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Lo que todo CEO debe saber acerca de la nube por Andrew McAfee

Noviembre 2011 Reimpresión R1111J-E

Lo que todo CEO debe saber acerca de la nube por Andrew McAfee

Los verdaderos beneficios de la computación en nube lo sorprenderán. Pero necesitará a las personas apropiadas para liderar la transformación.

E

n 2010, una encuesta de IBM realizada a más de 1.500 CEO de todo el mundo reveló una brecha preocupante: cerca de 80% creía que su entorno se volvería mu- cho más complejo en los siguientes años, pero menos de la mitad pensaba que sus compa- ñías estaban preparadas para enfrentar este cambio. El equipo que realizó la encuesta consideró que el cierre de esta brecha es “el principal desafío para los líderes que hemos identificado en ocho años de investigación”. Lamentablemente, la infraestructura de las tecnologías de la información en muchas compañías grandes sólo hace que este reto sea más difícil. De hecho, sus entornos tecnológicos dificultan su capacidad de per- cibir el cambio y reaccionar rápidamente. Si bien no existe una solución simple para este problema, la ayuda existe, en la forma de la computación en nube, un nuevo conjunto de herramientas y enfoques digitales. La computación en nube es un giro radical respecto del statu quo. Hoy, la mayoría de las compañías son dueñas de su propio soft- ware y hardware y los instala y mantiene lo- calmente (on premise); es decir, en la misma empresa u oficina particular, en centros de datos u otras instalaciones especializadas. Por el contrario, con la computación en nube las compañías arriendan sus activos digitales y sus empleados no saben dónde están localizadas las computadoras, centros de datos, aplicaciones y bases de datos que se están usando. Estos recursos simplemente están en alguna parte en “la nube”. Según los defensores de la computación

en nube, ésa es justamente la idea. Los clientes no tienen por qué preocuparse de detalles: simplemente arriendan lo que necesitan de la nube (para una explicación más detallada, vea el recuadro “¿Qué es la nube?)

¿Cuán importante es la computación en nube? Yo diría que es un cambio radical, una variación profunda y permanente en la forma en que se genera y consume la capacidad de procesamiento y almacenamiento. Es tan in- evitable e irreversible como el cambio desde las turbinas de vapor a la energía eléctrica en el sector manufacturero que cobró ímpetu en EE.UU. hace casi un siglo. Y así como esa tran- sición trajo muchos beneficios y abrió nuevas posibilidades para los dueños de las fábricas, la nube también concederá ventajas a quienes la adopten. Actualmente, existe una gran cantidad de

incertidumbre y escepticismo en torno a la nube, en especial entre los profesionales de la tecnología, quienes tienen mucha exper- ticia con, o una fuerte adhesión a, la compu- tación local. Las compañías no deberían dar mucho espacio a estas personas para influir en los planes para cambiarse a la nube; sería como encargar la electrificación de la fábrica al mismo equipo que maneja las calderas y turbinas de vapor. Los que deben hacerse res- ponsables por conducir a sus organizaciones a la era de la computación en nube son el CEO y otros ejecutivos de la alta dirección.

Cuando converso con ejecutivos acerca de la nube, siempre surgen tres preguntas: ¿por qué la nube se convertirá en algo clave que trascenderá al departamento de TI? ¿Cuáles son las principales preocupaciones y áreas de escepticismo y cuán válidas son? Y ¿cómo empezamos? En este artículo responderé estas preguntas y explicaré la nube y sus be- neficios, mostraré especialmente cómo los obstáculos percibidos y otras preocupaciones harán que muchas compañías no aprovechen a cabalidad esta oportunidad, plantearé las implicancias de varias respuestas y recomendaré acciones.

Lo que todo Ceo debe saber acerca de La nube

Los beneficios de la nube Algunas personas dicen que no hay nada mágico acerca de la nube, que cualquier cosa que pueda ha- cer también se puede lograr con la computación lo- cal. En teoría, este argumento es correcto, por lo me- nos para las grandes compañías que pueden costear un software corporativo completo y el mejor talento de tecnologías de la información. Dichas empresas pueden comprar o desarrollar software de colabora- ción o de análisis de datos o de otra índole e insta- larlo en sus propios centros de datos. Pueden hacer que estas aplicaciones funcionen para distintos aparatos – computadoras de escritorio, laptops, tablets y teléfonos inteligentes– y sean accesibles para los empleados desde sus casas o cuando estén viajando a través de navegadores en la web. También pueden hacer que esta infraestructura sea accesible a perso- nas externas a la organización como los contratistas, proveedores y socios de joint venture. Pueden, pero rara vez lo hacen y la razón no es porque sus departamentos de TI sean incompetentes. Es porque ya están sobreexigidos y hacer todo lo anterior es sorprendentemente difícil, costoso y lento, en especial si una compañía está intentando rediseñar su viejo sistema heredado para la era moderna. Según Microsoft, en promedio sólo 11% del presu- puesto de TI de una compañía se gasta en desarrollar nuevas aplicaciones; el resto es para mantenimiento e infraestructura. Gran parte de ese 11% está desti- nado a grandes esfuerzos “estratégicos”, como la compra e implementación de un sistema centrali- zado para toda la empresa. Eso deja pocos recursos libres para, por ejemplo, asegurarse de que todos los empleados tengan acceso a los documentos que necesitan independientemente de dónde estén, qué aparato estén usando y con quién estén trabajando.

Lograr que los individuos sean más produc- tivos. Para el contratista global Balfour Beatty, ese tipo de acceso es una capacidad crucial. Los profe- sionales de diseño y construcción de la compañía pasan mucho tiempo en lugares de trabajo en el ex- tranjero donde necesitan un acceso instantáneo y fiable a estimaciones de costo, fotografías, planos y otros archivos pesados. Durante 10 años, Balfour usó un servidor FTP interno para subir y bajar archivos, el que era mantenido por el departamento de TI. El

sistema era difícil de usar y constantemente se que- daba sin capacidad. Entonces, la compañía se cambió a Box, un pro- veedor de gestión de contenidos y archivos para

compartir en nube. Como suele ocurrir con los pro- ductos y servicios en nube, los recursos en Box es- tán disponibles a través de un navegador en la web o de aplicaciones desarrolladas para computadoras, tablets y teléfonos inteligentes. Mientras tengan un aparato que se conecte a internet, los empleados de Balfour pueden acceder a todos los archivos que de- seen cuando estén viajando. Aunque la compañía había implementado Box para facilitar el acceso a la información, pronto se dio cuenta de que tenía otras ventajas. Con el servi- dor FTP, el departamento de TI debía registrar a cada nuevo usuario y crearle una carpeta personal. Si el usuario deseaba invitar a un colaborador a esa car- peta, debía realizar la solicitud a TI. Por el contrario, con la nueva solución basada en nube, los usuarios podían administrar sus propias cuentas y propie- dades digitales, lo que ahorraba un tiempo valioso. El director de operaciones de TI, Rick Roman, ex- plica: “Uno de los comentarios que continuamente escuchábamos de nuestros usuarios finales era que querían una solución actualizada que fuera lo sufi- cientemente poderosa y flexible para ajustarse a la forma en que trabajaban. Box no sólo nos permitió encontrar una solución que cumplía con los requerimientos que solicitaban nuestros empleados, sino que también nos dio un conjunto útil de funciones de colaboración que ha mejorado tremendamente la productividad”. La experiencia de Balfour ilustra un patrón co- mún en la introducción de tecnologías novedosas: los beneficios no anticipados a menudo son mayo- res que

los que sí se esperaban. En cada proyecto, los empleados de Balfour necesitan compartir documentos con una combinación siempre cambiante de clientes, contratistas e inspectores, entre otros. Esto es fácil de hacer cuando pueden administrar sus pro- pias cuentas y difícil en el mundo prenube. La ges- tión de archivos en la nube se usó inicialmente para que los individuos fueran más productivos, pero al final también proporcionó beneficios a nivel grupal.

Facilitar la colaboración. En la práctica, algu- nos de los éxitos más grandes de la computación en nube hasta la fecha provienen del hecho de que permite a los grupos y comunidades trabajar juntos en formas que antes no eran posibles. Para mejorar la forma en que sus 90.000 empleados capturaban y compartían conocimiento, la consultora CSC empezó a usar los servicios de Jive, un fabricante de software de colaboración en nube. El primer paso fue un expe- rimento para ver cuán dispuestas estarían las perso-

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La idea en síntesis Muchas de las críticas a la computación en nube son producto de una mala información y son exageradas, lo que se presta para que los eje- cutivos justifiquen el no investigar el potencial de esta tecnología. Esto es un error.

La nube es un tema que requiere el compromiso de los CEO porque muchos ejecutivos suelen delegar las decisiones en materia de tecnología precisamente en las personas menos indicadas para entregar una orientación objetiva. La mayoría de los departamentos de TI hoy está al límite de su capacidad con activida- des de mantenimiento, lo que

nas a trabajar con ese software. Todos los empleados podían utilizar Jive, lo que hubiese sido prohibitiva- mente costoso si CSC hubiese tenido que comprar todo el hardware y las licencias de software. Las personas podían usar la plataforma para, entre otras cosas, plantear una pregunta para toda la empresa, visitar y contribuir en foros digitales como “¿Dónde hemos hecho esto antes?” y “Consejos poderosos para Excel” y, de paso, crear nuevas comunidades. Durante el experimento inicial que duró 20 semanas, más de 25.000 personas se registraron para usar este nuevo recurso en nube, llamado C3. Crea- ron más de 2.100 grupos y registraron alrededor de 150.000 actividades por mes. Esos resultados per- suadieron a la compañía para convertir a C3 en un proyecto permanente. “El C3 simplemente ha sido maravilloso”, le comunicó a la audiencia Lem Las- her, presidente de la compañía y director de inno- vación, durante una conferencia Enterprise 2.0 en 2010. “Es el estándar de facto que guía nuestra forma de colaborar. Es el lenguaje de nuestra compañía”.

Extraer ideas de los datos. El análisis de da- tos ha sido otra de las grandes áreas de mayor ac- tividad en la nube. Las compañías hoy recolectan enormes cantidades de datos y los proveedores de nube proporcionan el hardware y los algoritmos para ayudar a las empresas a generar ventajas a partir de eso. Muchas de estas iniciativas se han enfocado en comprender, predecir e influir en la conducta del cliente online y offline. Pero Radiant Systems, que brinda el sistema de puntos de venta Aloha a miles de restaurantes y mantiene sus da- tos, está usando el análisis de datos de nube de una forma distinta: ayuda a sus clientes a controlar sus operaciones con mayor rigurosidad.

los deja con muy poca libertad de acción para el desarrollo y las nuevas iniciativas. La nube ofrece una forma para que las compañías puedan aprovechar inteligentemente las oportunidades y también, en muchos casos, de manera rentable. Además, muchos beneficios inesperados de la nube surgen después de que un proyecto ha sido lanzado y los empleados

descubren formas novedosas de usar la tecnología. Las preocupaciones típicas sobre el costo, seguridad y fiabilidad sólo desvían la atención del tema central ya que son las mismas preocupaciones que surgen frente a los enfoques de computación local.

La merma, el eufemismo usado para referirse a los hurtos realizados por los empleados, es un problema grave en el sector de servicios de alimen- tación, pero es difícil que los dueños de un restau- rante puedan monitorear con mayor rigurosidad a

los meseros y los barman en entornos de trabajo con mucho movimiento. Radiant se dio cuenta de que las tremendas cantidades de datos de transacciones de bajo volumen que mantenía por cliente podrían analizarse para buscar patrones sospechosos, como volúmenes de propinas grandes, mucho más que lo normal para un barman en un viernes en la noche. Cuando esto ocurre, es probable que el barman no esté cobrando los tragos con la esperanza de recibir una gran propina. Con los datos de todos sus clientes, Radiant de- sarrolló un conjunto de algoritmos para detectar muchos tipos de merma y los empaquetó en una oferta que llamó Aloha Restaurant Guard (ARG), que genera un conjunto semanal de informes sobre actividades sospechosas por local y por

empleado. Éstos se envían a dueños y ejecutivos de restauran- tes, quienes los pueden usar para tomar medidas correctivas. Los resultados pueden ser sorprenden- tes y dramáticos. Según la compañía, un restau- rante en Marina del Rey, California, aumentó sus utilidades desde US$ 20.000 hasta US$ 40.000 un año después de usar ARG para detectar hurtos de sus empleados. No era necesario comprar o instalar software nuevo, contratar a tecnólogos o analistas ni alterar su infraestructura de tecnología para ob- tener esta capacidad de la nube. Bastaba con que el dueño del restaurante solicitara a Radiant el servicio ARG.

Desarrollar y alojar aplicaciones. Antes de la nube, los desarrolladores de software normalmente debían comprar, configurar y mantener sus propios servidores. Esas actividades suelen percibirse como fastidiosas y una distracción del trabajo central de escribir un buen código. 3M esperaba evitar este problema cuando desa- rrollaba su servicio Visual Attention Service, un con- junto de herramientas de software que indica dónde las personas enfocarán su atención cuando obser- van una imagen. La compañía quería poner esas he-

Lo que todo Ceo debe saber aCerCa de La nube

¿Qué es la nube? El sector de la com- putación en nube está creciendo y evolucionando con rapidez y también está generando una gran cantidad de jerga. Como conse- cuencia, a veces es difícil comprender exactamente qué es la nube y cómo se diferencian sus pro- ductos y servicios.

Aunque suene demasiado simple, esos productos y servicios pueden ser divididos en tres categorías: la capacidad de procesamiento y almacenamiento existente, las computadoras que están listas para recibir software y el software en sí mismo. La primera de éstas se llama INFRAESTRUCTURACOMO-SERVICIO (IaaS, por su sigla en inglés) y es la más básica. Es un servidor o varios servidores en algún lugar en la nube o una gran capacidad de almacenamiento o banda ancha. Los clientes de esta

categoría suelen ser empresas tecnológicas, normalmente poseedoras de mucha experti- cia; quieren acceso a capaci- dad computacional pero no quieren ser responsables de instalarla o mantenerla. La segunda categoría se llama PLATAFORMA-COMOSERVICIO (PaaS, por su sigla en inglés). Ésta es una plataforma en nube que las compañías pueden usar para desarrollar aplicaciones a su medida o escribir software que integra las aplicaciones existentes. Los entornos PaaS están equipados con tecnolo-

rramientas a disposición de diseñadores gráficos y otros a través de una aplicación web, pero no sabía bien cuánta demanda existiría por sus productos y servicios. “Para irnos a la segura, tendríamos que haber invertido significativamente en la capacidad de nuestro servidor, especialmente debido a que nuestro servicio es tan intensivo en lo computacio- nal”, nos comentó Bill Smyth, gerente de negocios de 3M. Entonces, 3M recurrió a los servicios de la plataforma de nube de Windows Azure de Microsoft para alojar la aplicación. Según Smyth, “La nube nos permitió agregar capacidad rápida y fácilmente y sin invertir capital”. Además de alojar aplicaciones, los proveedores de nube están creando su propio y poderoso software para poner a disposición de sus clientes. Google Earth Builder, por ejemplo, es un conjunto de herra- mientas digitales para la visualización y el análisis de datos geoespaciales que permite a las organizaciones subir sus propios datos y aplicarlos como capas a re- cursos populares como Google Earth, Google Chart Tools y Google Maps. Ergon Energy, el proveedor de energía eléctrica para Queensland, Australia, tiene planes para volar sobre sus 150.000 kilómetros de tendido eléctrico en un avión especialmente acondi- cionado, recolectar datos sobre éstos y transferirlos a Google Earth Builder. El CEO de Ergon, Ian McLeod, dice que la compañía usará los mapas e imágenes resultantes, que contienen muchísimos datos,

gías de desarrollo de software como Java, .NET, Python y Ruby on Rails y permiten a los clientes empezar a escribir códigos rápidamente. Una vez que el código está listo, el proveedor lo aloja y hace que sea ampliamente accesible. Actualmente, PaaS es el segmento más pequeño del mercado de la computación en nube y suele ser usado por compañías establecidas que buscan tercerizar una parte de su infraestructura. La tercera categoría, SOFTWARE-COMO-SERVICIO (SaaS, por su sigla en inglés), es la

para “comprender el estatus ambiental de la red y sus riesgos asociados. Con esta información, podemos tomar mejores decisiones de negocios en relación

a nuestras inversiones y mejorar la respuesta ope- racional y el desempeño de negocios en áreas clave como el control integral de la vegetación, respuesta a desastres, diseño de conexiones de clientes e incre- mento de redes”. Como ilustran estos ejemplos, la nube ofrece be- neficios a nivel tanto individual y grupal como de da- tos y aplicaciones. Permite a las compañías aumentar la escala y capacidad de su TI y la velocidad de acceso y uso. Elimina los quebraderos de cabeza administra- tivos, funciona en todo tipo de lugares y aparatos y cruza los limites organizacionales. Todas estas venta- jas aumentarán a medida que avancemos con mayor profundidad hacia la era de la computación en nube. Al reconocer esto, las empresas con visión de futuro están haciendo un uso agresivo de la nube incluso cuando tienen los recursos técnicos, fi- nancieros y humanos para desarrollar cualquier otra estrategia computacional. El servicio de video Netflix, el creador de

juegos sociales Zynga y eBay están entre las compañías que han declarado pú- blicamente que la nube constituye gran parte de su estrategia computacional. Se han dado cuenta de que no es necesario ser dueños de la tecnología para competir eficazmente. De hecho, consideran que ser propietarios de todos los activos computacionales que usan tiende a obstaculizar su progreso más que acelerarlo.

Las preocupaciones de los escépticos A pesar de sus ventajas tan persuasivas y de los líderes que las promueven, el cambio a la com-

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parte más grande y madura de la nube. Es una aplicación o conjunto de aplicaciones que reside en la nube en vez de estar en un disco duro del usuario o en un centro de datos. Uno de los primeros éxitos del SaaS fue el software de gestión de relaciones con clientes (CRM) de Salesforce. com, que brindó una alterna- tiva a sistemas CRM locales cuando se lanzó en 2000. Más recientemente, el software de productividad y colaboración –hojas de cálculo, programas de procesamiento de palabras, entre otros– ha migrado

hacia la nube con Google Apps, Microsoft Office 365 y otros productos y servicios similares. Los productos y servicios de la nube comparten algunas similitudes en las tres catego- rías. Primero, los clientes los arriendan en vez de comprar- los, pasando TI a ser un gasto operacional y no de capital. En segundo lugar, los proveedo- res son responsables de todos los detalles, como el mantenimiento, administración, planificación de capacidad, resolución de problemas y respaldos. Por último, general- mente es rápido y fácil acceder

putación en nube ha sido lento. Un estudio realizado por Forrester en 2009 reveló que 37% de las grandes compañías “no tenía interés” en la nube. Otro 39% estaba interesado pero no tenía planes inmediatos para explorarla. Una encuesta en 2011, realizada por InformationWeek, halló que sólo 29% de los encuestados había analizado el impacto de la nube en su arquitectura conectada a internet. Y la firma de investigación tecnológica Gartner predice que si bien la computación en nube crecerá a una tasa anual de 19% hasta 2015, representará menos de 5% del gasto total a nivel mundial en TI ese año. ¿Por qué tanta lentitud? Porque es difícil trasla- dar un sistema existente de TI de una empresa a la nube, pues esto obliga a tomar decisiones comple- jas en relación a la consolidación y estandarización. La mayoría de las organizaciones que han existido por bastante tiempo tienen una mezcolanza de hardware, sistemas operativos y aplicaciones, a menudo descrita como un “sistema espagueti”. No es tan sencillo llegar y transferirlo a la nube, sino que antes debe ser desenmarañado y simplificado. Y a pesar de que todos pueden quejarse acerca del sistema espagueti existente, pocos están dispuestos a ceder su porción de éste sólo para que su empresa pueda cambiarse a la computación en nube. Costo. La incertidumbre generalizada

a más servicios de la nube, como una mayor capacidad de almacenamiento de un proveedor IaaS, la posibilidad de manejar más proyectos PaaS o más usuarios en una aplicación SaaS. Algunas organizaciones grandes están planificando desarrollar “nubes privadas”, de su propiedad y que ellas mismas administrarán y mantendrán. Se trata básicamente de centros de datos que usan muchas de las tecnologías de la nube. Las nubes privadas prometen ofrecer todas las ventajas de la nube pública

a la vez que abordan las preocupaciones en materia de seguridad y normas. Sin embargo, soy escéptico frente a esto. Las economías de escala de las compañías de nube públicas conducen a grandes reducciones en costo y, debido a que sus entornos son intensamente competitivos, seguramente con el tiempo esas reducciones se verán reflejadas en sus precios. Dudo que la mayoría de las nubes privadas sea capaz de mantener el ritmo.

respecto a la nube se hace más manifiesta en los debates acerca de su costo comparativo. Los hallazgos sobre los costos han sido contra- dictorios. Por ejemplo, en 2009 un caso de estu- dio de McKinsey con un cliente falso concluyó que

mover el centro de datos completo de este “cliente” a la nube aumentaría sus costos en 144%. Al año siguiente, un informe emitido por Microsoft (que participa en el sector de la computación en nube) concluyó que sería menos costoso para todas las empresas poner sus servidores en la nube. Estas diferencias de opiniones tan marcadas dificultan seguir el consejo del artículo publicado en 2011 en The Wall Street Journal que recomendaba: “Cuando se analiza cuáles sistemas son candidatos para la nube, las compañías deben empezar preguntán- dose lo básico: ¿ahorraré dinero con

este cambio?”. El enfoque respecto de los costos está errado por dos razones. Primero, la mayoría de las empresas no gasta montos enormes en tecnología, por lo que in- cluso cambios sustanciales en el presupuesto de TI no harían gran diferencia en el estado de resultados. Gartner estima que para las empresas S&P 500, to- dos los costos relacionados con TI representaron en 2009 un promedio de apenas 3,2% de los ingresos. Segundo, con el paso del tiempo los aspectos económicos de desarrollar y operar una infraestructura tecnológica favorecerán a la nube. Los proveedores de nube adquieren enormes cantidades de hardware, banda ancha y capacidad, por lo que pueden acceder a mejores precios. Por el hecho de que también están comprando equipos todo el tiempo, pueden beneficiarse continuamente de los costos cada vez más reducidos en computación que predice la Ley de Moore. Estos factores se com- binarán para reducir constantemente los costos de la computación en nube y los cobros a sus clientes.

Lo que todo Ceo debe saber aCerCa de La nube

Cómo empezar a cambiarse a la nube. La mayoría de las empiece a hacer expe- realice su próximo compañías está rimentos con software- proyecto de desarrollo recién empezando como-servicio. Actualen la nube. Si aún está a explorar las pomente, una amplia variedad comprando servidores y otros sibilidades de la de poderosos software de equipos para crear “entornos negocios está disponible en de prueba” para el desarrollo computación en la nube. Esto incluye del software que usted nube. He aquí aplicaciones para la mismo escribe, deténgase y alguproductividad y cola- boración pregunte por qué. Los nas pautas acerca de en la oficina (como Google productos y servicios de la cómo usted puede Apps, Microsoft Office 365, infraestructura- como-servicio Jive, Socialtext, Yammer y hoy están bastante maduros empezar. Identifique restricciones y áreas grises. En algunos sectores y lugares del mundo, las leyes y normas prohíben subir datos a la nube o crean confusión acerca de lo que está permitido y lo que no lo está. Los ejecutivos deberían empezar por comprender lo más claramente posible los riesgos y las zonas prohibidas de la nube para sus empre- sas, además de involucrar a sus directores de asuntos legales y departamentos de cumplimiento desde un inicio. Tendrán que decidir si adoptarán una postura conservadora o agresiva frente a esos riesgos. Debido a la creciente importan- cia de la nube, recomiendo a la mayoría de las compañías que sean audaces, con las escasas excepciones como aquellas empresas que manejan datos que involucren información sobre la salud personal e infor- mación sujeta a restricciones a ciertas exportaciones.

Converse con sus principales proveedores de software corporativo para comprender sus planes respecto de la nube. Muchos, si no la

mayoría, de sus productos y servicios hoy están disponibles sólo localmente. ¿Cuándo van a tener versiones en nube de sus aplicaciones? ¿Cómo ayudarán a sus clientes actuales a migrar hacia ellas? Spigit), gestión de relaciones y los de A medida que vaya dando con clientes (Salesforce.com), la plataforma-como-servicio pasos en dirección a la nube, gestión de recursos humanos pronto lo estarán. Liberan es muy probable que trabaje (Success- Factors, Workday) a los desarrolladores de los en conjunto con el y monitoreo de los medios dolores de cabeza de departamento de TI y el socia- les (HubSpot, comprar, mantener y agregar director de tecno- logías de la Radian6). equipos y les permite información de la compañía. Escoja un par de aplicaconcentrarse en el trabajo Sus actitudes hacia la ciones y experimente con real de escribir un buen computación en nube serán ellas. Los experimentos son código. cruciales y altamente revelamuy diferentes a los pilotos o La nube también contiene doras. En mi opinión, la falta ensayos. Los experimentos poderosos recursos de softde negocios bien diseñados ware a los cuales los desarro- de entusiasmo del director de TI respecto de la nube en tienen grupos de control lladores pueden conectarse. estos días es tan (partes de Por ejemplo, Google Maps y la compañía que no reciben Chart Tools pueden integrarse preocupante como la falta de interés en la electri- ficación el software de la nube) y fácilmente a los datos de la que pudo tener un jefe de recolec- ción de datos (en compañía para producir una comparación con el grupo de amplia gama de visualizaciones. fábrica hace un siglo. control, ¿dis- minuyeron los Con el paso del tiempo, más y costos totales de soporte de más software del mundo de TI, aumentó la satisfacción de los negocios estará en la los empleados y mejoraron los nube. Es probable que quiera resultados de negocios?). Los hacerse parte de esta resultados de estos tendencia cuanto antes. experimentos indicarán si se debería extender el uso de la nube.

Por ejemplo, Amazon Web Services ha reducido sus precios una decena de veces en los últimos tres años, a pesar de que aún no se enfrenta a una pre- sión competitiva intensa. Fiabilidad. Al margen de que la nube sea o no menos costosa, los escépticos plantean que no es tan fiable como una infraestructura local bien ges- tionada. La infraestructura que

usted controla, ar- gumentan, es más estable que la que no controla. La fiabilidad de la nube se cuestionó más du-

ramente en abril de 2011, cuando gran parte de la infraestructura de Web Services de Amazon falló durante tres días. Esto fue duro para muchas com- pañías que usaban sus servicios. Pero no para to- das. Netflix, por ejemplo, dependía mucho de los servicios de Amazon; sin embargo, no se vio afec- tada por esta interrupción 8 .

en el servicio. ¿Cómo pudo Netflix evitar una crisis? Trabajando duro para incorporar la redundancia de manera tal que pudiera seguir operando en caso de

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una disrupción de proporciones. La falla de Amazon fue grave, pero afectó sólo a uno de sus centros de datos estadounidense. Amazon también había aconsejado explícitamente a sus clientes que dise- ñaran sus arquitecturas para que soportaran una interrupción en el servicio. Netflix siguió muy de cerca esa recomendación hasta el punto de crear un sistema llamado Chaos Monkey (algo así como “el mono del caos”). La tarea de este primate digital es cerrar automáticamente y al azar partes importan- tes del entorno tecnológico de la compañía. Debido a que Netflix aprendió a manejar su propio Chaos Monkey, estaba preparada para lidiar con una inte- rrupción del servicio causada por Amazon. Las compañías de nube gradualmente están aprendiendo esta lección y mejorando la redundancia y fiabilidad de sus productos y servicios. Cada interrupción del servicio de un prominente proveedor de nube recibe mucha atención, pero los registros de fiabilidad de la nube, en su conjunto, son admirables y serían la envidia de la mayoría de las operaciones de computación local. Por ejemplo, el servicio de Gmail de Google estuvo disponible durante 99.984% del tiempo en 2010 (o siempre, salvo siete minutos de cada mes). Radicati Group, una firma de investigación del mercado tecnoló- gico estima que esto es aproximadamente 32 veces más fiable que el sistema promedio de correos elec- trónicos corporativo. Es probable que los sistemas de operaciones bancarias necesiten más tiempo de operación que esto, pero es suficiente para la mayoría de los otros usos.

Seguridad. También se cuestiona frecuente- mente la seguridad de la nube. Es cierto que las transmisiones pueden ser interceptadas; se pue- den violar los cortafuegos; virus, gusanos infor- máticos y otros tipos de programas dañinos pue- den ingresar. Quizás lo más perturbador es que las personas responsables por la infraestructura digi- tal pueden robar secretos o descuidarse y permitir la entrada de ladrones. Como escribió el profesor de derecho de Harvard Jonathan Zittrain: “Antes, los tipos malos generalmente necesitaban meter mano en las computadoras para ver sus secretos; en la nube de hoy sólo se necesita una contra- seña”. Sin embargo, esto se aplica para cualquier red computacional, incluyendo las operadas por las propias empresas. Al igual que las interrupciones de servicios,

las violaciones a la seguridad en las compañías de computación en nube causan un gran impacto a ni-

vel noticioso y los incidentes en 2011 en Dropbox, un proveedor de almacenamiento, y en Epsilon, que ofrece servicios de marketing online, fueron ampliamente cubiertos. Pero vale la pena tener en cuenta que 90% de las empresas encuestadas por el Ponemon Institute, una firma privada de investi- gación, sufrió una o más violaciones a la seguridad por año. La única forma de lograr 100% de seguridad computacional es no tener computadoras. La se- gunda mejor opción es monitorear constantemente el escenario de amenazas; comprar o desarrollar las mejores tecnologías para proteger aparatos, redes y transmisiones; y contratar y retener a los mejores especialistas en seguridad digital. Los proveedores de computación en nube son los más capacitados para hacer esto en comparación con el resto, a ex- cepción de las organizaciones más grandes y más preocupadas por la seguridad.

No obstante, para la mayoría de las compañías la seguridad significa más que simplemente mantener lejos a los tipos malos. También implica con- trolar quién puede hacer y ver qué cosa, en distin- tos momentos y en condiciones cambiantes. Por ejemplo, los documentos y hojas de cálculo rela- cionados con una posible fusión sólo deberían ser visibles para el equipo que esté trabajando en ese acuerdo. Y cuando los empleados se van de la com- pañía, la clausura de su acceso a los recursos digi- tales de la compañía debería ser rápida y simple. Muchas organizaciones pueden ejercer este tipo de control bastante bien en sus entornos de com- putación local, los que incluyen una capacidad ad- ministrativa substancial. Por el contrario, algunos productos y servicios en nube no pueden. Esto es porque fueron originalmente diseñados para el uso por individuos o pequeños grupos de pares y no para organizaciones jerárquicas donde algunas

Con el tiempo, los aspectos económicos de desarrollar y operar una infraestructura de tecnología favorecerá a la nube por sobre la computación local.

Lo que todo Ceo debe saber aCerCa de La nube

personas tienen el derecho y la responsabilidad de ejercer control sobre otros. Los proveedores de nube interesados en el mer- cado de las grandes empresas están trabajando para incorporar la funcionalidad administrativa en sus productos, cosa que muchos ya han hecho. A medida que madura, esta funcionalidad debería aplacar las preocupaciones más serias en materia de seguridad.

Regulación. Es imposible plantear o incluso ha- cer un listado de todas las barreras legales y norma- tivas a la nube en este artículo, pero muchas tienen que ver con el acceso a datos y transporte. Por ejem- plo, la Ley federal de portabilidad y responsabilidad de seguros de salud de EE.UU., exige estrictos requi- sitos de acceso y auditoría a las organizaciones que manejan datos de salud personales y se ha debatido mucho sobre si éstos son cumplidos por los provee- dores de la computación en nube. De modo similar, la Unión Europea prohíbe la transferencia de datos de consumidores a países fuera de la zona sin previo consentimiento y aproba- ción. Las compañías fuera de la Unión Europea pue- den vencer esta restricción al demostrar que son un “puerto seguro” para los datos. Sin embargo, algunos países como por ejemplo, Alemania, tienen leyes aún más estrictas sobre la exportación de datos y todavía no está claro si un proceso de puerto seguro los de- jará satisfechos. Tales consideraciones implican que a menudo no bastará con que los clientes o proveedores de la computación en nube digan despreocupadamente: “Los datos están en algún lugar de la nube; no sabemos exactamente dónde”. Las empresas que proveen computación en nube están conscientes de esto y están esforzándose por cambiar sus productos y servicios para que, por ejemplo, puedan garantizarle a los clientes y reguladores que un conjunto específico de datos está almacenado en un lugar determinado y no en otro. Pero por ahora, los clientes actuales y potenciales de la nube necesitan tener la mayor claridad posible sobre las consideraciones legales y normativas que acompañen, en su caso, a un cambio a la nube (vea el recuadro “Cómo empezar a cambiarse a la nube”.) Es verdad que suele ser difícil tener claridad en este punto; algunas normas son vagas y aún no ha pasado suficiente tiempo para sentar jurisprudencia. Pero también es cierto que muchas organizaciones están

asumiendo un enfoque demasiado conservador respecto de la nube y que son capaces de hacer mucho más de lo creen. Si quiere saber de un ejemplo de una

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organización grande que, a pesar de los muchos re- quisitos normativos está avanzando agresivamente hacia la nube, no hay que mirar más allá del gobierno de EE.UU. En 2011, Vivek Kundra, quien era director de tecnologías de la información del gobierno en ese momento, anunció una estrategia para cambiarse a la nube que requería US$ 20.000 millones o alrede- dor de un cuarto del gasto federal total en TI. sI Me Perdona eL JueGo de PaLabras, el pronóstico a corto plazo para la computación corporativa es parcialmente nublado. La incertidumbre en torno a los beneficios de la nube y los preocupaciones sobre el costo, la fiabilidad, la seguridad y la regulación mantendrán a muchas empresas (si no a la mayoría) y a sus equipos ejecutivos alejados de decisiones audaces. ¿Cuáles son las implicancias en términos de ne- gocios de esta adopción desigual de la computación en nube? Si el impacto de la nube fuera sólo sobre los presupuestos de TI de las compañías, las consecuen- cias serían menores, pero, como hemos visto, éste no es el caso. La computación en nube ofrece ventajas en, por lo menos, productividad, colaboración, aná- lisis de datos y desarrollo de aplicaciones. ¿Cuán valiosas son éstas? Es difícil de medir, pero planteo lo siguiente para hacernos reflexionar: ¿cómo se sentiría usted si sus principales rivales em- pezaran a adelantársele en esas áreas simplemente cambiando su infraestructura computacional? Y ¿cuán peor sería si ese cambio creara otros beneficios que todavía no son evidentes? Una característica co- mún de los cambios tecnológicos importantes es que sus efectos totales no son visibles en un comienzo. Por ejemplo, en los albores de la electrificación de la industria, era inconcebible que algún día fuera posi- ble colocar un motor en cada máquina de la planta y sin embargo, esto fue lo que finalmente sucedió. A medida que la nube siga creciendo y madu- rando, sus proveedores seguirán innovando y dife- renciando sus productos y servicios. Puede ser que los resultados no sean tan transformadores como aquellos de la electrificación de las industrias, pero pronostico que conducirán a entornos computacio- nales muy distintos de aquellos que existen hoy. La única forma de aprender de ellos, de primera mano, es empezar a cambiarse a la nube. reimpresiónR1111J -E Andrew P. McAfee es un destacado investigador científico del Center for Digital Business del MIT y coautor, junto a Erik Brynjolfsson, del libro electrónico Race Against the Machine (Harvard Business Review Press, 2011). Twitter: @amcafee.