Los Juegos Verdaderos - Resumen.

Juegos Verdaderos Esta obra comienza con el relato de las ratas que merodean el techo del cuarto donde sucede nuestra hi

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Juegos Verdaderos Esta obra comienza con el relato de las ratas que merodean el techo del cuarto donde sucede nuestra historia. En tiempos de andanzas por el parque universitario del personaje. Recuerdos de su querida Diana en sus días de infancia en Arequipa (Vallecito). Aventuras de sus amigos de infancia; Kike, Efraín, Cesar Gonzalo, etc.; llamados Halcones Negros tal como sus héroes de la televisión. Nos cuenta de los preparativos para su viaje a México para continuar sus estudios universitarios según lo que le conto a su madre, pero el verdadero motivo era su incursión en una guerrilla… y en esos momentos recibió la noticia del retraso de su vuelo. Su madre le platica de como hacerse la manzanilla y otros detalles. Regresamos a los días de infancia y pormenores de la relación de la amiga Mica con ellos y su amigo el mayor del grupo, el tío. Continuando con el relato de la convivencia con el negro que no era un negro común. Luego regresando a los días antes de su viaje, donde sale de casa tomando un colectivo para despedirse de las personas más importantes para él. Durante su viaje en el colectivo divaga sobre el motivo de su viaje tanto que no se da cuenta de su destino próximo. En su estancia cruel de encierro cuenta de sus compañeros además del negro, los piojos, y de sus planes de expansión y abundancia en su pubis. De las ideas mezcladas nos encontramos con el recuerdo del avión de Efraín que se rompió antes de levantar vuelo a causa de Cesar. En el encierro acostumbrado a vivir en la mierda misma, hace comparación de su pierna izquierda colgando del catre como muriendo al igual que su existencia. En el colectivo recuerda como conoció a Rossana cuando se la presento Manuel, un amigo de la universidad. Conocemos un poco de la historia del negro, de su esposa que supuestamente lo abandono y sus hijos. En el encierro cuenta como se bañaban en sus mismos orines en contra de las picaduras de los orines De nuevo a esos días en la universidad, de marchas de oposición al gobierno. El camino a su universidad. En una conversación con Olga en el salón de clase le cuenta del intento de abuso de Mario. Conoció a Manuel y de su común “nos vemos más tarde” en sus encuentros y platicas en Café Versalles. En sus días en Arequipa con sus amigos los Halcones Negros, de la pérdida del avión rojo en el rio y como Efraín hizo uno nuevo de color plata. Un partido de futbol con los del barrio de enfrente… sus prácticas. Siempre los recuerdos de Diana. La construcción de su club de cajas y calaminas en el techo de la casa de Kike De nuevo en el encierro de como encontró agonizando al negro y llamo a gritos insospechados por ayuda a sus carceleros. El soldado al entrar le dio un gran puntapié a nuestro personaje que lo dejo postrado. Cuando se llevaron al negro del cuarto llego un joven guerrillero, Humberto Marín, al mando de Arnaldo Gutiérrez lo que le llevo a la historia de otro Gutiérrez o quizás el mismo que murió al permitir la fuga de sus compañeros y en media plaza como medida disuasora a los campesinos para no ayudar a la guerrilla. Humberto espera según el la llegada de un camión que lo llevaría a Lima hace peticiones a su carcelero diciendo que no comería si no se cumplen a lo que le responder que mejor y así lo entierran mucho antes.

En el colectivo, en sus dudas de viaje siente las miradas del chofer como si vieran que es un cobarde. En su catre ve como los piojos lo abandonan como un aviso fatal. Ya el muchacho en la cama debido a que le cambio de colchón. Evoca de nuevo la infancia de como aprendían a fumar escondidos en el baño para recordar momentos antes del viaje, el recojo de pasaportes y compra de pasajes. Recuerda a su padre en vida que le daba buenos consejos como un amigo que también recordaba a su abuelo. Ya estando con fiebre y con Humberto que le pone un paño, piensa en todo y que quizás sea un sueño para escribir una novela que le cuenta a su esposa… delirios mientras esperan el camión que los traslade a Lima y allí pueda restablecerse. En sus historias de infancia, vemos como Kike el mas pequeño en su afán de hacerse de amigo del tuerto Zorco que cuidaba las chacras donde comían chicle de trigo fue víctima de la honda, en su féretro sigue sonriendo. La historia de Manuel quien llevaba una vida normal antes de ingresar a Maranga donde fue violado por el padre director esto le conto a nuestro personaje mientras tomaban cubas libres y le decía que como su padre le dijo: ¡No te rebajes, carajo! El tuerto fue encerrado 10 años y ya libre le vienen recuerdos de los reclamos de su patrón, de los calificativos de la prensa, de como se quedo tuerto. También nos enteramos de los detalles de como fue apresado el negro y de las historias el abuelo de este similar al del nieto. Mientras Humberto en el cuarto da vueltas en el esperando al camión. Ya al final y como al inicio le vienen recuerdos y pensamientos de cómo será la vida de Diana en Chiclayo a donde se fueron para tratar de olvidar la muerte de su pequeño hermano. Los reclamos de Manuel al alejarse del grupo guerrillero de su muerte cerca de rio y espesura de la selva. La llamada de Gonzalo a su hermana Diana, nos traslada a lo contemporáneo de como nuestro personaje murió en una carceleta para guerrilleros, en Cuzco. Carlos en su vida acomodada en lo político que no le interesa la noticia del amigo muerto traída por otro amigo, Efraín. De como Cesar en su ardo divagar y al enterase de la muerte de su amigo de infancia desiste en escribir a Carlos y seguir bebiendo licor ante los reclamos de su esposa y llanto de sus hijos. Llegando al fin de la historia Humberto alienta a nuestro personaje a levantarse al oír al camión, pero el soldado al abrir la puerta los apresura y golpea cayendo ambos y nuestro personaje, pero este muerto. Los guerrilleros en el camión cantan a todo pulmón van desapareciendo a la distancia. Y en la celda solo se pasea una rata gorda y negra, caminando cuidadosamente en los rastros de sangre.