Los Dones Espirituales

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá 1 YÜxwç WxÄztwÉ _Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá 2 YÜxwç WxÄztwÉ _Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Objetivo Est

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Objetivo Este manual es una guía ordenada para que cada creyente sepa explotar el don o talento que Dios le ha dado. Es importante que un cristiano sepa cuál es el talento que tiene para ponerlo a disposición de los hijos de Dios que es la iglesia de su nombre. Las enseñanzas contenidas en este estudio de los dones Espirituales solo tratan de la compresión que el creyente debe tener en cuanto a su talento para el desarrollo de este en el servicio a Dios. El propósito de Dios con cada creyente es que ponga a disposición cada talento dado por él, para ir y hacer discípulos en un mundo que está gobernado por el maligno. Usando los dones o talentos cada creyente tendrá la seguridad de su talento en ejecución a la labor por la cual fue llamado por Dios. Este manual es importante para que el creyente conozca su talento y pueda ejecutarlo con toda seguridad y autoridad. Las citas Bíblicas se han escrito textualmente para facilitar el aprendizaje a los amigos y creyentes, sin quitarle el objetivo fundamental el cual es hacerlo sencillo y comprensible para el lector. 3

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Pastor Fredy Delgado “Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios; mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.” (Hebreos 13:7-8). Dedicatoria Primeramente a mi maestro y salvador Jesús el Cristo, mi único y verdadero Dios. A las iglesias Pentecostales y Apostólicas del nombre del Señor Jesús en todo el mundo, a cada hermano por sus oraciones y por cada pastor que con sus enseñanzas han sido de inspiración en las predicaciones recibidas y vividas en el evangelio de salvación. 4 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Gracias a cada país a donde llega este libro por su apoyo y lectura de cada una de estas enseñanzas. A mi familia querida conformada por mi amada esposa Gloria Vergara, mis hijas: Shelby, y Sharon Delgado.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Los Dones Espirituales Para el buen desarrollo de la iglesia, es necesario que exista una diversidad de dones, cada cristiano tiene diferente dones Espirituales y todos son dados por el mismo espíritu, veamos: “Porque de la manera que un en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta en la exhortación; el que reparte con liberalidad; el que preside con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”. (Romanos 12:4-8). “

Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” (1 Corintios 12:1113). Este Espíritu que hace todo es el Espíritu de nuestro señor Jesucristo, él es quien constituye a los siervos que va a utilizar para su ministerio: “Y El mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:1112). La Iglesia del tiempo presente, debe ser una iglesia que abunde en los dones espirituales, pues así era la Iglesia primitiva. El Nuevo Testamento informa que la Iglesia del primer siglo creía en el Bautismo en el Espíritu Santo o Bautismo de fuego:

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá "Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." (Hechos 1:5). "Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo." (Hechos11:15-16). Y que también practicaba la imposición de manos para impartir este bautismo del Espíritu Santo: "Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo." (Hechos 8:14-17). 8 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá "Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban." (Hechos 19:1-6). También se puede leer que los dones del Espíritu en la Iglesia primitiva, incluyendo el hablar en lenguas, eran normales y conocidos. En las sagradas escrituras encontramos la existencia de los dones espirituales que son impartidos a los creyentes para ser usados a lo largo de la vida cristiana y de lo cual finalmente también daremos cuenta a Dios. 9

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Ese día del ajuste de cuentas responderemos por la mala o buena administración que hayamos hecho de ese bien de Dios para con los hombres, llamados “dones espirituales”. ¿Qué es un Don? Esta palabra en el diccionario secular significa dádiva o regalo, también es conocida como talento. Es decir, la habilidad que tiene una persona para desarrollarse de manera especial en esa área. Pero, ¿qué son los dones espirituales? Esta expresión del griego jarismata, derivado de járis, que significa “gracia”, así entonces “carismas”, lo cual es una cualidad extraordinaria que se le atribuye a alguien y le confiere alguna superioridad de carácter ético, heroico, religioso, etc. Pero, no podemos hablar de los dones espirituales sin hablar de la gracia que como atributo inseparable de Dios, es la actitud de Él hacia el hombre. "De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido." (Hechos 14:26). 10 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá "y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre" (Romanos 1:5). "Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica." (1 Corintios 3:10). Para los creyentes podamos cumplir esta vocación y/o ministerio, la gracia de Dios nos brinda los dones (gracias o carismas) particulares que necesitamos: "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe" (Romanos 12:6). "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo." (Efesios 4:7). Los dones que también se le puede llamar carisma, "presente" o "regalo divino" para 11

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá referirse a estos dones, es decir, la misma palabra que empleó el apóstol Pablo en sus nueve dones del Espíritu, que incluían el hablar en lenguas: "No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él 12 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá quiere. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos 13

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os muestro un camino aún más excelente." (1 Corintios 12:1--31). Cada miembro de la Iglesia tiene una obra específica que hacer. Cada uno tiene su lugar en el plan eterno del cielo. Cada uno debe trabajar para la salvación de las almas. 14 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá “...De gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). En el mundo hay muchas manifestaciones y muy evidentes de la operación del espíritu satánico, y sus servidores trabajan cada día en mayor escala y en forma clara y visible, llenando el mundo de toda clase de pecado; no sólo de los ya conocidos, sino de toda suerte de doctrinas de demonios, superstición, hechicería, espiritismo, etc. Ante esta ola de maldad que el diablo ha desplegado, la iglesia tiene la urgente necesidad de salir de lo común, de lo corriente, de la rutina, y enfrentar al enemigo con los recursos divinos que están provistos en el almacén celestial; los Dones del Espíritu siempre han estado a nuestra disposición, lo que ocurre es que los hemos ignorado, no los hemos estudiado lo suficiente hasta compenetrarnos, adentrarnos, hasta adquirir la pericia de operarlos en los cultos para la edificación de la iglesia y para convencer al mundo: "Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado" (1ª. Corintios 14:24). 15

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Para si derribar las puertas del infierno y todas las murallas y argumentos que el diablo ha construido en las mentes de los hombres. "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". (Mateo 16:18). "Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo". (2ª. Corintios 10:3-5). Por otro lado el mundo avanza a pasos agigantados con la tecnología y la ciencia, porque sus técnicos y científicos están consagrados a descubrir cada día mejores métodos para lograr el progreso. La iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra y tiene la misión de evangelizar al mundo y perfeccionar a los santos, por este compromiso tan importante como no hay otro, necesitamos 16 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá avanzar en el terreno espiritual descubriendo la inmensidad de tesoros, de recursos de poder para con nosotros: "en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras 17

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo". (Efesios 1:5-23).

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Para concluir hay tres palabras que deben ser bien entendidas y son las siguientes: Don, conocimiento y habilidad. El Don o talento viene de nuestro señor Jesucristo, nuestro Dios, el conocimiento viene del estudio concentrado y diligente de las sagradas escrituras acompañado de la oración y la habilidad se desarrolla a medida que el Don es ejercido. En otras palabras el Don es recibido por Dios, el conocimiento es adquirido en el estudio y la habilidad se desarrolla en la práctica. Clasificación de los Dones Espirituales En las sagradas escrituras encontramos una diversidad de los dones espirituales que mencionaremos a continuación. Palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, géneros de lenguas, interpretación de lenguas, apostolado, enseñanza, ayuda, administración, servicio, exhortación, 19

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá repartimiento, presidencia, misericordia, evangelización, pastorado, etc. "Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría." (Romanos 12:3-8). "Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes 20 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor " (1Corintios 12:411). "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del 21

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efesios 4:7-12). El Señor reparte a su iglesia toda esta diversidad de dones como él quiere: "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (1 Corintios 12:11). Repartidos a cada creyente con dos propósitos bien definidos: 1. La identificación de la iglesia. Nuestra identidad es Cristo céntrica, creemos en un solo Dios y en un solo nombre que es sobre todo nombre, dado a conocer para provecho e edificación de la iglesia: "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho." (1 Corintios 12:7). "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia." (1 Corintios 14:12).

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efesios 4:7-12). 2. La conversión de los incrédulos. "En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o 23

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros." (1 Corintios 14:21-25). Esto significa que todos los cristianos estamos comprometidos con estos dos importantes y trascendentales tareas, ya que a todo cristiano le ha sido dado por lo menos un don. Esto lo podemos entender a través de la parábola de los talentos, donde el Señor midió, tuvo en cuenta, la capacidad de sus mayordomos y al que le dio un solo talento, fue porque vio que estaba capacitado para manejar o administrar solo uno, lo que implica, que por muy insuficientes que seamos, tenemos capacidad para administrar si quiera un don. Todos, dice la Palabra de Dios, somos administradores de los misterios de Dios y de su multiforme gracia.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Dones Naturales Dios es el dador de todo lo que poseemos. Todo lo que el hombre tiene y es, procede de él. La habilidad que tiene un piloto para conducir un vehículo se la ha concedido Dios, asimismo, la habilidad de cada especialista de la salud en su área. Todas estas aptitudes han sido dadas a los hombres para que también a través de ellas glorifiquen a Dios, reconociendo lo maravilloso de las profundidades que hay en la capacidad cognoscitiva en cada humano para construir un mundo desarrollado, como el de hoy, y que toda esta destreza solo puede ser otorgada por Dios, testificando así de su eficacia infalible. Ahora bien, existen otros dones o talentos que no son exactamente espirituales, sino que corresponden al campo natural del hombre, con los cuales también se puede glorificar, servir a Dios y aun contribuir con la salvación de muchas almas. Por ejemplo: La Prosperidad es un Talento: Este es el resultado de la habilidad de cotejar correctamente el manejo 25

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá económico. El Señor Jesús dijo: “Vended lo que poseéis y dad limosna” (Lucas 12:33). Primeramente recordemos que todo lo que poseemos pertenece al Señor, sin ninguna duda. En el anterior texto Él nos invita a compartir las cargas de su causa para que su obra tenga prosperidad, también contiene el consejo de negociar con lo que tenemos en materia de dinero y entregar nuestras ofrendas voluntarias con el propósito de sostener su obra para así llevar almas a Cristo.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá El Habla es un Talento Este es uno de los dones impartidos que la humanidad debería apreciar tanto, el don del habla. Debe utilizarse para proclamar la sabiduría y el maravilloso amor de Dios que se expresa principalmente en la salvación del hombre. Es un don que permite comunicar con más proyección a las distintas esferas sociales, el poder del evangelio de Jesucristo. Las aptitudes espirituales, mentales y físicas, la influencia, la posición social, las posesiones, los afectos, la simpatía, todos son hermosos talentos que se deben emplear en bien de la causa del maestro, para la salvación de las almas por quienes Cristo murió. Sería más fructífero si nosotros los cristianos respondiéramos a Dios administrando correctamente los dones espirituales que nos ha dado y disponiendo también para Él los dones naturales que poseemos en función de una mayor entrega y más provechoso servicio a Dios, la iglesia sería cada vez más poderosa y avanzaría con pasos más agigantados por todo el mundo, dando a conocer con más pujanza este poderoso evangelio que revela el magno e 27

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá inmensurable amor del Dios Todopoderoso Jesucristo. La responsabilidad del cristiano con los Dones Espirituales Dios ha repartido dones a los cristianos para propósitos bien definidos, es importante saber cuál es el don o dones que Dios te dio para que los pongas en práctica, para eso se hace necesario que comprendas su propósito: Ministrarlo a los Demás Es una de las tantas responsabilidades de los mayordomos de los dones espirituales, el ministrarlos a los demás, la escritura dice: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1. Pedro 4:10). Los dones, si es que hemos recibido varios, o el don, cuando solo hayamos recibido uno, debemos recordar y estar persuadidos que no nos han sido dados para enorgullecernos, sino para la edificación de la iglesia: “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, 28 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia”. (1. Corintios 14:12). Por ejemplo: Si alguno ha recibido de parte de Dios el don de enseñanza, cuando lo coloque en función, la iglesia se edifica y Dios se manifiesta, de igual manera con el don que Dios te ha dado a ti.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá No Descuidarlos No debemos descuidar los dones que por la gracia del Señor Jesucristo hemos recibido, sino antes por el contrario, debemos estar agradecidos y por todos los medios valorarlos y cuidarlos. Nuestra vida debe ser una vida provista de oración, de humillación, y el clamor continuo para que el Señor Jesucristo nos ayude a perfeccionar los dones que por su infinita gracia hemos recibido. El Señor, en su Santa Palabra nos declara al respecto. Pablo escribe al joven Timoteo: “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición del presbiterio”. (1 Timoteo 4:14). No encontramos un texto más diciente que éste. Pareciera que el joven Timoteo hubiese entrado en un periodo de desánimo, como a todo cristiano puede pasarle, momentos en que no se tiene ánimo y valor para seguir adelante. Pero el Señor Jesucristo está dispuesto a ayudarnos a seguir adelante. Debemos cuidarnos del enorgullecimiento o altivez. Debemos antes por el contrario, ser 30 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá humildes más y más. Como dijéramos al comienzo: La mejor manera de cuidar un don y presentarse como un mayordomo fiel, es la continua búsqueda del rostro del Señor Jesucristo.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Mantenerlos en Actividad Los dones no nos han sido dados para mantenerlos quietos y no usarlos. Antes por el contrario, hay que tenerlos en actividad, porque de otra manera nos estaría aconteciendo lo del mayordomo de la parábola, quien recibió un talento (don) y lo sepultó: "Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo." (Mateo 25:24-25). Por ejemplo, si usted por la gracia del Señor Jesucristo ha recibido el don de sanidad, debe visitar a los enfermos, si es el de evangelista, debe hablarle a las almas para que estas se salven. El Señor Jesucristo nos aconseja en su bendita Palabra lo siguiente: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”. (2 Timoteo 1:6). 32 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Así que debemos como mayordomos de los dones de Dios, avivarlos, o sea, usarlos y estar prestos a ponerlos por obra y no enterrarlos.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Enumeración de los Dones Para los Cristianos los dones del Espíritu Santo, según 1ªCorintios 12 son: 1. Palabra de Sabiduría 2. Palabra de Ciencia 3. Fe 4. Dones de sanidades. 5. Operación de milagros 6. Profecía 7. Discernimiento de Espíritus 8. Géneros de lenguas 9. Interpretación de lenguas Divisiones de los dones en tres grupos según su propósito: 1. Dones de Revelación, (para conocer). Palabra de Sabiduría, Palabra de Ciencia (conocimiento) y Discernimiento de Espíritus. 2. Dones de Poder. (Para actuar) Fe, Operación de milagros y Dones de Sanidades. 3. Dones de Expresión (para hablar), Profecía, Géneros de lenguas e interpretación de lenguas. 34 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá La necesidad de los Dones del Espíritu Santo Dado que todos los dones, por más diversos entre sí que sean, proceden del mismo Espíritu, la diversidad no destruye la unidad, sino que la hace posible: "¿Son todos apóstoles?¿son todos profetas?¿todos maestros?¿hacen todos milagros?¿tienen todos dones de sanidad?¿hablan todos lenguas?¿interpretan todos?" (1.Corintios 12:29:30). Todo miembro de la iglesia recibe un don (o dones) del Espíritu. No hay miembros que carezcan de dones: "pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho" (1.Corintios 12:7). Todos los miembros de la Iglesia no poseemos los mismos dones, los mismos talentos. Todos no son llamados a hacer lo mismo. Sin embargo podemos decir que la mayoría de hijos de Dios tenemos más de un talento: “Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y 35

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad” (Mateo 25:14-15). No hay un don que no tenga importancia: "Ni el ojo puede decir a la mano: no te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: no tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen menos débiles, son los más necesarios" (1.Corintios 12:21-22). Para que un determinado don o carisma sea genuinamente un don del Espíritu Santo se muestra al ejercitarlo como un servicio de amor incondicional a la edificación de la iglesia, su unidad, y el cumplimiento de su misión en el mundo: “Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo aquel que es la cabeza, esto es Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:15-16). En todos estos y muchas más, obra uno y el mismo espíritu, como él quiere. ¡Procuremos ardientemente los mejores dones! 36 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Hay tres palabras que deben ser bien entendidas y son las siguientes: Don Conocimiento Habilidad - El Don o talento viene de Dios. - El conocimiento viene por el estudio concentrado y diligente de la palabra de Dios; acompañado de oración. - La Habilidad se desarrolla a medida que el don es ejercido. En otras palabras el Don es recibido por Dios, el conocimiento es adquirido por el estudio y la habilidad se desarrolla en la práctica. Estas dispuesto expandir tus talentos para el crecimiento continuo de los salvos en la iglesia del señor, si es así solo comprométete con vuestro Dios y señor Jesús, diciendo: AMEN Dios les siga bendiciendo

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Glosario Adoración: Es la obligación que toda la creación de Dios tiene, de darle a El todo honor, gloria, alabanza y honra porque Él es el santo y divino Creador. La adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat. 4:10; Apoc.22:9). Jesús, siendo Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9), recibió justamente adoración (Mat. 2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6). Arrepentimiento: El arrepentimiento (griego metanoia, literalmente "cambiar de mente") significa volverse, cambiar: en el N.T. se refiere a volverse del camino del pecado. Somos llamados por Dios para abandonar el pecado. De hecho, Dios manda a todos los hombres en todas partes que se arrepientan de sus pecados (Hech. 17:30). La paciencia de Dios nos lleva al arrepentimiento (2 Ped. 3:9) como también Su misericordia (Rom. 2:4). Ayunar, ayuno: Ayunar es privarse de alimentos por un período determinado con un propósito específico, a menudo espiritual. Es una práctica bíblica que involucra el 38 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá "debilitamiento" del cuerpo con el propósito de "fortalecer" el espíritu, destinado a producir una alerta espiritual. Es interesante notar que el pecado entró en el mundo a través de Adán y Eva por el acto de desobediencia que consistió en comer lo que no debían (Gén. 3:6). En el N.T. se nos llama a ayunar (Mat. 6:16). Vea también 1 Rey. 21:27; Salmo 35:13; Hechos 13:3; 2 Cor. 6:5). Comunión: No hay una definición específica del término en el N.T.. Sin embargo, somos llamados a la comunión unos con otros (1 Juan 1:3), con Jesús (1 Cor. 1:9), con el Padre (1 Juan 1:3), y con el Espíritu Santo (2 Cor. 13:14). La comunión implica compartir intereses, deseos, motivaciones, emociones y objetivos comunes. Requiere compartir tiempo en comunicarse, ocuparse uno de otro y realizar actividades conjuntas. La noción de comunión tiene una connotación de intimidad. Como cristianos, tenemos fraternidad ?calidad de hermanos y por tanto comunión unos con otros debido a nuestra posición en Cristo, ya que todos somos redimidos y compartimos un conocimiento íntimo y personal de Jesús. Asimismo, compartimos una fe (Hechos 2:42), una esperanza (Heb. 11:39,40), y una 39

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá necesidad (2 Cor. 8:1-15). El término griego para comunión es (koinonia). Un uso muy importante se refiere a compartir la Cena del Señor o eucaristía (1 Cor. 10:16). Condenación: Puede referirse tanto al acto de declarar culpable a un hacedor de maldad, como al consecuente castigo inflingido. Sin Jesús, todos quedamos condenados ante Dios no solamente por el pecado de Adán (Rom. 5:16-18) sino también por nuestro propio pecado (Mat. 12:37). Sin embargo, "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús... porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Rom. 8:12). Los cristianos han escapado a la condenación porque son perdonados en Cristo. Conversión: Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios convierte (Hechos 21:19) a los perdidos en salvos, a los no regenerados en regenerados. Esto se produce a través de la predicación del Evangelio (Rom. 10:14; 1 Cor. 15:1-4) y resulta en arrepentimiento (Hech. 26:20) y una nueva creación (2 Cor. 5:17). Hay 40 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá una lista de los frutos de la conversión en Gál. 5:22-23. Convicción: Es la obra del Espíritu Santo, por la cual una persona es capaz de verse a sí misma como Dios la ve: culpable, mancillada, y totalmente incapaz de salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la convicción del Espíritu Santo revela la pecaminosidad y trae temor. En el creyente, la convicción del Espíritu Santo trae conciencia de pecado y resulta en su confesión y limpieza. Esta convicción el producida por el Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio (Hech. 2:37), la conciencia (Rom. 2:15), y la Ley (Santiago 2:9). La convicción de nuestros pecados nos lleva a la cruz. Nos muestra nuestra necesidad de perdón. Discípulo: La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se refiere a un alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento. Como cristianos, debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la Biblia, es la denominación más frecuente de los cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo impartió y en el ejemplo que dio. Un 41

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá discípulo es un convertido, pero no todos los convertidos son discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y de nuestro prójimo. Elección, Elegidos: Los elegidos son aquellos llamados por Dios para salvación. Esta elección ocurrió antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4), y es conforme a la voluntad de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30; 9:6-23) porque Dios es soberano (Rom. 9:11-16). La doctrina de la elección es enfatizada por los calvinistas, quienes asimismo sostienen la doctrina de la predestinación. Escrituras: El término es un sinónimo de la Biblia; por tanto, se refiere, en sentido cristiano, al conjunto de los 39 libros del A.T. y los 27 libros del N.T. Cada uno de ellos es inspirado, libre de error, y completamente exacto en los temas que trata. La Biblia completa, aunque escrita por muchos autores humanos a lo largo de centurias, es completamente coherente y armónica en todas 42 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá sus enseñanzas; esto se debe a que toda la Biblia fue inspirada por Dios (2 Tim. 3:16). Evangelio: El término es una transliteración del griego euaggelion , que significa "buena noticia". Es la buena noticia del perdón de los pecados y la reconciliación con Dios a través de Jesucristo. Pablo da la siguiente descripción en 1 Corintios 15:1-4: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras..." El Evangelio proviene de Dios (Gál. 1:10-12), es el poder de Dios para salvación de todo el que cree (Rom. 1:16), es un misterio ahora revelado (Efe. 6:19), y es una fuente de esperanza (Col. 1:23), fe (Hech. 15:7), vida (1 Cor. 4:15), y paz (Efe. 6:15). Fe: La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos sentidos 43

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios (Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3). Gracia: La gracia puede definirse como el favor inmerecido, aquello que se otorga sin mérito por parte del que lo recibe. La gracia de Dios es Su libre acción para beneficio de toda la creación en general (gracia común o providencia) y de los creyentes para la salvación (gracia especial o salvífica). Se distingue de la Justicia y de la Misericordia. La 44 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá justicia consiste en recibir lo que se merece; la misericordia, en no recibir lo que se merece. Por medio de la gracia salvífica recibimos la vida eterna, algo que obviamente no merecemos. Pero debido al amor y la ternura de Dios manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran bendición de nuestra redención. La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e Inmerecidamente Apropiado por nosotros. La gracia salvífica no requiere, y de hecho descarta, todo mérito humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a quién es El, y no a quienes somos nosotros. Es el medio de nuestra salvación (Efe. 2:8-9). Ya no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia de Dios (Rom. 6:14). Vea también Hech. 15:11; Rom. 5:2,1520; 2 Cor. 9:8; 12:9. Iglesia: La palabra procede del griego ekklesia, que equivale al hebreo qahal, y significa asamblea, congregación de los que han sido llamados. El término se emplea en dos sentidos, a saber, la iglesia visible y la iglesia invisible. La primera está compuesta por todos cuantos dicen ser cristianos y se congregan. La iglesia invisible es el verdadero cuerpo de 45

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá creyentes, aquellos que son verdaderamente salvos; ningún hombre puede ver en los corazones para distinguir entre unos y otros, por tanto la composición de la iglesia invisible sólo es conocida por Dios. La verdadera Iglesia de Dios no es una organización terrenal con gente y edificios, sino una entidad sobrenatural integrada por aquellos que han sido salvados por Jesús. La Iglesia verdadera abarca todo el período de la existencia del hombre sobre la tierra, y a toda la gente que ha sido llamada a ella. Nos hacemos miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo, por la fe (Hechos 2:41). Somos edificados por la Palabra de Dios (Efe. 4:15,16), disciplinados por Dios (Mat. 18:15-17), unificados en Cristo (Gál. 3:28), y santificados por el Espíritu (Efe. 5:26,27). Infierno: El infierno es el lugar del futuro castigo eterno de los condenados, incluyendo a Satanás y sus ángeles caídos. Hay varias palabras que suelen traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término griego, es la morada de los muertos que comprende el estado intermedio, entre la muerte y la resurrección (vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1 Cor. 46 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá 15:55; Apoc. 1:18, 6:8). Corresponde aproximadamente al hebreo Sheol , el lugar de los muertos (no la tumba, que corresponde al hebreo keber y al griego mnema). A esta morada intermedia van tanto justos (Salmo 16:10, 30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm. 16:33; Job 24:19; Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que corresponde al hebreo gehinnom, "valle de Hinom" (Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se hacían sacrificios de niños y otras cosas abominables. Asimismo, también fue una fosa común donde los cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey. 23:13,14). Posteriormente se empleó para designar el lugar de eterno castigo; Jesús mismo la usó en este sentido (Mat. 5:22,29,30; Mar 9:43; Luc. 12:5). Normalmente se traduce "infierno", y en Mat 5:22 el Señor lo llama "infierno de fuego" (gehenna tou pyros). El infierno es un lugar de fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue originalmente preparado para el diablo y sus ángeles (Mat 25:41). Será, efectivamente, la morada eterna de los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también de todo hombre que rehúse arrepentirse y reconciliarse con Dios por medio de Cristo (Apoc. 20:15; 21:8). Esto ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la muerte y el 47

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Hades serán abolidos (Apoc. 20:14). Algunos cristianos y muchos sectarios (por ejemplo, los Testigos de Jehová) rechazan la noción de un lugar de castigo eterno; hay que recordarles que, según la Biblia, quien más habló del tema de la condenación eterna fue nuestro Señor Jesucristo mismo; si no aceptamos creer lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos tomar seriamente el resto de su enseñanza? Inspiración: Es la acción por la cual Dios guió a los autores humanos de la Biblia; la doctrina de la inspiración establece que la redacción de las Escrituras se realizó bajo la influencia directa de Dios. Esto no significa negar el estilo propio de cada autor humano y de cada libro de la Biblia. Dios no anuló la personalidad de Sus siervos, sino que más bien la empleó para Su propósito de revelarse a Sí mismo a través de la obra de ellos. En consecuencia, la Biblia está libre de errores y presenta con exactitud y autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16). Como tal, es una revelación que proporciona, de la fuente suprema que es Dios mismo, un conocimiento adecuado de Dios, la creación, el hombre, la salvación y el futuro. Nos muestra el plan de salvación a través de Jesucristo, y el 48 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá hecho de que no podemos salvarnos sino por El. El argumento más fuerte a favor de la inspiración divina de la Biblia proviene del examen de las profecías del A.T. concernientes a Jesús y cumplidas en el N.T. (Luc. 24:27-45). Debido a que la Biblia es inspirada, sus palabras son inquebrantables y verdaderas (Juan 10: 34-36), eternas (Matt. 24:35; 1 Ped 1: 22-25), enteramente confiables (Salmo 119:160), vivas y capaces de penetrar el corazón del hombre (Heb. 4:12). Por esta razón, la inspirada Palabra de Dios realizará todo lo que El se ha propuesto (Isa. 55:11). Ira: Bíblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y los pecadores. No significa meramente una actitud impulsiva de Dios ante la impiedad, sino que connota el odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el mal. Dios es amor por naturaleza (1 Juan 4:16); no obstante, en Su justicia debe castigar el pecado. La ejecución de este castigo es llamada la ira de Dios. Se manifestará en su temible plenitud en el final Día del Juicio, cuando aquellos que hayan rechazado la salvación serán enviados al lago de fuego para su eterno 49

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá castigo (Mat. 25:31-46; Apoc. 20:11-15). Además, está presentemente manifestada en menor medida contra los inicuos (Rom. 1:1832) en el endurecimiento de sus corazones. La ira se describe como la furia de Dios (Núm. 32:10-13), como siendo acumulada (Rom. 2:58), y como muy grande (Zac. 7:12). La liberación del creyente de la ira de Dios es a través de la expiación de Cristo (Rom. 5:8-10). "Dios no nos ha dispuesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Tes. 5:9). Juicio: La palabra juicio (griego krima) se refiere al acto de evaluar las acciones de alguien; por extensión se refiere asimismo al castigo o condena resultante de dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el N.T.: El juicio de los pecados del creyente (Juan 5:24), el juicio de la persona del creyente (1 Cor. 11:31,32), el juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10), el juicio de las naciones (Mat. 25:31-46), y el juicio universal (Apoc. 20:11-15). Probablemente estos dos últimos sean un mismo juicio. No hay juicio para el cristiano con respecto a su salvación (Rom. 8:1). Fuimos juzgados en 50 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Cristo, en la cruz, hace casi 20000 años. Sin embargo, como cristianos seremos juzgados según nuestras obras (1 Cor 3: 10-15; 2 Cor. 5:10), muy posiblemente con grados variables de recompensa. Sin embargo, cabe reiterar que este juicio de nuestras obras no afecta el hecho ya consumado de nuestra salvación. Justo, Justicia: La justicia consiste en hacer lo correcto, y en un contexto legal en dar las debidas recompensas o castigos. Es justo, pues, que cada uno reciba lo que merece. Dios es misericordioso, pero también es justo (Deut. 32:4, recto) y debe castigar el pecado. Merced a la gracia de Dios, la justicia cayó sobre Su Hijo, de modo que la misericordia nos beneficiase a nosotros, los que creemos en Cristo. Manifestación. Manifestar algo significa “mostrar, revelar, estrenar, hacer evidente, o hacer claro.” Una manifestación es un hecho o un ejemplo de manifestar. Primera de Timoteo 3:16 dice, “Dios fue manifestado en carne.” Este libro usa la palabra manifestación para describir cualquier método, modo, papel, o relación por lo cual Dios se revela a Sí mismo al hombre. Así 51

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá entonces, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son manifestaciones de Dios más bien que personas, porque la palabra personas contiene connotaciones extrabíblicas de personalidades individualizadas que la palabra manifiestación no contiene. Mal: Puede definirse como la rebelión en contra de Dios. Es aquello contrario a la voluntad de Dios. Existen males naturales (diluvios, tormentas, hambrunas, etc.) y males morales (adulterio, homicidio, idolatría, etc.). Los males naturales son una consecuencia de los males morales. El pecado de Adán hizo que el pecado entrase en el mundo y permitiera diluvios, tormentas, hambrunas, etc. El mal se originó con la rebelión de Satanás (Isa. 14:12-14 Eze. 28:11-19) pero es continuado y perpetuado por el hombre (Mat. 15:18-19). Mediación, Mediador: Un mediador es alguien que interviene entre dos partes, que las aproxima y facilita su reconciliación. La palabra "mediador" no figura como tal en el A.T., pero sí el concepto. Dios entregó la Ley a través de un mediador, Moisés (Gál. 3:19), quien fue un tipo del mediador definitivo y 52 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá verdadero, Jesús. La palabra mediador (griego µ , mesites) ocurre sólo unas pocas veces en el N.T.: 1 Tim. 2:5; Heb. 8:6; 9:15; 12:24. Es en el N.T. que la verdadera naturaleza de la mediación es entendida en la persona de Jesucristo. El es el mediador de un mejor pacto (Heb. 8:6). Jesús fue capaz de tornarse nuestro mediador al hacerse hombre (Juan 1:1,14) y morir como nuestro sustituto (1 Ped. 1:18,19; 2:24). Así, El nos reconcilió con Dios (Efe. 2:16). Mesías: Es la transliteración de la palabra hebrea que significa "ungido" . Es el equivalente del término neotestamentario "cristo", que significa lo mismo. Jesús, como el Mesías, fue ungido por Dios (Mat. 3:16) para llevar a cabo su triple ministerio de Profeta, Sacerdote y Rey. Como el Mesías, ha librado al creyente de las ataduras del pecado y le ha dado vida eterna. En tal sentido, el Mesías es un Libertador, ya que nos ha liberado. El Mesías fue prometido ya en el A.T. como proveniente de la descendencia de la mujer (Gén. 3:15).

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Misericordia: La misericordia es la disposición a no ejecutar la justicia cuando ésta es punitiva, el acto de condonar un merecido castigo. Debido a nuestra pecaminosidad merecemos la muerte y eterna separación de Dios (Rom. 6:23; Isa. 59:2), pero el mismo Dios proveyó la expiación por nuestro pecado, y de esa manera nos mostró Su misericordia. Es decir que Dios no entrega al cristiano a la consecuencia natural del pecado de éste, la cual es la condenación. Es por la misericordia de Dios que Cristo "se hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó sobre Sí el castigo que merecíamos (Isa. 53:4-5). De este modo, nos salvó de la condenación. Dios nos salvó según Su misericordia (Tito 3:5) y se nos llama a practicar nosotros mismos la misericordia, como un don de Dios (Rom. 12:8). "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Heb. 4:16). Monoteísmo: Del griego monos, uno y theos, Dios. La creencia de que existió, existe y existirá un único Dios en todo el universo. No hubo dios alguno antes que El, ni lo habrá 54 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá después de El. La Biblia enseña claramente el monoteísmo: Deut. 6:4; Isa 43:10; 44: 6-8, 45:5,14,18, 21-22; 46:9; 47:8, etc. La Biblia enseña el monoteísmo estricto. Solo tres religiones importantes del mundo son monoteístas: el judaísmo, el cristianismo, e islam. Los judíos y los musulmanes ven la doctrina de la trinidad como un rechazamiento del verdadero monoteísmo. Los creyentes de la Unicidad también rechazan al trinitarismo como un abandono del monoteísmo bíblico. Necio: En la Biblia, quien odia o desprecia a Dios; una persona moralmente débil, quien desoye los consejos de los sabios y utiliza lo que Dios le ha dado con fines egoístas. Es lujurioso (Prov. 7:22), haragán (Ecle. 10:15), no teme a Dios (Prov. 14:1), odia el conocimiento (Prov. 1:22), y es justo en su propia opinión (Prov. 12:15). Como cristianos, hemos de evitar la necedad (Efe. 5:4). Vea también Ecle. 7:25; Prov. 3:35, 10:8. Ocultismo: El ocultismo (de "oculto") pretende emplear para el provecho propio fuerzas que están escondidas del común de los hombres pero que pueden ser utilizadas si se sabe 55

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá cómo. Involucra prácticas condenadas por Dios, como la astrología (Isa. 47:13), el hacer maleficios (Deut. 18:11), la consulta de espíritus (Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería (Exo. 22:8), la brujería (Deut. 18:10), y el espiritismo (Deut. 18:11). Las prácticas ocultas como el empleo de tablas "Ouija", la adivinación por naipes de Tarot, los horóscopos, y las sesiones espiritistas deben ser completamente evitadas por los cristianos, pues además de ser peligrosas para la salud mental y espiritual, son una abominación ante Dios. Por el contrario, el rechazo abierto de tales cosas es una manifestación de una conversión sincera a la Palabra del Señor (Hech. 19:18-20). Oración: La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26) nos comunicamos con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra confesión (1 Juan 1:9), pedidos (1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15), acciones de gracias (Fil. 4:6), etc., a nuestro santo Dios. Se nos manda orar (1 Tes. 5:17). Algunos requisitos personales para la oración 56 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá son un corazón puro (Salmo 66:18), fe en Cristo (Juan 14:13), y orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14). Podemos orar de pie (Neh. 9:5), de rodillas (Esd. 9:5), sentados (1 Crón. 17:16-27), inclinados (Exo. 34:8), y con las manos (1 Tim. 2:8). Omnipotencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene todo poder. Omnipresencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El está presente en todas partes a la vez. Debemos notar que esto es más de simplemente la capacidad de aparecer dondequiera en cualquier momento o la capacidad de estar en muchos lugares al mismo tiempo. Omnisciencia: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene todo conocimiento de todas las cosas, incluyendo la preciencia. Pacto: Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las costumbres del Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1) Identificación de las partes involucradas, 2) Un 57

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá prólogo histórico en el cual se establece el valor de la parte dominante sobre la base de sus actos, 3) las condiciones del acuerdo, 4) las recompensas y castigos relacionados respectivamente con el cumplimiento o la violación del pacto y 5) formulación de los documentos en la cual cada parte recibe una copia del acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos). En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre resultan en nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas mediante el Pacto de gracia (para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5; Gál. 3:16-18; Luc. 1:68-79; Heb. 13:20). Pecado: El pecado es todo aquello contrario a la Ley de Dios, que expresa Su santa voluntad. Por ejemplo, si uno miente, comete pecado. ? Por qué? Porque Dios ha ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios ha prohibido, uno peca. Además, si uno deja de hacer lo que Dios ha mandado, también peca (Sant. 4:17). En ambos casos, el resultado es la separación eterna de Dios (Isa. 59:2). El pecado es iniquidad (1 Juan 1:3) e injusticia (1 Juan 58 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá 5:17). El pecado lleva a la ceguera espiritual (Juan 9:41) y a la muerte (Rom. 6:23). Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí demuestra que todos, judíos o no judíos, están bajo el dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo prueba que el pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho, sino, básicamente, una condición del corazón humano (Rom. 3:3:10-12). En la carta a los Efesios, Pablo afirma que "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe. 2:3). Sin embargo, "Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6). Pentecostal: Cincuenta días después de la muerte y resurrección de nuestro Salvador y Señor Jesucristo, Dios derramó su Espíritu Santo sobre un grupo de gente reunida en el aposento alto en Jerusalén (Hch., cap. 2). Ese día en que la iglesia nació, fue llamado "El día de Pentecostés (Hch. 2:1). El apóstol Pedro predicando dijo que esta experiencia gloriosa no era sólo para aquella generación, sino para toda persona, en cualquier tiempo y lugar que buscara de Dios. Porque la promesa es para ustedes, y para sus 59

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá hijos, y para todos los que estén lejos (Hch. 2:39). Nosotros nos identificamos con todo lo relacionado a ésa experiencia de recibir el Espíritu Santo por eso la Iglesia es "PENTECOSTAL". Por lo que vivimos: 1. Una experiencia personal con Dios. 2. Poder para ser sanado, liberado de vicios, y ser transportado a una dimensión más allá de simplemente vivir. 3. Gozo dentro de tu alma, que brota como ríos de agua viva. 4. Paz que sobrepasa todo entendimiento. 5. Conocimiento de la doctrina Apostólica; las mismas doctrinas primitivas que practicaban los discípulos de nuestro Señor Jesucristo. Perdón: El perdón es el acto deliberado de pasar completamente por alto una ofensa, como si nunca hubiese existido. Es un concepto central de la fe cristiana, como lo muestra el hecho de que existen en la Biblia tres términos hebreos y cuatro griegos para expresar la idea de perdón. Ningún otro libro sagrado excepto la Biblia enseña que Dios 60 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá perdona completamente los pecados. En las Escrituras se dice claramente que el perdón de Dios es tan pleno que el "olvida completamente" nuestros pecados cuando otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es quien toma la iniciativa de perdonar (Col. 2:13). Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual Jesús dijo que no había perdón del Padre, a saber, la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mar. 3:28; Mat. 12:32). El contexto de esta declaración indica que este pecado consiste en atribuir a los demonios o espíritus impuros lo que en realidad es obra del Espíritu Santo. Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento (Luc. 17:3-4). Para que un Dios santo otorgue el perdón, se requiere derramamiento de sangre (Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa sobre el sacrificio de Cristo en la cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de manera tan plena como nosotros mismos hemos recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col. 3:13). Presciencia: Es el conocimiento anticipado de las cosas que ocurrirán; la presciencia es un atributo de Dios. El pasado, presente y futuro 61

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá son todos en un sentido "presentes" en la mente de Dios. El habita en la eternidad (Isaías 57:15) y tiene conocimiento infinito (Isaías 41:22,23). Por tanto conoce todas las cosas de antemano. En el N.T. el término puede significar asimismo "causar que algo ocurra"; vea 1 Ped 1:2,20. Unicidad: En referencia a Dios, la Unicidad significa el estado de ser absoluta e indivisiblemente uno, o uno de valor numérico. También, puede haber una unicidad entre Dios y el hombre y entre el hombre y el hombre en el sentido de unicidad de mente y de propósito. Este libro usa el término Unicidad (con mayúscula) para significar la doctrina de que Dios es absolutamente uno en el valor numérico, que Jesús es el Dios único, y que Dios no es una pluralidad de personas. Así entonces la Unicidad es un término moderno básicamente equivalente al modalismo o al monarquianismo modalístico. Reconciliar, Reconciliación: La reconciliación involucra un cambio para bien en la relación entre dos o más personas, antes distanciadas o enemistadas. En teología, se refiere a un 62 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá cambio de esta clase en la relación entre Dios y el hombre. Somos por naturaleza "hijos de ira" (Efe. 2:3) y enemigos de Dios (Efe. 2:11-15). Sin embargo, "...fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo..." (Rom. 5:10). A casa de la muerte de Jesucristo, la relación del cristiano con Dios experimenta un cambio favorable. Nos tornamos ahora capaces de tener comunión con El (1 Juan 1:3), lo que antes no nos era posible. Así, somos reconciliados con El (Rom. 5:10-11). Una grave consecuencia del pecado es que nos separa de Dios (Isa. 59:2), pero esto ha sido atacado y solucionado en la cruz; fue logrado por Dios, en Cristo (2 Cor. 5:18). Redención: Redimir significa rescatar a alguien de la esclavitud. A menudo implica pagar un rescate, un precio que hace posible la redención. Los israelitas fueron redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos del poder del pecado y de la maldición de la Ley (Gál. 3:13) a través de Jesús (Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos comprados por un precio, que fue el del sacrificio de Jesucristo (1 Cor. 6:20; 7:23).

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Tentación: La tentación es aquello que nos mueve a pecar. Dios no puede ser tentado (Sant.1:13). En cambio, nosotros podemos ser tentados por nuestra lujuria (Sant.1:13-15), codicia (1 Tim. 6:9), falta de examinarnos a nosotros mismos (Gál. 6:1), y el presuntuoso orgullo de la vida (1 Juan 2:16), entre otras causas. Dios no tienta a nadie (Sant. 1: 13), mientras que Satanás es el tentador por excelencia. Tuvo éxito con Eva, al hacerle primero dudar de lo que Dios había dicho, al insinuar que El había mentido, y al excitar el apetito de la mujer (Gén. 1-6): saciaría su hambre, le daba placer y le abriría la mente. Satanás ha seguido tentando a todos en sus deseos más primarios (comida, bebida, sexo), como en su codicia, orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios. Mucho después del episodio del Edén, intentó el mismo procedimiento con Jesús, pero aquí fracasó ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar para ser librados de la tentación (Mat. 6:13) ya que el Señor es capaz de librarnos de ella (2 Ped. 2:9). Dios no ha de permitir que seamos tentados más de lo que El sabe que podemos resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en Cristo realmente tenemos el poder de resistir a Satanás (1 Ped. 5:18). Ya no estamos inermes, 64 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá y el diablo nada puede contra nosotros si nuestra voluntad, fortalecida por el Espíritu Santo, no cede a la tentación.

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_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá Bibliografía Biblia Devocional De Estudio. 1991 La Liga Bíblica. La Santa Biblia. 1960 Sociedades Bíblicas En América Latina La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman) La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman) Reina Valera Gómez (© 2010) Reina Valera (1909) Sagradas Escrituras (1569) Diccionario WEBSTER Diccionario TEOLOGICO Todos los escritos están apoyados con la escritura inspirada por el Espíritu Santo y el uso de varias escrituras de los hijos de Dios, para provecho de todo aquel creyente lector de la palabra de Dios. FIN 66 YÜxwç WxÄztwÉ

_Éá WÉÇxá XáÑ|Ü|àâtÄxá

Otros libros del mismo Autor: 1. Haciendo Discípulos. 2. Sobre toda Carne. 3. Pasos Indispensables para la Salvación. 4. Temas de Unicidad para jóvenes. 5. Indiscutiblemente. 6. Doctrinas Cristianas (Tomos 1). 7. Doctrinas Cristianas (Tomos 2). 8. Doctrinas Cristianas (Tomos 3). 9. El Hijo de Dios. 10. Los Dos Bautismos. 11. ¿Qué Creemos? 12. Las Maquinaciones de Satanás. 13. El Poder del Cristiano 14. La Gracia. 15. El Diacono y la Diaconiza 16. ¿Cómo ganar almas? 17. El libro Negro 18. El Camino a la Inmortalidad. 19. Jóvenes Predicadores, 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

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