Leyenda de Mi Region Ica

LEYENDAS DE ICA LEYENDA DE LA ACHIRANA DEL INCA Ica estuvo habitada por pueblos pertenecientes a las culturas Par

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LEYENDAS DE ICA LEYENDA DE LA ACHIRANA DEL INCA Ica

estuvo

habitada

por

pueblos

pertenecientes

a

las culturas Paracas y Nazca ( 2.400 AC - 1.400 DC ). Esta etapa histórica del departamento de Ica se caracteriza por el manejo racional del agua y por sus tierras desérticas. También, sobresalieron por su singular habilidad en la producción de cerámica, tejidos, tallado de madera, metalurgia, joyería y la pesca de innumerables especies marinas.

La Achirana del inca, narra el sentimiento que inspiró una doncella en el implacable Pachacútec, cuando éste dominara el valle de Ica sin mayor esfuerzo, dado que sus habitantes eran muy pacíficos. Recorriendo el territorio sometido, el Inca llegó hasta un desértico pago llamado Tate, cuya dueña era una anciana que vivía acompañada de su bellísima hija, de quien Pachacútec quedó prendado y dispuesto a conquistar. Si

bien el territorio había sido fácil de dominar, no fue así el corazón de la joven. Ella no se dejó deslumbrar por el rango de su pretendiente, pues amaba a un joven de su comarca. Conmovido por el desinterés y honestidad de la doncella, el inca quiso plasmar su admiración y cariño concediéndole lo que ella pidiese. La joven arrodillada le suplicó agua para sus tierras que morían de sed: "Siembra beneficios y tendrás cosechas de bendiciones"- le dijo besando su manto. Pachacútec prosiguió su camino triunfal en su anda de oro, pero sus cuarenta mil hombres se quedaron diez días para ejecutar su promesa: Abrir el cauce que llevaría agua a los pagos de esa región iqueña. Aquella achorana quedaría como un homenaje al sentimiento de un poderoso soberano doblegado por una doncella.

LA LEYENDA SANTO

DE POZO

Fray Ramón Rojas sí que fue un peregrino. décadas

Estuvo

casi

recorriendo

Guatemala,

y

los

su

cuatro natal

siguientes

quince años los pasó entre Lima e Ica, haciendo milagros, guiando multitudes y educando a su grey. Fray Ramón Rojas sí que fue un peregrino. Estuvo casi cuatro décadas recorriendo su natal Guatemala, y los siguientes quince años los pasó entre Lima e Ica, haciendo milagros, guiando multitudes y educando a su grey. Cuentan que después de una azarosa travesía que lo trajo desde Guatemala, desembarcó en el Callao sumamente enfermo, casi moribundo. Corría 1834 y a no ser por una negra gorda y buena que lo atendió, el franciscano hubiera muerto sin cumplir su destino de santidad. Estuvo varias semanas con unas tercianas y temblazones extrañas. La negra le daba de comer papillas que fray Ramón con frecuencia vomitaba. Dicen incluso que la voluminosa mujer lo envolvía con sus brazos y sus pechos para calentarlo. Y que así lo mantuvo vivo hasta que reaccionó, por milagro, como siempre. Es la vida que se renueva cuando las altas fuerzas así lo determinan.

Ahí está la vera efigie del fraile en casa de los Pérez Silva en Ica. El Padre Guatemala era enjuto de rostro, de pequeños pero vivaces ojos negros, de nariz afilada. De complexión

delgada,

apenas

si

comía, porque como él decía, el aire lo alimentaba. Fray Ramón pasó cuatro años entre Lima y el puerto del Callao haciendo obras piadosas, construyendo hospitales, entregado a la meditación en el convento de los Descalzos, pero al cabo decidió marcharse lejos. En aquel entonces Ica quedaba muy distante. Cuatro días por mar si había viento y cuatro o cinco jornadas en cabalgadura. Gente poco benévola afirma que vino a Guatepeor, pero el padre Guatemala nunca lo pensó así. Llegando a Ica se enamoró para siempre de la luz que se derrama sobre este valle. Un entusiasmo extraño tocó su corazón y supo que había llegado a la tierra prometida. Quizá la luminosidad del cielo le recordaba su lejano pueblo maya, o tal vez fray Ramón reconoció en la claridad iqueña el llamado del señor para acometer una obra grande aunque secreta, y más grande aún cuanto más secreta.

LA LEYENDA DE CERRO PRIETO Al oeste de Guadalupe se yergue la figura prominente de un cerro alargado de norte a sur, como si fuera un misterioso monstruo antidiluviano descansando el proceso de una larga jornada. Es el llamado Cerro Prieto, lugar que, parece,

fue

querido

y

venerado

desde

tiempos

antiquísimos, según lo testifican innumerables indicios de orden material y espiritual.

En

el

material de

orden hay

restos

raras

construcciones de piedra. En la parte media del cerro se notan escampados como si fueran carreteras construidas exprofesamente, bordeadas de montículos de piedras, y dando vuelta alrededor del llamado Cerro Grande.

Los antiguos creían que el monstruo convertido en Cerro Prieto se había vuelto volcán el cual podía humear y reventar en cualquier momento. Entonces destruiría, mediante el fuego, a todos los pueblos cercanos. Comentaban aterrorizados: "Cuando Dios quiera castigar a los pueblos, primero hará reventar a Cerro Prieto, volcán de fuego, para quemar todo; después hará reventar a Baraja, volcán de agua, para apagar el fuego, cuando ya no haya ser viviente sobre la Tierra ". Les aconsejo permanecer tranquilos, pues nada iba a suceder si tenían fe en Dios; él ya sabía lo necesario para evitar el estallido del Cerro. De ello estaba seguro y esperaba que nadie dudara de sus palabras. Enterado el pueblo del ofrecimiento hecho por Fray Ramón Rojas, procuraron recordarle con insistencia lo prometido. Una mañana, después de misa, lo rodearon; y con lágrimas en los ojos le suplicaron que "fajara" al Cerro para que no reventase. El sacerdote ofreció cumplir con esta petición. Los citó para un día domingo, muy de mañana, con el propósito de que todos oyeran misa. Después caminarían rezando hasta las faldas del Cerro, a cuya cumbre él subiría para poner las "fajas".

El domingo acordado, apenas aclaraba el día, se reunieron numerosas personas en el lugar, ocupado hoy por el pueblo de Guadalupe. Oyeron con devoción la misa oficiada por Fray Ramón Rojas. Después, llevando sendas cruces, caminaron en dirección al cerro entonando cánticos religiosos. Al llegar se arrodillaron y elevaron plegarias a Dios para que los salvara de las maldades abundantes en este mundo. Fray Ramón Rojas les echo la bendición y comenzó a escalar el cerro. Se quedaron mirándolo con asombro, pidiéndole a Dios dicha y felicidad. Después de media hora surgió una grandiosa cruz resplandeciente que cegaba a quienes la miraban. En seguida vieron salir de la cruz destellos semejantes a zunchos ciñendo al cerro tres veces consecutivas. Al pie de la cruz estaba Fray Ramón Rojas arrodillado, con los brazos abiertos, contemplando el cielo. Se oyeron voces misteriosas, coros lejanos y una música inefable y dulce. Se quedaron atónitos todos los presentes. Un rayo estalló en el firmamento e instantáneamente desapareció aquella visión misteriosa. Un poco mas tarde, por entre enormes piedras, apareció la radiante figura del venerable sacerdote quien, de trecho en trecho, volvía el rostro hacia la cumbre y bendecía al Cerro. Los presentes comenzaron a cantar alabanzas a Dios, y levantando al cielo la mirada y las cruces que llevaban consigo, cayeron de rodillas presos de profundo misticismo. En esta forma fue "fajado" Cerro Prieto. Ya no hay peligro de que reviente. La terrible amenaza ha desaparecido

gracias a la misericordia divina y a las sublimes y consoladoras palabras del Padre Guatemala. Juan Donaire Vizarreta

LEYENDA DE CERRO PRIETO

LA LEYENDA DE HUACACHINA Cerca de este Lugar vivía una princesa incaica , joven y joven que conocían todos como Huacca-China (la que hace llorar).Era una princesa de verdes pupilas ,áurea cabellera y canta de manera que no hay a quien no hace llorar su canción, porque ella tiene un secreto y es el que su corazón quedo enamorado de un feliz varón.

La princesa busca un rincón donde llorar y al hallarse libre, cava ante el árbol el hueco de un donde hundir el dulce nombre de su amor.

Cierta vez en el hueco que había abierto en la arena, ante el algarrobo, lleno de agua tibia sumerge su blanca desnudez, sale del baño, se envuelve en la sabana y al verse en el espejo, descubre un espía, un cazador, que a la visión de su belleza, prendado de sus encantos, vinose como un sátiro, hacia ella. La princesa huye seguida obstinadamente por el cazador entre las dunas y breñas en las cuales iba dejando la fugitiva trozos desgarrados de su manto, que por momentos dejaba ver su desnudez. La sabana quedo enredada en un ágil brinco de un zorzal y la princesa sigue desolada sin fijarse en nada pero la sabana abierta se hizo arenal. Huía la princesa con su espejo en alto, quiso dar ella un

salto, pero tropezó y de su puño falto de fuerzas, se escapo el espejo. Y ocurrió una conmoción, pues el espejo roto se volvió en laguna y la princesa transformándose en una sirena que en las noches de luna

sale

a

cantar

su

antigua

canción.

Los

Comatraneros (ciudadanos de la zona) sostienen que existe una corvina encantada, la cual dicen haberla visto, pero mas que calan las redes nunca llegan a apresarla.

LEYENDA DEL BOSQUE DE PIEDRAS LOS FRAILES Se encuentra a 5 Kilometros al este de la ciudad de Ica; en el distrito de Parcona y a 8 minutos aproximadamente en auto. Son rocas de río líticas, con extrañas formas causadas por los continuos vientos. Destacan las figuras de una

tortuga, la cabeza de un mono, un chullo o piramide, un sapo, un roedor y un pez.

LEYENDA DE ORIGEN DEL SEÑOR DE LUREN: Por el siglo XVI, un caballero inglés de apellido Smith compró del genial escultor

Miguel

Crucificado

para

Angel ser

un

Cristo

llevado

a

Londres. A los pocos años, este

caballero fallece, quedando la imagen en poder de uno de sus hijos, quien la coloca en la capilla de esta real familia. A mediados

del

siglo

XVI,

estalló

en

Inglaterra

un

enfrentamiento entre Protestantes y Católicos, en el cual los primeros arrasaban casas y capillas destruyendo a su paso imágenes de Santos que encontraban y fue así como Lord Smith ordeno ocultar el Cristo ,en el sótano para salvarlos de caer en las manos de los Protestantes, permaneciendo en dicho lugar por espacio de diez años, en que decidió enviarlo a América y llega al Perú ,hacia donde traía un conjunto de imágenes para el convento de los padres Franciscanos, debiendo desembarcarlos en el puerto del Callao. Esto sucedía por los años 1568.Cuando el barco estaba próximo a llegar al puerto de destino, se desató una tormenta que casi hizo hundir la embarcación. La tripulación alarmada por orden del Capitán del barco ,arrojó todos los bultos pesados para evitar la tragedia y entre ellos la caja que contenía a Cristo crucificado, que años mas tarde sería el Señor de Luren, de Ica. LEYENDA DEL ORIGEN DE LA VIRGEN DE YAUCA A comienzos del siglo XVIII, en la inmensa y desolada pampa de Yauca, que se extiende al sureste de la ciudad de Ica, fue encontrada escondida entre matorrales por los lugareños una pequeña escultura de Nuestra Señora del

Rosario, con el Niño Jesús y un rosario nacarado en sus manos. Se presume que la imagen, de aproximadamente 60 cms. de altura, fue abandonada por arrieros que

al

bajar

de

la

serranía

ayacuchana se perdieron en medio del desierto iqueño. Según los testigos presenciales, que suscribieron un acta con los hechos que hemos narrado, el acontecimiento ocurrió el 3 de octubre de 1701. Gracias al documento sus nombres no quedaron en el olvido; fueron ellos Nicolás Ortega, Diego Gutiérrez y Francisco Córdova. Pensaron entonces en trasladarla a Ica, pero al intentar levantarla no lo consiguieron. Interpretaron el hecho como un deseo de la Madre de Dios de permanecer en aquellos descampados. Con la ayuda de Calixto Muñoz le edificaron una sencilla capilla en las inmediaciones; y fue sólo después de una plegaria suya que la imagen se dejó conducir suavemente a su nueva morada, ante el asombro de toda la concurrencia. La noticia corrió por valles y montañas, y desde entonces la Virgen de Yauca es venerada por sus hijos iqueños, que la hicieron su Patrona, y especialmente en el mes de octubre le tributan filial y

cálida devoción. El imponente Santuario que hoy cobija a Nuestra Señora de Yauca se debe al esfuerzo y piedad de Mons. Francisco Rubén Berroa y Bernedo, primer obispo de Ica, y al entusiasmo y la generosidad de miles de devotos que contribuyeron con las limosnas necesarias para su edificación. Iniciados los trabajos en diciembre de 1947, se terminó de construir en febrero de 1951. En su interior se guarda también una réplica de la imagen conocida como la peoncita, pues es la encargada de recoger las ofrendas de los fieles. La

Virgen

del

Rosario

de

Yauca

fue

coronada

canónicamente en agosto de 1988 durante el Primer Congreso Eucarístico Mariano, recibiendo la Corona de Oro de manos del Cardenal Legado, Mons. Juan Landázuri Ricketts.

MITO DE LA LAGUNA DE OROVILCA - ICA

Comienza este relato, cuando la lírica voz del chaucato

se

descompone, denunciando

a

la

víbora. Cuando Wilster acepta

pelear

con

Salcedo. En la noche cuando hay luna llena. El narrador es un hombre que recuerda su infancia su vida de escolar en el colegio, se bailaba charlestón y vestían pantalones Oxford, estaban los niños en quinto grado. El narrador hablara de Salcedo como un héroe, un sabio a quien escuchaban hablar los profesores después de terminar las clases con las puertas cerradas, hasta las altas horas de la noche. La cita para la pelea entre ambos jovencitos, comienza cuando los niños están en los patios de la escuela, entre recuerdos el narrador así reconstruye José Maria la narración hasta llegar al punto culminante cuando todos los alumnos ya están metidos en las camas, que es el encuentro concertado tan temido por todos los estudiantes pero como Gomez el campeón de atletismo del lugar va a presenciar la pelea, el encuentro entre rivales, los niños creen va a ser una pelea limpia. Porque Gomez será testigo. Así el narrador describe y analiza todas las razones

que llevaron a ambos a este encuentro, narrador

el seria

segundo entonces

el

niño, ya que él habla a través de la experiencia y miedo que tal

vez

todos

los

niños

experimentaron pero no se atrevieron a expresar. Entre las horas del desafió, hasta que la luna esta llena. Iremos conociendo este pueblo, la magia, la realidad, los pobres, los ricos, irán transportando al lector a una ciudad como todas las ciudades de la Costa, donde se menospreciaba a la gente de la sierra aindiada y mucho más a los que venían desde pueblos pequeños. El narrador se valdrá de los recuerdos de su infancia, para dialogar con el lector, para reflexionar sobre una situación que tal vez nunca entenderemos, ni el lector ni el autor, ni los pequeños colegiales. Así Arguedas me acercará más a sus recuerdos, me mostrará, el Perú, me hará identificarlo, a través de lo que sé de él como autor de este cuento junto a Salcedo, ya que este aunque no era indio hablaba como un inca conoceré entonces ese período, ese colegio, y el pueblo de Ica borrando las barreras de la distancia, gracias a Jose Maria no tendré que tomar el avión para afirmar que la injusticia, la violencia, en Centro como en Sur América es una herencia maldita que dejo la conquista, que no se

puede separar de los seres de este relato por ninguna razón aunque pertenezcan al siglo XX o a este siglo, y aunque la influencia extranjera los hace más modernos, pueden ser los años 30 o los 40; es un mundo donde la naturaleza del hombre lucha por sobrevivir. Las aguas de la laguna de Huacachina resucitan a los oprimidos, al estímulo de tanto fuego, de tan extraño mundo sienten ser curados, Y los olvidados vuelven por años desde lejanas ciudades. Para chapotear en esas aguas milagrosas. Orovilca significa en quechua: gusano sagrado. Es la laguna más lejana de la ciudad, esta en el desierto. En los límites del valle. Wilster tenía ojos un poco saltones, era alto fornido, el más corpulento de los alumnos del quinto año. El chaucato que denunciaba a la serpiente? Munate era amigo de Wilster. Eran en total 28 internos, los apodos son parte de la vida de este pueblo a Goméz lo llamaban: el cetrino. Al profesor de historia lo llamaban: camión. Luego continúan desfilando los personajes de aquel pueblo por ejemplo la banda municipal, los grupos de jóvenes que llenaban las aceras, las grandes familias, la moda, los hijos de la gente adinerada, el parque principal, los barrios y sus plazas, las plantas, la luna, los pájaros, las serpientes, las aceras, las casas de un solo piso pintadas

cada una de un color diferente, los bancos de madera, a la hora de la retreta los parques silenciosos, las carteleras del cine, las lagunas que rodean el valle de Ica, la tierra cultivable de los oasis, el lago rodeado de residencias y hoteles cuyos patios han cultivado flores y árboles.