Los Renglones Torcidos de Dios

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS PSICOLOGÍA CLÍNICA

ENSAYO ABALÍTICO: LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS

Asignatura: Instrumentos y Técnicas de Evaluación I Docente: Dra. Catalina Villafuerte Estudiante: Vanessa Ortiz

QUITO-ECUADOR 2018-2018

LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS

“Los locos son una terrible equivocación de la Naturaleza; son las faltas de ortografía de Dios”. (Torcuato Luca de Tena, 1979) ¿Cómo distinguir lo real de lo que no lo es? ¿Prefieres vivir en una mentira o en la realidad? ¿Qué es la locura? ¿Nunca hemos estado locos?

La locura, como aquello que no podemos explicar. Son aquellas personas que, según diría Freud, se atreven a romper con los tabúes y las normas. Se convierten en seres que viven otra realidad, ni mejor ni peor, la suya. Erasmo de Rotterdam (1508) en su ensayo Elogio de la Locura, sugiere que la locura protagoniza la historia. La locura, para Erasmo, se presenta en todos nosotros, nadie se salva, esta nos muestra lo agradable de la vida, y se burla de aquellos que reniegan de ella. Para él hay una clara definición: “la locura es sabiduría y la sabiduría locura” (De Rotterdam, 1508). Haciendo referencia por ejemplo a los mecanismos de defensa propuestos por Freud, cuántas veces nuestra locura no nos ha gobernado para evitarnos el dolor.

La mayoría de la sociedad en su esfuerzo por negar su propia locura o sus características fuera de lo “normal”, se encarga de enjuiciar al otro, sencillamente por ser más fácil. ¿Qué es en realidad la locura? Focault (1954, p. 90) describe que, la locura no es más, sino la privación. Los delirios suceden como la incapacidad de reconocer lo verdadero. Esto es claramente evidente en Alice Gould, quien en su incapacidad de reconocer los hechos verdaderos, es denominada “loca”, y en su aparente racionalidad, astucia, inteligencia, además de otras cualidades; complica el proceso común, y resulta que, a

veces volver a identificar como anormal aquello que no lo parece, y que ya habíamos etiquetado confunde. Muchos de los internos del psiquiátrico tenían dolencias por el “simple” hecho de haber ser diferentes, no se curaban porque en realidad ya no había nadie que se preocupe realmente por ellos, es decir, fueron abandonas por ser distintos. Y otros, justamente como nuestra protagonista, deliraba para ocultar en su memoria, la verdadera causa de su encierro, ya que su mente sabia le encubría de una tormentosa verdad.

Toda persona es demente de alguna forma. El problema radica en la increíble necesidad de etiquetar todo aquello que se encuentra, así sea por un breve momento, fuera de la norma, de la moral, de lo establecido. ¿Qué se entiende por normal en este punto, y qué se entiende por locura? Para las ciencias de la salud mental, es aquí donde radica la dificultad de un diagnóstico, y la peligrosidad en el tratamiento si este es errado.

Todos podemos ser dementes de alguna forma… es claro que todos tuvimos, tenemos y tendremos dificultades u obstáculos a lo largo de nuestra vida, y nadie está exento de no lograr adaptarse. Para notar este punto es necesario hacer mención, a las múltiples y repetidas referencias a la gran inteligencia y simpatía de nuestra protagonista, que de hecho eran acertadas, y fue justamente este hecho el que tanto a internos, enfermeras, médicos e incluso a mí misma como lectora, no dejaba de desconcertar el que tal vez, Alice tuviese algún tipo de problema, que no deja de ser una duda a cada momento, hasta llegar al final de la lectura.

Es así como, Alice Gould, al igual que muchos, fue llamada “loca” por la manera diferente de afrontar los problemas de su vida. Sabemos que cada persona es única y diferente de los demás, y es por esto que no debería ser aceptable juzgar a un individuo por el solo hecho de tener una reacción distinta a la de las grandes mayorías. “El individuo reaccionando a su situación de modo patológico” (Focault, 2006). A lo largo de nuestra vida puede haber situaciones, hechos o aspectos que son muy difíciles de asumir, y a este respecto hay dos opciones: hacer conciencia del problema y enfrentarnos a él, o bien evadirlo; y esa esa elección la que en este caso nos determinará “normales” o “locos”. Acudiendo a la filosofía de Sartre, este se refiere a la libertad humana y a la no creencia en el destino. La idea fundamental es la de la elección.

Los diagnósticos psiquiátricos son etiquetas estigmatizadoras para personas cuyas conductas molestan a la sociedad. En respuesta a esta inclinación, el Dr. Cooper (1967), expone la “anti psiquiatría”, como un movimiento que busca romper con los estigmas hacia los enfermos mentales, así como con los tratamientos absurdos que pueden suceder en los hospitales psiquiátricos.

Es el entorno en el que nos desenvolvemos el que nos vuelve normales o anormales. Es importante también destacar el desenlace de nuestra obra, puesto que luego de un largo enredo de no saber a ciencia cierta la verdad, la misma Alice hace consciente su problema. A pesar de las “limitaciones” que pueden evidenciarse en los reclusos, y la exclusión que se les hace, ellos son capaces de vivir una vida aunque la realidad de cada uno sea completamente distinta, y qué hay de malo en esto.

Tanto Alice como Cosme el Hortelanu, son un claro ejemplo de cómo el espacio influye en el despliegue del ser. Es así que Cosme no podía salir del Sanatorio, porque inmediatamente presentaba síntomas, que igualmente se ausentaban con el solo hecho de volver al psiquiátrico. A través de la historia, ha sido discutido y verificado como para cada tiempo y espacio las definiciones de cordura y locura han variado, esto lo podemos ver desde las culturas antiguas y ancestrales, en donde por ejemplo a una persona con alucinaciones, en lugar de verla como enferma se la veía como sabia, como intermediario de los dioses, chamán, sacerdote u otras connotaciones más bien admiradas, a diferencia de la actualidad.

Renglones torcidos: “locos”. Quiere decir que los que son mayoría, son los bien hechos, los renglones rectos, los que saben reaccionar adecuadamente, aquellos que por ejemplo, tienen una buena capacidad de resiliencia desarrollada, pero ¿qué pasa con los demás? Personalmente el título me parece indignante; de hecho resume adecuadamente el objetivo del texto, pero es triste analizar la perspectiva de ver a las personas que no calzan en lo establecido, incluso como “las faltas de ortografía de Dios”. Cuando en realidad, cualquiera puede ser o volverse un loco.

El trastorno puede entenderse como una manera inadecuada de adaptación o ajuste al medio que dependerá de las necesidades, el contexto, el aprendizaje, la personalidad, capacidad y cambios. Dentro del libro, esto se vislumbra con la incapacidad de Alice de ajustarse y admitir el dolor provocado por su esposo, y la falta de aceptación de su reacción al llegar al límite (intento de envenenamiento). Esquirol (1818) señaló que los

locos son: “víctimas casi siempre de los prejuicios, de la injusticia, de la ingratitud de sus semejantes” Expresa además: “¿Quién puede asegurar que no será tocado por una enfermedad que hace víctimas en todas las edades, en todos los rangos, en todas las condiciones?” (Citado en, Focault, 1954, p. 91)

A veces por las diversas circunstancias, puede ser complicado distinguir lo real de lo irreal. Y suele ser esa ambigüedad sumada al dolor de algún trauma, lo que ocasione el origen de un trauma. Nuestra mente al ser tan sabia, incluso más allá de nuestra conciencia, nos protege del daño, pero al mismo tiempo nos impide hacerle frente a la realidad y sanar las heridas.

Ser conscientes de aquello que nos está provocando sufrimiento, incluso ser conscientes de ese sufrimiento, nos permite liberarnos de los aspectos que nos bloquean y detienen hacia una vida más satisfactoria y real.

En conclusión, Torcuato Loca de Tena nos ofrece una gran obra que nos sumerge en su lectura y nos permite llegar al análisis del ser humano como único y diferente, abriéndonos la posibilidad de ver la realidad de la “locura” como lo que es; siendo cada individuo capaz de afrontar la vida a su modo. Particularmente, pienso que no habría necesidad de siempre etiquetar y sobre examinar aquello que no entendemos, sino más bien incluir, comprender y aprender, ya que nadie está libre de padecer algo fuera de lo común y lo más ilógico es excluirlo.

Referencias Bibliográficas:



Erasmo de Rotterdam. (1508). Elogio de la Locura. 15-07-2018, de Biblioteca



Virtual Universal Sitio web: http://www.biblioteca.org.ar/libros/150261.pdf Fariñas, A. (2015). La filosofía oculta de Matrix. 15-07-2018, de La Mente Es Maravillosa Sitio web: https://lamenteesmaravillosa.com/la-filosofia-oculta-dematrix-2/



Focault, M. (2006). Enfermedad Mental y Personalidad. Barcelona: Paidós Ibérica S.A..

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Focault. M. (1954). Enfermedad Mental y Personalidad. México: Paidós. Torcuato Luca de Tena. (1979). Los Renglones Torcidos de Dios. Barcelona: Planeta.