. La crisis sobre la evacuación, provocada por la siempre creciente falta de una capacidad aceptable de evacuación, está ejemplificada por la estimación de EPA, en la que contempla que más de 10.000 vertederos (el 70 por 100 del total) cerraron entre 1978 y 1988. Todas estas consideraciones han provocado una demanda pública y legislativa dirigida hacia el reciclaje como estrategia preferente en la gestión de residuos sólidos, en la actualidad y para el futuro. La disponibilidad del Gobierno para obligar y subvencionar el reciclaje, cuando

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éste sea necesario, ha crecido hasta proporciones enormes. Significativamente, el tema dominante del Día de la Tierra, en 1990, fue el reciclaje.

Definición de reciclaje El reciclaje sigue siendo uno de esos conceptos evasivos sobre el que todo el mundo piensa que tiene una idea clara hasta que empieza a practicarlo. Aunque la mayoría de la gente comprende las tareas necesarias para participar, las sutilezas para la interacción de los sectores públicos y privados, imprescindibles para devolver los materiales a la industria en forma de materias primas y los métodos empleados para hacerlo requieren definiciones que no procedan del lenguaje común y sean elaboradas mediante la ley. Además, del concepto surgen otros términos necesarios para conseguir una implantación total. Los términos materiales reciclables, materiales recuperados y materiales reciclados son importantes para definir el concepto de reciclaje, y generalmente requieren su propia definición a través de diversas regulaciones estatales. Por lo tanto, una definición extraída del diccionario solamente podría transmitir un concepto general de un término que ha sido, y seguirá siendo, definido en las discusiones de comités, negociaciones contractuales y en las legislaciones diseñadas para hacer frente a unas necesidades específicas.

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Percepciones del público Aunque está cambiando rápidamente gracias a las campañas de concienciación, la percepción general acerca del concepto de reciclaje sigue estando limitada, mayoritariamente, a elementos visibles, entre los que se incluyen: programas en acera, centros de reciclaje, etc., y a un vago reconocimiento de que se trata de algo bueno para el medio ambiente, ya que los materiales no van al vertedero o a la incineradora. Esta visión incorpora, además, la exigencia de reciclar una diversidad de materiales que supera lo práctico y económicamente factible en este momento, o una mala comprensión acerca de lo que se puede o no reciclar. Las definiciones legislativas en esta etapa, dentro de la evolución de la legislación que promueve y obliga al reciclaje, generalmente se concentran en aquellos materiales del flujo de residuos que son fáciles de separar y que tienen mercados conocidos, relativamente estables. Por otro lado, estas definiciones ignoran los esfuerzos previamente establecidos por la industria en temas de reciclaje, que estaban basados en las necesidades, puramente económicas, de evitar costes de evacuación y en el valor intrínseco de los residuos industriales derivados de materias primas. Este tipo de definición legislativa se dirige a la promoción de actividades adicionales de reciclaje, en vez de tener en cuenta las consideraciones económicas existentes. La legislación actual se enfoca hacia la promoción del reciclaje de aquellos materiales que no han sido reciclados, bien porque no existen razones económicas para hacerlo o bien porque no son fácilmente visibles para el sector privado de la economía.

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VISION GENERAL Y CRECIMIENTO DEL RECICLAJE

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LOS PORQUÉS DEL RECICLAJE El reciclaje se produce por tres razones básicas: razones altruistas, imperativos económicos y consideraciones legales. En la primera de ellas es evidente que la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos responde a los intereses generales de todo el mundo. En la segunda, el coste evitado para una evacuación de residuos ambientalmente aceptable se ha incrementado tanto que, cuando se combina con otros costes asociados al reciclaje, adquiere sentido, desde el punto de vista económico, el reciclaje de muchos de los materiales. Finalmente, en respuesta a las exigencias del público y a la creciente falta de métodos alternativos para la evacuación, el Gobierno está obligando a reciclar y posibilitando una amplia diversidad de penalizaciones económicas y civiles, además de establecer incentivos para estimular el reciclaje.

CRECIMIENTO El apoyo estatal y federal al reciclaje sigue siendo explosivo y, generalmente, responde a un amplio apoyo y demanda por parte del público. Se trata de una demanda que en muchas instancias ha superado la capacidad de los sectores públicos y privados de la economía para cumplir con los requisitos y/o intentos de legislación. En el ímpetu por obligar al reciclaje, a menudo, se ha ignorado o malentendido el mercado para estos materiales. La entrada del sector público en una actividad bien establecida dentro del sector privado ha creado severos estreses y dificultades para los materiales reciclados dentro del mercado de materias primas. El mercado de materias primas es el lugar donde

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el comercio y la industria consiguen sus materias primas. Es un elemento de la economía tradicionalmente volátil y muy sensible a las relaciones de oferta y demanda de materiales. El crecimiento de la legislación en apoyo del reciclaje creó un estímulo externo que hizo crecer la oferta de papel de periódico en el nordeste de Estados Unidos hasta el punto de provocar una sobrecarga. En 1989, el precio no solamente bajó a cero, sino que también se deprimió adicionalmente cuando las comunidades a las que se había prohibido verter los periódicos recuperados comenzaron a pagar para que se los llevaran. El fenómeno de precios negativos para esta mercancía ocasionó un impacto severo en los programas públicos que anteriormente habían dependido de los ingresos por este material y en los del sector privado implicado en el reciclaje de estos materiales. Sin embargo, este tipo de lecciones han sido útiles y contribuirán a elaborar en el futuro programas mejor planificados y, por lo tanto, más eficaces. Los gobiernos, a todos los niveles, parecen estar dirigiéndose cada vez más hacia una legislación que asegure mercados, creando una demanda para los productos reciclados mediante prácticas de adquisición preferencial. Además, el concepto de incentivo fiscal, para fomentar el reciclaje y el uso de productos que contienen materiales reciclados, sigue ganando en popularidad.

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ALTERNATIVAS DEL PROGRAMA ________________________ Si se quiere reciclar por motivos altruistas o porque «la ley nos obliga», hay diversas alternativas disponibles para el reciclaje. Aunque cada alternativa se discute detalladamente en otros capítulos, una cuestión central que debe tenerse en cuenta es que no existe una alternativa única que proporcione todas las respuestas. Probablemente no hay ninguna alternativa única que sea la mejor para todo el mundo. Sin embargo, existe una alternativa o combinación de alternativas que puede ser mejor para todo el mundo cuando se hace una cuidadosa evaluación sobre lo que hay disponible para hacer frente a unas necesidades y circunstancias específicas. El debate sobre el reciclaje ha evolucionado hacia varias configuraciones amplias, para las que se pueden encontrar rápidamente ejemplos que están funcionando en la actualidad. La innovación, la creatividad y el sentido práctico proporcionan muchas variaciones. Los establecimientos comerciales y los residentes pueden participar en el reciclaje separando materiales antes de que éstos se mezclen con los residuos. En estos programas, los materiales reciclables se mantienen separados mediante diversos recipientes, bien en casa o en el lugar de trabajo. A intervalos apropiados se colocan para su recolección o se llevan hasta las instalaciones centralizadas de recolección y/o procesamiento. Recolección en acera Normalmente, las casas unifamiliares se sirven con programas en acera. Estos programas pueden requerir que se utilicen uno o más contenedores para

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VISION GENERAL Y CRECIMIENTO DEL RECICLAJE

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separar y almacenar los materiales reciclables que se desvían del flujo normal de residuos. Se puede modificar el tipo y el número de contenedores, según la diversidad de los materiales recolectados y el grado de separación deseado. El diseño, la capacidad y la construcción de los contenedores también puede modificarse. Algunos programas proporcionan los contenedores y otros no. Los contenedores pueden ser de plásticos rígidos especiales, bolsas de papel o plástico, o incluso los materiales se pueden embalar o contener a discreción por los propios individuos.

Recolección comercial Se emplean también programas similares para los bloques de viviendas multifamiliares y los establecimientos comerciales. Sin embargo, por sus propias necesidades, estos programas no incluyen la recolección en acera. Los materiales reciclables deben ser colocados en contenedores especializados, del tipo de los que se utilicen normalmente en estos puntos de recolección. Por lo tanto, si a un bloque de viviendas multifamiliar se le sirve como si se tratase de una casa unifamiliar, entonces se le podría servir de igual forma en el servicio de reciclaje. Similarmente, si en la recolección de residuos es tratado como un establecimiento comercial, entonces probablemente requerirá un servicio de reciclaje parecido.

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¿No seleccionado o separado en origen? En las aplicaciones domésticas y comerciales, el grado de separación puede variar significativamente. Se puede permitir o exigir que los materiales no se seleccionen mucho, si después de la recolección se va a utilizar una instalación centralizada de procesamiento donde los materiales no seleccionados puedan ser separados. Incluso, si no hay una instalación centralizada de procesamiento disponible, se puede permitir que las casas individuales no seleccionen los materiales, siempre y cuando se utilice un método de recolección en el que los materiales sean seleccionados en el propio camión (Fig. 1.4). Este método requiere que el operario separe manualmente los materiales en los contenedores y que mantenga éstos separados en los vehículos de recolección hasta su entrega a los mercados o a las instalaciones intermedias de procesamiento.

Instalaciones para la recuperación de materiales El uso de instalaciones para la recuperación de materiales (IRM) en los programas domésticos sin selección está ganando popularidad rápidamente (Fig. 1.5). Los programas con recolección no seleccionada utilizados en bloques

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VISION GENERAL Y CRECIMIENTO DEL RECICLAJE

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de viviendas o en establecimientos comerciales pueden permitir métodos de recolección eficaces, donde el espacio para la localización de los contenedores quede limitado.

Centros de recolección selectiva y centros de recompra La participación voluntaria en los programas de reciclaje, a menudo, está relacionada con la facilidad con la que un individuo puede participar. Por lo tanto, a los centros de recolección selectiva que dependen de motivaciones altruistas se les añade un grado de inconveniencia que puede conducir a una reducción de la participación. Estas localizaciones centralizadas, donde se recolectan los materiales reciclables, son fáciles y menos caras de implantar que los programas en acera. Son especialmente eficaces en zonas donde no se requiere o no se puede disponer de una recolección regular de residuos. Los centros de recompra ofrecen a los que participan todos los beneficios de los centros de recolección selectiva y los incentivos procedentes de los beneficios monetarios. Sin embargo, son más caros de operar, porque necesitan personal, hay que asegurarlos y es preciso manipular dinero en metálico. Los residuos se pueden también recolectar y segregar por categorías más amplias antes del reciclaje, como, por ejemplo, húmedos o secos, putrescibles o no putrescibles, residuos domésticos o residuos de jardín, etc. Se puede reciclar en una cantidad mayor o menor, incluso si están mezclados.

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El reciclaje en las instalaciones residuos-energía Las instalaciones residuos-energía, cada vez más, emplean sistemas de separación para recuperar materiales reciclables no orgánicos. El grado y el tipo de recuperación del material depende, principalmente, de si ésta tiene lugar antes o después de la incineración. La recuperación de materiales después de la incineración, conocida como sistema terminal, se utiliza frecuentemente con las instalaciones residuos-energía de quemado en bruto. Este sistema puede recuperar un alto porcentaje de metales férreos y no férreos mediante el uso de una tecnología sencilla. Aunque la calidad y cantidad de los materiales recuperados puede disminuir, los sistemas terminales pueden ofrecer una adaptación relativamente barata para las instalaciones existentes. Los sistemas de separación primaria, que separan los materiales reciclables antes de la incineración, son utilizados en las instalaciones que preparan combustible derivado de residuos mediante separación de la fracción inorgánica de los residuos antes de la incineración. Después, estos materiales se reciclan, o cuando no existen mercados, se vierten con otros materiales no procesables. Aunque hay muchas tecnologías y diseños de sistemas primarios disponibles, son todos más complejos y, por lo tanto, más caros de construir y operar que los sistemas terminales. Sin embargo, ofrecen más posibilidades de recuperar materiales en una mayor variedad y con más alta calidad.

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Compostaje Las metodologías y tecnologías utilizadas para la separación de materiales a partir de residuos sólidos mezclados pueden usarse también en la preparación de compost. Durante mucho tiempo, el compostaje de los residuos mezclados, aclamado como la solución para el problema de los residuos sólidos, sólo ha tenido un éxito limitado. Aunque es fácil de realizar a escala pequeña, su éxito se ha visto entorpecido por la falta de mercados y de aplicaciones a gran escala. En los últimos tiempos, el compost producido a partir de residuos mezclados ha caído en desgracia para algunos grupos ecologistas, ya que afirman que desanima a otros tipos de reciclaje. Incluso se ha prohibido su utilización en algunos estados, debido a las potenciales consecuencias negativas de algunos de los contaminantes, como, por ejemplo, metales pesados, que puedan estar presentes en el compost fabricado a partir de residuos mezclados. En el futuro serán necesarios grados mayores de separación de metales y de otros contaminantes para lograr un compostaje exitoso de los residuos mezclados. Los programas para el compostaje de residuos de jardín limpios y de otros materiales homogéneos presentan un mejor porvenir. Aunque todavía se encuentran limitados por falta de mercados, disfrutan de un éxito mayor.

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RESUMEN____________________________________________ Todos los métodos de recolección y procesamiento son tecnologías que tienen sus ventajas y sus limitaciones. No hay una respuesta o solución única. El reciclaje, en la forma en que se realice, es y debe ser parte de las estrategias de una gestión integral de residuos sólidos. Cuando se compara con los riesgos ambientales asociados al vertido o a la incineración, el reciclaje se presenta como la estrategia preferente para la gestión de los residuos sólidos.

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Capítulo

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS Peter L. Grogan Director de Recuperación de Materiales de R. W. Beck and Associates Seattle, Washington

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INTRODUCCIÓN Desde Maine hasta Hawai, la prensa legislativa ha estado produciendo montañas de legislación nueva sobre reciclaje y reducción. Existen leyes globales que ya están en vigor en 41 estados y en el distrito de Columbia. El objetivo más conservador, para los estados que han fijado objetivos de reducción de residuos, es del 25 por 100. Algunos estados, incluyendo Washington, Nueva York, Maine, Iowa, Indiana y California, han fijado objetivos de reducción del 50 por 100. La legislación sobre el reciclaje de residuos sólidos está llevando a la creación de una nueva infraestructura para la realización de los servicios. Hasta ahora, 4.000 ciudades han implantado programas domésticos de recolección en acera, incluyendo a seis de las 10 ciudades más grandes de la nación. A principios de 1992, más de doscientas instalaciones para la recuperación de materiales estaban en funcionamiento en Estados Unidos. Estos servicios son proporcionados por los gobiernos locales y el sector privado. Algunos gobiernos locales han desarrollado su propia legislación para la reducción de residuos y, en algunos casos, para obligar a la provisión de servicios y a la participación de los ciudadanos. El Gobierno Federal ha comenzado a desarrollar una legislación sobre la reducción de residuos como parte de la reautorización del Acta de Recuperación y Conservación de Recursos, que probablemente fijará un objetivo de reducción de residuos para los estados que no tengan aún tales objetivos. 2.1

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2.2

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Los resúmenes siguientes ofrecen una visión general de las leyes federales, la legislación en 16 estados y las aproximaciones reglamentarias de diversas ciudades y municipios.

LEGISLACIÓN FEDERAL________________________________ La legislación sobre reciclaje ha sido ley nacional desde el Acta Nacional de Política Ambiental (NEPA), 1970, que se centra en la responsabilidad del Gobierno a la hora de procurar el mantenimiento de la armonía entre la población y el medio ambiente. La Sección 4.331a) declara que:

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Es política continua del Gobierno Federal, en cooperación con los gobiernos estatales y locales y otras organizaciones públicas y privadas, utilizar todos los medios y métodos prácticos de una forma calculada, incluyendo la ayuda financiera y técnica, para fomentar y promocionar el bienestar general, crear y mantener las condiciones bajo las cuales el hombre y la naturaleza puedan coexistir en armonía productiva y cumplir con los requisitos sociales, económicos, así como otros, de las generaciones americanas presentes y futuras. Desde 1970, uno de los mandatos generales del Congreso ha sido el mantenimiento del delicado balance de nuestro medio ambiente. La Sección 4.331b) declara que también es responsabilidad del Gobierno Federal: «... 6) aumentar la calidad de los recursos renovables y aproximarse al reciclaje óptimo que se pueda obtener a partir de los disminuidos recursos.» La Sección 4.331 se dirige también hacia la responsabilidad continua del Gobierno para actuar como «fiduciario del medio ambiente», utilizando «todos los medios posibles». Reaccionando a las demandas del público y a la realidad del problema en la evacuación de residuos sólidos, el Congreso ha empezado a prestar más atención a la reducción y al reciclaje de residuos. En los últimos dos años se ha promocionado una gran cantidad de legislación sobre la reducción y el reciclaje de residuos. La legislación propuesta proviene directamente de las responsa bilidades redactadas en el NEPA de 1970. En enero de 1990 se introdujeron en el Senado 50 propuestas de ley relativas a cuestiones de reciclaje. A continuación se presentan resúmenes de algunas de las más importantes. En 1976, el Congreso aprobó el Acta de Recuperación y Conservación de Recursos (RCRA). El RCRA enfatizó, aún más, la conservación del ambiente mediante las siguientes prioridades: reducción de residuos, reciclaje, recuperación de recursos y vertido. Aunque el RCRA se aprobó como una legislación global para la gestión de residuos sólidos, su enfoque principal se ha dirigido a la gestión de residuos peligrosos. Actualmente, el RCRA se ha reautorizado y se han introducido numerosas propuestas de ley que priman la reducción de residuos y el reciclaje. En la Cámara Baja, el representante Thomas A. Luken propuso la HR 3.735, Acta para la Gestión de Materiales Residuales, en 1989. El senador Baucus propuso al Senado el proyecto de Ley 1.113. Ambos proyectos de ley se centran

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

2.3

en cuestiones relativas a la gestión de los residuos sólidos no peligrosos y son similares en sus propuestas acerca de la reducción de residuos y reciclaje. Ambos se ofrecen como proyectos de ley para enmendar el Acta de Evacuación de Residuos Sólidos (SWDA), frecuentemente llamada Acta de Recuperación y Conservación de Recursos (RCRA). En el CI Congreso se introdujeron casi setenta proyectos de ley sobre cuestiones relativas a residuos sólidos; es probable que los proyectos de ley de Luken y Baucus sirvan como base para una legislación de reautorización del Senado y de la Cámara Baja. Si se adoptan, los estados estarán obligados a presentar planes globales sobre la gestión de residuos sólidos, exponiendo las estrategias de gestión y reducción de residuos para las próximas dos décadas. Ambas legislaciones exigen objetivos intermedios del 25 por 100. Dentro de diez años, aproximadamente, será necesaria una tasa de reciclaje del 50 por 100. Ambos proyectos obligarán a EPA a establecer un centro distribuidor para recolectar y diseminar la información sobre reducción y reciclaje de residuos. También se establecería una consejería sobre productos y envases, para estudiar la reducción de residuos en los productos de consumo y sus envases. Se exigiría también el reciclaje de las baterías acidas de plomo y del aceite de motor. Actualmente, ambos proyectos de ley están en revisión. Otros proyectos de ley tratan las posibilidades de imponer impuestos al uso de materiales vírgenes y de obligar al etiquetamiento de los recipientes de plástico. Varios hacen frente al porcentaje del contenido reciclado en el papel de periódico, aceite de lubricación, plásticos y neumáticos. Una de las publicaciones de EPA, The Solid Waste Dilemma: An Agenda for Action (El dilema de los residuos sólidos: una agenda para la acción), trata el objetivo de EPA referente a la gestión del 25 por 100 de los residuos sólidos urbanos de Estados Unidos mediante la reducción en origen y el reciclaje. Aunque el objetivo del 25 por 100 no es ley federal, EPA proporciona recomendaciones para conseguir dicho objetivo. EPA ha publicado numerosos informes acerca de la reducción en origen y el reciclaje. En las regulaciones federales propuestas en el Acta del Aire Limpio, EPA propuso que se obligase a reducir en un 25 por 100, mediante reciclaje y compostaje, la cantidad de las basuras que se queman en las incineradoras de residuos-energía. EPA contempla este plan como una forma de conseguir la reducción de las emisiones de sustancias tóxicas, la reducción de la cantidad de cenizas que se vierten y promocionar su objetivo de reducción de los residuos en un 25 por 100. Además, en estas instalaciones no se podrían quemar las baterías acidas de plomo. El Consejo de la Presidencia para temas de Competitividad, presidido por el vicepresidente Quayle, rechazó la legislación propuesta. La legislación nacional sobre reducción de residuos y reciclaje está en camino. Y esto por muchas razones, entre las que se incluye la necesidad de una acción federal que promocione el desarrollo de mercados para los materiales reciclados. La oposición local, organizada contra la evacuación en tierra de residuos sólidos, será un factor importante para la legislación federal futura. La cuestión del transporte interestatal en la evacuación de residuos sólidos ha creado también inquietudes a nivel estatal que precisarán de una acción federal. El Gobierno de la nación probablemente proporcionará autoridad

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2.4

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legislativa, para la reducción de residuos, a algunos estados rurales que todavía no han desarrollado una legislación agresiva en temas de reducción de residuos.

LEGISLACIÓN ESTATAL ________________________________ Muchos estados han estado estudiando activamente el problema de los residuos sólidos y han desarrollado soluciones que incluyen: reciclaje, compostaje y reducción de residuos. Estos estados se han movilizado agresivamente para desarrollar y financiar programas que reduzcan el flujo de residuos sólidos. Estas leyes se diseñan para cambiar el comportamiento individual de cada ciudadano en temas de gestión de residuos sólidos (Tablas 2.1 a 2.4, ambas incluidas). El ímpetu que condujo a la elaboración de leyes fue, en muchos casos, la falta de espacio disponible en los vertederos, el síndrome del no-en-mi-patio (NEMPA), la escalada de costes en la evacuación de residuos y las consecuencias ambientales de la evacuación. Algunos estados han realizado réplicas de fragmentos de leyes de otros estados que han desarrollado soluciones viables. A continuación se presenta un resumen de las leyes existentes en 16 estados.

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California En 1989, el estado de California aprobó 17 proyectos de ley relacionados con la gestión y reducción de residuos sólidos mediante reutilización, reciclaje y compostaje. Un proyecto de ley —proyecto de Ley 939 de la Asamblea— creó la Dirección para la Gestión de Residuos Sólidos, cuyos seis miembros deberán supervisar el desarrollo y la implantación de los planes de condado relativos a la gestión integral de residuos. Las provisiones generales de la nueva ley promocionan las siguientes prácticas en la gestión de residuos, por orden de prioridad: 1. Reducción en origen. 2. Reciclaje y compostaje. 3. Transformación ambientalmente aceptable y evacuación en tierra ambientalmente segura. «Transformación», según la definición dada por la legislación de California, significa incineración, pirólisis, destilación, gasificación o conversión biológica, que no sea compostaje. Antes de julio de 1992, cada ciudad tenía que preparar un plan de residuos sólidos acorde con la jerarquía arriba mencionada. El programa estatal pone su énfasis en la implantación e incluye lo siguiente: 1. 2. 3. 4. 5.

Un componente de caracterización de residuos. Un componente de educación en origen. Un componente de reciclaje. Un componente de compostaje. Un componente de capacidad de las instalaciones de residuos sólidos.

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6. 7. 8. 9.

2.5

Un componente de educación e información al público. Un componente de financiación. Un componente de residuos especiales. Un componente de residuos domésticos peligrosos.

La ley obliga a que la ciudad o condado desvíe el 50 por 100 de su flujo de residuos para enero del año 2000 mediante reducción en origen, reciclaje y compostaje. El objetivo intermedio es del 25 por 100 para 1995. El proyecto de Ley 1.221 del Senado subió la tarifa de reembolso existente en el proyecto de Ley 2.020 de la Cámara Baja, con el fin de mejorar los porcentajes de reembolso. El proyecto de Ley 4 de la Cámara Baja estimulará el mercado de los productos reciclados, mediante la fijación de preferencias de adquisición para los materiales reciclados en todas las agencias estatales. Para incrementar la demanda de productos reciclados, el proyecto de Ley 1.305 de la Cámara Baja obliga a que los demandantes de papel de periódico —las editoriales— incrementen el contenido de papel reciclado hasta un 25 por 100 para 1991. Una serie de subidas posteriores conducirán a un contenido obligatorio de hasta el 50 por 100 para enero del año 2000. El estado también introdujo una multa de 1.000 dólares por cada violación de la ley como medida impositiva. Esta acción dependerá de que las existencias de material reciclado cumplan con las normativas de calidad especificadas, así como de que tengan un precio competitivo. El proyecto de Ley 432 del Senado —proyecto de Ley 1.308 de la Cámara Baja— creó créditos sobre los impuestos para fomentar la inversión del sector privado. Los créditos sobre los impuestos, de hasta un 40 por 100, alientan a la compra de la maquinaria que se emplea para la fabricación de productos elaborados a partir de materiales reciclados. El crédito tiene un tope de 250.000 dólares para cada pieza de equipamiento, y caduca a partir de noviembre de 1994. Una legislación adicional crea una tarifa de evacuación de 25 centavos para los neumáticos, con el fin de promover la recuperación de los mismos; al mismo tiempo, otro proyecto de ley obliga a la codificación de todos los recipientes de plástico rígido para 1992. Connecticut Connecticut adoptó una nueva aproximación para desarrollar los mercados de reciclaje en el proyecto de Ley 6.641 de la Cámara Baja, vigente desde el 1 de octubre de 1990. Las editoriales de periódicos en Connecticut, incluyendo a todas aquellas con una tirada estatal diaria de más de 40.000 copias, están obligadas a utilizar papel de periódico destintado. La nueva ley define «destintado» como el papel de periódico que contiene, por lo menos, un 40 por 100 de papel posconsumidor reciclado. Los periódicos deben usar un 20 por 100 de papel destintado para 1993 y un 90 por 100 para 1998. Las editoriales disponen de dos años para cumplir el requisito. A partir de entonces, el Departamento de Protección Ambiental (DEP) del estado puede liberar a las editoriales de su obligación, si se comprueba que no existen cantidades suficientes de papel de

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2.9

2.10

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TABLA 2.2. Objetivos estatales de reciclaje Estado

Objetivos de reciclaje (%)

Año

Alabama Arkansas California Connecticut Distrito Florida Georgia Hawai Illinois Indiana Iowa Kentucky Louisiana Maine Maryland Massachusetts Michigan Minnesota Mississippi Missouri Montana

25 30,40 25, 50 37 20 30 25 25, 50 25,25 35, 50 25, 50 25, 50 25 25, 50 15,20 23,46 30 35 25 40 25

1995 1995, 2000 1995, 2000 2010 1991 1994 1996 1995, 2000 1997*, 2000† 1995, 2000 1994, 2000 1994, 2000 1992 1992, 1994 1992, 1994 1992, 2000 2005 1993 1996 1998 1996

Estado Nebraska Nevada New Hampshire Nueva Jersey Nuevo México Nueva York Carolina del Norte Ohio Oregon Pennsylvania Rhode Island Carolina del Sur Dakota del Sur Tennessee Tejas Vermont Virginia Washington West Virginia Wyoming

Objetivos de reciclaje (%) 25, 50 25 40 60 25 50 25,40 25 50 25 15 25 25, 50 25 40 40 10, 25 50 20, 50 10, 30

Año 1994, 2000 1994 2000 1995 1995 1997 1993, 2001 1994 2000 1997 (Sin año) 1997 1996. 2000 1995 1994 2000 1991, 1995 1995 1993, 2000 1991, 1993

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* Población mayor de 100.000 habitantes. † Población menor de 100.000 habitantes. Fuente: Asociación Nacional para la Gestión de los Residuos Sólidos.

periódico destintado a precios comparables con los del papel virgen. El proyecto de ley crea también un grupo de trabajo, con representantes del gobierno y de la industria, para ayudar a los periódicos en el acatamiento de la ley. La ley de envases de Connecticut contiene diversas provisiones, además de las obligaciones sobre el contenido reciclado. Fija un objetivo de mantenimiento de la tasa per capita en la generación de residuos sólidos, y obliga al DEP a que desarrolle un plan de reducción en origen para cumplir este objetivo. El DEP regulará los envases para incrementar su reciclabilidad y su contenido reciclado, reducir el volumen, el peso y la toxicidad de los materiales de envase. A partir de julio de 1993 se prohíben los productos de consumo que contengan pilas no separables de cadmio-níquel (recargables) y se obliga a los municipios a que las reciclen. Las tiendas que utilizan bolsas de plástico tendrán también que ofrecer bolsas de papel a sus clientes e informarles de la posibilidad de elección. El Departamento de Servicios Administrativos desarrollará y pondrá en marcha un plan para reducir el uso de productos desechables. El DEP desarrollará un programa para la educación del público acerca de la reducción de residuos, pagado mediante una asignación de un millón de dólares procedente del Fondo Fiduciario estatal para el reciclaje. La legislación de Connecticut sobre envases aumenta la financiación del Fondo Fiduciario estatal para el reciclaje, mediante la imposición de una tarifa de un dólar por tonelada para la evacuación de residuos. El fondo cubrirá los

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

2.11

TABLA 2.3. Prohibiciones estatales de evacuación

a

Las prohibiciones de evacuación sobre los residuos de jardín sólo se aplican a las hojas. Pilas de cadmio-níquel. Escombros de construcción y demolición. d Pilas de celda seca que contienen electrodos de óxido mercúrico u óxido de plata, de cadmio-níquel o acidas de plomo selladas. Residuos mezclados, no procesados en zonas metropolitanas. e Material reciclable que ya ha sido separado. f Si los municipios no certifican la existencia de un programa «eficaz» de separación en origen, se ha prohibido la evacuación de los siguientes materiales: aluminio, plástico, recipientes de acero y vidrio, papel y cartón ondulado, envases de espuma de poliestireno, revistas, papel de periódico y papel de oficina. Fuente. Asociación Nacional para la Gestión de los Residuos Sólidos. b

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c

costes administrativos y los costes de estudios y subvenciones. En julio de 1987, mucho antes del proyecto de Ley 6.641 de la Cámara Baja, Connecticut aprobó la legislación sobre el reciclaje obligatorio. El proyecto de Ley 5.686 fijó el objetivo de reciclaje estatal en el 25 por 100 para 1991. El DEP dividió el estado en 15 regiones; cada una sería servida por una IRM. Se exigió a los municipios, para 1991, que aprobasen normativas que obligaran al reciclaje, y llevasen sus residuos separados en origen a su IRM regional. Los residentes reciclarán cajas viejas de cartón ondulado, periódicos, papel de oficina, chatarra metálica, baterías de vehículos, aceite usado de motor y residuos de jardín. La ley de Connecticut relativa al reciclaje obligatorio creó también un Fondo Fiduciario para el Reciclaje de Residuos Sólidos Urbanos de 13 millones de dólares, financiado con dinero procedente del sobreprecio del aceite y de asignaciones concedidas por la legislatura. Actualmente, nueve regiones han desarrollado o están desarrollando planes para IRM. En Groton, Connecticut, ya hay una IRM funcionando. Dos regiones rurales han elegido una aproximación alternativa a las IRM: seleccionarán los materiales en los vehículos de recolección.

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2.12

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2.13

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Florida El proyecto de Ley sobre Gestión de Residuos Sólidos del estado de Florida de junio de 1988 —proyecto de Ley 1.192 del Senado— es una de las piezas más valientes, hasta la fecha, de legislación estatal sobre reciclaje obligatorio. Además de establecer un objetivo de reducción de residuos-reciclaje del 30 por 100 para 1994, el proyecto de ley prohíbe el uso de ciertos materiales no biodegradables para la fabricación de envases y prohíbe la evacuación de algunos residuos especiales en vertederos y en instalaciones residuos-energía. El proyecto de Ley 1.192 del Senado fija directrices para los gobiernos locales y fomenta la creación de autoridades regionales para los temas de residuos sólidos. Los condados son los responsables de desarrollar e imponer sus propios programas de reciclaje, mediante procesamiento centralizado o recogida en acera. Se deben separar del flujo de residuos los siguientes artículos: periódicos, vidrio, botellas de plástico, latas de metal, baterías acidas de plomo, neumáticos, aceite usado y residuos de jardín. Los neumáticos enteros, el aceite usado y las baterías acidas de plomo están prohibidas en los vertederos. Los bienes de línea blanca y los escombros procedentes de las actividades de construcción y demolición deben ser separados y reciclados cuando sea posible, pero deben evacuarse solamente en lugares especiales, y junto con los neumáticos y los residuos de jardín, no pueden superar la mitad de los residuos que deben separarse para cumplir con el objetivo de reducción del 30 por 100. La ley prohíbe los recipientes de bebidas con anillas metálicas separables y los recipientes que se conectan mediante anillas de plástico separables u otros conectores, siempre y cuando los conectores no se biodegraden dentro de un período de ciento veinte días. Durante los próximos años se prohibirán los materiales que contengan clorofluocarburos totalmente halogenados y las bolsas de plástico para productos de consumo, si éstas no se fabrican con un material que se degrade en un período de ciento veinte días, y así sean etiquetadas. Se prohibirá la espuma de poliestireno y los envases para comida elaborados con papel satinado, si no se biodegradan en doce meses. También se obligará a la codificación de los recipientes de plástico según el tipo de resina. Estos mandatos requieren que los gobiernos locales cambien significativamente sus prácticas de gestión de residuos sólidos en un período de tiempo relativamente corto. Para ayudar a los condados en la implantación del programa, Florida creó un nuevo Fondo Fiduciario para la Gestión de Residuos Sólidos dentro del Departamento de Regulación Ambiental. El fondo está formado por dinero, aún sin destinar, procedente de la recaudación de impuestos sobre ventas y de cuotas de registro de negocios, de los fondos del sobreprecio en el aceite y de tarifas de evacuación adelantadas para aquellos artículos considerados como contribuidores importantes al problema de los residuos sólidos. Se espera que los fondos sumen 25 millones de dólares anualmente. La tarifa sobre la evacuación de papel de periódico impone un precio de 10 centavos/tonelada para el papel de periódico consumido. Frente a esta tarifa, se da un crédito de 10 centavos/tonelada por el uso de papel de periódico reciclado.

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2.14

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Se han preparado tarifas de evacuación adelantadas para recipientes fabricados con plástico, vidrio, aluminio y papel forrado de plástico, pensando en su implantación para julio de 1992 si estos materiales no se están reciclando en un 50 por 100. Puede imponerse un precio de un centavo por recipiente si no se ha llegado a la tasa de reciclaje del 50 por 100. Las agencias estatales comenzarán los programas de reciclaje y utilizarán los materiales compostados cuando sea factible. El Departamento de Educación desarrollará directrices dentro del sistema educativo estatal, y el Departamento de Transporte extenderá el uso de los materiales recuperados en los programas de construcción y buscará nuevas formas de utilización de estos materiales en los proyectos de pavimentación. Son muchos los condados que han finalizado sus planes de reducción y reciclaje de residuos, y muchos ya han comenzado a implantarlos. A mediados de 1992, el estado se encontraba en un proceso de actualización de la ley.

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Indiana Con el proyecto de Ley 1.240 de la Cámara Baja, firmado por el gobernador en marzo de 1990, el estado de Indiana fijó unos objetivos para la reducción en la cantidad de residuos sólidos vertidos o incinerados de un 35 por 100 para antes de 1996 y de un 50 por 100 para el 2001. La reducción en origen, el reciclaje y otras alternativas de gestión de residuos sólidos son preferentes frente al vertido y la incineración. A partir del 1 de enero de 1996 se cobrará una tarifa de 50 centavos/tonelada por residuo evacuado o incinerado en el estado. A los residuos sólidos generados fuera de Indiana se les cobrará mediante una tarifa variable, ajustando las tarifas de descarga con la instalación de evacuación más cercana a la zona donde se generaron los residuos. Hay opositores a este plan y los tribunales decidirán. La tarifa mínima para los residuos sólidos de fuera del estado será de 50 centavos/tonelada. Los ingresos generados mediante esta tarifa se depositarán en el fondo estatal para la gestión de residuos sólidos. El proyecto de ley exige que los condados formen distritos para la gestión de los residuos sólidos. Los condados pueden formar sus propios distritos o unirse con otros. Los distritos son los responsables del desarrollo y de la implantación de unos planes de gestión de residuos sólidos que proporcionen una aproximación integral. La financiación para la administración y el desarrollo de los planes puede obtenerse mediante tarifas en las instalaciones de evacuación final del distrito. La Dirección para el Desarrollo del Reciclaje y la Energía en Indiana se creó mediante esta legislación. La Dirección está formada por 13 miembros, que trabajarán en la creación de mercados para los productos fabricados a partir de materiales reciclados. La Dirección para la Gestión de Residuos Sólidos es responsable de la adopción de normas que prohíban la evacuación de materiales reciclables en una instalación de evacuación final. Determinará también una fecha a partir de la cual se prohibirá, o se restringirá lo más posible, la evacuación de reciclables.

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2.15

El Fondo para la Promoción y el Apoyo al Reciclaje se ha establecido y financiado con apropiaciones del Fondo para la Gestión de Residuos Sólidos y con otras fuentes. La Dirección puede emplear el dinero para conceder préstamos que favorezcan el establecimiento y la expansión de los negocios dedicados al reciclaje, así como para conceder ayudas a los fabricantes en la adaptación del equipamiento que será utilizado para reciclar o reutilizar materiales secundarios. La junta está autorizada a subvencionar proyectos de investigación y desarrollo que impliquen temas de reciclaje. El Departamento de Gestión Ambiental es el encargado de desarrollar los programas educativos, relativos a los beneficios del reciclaje, para estudiantes, consumidores y empresas.

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Louisiana En septiembre de 1989 se puso en vigor el proyecto de Ley 1.199 de la Cámara Baja del estado de Louisiana. El proyecto de ley sobre residuos sólidos y reciclaje fijó el objetivo de reducción del flujo de residuos sólidos estatal en un 25 por 100 para antes de finalizar el año 1992. Cada condado, junto con los municipios más importantes, proporcionará un plan de gestión de residuos sólidos que cumpla el objetivo del estado. Las agencias estatales adquirirán bienes reciclados siempre que sea posible. Las instalaciones para la gestión de residuos sólidos, si es necesario para cumplir los objetivos estatales, proporcionarán centros de recogida selectiva destinados a los materiales reciclables. El proyecto de Ley 1.199 de la Cámara Baja encarga al Departamento de Calidad Ambiental (DEQ) la concesión de permisos y el establecimiento de normas que fomenten el reciclaje. El DEQ creará una lista de los materiales reciclables y revisará anualmente las tecnologías, los mercados y los costes materiales del reciclaje. También desarrollarán e implantarán programas de educación pública, e informarán acerca de las empresas de reciclaje estatales, para ajustar los materiales recuperados a los mercados. La financiación inicial para los programas y actividades del proyecto de Ley 1.199 de la Cámara Baja vendrá de 2,5 millones de dólares procedentes de los sobreprecios del aceite. Las instalaciones para la gestión de residuos sólidos pueden imponer un recargo sobre la evacuación, reciclaje, procesamiento o almacenamiento de residuos sólidos. La mitad de los fondos se dedicará directamente a los programas de reciclaje organizados por los gobiernos locales, y la otra mitad servirá de apoyo estatal para las actividades locales y la educación sobre el reciclaje realizada en todo el estado. El DEQ ha establecido directrices para los usos y las tasas de aplicación de los productos de compost y ha determinado unas normativas de producto para las diversas aplicaciones de esta sustancia. También inició un sistema de permisos para los lugares de recolección del aceite usado y desarrolló programas de incentivos que estimulasen la reutilización, reciclaje y comercialización del aceite usado. La prohibición de la evacuación del aceite usado, de los neumáticos usados, de los bienes de línea blanca y de las baterías acidas de

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2.16

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plomo estaba proyectada para 1991. El proyecto de Ley 1.199 de la Cámara Baja exige también la codificación de las botellas de plástico. A partir de enero de 1991 se prohibirá la venta de anillas, para unir conjuntos de latas, hechas de plástico no reciclable o no degradable.

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Maine En julio de 1989, el estado de Maine aprobó diversos proyectos de ley relativos al reciclaje y a la gestión de residuos sólidos. El más global —Documento Legislativo 1.431— fijó un objetivo de reciclaje, sobre el flujo de residuos, del 25 por 100 para 1992, incrementándose al 50 por 100 para 1994. El Documento Legislativo 1.431 creó también la Agencia para la Gestión de Residuos de Maine, que controla la evacuación de residuos en el estado y que está desarrollando un plan estatal para el reciclaje y la gestión de residuos sólidos. La agencia y sus programas se financian mediante el Fondo para la Gestión de Residuos Sólidos, obtenido a partir de las nuevas tarifas de evacuación: 4 dólares/tonelada para los residuos sólidos urbanos y 6 dólares/tonelada para los residuos especiales. Las ciudades que no implanten programas de reciclaje pagarán tarifas de evacuación adicionales, y se las puede prohibir el uso de las instalaciones estatales. Se cobra una tarifa de evacuación adicional a los artículos difíciles de evacuar, como, por ejemplo, neumáticos, electrodomésticos, bienes eléctricos y baterías acidas de plomo. El Documento Legislativo 1.431 ayudará a la financiación de diversas áreas, entre las que se incluyen: subvenciones a los gobiernos locales para cuestiones relativas al reciclaje, créditos sobre los impuestos para la compra de equipamientos de reciclaje y préstamos a empresas locales para proyectos de reciclaje. Se exige que las agencias estatales, incluyendo universidades y prisiones, compren papel reciclado e implanten programas de reciclaje. El estado está desarrollando programas de educación sobre reciclaje en las escuelas públicas, con niveles que van desde la educación primaria hasta la secundaria. La Agencia de Transporte evaluará el uso de materiales reciclables en la construcción. Los recipientes multilaminados para zumos, las anillas de plástico para unir latas de bebidas y los botes de plástico están prohibidos en Maine. Todos los recipientes de plástico deben estar designados por el tipo de resina, y el proyecto de ley sobre botellas se amplió para incluir a todos los recipientes de un galón o menos, con la excepción de aquellos dedicados a productos lácteos. Para julio de 1993, los negocios con más de 14 empleados deben implantar programas de reciclaje para el papel de oficina y el cartón. Se obliga a las tiendas a que proporcionen bolsas de papel si los clientes no solicitan las de plástico. Otra legislación de Maine establece un depósito de 10 dólares para las baterías acidas de plomo, y proporciona subvenciones, de un total de 5 millones de dólares, a los gobiernos locales y regionales para el equipamiento y las instalaciones de reciclaje.

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

2.17

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Michigan En el estado de Michigan, desde 1988, se han elaborado leyes, a partir de una docena de proyectos de ley, que tratan directa o indirectamente del reciclaje en el estado. Solamente en 1988 se aprobaron ocho. El primero de los ocho proyectos de ley —el 414 de las Actas Públicas de 1988— exige una etiquetación, mediante un código de contenido de resinas, en todos los productos de plástico para enero de 1992. Aquellos que lo incumplan quedarán sujetos a multa. El proyecto de Ley 415 de las Actas Públicas de 1988 crea un fondo para el desarrollo del reciclaje de plásticos y un consorcio para administrar dicho fondo. Establece también un programa de subvenciones y préstamos para el desarrollo y reciclaje de plásticos. El fondo será una cuenta del Departamento de Tesorería, administrado por el consorcio, y cuya finalidad será la de conceder subvenciones y préstamos para el desarrollo y la investigación de mercados. El fondo no excederá los cinco millones de dólares y se financiará con los ingresos procedentes de la venta de bonos estatales y con asignaciones concedidas por la legislatura. Con el proyecto de Ley 416 de las Actas Públicas de 1988 se creó un «consejo para el desarrollo de iniciativas sobre el objetivo de reciclaje», cuya finalidad sería identificar las necesidades de las iniciativas sobre reciclaje y aconsejar al DNR, al Departamento de Comercio, a la legislatura y al gobernador en cuestiones de reciclaje y en el desarrollo de las iniciativas sobre reciclaje. El consejo también debe crear un plan de desarrollo para mejorar el clima empresarial existente en el estado respecto al reciclaje, fomentando las empresas asentadas y de nueva creación, tanto públicas como privadas, y promocionando el uso de productos reciclados. El consejo aún no se ha establecido y no está clara su fuente de financiación. Tres de los proyectos de ley se dirigen al reciclaje en las oficinas estatales o a la adquisición estatal de productos reciclados. El proyecto de Ley 411 de las Actas Públicas de 1988 requiere que todas las oficinas estatales reciclen el papel de oficina. Existió un programa de reciclaje voluntario para las oficinas estatales operando unos doce años; sin embargo, la aprobación del Acta Pública 411 incrementó la tasa de participación hasta alcanzar el 97 por 100. El dinero recaudado mediante el programa se utiliza para compensar sus costes. Bajo el proyecto de Ley 412 de las Actas Públicas de 1988, el Departamento de Gestión y Presupuestos debe comprar —hasta el tope disponible— los productos papeleros elaborados con papel reciclado, si el coste no excede el 110 por 100 del coste del papel sin fibras recicladas. La cantidad comprada debe incrementarse cada año; así, para el año 1991, el 50 por 100 del papel que compre el Departamento deberá ser papel reciclado. El proyecto de Ley 413 de las Actas Públicas de 1988 requiere que el estado compre —hasta el máximo disponible— todos sus suministros, materiales y equipamientos fabricados con materiales reciclados, siempre que el coste no exceda el 110 por 100 del coste de los suministros, materiales y equipamientos que no contienen materiales reciclados. El proyecto de ley especifica que la cantidad comprada debe incrementarse cada año, hasta conseguir para 1991 que el 20 por 100 de los suministros, materiales y equipamientos que compre el

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2.18

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estado contengan materiales reciclados. El proyecto de Ley 428, Actas Públicas de 1988, promueve la reducción de los materiales que entren en el flujo de residuos, fomentando la separación en origen y obligando a la presencia del reciclaje en las actualizaciones del plan de gestión de residuos sólidos. El último proyecto de ley sobre reciclaje aprobado en 1988, el 430 de las Actas Públicas de 1988, exige la existencia de algunas instalaciones estatales para la recolección del aceite usado. En este momento se está concretando la localización de los puntos de recolección. En 1989 se adoptaron los siguientes proyectos de ley relacionados con el reciclaje. El proyecto de Ley 138 de las Actas Públicas de 1989 prepara un recargo en las viviendas, destinado a los programas de reducción de residuos y reciclaje, y el proyecto de Ley 52 prepara la regulación y gestión de las cenizas procedentes de las incineradoras de residuos sólidos, requiriendo que los condados pongan al día sus planes de gestión de residuos sólidos, con el fin de incluir un análisis o evaluación sobre el reciclaje. El proyecto de Ley 63 de las Actas Públicas de 1989 normaliza la etiquetación de las resinas utilizadas en los recipientes de plástico. Finalmente, el proyecto de Ley 186 prepara la formación, en algunos condados, de un departamento de gestión de residuos sólidos. El año 1990 vio la aprobación de tan sólo un proyecto de ley referente al reciclaje. El proyecto de Ley 20 de las Actas Públicas de 1990 prohíbe la evacuación de las baterías acidas de plomo y de las pilas de mercurio y níquelcadmio en los sistemas de recolección de residuos sólidos y obliga a los comerciantes a notificarlo a sus clientes mediante un aviso. Para el año siguiente quedaban pendientes, al menos, otras 10 leyes relativas al reciclaje. La legislación pendiente cubría desde la regulación de la recolección, almacenamiento y evacuación de neumáticos usados, hasta un mandato para el DNR, consistente en su deber de promulgar normas que obliguen a los ciudadanos al reciclaje de papel, plástico, vidrio y metales. Minnesota El Comité Único para el Reciclaje y Medio Ambiente (SCORE) del estado de Minnesota propuso una legislación sobre la reducción de residuos y el reciclaje, que se puso en vigor el 3 de octubre de 1989. La legislación exige que todos los condados metropolitanos del estado reciclen, por lo menos, el 35 por 100 de sus residuos sólidos para finales de 1993. Todos los demás condados deben reciclar, por lo menos, el 25 por 100 de sus residuos sólidos para finales de 1993. Las agencias estatales de las zonas metropolitanas deben reciclar, como porcentaje mínimo, el 40 por 100, dentro del mismo período de tiempo. La financiación de los programas que obligan a alcanzar estos objetivos vendrá de una subida del 6 por 100 sobre el impuesto de ventas en Minnesota. Actualmente, el impuesto estatal se aplica a la recolección de residuos sólidos urbanos y a los servicios de evacuación. Minnesota estima que la ampliación del impuesto sobre las ventas generará anualmente 30 millones de dólares de ingresos extras.

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2.19

La oficina para la gestión de residuos distribuirá, aproximadamente, el 75 por 100 de estos ingresos directamente entre los gobiernos de los condados, en una de las dos formas posibles, opcionalmente. Los condados tienen la elección de recibir un nivel mínimo fijo de financiación procedente del estado, una cantidad todavía sin determinar. La otra alternativa es recibir una cantidad que iguale al 50 por 100 de los nuevos impuestos generados en las instalaciones de recolección y evacuación del condado. Los fondos deben utilizarse para garantizar los programas de reducción de residuos, reciclaje y gestión de materiales problemáticos. El 25 por 100 restante se asigna a las agencias estatales, para el estudio y gestión de programas a lo largo de todo el estado. Algunos de los programas que se financiarán mediante subvenciones estatales son: el desarrollo de mercados, la educación acerca de residuos y la gestión de materiales problemáticos. Se anima a las escuelas y a los gobiernos locales a que actúen como programas modélicos en temas de reducción de residuos y reciclaje. Se fomenta la adquisición del papel reciclado mediante una preferencia en el precio: 10 por 100. Se obliga a las agencias locales y estatales a que reciclen, al menos, tres materiales para el 1 de enero de 1991 en las zonas metropolitanas y para el 1 de enero de 1993 en las zonas no metropolitanas. Una legislación adicional, digna de mención, dispuso un recargo retornable de cinco dólares sobre las baterías acidas de plomo, requirió permisos especiales para los transportistas de residuos sólidos y prohibió la evacuación de electrodomésticos grandes, a partir del 1 de julio de 1990, en las instalaciones para la evacuación de residuos sólidos urbanos mezclados o en las instalaciones de procesamiento-evacuación.

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Nuevo México El Acta de Residuos Sólidos del estado de Nuevo México, firmada el 28 de febrero de 1990, fija un objetivo de desviación estatal del 25 por 100 para el 1 de julio de 1995, incrementándose al 50 por 100 para el 1 de julio del año 2000. El Departamento para la Salud y el Ambiente (HED) es el organismo responsable de la preparación y supervisión del plan de gestión de residuos sólidos. El plan debe incluir los siguientes elementos: caracterización de residuos, reducción en origen, reciclaje, compostaje, educación e información al público, mecanismos de financiación, residuos especiales y residuos peligrosos domésticos. El HED debe implantar programas conformes al plan para el 1 de julio de 1993. El proyecto de Ley 2 del Senado crea el Fondo de Subvenciones para las Instalaciones de Residuos Sólidos. Los transportistas comerciales pagarán una cuota sobre los residuos sólidos cuando los evacuen en una instalación localizada fuera del distrito de generación de los residuos. Junto con el Departamento de Servicios Generales, el HED gestionará las subvenciones de los programas de reducción en origen y reciclaje. El HED proporcionará ayuda técnica para la gestión de los residuos peligrosos domésticos en los condados, municipios y en otras entidades gubernamentales.

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2.20

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El Acta de Residuos Sólidos incluye provisiones para el desarrollo de mercados destinados a los materiales reciclables. El Departamento para el Desarrollo Económico y el Turismo fomentará y apoyará los negocios que generen los mínimos residuos, se adhieran a las actividades de reducción en origen y reciclaje, promocionen mercados para las materias primas reciclables y desarrollen productos fabricados a partir de materiales reciclados. Junto con otras agencias estatales, el HED investigará los mercados y el desarrollo de los mismos, creará un directorio para las empresas de reciclaje y servirá como coordinador para hacer encajar los materiales reciclados en los mercados. El proyecto de Ley 2 del Senado requiere que el estado adquiera materiales reciclados, y también la implantación de programas de reciclaje en las agencias estatales. Los agentes de compra estatales establecerán las especificaciones, políticas y prácticas para la compra de suministros y materiales reciclados. Los materiales reciclados se comprarán sobre una preferencia de precio de hasta el 5 por 100. Se exige que las agencias estatales y las instituciones de educación superior implanten programas internos de reducción y separación en origen, que incluyan la recolección de papel de alto grado, papel ondulado y vidrio. Estas agencias e instituciones deben también nombrar coordinadoras para el reciclaje e implantar programas educativos para los empleados y/o estudiantes. Además de la reducción y separación en origen, se requiere que las instituciones educativas incluyan el compostaje en sus programas.

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Nueva York El proyecto de Ley, Capítulo 70, del estado de Nueva York, aprobado en mayo de 1988, concedía 61 millones de dólares para la gestión de residuos sólidos a lo largo de todo el estado. Para septiembre de 1992 se requiere que todos los municipios del estado aprueben una ordenanza de reducción en origen obligatoria, con un objetivo de desviación del 50 por 100 para 1997. Cada municipio es responsable de imponer las normativas sobre reciclaje. El estado regulará todas las instalaciones municipales destinadas a los residuos sólidos, y solamente concederá permisos después de la aprobación e implantación de los planes de reciclaje. Hasta 1990, el Departamento de Conservación Ambiental concedió casi ocho millones de dólares a 88 condados y gobiernos locales para programas de reciclaje. Los fondos se destinaron a cinco secciones. Se separaron un total de seis millones de dólares para programas de recuperación de recursos a pequeña escala y con escasa tecnología. Los planes exigieron que se añadieran otros seis millones a los dos millones de dólares procedentes del sobreprecio del aceite, y que se destinaran al Programa de Recuperación y Reutilización de los Recursos Locales. Se reembolsará a los condados y a los municipios hasta el 75 por 100 de los costes administrativos originados por la «puesta en marcha» de los programas de reciclaje. Los fondos adicionales cubrirán los programas de educación del público, como, por ejemplo, planes de estudio, vídeos educativos y anuncios, así como investigaciones relativas a las estrategias de mercado.

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2.21

Se insta al estado a que proporcione 7,5 millones de dólares a los condados o ciudades como ayuda al desarrollo de sus planes de gestión de residuos sólidos. Se ordena al Departamento de Desarrollo Económico que utilice 3,5 millones de dólares para establecer mercados secundarios de materiales reciclables. Los fondos sobrantes deben cubrir los costes administrativos del DEC. En el estado de Nueva York, el gobernador Cuomo e importantes editoriales de periódicos han establecido un convenio voluntario, mediante el cual las editoriales utilizarán un total del 11 por 100 en contenido de papel reciclado para 1992, el 23 por 100 para 1995 y el 40 por 100 para el año 2000. Si las editoriales de prensa no son capaces de cumplir los objetivos voluntarios, es probable que se establezca una legislación obligatoria.

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Carolina del Norte El proyecto de Ley 111 del Senado fijó un objetivo de reducción y de reciclaje, en el estado de Carolina del Norte, del 25 por 100 del flujo de residuos para enero de 1993. A los condados y municipios se les ordenó el inicio de los programas de reciclaje para julio de 1991. Además del reciclaje, las agencias estatales deben comprar productos con un contenido reciclado y utilizar compost, siempre, que sea posible. Las juntas escolares desarrollarán programas de concienciación para estudiantes, y el Departamento de Instrucción Pública desarrollará un plan de estudios sobre la reducción de residuos y el reciclaje. El proyecto de Ley 111 del Senado prohíbe las anillas metálicas separables en las latas de bebidas, los materiales de envase que contengan clorofluocarbonos totalmente halogenados, el poliestireno no reciclable, los plásticos sin codificar y las bolsas de plástico no reciclable. Si para 1993 se están reciclando menos del 25 por 100 de las bolsas de plástico utilizadas en el estado, se prohibirán todas las bolsas de plástico. El acta prohíbe también el vertido de baterías acidas de plomo, aceite usado, residuos de jardín y bienes de línea blanca. El proyecto de ley concedió nuevas responsabilidades a los condados y municipios y al Departamento de Medio Ambiente, Salud y Recursos Naturales (DEHNR). Cada condado y municipio desarrollará planes globales de gestión de residuos sólidos, que serán actualizados cada dos años. El DEHNR desarrollará un plan similar para el estado, revisado cada tres años, que incluirá provisiones sobre ayuda técnica y programas educativos destinados al público. El DEHNR, los condados y los municipios informarán anualmente al estado de sus programas de reducción de residuos y reciclaje. Además de tratar las actividades relacionadas con el reciclaje, sus informes recogerán los porcentajes anuales de participación del público y de reducción del flujo de residuos. El DEHNR informará anualmente sobre los esfuerzos realizados en el desarrollo de mercados para materias primas reciclables. Oregón En 1991, la legislatura del estado de Oregón actualizó su legislación sobre residuos sólidos con el proyecto de Ley 66 del Senado, que pasó a ser ley. El

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proyecto de Ley 66 del Senado fija un objetivo de reducción del 50 por 100 sobre el flujo de residuos para el año 2000. Requiere que cada ciudad con más de 4.000 habitantes, opcionalmente: 1. Proporcione a los clientes del servicio doméstico contenedores destinados al reciclaje para antes del 1 de enero de 1993; la recolección en acera semanal de los materiales separados en origen, para el mismo día que la recolección de basuras, y programas extensos destinados a la promoción y educación sobre la reducción de residuos. 2. Proporcione tres de los ocho elementos siguientes destinados al servicio: a) Contenedores de reciclaje. b) Recolección doméstica en acera, semanal y para el mismo día que la recolección de basuras. c) Educación y promoción. d) La recolección de, al menos, cuatro de los principales materiales reciclables en cada complejo de viviendas multifamiliar, formado por cinco o más unidades. e) Un programa eficaz de recolección y compostaje de residuos de jardín. f) Reciclaje institucional y comercial de los materiales separados en origen, para las empresas que empleen 10 o más individuos y que ocupen 1.000 m2 en una localización única. g) Instalaciones amplias de recolección selectiva. h) Tarifas de recolección doméstica para residuos sólidos que fomenten la reducción en origen, la reutilización y el reciclaje mediante tarifas reducidas para los contenedores más pequeños, y una tarifa que no se reduzca, en base al peso, para los contenedores más grandes. Copyright © 1996. McGraw-Hill Interamericana. All rights reserved.

3. Proporcione un método alternativo que cumpla las normas del EQC. Las ciudades con más de 10.000 habitantes deben, opcionalmente: 1. Proporcionar contenedores de reciclaje a los residentes para antes del 1 de enero de 1993; la recolección en acera semanal de los materiales separados en origen, para el mismo día que la recolección de basuras, y un programa amplio de educación y promoción sobre la reducción de residuos, e implantar un elemento más de los comprendidos entre a) y h), ambos incluidos. 2. Implantar cinco de los elementos comprendidos entre a) y h), ambos incluidos. 3. Implantar un método alternativo que cumpla las normas del EQC. El proyecto de Ley 66 del Senado requiere también que el departamento de carreteras estatal lleve a cabo proyectos piloto de investigación y realice ensayos sobre la factibilidad de utilizar neumáticos usados y plásticos reciclados en los proyectos de construcción y mantenimiento. La nueva ley establece también un consejo, nombrado por el gobernador, para el desarrollo de los mercados de reciclaje. Los deberes del consejo incluyen: el desarrollo de estrategias de mercado para cada materia prima secundaria, la promoción de

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

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definiciones uniformes sobre reciclaje, la ampliación de oportunidades para los negocios y el fomento de la compra de productos formados por materias primas recuperadas. La nueva ley implanta también prohibiciones sobre el vertido de vehículos, electrodomésticos, aceite usado y neumáticos. La financiación para implantar la parte del proyecto de ley relativa al desarrollo de mercados se realiza a través de las valoraciones dadas por la comisión de materias primas descrita anteriormente. La parte del proyecto de ley referente a la recolección se financia mediante un incremento de 25 centavos por tonelada en la tarifa de evacuación de residuos, sólidos, un incremento de 10 centavos en las tarifas de obtención de permisos para vertederos de residuos sólidos y 144.500 dólares del fondo general.

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Pennsylvania El proyecto de Ley sobre Reciclaje y Gestión de Residuos Sólidos, proyecto de Ley Estatal 528, se firmó en julio de 1988, haciendo de Pennsylvania el cuarto estado de la nación que adoptaba una legislación obligatoria sobre reciclaje. La nueva acta estatal estipula un objetivo de recuperación del 25 por 100 para antes de 1997. Los municipios con poblaciones de más de 10.000 habitantes deben emprender programas de reciclaje en un período de tres años, y los que tengan poblaciones comprendidas entre 5.000 y 10.000 habitantes deben comenzar sus programas en un período de dos años. Deben separarse para el reciclaje tres de los materiales procedentes de los residuos sólidos, además de las hojas de jardín. Los municipios deben proporcionar contenedores en la acera y los reciclables deben recolectarse, al menos, mensualmente. Las empresas, las oficinas municipales, los hospitales y las escuelas deben separar el papel de oficina, el aluminio, el papel ondulado y los recortes de jardín. Parte de la financiación se producirá mediante un recargo de dos dólares por cada tonelada que se lleve a los vertederos municipales e instalaciones de recuperación de recursos. Las comunidades que tengan un vertedero o una instalación de recuperación de recursos pueden cobrar un dólar adicional por cada tonelada depositada. El 70 por 100 del fondo destinado al reciclaje será repartido entre los municipios para el desarrollo y la puesta en marcha de los programas de reciclaje, cubriéndose el 90 por 100 de los costes de inicio del programa. Hasta el 10 por 100 se empleará en estudios de factibilidad para las instalaciones municipales de procesamiento y evacuación de residuos. El Departamento de Recursos Ambientales empleará casi el 30 por 100 en programas de educación y ayuda al público. El gobernador ha autorizado un programa estatal para comercializar los bienes reciclados, en conexión con los reciclables generados por el proyecto de Ley 528 del Senado que obliga al reciclaje. El Departamento de Comercio administrará cinco millones de dólares en préstamos a bajo interés, como ayudas para las empresas implicadas en temas de reciclaje. Otro millón de dólares permanecerá disponible para el desarrollo e investigación de los productos reciclados.

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La Oficina de Energía de Pennsylvania administrará un programa de subvenciones para ensayos que fomenten el uso de papel de periódico reciclado. El Departamento de Agricultura fue el encargado de examinar la utilización del papel tritutado en los lechos de animales o en los proyectos contra la erosión del suelo. Los más importantes diarios del estado se han comprometido a utilizar, al menos, un 50 por 100 de papel de periódico reciclado anualmente para 1995. Se han congelado las leyes que obligaban al contenido reciclado, con la esperanza de que las editoriales alcancen y sobrepasen su objetivo voluntario. El Departamento de Educación desarrollará un plan de estudios enfocado al reciclaje y a la reducción de residuos. El programa de comercialización de Pennsylvania comenzó, en septiembre de 1990, en los 408 municipios con poblaciones de 10.000 habitantes o más. Un año después seguirían las comunidades con poblaciones comprendidas entre los 5.000 y los 10.000 habitantes.

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Rhode Island En 1986, el estado de Rhode Island aprobó una legislación sobre reciclaje obligatorio que exigía el reciclaje doméstico y comercial a lo largo de todo el estado, y una reducción del 15 por 100 en el flujo de residuos para antes de enero de 1991. Todos, los 39 municipios, tienen la obligación de implantar programas de recolección relativos al reciclaje para antes de finalizar el año 1990. El Departamento de Gestión Ambiental (DEM) y la cuasi-gubernamental Corporación para la Gestión de Residuos Sólidos fSWMC) tienen responsabilidades legislativas en la gestión de los residuos sólidos de Rhode Island. Se requiere que el DEM proporcione ayuda técnica, mejore los programas de educación pública y ayude en la administración de las subvenciones estatales destinadas al reciclaje municipal. La SWMC es la propietaria del vertedero y de la IRM de Johnston, y proporciona fondos a los municipios durante los tres primeros años de implantación de sus programas de reciclaje. Para conseguir estos fondos y permitir la colocación gratuita de los reciclables domésticos en la IRM, la SWMC cobra una tarifa de evacuación en el vertedero, 59 dólares/tonelada para los residuos comerciales y 13 dólares/tonelada para los residuos domésticos. La legislación de Rhode Island obliga a la operación de IRM para el procesamiento de los reciclables. La IRM de Johnston está funcionando y la SWMC ha designado la operación de una segunda IRM. Los municipios, si no tienen sus propios vertederos o contratos anteriores para la evacuación en otras instalaciones, deben evacuar sus residuos sólidos en las instalaciones de la SWMC. Para la imposición del reciclaje, el estado inspecciona aleatoriamente los cargamentos de residuos entregados al vertedero de Johnston. Se rechazan los cargamentos que tienen una cantidad de reciclables por encima del porcentaje aceptable. Catorce municipios tienen programas de reciclaje obligatorios, y la tasa de reciclaje ya ha sobrepasado el objetivo estatal del 15 por 100.

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

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La última legislación relativa a los residuos sólidos de Rhode Island impone tarifas para el aceite de motor, el anticongelante, los disolventes orgánicos y los neumáticos. Además, se pagarán tres dólares por vehículo en todos los turismos nuevos. Los fondos generados por las tarifas financiarán al menos tres, y quizá cinco, localizaciones permanentes para la recolección de residuos peligrosos gestionadas por el DEM. En julio de 1989, los residentes de Rhode Island comenzaron a pagar una fianza de cinco dólares por las baterías acidas de plomo nuevas; el dinero se restituye cuando se devuelve la batería para su reciclaje. Los recipientes metálicos para bebidas con anillas están prohibidos, así como los envases de plástico para alimentos o bebidas que contengan más de un tipo de resinas.

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Washington El proyecto de Ley 1.671, la legislación sobre reciclaje del estado de Washington aprobada en mayo de 1989, fijó un objetivo del 50 por 100 en el reciclaje y la reducción de residuos para 1995. El estado registra, actualmente, una tasa de recuperación del 24 por 100. El proyecto de ley establecía también una jerarquía preferencial para la gestión de los residuos, que comenzaba con la reducción de los residuos y el reciclaje. El segundo nivel era la recuperación de la energía, la incineración o el vertido de los residuos separados, y finalmente se encontraba la evacuación similar de los residuos no seleccionados. El objetivo era la separación en origen de todos los materiales con valor de recurso o ambientalmente peligrosos. En sus planes globales para la gestión de los residuos sólidos, los condados de Washington utilizarán la recolección en acera dentro de las zonas urbanas, los centros de recolección selectiva y los centros de recompra en las zonas rurales y grupos para la recolección de los residuos de jardín, siempre que sea viable. Sus planes también cubrirán programas educativos sobre la reducción de residuos y el reciclaje, y estrategias de mercado. Los condados pueden añadir un recargo sobre la evacuación para cubrir los costes de administración y planificación, con el fin de cumplir los requisitos del estado. La financiación adicional proviene de un impuesto estatal, el 1 por 100 sobre los servicios de recolección de residuos sólidos. Se impondrá una tarifa de un dólar sobre la venta al por menor de los neumáticos nuevos durante un período de cinco años. El vendedor se quedará con el 10 por 100 de la tarifa para sufragar la correcta gestión de los neumáticos usados. El 90 por 100 restante irá a la Cuenta para el Reciclaje de Neumáticos de Vehículos de la tesorería del estado, administrada por el Departamento de Ecología, que distribuye la financiación entre los gobiernos locales para algunos proyectos piloto de reciclaje de neumáticos. La legislación también obligó a la formación de un comité de mercados para el reciclaje, responsable de establecer nuevas recomendaciones sobre el desarrollo dejos mercados. La legislación de Washington, y la de otros estados, ilustra cómo los planes precisan de la acción y planificación por parte de los gobiernos de condado y

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los municipios. El análisis de la legislación no sería completo sin la revisión de las diversas formas de respuesta ofrecidas por los gobiernos locales.

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Wisconsin La ley de Wisconsin sobre reciclaje, Acta 335, fue firmada por el gobernador Tommy Thomson el 27 de abril de 1990. El Acta designa como «unidades responsables» al municipio, o en algunos casos, al condado que tiene la responsabilidad de las actividades locales de reciclaje. Las unidades responsables pueden obtener subvenciones del estado y se las otorga la autoridad y la financiación necesaria para desarrollar, implantar e imponer los programas de reciclaje. Las responsables deben entregar sus planes de implantación para antes del 1 de enero de 1995, y deben cumplir una lista de criterios si quieren continuar recibiendo la financiación estatal. A continuación se ilustran algunos de los criterios para una financiación continuada: un programa educativo para el público; servicios de reciclaje para viviendas unifamiliares; la obligación de que todas las viviendas e instalaciones comerciales, industriales y gubernamentales separen sus reciclables o entreguen sus residuos no seleccionados a una instalación donde puedan ser recuperados; un sistema de tarifas basadas en el volumen que proporcionen ingresos, y un programa para la implantación del sistema. Un fondo de 18,5 millones de dólares, administrado por el Departamento de Recursos Naturales, reparte subvenciones para ayudar en los costes de planificación, implantación y operación de los programas de reciclaje. El fondo para el reciclaje está formado por ingresos procedentes de una tarifa en el reciclaje de periódicos, de impuestos para las editoriales que incumplan los requisitos de contenido reciclado en el papel de periódico, de una tarifa cobrada a las empresas y de aportaciones del fondo general. El primer tercio se entregó automáticamente a todos los municipios el 1 de julio de 1990. El segundo y el tercer pagos irían a todas las unidades responsables en enero y junio de 1991. También se proporcionarán fondos para las actividades a largo plazo, para proyectos innovadores sobre reducción de residuos y reciclaje y para la clausura de vertederos «no aprobados». El desarrollo de los mercados se afronta mediante ayudas financieras a empresas, así como mediante especificaciones de adquisición. Se proporciona a las empresas un total de 8,25 millones de dólares para subvenciones, préstamos de arranque y expansión, garantías de préstamos y devoluciones, financiados mediante una tarifa impuesta a las empresas. Después del año fiscal 1992-1993 se introducirá un mecanismo alternativo de financiación. Se enfatizará la creación de mercados estables para los materiales reciclables. La ley requiere también que las agencias gubernamentales, estatales y locales fomenten la compra de productos reciclables y utilicen, para 1995, papel fabricado a partir de, por lo menos, un 40 por 100 de material reciclable. Los residuos procedentes de fuera del estado solamente se permitirán si la comunidad generadora tiene un programa eficaz de reciclaje. A partir del 1 de enero de 1995 se cobrará también una tarifa de evacuación más alta para los residuos externos evacuados en Wisconsin.

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

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Otros requisitos incluyen: un contenido reciclado obligatorio para el papel de periódico, que obliga a un porcentaje de contenido reciclado del 45 por 100 para el 2001; la obligación de que los recipientes de plástico se fabriquen utilizando una cantidad mínima de resina reciclada, el 10 por 100, para el 1 de enero de 1995, y la obligación de que se utilicen, en la cantidad máxima posible, materiales reciclados para la construcción de carreteras. Se prohíbe también la evacuación de numerosos residuos: para 1991, baterías acidas de plomo, electrodomésticos y aceite residual; para 1993, residuos de jardín (excepto árboles de Navidad), y para 1995, neumáticos usados, cajas usadas de cartón ondulado, periódicos, revistas, papel de oficina, recipientes de vidrio, espuma de poliestireno y recipientes metálicos (aluminio, acero y bimetálicos). La legislación del estado de Wisconsin incluye la lista más amplia de materiales que no se pueden verter.

CIUDADES Y MUNICIPIOS _______________________________

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Al contrario que los gobiernos federales y estatales, el municipio o condado tiene la responsabilidad directa sobre las basuras generadas en su región. Las clausuras de vertederos, los altos costes de transporte y las actitudes NEMP afectan directamente a la localidad. Muchas ciudades y condados se han encontrado con que la legislación estatal —y sobre todo la federal— es insuficiente para desarrollar los objetivos sobre reducción de residuos y reciclaje que consideran necesarios para sus zonas. Motivados por los altos costes de evacuación y por las exigencias de los ciudadanos, los gobiernos locales han desarrollado una legislación que frecuentemente supera los objetivos estatales. Las ciudades y municipios siguientes son ejemplos significativos de gobiernos locales que han tomado el control sobre la reducción de los residuos generados por sus residentes. Seattle, Washington La ciudad de Seattle tiene el compromiso de reciclar el 60 por 100 de su flujo de residuos para 1998. El plan de gestión de residuos sólidos de la ciudad — denominado On the Road to Recovery (En el camino hacia la recuperación)— recoge una estrategia ambiciosa para reducir y reciclar el flujo de residuos sólidos de Seattle. El programa agresivo de Seattle para la reducción y reciclaje de residuos evolucionó en respuesta a la clausura de sus dos vertederos y a las alarmantes tarifas de evacuación. En consecuencia, el reciclaje y la reducción de residuos se pusieron en el punto de mira del público. El Servicio de Residuos Sólidos de Seattle contrató a dos compañías de recolección de basuras para proporcionar la recolección en acera, dentro de los límites de la ciudad, a todas las viviendas de hasta cuatro unidades. Dentro de la ciudad, un total de 153.000 viviendas son aptas para la recolección en acera voluntaria.

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La mitad norteña de Seattle está servida por Recycle America, que proporciona un servicio semanal a las viviendas. Se utilizan tres cubos coloreados para los materiales separados en origen. Periódicos, papel mezclado, acero no seleccionado, aluminio y algunos plásticos se vierten en los compartimientos de los camiones de recolección de Recycle America. En junio de 1990, Recycle America estaba experimentando una tasa de participación del 89 por 100 en 65.000 viviendas aptas. En la mitad sureña de la ciudad, los residentes colocan el material reciclable en un camión de 340 litros. Rabanco, el operador de Recycle Seattle, consiguió utilizar su flota de camiones compactadores con unas mínimas modificaciones. Los reciclables se recolectan mensualmente, y en junio de 1990, Recycle Seattle estaba experimentando una tasa de participación del 66 por 100. El Servicio de Residuos Sólidos de Seattle explica la tasa de participación del 76 por 100 por diversos factores: un amplio programa de educación, los programas preexistentes de reciclaje y el entusiasmo del público, junto con una tasa variable por cubo de basura. Los ciudadanos que reciclan sus residuos se benefician de unas tarifas más bajas de recolección de basuras, y el incentivo económico reduce la generación de residuos. La Ordenanza 114.205 estipula que los residuos de jardín deben separarse de las otras basuras. Para manipular los residuos de jardín, la ciudad se ha centrado en el compostaje doméstico, la recolección en acera de los residuos de jardín y el programa «verde» en las estaciones de transferencia.

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Philadelphia, Pennsylvania La ciudad de Philadelphia, la segunda más grande de la Costa Este, tiene dificultades para la evacuación de sus residuos. La falta de espacio disponible para vertederos y las alarmantes tarifas de descarga proporcionaron el incentivo necesario para adoptar una legislación ambiciosa sobre reciclaje. La ciudad aprobó el proyecto de Ley 1.251-A, imponiendo un nivel de reciclaje del 50 por 100 para finales de 1991. El proyecto de ley pretende el desarrollo y el establecimiento de seis centros de procesamiento intermedio y el incremento del mercado, además del desarrollo de unas especificaciones de adquisición que den preferencia a los productos que contengan materiales reciclados. El proyecto de ley contempla la posibilidad de realizar estudios sobre la composición de los residuos, con la finalidad de ajustar o verificar los objetivos. Actualmente, Philadelphia está implantando su programa de reciclaje en acera por toda la ciudad; este programa servirá a 1,6 millones de residentes. Se pide a los partícipes del programa que separen periódicos, recipientes metálicos, plásticos PET y PE-HD y vidrio. El trabajo de llevar a cabo esta ambiciosa tarea fue delegado a la Oficina de Reciclaje de Philadelphia (PRO). Ellos serán los responsables de reeducar a 1,6 millones de personas en sus prácticas diarias de manipulación de residuos sólidos, así como de planificar y desarrollar las estrategias de recolección y comercialización para la ciudad. El programa bloque-guía de Philadelphia anima a algunos barrios seleccionados a que coloquen los reciclables en una esquina predeterminada. El programa fomenta

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la participación mediante una presión amable de grupo, lo que sirve también para hacer más eficaz el proceso de recolección.

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Jersey City, New Jersey La ciudad de Jersey City es la segunda más grande de New Jersey, con 230.000 habitantes. Su experiencia ilustra la dificultad para implantar el reciclaje obligatorio en una comunidad urbana mixta. En 1987, New Jersey aprobó el Acta de Separación en Origen y Reciclaje Obligatorio. Esta legislación global obliga a la separación en origen de hojas y, al menos, tres materiales comercializables, como, por ejemplo, periódicos, vidrio y latas. Jersey City respondió a esta ley proporcionando un sistema de recolección para el reciclaje, así como aprobando la Ordenanza 2.241 A, que aportaba oficiales de Policía, inspectores sanitarios y otro personal autorizado con poderes para llevar a cabo su implantación. La ciudad contrató, en jornada completa, a tres inspectores de reciclaje para implantar el reciclaje obligatorio. A pesar del trabajo de educadores e impositores, los inspectores están repartiendo de 200 a 400 advertencias mensuales. Reparten unas 60-100 citaciones adicionales, muchas de las cuales están entre los 500-1.000 dólares. Antes de imponer multas, la ciudad realizó una fuerte campaña publicitaria y envió información a todos los residentes y establecimientos comerciales. Después colocó pegatinas luminosas en los contenedores de residuos y realizó advertencias verbales. Después de varias infracciones, ponen multas de 100 dólares. Después de la tercera multa de 100 dólares, las infracciones posteriores requieren un juicio y pueden imponerse multas de hasta 1.000 dólares, así como trabajos comunitarios. Jersey City eligió los inspectores de reciclaje como el medio para alcanzar el objetivo de reciclaje del 25 por 100, pero se enfatiza sobre la necesidad de una buena educación pública. Su tasa de participación actual está aproximadamente en el 30 por 100 y se pronostica que seguirá creciendo, mientras la gente esté cada vez más informada sobre el programa y las posibles multas que acompañan su incumplimiento. Groton, Connecticut La legislación estatal relativa al reciclaje ha traído como consecuencia una mayor financiación para el programa de reciclaje y el centro de procesamiento intermedio de Groton, Connecticut. Uno de los primeros centros de procesamiento intermedio (CPI) del país y la base para una aproximación regional hacia la legislación sobre reciclaje, el CPI de Groton ha recibido recientemente una financiación estatal para modernizar su instalación. Iniciado en 1982, el programa de reciclaje de Groton sirve como ejemplo a otras comunidades en Connecticut. El programa está alcanzando una tasa de participación del 85 por 100 y una tasa de desviación del, aproximadamente, 10-12 por 100 del flujo de residuos de la ciudad. Actualmente es obligatoria la separación de periódicos,

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recipientes de bebidas y revistas, y se recolectan semanalmente mediante una empresa privada o municipal, según la localización del barrio. También se están recolectando regularmente hojas, cartón, papel blanco de oficina, latas de hojalata, chatarra metálica, aceite de motor usado, baterías acidas de plomo y neumáticos. Los neumáticos que se están almacenando en la actualidad se usarán en el asfalto de caucho y en procesos de pirólisis. Para la primavera de 1991 iban a distribuirse contenedores a todos los residentes. La mayor parte de la financiación procede del Fondo Fiduciario para el Reciclaje de Residuos Sólidos en los Municipios del estado, con 13 millones de dólares, beneficio directo del mandato de Connecticut relativo al reciclaje, puesto en vigor en julio de 1987. Recientemente, la ciudad recibió una «subvención para la demostración» de 18.003 dólares, con la finalidad de incrementar el tonelaje de los materiales recuperados. Los fondos locales se recogen del cobro de 70 dólares por la evacuación de los residuos no separados. El inspector de reciclaje es el responsable del cumplimiento del programa en Groton. El inspector trabaja con las compañías privadas de residuos, controla el contenido de lo que entra en el vertedero y del material que los residentes colocan en la acera. No se ha impuesto ninguna multa, pero se han quitado privilegios de evacuación a los ciudadanos y a las empresas que incumplen el programa.

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Islip, Nueva York El 95 por 100 de los 300.000 residentes de Islip participan en el programa obligatorio de recolección en acera, desviando así el 38 por 100 de los residuos urbanos fuera del vertedero. Se proporcionan contenedores a los residentes y se recolectan los reciclables semanalmente. Periódicos, cartón, vidrio, latas de acero, aluminio, papel mezclado, PE-HD y PET se mezclan en un solo contenedor de 120 litros, y se separan en la instalación de recuperación de materiales de Islip. El programa sirve a 85.000 viviendas unifamiliares y de dos familias. Pronto se incorporarán las viviendas multifamiliares al programa de recolección. En el otoño de 1989 se comenzó la recolección en acera de los residuos de jardín. Desde entonces y durante 1990 se han fermentado más de 55.000 toneladas, que han sido utilizadas por paisajistas y residentes de la zona. En 1980 se aprobó la legislación que obligaba a la separación en origen, y tiene una imposición estricta. Los oficiales de inspección controlan los reciclables el día de la recolección, en viviendas seleccionadas aleatoriamente. Además, a las viviendas que incumplen las ordenanzas de separación en origen se les aplica un programa de advertencias y sanciones, y se dan premios a las familias que cooperan. La financiación del programa de Islip procede del fondo general de la ciudad y de los ingresos generados por la venta de los materiales reciclables. West Linn, Oregon La recolección en acera de los reciclables comenzó en West Linn, Oregon, en agosto de 1983, tres años antes de ponerse en vigor el Acta sobre la Idoneidad

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del Reciclaje del estado. En 1983, para intentar parar la construcción de una incineradora de residuos regional, un grupo de ciudadanos inició el programa de reciclaje con el objetivo de recuperar el 50 por 100 del flujo de residuos de la ciudad. En 1989, el 84 por 100 de la población de West Linn depositaba sus reciclables cada semana en la acera, incluyendo periódicos, vidrio, latas de hojalata, aluminio, aceite de motor usado, chatarra metálica y cartón. Un año más tarde se comenzó un programa para recolectar los residuos de jardín, llegándose a una reducción del 50 por 100 de los residuos de jardín dentro del flujo de residuos. En 1988, West Linn reciclaba aproximadamente el 40 por 100 de su flujo de residuos total. El programa de West Linn ya se hallaba en el buen camino cuando se puso en vigor la legislación estatal, en 1986. Sin embargo, el Acta sobre la Idoneidad del Reciclaje generó más actividades promocionales por parte de la ciudad, ya que definió más claramente el papel que la ciudad y las compañías tendrían en las actividades de reciclaje de cara al futuro. La ciudad de West Linn sirve como ejemplo por sus programas innovadores sobre educación y promoción en las escuelas, negocios y viviendas. Los programas educativos, incluyendo exposiciones en clases y asambleas, han llegado a todos los niños en guarderías y colegios, y a la mitad de los alumnos de educación secundaria de West Linn. Los sondeos públicos realizados inmediatamente después de una serie de programas escolares mostraron un incremento del 12 por 100 en la participación del público en el programa de reciclaje de la ciudad. Además de los programas escolares, se distribuyen folletos informativos y de agradecimiento al menos dos veces al año, en la televisión por cable aparecen programas sobre reciclaje y regularmente el programa sobre reciclaje de la ciudad aparece en los periódicos locales. La imposición es mínima en el programa de West Linn. Una compañía privada recolecta los reciclables de toda la población, dejando para la ciudad las responsabilidades de promoción y administración. La financiación de los programas publicitarios promocionales y de los costes administrativos procede de varias fuentes. Por ejemplo, en la instalación municipal para el compostaje de residuos de jardín se cobra tres dólares al público por depositar el primer metro cúbico y dos dólares por cada metro cúbico adicional. El material de compost, llamado OSCAR (organic soil conditioning amendment recycled, enmienda orgánica reciclada para acondicionar el suelo), se vende al público por cinco dólares el metro cúbico. Se cobra a cada vivienda 95 centavos/contenedor/mes, además de una cuota regular de 12 dólares por contenedor. También el estado proporciona subvenciones.

RESUMEN Durante los próximos años, probablemente, se van a emplear ríos de tinta para elaborar la legislación sobre reducción de residuos a nivel federal, estatal y local. Las leyes actuales que funcionan eficazmente serán utilizadas como modelo de la legislación futura.

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Para la mayor parte de la legislación serán comunes las normativas que obliguen a la participación estatal y local, tanto en los programas de reciclaje de papel residual como en la adquisición de papel reciclado. También, y puesto que la mayor parte de la legislación requiere la educación de los niños en temas de reducción de residuos, reciclaje y compostaje, la mayoría de los estados finalmente adoptarán programas educativos similares al WISE de Michigan, OSCAR de Rhode Island y Waste-Not de Washington. La financiación de toda esta legislación progresiva será crucial para el éxito del programa. Los ciudadanos sufragarán el coste de la puesta en funcionamiento de los servicios, pero el método de pago diferirá mucho según el estado. Las tarifas de evacuación adelantada (percibidas con el producto) están de moda, y esta estrategia, seguramente, podrá lograr un programa global de recuperación ambientalmente aceptable, donde el usuario corra con los gastos. Las tarifas y los recargos pagados por el usuario para la recolección y evacuación también seguirán siendo una alternativa viable para la financiación de los servicios de reducción de residuos. Los métodos tradicionales, a través de bonos municipales, serán utilizados para financiar las instalaciones de infraestructura, como, por ejemplo, las IRM. Algunas comunidades traspasarán los costes a los ciudadanos mediante impuestos normales sobre la propiedad, incrementando su cuantía. Un componente importante de la economía será la capacidad de los municipios para devolver los ahorros financieros a los contribuyentes. Muchos estados están prohibiendo el vertido de algunos materiales específicos. Los principales objetivos son: residuos de jardín, neumáticos, baterías acidas de plomo, bienes de línea blanca y residuos de demolición. Es probable que, mediante una combinación de la legislación estatal y federal, se prohíba el vertido de éstos y de otros materiales en base a toda la nación. Algunos estados y municipios están intentando prohibir la presencia de materiales no recuperables en el flujo de residuos. Este intento de crear un flujo de residuos «diseñado», más recuperable, está comprobándose en los juzgados. Independientemente del resultado, algo es seguro: el gobierno estatal jugará un papel cada vez más activo en la creación de un flujo de residuos cada vez más recuperable. La nueva legislación sobre el contenido en fibra reciclada, como la de California y Connecticut, que obliga a las editoriales a utilizar papel de periódico reciclado, está fomentando el establecimiento de acuerdos voluntarios, mediante los cuales la industria está incrementando su utilización de fibras recicladas. Este tipo de legislación se modificará en muchos estados, y también se reconsiderará para otros productos, desde el vidrio hasta las servilletas de papel, electrodomésticos y guías telefónicas. Wisconsin ha aprobado normativas sobre el contenido mínimo reciclado para los plásticos, y California tiene legislación pendiente sobre los niveles de reciclados para el vidrio. El diseño de la legislación relativa al reciclaje se presentará, probablemente, en base a toda la nación. California está considerando una legislación que prohíba los sobres con ventanilla de plástico y las etiquetas con goma en la publicidad por correo, lo que haría el producto más reciclable. La legisla-

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don relativa al desarrollo de mercados será de una importancia primordial durante los próximos diez años, apoyando la alimentación del flujo comercial mediante los materiales residuales desviados del flujo de residuos. Los legisladores estatales han revisado, anualmente, una media de 2.000 proyectos de ley sobre reciclaje en los últimos años. La tendencia continuará hasta que los legisladores consigan desarrollar programas eficaces para la reducción de residuos. Sin duda, el reciclaje de residuos sólidos está convirtiéndose en una ley de la tierra, mediante la cual se espera que cada ciudadano seleccione los materiales reciclables y los envíe a las instalaciones locales de procesamiento. Los gobiernos estatales, con legislación progresiva, han demostrado que el reciclaje de los residuos sólidos será la estrategia fundamental para la reducción de las cantidades evacuadas de residuos. Esta legislación está ejerciendo una acción positiva a nivel industrial, y como consecuencia de su implantación, las compañías de basuras y los consumidores finales de materiales reciclables están desarrollando nuevos planes estratégicos para recolectar y procesar los nuevos volúmenes de materiales disponibles. Ya que el desarrollo de los mercados será de una importancia primordial durante los noventa, los gobiernos estatales han comenzado a afrontar el modo mediante el cual van a inducir a los mercados hacia las materias primas reciclables. Mientras Estados Unidos continúe enfrentándose a su problema de evacuación de residuos sólidos, es probable que la legislación, a todos los niveles gubernamentales, siga modificándose según la forma en que los estadounidenses contemplan la evacuación de residuos. Las basuras se verán, en todos los niveles sociales, y cada vez más, como un recurso que Estados Unidos ya no puede desperdiciar. A continuación se presenta un resumen de la legislación específica existente y de las fuentes de información sobre la misma.

RESUMEN DE LA LEGISLACIÓN ESTATAL _________________ California Estado de California, proyectos de Ley de la Asamblea 4, 1.305, 1.308 y 939; proyectos de Ley del Senado 432 y 1.221.

Connecticut Cinnochowski, John. Oficina de Reciclaje, Departamento de Protección Ambiental de Connecticut, comunicación personal. Estado de Connecticut, proyecto de Ley Sustitutorio 5.686 de la Cámara Baja, Acta Pública 87-544. Estado de Connecticut, proyecto de Ley Sustitutorio 6.641 de la Cámara Baja, Acta Pública 89-385. Stoddard, Lynn; analista ambiental, especialista en reciclaje. Departamento de Protección Ambiental de Connecticut, comunicación personal.

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White, Jackie; coordinador de Reciclaje. Departamento de Protección Ambiental, comunicación personal.

Florida Estado de Florida, Informe del Comité de Prensa, CS/CS/SB 1.192, 3 de junio de 1988.

Indiana Estado de Indiana, Acta Registrada 1.240 de la Cámara Baja.

Louisiana Estado de Louisiana, proyecto de Ley 1.199 de la Cámara Baja, Acta 185.

Maine Harris, Jody. Agencia para la Gestión de Residuos Sólidos de Maine, comunicación personal. Estado de Maine, HP 1.025-LD 1.431, Capítulo 585, Acta para Fomentar la Reducción, el Reciclaje y la Gestión Integral de Residuos Sólidos, y una Regulación Ambiental Sólida, 12 de julio de 1989.

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Michigan Clinton, Fred; antiguo jefe de Recuperación de Recursos. Departamento de Recursos Naturales de Michigan, comunicación personal. Estado de Michigan, Actas Públicas de 1988 411-416, 430. Estado de Michigan, Actas Públicas de 1989 63, 138. Estado de Michigan, Acta Pública de 1990 20.

Minnesota Legislación sobre Reciclaje y Reducción de Residuos, artículos 18-24 del proyecto de Ley sobre Impuestos de la Junta Especial.

New Jersey Ciudad de Jersey City, Plan Global de Reciclaje. Killeen, Thomas; autoridad en la Incineradora de Jersey City, comunicación personal. Ordenanza de Jersey City, N. J., C-652.

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Nuevo México Estado de Nuevo México, proyecto de Ley 2 del Senado, febrero de 1990.

Nueva York Bedinotti, Del. Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York, comunicación personal. Domizio, Linda; oficial de Información Pública. Departamento de Calidad e Ingeniería Ambiental del Estado de Nueva York, comunicación personal. Howard, Sheri. Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York, comunicación personal. Estado de Nueva York, Capítulo 70.

Carolina del Norte Estado de Carolina del Norte, proyecto de Ley 111 del Senado.

Oregón

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Sección para la Reducción de Residuos del Departamento de Calidad Ambiental, Acta sobre la Idoneidad del Reciclaje del Estado de Oregón, 1987, Informe de Datos, marzo de 1989. Rossel, Dave. Departamento de Calidad Ambiental, comunicación personal. Spendelow, Peter; especialista en reciclaje. Departamento de Calidad Ambiental, comunicación personal.

Pennsylvania Ciudad de Philadelphia, proyecto de Ley 1.251-A. Hursh, Cari. Departamento de Recursos Ambientales de Pennsylvania, comunicación personal. Klein, Tom. Oficina de Reciclaje de Philadelphia, comunicación personal. Nolan, Richard. Departamento de Recursos Ambientales de Pennsylvania, comunicación personal. Estado de Pennsylvania, proyecto de Ley 528 del Senado, Acta 1.988-101.

Rhode Island Boghossian, Tanya. Corporación para la Gestión de Residuos Sólidos de Rhode Island, comunicación personal. Brennan, Mary. Sección de Reciclaje, Corporación para la Gestión de Residuos Sólidos de Rhode Island, comunicación personal. Marks, Adam. Visión General de los Programas Municipales y Comerciales sobre Reciclaje de Residuos, Corporación para la Gestión de Residuos Sólidos de Rhode Island, 22 de junio de 1988.

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Washington Servicio de Residuos Sólidos de Seattle, En el camino hacia la recuperación, agosto de 1989. Skumatz, Lisa. Servicio de Residuos Sólidos de Seattle, comunicación personal. Estado de Washington, proyecto de Ley 1.671 de la Cámara Baja.

Wisconsin Estado de Wisconsin, 1989, Acta 335, 27 de abril de 1990.

Federal Informe CRS para el Congreso, Acta de Evacuación de Residuos Sólidos: Comparación entre Proyectos de Ley sobre Reutilización, enero de 1990. Agencia de Protección Ambiental, El dilema de los residuos sólidos: una agenda para la acción, febrero de 1989. HR 3.735, presentado por el representante Luken. Acta Nacional de Política Ambiental, 1970. Acta de Recuperación y Conservación de Recursos, 1976. Proyecto de Ley 1.113 del Senado, presentado por el senador Baucus.

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APÉNDICE A. NORMATIVA MODELO PARA ESTABLECER UNA POLÍTICA DE OBTENCIÓN DE PRODUCTOS DE RECICLAJE _______________________________________ CONSIDERANDO que el volumen del material evacuado en el/los vertedero/s municipal/es se ha incrementado anualmente; y CONSIDERANDO que el espacio está muy solicitado en los vertederos controlados y es cada vez más difícil localizar nuevos vertederos; y CONSIDERANDO que gran parte del material que entra en el flujo de residuos puede ser reciclado, reutilizado o incorporado a la fabricación de nuevos productos; y CONSIDERANDO que la participación (municipal/del condado) en, y la promoción de, los programas de reciclaje puede reducir significativamente el volumen del material que entra en el flujo de residuos, ampliando, de esta forma, la vida útil del vertedero y reduciendo los costes; y CONSIDERANDO que para que los programas de reciclaje sean eficaces, hay que desarrollar mercados para los productos que incorporan materiales posconsumidor en su fabricación, que son reutilizables, o que se diseñan para ser reciclados; y CONSIDERANDO que la ley estatal de California requiere que las agencias locales compren productos reciclados si la idoneidad, calidad y precio se

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corresponden con la idoneidad, calidad y precio de los productos no reciclados, y permite que dichas agencias adopten preferencias de compra para los productos reciclados. RESULTANDO, por el (Consejo/Dirección) de la (Ciudad/Condado) de _______________ , de la forma siguiente: FALLAMOS que, por la presente _____________ , se ha enmendado la Sección ______________ , para que ésta se lea de la forma siguiente: 1. Dentro de doce meses a partir de la fecha vigente para esta sección, todos los departamentos, agencias, oficinas, direcciones y comisiones (municipales/del condado) deben llevar a cabo una revisión de las especificaciones vigentes sobre productos y servicios, con el fin de determinar si las especifica ciones vigentes requieren el uso de productos fabricados con materiales vírgenes o excluyen el uso de productos reciclados, productos reutilizables o productos diseñados para ser reciclados. 2. En el caso de que tales especificaciones excluyan el uso de productos reciclados o requieran el uso de materiales vírgenes, entonces tales exclusiones o requisitos deben ser eliminados, a menos que el departamento o entidad pertinente pueda demostrar, para satisfacción del (gerente municipal/oficina del primer mandatario/etc), que estos productos reciclados no cumplirían el nivel de rendimiento necesario. 3. Dentro del mismo período de doce meses, todos los departamentos y agencias (municipales/del condado) deben recomendar cambios al (gestor municipal/jefe de administración/etc.) para asegurar que puedan cumplirse los niveles de rendimiento de los productos específicos y que las especificaciones no sean demasiado estrictas, y recomendar cambios que aseguren que las especificaciones incorporarán un requisito para el uso de materiales reciclados, productos reutilizables y productos diseñados para ser reciclados, en la cantidad máxima posible, sujeto a una restricción que muestre que el rendimiento del producto se verá arriesgado o que el producto impactaría negativamente sobre la salud, seguridad o rendimiento operativo. 4. Las compañías externas que se ofrezcan para proporcionar productos o servicios a la/el (ciudad/condado), incluyendo los servicios de imprenta, deben demostrar que cumplirán las especificaciones descritas en el párrafo 3, hasta el extremo máximo viable. 5. La plantilla (municipal/del condado) trabajará para motivar a las industrias de copiadores con el fin de que desarrollen copiadoras de alta velocidad capaces de aceptar papel reciclado. Además, el papel reciclado será comprado y utilizado en todas las máquinas copiadoras que lo acepten. 6. Cuando se utilicen productos reciclados, se realizarán los esfuerzos necesarios para etiquetar los productos, con el fin de indicar que contienen productos reciclados. Los departamentos y agencias (municipales/del condado) utilizarán papel reciclado para sus hojas y sobres con membrete, in cluyendo un contenido reciclado posconsumidor, e indicarán en las hojas y sobres que éstos contienen material reciclado. Otros productos reciclados utilizados por el (municipio/condado) también indicarán que contienen material reciclado.

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7. Puede darse para los productos reciclados, los productos reutilizables (ofrecidos como alternativos a los productos desechables) y los productos diseñados para ser reutilizados una preferencia de precio (10 por 100 o más) cuando se ofrezcan como alternativa a los productos no reciclables. El porcentaje de la preferencia se basará en el precio más bajo ofertado por el suministrador o los suministradores que ofrezcan productos no reciclados. 8. El (municipio/condado) cooperará, en la medida de lo posible, con los gobiernos de los municipios y de los condados vecinos para desarrollar un esfuerzo de adquisición eficaz, consistente y global, que permita estimular el mercado de los productos reciclados, reutilizables y diseñados para ser reciclados. 9. Todas las agencias y departamentos (municipales/del condado) relacionados trabajarán conjuntamente para promover los propósitos de la ordenanza. El proceso de desarrollo económico del (municipio/condado) incorporará el objetivo de estimular el mercado para el material reciclado.

APÉNDICE B. ACUERDO INTERLOCAL Y EVALUACIÓN DE SUBSIDIOS, BROWARD COUNTY, FLORIDA _____________

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Acuerdo interlocal entre el condado de Broward y la ciudad de _______________ para la coordinación del reciclaje de los residuos sólidos Este acuerdo interlocal se ha celebrado este día _______de _____ de 1991 por y entre el condado de Broward (de aquí en adelante llamado condado) y la ciudad de __________(de aquí en adelante llamada comunidad del contrato) para conseguir una planificación y coordinación regional en los esfuerzos sobre el reciclaje de residuos sólidos, de acuerdo con el Acta para la Gestión de Residuos Sólidos de Florida, 1988 (FS, Sección 403), y una aplicación, distribución y control de los fondos estatales destinados a las subvenciones para la educación en temas de reciclaje. CONSIDERANDO que el estado de Florida ha aprobado el Acta para la Gestión de los Residuos Sólidos de 1988, obligando a que los gobiernos de los condados y sus socios municipales reduzcan su flujo de residuos sólidos en un 30 por 100 para finales de 1994; y CONSIDERANDO que se controlan mejor los costes de un programa de reciclaje mediante las economías a escala que surgen de la planificación coordinada de los programas que incluyen la educación del público y la comercialización de los materiales recuperables; y CONSIDERANDO que se ha aceptado como de interés para toda la comunidad tener una instalación de procesamiento regional en funcionamiento, para seleccionar y procesar los reciclables no seleccionados recolectados en las viviendas y en el sector comercial; y

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CONSIDERANDO que cada comunidad debe mantener el control de su flujo de materiales para dirigir los reciclables a los mejores mercados; y CONSIDERANDO que se ha creado un Distrito para la Evacuación de Residuos Sólidos, encabezado por la Dirección para la Recuperación de Recursos y el Comité del Consejo Técnico, con el fin de supervisar las cuestiones relativas a los residuos sólidos en Broward; y CONSIDERANDO que las subvenciones estatales serán puestas a disposición de los socios municipales para los años fiscales 1992 y 1993, sin la obligación de fondos de adaptación, siempre y cuando el 75 por 100 de la población municipal de Broward esté representada por este acuerdo; y CONSIDERANDO que cualquier comunidad del contrato que se salga de este acuerdo estará obligada a devolver todos los fondos recibidos por subvenciones en el año fiscal 1992, y de 1993 en adelante; y CONSIDERANDO que es obligación expresa de cada comunidad del contrato hacer una aplicación del DER para los fondos de subvenciones durante 1993. RESULTANDO que el condado y las comunidades del contrato acuerdan mutuamente aquí, lo siguiente: Sección 1. Fecha vigente y caducidad:

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Este acuerdo entrará en vigor el 1 de julio de 1991. El acuerdo durará hasta el 30 de septiembre de 1993, coincidiendo con la fecha de caducidad planificada por el Programa de Subvenciones para el Reciclaje y la Educación del Departamento de Regulación Ambiental. Este acuerdo se extenderá automáticamente si se amplía el Programa de Subvenciones del Departamento de Regulación Ambiental, y puede alargarse voluntariamente con el consentimiento mutuo del condado y de cada comunidad del contrato. Sección 2. Obligaciones del condado: El condado será el responsable de la coordinación administrativa de las subvenciones y del apoyo a todos los programas de reciclaje dentro de su jurisdicción. Esta responsabilidad incluirá, pero no estará limitada, las siguientes actividades: 1. La Sección para el Reciclaje de la División de Gestión de Residuos Sólidos del condado preparará un plan de reciclaje a largo plazo, que llevará al cumplimiento de las leyes estatales por parte del condado y de las comunidades del contrato. Este plan incluirá programas de reciclaje tanto domésticos como comerciales, las necesidades de construcción de nuevas instalaciones, estrategias de desarrollo de mercados, los tonelajes proyectados de materiales recuperados, actividades de educación comunitaria y las necesidades de financiación. Este plan se presentará al Comité del Consejo Técnico para su revisión, comentario y modificación final, antes de someterse a la Dirección para la Recuperación de Recursos y a su adopción subsiguiente por parte de la comisión del condado.

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2. Una continuación en la planificación y en la implantación de las actividades públicas de educación por todo el condado, incluyendo la campaña BREEZ, publicidad general en los medios de comunicación, reuniones bimensuales de intercambio de información municipal, sesiones de trabajo y certámenes sobre reciclaje, preparación de actividades educativas en las escuelas públicas, apoyo al arte gráfico en las publicaciones municipales y otras actividades relacionadas. 3. Una continuación en las actividades de desarrollo de mercados, incluyendo: la planificación y el diseño de una o más instalaciones para la recuperación de materiales, capaces de aceptar los reciclables no seleccionados; el apoyo para un desarrollo de mercados por todo el condado (con un subcomité para aconsejar al Comité del Consejo Técnico en cuestiones a corto y largo plazo relacionadas con los mercados), y la supervisión continua de los mercados extranjeros y domésticos, a fin de asegurar para Broward y las comunidades del contrato los mercados más fiables y rentables. 4. Una continuación en las actividades de gestión de las subvenciones, necesarias para asegurar que Broward y las comunidades del contrato reciban su titularidad plena en los fondos de subvención, incluyendo: una preparación de la aplicación anual de la subvención para el reciclaje del Departamento de Regulación Ambiental; una preparación de las peticiones trimestrales de reembolso de costes; una preparación de los contratos municipales anuales; el apoyo administrativo del Comité para la Revisión de las Subvenciones; una preparación del informe anual para el Departamento de Regulación Ambiental (y de otros informes solicitados por el Departamento de Regulación Ambiental); la compilación de informes sobre la recuperación de materiales para los programas de reciclaje controlados, tanto por el sector privado como por el municipio, y otras actividades relacionadas. 5. Una continuación en los servicios de apoyo destinados al desarrollo de programas para cada comunidad del contrato y los distritos no incorporados, con la finalidad de: completar la implantación de los programas de recolección en acera; planificar e implantar programas de reciclaje en viviendas multifamiliares y establecimientos comerciales e industriales; suministrar información a los líderes municipales en cuestiones de reciclaje, y realizar las acciones administrativas necesarias para abogar en favor de las comunidades del contrato, dentro de la Oficina para el Programa de Reciclaje del condado de Broward. Sección 3.

Obligaciones de las comunidades del contrato:

La comunidad del contrato será responsable de la planificación, implantación y supervisión de los programas de reciclaje dentro de su comunidad, con el fin de cumplir el objetivo obligatorio estatal de una reducción del 30 por 100 en los residuos. Estas responsabilidades incluirán: 1. El nombramiento de un representante, y suplente, de la comunidad del contrato para el Comité del Consejo Técnico, asegurando la participación activa de este representante en las reuniones, sesiones de trabajo, subcomités y proyectos especiales. El representante o suplente de la comunidad del contrato

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asistirá, por lo menos, al 75 por 100 de las reuniones del Comité del Consejo Técnico y de intercambio de información municipal. 2. El sometimiento de la petición de subvenciones al subcomité de Revisión de las Subvenciones, antes del 15 de julio de cada año. La comunidad del contrato acuerda aceptar la aportación de los fondos de subvenciones aprobada anualmente por la Dirección para la Recuperación de Recursos y la Dirección de Comisionados del condado de Broward. 3. La realización de informes mensuales, completos y correctos, sobre los materiales recolectados dentro de la jurisdicción de la comunidad del contrato, en un formulario estándar proporcionado por el condado. 4. Garantizar el control del flujo de materiales reciclables en la recolección en acera, la recolección multifamiliar y en la recolección comercial, dentro de la jurisdicción de la comunidad del contrato, hasta el máximo permitido por la ordenanza o por el contrato. 5. Promulgar directrices o una política de adquisición para los materiales fabricados con contenido reciclado y comprados por el municipio. 6. Revisar las ordenanzas municipales o los códigos de edificación que prohíben o restringen los contenedores para reciclaje, o que afecten negativamente a la implantación de las actividades de reciclaje. 7. Revisar los códigos o las especificaciones municipales de edificación para las nuevas construcciones (o remodelaciones importantes), a fin de requerir específicamente la provisión de espacio, y contenedores para el reciclaje y la recolección de materiales recuperados.

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Sección 4.

Fórmula para la distribución de las subvenciones:

Cada año se dará al condado, aproximadamente, el 20 por 100 de los fondos de las subvenciones para reciclaje y educación, con el fin de llevar a cabo las obligaciones de condado descritas en la Sección 2; sin embargo, la utilización de esta cantidad quedará sujeta a la aprobación del Comité para la Revisión de las Subvenciones, del Comité del Consejo Técnico y de la Dirección para la Recuperación de Recursos. Además, el condado aumentará los fondos de subvención con la cantidad imprescindible, capaz de proporcionar el personal, las operaciones y los costes complementarios necesarios para realizar las actividades especificadas en la Sección 2, a fin de lograr los objetivos de reciclaje estatales. La distribución del 80 por 100 restante de los fondos de subvención se realizará bajo la recomendación del Comité para la Revisión de las Subvenciones. Este Comité estará formado por un grupo de cinco (5) personas: dos representantes de las comunidades pequeñas del contrato (menos de 50.000 habitantes), dos representantes de las comunidades grandes del contrato (más de 50.000 habitantes) y un representante del condado. El Comité del Consejo Técnico seleccionará los representantes que formarán el Comité para la Revisión de las Subvenciones. Se informará a cada comunidad del contrato de su cuota en los fondos de subvenciones recomendados por el Comité para la Revisión de las Subvencio-

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nes. La comunidad del contrato tendrá derecho a recurrir al Comité del Consejo Técnico, y después, a la Dirección para la Recuperación de Recursos. La comunidad del contrato aceptará la recomendación de la Dirección para la Recuperación de Recursos, cuando dicha recomendación sea aprobada por los comisionados del condado encargados de la aportación final de los fondos de subvenciones y dependientes de la Dirección del Condado de Broward. Sección 5. Penalizarían por omisión y finalización: El incumplimiento, por cualquiera de las partes, de las provisiones de este acuerdo pondría a esa parte en omisión. Antes de concluir este acuerdo, la parte cumplidora realizará una notificación por escrito a la parte incumplidora. La notificación hará referencia específica a la provisión que produjo el incumplimiento y especificará un período de tiempo razonable, no menos de treinta días, para que cumpla la parte incumplidora. Si la parte incumplidora es una comunidad del contrato y es un hecho que la parte incumplidora elige no subsanar lo incumplido, este acuerdo quedará finalizado, y la parte incumplidora devolverá al condado todos los fondos de las subvenciones para reciclaje y educación recibidos por la parte incumplidora, empezando en el año fiscal 1992 y continuando hasta el momento del incumplimiento. Todos los fondos devueltos por la comunidad del contrato incumplidora serán redistribuidos por el Comité del Consejo Técnico (vía Comité para la Revisión de las Subvenciones) a las restantes comunidades del contrato. Sección 6. Modificación:

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Este acuerdo puede ser modificado en cualquier momento por consentimiento escrito y mutuo del condado y de las comunidades del contrato. Sección 7. Indemnización: Sujetándose a las provisiones de la Sección 768.28, FS, y al máximo permitido por la ley, el condado y cada una de las comunidades del contrato están de acuerdo en indemnizar a todas las demás partes de cualquier y toda responsabilidad, reclamación o daños de cualquier tipo, que sean o puedan ser el resultado de cualesquiera de sus actos negligentes u omisiones, o de los actos negligentes u omisiones de sus oficiales, empleados o agentes, y que surjan durante o después de este acuerdo y/o los programas de reciclaje que persiguen estos fondos de subvenciones. Sección 8. Archivo: El condado, en el momento en que todas las partes ejecuten este acuerdo, archivará una copia de dicho acuerdo en el archivo del condado de Broward, Florida. Así, y para que conste como testimonio, las partes aquí presentes han causado ejecución de este acuerdo interlocal, para los usos y fines aquí expuestos, en el día y año descritos anteriormente.

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

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Memorándum provisional A: Miembros del CCT de Resource Recovery. DE: William «Bill» Duffy, presidente del Comité de Revisión de Subvenciones. FECHA: 11 de junio de 1991. ASUNTO: Evaluación de subvenciones para los años 3-4-5. El Comité para la Revisión de las Subvenciones se reunió el 4 de junio de 1991, con el objetivo de revisar los criterios para la evaluación de las subvenciones aprobadas por el Comité del Consejo Técnico (CCT) el 16 de febrero de 1990, y propuso las siguientes revisiones, que promueven una distribución más equilibrada de los fondos destinados a subvenciones: Prioridad #1 = 15 por 100 de los fondos de subvenciones. Prioridad #2 = 65 por 100 de los fondos de subvenciones. Prioridad #3 = 20 por 100 de los fondos de subvenciones.

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A continuación se presenta una explicación de cada prioridad: Prioridad #1.

Desarrollo de mercados. Condado de Broward

A. IRM/CPI. Construcción de una instalación de reciclaje que sirva a todo el condado, propiedad de y operado por el condado o un contratista, pero abierto al uso para todas las comunidades del contrato. Esta instalación procesaría y comercializaría todos los materiales aportados por los programas de recolección de las comunidades del contrato. Podría integrarse un centro de procesamiento intermedio, con un sistema primario, en la instalación para la recuperación de recursos. Prioridad #2. Programas de recolección

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A. Expansión multimaterial municipal/doméstica no subvencionada. A todas las peticiones del programa que no hayan sido financiadas anteriormente se les dará prioridad en esta categoría. Se concederá prioridad a la expansión, al 100 por 100, de los programas domésticos en acera multimateriales. B. Multifamiliar. Se deberían considerar los programas diseñados para afrontar urbanizaciones de más de 50 viviendas y de bloques altos de viviendas. C. Comercial. Financiación para bares, restaurantes, tiendas, centros comerciales, escuelas y oficinas (es decir, médicos, dentistas, abogados, bancos, etcétera). Los fondos para esta categoría se basarán en la cantidad de instituciones servidas. D. Residuos de jardín. Se considerará la financiación en los programas que proporcionen una zona de servicio amplia (es decir, un programa diseñado para cubrir el 50 por 100 de la ciudad tiene más posibilidades de financiación que un programa que cubra solamente del 10 por 100). E. Programas locales de educación. Distribución de los fondos en la Prioridad #2 I. Se concederán subvenciones básicas a las ciudades que cumplan los requisitos, y al condado. II. Los fondos sobrantes de las subvenciones para la Prioridad #2 se dividirán de la forma siguiente: Prioridad 2a. La mitad de los fondos de la Prioridad #2 que queden después de la distribución de los fondos para la subvención básica se aportarán, sobre una base per capita (véase DER), a los municipios que cumplan los siguientes criterios: Cualesquiera de los fondos no aportados en esta sección, como consecuencia de la limitación per capita, se añadirán a la cantidad destinada a la distribución incitativa. 1. No recibió fondos de la subvención básica. 2. Solicitud registrada en la Oficina de Reciclaje antes de la fecha límite establecida. 3. Formulario de solicitud completado.

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EVALUACIONES LEGISLATIVAS

2.45

4. Ninguna solicitud para gastos de operación. 5. El representante asistió a las sesiones de trabajo de la Oficina de Reciclaje. 6. La solicitud cumple un elemento de la Prioridad #2 (entre A y E, ambos incluidos). 7. Un acuerdo del cuerpo gobernante del municipio acompaña a la solicitud, apoyando la propuesta para el programa de reciclaje y reconociendo que la financiación, mediante subvenciones, se proporcionará sobre una base reembolsable, es decir, sin financiación adelantada. Sistema de distribución incitativa Prioridad 2b. La mitad sobrante de los fondos de la Prioridad #2 irá a los programas municipales y del condado que estén COMPLETAMENTE FINANCIADOS por la Prioridad #2a, y se aportarán sobre una base per cápita. Para ser elegibles en los fondos de Prioridad #2b, los municipios y el condado entregarán solicitudes que cumplan los siguientes criterios:

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1. Solicitud registrada en la Oficina de Reciclaje antes de la fecha límite establecida. 2. Formulario de solicitud completado. 3. Ninguna solicitud para gastos de operación. 4. El representante asistió a las sesiones de trabajo de la Oficina de Reciclaje. 5. La solicitud cumple un elemento de la Prioridad #2 (entre A y E, ambos incluidos). 6. Un acuerdo del cuerpo gobernante del municipio acompaña a la solicitud, apoyando la propuesta para el programa de reciclaje y reconociendo que la financiación, mediante subvenciones, se proporcionará sobre una base reembolsable, es decir, sin financiación adelantada. Prioridad #3. Educación en todo el condado, realizada por el condado de Broward A. Medios de comunicación: Desarrollo continuo de publicidad, actividades promocionales y programas similares, en radio, TV, prensa, transporte público, etc. B. Programas escolares: Desarrollo de planes de estudio, viñetas humorísticas y programas de concienciación.

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Capítulo

3

CARACTERIZACION DE LOS FLUJOS DE RESIDUOS David S. Cerrato Gerente del Proyecto de Malcolm Pirnie, Inc. White Plains, Nueva York

VISION GENERAL

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¿Por qué identificar los contenidos de la basura? Cada hombre, mujer y niño genera basuras. Nuestras empresas, fábricas y establecimientos institucionales generan basuras. La cuestión no es si produciremos basura o no, sino cuánta, de qué tipo y si existe un uso secundario para los residuos sólidos antes de que decidamos enterrarlos o quemarlos. La Figura 3.1 ilustra el incremento ininterrumpido del flujo de residuos sólidos en Estados Unidos durante los últimos treinta años. Como se puede observar, la generación anual de residuos sólidos en Estados Unidos se ha incrementado firmemente desde un valor estimado en 82 millones de toneladas para 1960 hasta un valor estimado de 155 millones de toneladas en 1990. Esto indica, aproximadamente, una media en el incremento del 2 por 100 anual durante los últimos treinta años. Nuestra propensión a producir y desechar cada vez más ha ido dificultando progresivamente la gestión eficaz del flujo de residuos sólidos por parte de nuestra sociedad. Para afrontar este reto debemos conocer la composición de nuestro flujo de residuos sólidos. Esta es la única forma a través de la cual podemos planificar Anthony J. DeBenedetto, científico dedicado a la investigación en Malcolm Pirnie, ayudó en la recopilación y análisis de los datos contenidos en este capítulo.

3.1

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3.2

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FIGURA 3.1. Generación estimada de residuos sólidos 1960-1990 (Fuente: Franklin Associates, Ltd.).

una evacuación ambientalmente correcta, y lo que es más importante, una gestión eficiente y eficaz de los recursos y programas de reciclaje.

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Impacto de los resultados en la caracterización Durante los últimos, digamos, veinte años se ha prestado una considerable atención a la planificación en la evacuación del flujo de residuos sólidos urbanos. Nuestros esfuerzos se han dirigido principalmente hacia la cantidad generada de residuos sólidos y, en menor grado, hacia la composición del flujo de residuos. En el pasado, la caracterización de los residuos sólidos era, normalmente, un componente más dentro del estudio de cuantificación de los residuos sólidos. Lo importante era la cantidad, no la calidad. Sin embargo, a través de los años, se ha hecho imprescindible un mayor conocimiento de la composición de los residuos sólidos para la gestión a largo plazo de dichos residuos. En consecuencia, la caracterización de los residuos sólidos continúa siendo un elemento esencial a la hora de valorar adecuadamente la viabilidad de las diferentes técnicas de evacuación. La cantidad y la composición del flujo de residuos sólidos tienen un impacto directo sobre las tecnologías seleccionadas para la gestión y la evacuación. Por ejemplo, la evaluación de las tecnologías residuos-energía requiere un conocimiento profundo del flujo de residuos sólidos, incluyendo su valor como fuente energética. La composición del flujo de residuos sólidos determinará, finalmente, su valor calorífico como combustible para generar energía. El valor calorífico (medida de la cantidad de energía emitida por un combustible cuando se quema; en este caso, residuos sólidos) tendrá un efecto directo, en primer

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CARACTERIZACIÓN DE LOS FLUJOS DE RESIDUOS

3.3

lugar, sobre la viabilidad de la tecnología residuos-energía: conociendo si pueden ser quemados, y en segundo lugar, sobre la elección del tamaño de la instalación residuos-energía: cuanto más fácilmente se queman los residuos, menor es su tasa de procesamiento. Por lo tanto, el rendimiento de una instalación residuos-energía se ajusta en base al valor calorífico del flujo de residuos sólidos procesado. También su utiliza la composición del flujo de residuos sólidos para valorar los impactos potenciales en el ambiente asociados a la evacuación de los residuos. Es cierto el viejo refrán: You get out what you put in (recolectas lo que siembras). Una vez más, utilizando nuestro ejemplo de residuos-energía, el conocimiento de los constituyentes en el flujo de los residuos sólidos que se van a procesar en una instalación residuos-energía permite que los científicos determinen los compuestos químicos y los gases que, probablemente, se formarán durante y después del proceso de combustión. Posteriormente, estos conocimientos permitirán a los ingenieros diseñar sistemas modernos para el control de la contaminación atmosférica, sistemas capaces de mitigar los impactos potencialmente adversos para el medio ambiente. Para la evacuación en el vertedero, la composición de los residuos sólidos que se van a enterrar tiene un impacto directo sobre la densidad conseguida in situ, que después afectará a la capacidad del vertedero o a la estimación de la vida útil del vertedero. Los datos sobre caracterización de residuos sólidos se utilizan también para determinar los compuestos químicos potenciales que, probablemente, serán emitidos en forma de lixiviados, cuando las aguas de lluvia se filtren en el vertedero. De nuevo, esto permitirá que los científicos e ingenieros diseñen sistemas apropiados para la recolección y el tratamiento de los lixiviados, a fin de mitigar los impactos potencialmente adversos sobre el medio ambiente. En el pasado, los estudios sobre caracterización de residuos sólidos tendían a estructurarse según un número limitado de cuestiones relacionadas con la gestión de los residuos. Normalmente, los estudios se orientaron hacia una estrategia global en la evacuación de residuos. Vamos a denominar a esto macroaproximación. Cuando se lleva a cabo un estudio relativo a la cantidad y caracterización de los residuos sólidos, una macroaproximación típica identificaría los siguientes constituyentes en los residuos: Papel y cartón Metales Goma y cuero Madera Residuos de jardín Residuos inorgánicos misceláneos

Vidrio Plástico Textiles Residuos de comida Otros residuos

Aunque un estudio sobre la composición de los residuos sólidos debe caracterizar, como mínimo, estos constituyentes, ha llegado a ser imprescindible la adopción de una microaproximación para analizar cada constituyente residual por subcomponentes. La microaproximación proporciona una información que permite la valoración de diversas estrategias de reciclaje y comer-

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3.4

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cialización de materiales, así como una información detallada, necesaria para la planificación de los sistemas globales en la gestión de residuos. A continuación se presenta una posible clasificación para los subcomponentes de los residuos sólidos: • Papel: papel de periódico, ondulado, libros, revistas, papel de seda, impresos comerciales, papel de oficina, embalaje. • Vidrio: vidrio para recipientes (blanco, verde, ámbar), otros vidrios. • Metales: latas de aluminio, papel de aluminio, férreos, estaño. • Plásticos: polietileno tereftalato (PET), poliestireno, polietileno transparente de alta densidad (PE-HD), polietileno coloreado de alta densidad (PE-HD), policloruro de vinilo (PVC). • Residuos de comida. • Goma. • Cuero. • Textiles: telas, confección. • Madera: tocones, palets, muebles. • Residuos de jardín: hojas, hierba, ramas. • Cerámica. • Residuos de construcción y demolición. • Neumáticos. • Aceite residual. • Otros residuos. • Residuos inorgánicos misceláneos.

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Fiabilidad del estudio de caracterización Aunque el estudio sobre la caracterización de residuos sólidos se basa en un razonamiento estadístico, los resultados son estimaciones. Sin embargo, podemos desarrollar un estudio «prototipo» para conseguir un nivel de confianza, tal que los datos obtenidos fluctúen entre el 5 y el 10 por 100 de la media real para todas las muestras tomadas. El razonamiento estadístico utilizado se explica más adelante, en la sección de cálculos (pág. 3.8). Podemos determinar, dentro de un margen de error tolerable, la composición y las características de un flujo de residuos sólidos en particular, cuando disgregado en sus subcomponentes, el flujo de residuos objeto de estudio pueda proporcionar la suficiente información al gestor como para maximizar la eficacia de los sistemas de reciclaje y evacuación. Sin embargo, las fluctuaciones en las configuraciones de generación, especialmente si se adopta una base anual, pueden afectar a los resultados de un estudio de caracterización de los residuos. Por lo tanto, cualquier estudio sobre la composición de los residuos sólidos debe diseñarse de tal forma que los datos obtenidos durante un año puedan ser analizados en años posteriores, con el fin de estimar las variaciones previsibles que sean el resultado de cambios en las condiciones económicas y socioeconómicas.

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CARACTERIZACIÓN DE LOS FLUJOS DE RESIDUOS

3.5

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La caracterización ayuda a la planificación de los residuos sólidos y del reciclaje El propósito fundamental de un estudio de caracterización de residuos es proporcionar una información útil que permita al gestor de los residuos valorar las alternativas viables para la reutilización, reciclaje y evacuación de los residuos sólidos. Si se tratase de un análisis puramente económico, la alternativa menos costosa sería siempre la preferente. Sin embargo, la basura se ha convertido en un asunto político importante, agravado por la presión de la opinión pública, que va más allá de lo puramente económico; la alternativa menos costosa no siempre es la alternativa preferida. En consecuencia, las características del flujo de residuos son cada vez más importantes, ya que el gestor de residuos desarrolla alternativas de reutilización, reciclaje y evacuación, en busca de las más eficaces y efectivas fuera del modelo meramente económico. Un idealista en temas ambientales podría afirmar que todos los residuos sólidos («basura») son reciclables. Pero un ensayo sencillo, cogiendo los residuos sólidos generados en su casa durante un día y separando los residuos en categorías potenciales de reciclaje, revelaría que esto no es cierto. Aunque se pueda reciclar una parte importante del flujo de residuos, al final quedará una parte mayor que, probablemente, requerirá la evacuación. Una idea, mantenida durante años, sostiene que lo que un individuo desecha como sin valor es la fortuna para otro individuo. Uno de los mejores ejemplos de la eficacia del reciclaje puede encontrarse en los países subdesarrollados, donde se puede disipar definitivamente el mito del «oro en las basuras». En los países subdesarrollados, el reciclaje normalmente se produce en cada etapa del proceso de generación, transferencia y evacuación de residuos. El generador, cuidadosamente, tamiza lo que evacua y separa los materiales que pueden tener algún valor secundario en el mercado. Después, los equipos de recolección seleccionarán minuciosamente los residuos antes de recolectarlos. Los equipos de recolección suelen llevar contenedores personales, utilizados para separar los reciclables. Posteriormente, formando parte del itinerario de recolección diario, los equipos pararán en diversas plazas de mercado para vender los materiales valiosos que han recolectado. No es infrecuente que un equipo de recolección trabaje todo el día en un lugar de recolección determinado, por ejemplo, una plaza de mercado, separando los reciclables vendibles y llevándolos hasta un reciclador conocido, a cambio de dinero. Cuando el equipo de recolección finalmente consiga llegar hasta el lugar de evacuación, por ejemplo, un vertedero municipal, esperan los traperos, a veces cientos, para seleccionar las basuras una vez más. Al final, cada pedazo del material que tenía el más mínimo valor como materia secundaria comercializable, ha sido separado del flujo de residuos. A pesar de las ineficacias de tal sistema de reciclaje, se consigue una separación de más del 50 por 100 en el flujo de residuos sólidos. En un artículo reciente sobre la eficacia y efectividad de este tipo de sistema de reciclaje, para el National Development Magazine, noviembre/diciembre de 1989, yo mismo escribí: «Si la riqueza estuviera en las basuras, la gente que busca materiales valiosos, reutilizables o reciclables, entre

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3.6

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los desechos de los vertederos municipales, aparcaría sus Cadillacs en la entrada del vertedero cada mañana y podría comprar el equipamiento necesario para protegerse mientras trabaja. Si la riqueza estuviera en las basuras, la economía del negocio crearía una red mundial de empresarios, intermediarios y mercados, capaz de reciclar los residuos del mundo. El reciclaje no sería una actividad económica guiada por el Gobierno y el medio ambiente.» El hecho es que, aunque el reciclaje es imprescindible en cualquier sistema para la gestión de residuos sólidos, la basura, al fin y al cabo, es solamente eso, basura. Es necesario comprender su composición antes de desarrollar la tecnología correcta para su evacuación. Sabiendo que nuestras prioridades son maximizar la reutilización y el reciclaje, con el conocimiento de que una cantidad importante de los residuos sólidos generados requerirán finalmente su evacuación, podemos elaborar procesos de planificación para los residuos, incluyendo estudios de caracterización, que proporcionen a los gestores la información necesaria para desarrollar sistemas de gestión integral de residuos capaces de maximizar la reutilización y el reciclaje, así como aquellas alternativas de evacuación que sean ambientalmente correctas.

MÉTODOS Y PRACTICAS _______________________________

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Desarrollando parámetros de estudio Es esencial conocer los objetivos finales del plan sobre residuos sólidos para desarrollar los métodos que posibiliten el estudio de caracterización. Por ejemplo, si la zona de estudio desea iniciar la reducción de residuos, el estudio de caracterización sobre los residuos sólidos debe incluir una microaproximación a los envases. Todos los tipos de envases deben ser disgregados, y se debe realizar un análisis acerca del efecto que podría tener una reducción de los diversos tipos de envases en el flujo de residuos total. Otro ejemplo podrían ser los programas de reciclaje existentes y/o la legislación sobre botellas. En este caso, el estudio de caracterización debe incluir una valoración acerca de las cantidades de materiales reciclables que quedan en el flujo de residuos cuando éste llega al lugar de evacuación, después de haberse realizado el reciclaje. Por lo tanto, el estudio de caracterización tendría que incluir una valoración sobre las formas de generación y los métodos de evacuación para los residuos sólidos. Esta aproximación también precisaría de un análisis por regiones individuales dentro de la zona de estudio, lo que permitiría analizar la eficacia del reciclaje caso por caso. Esto posibilitaría la extrapolación de los datos a un grupo de población más amplio. Como se puede constatar con solamente estas pocas variantes, debe modificarse la microaproximación según los distintos escenarios, a fin de captar una información que vaya más allá de la caracterización básica. Sin embargo, antes de diseñar las diferentes variaciones a la microaproximación, debe haber una uniformidad fundamental respecto a la aproximación básica. La uniformidad

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CARACTERIZACIÓN DE LOS FLUJOS DE RESIDUOS

3.7

es un elemento imprescindible en los métodos y procedimientos de un estudio sobre la caracterización de los residuos sólidos, sobre todo si posteriormente vamos a comparar y extrapolar los datos a diversas regiones y poblaciones a lo largo de Estados Unidos, y en el extranjero.

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Normativas en la industria Como se señaló anteriormente, lo primero es modificar la microaproximación a la caracterización de los residuos sólidos, para proporcionar así un conocimiento más detallado sobre la composición de los residuos. Este conocimiento sobre el flujo de residuos, una vez separado por componentes y subcomponentes, hasta el máximo posible, permite realizar una planificación más eficaz y efectiva de los residuos sólidos. Hacer uniformes los parámetros de estudio para la caracterización de los residuos nos permite el análisis de los datos procedentes de otros estudios, con el fin de comparar las características de los residuos sólidos a nivel regional. La Sociedad Americana de Ensayos y Materiales (ASTM) consideró diferentes propuestas relativas a los procedimientos y métodos que permitirían la elaboración de un procedimiento estándar, a fin de realizar los estudios de caracterización. De estas propuestas, un procedimiento en particular ha logrado un cierto nivel de reconocimiento a nivel industrial. Este procedimiento se conoce como ASTM Standars, Draft Number 2, October 21, 1988, «Method for Determination of The Composition of Unprocessed Municipal Solid Waste» (Normas ASTM, «Método para determinar la composición de los residuos sólidos urbanos no procesados», Borrador número 2, 21 de octubre de 1988). Este método proporciona diferentes procedimientos para medir la composición de los residuos sólidos urbanos no procesados utilizando la selección manual. El procedimiento propuesto permite que el usuario estime la composición media de los residuos, a través de la recolección y selección manual de diversas muestras de residuos sólidos durante un período de tiempo determinado, normalmente una o dos semanas. Este procedimiento, empleando una o dos semanas, puede repetirse en diferentes períodos a lo largo del año para obtener las variaciones estacionales en la caracterización de los residuos. Resumen de métodos. El número de muestras seleccionadas y tomadas para estimar la composición de los residuos sólidos se calcula en base a unos criterios estadísticos que se discuten más adelante en este capítulo. Para el muestreo se escogen, aleatoriamente o no, vehículos cargados con residuos y se toman muestras selectivas de las cargas obtenidas de los vehículos. Después, cada muestra selectiva se separa manualmente en sus componentes individuales de residuos. Posteriormente, se calcula la fracción en peso para cada componente y se determina la composición media de los residuos utilizando los resultados de los análisis de composición efectuados en cada una de las muestras selectivas. A continuación se describe un grupo de términos empleados en las Normas que serán utilizados a lo largo de este capítulo. Se han incluido estas definicio-

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3.8

MANUAL McGRAW-HILL DE RECICLAJE

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nes para proporcionar una mayor comprensión del lenguaje utilizado en la descripción de los métodos implicados en los análisis de caracterización. Las Normas propuestas definen residuos sólidos urbanos no procesados como residuos sólidos en la forma que se desechan, o residuos que no han sufrido una reducción de tamaño o procesamiento. A los residuos sólidos urbanos no procesados se les puede dividir en componentes de residuos, formados por materiales con propiedades físicas y composiciones químicas similares. Estas categorías incluyen: metales férreos, vidrio, papel de periódico, residuos de jardín, aluminio, etc. Durante la caracterización del flujo de residuos, las muestras selectivas se recogen y seleccionan manualmente en diversos componentes de residuos, se trata de porciones tomadas como representativas del cargamento completo del vehículo, y que se corresponden con, aproximadamente, 90-140 kg del cargamento de un vehículo destinado a la evacuación de residuos sólidos. Además, el estudio de caracterización puede incluir también un análisis del flujo de residuos en el laboratorio. En este caso, una muestra, tal y como podría ser una porción mixta formada por múltiples constituyentes contenidos en la muestra selectiva original, sería analizada en un laboratorio para determinar el valor calorífico de los residuos y la composición química del flujo de residuos. Una vez completadas las actividades de caracterización, se recopilan y analizan todos los datos obtenidos durante el estudio. A partir de entonces, los datos referentes a la composición de los residuos sólidos se presentan en términos de fracción o porcentaje en peso. Cálculos. Las Normas proporcionan fórmulas y cálculos para establecer el número de muestras selectivas necesarias en una sesión de muestreo. El número de muestras selectivas que se requieren para conseguir el nivel de confianza deseado, con el fin de que las muestras tomadas sean representativas de la totalidad del flujo de residuos sometido a estudio, está en función de la constitución de los residuos sólidos. La ecuación propuesta por ASTM para determinar el número de muestras n es:

donde t* es la t de Student característica, que corresponde al nivel de confianza deseado (véase Tabla 3.1), s es la desviación estándar estimada y x es la media estimada (véase Tabla 3.2). Cuando se utilice esta fórmula, todos los valores deben presentarse en notación decimal. Por ejemplo, un valor de precisión e del 20 por 100 se presenta como 0,2. La Tabla 3.2 proporciona los valores sugeridos para s y x en los componentes de residuos. Los valores de t* se dan en la Tabla 3.1, para niveles de confianza del 90 y 95 por 100. Entonces, basándose en el nivel deseado de precisión y confianza, estime el número de muestras n y de componentes utilizando la ecuación de ASTM proporcionada más arriba. Ya que el número de muestras requerido varía según el componente, el tamaño de la muestra, es decir, el número de muestras que van a ser seleccio-

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TABLA 3.1. Valores de t estadísticos (t*) en función del número de muestras e intervalos de confianza Número de muestras (a)

90 %

2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 36 41 46 51 61 71 81 91 101 121 141 161 189 201

6.314 2.920 2.353 2.132 2.015 1.943 1.895 1.860 1.833 1.812 1.796 1.782 1.771 1.761 1.753 1.746 1.740 1.734 1.729 1.725 1.721 1.717 1.714 1.711 1.708 1.706 1.703 1.701 1.699 1.697 1.690 1.684 1.697 1.676 1.671 1.667 1.664 1.662 1.660 1.658 1.656 1.654 1.653 1.653

95 % 12.706 4.303 3.182 2.776 2.571 2.447 2.365 2.306 2.262 2.228 2.201 2.179 2.160 2.145 2.131 2.120 2.110 2.101 2.093 2.086 2.080 2.074 2.069 2.064 2.060 2.056 2.052 2.048 2.045 2.042 2.030 2.021 2.014 2.009 2.000 1.994 1.990 1.987 1.984 1.980 1.977 1.976 1.973 1.972

Fuente: Normas ASTM, Borrador número 2, 21 de octubre de 1988.

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3.9

3.10

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TABLA 3.2. Valores de la media (x) y de la desviación estándar (s) en muestreos semanales para determinar la composición de los RSU* Componente

Papel mezclado Papel de periódico Ondulado Plástico Residuos de jardín Residuos de comida Madera Otros orgánicos Férreos Aluminio Vidrio Otros inorgánicos

Desviación estándar (s)

Media (x)

0,05 0,07 0,06 0,03 0,14 0,03 0,06 0,06 0,03 0,004 0,05 0,03

0,22 0,10 0,14 0,09 0,04 0,10 0,06 0,05 0,05 0,01 0,08 0,06 1,00

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* Los valores en la media y desviación estándar son estimaciones basadas en datos procedentes de trabajos de campo para RSU muestreados en períodos de muestreo semanales en diversas zonas de Estados Unidos. Fuente: Normas ASTM, Borrador número 2, 21 de octubre de 1988.

nadas, está controlado por el componente que se obtiene del número total de muestras tomadas. Después de determinar el número de muestras n que se van a tomar, vuelva a la Tabla 3.1 y seleccione la t de Student estadística, t*, que corresponde a n. Después, vuelva a hacer el cálculo utilizando la misma fórmula, para determinar el número total de muestras que se van a tomar durante el estudio de caracterización.

IMPLANTACIÓN DEL ESTUDIO __________________________ Introducción Normalmente, los estudios de caracterización sobre residuos sólidos se llevan a cabo durante la primera fase del plan de gestión integral de residuos sólidos, que puede incluir: recuperación de recursos, diversos reciclajes y otros sistemas de procesamiento y evacuación. Antes de llevar a cabo los verdaderos trabajos de campo, es necesario disponer de una información básica para diseñar adecuadamente la metodología del programa. Para conseguir un conocimiento completo del flujo de residuos, la agencia gestora debe determinar cuántos residuos están generándose, de dónde proceden y de qué están formados en términos generales. El estudio para la caracterización de los residuos sólidos debe subdividir el flujo de residuos en microcomponentes, por ejemplo, si se va a proporcionar la

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CARACTERIZACIÓN DE LOS FLUJOS DE RESIDUOS

3.11

información necesaria para una planificación eficaz de los residuos sólidos, los plásticos deberían separarse adicionalmente en PET, PE-HD, PVC y otros plásticos mezclados. Con el fin de evaluar el potencial para la reducción en origen, el flujo de residuos se separa en productos residuales específicos e indirectos. Como una forma de reducir la generación de residuos, se concede una atención especial al flujo de residuos, es decir, envases, publicidad, etiquetas, etc. Los programas de muestreo deben también tener en cuenta las fluctuaciones estacionales y geográficas para determinar la cantidad y composición de los tipos de residuos. Además, los programas relativos a la composición de los residuos deben proporcionar información sobre el flujo de residuos según el tipo específico de generador, permitiendo así que la agencia que realiza el estudio pueda registrar a los generadores específicos en los programas de reciclaje, y de esta forma, incrementar las posibilidades de éxito. El desarrollo de un estudio de caracterización específico, según las necesidades del programa, ahorrará mucho tiempo y dinero, y puede ayudar a conseguir una contabilidad correcta de todo el flujo de residuos.

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Actividades premuestreo Nunca será demasiada la importancia dada a la planificación antes de comenzar un estudio de caracterización. No importa cuánto tiempo se esté planificando desde una oficina, sin un conocimiento total de los objetivos del estudio y una comprensión del funcionamiento de las instalaciones en las que se van a realizar los trabajos de campo antes de iniciar los estudios de caracterización, hay un riesgo potencial de diseñar incorrectamente la tecnología del programa. Como se discutió anteriormente, es imprescindible comprender toda la amplia gama de necesidades informativas a fin de desarrollar la metodología correcta para el estudio de caracterización. Un estudio de caracterización que incluya, por ejemplo, cuatro semanas de muestreo para captar las variaciones estacionales, una semana en cada estación del año, y ensayos completos en el laboratorio, es muy caro para cualquier municipio. El coste de estos estudios puede variar entre 300.000 y 700.000 dólares, según el nivel de detalle deseado, el número de lugares de muestreo, etc. Ya que la mayor parte de los costes están relacionados directamente con los trabajos de campo, es crucial identificar todas las necesidades de información antes de iniciar el estudio. Cada uno de los objetivos del estudio debe definirse claramente. Hay que realizar los mayores esfuerzos posibles durante las actividades de muestreo con el fin de lograr todos los datos esenciales. Cualquier dato no conseguido adecuadamente podría ocasionar la repetición de los trabajos de campo. La repetición de cualquier parte del esfuerzo de campo tendría, finalmente, un impacto considerable sobre los costes del estudio. Para ayudar a eliminar la posibilidad de no abarcar todas las necesidades del estudio, lo mínimo que debe hacer el equipo del proyecto es:

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• Definir la zona de estudio. • Revisar los datos socioeconómicos dentro de la zona de estudio. • Desarrollar una lista con todas las compañías de recolección, privadas y públicas, que trabajan en la zona de estudio. • Contactar con todas las compañías de recolección identificadas y dialogar sobre el estudio para la caracterización de los residuos sólidos. • Visitar cada zona de evacuación independientemente de si se van a realizar allí o no los muestreos. • Revisar los planes sobre residuos sólidos y los programas de reciclaje anteriores. • Analizar la cantidad y la composición de los reciclables separados del flujo de residuos antes de la evacuación. • Fijar el calendario de los períodos de muestreo, con el fin de tener en cuenta posibles variaciones estacionales y cíclicas que puedan influir en la generación de los residuos. Cuando el equipo del proyecto haya definido claramente los parámetros de estudio, se puede comenzar el estudio de caracterización para los residuos sólidos, incluyendo las actividades premuestreo.

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Categorías de residuos. El siguiente paso, después de las actividades premuestreo discutidas en la Sección 3.2, es definir las categorías de los residuos que se van a someter a muestreo. En la Tabla 3.3 se presenta una lista sobre los componentes de muestreo a seleccionar. En la Tabla 3.4 se presenta una descripción de algunas de las categorías para los componentes de los residuos proporcionados en la Tabla 3.1. Se pueden definir y seleccionar otros componentes para los residuos cuando sea necesario. La Tabla 3.3 incluye los componentes utilizados con más frecuencia para definir e informar acerca de la TABLA 3.3. Lista de categorías para los componentes de residuos Papel mezclado Papel de alto grado: Papel de informática Otro papel de oficina Papel de periódico Ondulado Plásticos: Botellas PET * Botellas PE-HD † Película Otros plásticos Residuos de jardín Residuos de comida Madera

Otros orgánicos Férreos: Latas Otros férreos Aluminio: Latas Papel Otro aluminio Vidrio: Transparente Ámbar Verde Otros inorgánicos

* PET = polietileno tereftalato. † PE-HD = polietileno de alta densidad.

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TABLA 3.4.

3.13

Descripción de algunas categorías para los componentes de residuos

Categoría

Descripción

Papel mezclado

Papel de oficina, papel de informática, revistas, papel satinado, papel encerado, otros papeles que no encajan en las categorías «papel de periódico» y «ondulados».

Papel de periódico

Papel de periódico.

Ondulado

Medios ondulados, cajas o cartones ondulados, bolsas de papel ma-

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rrón (es decir, ondulado). Plástico

Todos los plásticos.

Residuos de jardín

Ramas, varillas, hojas, hierba, otros materiales procedentes de plantas.

Residuos de comida

Toda la comida excepto huesos.

Madera

Serrín, productos de madera.

Otros orgánicos

Textiles, goma, cuero, otros materiales fundamentalmente combusti-

y combustibles

bles y que no se encuentran incluidos en las categorías anteriores.

Férreo

Hierro, acero, latas de hojalata, latas bimetálicas.

Aluminio

Aluminio, latas de aluminio, papel de aluminio.

Vidrio

Todo el vidrio.

Otros inorgánicos y no combustibles

Roca, arena, polvo, cerámica, yeso, metales no férreos y no alumínicos (cobre, latón, etc.), huesos.

composición de los residuos sólidos. Para conseguir una mayor uniformidad, es recomendable que se seleccionen, al menos, las categorías justificadas a la izquierda en la Tabla 3.3. De esta forma, y si fuese preciso, se podría disponer de categorizaciones similares para la composición de los residuos sólidos. Inspección del lugar. Para asegurar que el estudio de caracterización generará la información requerida y ofrecerá una caracterización estadísticamente fiable sobre el flujo de residuos sólidos, las personas que realmente están implicadas en el trabajo de campo deberían visitar, junto con los operadores de las instalaciones colaboradoras, cada uno de los lugares de muestreo. No se debería de tardar más de tres o cinco días en adquirir la información necesaria para comenzar con el verdadero programa de muestreo. Durante estas visitas, los trabajadores deben examinar los aspectos físicos de la zona de estudio y obtener información acerca de lo siguiente: • Identificación y cuantificación de los residuos entrantes. • Identificación y cuantificación de todos los tipos de rutas para la entrada de residuos, información sobre horarios y entregas. • Información sobre las compañías de recolección privadas. • Procedimientos de funcionamiento de la instalación. • Accesibilidad a los servicios públicos, por ejemplo, luz eléctrica, agua. • Identificación de las zonas de muestreo primarias y secundarias.

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La información obtenida se utilizará para perfeccionar y finalizar los procedimientos de muestreo. Permitirá un acceso fácil a los vehículos que van a ser muestreados y posibilitará que todo se lleve a cabo de la forma más segura y eficaz. Un esfuerzo extra en la planificación minimiza los problemas potenciales en las campañas, facilita la identificación de los vehículos, familiariza a los trabajadores con los horarios de los vehículos e implica a los operarios de las instalaciones y a los inspectores. La información será muy útil para los trabajadores durante el período real de estudio. La cooperación del propietario y del operador de la instalación donde se va a realizar el muestreo es crucial para el éxito del estudio de caracterización. Todas las partes implicadas, directa o indirectamente, deben comprender los objetivos, el procedimiento utilizado y las necesidades de datos. Además, las compañías de recolección privadas que utilicen el lugar de evacuación donde va a realizarse el muestreo deben ser contactadas para obtener su cooperación. Se recomienda enviar una confirmación por escrito sobre las discusiones a las compañías de recolección privadas y a los operadores de las instalaciones, a fin de asegurar su cooperación antes de iniciar los trabajos de campo. Esta información debe incluir:

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• Horarios para el muestreo de los residuos. • Métodos y procedimientos propuestos que puedan afectar a las operaciones. • Borrador del cuestionario utilizado para obtener datos de los operadores y usuarios de las instalaciones. • Procedimientos de pesaje. • Localización de las zonas de pesaje y selección. • Gestión general de los residuos sólidos seleccionados. Tamaño del equipo. El tamaño del equipo de muestreo está en función del alcance del estudio para la caracterización de los residuos sólidos, de la cantidad de residuos que entran en el lugar de muestreo y del número recomendado de muestras a seleccionar. Un estudio sobre la composición que implique solamente una caracterización de los residuos por componentes requerirá normalmente de cuatro a seis seleccionadores, así como un supervisor cuya función será operar la báscula y recopilar los datos. Si el estudio incluye inspecciones visuales de las cargas entrantes, valoraciones sobre los residuos comerciales e industriales y entrevistas con las compañías de recolección, entonces se precisará de más personal. Cada actividad extra puede requerir hasta dos personas más en el equipo. El tamaño del equipo, sin embargo, normalmente es sugerido por la agencia que propone el estudio. La estimación que presentamos sobre las necesidades de personal tiene la intención de proporcionar una directriz, con el fin de que haya suficientes personas disponibles en el lugar de muestreo. Sin embargo, antes de comenzar el trabajo de campo se recomienda que el promotor del estudio discuta el tamaño del equipo con quienes realicen dicho estudio. Esto permitirá que el promotor pueda modificar el equipo para reducir los costes en el estudio de caracterización.

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3.15

Plan de seguridad para los trabajos de campo. El plan de seguridad es una parte importante del programa de muestreo. Las personas que están seleccionando manualmente los residuos sólidos urbanos mezclados pueden encontrarse con elementos potencialmente peligrosos. Para minimizar los riesgos asociados con la selección de residuos, debe realizarse un plan de seguridad para los trabajos de campo. Este plan debe incluir, como mínimo, lo siguiente:

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• • • • •

Normalización de procedimientos y precauciones. Identificación del equipamiento protector necesario. Procedimientos generales de primeros auxilios. Procedimientos respecto a residuos peligrosos. Procedimientos de emergencia.

Antes de iniciar las actividades in situ, se deben revisar, junto con el personal de operación y selección, las precauciones y los procedimientos del estudio. Hay que identificar los residuos sólidos que probablemente contengan objetos afilados, como clavos, hojas de afeitar y trozos de vidrio. También los que contengan jeringuillas, aerosoles tóxicos, aerosoles rotos, etc. Se debe advertir al personal sobre este peligro e instruirle para mover los residuos lateralmente durante la selección, en vez de forzosamente proyectar sus manos dentro de la mezcla. El personal que manipule y seleccione los residuos sólidos debe llevar una protección apropiada, incluyendo: guantes fuertes de cuero o goma (a prueba de pinchazos), cascos protectores, gafas de seguridad y calzado fuerte con empeine de acero. Durante el proceso de muestreo, la maquinaria pesada también se verá implicada. Esto puede incluir: vehículos de recolección, palas frontales, camiones basculantes, etc. El proceso de vertido puede dispersar los residuos, crear polvo y arrojar al aire productos residuales. Estos proyectiles pueden incluir: partículas de vidrio volantes, procedentes de la rotura de recipientes, y tapas metálicas, procedentes de los recipientes plásticos y metálicos que se rompen por presión cuando son aplastados por el equipamiento pesado. El problema será especialmente agudo cuando la superficie sobre la que se trabaja tenga una alta resistencia a la compresión, por ejemplo, hormigón. Se debe informar al personal acerca de los peligros y la necesidad de protección para los ojos y la cabeza. Además, se debe instruir al personal para que no dirija sus ojos hacia los vehículos que estén descargando o hacia el equipamiento pesado que esté moviendo o colocando los residuos sólidos. El personal debe vestirse apropiadamente con ropa resistente y chalecos reflectantes. También se deben usar luces de seguridad alrededor de la zona de selección. Utensilios. Hay que adquirir suficientes contenedores metálicos, plásticos o de fibra para la selección y el pesaje de cada componente, y deben ser etiquetados correctamente, con el fin de poder ser utilizados durante todo el estudio de muestreo. Los componentes que tengan un contenido sustancial de humedad (por ejemplo, residuos de comida) tienen que introducirse en contenedores metálicos o de plástico, lo que evitará la absorción de humedad por parte del contenedor, ahorrando pesajes a la hora de establecer un peso tara exacto para cada contenedor. Es necesario pesar cada contenedor de almacenamiento al

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principio del día, o más frecuentemente si es preciso, con el fin de conseguir pesos tara exactos. Debería utilizarse una báscula electrónica con una capacidad de, al menos, 100 kg y una precisión de, por lo menos, 50 gramos. Estas básculas deberían ser reguladas diariamente según las especificaciones del fabricante. Las básculas de mesa deben posicionarse sobre superficies limpias, llanas y niveladas. También pueden emplearse básculas plataforma portátiles cuando el lugar de muestreo no está equipado con una báscula plataforma, a fin de poder determinar las cantidades de residuos entrantes, así como la densidad de los residuos. El personal destinado al proceso de selección debería equiparse con lonas resistentes, palas, rastrillos, escobas de empuje, recogedores, cepillos, imanes, mesa de selección, botiquín de primeros auxilios, herramientas de mano pequeñas y misceláneas, conos de tráfico, chalecos reflectantes, guantes a prueba de pinchazos, cascos protectores, gafas de seguridad y botas resistentes con empeine de acero. La zona elegida para llevar a cabo las actividades de selección manual y las operaciones de pesaje debe ser llana, nivelada, y debe estar visiblemente apartada de las zonas normales destinadas al procesamiento y manipulación de los residuos. La superficie debería barrerse o cubrirse con una lona limpia antes de proceder a cada descarga. En la Figura 3.2 se presenta un ejemplo de una zona típica de selección. Muestras de residuos sólidos destinadas a la selección manual. Como se ha explicado anteriormente, el número de muestras se calcula basándose en una fórmula estadística. Los métodos y procedimientos aquí descritos resumen los procedimientos propuestos por la ASTM. Las muestras selectivas se obtienen de los vehículos normales de recolección. Un vehículo de recolección puede llevar un cargamento de 8 a 10 toneladas. Por lo tanto, hay que separar de ese cargamento una muestra que sea representativa del conjunto. Después se procede a seleccionar manualmente la muestra en sus componentes de residuos y en las fracciones de peso calculadas para cada componente. Posteriormente puede calcularse la composición media de los residuos utilizando los resultados sobre composición obtenidos de cada una de las muestras selectivas. Cada día, dentro del período de muestreo, se pueden elegir aleatoriamente los vehículos destinados a muestreo, o bien pueden ser preseleccionados, con el fin de proporcionar una mezcla de residuos representativa de diversos estratos socioeconómicos dentro de una jurisdicción regional. Esta decisión se adopta durante las actividades premuestreo. Para un período de muestreo semanal de x días, el número de vehículos muestreados cada día será aproximadamente n/x, donde n es el número total de cargamentos procedentes de los vehículos seleccionados para estimar la composición de los residuos. El período semanal puede variar entre cinco y siete días. Los vehículos designados se dirigen hacia una zona prefijada para la descarga y recolección de la muestra selectiva. Se instruye al operario del vehículo para que realice la descarga sobre una superficie limpia y en una pila continua, con el fin de evitar la formación de huecos en el cargamento vaciado. En este

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FIGURA 3.2. Esquema de las actividades de selección.

momento, también se recopila información procedente del operario del vehículo, antes de que abandone la zona de descarga. Una vez descargado el vehículo, es necesario separar una porción manejable del cargamento que sea representativa de todo el cargamento. Básicamente se emplean dos procedimientos. El primer método requiere la utilización de una pala frontal. El operario de la pala mezcla completamente el cargamento de residuos y lo nivela en una pila continua. Después, el operario, una vez más mediante la pala, separa aproximadamente la cuarta parte del cargamento y lo coloca apartado del resto. Se mezcla la porción separada y, de nuevo, se separa la cuarta parte. El procedimiento se repite hasta obtener una cuarta parte que pese, aproximadamente, de 90 a 140 kg. Esta parte se selecciona manualmente en sus constituyentes de residuos. El segundo método también requiere una pala frontal y un operario. Sin embargo, en esta ocasión, en vez de mezclar todo el cargamento de residuos antes de separar una muestra, ésta se obtiene longitudinalmente a lo largo de un lateral del cargamento vaciado. La muestra debe formar una masa que pese aproximadamente 450 kg. Después se mezcla la muestra completamente y se separa la cuarta parte para la selección manual. Este método emplea menos tiempo y los resultados son semejantes a los obtenidos en el primer método descrito.

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Se puede seleccionar solamente una muestra en cada cargamento designado. Todo el proceso de manipulación debe realizarse sobre superficies limpias. Si es necesario, la muestra selectiva se llevará hasta una zona de selección segura. Los materiales residuales que no entren en la selección manual deben ser sacados cuanto antes de la zona y evacuados.

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Procedimientos para la selección manual Para preparar la zona de selección se coloca una lona o superficie de plástico sobre una zona nivelada cerca del lugar de descarga. La lona o el plástico se sujetan mediante los contenedores (que se colocan alrededor) utilizados para los materiales procedentes de la selección. El número de contenedores debe ser proporcional a la composición esperada para los residuos. El cartón ondulado puede ser demasiado voluminoso como para ser colocado en contenedores, por lo tanto, es preciso asignar una zona para su almacenamiento. Los contenedores deben localizarse alrededor de la zona de selección, de tal forma que, cuando sea posible, los contenedores para el mismo componente se sitúen en lados opuestos de la pila, proporcionando así un acceso más fácil al equipo de selección. Para el proceso puede usarse una mesa de selección. La mesa facilita el proceso de selección y permite la identificación de los materiales finos que podrían perderse al realizarse la selección en el suelo. También se pueden diseñar mesas que incluyan orificios, en los que podrían utilizarse cribas de diversos tamaños, permitiendo así la caída de los materiales finos en contenedores para una evaluación posterior. Los contenedores de selección se pesan para obtener sus pesos tara. Se etiquetan o enumeran y se marca claramente su peso tara. El peso tara correspondiente a cada etiqueta o número se archiva para futuras referencias. Los contenedores deben limpiarse periódicamente, con el fin de asegurar un peso tara uniforme y exacto. Para comenzar la selección, se lleva una primera porción de la muestra hasta la zona de selección y se coloca encima de la mesa principal. Los miembros del equipo empiezan a seleccionar manualmente la muestra. La operación está controlada por el supervisor del equipo, quien comprueba cada contenedor para asegurar la calidad de la selección y ayuda en la clasificación de los artículos cuestionables. Cuando se ha seleccionado, aproximadamente, el 90 por 100 de la primera porción de la muestra, se coloca otra porción de la misma encima de la primera, y la selección continúa. Todos los componentes se seleccionan manualmente. Cuando se ha seleccionado toda la muestra, se colocan en un contenedor los materiales finos que están encima de la mesa. Se aparta la mesa, se coge la lona por las esquinas y se examina el contenido, que se coloca en los contenedores apropiados. Se procede entonces a lavar la lona y se vuelve a colocar en el suelo. Se pesan los contenedores llenos y se apunta su peso bruto. Se vacían los contenedores y se colocan en los emplazamientos apropiados para la siguiente ronda de selección.

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De esta forma, la elección y selección de muestras puede llevarse a cabo en una hora, aproximadamente. Puede reducirse este tiempo si: • Durante la selección de una muestra, se elige la siguiente. • Hay múltiples zonas de selección y más personal. Cuando haya finalizado la selección de la muestra y se hayan recopilado todos los datos, quizá serán necesarios algunos comentarios adicionales sobre las características del material después de haber realizado un análisis visual. Por ejemplo, puede anotarse el porcentaje aproximado de lámina y fundición para determinar la fracción de aluminio. De igual forma, debería anotarse la existencia de un contenido en humedad más alto que el normal en las categorías de periódicos y aluminios, así como las diferentes condiciones climatológicas. Sin embargo, los resultados del sondeo deberían archivarse sin ningún ajuste para las características de humedad, etc. Análisis de laboratorio

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Si durante la selección el estudio de caracterización incluye una valoración sobre los compuestos de los residuos sólidos, representados en las muestras tomadas, entonces sería necesaria la ayuda de un laboratorio legitimado. El laboratorio elegido debe estar cualificado para realizar los análisis y debe entregar un borrador del procedimiento completo antes de comenzar los ensayos. Estos normalmente son los siguientes: • Valor calorífico o potencia calorífica: El valor calorífico normalmente se expresa en unidades térmicas británicas por libra de residuos (Btu/lb) o en kcal/kg, y es una forma de medir el contenido energético de los residuos disponible mediante incineración. • Análisis inmediato: Determinación del contenido de humedad total, materia volátil, carbono fijo y contenido en cenizas. • Análisis elemental: Determinación en los residuos de ceniza, carbono, hidrógeno, azufre, oxígeno, nitrógeno y cloro. • Análisis básico: Una amplia categoría que incluye la determinación de parámetros tales como acidez, herbicidas, amianto y dioxinas. El laboratorio tendrá que manipular muestras que pesen entre 4,5 y 9 kg, tendrá que triturar y mezclar completamente las muestras sin contaminarlas y llevar a cabo los ensayos analíticos. Las muestras para el análisis en el laboratorio se seleccionan bien mediante la reconstrucción de las muestras (proporcionales al peso de la muestra original, porcentaje en peso) tomadas en los trabajos de campo, o bien repitiendo un ejercicio similar al método de cuarteado, donde la muestra de 90-140 kg se coloca en una pila cónica y se «rasura» hasta que queda una muestra de 9-12 kg. El muestreo aleatorio es inapropiado por la escasa fiabilidad estadística que ofrecen los datos. Cada muestra obtenida en los trabajos de campo o la muestra diaria, formada por todas las muestras obtenidas en un día determina-

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do para cada clase de generador (doméstico, comercial, etc.), se envía al laboratorio para su ensayo. Los análisis inmediato y elemental de las muestras se realizan de acuerdo con las Normas y Procedimientos de la ASME, ASTM Comité E-38. • Análisis inmediato: humedad total, ceniza (incluyendo porcentaje en volumen), volátiles, carbono fijo, valor calorífico (Btu/lb en base al estado entregado y libre de humedad). • Análisis elemental: cenizas, carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, azufre.

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Sondeo de los residuos sólidos entrantes Como parte del estudio de caracterización, es importante cuantificar todos los residuos sólidos que entran en la instalación donde se realiza el muestreo. Deben recopilarse datos en relación con todas las cantidades de residuos entrantes. Debe haber suficiente personal para operar la báscula de la instalación de residuos sólidos, con el fin de obtener información sobre las cantidades de residuos. Cada camión que entre será estudiado y pesado, además de encuestar al conductor. Se pregunta a los conductores acerca del tipo de residuos (comerciales, domésticos, mezclados, etc.) que transportan, de la zona donde fueron recolectados, del tipo de establecimiento donde fueron generados y del porcentaje de vehículo cargado. Además, se solicita a los conductores de cargamentos mezclados que realicen una estimación sobre los porcentajes de los distintos tipos de residuos que transportan. Los residuos que entran en la instalación se cuantifican según su origen y clase de generador (por ejemplo, doméstico, comercial o industrial). Además, cada vehículo será cuantificado en función de su peso o volumen y densidad. Los datos relativos a cantidades, para los residuos sólidos generados en la zona de estudio, serán definidos dentro del marco siguiente: • Cantidades para los distintos tipos de residuos según puntos geográficos (origen). • Información específica sobre la ruta o itinerario, si está disponible. • Peso o volumen y las correspondientes características de densidad, expresado en términos de flujo diario, medio, máximo y mínimo de la instalación de residuos sólidos, para el muestreo estacional y anual. • En los resultados se mostrará claramente la cantidad total de residuos para la región, por tipos. También el peso, volumen y las correspondientes características de densidad, expresado en términos de flujo diario, medio, máximo y mínimo para los períodos estacionales y para todo el año. Inspección visual Aunque no es tan fiable como el proceso de selección, la inspección visual de los residuos entrantes es recomendable para cualquier estudio de caracterización sobre residuos sólidos. El propósito de la inspección visual es caracterizar

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visualmente por componentes todos los residuos sólidos entrantes. Este esfuerzo posibilita el conocimiento completo de las características generales, para todos los residuos sólidos evacuados en la zona de estudio. Se debería disponer de suficiente personal para inspeccionar visualmente todos los cargamentos de residuos entrantes. Los inspectores de los residuos son los responsables de realizar el análisis para estimar su composición. Al final, esta información será comparada con la información obtenida en la báscula, a fin de aumentar la fiabilidad global de los datos. Durante la inspección visual de los residuos se realizan dos fases de estudio. La primera consiste en una entrevista con el conductor y la segunda comprende una caracterización de los residuos. La entrevista con el conductor se realiza mediante una serie de preguntas cortas, utilizadas para desarrollar un «historial» o información básica sobre un cargamento concreto de residuos. Algunas de las preguntas incluyen indagaciones sobre el lugar donde se recolectaron los residuos, el tipo de establecimientos, los tipos de residuos en el cargamento y la capacidad del vehículo utilizado. La caracterización de los residuos consiste en su disgregación por componentes. Después de la entrevista con el conductor, se observa el camión durante su ciclo normal de descarga. Una vez vaciado, los miembros del equipo proceden a estimar la composición de los residuos. Aquí, el análisis sobre la composición no es tan detallado como en el análisis de selección, pero puede proporcionar una información valiosa sobre las características generales. Los residuos sólidos pueden caracterizarse, por porcentajes, como domésticos, comerciales, industriales, etc., y pueden proporcionar información relativa al carácter general del flujo de residuos. Las dos fases se complementan entre sí, justificándose y cualificándose. En las Figuras 3.3 a 3.7 se muestran algunos ejemplos de los formularios utilizados, tanto para la entrevista con el conductor como para la valoración de los residuos, durante una inspección visual de residuos. Variaciones estacionales Las cantidades de residuos que se entregan en un lugar de evacuación pueden variar según la hora, el día, la semana, el mes, la estación y el año. Por lo tanto, a lo largo de un período determinado de tiempo pueden producirse fluctuaciones en el flujo de residuos sólidos. Normalmente, un estudio de caracterización para los residuos sólidos analiza las variaciones estacionales. Las estimaciones estacionales habitualmente requieren cuatro programas de una semana (invierno, primavera, verano, otoño) para cada zona de estudio. Los programas de una semana son considerados mínimos y proporcionan, además, información sobre las variaciones según el día de la semana. Aunque es preferible un programa de cuatro semanas (un muestreo en cada estación del año), también es posible valorar las variaciones estacionales realizando un estudio de caracterización en dos de las cuatro estaciones, por ejemplo, invierno y verano. No obstante, cuando se fijan las semanas de muestreo es imprescindible tener en cuenta las características regionales específicas. Por ejemplo, algunas industrias pueden fabricar artículos y dar unos

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Lund, Herbert F.. Manual McGraw-Hill de reciclaje. Volumen I, McGraw-Hill Interamericana, 1996. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/redcraisp/detail.action?docID=4435319. Created from redcraisp on 2018-02-04 18:45:09.

CARACTERIZACIÓN DE LOS FLUJOS DE RESIDUOS

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servicios determinados durante ciertos períodos anuales. Sus procesos pueden tener un impacto considerable sobre el flujo global de los residuos generados en estos períodos. Por lo tanto, es necesario que el estudio de caracterización para los residuos sólidos coincida con sus programas de producción. Además, algunas regiones experimentan un incremento turístico durante una o más estaciones a lo largo del año, lo que afecta a la generación de residuos sólidos desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo. El estudio debe valorar estos impactos asociados a la generación de residuos. Respecto a las cantidades, las variaciones estacionales se estiman a partir de archivos y datos valorativos sobre el flujo de residuos. Con el fin de comprender mejor el efecto que tienen las variaciones estacionales en el flujo de residuos, se proporciona la Tabla 3.5, que presenta un resumen de los datos, relativos a variaciones estacionales, obtenidos a partir de varios estudios sobre composición de residuos. En la Tabla 3.5 se pueden observar algunos cambios estacionales sutiles para ciertos materiales; es decir, los periódicos, ondulados, plásticos y otros residuos muestran mayores variaciones estacionales que otros materiales, como, por ejemplo, papel, metales férreos, aluminio y vidrio.

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Variaciones geográficas La composición de los residuos sólidos se modifica drásticamente respecto a la geografía. La composición de los residuos puede variar de ciudad en ciudad, de condado en condado, de estado en estado, de país en país, e incluso de continente en continente. Estas diferencias podrían deberse, completamente o en parte, a cualesquiera de los siguientes factores: economía, población, proximidad a la recolección o factores políticos y sociales. La Tabla 3.6 proporciona un resumen de los datos sobre variaciones estacionales recopilados a partir de los estudios realizados en cuatro regiones de Estados Unidos. TABLA 3.5. Variación estacional y composición de los residuos Invierno (%)

Papel de periódico Ondulado Otros papeles Plásticos Metales férreos Aluminio Vidrio Otros residuos

5-10 5-10 35-40 8-12 3-6