Los Intelectuales en La Edad Media Le Goff Resumen

Los intelectuales en la Edad Media El siglo XII. Nacimiento de los intelectuales. Renacimiento urbano y nacimiento del

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Los intelectuales en la Edad Media

El siglo XII. Nacimiento de los intelectuales. Renacimiento urbano y nacimiento del intelectual en el siglo XII Los intelectuales nacen en las ciudades debido a la función comercial y modesta producción industrial (artesanos) presentes en estas. Durante aquella época se dividía la sociedad según su actividad: los que rezan (clero), los que protegen (nobleza) y los que trabajan (siervos). Sin embargo a menudo los religiosos se dedicaban a otras actividades como al artesanado y las enseñanzas, siendo la vida espiritual solo una arista en estos. En el siglo XII se les discierne verdaderamente a los intelectuales. La ciudad medieval no se había desarrollado en occidente, sin embargo subsistían los cadáveres de las ciudades romanas, donde los habitantes vivían alrededor de un jefe militar, administrativo y religioso. Además se supone que gracias a la influencia económica del mundo musulmán se desarrollan embriones de ciudades, los puertos autónomos o anexos a las ciudades episcopales o a los burgos militares. Dicho fenómeno comienza a transformar las estructuras políticas. Al renacimiento urbano se une el intelectual (revolución cultural) ¿Hubo un renacimiento Carolingio? Ya que es difícil precisar un verdadero renacimiento urbano de antes del siglo XII, es necesario precisar límites para no pasar por alto una etapa (fin s VIII y 1ra mitad del s IX) llamada renacimiento Carolingio. El periodo se caracteriza por una mejora en la cultura de los hijos de los nobles, dicho renacimiento casi pone fin a la educación impartida por los monasterios a los niños del campo aledaño. Se produce la reforma benedictina el 817, con la que las escuelas exteriores de dichos monasterios quedan clausuradas. Los libros son una posesión lujosa por todo el trabajo decorativo, haciendo que la circulación de las obras sea ínfimo (signo de una época inculta). De hecho los libros no están hechos para ser leídos si no para engrosar el tesoro de las iglesias o los ricos, siendo considerados vasijas preciosas. Los monjes que escriben so los SCRIPTORIA, a quienes les importa poco el contenido de los textos, lo importante era el arduo trabajo empleado para escribirlos, haciendo de este trabajo un obra de penitencia. La ciencia es para ellos un tesoro, se trata de una cultura cerrada junto a una economía cerrada, el renacimiento carolingio no siembra, si no que atesora. Todos los tesoros culturales generados en el renacimiento carolingio, serán puestos de nuevo en circulación, volcados en las escuelas urbanas y absorbidas por el renacimiento del siglo XII

Modernidad del siglo XII. Antiguos y modernos. El intelectual del siglo XII es un profesional, con su materiales que son los antiguos con sus técnicas, la principal de las cuales es la imitación de los antiguos. Los conocimientos antiguos son utilizados para ir más lejos, ese es el sentido de las famosas palabras de Bernard de Chartres en la edad media: “somos enanos encaramados en los hombros de gigantes”, demostrando el sentido de progreso de la cultura. Se menciona que el la alta edad media la historia se había detenido. Fue la iglesia quien hizo la historia. Los intelectuales urbanos del s XII, vuelven a poner en marcha la máquina de la historia. La contribución greco árabe Las ciudades son lugares de circulación de los hombres, llenos de ideas y mercancías, es en los mercados de la urbe donde intercambian los productos y en los centros de reunión donde intercambian las ideas. En este momento cuando el occidente solo tiene materias primas exportables y una incipiente industria textil, los productos de valor llegan del oriente y junto con esto manuscritos que aportan a los cristianos occidentales la cultura greco árabe. El medio árabe es un intermediario, son los cristianos nestorianos y monofisitas quienes llevaron a Bizancio las obras de los grandes griegos. La frontera con el islam es un límite militar, sin embargo hay dos puntos de contacto que reciben manuscritos orientales: Italia y aún más España. Los traductores Los traductores cristianos son pioneros de este renacimiento cultural. La lengua científica es el latín. Las versiones árabes de los textos griegos eran traducidas con ayuda de españoles cristianos que vivieron bajo la dominación musulmana, de judías y hasta de musulmanes. Uno de los equipos de traductores celebres es el que forma el abad Cluny, Pedro el venerable, para traducir el Alcorán, con la idea de combatir intelectualmente a los seguidores del islam. Aunque los traductores cristianos españoles no estaban interesados en el islam, si no en los temas griegos y árabes por lo que para llevar a cabo la empresa les pagaron una gran retribución. ¿Qué aportan este primer tipo de investigadores, de intelectuales especializados que son traductores del siglo XII a Occidente? Aportan la matemática, la astronomía, la medicina, la física, la lógica y la ética, tal vez más que la materia aporta el método. Esa es la lección que el antiguo helenismo comunica a occidente. Agreguemos la contribución árabe: los números traídos de la india, la aritmética y el álgebra, enciclopedias médicas, astrónomos, botánicos y alquimistas, además de dar el vocabulario de comercio, como aduana, cheque, entre otros.

España e Italia solo llevan a cabo el primer tratamiento de la materia greco árabe, es el trabajo de traducción que permitirá asimilar las obras a los intelectuales occidentales. Los centros de incorporación de la contribución oriental en la cultura cristiana son Chartres, Paris, Laon, Reims y Orleans. Francia se convertirá en la primera heredera de Grecia y de Roma.

Paris, ¿Babilonia o Jerusalén? De todos los centros, favorecida por la dinastía de los Capeto, París es el más brillante. Esta ciudad debe su renombre al brillo de la enseñanza teológica que se sitúa en la cúspide de las disciplinas escolares. Pero poco después con la filosofía aristotélica se comienza a enaltecer la dialéctica. Por loi que para algunos Paris es la cuidad faro, fuente de todo goce intelectual y para otros un antro donde se mesclan la perversidad de los espíritus entregados a la filosofía y las torpezas de una vida licenciosa de juego, vino y mujeres ( es la babilonia Moderna) De esta manera el partido de la santa ignorancia opone la escuela de la soledad a la escuela del ruido, la escuela del claustro a la escuela de la ciudad, la escuela de Cristo a la escuela de Aristóteles. Los intelectuales de las ciudades apartarán de occidente los espejismos de otra Asia y de otra África. Los goliardos: en dignidad los En Paris se distinguen un extraño grupo de intelectuales: los goliardos, para quienes esta ciudad era el paraíso en la tierra. El anonimato CUBRE EN SU MAYOR PARTE LA FIGURA DE LOS GOLIAROS, CONOCIENDO ALGUNAS LEYENDAS algunas impulsadas por ellos mismos y otras propagadas por sus enemigos. Son llamados vagabundos, se dice que son bohemios, falsos estudiantes. Otros los ven como una especie de intelligentzia urbana, un medio revolucionario que encarnan todas las formas de oposición declaradas al feudalismo. El vagabundo intelectual: Los goliardos constituyen la crítica a lo establecido. De origen campesino, noble o urbano, los goliardos eran ante todo vagabundos, representantes de una época en que la expansión urbana y demográfica rompe la estructura feudal. Son producto de la movilidad social del siglo XII. Esos estudiantes pobres que no tiene domicilio fijo se lanzan a la aventura intelectual y van de cuidad en ciudad para difundir sus enseñanzas. El goliardo pertenece a los libertinos que busca la libertad del espíritu. Niegan el progreso, niegan un sentido a la historia.

Hay dos tipos de vida que se enfrentas, la vida activa y la vida contemplativa, el paraíso en la tierra frente a la salvación buscada fuera del mundo (confrontación monje v/s goliardos), el goliardo manifiesta su desprecio por el mundo rural y al campesino. El goliardo le niega su privilegio de nacimiento al noble. Para el intelectual urbano los combates de espíritu, las juntas de la dialéctica han reemplazado en dignidad los hechos de armas. A pesar de la importancia que tienen, los goliardos relegados en los márgenes del movimiento intelectual y en el siglo XIII desaparecen. Abelardo: Abelardo fue goliardo y aporto y significó más que estos. Es la primera gran figura de intelectual moderno, además de ser el primer profesor. Es de Pallet, pertenece a la pequeña nobleza cuya vida se hace difícil en los comienzos de la economía monetaria. Abelardo renuncia a las armas del guerrero para entablar otros combates, le dicen “el caballero de la dialéctica”. Esa cruzada intelectual lo conduce fatalmente a París. Allí revela su necesidad por demoler ídolos. Teniendo conciencia de su valor ataca al más ilustre de los maestros de parís, convirtiéndose en enemigos. Eloísa: Abelardo estaba en la gloria y Eloísa es una conquista que debe agregarse a las conquistas de la inteligencia. La elige por gusto y prestigio, ya que la joven de 17b años es bonita y tan cultivada que su ciencia es ya celebre en toda Francia. Eloísa se convirtió en su alumna y surgió el amor, su amor fue descubierto, lo que los obligo a verse a escondidas, Eloísa queda embarazada, por lo que Abelardo toma la decisión de casarse, pero teme que una vez casado su carrera de profesor se vea trabada y teme convertirse en el hazmerreír del mundo escolar. La mujer y el matrimonio en el siglo XII En el siglo XII hay una fuerte corriente anti matrimonial, en el mismo momento en que la mujer se libera, el matrimonio es objeto de descrédito tanto en los medios nobles como en los medios escolares. La mujer está presente, y la aparición de Eloísa junto a Abelardo, apoyada por el movimiento de los goliardos que reivindican para los clérigos su humanismo, el que exige que sean plenamente hombre, aceptando los goces de la carne. Hay autoridades que condenan el casamiento del sabio, como Teofrasto y San Jerónimo. Fulbert el tío de Eloísa que se vio pasado a llevar con toda esta historia de amor, apoyo el matrimonio para vengarse de Abelardo. Sin embargo Abelardo

imagina esto y hace que Eloísa se retire al convento, este suceso provoca que el matrimonio quede roto.

Nuevos combates:

Abelardo escribe para sus discípulos su primer tratado de teología. El libro disgusta al medio y sus enemigos, para impresionar al concilio amotinaron a la muchedumbre que amenaza con lincharlo. El libro es quemado y Abelardo condenado a terminar sus días en un convento. Al fugarse del convento obtiene un terreno de Nogent-sur-Seine,los discípulos invaden esas soledad y se forma una aldea escolar de tiendas y de cabañas. La tranquilidad de Abelardo dura poco. Dos nuevos apóstoles, organizan un comploto contra él. Se trata de san Norberto y San Bernardo, reformador de la orden del Cister. Lo persiguen de tal manera que Abelardo piensa en huir a oriente, a vivir como cristiano entre los enemigos de Cristo. Esta huida no se concreta ya que lo eligen de abad de un monasterio bretón, con esto aparecen nuevas dificultades ya que le parece vivir con barbaros, los monjes que lo acompañan solo entienden el bajo bretón y son de una grosería inimaginable. Huye en 1132. En 1136 lo volvemos a encontrar en la montaña Santa Genoveva. Ha reanudado una actividad docente más frecuentada que nunca. DE sus enemigos, especialmente de San Bernardo se dice que promovía el espíritu rural que seguía siendo feudal, ante todo militar, por lo que no estaba en condiciones de entender la inteligencia urbana. Contra el herético o el infiel, solo ve una solución, la fuerza. Campeón de la cruzada armada, no cree en la cruzada intelectual. Durante los últimos años de su vida prácticamente es el quien gobierna la cristiandad, el que dicta las ordenes al papa, aplaude la constitución de órdenes militares y sueña con hacer de occidente una orden de caballería, la milicia de Cristo; en suma , es un gran inquisidor anticipado. San Bernardo presenta ante un concilio a Abelardo como un peligro herético, el acusado recusar la competencia de la asamblea y apela al papa. Abelardo se refugia en Cluny y Pedro el Venerable lo Abelardo era ante todo un lógico, tenía la necesidad de recurrir al razonamiento, situación a la que los padres de la iglesia se oponían. El profesor goliardo cree en el valor ontológico de la palabra. El moralista Ese lógico fue también moralista, asignándole a la introspección tanta importancia como lo hacían los místicos monásticos. Veía el pecado no como una sustancia, sino como una ausencia antes que una presencia. De esta manera Abelardo contribuyo a modificar las condiciones de uno de los sacramentos esenciales: la penitencia. La iglesia de los tiempos barbaros había

elaborado listas de pecados y de penas calcadas de las leyes bárbaras. Lo esencial en la penitencia era el pecado y el castigo. En adelante lo importante es el pecador. Los sacramentos se humanizaban en el pleno sentido del término. El humanista: Abelardo reclamo la alianza entre la fe y la razón. Este humanista comenzó en medio de una gran serenidad su dialogo entre un filósofo, u judío y un cristiano. Quería mostrar en esta obra que ni el pecado ni la encarnación habían representado un hiato absoluto en la historia de la humanidad. Trataba de valorar todo lo que había en común en las tres religiones, que representaban la suma del pensamiento humano. Su humanismo se resolvía en tolerancia.

Chartres y el espíritu chartrense.

Chartres es el gran centro científico del siglo. Aquí se prefería es estudio de las cosas que eran objetos del cuadrivio: aritmética, geometría, música, astronomía. Esta orientación la que determina el espíritu chartrense. Un espíritu de curiosidad, de observación, de investigación, todo esto alimentado por la ciencia greco árabe. Esta curiosidad indigna a los mas tradicionales, quienes se escandalizan por el interés de algunos temas como las estrellas, el clima, y la naturaleza en general. Algunas figuras del pasado cristiano se convierten en símbolos del saber, en los “grandes antepasados místicos del sabio”. Salomón es el maestro de toda la ciencia oriental y hebraica, Alejandro magno es el investigador por excelencia. La sed de conocimiento habría sido el motor de los viajes de Alejandro y de sus conquistas. Por ultimo esta Virgilio el que habría anunciado el advenimiento de cristo. Pero esta tendencia del espíritu científico choca con la tendencia del espíritu racional. El naturalismo chartrense: La base de este racionalismo es la creencia en la omnipotencia de la naturaleza. Para los chartrenses la naturaleza es en primer lugar una potencia fecundante. Asi se funda el optimismo naturalista del siglo XII. Pero la naturaleza es también el cosmos, un conjunto organizado y racional. De hecho comenzaron a analizar textos bíblicos a través de las leyes naturales. Y asi se desarrolla una desacralización de la naturaleza, criticando el simbolismo. Ciertamente el siglo XII está aun lleno de simbolismos, pero sus intelectuales ya hacen inclinar la balanza hacia la ciencia racional. El humanismo chartrense:

El espíritu de Chartres es ante todo un espíritu humanista, sobre todo porque coloca al hombre en el centro de su ciencia, de su filosofía y casi de su teología. El hombre es el objeto y el centro de la creación, explicitado en la idea de san Anselmo de que el hombre siempre estuvo previsto para la creación y que el mundo fue creado precisamente para el hombre. Es en el hombre donde se realiza esa unión activa de la razón y de la fe. Lo más novedoso de la concepción chartrense consiste en que el ser humano, dotado de razón y que, por lo tanto, puede estudiar y comprender una naturaleza ella misma ordenada racionalmente por el creador.

El hombre microcosmo: Desde Bernardo Silvestri a Alain de Lille, se desarrolla la tesis de la analogía entre el mundo y el hombre, entre el megacosmo y ese universo en miniatura que es el hombre. Esta concepción es revolucionaria. Obliga a considerar al hombre en su totalidad y en primer lugar con su cuerpo. El descubrimiento del amor humano es uno de los grandes eventos siglo XII. Digamos que la desnudez representa al hombre microcosmo, ya que manifiesta un amor por el modelo del cuerpo; esto revela que el humanismo de los intelectuales no aguardo al otro renacimiento para agregar a esta dimensión el gusto estéticos de las formas y el amor por las verdaderas proporciones. El humanismo declara que el hombre es naturaleza y que la comprende a través de la razón, por lo que puede transformarla mediante su actividad.

La fábrica y el homo faber: El intelectual situado en el centro del taller urbano, ve el universo a imagen de ese taller (metáfora del mundo fábrica). En ese taller el hombre se afirma como un artesano que transforma y crea. Redescubriendo el homo faber, cooperador de la creación con dios y con la naturaleza. En esta perspectiva se le da lugar a nuevas disciplinas como la dialéctica, la física y la ética, además de las técnicas científicas y artesanales que constituyen una parte esencial de la vida del hombre. (el exilio del hombre es la ignorancia, su patria la ciencia) A las 7 artes libertarias se les agrega la física, la mecánica y la economía. De esta manera con la política termina la odisea del humanismo de los intelectuales del s. XII.

Figuras: Entre los intelectuales y aun en Chartres habría que distinguir ciertas figuras, con sus personalidades y temperamentos. Bernardo Silvestris y Guillermo de Conches fueron hombres de ciencia

Juan de Salisbury es literato Gilberto de la Porrée es un pensador, acaso el metafísico más profundo del siglo.

Proyecciones: Chartres formo sobre todo pioneros. En parís, después de las tempestades levantadas por Abelardo, espíritus moderados comienzan a incorporar en las enseñanzas de la iglesia todo lo que se puede tomar de los innovadores. Esto fue obra del obispo Pedro Lombardo y Pedro el Comedor. El trabajo intelectual y el taller urbano: Este tipo de intelectual solo pudo desarrollarse dentro del marco urbano. Los maestros parisenses, eran denominados mercaderes de palabras. Dicen que dios no ama las ciudades ni los habitantes de las ciudades, y las ciudades que bullen en vanas disputas de los maestros y de los estudiantes no son más que la resurrección de Sodoma y Gomorra. El intelectual urbano es un hombre de oficio, un artesano. Su función es el estudio y la enseñanza de las artes liberales (arte se equipara a técnica).

Investigación y enseñanza: El intelectual tiene conciencia de la profesión que debe asumir. Reconoce la relación necesaria entre la ciencia y la enseñanza, ya no se cree en el atesoramiento, si no en la difusión de las ciencias. Las escuelas son talleres de los que salen ideas, como mercancías.

Los instrumentos: El intelectual debe cooperar desde su lugar y con sus aptitudes propias en el trabajo creador que se realiza. Ocupando su espíritu como instrumentos y los libros que son sus herramientas. A estos artesanos de espíritu les falta organizarse dentro del gran movimiento corporativo coronado por el movimiento comunal. Esas corporaciones de maestros y de estudiantes serán, en el sentido estricto de la palabra, las universidades. Y eso ocurrirá en el siglo XIII.

El siglo XIII. La madurez y sus problemas

Perfil del siglo XIII:

Este siglo es el de las universidades (corporaciones). En cada ciudad donde existe un oficio que agrupa a un número importante de miembros, estos se organizan para defender sus intereses e instaurar un monopolio en su beneficio. Esta es la fase institucional del desarrollo urbano que se materializa en comunas las libertades políticas. Los orígenes de las corporaciones universidades son a menudo tan oscuros como los orígenes de las corporaciones de otros oficios. Las ciudades en las que se forman revelan una potencia que inquieta a los otros poderes. Las universidades adquieren su autonomía luchando tanto contra los poderes eclesiásticos como contra los poderes laicos.

Contra los poderes eclesiásticos: Los estudiantes son clérigos. La enseñanza es función eclesiástica. El funcionario a cargo era llamado general scolasticus; luego comienza a llamarse canciller. Este se resiste a abandonar su monopolio. La cultura a fin de cuentas, es cuestión de la fe; el obispo pretende conservar su control. En 1213, en Paris, el canciller pierde prácticamente el privilegio de conferir la autorización para enseñar. Ese derecho pasa a los profesores de la universidad. En 1301 el canciller deja de ser el jefe policial de las escuelas. Después de la gran huelga de 1229-1231 la universidad queda sustraída a la jurisdicción episcopal. Pero bien pronto el canciller queda absorbido por la universidad; es la universidad la que lo elige yn el canciller se convierte en funcionario universitario. Contra los poderes laicos: La universidad se enfrenta al poder real. Los soberanos trataban de dominar corporaciones que aportaban riqueza y prestigio a su reino. En Paris las universidades adquieren su autonomía después de los sangrientos sucesos en 1229, que enfrentan a los estudiantes con la policial real. Entonces la mayor parte de la universidad declara la huelga y se retira a Orleans. Durante dos años casi no se dicta ningún curso en parís. En 1231 san Luis y Blanca de castilla reconocen solemnemente la independencia de la universidad. También se registran luchas contra el poder comunal. Los burgueses de la comuna se irritan al comprobar que la población universitaria escapa a su jurisdicción. Las corporaciones universitarias pudieron salir victoriosos ante estos combates ante todo por su cohesión y determinación.

Apoyo e influencia del papado:

Los universitarios habían encontrado un aliado todopoderoso: el papado. El apoyo pontificio es capital. Sin duda la santa sede reconoce la importancia de la intelectualidad. Si sustrae las universidades a las jurisdicciones laicas lo hace para colocarlas bajo jurisdicción de la iglesia, contraria a la fuerte corriente que los arrastra al laicismo. Los intelectuales de occidente se convierten. Los intelectuales de occidente se convierten en cierta medida, pero con toda seguridad, en agente pontificios.