Luis Alberto Sanchez

ÍNDICE Introducción CAPITULO I: BIOGRAFÍA DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ 1.1 Nacimiento ……………………………………………………………. 1.2 Su

Views 215 Downloads 5 File size 229KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ÍNDICE

Introducción

CAPITULO I:

BIOGRAFÍA DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ

1.1

Nacimiento …………………………………………………………….

1.2

Su cercanía al aprismo ……………………………………………..

1.3

Actividad legislativa y universitaria ……………………………… 1.3.1 Exilio …………………………………………………………. 1.3.2 Retorno al Perú …………………………………………….

CAPITULO II:

PRINCIPALES OBRAS DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ

CAPITULO III:

ANÁLISIS CRÍTICO DE LA OBRA POLÍTICA DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ

Bibliografía

1

INTRODUCCIÓN

Presento a consideración de nuestro docente,

el trabajo titulado

“LUIS

ALBERTO SANCHEZ”. Para tal efecto, se ha estructurado el trabajo en tres capítulos. En el primer capítulo, los datos biográficos de Luis Alberto Sánchez y el contexto de su educación superior. En el segundo capítulo las principales obras de nuestro insigne personaje, con los aspectos puntuales de su profusa bibliografía y su vigencia influyente. En el tercer capítulo realizamos un análisis crítico de su obra política, la cual es estudiada hasta nuestros días, por la profunda huella de su paso docente y político. El fin supremo de la sociedad es el hombre, y bien vale la pena trabajar intensamente por recuperar su dignidad humana, con la esperanza de lograr un mundo mejor. Finalmente, el trabajo queda a consideración para que las futuras investigaciones se profundicen al respecto.

2

CAPITULO I BIOGRAFÍA DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ

1.1

NACIMIENTO.

Luis Alberto Sánchez, o simplemente LAS (siglas con las que solía firmar sus artículos), nació en Lima el 12 de octubre de 1900. Sus estudios escolares los efectúo en La Recoleta. Desde los 9 años de edad comenzó a publicar cuentos y semblanzas históricas en el Boletín Escolar de su Colegio. Seguiría escribiendo el resto de su vida.

En 1917 ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se graduó de doctor en Historia, Filosofía y Letras (1922). Luego estudió Derecho en la misma Universidad donde se tituló de abogado (1926). Por estos años escribió artículos y reportajes para Hogar, Mundial, El Tiempo y otras publicaciones; trabajó como secretario en la Biblioteca Nacional y fue profesor del Colegio Alemán. El 26 de marzo de 1927 se inició en la cátedra universitaria en San Marcos. Paralelamente se dedicó al ejercicio de la abogacía y el periodismo. En 1930 fue elegido Presidente de la Asociación Nacional de Periodistas.

1.2

SU CERCANÍA AL APRISMO

En 1931 se afilió al Partido Aprista Peruano, del cual fue uno de sus más importantes líderes. En ese mismo año fue elegido miembro del Congreso Constituyente. Durante el gobierno del Presidente Luis Miguel Sánchez Cerro fue deportado (1932). Trabajó como profesor visitante y periodista en Cuba, Centroamérica y Ecuador. En 1933 retornó al país al amparo de la amnistía decretada por el gobierno de entonces. Nuevamente fue deportado en noviembre de 1934, iniciándose el que sería su más largo destierro y que lo mantendría alejado del país durante 11 años.

3

1.3

ACTIVIDAD LEGISLATIVA Y UNIVERSITARIA

En 1945, durante la primavera democrática que vivió el Perú en el contexto de la victoria aliada en la segunda guerra mundial, Sánchez retorna al país y es elegido Diputado por Lima. El 25 de abril solicita su reincorporación a la cátedra de Literatura Americana y del Perú, de la cual lo habían alejado, por razones de índole política, los dos destierros ya referidos. En abril de 1946 es elegido decano de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, poco tiempo después, rector para el período de 1946 a 1951. En diversas oportunidades Sánchez manifestó que el rectorado de San Marcos era el cargo que más le había agradado desempeñar y por el cual le gustaría que lo recordasen: “San Marcos es la pasión de mi vida: A San Marcos la quiero como se quiere a una querida”.

El primer rectorado de Sánchez estuvo caracterizado por el impulso que imprimió a la actividad universitaria. Actualizó el proyecto del rector Manuel Vicente Villarán, para la construcción de la Ciudad Universitaria. Para ello consiguió un terreno de un millón, novecientos veinte mil metros cuadrados, el cual abarcaba parte de los fundos Pando y Maranga, entre las avenidas Bolívar y Venezuela. Asimismo, consiguió los recursos necesarios para el pago de las expropiaciones que resultasen necesarias y gestionó el financiamiento de las obras. Paralelamente, aumentó el presupuesto de la Universidad, reorganizó la administración y el archivo, incrementó las becas y creó el comedor universitario (1948). Los estudiantes participaron en el gobierno de la Universidad y los principios de la reforma universitaria se consagraron en la Ley N° 10555, en cuya redacción Sánchez cumplió un rol protagónico.

1.3.1 Exilio

El gobierno del doctor Luis Bustamante y Rivero, elegido con el apoyo del APRA, declaró fuera de la ley a este partido, acusándolo por su participación en la frustrada rebelión del 3 de octubre de 1948. Al día siguiente

4

el Ministro de Educación informó a la Universidad que el rector estaba impedido de continuar en funciones. El 13 de octubre Sánchez partía por tercera vez al exilio. Los estudiantes protestaron valientemente por el atropello tomando el local central de San Marcos. El 27 de octubre los tanques irrumpieron en la Universidad. El primer rectorado de Sánchez culminaba violentamente, antes de cumplir su periodo. Algunas de sus obras quedaron inconclusas y otras se perdieron, sobre todo el terreno destinado a la construcción de la Ciudad Universitaria.

Durante su destierro laboró como profesor universitario en diversos países (México, Puerto Rico, Cuba, Guatemala, Uruguay, Panamá, Colombia, Venezuela, Francia, Estados Unidos, etc.).

1.3.2 Retorno al Perú

Al retornar el Perú a la senda democrática Sánchez regresó al país y a la Universidad de sus amores, San Marcos. En ella se desempeñó como decano interino de la Facultad de Letras (1958). El 26 de abril de 1961 la Asamblea Universitaria lo eligió rector para el período 1961-1966. Al asumir el rectorado San Marcos atravesaba momentos sumamente difíciles. Odría le había quitado el terreno destinado para la edificación de la Ciudad Universitaria dándole en compensación, en vísperas del cuarto centenario de su fundación, el que actualmente posee, con un área de 679,443.04 metros cuadrados. Este terreno tiene un área equivalente apenas a la tercera parte del anterior, hecho agravado por la existencia de un estadio en el centro y porque no contaba ni con los más indispensables servicios (agua y desagüe, y electricidad). Además, hasta entonces apenas se habían construido los dos primeros pisos de la Facultad de Letras y Educación, el primer piso de la residencia de estudiantes y un ala de la Facultad de Ciencias. Sánchez impulsó la construcción de la Ciudad Universitaria, para lo cual consiguió diversas donaciones. En junio se trasladaron a ella las facultades de Letras y Educación. Asimismo, se comenzó

5

la construcción del pabellón de Institutos, así como el Instituto de Enfermedades Tropicales. También se construyó una pista de ensayos y se proyectó una con medidas olímpicas. Asimismo, se adquirieron dos lotes de terreno colindantes con la Ciudad Universitaria, con lo cual el área de ésta aumentó a 683,443.04 metros cuadrados. Igualmente, con financiamiento del B.I.D., se hicieron los proyectos para una nueva sección del pabellón de Ciencias así como los de las facultades de Derecho y Ciencias Económicas. También se hicieron las instalaciones de los servicios de agua y desagüe, y las de energía eléctrica; y se efectuaron reparaciones en el edificio destinado al alojamiento de los estudiantes. El servicio de transportes se implementó con una flota de autobuses destinados a llevar a los estudiantes a la Ciudad Universitaria y a Odontología, se pagaron las deudas a la seguridad social y se restauró el local ubicado en el parque universitario. También se creó la denominada Biblioteca del Estudiante, la que proporcionaba a los alumnos textos a precios rebajados. Cabe agregar que se multiplicaron las conferencias, seminarios y cursillos dictados por numerosas personalidades del Perú y del extranjero.

En 1962 Sánchez fue electo Senador pero el golpe de Estado de aquél año impidió el funcionamiento del Congreso. Al año siguiente volvió a ser elegido para integrar la Cámara Alta para el periodo (1963-1 969). En estos años participó en la fundación del Parlamento Latinoamericano (1964), fue Presidente del Senado (1966) y presidió la 52ª Asamblea de la Unión Parlamentaria Internacional (1968).

Luis Alberto Sánchez, a pesar de su reiterada negativa, fue elegido por tercera vez rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para el período (1966-1971). La Universidad pasaba por serios problemas: las obras de la Ciudad Universitaria estaban paralizadas y no se habían presentado los balances correspondientes a los años 1963, 1964 y 1965. A pesar del terremoto de 1966, que afectó seriamente el local del Parque Universitario –donde funcionaban las facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Comerciales,

6

así como algunas secciones de las facultades de Química y Ciencias, además de diversas oficinas y servicios– las clases prácticamente no se interrumpieron. Para evitarlo se alquilaron algunos locales y se aceleró la construcción de la Ciudad Universitaria. En dos años y medio, durante los que ejerció el rectorado Sánchez, se construyeron: el tercer piso de la Facultad de Letras –compartido luego con las facultades de Educación y Psicología–, la tercera etapa de la Facultad de Química, el pabellón de Medicina Tropical, los dos pisos del Comedor de Estudiantes, el pabellón de la Casa del Estudiante Provinciano, la Facultad de Derecho, la Facultad de Ciencias Económicas, el Gimnasio y la piscina. Asimismo, se inició la construcción de la Facultad de Odontología y se arregló el campo deportivo del Estadio. Por otra parte, se efectuaron las obras complementarias de la Facultad de Medicina Veterinaria y se construyó el local de la imprenta, a la que se dotó de nueva maquinaria. Cabe destacar que las obras de la Ciudad Universitaria se realizaron sin fondos especiales del Estado.

Además la investigación científica y de servicio a la comunidad, de la Facultad de Medicina Veterinaria, se realizó bajo el Plan IVITA, que en los dos últimos rectorados de Sánchez recibió donativos por 2‟174,000 dólares. Con este dinero y otras sumas del presupuesto de la Universidad, San Marcos construyó la Estación de Auquénidos de Cala Cala; las de ganado, experimentación de nuevos pastos e industria lechera de Pucallpa y Huaral; la de industria avícola y producción de huevos de Huancayo, el Laboratorio Veterinario de Piura y el de Patología de Huancayo, la Estación Experimental de Ganadería Tropical de Iquitos, las de Pasco y Huánuco. Igualmente, mediante un crédito concedido por el BID – pactado a 15 años y a una tasa de interés del 2% anual– se creó el Departamento de Ciencias Básicas, destinado a la formación de los profesores de ese nivel y que se vislumbraba como el más avanzado del país. Dentro del plan aprobado se adquirió la primera computadora con que contó San Marcos. Entre los proyectos en vías de financiación figuraban el edificio de la Biblioteca Central en la Ciudad Universitaria –proyecto que, con tres décadas de atraso, se hizo realidad–, el de

7

Biología Andina, la Facultad de Educación, la Estación de Biología Marina de La Puntilla, la arborización y delineación de la Ciudad Universitaria, etc. Numerosos conferencistas fueron recibidos en los claustros sanmarquinos, entre ellos Pablo Neruda. El Teatro Universitario renovó vestuarios, publicó numerosas obras y se presentó en diversos sitios del país y del extranjero. Durante este período se reunió en Lima, bajo los auspicios de San Marcos, la Quinta Asamblea de la Unión de Universidades de América Latina, la misma que eligió a Sánchez como su Presidente.

El golpe de Estado encabezado por el general Juan Velasco Alvarado el 3 de octubre de 1968, inició un proceso revolucionario dirigido por las Fuerzas Armadas. En dicho contexto, sectores maoístas, bajo la influencia de la denominada revolución cultural, realizaron una serie de maniobras para lograr la salida de Sánchez del rectorado. A partir del establecimiento del gobierno militar el mismo Consejo Universitario que antes, el 10 de abril de 1967, había aprobado una moción de homenaje y reconocimiento a Sánchez con motivo de sus 40 años de docencia universitaria, convirtió su anterior adhesión en abierta hostilidad. Como consecuencia de los inmerecidos maltratos que recibió, Sánchez se jubiló después de 42 años de servicios a San Marcos: “deseando no ser partícipe del derrumbe de su Alma Mater”. Así, como hemos visto, Luis Alberto Sánchez, por razones políticas, no logró culminar ninguno de sus tres rectorados. También se vio obligado a emigrar al extranjero, donde se dedicó a la enseñanza universitaria. Asimismo, integró el Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana con sede en Madrid (1975).

Sánchez retornó a las labores legislativas al ser elegido miembro de la Asamblea Constituyente (1978-1979), de la cual fue Primer Vicepresidente y Presidente de la Comisión Principal. A raíz de la enfermedad del Presidente de la Asamblea, Víctor Raúl Haya de la Torre, se encargó de su conducción durante el transcurso del debate constitucional.

8

Sánchez volvió a ser elegido Senador en 1980, 1985 y 1990. Asimismo, fue elegido Primer Vicepresidente de la República (1985-1990). Además, durante el primer gobierno del Presidente Alan García, fue Presidente del Consejo de Ministros. Así, en total 8 veces Sánchez fue elegido Parlamentario: 1931 (Constituyente), 1945 (Diputado), 1962 y 1963 (Senador), 1978 (Constituyente), 1980, 1985 y 1990 (Senador).

Paralelamente, se dedicó al ejercicio del periodismo en medios escritos, radiales y televisivos; además actuaba como conferencista. Después de la disolución del Congreso retornó a sus actividades docentes, actuando como profesor de la Maestría en Ciencia Política del Instituto Cambio y Desarrollo. Sánchez era miembro de la Academia Peruana de la Lengua, de la Real Academia de la Lengua y de la Academia de Historia. La Universidad de San Marcos le concedió el título honorífico de rector emérito. Falleció el 6 de febrero de 1994.

A lo largo de su vida Luis Alberto Sánchez recibió múltiples condecoraciones y reconocimientos, entre ellos la Gran Cruz de la Orden del Sol del Perú (1959), Gran Cruz del Águila Azteca de México (1961), Gran Cruz de la Orden de Blasco Núñez de Balboa (1962), Gran Cruz de la Orden del Congreso del Perú (1966), Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio (1975), Gran Cruz de la Orden de Sor Juana Inés de la Cruz de México (1982), Palmas Magisteriales grado Amauta (1982), Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica de España (1986), Gran Cruz de las Artes y Letras de Francia (1987), Premio Nacional de Literatura y Premio Jaime Bausate y Meza de la Embajada de España.

9

CAPÍTULO II PRINCIPALES OBRAS DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ

Entre las numerosas obras publicadas por Luis Alberto Sánchez cabe mencionar las siguientes: 

Breve noticia de la fundación y transformaciones de la Facultad de Letras. En coautoría con L. A. Loayza y R. Saavedra Pinón. UNMSM, Lima, 1918.



Los poetas de la Revolución. Ediciones SS.CC. La Recoleta, Lima, 1919. Nosotros. Sobre el nacionalismo literario en el Perú (tesis de bachiller), 1920. Los poetas de la Colonia. Euphorion, Lima, 1921; y Universo, Lima, 1974. Elogio de don Manuel González Prada. Torres Aguirre, Lima, 1922.



Diego Dávalos y Figueroa. UNMSM, Lima, 1924.



Sobre las huellas del Libertador. Rosay, Lima, 1925.



Don Ricardo Palma y Lima. Lima, 1927.



Góngora en América, El Lunarejo y Góngora. El Sol, Lima; e Imprenta Nacional, Quito, 1927.



Literatura peruana. Derrotero para una historia espiritual del Perú. Lima, 1928, 1946, 1951 y 1975.



Se han sublevado los indios. Esta novela peruana.



Opinión Nacional, Lima, 1928. Programa de literatura americana y del Perú. Talleres La Prensa, Lima, 1929. Don Manuel. Rosay, Lima, 1930.



Don Manuel (traducción al francés). Excélsior, París, 1931.



América, novela sin novelistas. Librería Peruana, Lima, 1933.



Castellano para la instrucción media (1° y 2° año). Librería Peruana, Lima, 1933. Nociones de Literatura y Arte nuevo (4° año). Librería Peruana, Lima, 1933. Curso de Historia Literaria (5° año). Librería Peruana, Lima, 1933.



Aprismo y Religión. El anti Rodó. Lima, 1933.



La Escuela Primaria en el Perú. Quito, 1933.

10



Gramática castellana (4° y 5° de Primaria). Librería Peruana, Lima, 1934. Historia de la Edad Media. Librería Peruana, Lima, 1934.



Panorama de la literatura actual. Ercilla, Santiago de Chile, 1934.



Principios de Economía Política aplicada al Perú (5° de Secundaria). Librería Peruana, Lima, 1934.



Haya de la Torre o el político. Ercilla, Santiago de Chile, 1934.



Vida y pasión de la cultura en América. Ercilla, Santiago de Chile, 1935. Breve tratado de literatura general. Ercilla, Santiago de Chile, 1935.



Historia Contemporánea. Librería Peruana, Lima, 1935.



Historia Moderna. Librería Peruana, Lima, 1936.



La Perricholi. Ercilla, Santiago de Chile, 1936.



Don Manuel. Biografía de Manuel González Prada, precursor de la Revolución peruana. Ercilla, Santiago de Chile, 1937.



Historia de la literatura americana. Ercilla, Santiago de Chile, 1937.



Índice de la poesía peruana contemporánea (1900-1937). Ercilla, Santiago de Chile, 1938.



Dialéctica y determinismo. Ercilla, Santiago de Chile, 1938.



Garcilaso Inca de la Vega, primer criollo. Ercilla, Santiago de Chile, 1939; Lima, 1979.



Balance y liquidación del 900. Ercilla, Santiago de Chile, 1941, 1956 y 1967. Valdivia, el fundador. Ercilla, Santiago de Chile, 1941.



El pueblo en la revolución americana. Américalee, Buenos Aires, 1942 y 1970. Historia general de América (1942 y 1987). Santiago de Chile y Lima.



Una mujer sola contra el mundo (Flora Tristán, La Paria). Ercilla, Santiago de Chile, 1942.



Un sudamericano en Norteamérica. Ercilla, Santiago de Chile, 1942 y 1968. Los fundamentos de la historia americana. Américalee, Buenos Aires, 1943. Breve Historia de América. Coli, México, 1943; y Losada, Buenos Aires, 1972. Nueva

11

historia de la literatura americana. Américalee, Buenos Aires, 1944; y Universidad Católica de Valparaíso, Chile, 1982. 

¿Existe América Latina? FCE, México, 1945.



El señor Segura, hombre de teatro. P.T.C.M., Lima, 1947 y 1976.



Memoria leída por el señor Rector, Dr. Luis Alberto Sánchez, en el inicio del Año Académico de 1947. UNMSM, Lima, 1947.



Reportaje al Paraguay. Guaranía, Buenos Aires, 1949.



La tierra de Quetzal. Ercilla, Santiago de Chile, 1950.



Proceso y contenido de la novela hispanoamericana. Gredos, Madrid, 1953. Haya de la Torre y el APRA. Ed. El Pacífico, Santiago de Chile, 1954.



Escritores representativos de América. 1ª Serie (3 tomos). Gredos, Madrid, 1957. El Perú: retrato de un país adolescente. Continente, Buenos Aires, 1958.



Aladino o vida y obra de José Santos Chocano. Ed. Libro Mexicano, México, 1960. La universidad no es una isla. Villanueva, Lima, 1961.



Examen espectral de América Latina. Losada, Buenos Aires, 1962.



La Universidad de San Marcos. Memoria. UNMSM, Lima, 1962.



La universidad en la América Latina, Lima, 1962.



El pecado de Olazábal. Lima, 1963 y 1977.



Literatura peruana (3ª edición). Ediventas, Lima, 1966.



El doctor Océano. Don Pedro Peralta y Barnuevo. UNMSM, Lima, 1967. Una novela limeña (1920). Sánchez y otros. UNMSM, Lima, 1967.



Pasos de un peregrino, son errante. Antología de Jorge Puccinelli. Villanueva, Lima, 1968.



Valdelomar o la belle épo que. FCE, México, 1969.



La universidad actual y la rebelión juvenil. Losada, Buenos Aires, 1969.



Testimonio personal. Memorias de un peruano en el siglo XX. Villanueva, Lima, 1969 y 1976.



Introducción crítica a la literatura peruana. Villanueva, Lima, 1972.

12



Escritores representativos de América, 2ª Serie (3 tomos). Gredos, Madrid, 1972. Historia comparada de las literaturas americanas (4 tomos). Losada, Buenos Aires, 1973-1 976.



Cuaderno de Bitácora. Compilación de artículos por Willy Pinto G. Mosca Azul, Lima, 1975.



América precolombina, descubrimientos y colonización. Edaf, Madrid, 1975. Visto y vivido en Chile. Bitácora chilena. Ed. Unidas, Lima, 1975.



Conversaciones: Luis Alberto Sánchez y José Miguel Oviedo. Mosca Azul, Lima, 1975.



Panorama de la literatura del Perú (prólogo de Washington Delgado). Milla Batres, Lima, 1975.



La polémica del indigenismo. Sánchez y otros. Antología de textos (1926-1930) por M. Aquézolo. Mosca Azul, Lima, 1976.



Escritores representativos de América. 3ª Serie (3 tomos). Gredos, Madrid, 1976. Mito y realidad de González Prada. Villanueva, Lima, 1976.



Nuestras vidas son los ríos. Historia y leyenda de los González Prada. UNMSM, Lima, 1977 y 1986.



Documentos inéditos sobre la familia González Prada. Ed. Jurídica, Lima, 1977. La juramentación de Darío Beltrán. Ejercicio narrativo. Mosca Azul, Lima, 1977. Escafandra, lupa y atalaya. Antología de ensayos. ECH, Madrid, 1977 y Lima, 1986.



Drama de las palanganas veterano y bisoño (documentos inéditos sobre Micaela Villegas "La Perricholi", la Quinta de Copacabana y el hijo del Virrey Amat). Ed. Jurídica, Lima, 1977.



Apuntes para una biografía del APRA (3 tomos). Mosca Azul, Lima, 1978. Historia de una industria peruana. Backus y John ston. Científica, Lima, 1978. Tres ensayos polémicos. Editora Atlántida, Lima, 1978.



La literatura en el Virreinato. Tomo V de Historia del Perú. Mejía Baca, Lima, 1980. Perú: nuevo retrato de un país adolescente. Mosca Azul, Lima, 1981 y 1986. Correspondencia Haya-Sánchez. Mosca Azul, Lima, 1982.

13



Los señores. Relato esperpento. Mosca Azul, Lima, 1983.



Los burgueses. Relato esperpento. Mosca Azul, Lima, 1983.



Los Redentores. Relato esperpento. Mosca Azul, Lima, 1984.



Pasajeros. PSNC Orcoma (1928-1 930). Relato. Print Color, Lima, 1984. Política sin caretas. Recopilación periodística. Okura, Lima, 1984.



Los revoltosos. Relato esperpento. Mosca Azul, Lima, 1984.



Conservador no, reaccionario sí: Nota sobre la vida, obra y proyecciones de don José de la Riva Agüero. Mosca Azul, Lima, 1985.



Sánchez tiene la palabra. Testimonio parlamentario (3 tomos). Centro de Documentación Andina, Lima,



Prólogos latinoamericanos, CDI, Lima, 1986.



El Perú: retrato de un país adolescente. Nuevo retrato de un país adolescente (Revisados). Flash de un país a punto de dejar de ser adolescente. Peisa, Lima, 1987.



Enseñanza, descubrimiento, educación y creación. Desa, Lima, 1987. Rigoletto, el sigiloso. Anecdotario novelado. Mosca Azul, Lima, 1987.



Testimonio personal (5 tomos). Mosca Azul, Lima, 1987.



Las crónicas de Luis Alberto. Desa, Lima, 1988.



La vida del siglo. Antología de Hugo García Salvatecci. Ayacucho, Caracas, 1988. Examen de conciencia. Recopilación periodística por Ismael Pinto. Mosca Azul, Lima, 1988.



El coronel. Mosca Azul, Lima, 1989.



El joven Sánchez. Antología de Ismael Pinto. Desa, Lima, 1990.



El Perú visto por LAS. Crónicas. Compilador: Donald Henderson. Pachacútec, Lima, 1990.



Leguía, el dictador. Pachacútec, Lima, 1993.



Sobre la herencia de Haya de la Torre. Con la colaboración de Hugo Vallenas. Nova Print, Lima, 1994.



Libros póstumos:

14



A Bolívar (escrito en 1968). Instituto LAS, Lima, 1997.



La literatura peruana. Tesis universitaria de 1920. Instituto LAS, Lima, 1998 y 2000.



Libros aún inéditos:



Vida de Santa Rosa.



Palos de ciego.



Testimonio personal (últimos escritos).

15

TERCER CAPÍTULO ANÁLISIS CRÍTICO DE LA ABRA POLÍTICA DE LUIS ALBERTO SÁNCHEZ

Luis Alberto Sánchez murió el 6 de febrero de 1994. Semanas antes, a principios de enero, había dejado listo un libro sobre cuyo título vacilaba. Quería que el volumen apareciese lo más cerca posible del día de la fraternidad aprista, el 22 de febrero, sin duda porque aportaba un fermento polémico para el aprismo de hoy. El volumen se titula “Sobre la herencia de Haya de la Torre”; pero también podía llevar el subtítulo de “El testamento de Luis Alberto Sánchez”. Sánchez precisa que ésta es su “última contribución al examen de la vida política y social del Perú”. Es, desde luego, un testimonio de parte, pero ¿qué testimonio no lo es? Se trata, en todo caso, del tercer volumen en que LAS, para emplear las siglas que popularizó a lo largo de setenta años, aborda el tema Haya de la Torre, teniendo ahora a su personaje como centro de una larga meditación, rica en hechos, deslindes y revelaciones sobre el aprismo. Muchos aspectos de la política o de la cultura son arrancados a las sombras por alguien que no sólo fue testigo, sino actor principal en el drama peruano del siglo XX. Las relaciones de Haya con los socialistas fabianos de Inglaterra, así como los vínculos temporales con el comunismo ruso, o la ruptura entre Haya y José Carlos Mariátegui reciben un nuevo enfoque. El punto de vista de Haya (y del propio LAS) respecto a la guerra civil española resulta iluminado con cruda luz: Haya no quería ninguna contaminación con los republicanos, por miedo a la hegemonía comunista. Pasajes aleccionadores son los que se refieren al antiaprismo cultivado por sectores de la oligarquía y de un Ejército en el que pesaban influencias del fascismo europeo (Sánchez Cerro y Benavides). El odio cerril del conservadurismo criollo costó miles de vidas al APRA, pero no contuvo el crecimiento de ésta. Al contrario.

16

La historia de la represión contra el aprismo, que en algunas etapas lo fue también contra el comunismo, es algo que las nuevas izquierdas no conocen. Alguien decía que los políticos jóvenes de hoy, y en particular los de izquierda, no han sufrido cárcel, destierro ni tortura, ni han padecido hambre. Esos elementos, lo revelan estas páginas de LAS, explican, en cambio, el temple moral y la argamasa sentimental de movimientos que sólo por eso conservaron su fuerza a lo largo de décadas. No fueron debate de academia, ni danza de salón. Se nutrieron de sangre, sacrificio y lágrimas de pueblo. Desde luego, LAS considera que los cambios obedecieron a modificaciones en la política y la economía de Estados Unidos y otras potencias occidentales. Alguna vez dijimos por televisión que, en este punto, la historia de Haya es la historia de una marcha hacia atrás: entre el primer libro de Haya Por la emancipación de América Latina, y 30 años de aprismo hay una trasformación que no consideramos precisamente revolucionaria. Cierto, el imperialismo ha cambiado, pero sigue siendo imperialismo. LAS nos ofrece en este volumen los fundamentos reales, locales del antiimperialismo del Haya joven, del antiimperialismo de una generación que estremeció la historia de América. Vale la pena leer estas líneas para comprender lo adecuado de esa actitud: “En marzo de 1922 se había aprobado el írrito pacto Salomón-Grandt Duff, convalidado en abril del mismo año con un pretendido laudo arbitral, mediante el cual la International Petroleum Company, subsidiaria de la Standard Oil, había tomado posesión total de las instalaciones petroleras inglesas de Talara… Talara era en realidad una provincia norteamericana”. La Northern Peru Mining and Smelting Co., que tenía el control de las minas del departamento de La Libertad, patria chica de Víctor Raúl, había logrado que se expulsara de Trujillo a los directores de El Norte, diario crítico del imperialismo yanqui. La W.R. Grace, norteamericana como las anteriores, había adquirido los más importantes fundos azucareros entre La Libertad y Paramonga y, junto con Casagrande, perteneciente al grupo Gildemeister, controlaban el puerto Salaverry y el

17

comercio menor de Trujillo. En el centro del país, la Cerro de Pasco Copper Corporation había aumentado su poderío al inaugurar en 1922 su refinería de metales de La Oroya que incluía una ferrovía propia conectada al ferrocarril central, que a su vez estaba en manos extranjeras. Se había firmado un contrato para que otra compañía norteamericana sustituyese en el control del puerto del Callao a la antigua compañía francesa…”. El Perú de entonces parecía el sueño de los liberales de hoy. Sánchez omite un pormenor, que, ciertamente, no es indispensable en la estructura de su libro. A la caída de Leguía, Harold Kingsmill, gerente de la Cerro de Pasco, sugirió al encargado de negocios de su país, Ferdinand L. Mayer, la conveniencia de colocar barcos de guerra en las costas del Perú, para defender sus intereses en peligro. Lo cuenta el estadounidense James C. Carey en su libro Peru and the United States, 1900-1962 (University of Notre Dame Press, 1964, p. 63). “La vigencia del aprismo quedaba constatada por éstos y otros hechos, pero la práctica gubernamental del período 1985-1990 no guardó empatía alguna con ellos. Posteriormente, ante la ofensiva conservadora y neoliberal –sin duda pasajera– desplegada en muchos países a partir de 1989, la desorientación prosiguió. Con su esfuerzo tenaz Haya de la Torre había logrado para el aprismo un sitial de gran altura en el plano nacional e internacional. Los errores cometidos han puesto en peligro ese sitial, pero sus fundamentos siguen siendo asombrosamente sólidos”. No hace falta decir que el texto contiene una acerba crítica a Alan García, el joven a quien había conocido en Madrid y que siendo presidente flirteó, según LAS, con la izquierda marxista nacional e internacional. Dicho sea de paso, tampoco Armado Villanueva escapa a unos dardos póstumos de LAS. Luis Alberto Sánchez evoca la pasión de justicia y libertad de Haya de la Torre. “¿Te imaginas lo que hubiera sido una alianza entre Haya de la Torre y Mariátegui en los años 30? ¿Te imaginas lo que hubiera hecho Manuel Arévalo, el dirigente obrero aprista, si la dictadura de Benavides no lo hubiera asesinado? Sin duda, hubiéramos tenido la revolución social más profunda y menos dogmática de América Latina”.

18

Para quien, como el autor de estas líneas, ha reivindicado el aporte de los obreros anarquistas de Lima, Callao, Trujillo y Chiclayo a comienzos de siglo, resulta grato leer estas líneas póstumas de Sánchez: “hasta la aparición del Partido Socialista de Mariátegui en 1928 y del Partido Aprista en 1930…, la manifestación militante de trabajadores manuales e intelectuales interesados en el problema social fue el anarquismo”. En el currículo histórico vienen luego la influencia de la Revolución mexicana y la Revolución rusa: “Para todos los que éramos jóvenes en esos días, la Revolución mexicana y la Revolución rusa eran la prueba viviente de que el mundo podía cambiarse”. Más tarde, Haya rompe con el comunismo. Al mismo tiempo, la reacción inicia la persecución y el martirio de los apristas… acusados de comunistas. Lo que vino después resulta sintetizado por LAS en unas cuantas páginas compactas y polémicas. No anda descaminado sin duda cuando coloca en el centro de la evolución aprista la cuestión moral. En buena cuenta reprocha a la generación de Alan García no haber cumplido, desde el gobierno, con las exigencias planteadas por Haya al aprismo: “La moral aprista preconizada por Haya recogía –dice LAS- entre otros aportes, un ejemplo similar ofrecido por los obreros anarcosindicalistas, con su honestidad sin dobleces, su arraigado sentimiento solidario y su prodigiosa cultura autodidacta. Esa gran lección era el correlato práctico del legado moral de los escritos de Manuel González Prada. Ambas vertientes eran muy apreciadas por Víctor Raúl y su gran deseo era que el aprismo jamás estuviera por debajo de esos ejemplos”. “Los pueblos que ignoran la historia se ven obligados a repetirla”, escribió famosamente el filósofo idealista estadounidense George Santayana („es una conocida tesis marxista‟ sostuvo alguna vez el inaudito filósofo Jaime Yoshiyama). Este libro de LAS nos recuerda cuán útil es la historia (y la biografía), entre otras cosas porque se refiere a nosotros y nuestro futuro. Lo notable del libro es que no sólo presenta

19

testimonios y resultados, sino que ofrece claves para penetrar en diversos dominios de la vida política, social e intelectual del Perú y América.

20

BIBLIOGRAFÍA

(1) Belaúnde Víctor Andrés. En: Revista Nueva Democracia. Junio 1923 (2) Sánchez Luís Alberto. “La universidad no es una isla”. 2005 (3) Sánchez Luís Alberto. “Balance y Liquidación del novecientos”2001. (4) Sánchez Luís Alberto. En “Mundial” N. 256 junio 1925

21

CONCLUSIONES

22

BIBLIOGRAFÍA

1. Aldo Pellegri

(1981). Antología de la Poesía Surrealista Ed.Argonauta.

España. 2. César Vallejo (1985). Poesía completa. La nave de los locos. Ed.PremiáMéxico. 3. César Vallejo (11996). Masa y otros poemas Ed.Espasa Calpe-Colección A Viva Voz-Buenos Aires. 4. Michael Hamburguer (1991). La verdad de la Poesía. Tensiones en la poesía moderna de Baudelaire a los años sesenta -Ed.Fondo de Cultura Económica, México. 5. Ignace Lepp (1963). Psicoanálisis del Ateísmo Moderno -Edic.Carlos LohléBs.As. 6. Rafael Lapesa (1984). Historia de la Lengua Española. Editorial Gredos Madrid.

23