Lockhart James

Universidad Central del Ecuador Escuela de Sociología y Ciencias Políticas Formación Social Latinoamericana I Nombre: Ed

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Universidad Central del Ecuador Escuela de Sociología y Ciencias Políticas Formación Social Latinoamericana I Nombre: Eduardo Santiago Moncayo Vaca Texto a reseñar: Lockhart James 1991. “Organización y cambio social en la América española colonial” Competencias del autor: Lockhart nació en West Virginia en 1933, y cursó estudios de licenciatura en la Universidad de West Virginia antes de completar sus estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin en Madison, donde terminó su doctorado en 1967. Enseñó en las Universidades de Colgate y Texas antes de establecerse en la Universidad de California en 1972, donde permaneció hasta su jubilación en 1994. (Pearce, 2014)

Desarrollo de las tesis: El autor empieza por aclarar que a raíz de los primeros y precarios estudios sobre la “estructura u organización social de la América española”, ha existido cierta continuidad en entender estos fenómenos de forma incompleta, ya que, cuando se los ha estudiado solo se ha puesto atención en los “patrones informales de pensamiento y conducta” de las situaciones individuales de familias, negocios o cualquier otra organización. Según Lockhart, dichos estudios han contribuido con “las fuentes básicas” y propone examinar “los patrones generales de organización social”, primeramente, para luego tomar el tema de los “principios dinámicos de la evolución” y el cambio social. (Lockhart, 1991). Estructura de la sociedad española americana Lockhart señala que las características o patrones más importantes de la organización social de América Hispana no fueron nada cambiantes alrededor de 300 años. A su vez estos patrones estaban dados o establecidos por dos grupos bien diferenciados el uno del otro por sus tradiciones: el mundo español y el mundo indígena. El autor propone su análisis de forma separada antes de estudiar los patrones, características o estructuras que engloba a la América española. El mundo español El mundo español resultó difícil de definir, afirma el autor, debido a la diversidad y la división del territorio, a fin de cuentas, se llegó finalmente a considerar a los hablantes de castellano como integrantes de este grupo. El primer patrón de organización social evidente en las sociedades hispanoamericanas, señala Lockhart, es la agrupación de la población en centros urbanos, pero no cualquier población sino el alto y medio rango de aquella sociedad, es decir, las familias dominantes de aquella época, mientras que, lo periférico, el campo, las afueras estaban pobladas por clases bajas e indígenas mayoritariamente; este patrón se repetía en todas las situaciones cotidianas, afirma Lockhart; es decir, el dominio en todo sentido en el centro de la ciudad y lo marginado en el campo o las afueras. Otro patrón específico señalado por el autor es el nexo riqueza-nobleza, propio de la cultura Ibérica, que sienta sus bases en la importancia de las entidades familiares. El apellido y linaje era importantes para posicionarse en la escala social de aquella época, donde los matrimonios eran acuerdos para mantener linajes y un ascenso en dicha escala de prestigio permitía mejores condiciones y posibilidades para acumular riquezas. La profesión y la propiedad también influían mucho en esta jerarquía social hispana. El mundo indígena Lockhart empieza por señalar que estudiando a profundidad a cualquier sector indígena hispanoamericano, en un espacio y tiempo determinado, se podría dar una descripción global del conjunto de características o manifestaciones sociales propias de este. Para conseguir dicha descripción, el autor sugiere explicar tres casos comunes de dos formas: la sociedad antes de la conquista y posterior a esta. -

Sociedad indígena sedentaria: El modo de organización social de cierta forma fue una mezcla de lo español y lo indígena, pero siempre lo primero predominaba sobre lo segundo. Así fue que cuando los españoles ocuparon la zona sedentaria de la población dividieron la comunidad en varios municipios y separaron la “república indígena” de la española.

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Sociedades semisedentarias: En estas no hubo mayores semejanzas con la organización social española, por ejemplo, ninguna distinción entre gente noble y plebeya. Población no sedentaria: No compartían con casi nada del mundo sedentario, ya sea español o indígena, por lo que su adaptación al mismo era muy difícil. Este sector se resistía a los mecanismos españoles utilizados con las poblaciones sedentarias y semisendentarias de indígenas y por esto se los esclavizaba como único medio para someterlos. Razón por la cual la esclavitud de indígenas siguió después de la conquista.

Interacción de los dos mundos Lockhart señala que el concepto social que encierra en conjunto al mundo español e indígena, así como los afrodescendientes esclavizados en América, era la jerarquía que estaba dada en virtud a cuánto más español sean los individuos, ya sea por cuestiones físicas o culturales. Un punto crucial que señala el autor, es el reconocimiento del mestizaje que se ubicó en la mitad de la escala y sirvió para denotar culturalmente un gran sector de la población, por ejemplo, los “ladinos” en Guatemala. Las Dinámicas del Cambio Social En este punto el autor señala que a pesar de haber estudiado varios puntos centrales sobre la vida social de América española, es necesario abordar las características demográficas y el mercado europeo siempre cambiante. Atracción: Lockhart trata el desplazamiento, principalmente del mundo o sector indígena al español, bajo ciertas estrategias como en un inicio lo fue la encomienda. Estos desplazamientos o migraciones indígenas por cuestiones laborales provocaron la expansión del mundo español, mientras que el mundo indígena se veía contrastado por las formas de organización social y cultural española de las que ya se había hecho parte. Marginalización: En este punto el autor señala que la expulsión de la “población española marginal”, desde el centro urbano a las afueras de la ciudad, ayudó a la “nuclearización” del mundo español. Esto debido a que el centro de la sociedad española se mantenía intacto mientras que esta parte de población expulsada, en movimiento constate en busca de ascender en la jerarquía, se encargaba de regar las formas organizativas españolas en el campo y también culturales. Consolidación y dispersión: Lockhart llama consolidación a la tendencia de la sociedad española de formar núcleos y desarrollarse de manera estable siempre y cuando haya una fuente constante de riqueza. Es así que se puede diferenciar ciertos grados de consolidación: Menor, cuando la gente de nivel medio y bajo se identifican permanentemente con un área de la ciudad pero se siguen identificando en modos de organización con el núcleo de la ciudad. Normal, cuando ya se desarrollaba un centro económico-social con aristocracias ya formadas y enlazadas a través de matrimonios. Mayor, cuando aparte de lo ya mencionado en la consolidación normal se da lo que el autor llama “poder de succión” que es adherir ciudades más pequeñas a la más grande aislando a las familias dominantes y bajo ingresos constantes de capital.

Bibliografía Lockhart, J. (1991). Organización y cambio social en la América española colonial. En L. Bethell, Historia de América Latina (págs. 64-108). Barcelona: Editorial Crítica. Pearce, A. (2014). James Marvin Lockhart. En Historia mexicana, vol. LXIV (pág. 465). México D.F.: El Colegio de México, A.C.