EL MODELO MEDICO HEGEMONICO AUN GOZA DE BUENA SALUD Susan López El presente trabajo tiene tres propósitos. En primer lu
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EL MODELO MEDICO HEGEMONICO AUN GOZA DE BUENA SALUD Susan López
El presente trabajo tiene tres propósitos. En primer lugar, realizar una breve presentación de los principales rasgos del Modelo Medico Hegemónico (MMH). En segundo lugar, intentar
desarrollar los entramados
sociales que permiten la vigencia y reproducción del mismo. En tercer lugar, plantear algunos interrogantes sobre qué hacer desde el ejercicio profesional en un equipo de salud. Si bien el desarrollo conceptual de MMH, como la caracterización de su modus operandi comenzó en los años ’60 del siglo pasado, ese mismo hecho permitió develar
mecanismos
de
reproducción
de
un
saber
biomédico (biomedicina) por sobre otros saberes, como también la reproducción actual del complejo medico industrial. Palabras
claves:
Modelo
Médico
Hegemónico.
Biomedicina.
Reproducción del saber médico.
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El Modelo Médico Hegemónico Definiciones y rasgos. El Modelo Medico Hegemónico (MMH), que
ha sido
conceptualizado por el antropólogo argentino Eduardo Menéndez,
refiere
a
ciertas
características
y
rasgos
estructurales y dominantes que se presentan unidos y operan
con
cierta
racionalidad
en
el
campo
de
la
biomedicina. Menéndez lo define como “el conjunto de prácticas, saberes y teorías generadas por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica, el cual desde fines del siglo XVIII ha ido logrando dejar como subalternos al conjunto de prácticas, saberes e ideologías que dominaban en los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender la enfermedad, legitimada tanto por criterios científicos como por el Estado” (Menéndez 1988 pág. 451)
Los principales rasgos del MMH a) Biologista, ahistórico y asocial. El MMH reduce a los individuos a su dimensión física aislándola de toda condición social, histórica y espiritual. Se aboca a la enfermedad en el cuerpo, órgano enfermo y se olvida del sujeto enfermo inserto en una sociedad donde se reproduce socialmente, a partir de la organización
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social donde le toca vivir, enfermar y morir. Lo fragmenta. Niega las determinaciones sociales que influyen de forma directa e indirecta en las causas de las enfermedades. b) Separa Salud- Enfermedad: Se basa en una concepción de la enfermedad contrapuesta a salud. La enfermedad como ruptura, desviación y diferencia y de la salud como normalidad estadística. Desconoce la historia social de la enfermedad y su manifestación en relación con la organización política económica social de los grupos humanos a través de la historia. Esta mirada parcial le impide pensar que la salud y la enfermedad coexisten, están intrínsecamente unidas. De hecho se puede estar sano sin entrar en el parámetro de normalidad definido por la ciencia médica. La salud – enfermedad
solo
se
comprenden
como
un
proceso
determinado y condicionado por la condiciones de vida. c) Curativo: Impulsa como metodología la práctica curativa basada en la eliminación del síntoma. Aun cuando promueva la prevención no corre su mirada del cuerpo, de los órganos, de su fisiología es decir, de lo biológico. d) Desigual: Construye la relación médico – paciente de forma asimétrica, de subordinación social y técnica del paciente. Detenta el monopolio el saber que a su vez se impone como verdad y somete o subordina al sujeto Mayo de 2016
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enfermo. Así construye no solo una relación desigual de saber, donde el enfermo no tiene posibilidad alguna de apropiación de una parte de ese conocimiento. e)
Mercantilista:
El
mercantilismo
del
modelo
sobreviene de considerar a la salud – enfermedad como valor de cambio. De este modo en la sociedad capitalista y neoliberal actual el MMH es inductor al consumismo médico. f) Dominante y legitimado: La hegemonía biomédica sobre otras formas de saberes populares o académicos se explica por la afirmación, hacia fines del s.XIX, de su mayor eficacia comparada con otros modelos. Donde se conjugo identificación ideológica con la racionalidad científica. g) Tecnocrático: Se parte de la idea que lo científico y técnico es neutro y que su aplicación lleva inexorablemente al bienestar. Olvida las contradicciones que suele haber en la
aplicación
de
procesos
técnicos
en
determinadas
condiciones sociales. h) Iatrogénico: Voy a sintetizar con un dicho popular: “Es peor el remedio que la enfermedad”. La aplicación neutra
y
sin
valores
del
éxito
científico
puede
ser
extremadamente peligrosa y no sólo por lo que conlleva la manipulación genética de cualquier ser viviente, sino por las posibilidades lucrativas inescrupulosas que crea en un Mayo de 2016
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mundo cada vez mas mercantilizado. Hace poco más de 20 años se cuestionaban los efectos en la salud de la utilización de estrógenos en la alimentación de pollos y ganados. Hoy nos preguntamos cuales son los efectos sobre la salud colectiva de la alimentación modificada genéticamente, es decir de los transgénicos. Pero también nos cuestionamos por la creación tanto de vacunas como de
medicamentos de dudosa eficacia y hasta algunos
responsables de aumento de la mortalidad. i)
Medicalizante:
El
incrementar
"intervención
médica"
sociales.
normalización
la
comportamientos
MMH
se La
caracteriza
por
en
los de
determinadas prácticas: el parto ha dejado de ser un hecho natural para pasar convertirse en médico,
un hecho
extirpación de amígdalas en los 30 y 40,
cesáreas desde los 60, impulso al consumo de leches maternas desde los 50, construcción de nuevos padecimientos como la hiperquinesia infantil desde los 50, cíe., expresan el incremento de las funciones de control, normalización y económicoocupacionales. Los
rasgos
enumerados
muestran
las
principales
características del MMH, las cuales además han sido fuente de numerosas críticas. Los cuestionamientos reflejaban el aumento de los costos de la atención a la enfermedad, el Mayo de 2016
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constante consumo de fármacos, incremento de iatrogenia reconocimiento de productores de enfermedad, entre otros. Aun
con
el
reconocimiento
de
todos
los
aspectos
negativos que se observaban y los cuestionamientos a que fue sometido, el mismo perdura hasta nuestros días.
La vigencia del modelo Este modelo que ha sido descripto y analizado hacia fines de los años 60 y principios de los 70 del s.XX, en un marco de fuertes críticas hacia la burocratización, los magros resultados en morbimortalidad y
el incesante incremento
de los costos de funcionamiento, aun goza de buena salud. La
pregunta
es
entonces
¿cómo
logra
seguir
reproduciéndose? ¿Cuáles son los mecanismos que le permiten readecuarse para no perder su hegemonía? Una primera aproximación como respuestas a estos interrogantes es el énfasis puesto en la atención de la enfermedad. En
este
ideológico
sentido operó
el
sistema
para
dar
económico,
respuesta
al
político
e
problema
“enfermedad”. Desde sus inicios puso a disposición todos los
recursos
necesarios
para
dar
respuestas
a
una
necesidad que se presentaba como de los individuos y su Mayo de 2016
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grupo
familiar
pero
que
ocultaba
el
interés
de
la
disponibilidad de mano de obra. Los primeros indicios de la necesidad de dar respuesta a los flagelos de la enfermedad se dieron los albores de la Revolución industrial, aun cuando el conocimiento médico era casi nulo. En la medida que el desarrollo tecnológico permitió avizorar nuevas formas de tratamiento, algunas más eficaces que otras, no detuvo el crecimiento exponencial a la creación de formas de atención a la enfermedad que además
se
convertirían
y
convertirán
en
negocios
redituables. En este sentido, podemos decir que es intrínseca al modo de reproducción del sistema capitalista, la conveniencia de sostener una visión parcializada del complejo proceso salud enfermedad. Como también la negación de los efectos que el propio sistema genera sobre los modos de vivir, enfermar y morir de los grupos humanos. Para este sistema la enfermedad se convierte en un bien de cambio que deja en el mercado una alta tasa de rentabilidad. farmacéutica,
Reparemos el
como
desarrollo
de
ejemplos, la
la
industria
tecnología
médico
terapéutica, etc., etc., el complejo médico industrial.
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Tengamos en cuenta que el sistema político económico e ideológico se sostiene con un entramado de relaciones sociales entre diferentes actores sociales, dentro y fuera del campo de la salud. Por esta razón, es importante tratar de develar cuales acciones, que relaciones y con qué prácticas se sostiene la hegemonía de un modelo que profundiza la desigualdad en salud. Por lo dicho anteriormente y como sostiene Menéndez, el saber y las instituciones médicas instituyen su hegemonía con respecto a otros saberes respecto a los padecimientos1. Sin embargo, el andamiaje sobre el que se reproduce este modelo
no puede recostarse solamente en la forma que
asumió la ciencia médica en su devenir histórico social. Entonces cabe preguntarnos ¿quiénes, cómo y de qué forma se participa en la reproducción de la hegemonía del modelo médico? Modestamente
enumerare
algunas
que
considero
relevantes: 1
“En casi toda sociedad, la enfermedad y los padecimientos son tratados por toda una variedad de formas de atención, aunque desde la perspectiva biomédica el tratamiento de la enfermedad ha sido considerado como patrimonio exclusivo del saber médico. Dicho rol fue organizado e impulsado a través de instituciones médicas específicas, pero fue fundamentado no sólo por criterios profesionales sino por instancias jurídicas aplicadas por el Estado. Este proceso no implica que la biomedicina realmente atienda y se apropie de todo el proceso de salud/enfermedad, y menos aún que elimine las otras formas de atención, sino que indica que el saber y las instituciones médicas instituyen su hegemonía respecto de los otros saberes que operan simultáneamente respecto de los padecimientos.”(Menendez 2005 pag.11)
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Los
trabajadores
del
sistema
de
salud
que
subordinan su conocimiento al saber médico. Los
medios
masivos
de
comunicación,
cuando
resaltan los beneficios de la medicina curativa. La representación en los sujetos del silencio de los órganos frente a la curación. La política que llevan adelante los Ministerios de lucha contra la enfermedad. La academia en la reproducción acrítica del saber médico como único saber. La aceptación de la asimetría y subordinación de las relación medico paciente y entre profesionales de la salud. Las formas de gestión en salud, en cualquier nivel y jurisdicción del sistema de salud. La negación parcial o total de los derechos de los pacientes. La apropiación sesgada de algunas críticas como por ejemplo la revisión costo/beneficio que realiza el neoliberalismo irracionalidad
pero
no
tecnológico
por sino
lo por
curativo
o
derroche,
irresponsabilidad y la necesidad de privatizar el estado.
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A modo de consideración final ¿Qué podemos hacer? Trabajar desde donde nos toque actuar, sea la práctica, la enseñanza, la investigación, la gestión, etc. cuestionar
y
reflexionar
sobre
el
pensamiento
para y
el
conocimiento acrítico. No perder de vista que el Proceso Salud-EnfermedadAtención es dinámico y está en permanente sinergia con las determinaciones históricas, políticas, económicas y sociales. Promover el derecho a la salud como un derecho humano fundamental. Trabajar para la salud como expresión de libertad.
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Bibliografía consultada. Menéndez E. L. (1988) “Modelo Médico Hegemónico y Atención Primaria”. Segundas Jornadas de Atención Primaria de la Salud. 1988 30 de abril al 7 de mayo. Buenos Aires. 1988 Pág. 451-464. Menéndez Eduardo (2005) “El modelo médico y la salud de los trabajadores”. En: Salud Colectiva 1(1): 9-32 Menéndez Eduardo (s/f) “Modelo Hegemónico, crisis económica y estrategias de acción del sector salud”. Disponible en http://www.hjunin.ms.gba.gov.ar/archivos/residencias /bibliografiacomun/modelo_hegemonico.pdf
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