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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA – BOGOTÁ FACULTAD: INGENIERÍA MATERIA: LECTURA Y ARGUMENTACION DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS PROFESOR: HERNAN BERRÍO ESTUDIANTE: IVÁN FELIPE FIERRO PÉREZ. DIEGO ALEXANDER MORENO CÓRDOBA RESEÑA: ¿DÓNDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? El libro “la franja amarilla” de William Ospina, es un libro que describe desde el punto de vista real, y del autor, la gran problemática de Colombia. A continuación en primer lugar se dará espacio para resumir el primer capítulo, “lo que le falta a Colombia”, seguido de una opinión personal. Durante la historia, Colombia ha fundado sus ideales en revoluciones impropias, como la revolución Francesa y ha gritado sus emblemas por temor a vivir una propia y a reconocerse a sí misma. Esta incapacidad y la significativa falta de carácter es lo que ha llevado a Colombia a ser una sociedad incapaz de forjar su propio destino, a ser una sociedad incompatible e injusta y que ha optado por imitar a otros, porque se avergüenza de sí misma. Es una sociedad en la que todos perdieron las esperanzas, la confianza, especialmente en el Estado, porque ha demostrado poco interés en el cumplimiento de sus funciones, y eso se refleja en la inseguridad, la pobreza, la mala atención médica, entre otras evidencias, por tanto nos hemos convertido en una nación egoísta en el que cada quien vela por sus intereses personales, incluyendo al Estado, que debería ser nuestro apoyo, pero que en realidad privilegia a unos pocos y a la gran mayoría la mantiene en la inmoralidad. Ese es el gobierno al que se le debe respeto, una tiranía que se esconde bajo una máscara de responsabilidad social, pero lo más grave es que a pesar de todo esto el pueblo calla, simplemente espera y cuando se agotan las esperanzas mendiga lo que se merece por derecho, siguiendo el ejemplo de un Estado que se excusa en que los ciudadanos no cumplen con sus deberes. Los colombianos necesitamos de carácter, pues asumimos nuestras historia como un destino, siendo incapaces de cambiarla y sintiéndonos pequeños e indignos, discriminándonos unos a otros al no reconocernos como una nación, una misma cultura. Desde tiempos antiguos se le dio paso a la pobreza, creyendo que este era problema de unos cuantos, y solo ahora sufriendo las consecuencias nos damos cuenta que era asunto de todos. Es por esto que los colombianos debemos comenzar a cambiar nuestra sociedad, nuestra forma de interactuar, y así recuperar el lugar que nos merecemos; y al luchar por nuestros propósitos, y siendo representantes nacerá una nación digna, autentica, respetable y protagonista de su propia revolución. Por esto y mucho más, lo que le falta a Colombia somos nosotros mismos, personas con carácter y con aras de progreso, porque la culpa no solo se delega, también se apropia. Hemos escondido nuestro problema con excusas débiles, nos hemos vuelto indiferentes

hasta con nosotros mismos, pensamos que con un discurso barato cambiaremos nuestro pasado y nos creemos muy sabios predicando barbaridades de nuestra patria. Somos dueños de nuestro futuro, y para que este cambie su rumbo tenemos que llenar ese vacío y erradicar ese cáncer que está dañando a nuestra Colombia. Bibliografía 

Ospina, W. (1997). La Franja Amarilla. Bogotá: Norma.