Lengua

Actividad 1 (Semana del 23 – 26 de junio) LLEGÓ EL AUTOMÓVIL Carlos Coriolano Amador en 1899 el hombre más rico de Antio

Views 170 Downloads 3 File size 76KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Actividad 1 (Semana del 23 – 26 de junio) LLEGÓ EL AUTOMÓVIL Carlos Coriolano Amador en 1899 el hombre más rico de Antioquia trajo de Francia el primer carro que rodó en Colombia el carro desembarcó en Puerto Colombia llegó en cajas desde París y tomó el rumbo del río Magdalena hasta Puerto Berrío de allí siguió a Medellín a lomo de mula pero en Barbosa la recua no pudo seguir y el final del recorrido tuvo que hacerse en andas El carro era un De Dion Bouton pequeño automóvil francés de dos puestos de fabricación tan incipiente como lo era la industria automotriz en el momento Carlos Coriolano Amador precavido le importó también chofer francés Él fue todo un acontecimiento en la ciudad el 19 de octubre de 1899 día en el que también estallaba la Guerra de los Mil Días cuando Amador salió de su casa de la Calle de Palacé que se conocía como "Palacio Amador" muchos curiosos se apostaron en la calle para ver el extraño artefacto y su elegante chofer contratado por Amador en Francia Años después cuando el auto no era ninguna rareza gracias a que varios habían sido importados ya se inició algo parecido a una fiebre de automovilismo las carreras se efectuaban en un descampado llamado el "Frontón del Jai Alai" Para 1916 había unos 13 automóviles registrados en Medellín frente a 60 coches tirados por caballos En 1909 13 pudientes ciudadanos de la naciente villa juntaron tres mil dólares para traer de los Estados Unidos el primer Pulman que pisó suelo colombiano. ("La Revista" de El Espectador, No. 53, 22 de julio de 2001.) 2. Escribo de la forma más ordenada el párrafo # 1 y utilizo los signos de puntuación correspondientes:

Carlos Coriolano Amador. En 1899 el hombre más rico de Antioquia trajo de Francia el primer carro que rodó en Colombia. El carro desembarcó en Puerto Colombia. Llegó en cajas desde París y tomó el rumbo del río Magdalena hasta Puerto Berrío. De allí siguió a Medellín a lomo de mula, pero en Barbosa la recua no pudo seguir y el final del recorrido tuvo que hacerse en andas. El carro era un De Dion Bouton, pequeño automóvil francés de dos puestos, de fabricación tan incipiente como lo era la industria automotriz en el momento. Carlos Coriolano Amador, precavido, le importó también chofer francés. El fue todo un acontecimiento en la ciudad el 19 de octubre de 1899, día en el que también estallaba la Guerra de los Mil Días. Cuando Amador salió de su casa de la Calle de Palacé, que se conocía como alacio Amador, muchos curiosos se apostaron en la calle para ver el extraño artefacto y su elegante chofer, contratado por Amador en Francia. Años después, cuando el auto no era ninguna rareza, gracias a que varios habían sido importados ya, se inició algo parecido a una fiebre de automovilismo. Las carreras se efectuaban en un descampado llamado el "Frontón del Jai Alai". Para 1916, había unos 13 automóviles registrados en Medellín, frente a 60 coches tirados por caballos. En 1909, 13 pudientes ciudadanos de la naciente villa juntaron tres mil dólares para traer de los Estados Unidos el primer Pullman que pisó suelo colombiano. 3. Escribo el significado cada una de las siguientes palabras teniendo en cuenta el texto en contexto (contextualización): 5. “Le importó también chofer francés” las palabras subrayadas se refieren: A. Recua: son un conjunto de caballerías. A. Carlos Coriolano. B. Precavido: persona cautelosa que prepara las cosas B. De Dion Bouton. que necesita con antelación. C. Frontón del Jai Alai. C. Apostaron:colocar a alguien en un lugar para que vi D. Descapotado.

gile o actúe

4. “De allí siguió a Medellín a lomo de mula, pero en Barbosa la recua no pudo seguir y el final del recorrido tuvo que hacerse en andas. La coma antes de la palabra, pero, se denomina: A. Coma aclaratoria. B. Coma explicativa. C. Coma adversativa. D. Coma extensiva.

6. Él fue todo un acontecimiento en la ciudad, la palabra subrayada se refiere: A. carro tirado por bestias. B. Pulman. C. Amador. D. El carro.

7. Al mencionar el estallido de la Guerra de los Mil Días en el texto, el autor pretende: A. Destacar su influencia en la llegada del automóvil. B. Señalar el contraste con la Europa industrializada. C. Mostrar como hecho curioso la coincidencia de fechas. D Destacar la importancia del automóvil en las batallas. 8. En el texto, cuando se menciona "la naciente villa" se está haciendo referencia: A. Puerto Berrío. B. Barbosa. C. París. D. Medellín. 9. En el texto Llegó el automóvil, la función del título es: A. Evocar la información publicada en un texto anterior. B. Completar la información que aparece a continuación. C. Corregir la información equivocada que contenga el texto. D. Indicar el contenido de la información que le sigue. 10. Varios habían sido importados, la palabra subrayada hace referencia: A. Choferes. B. Descapotados. C. Autos. D. Automóviles de carreras. 11. El primer Pulman que pisó suelo colombiano, la palabra Pulman se refiere a: A. Carro acolchado B. Coche cama C. Carro confortable D. Carro descapotado 12. El tipo de carro que había antes que Carlos Coriolano Amador importara de Francia un carro era: A. De tracción. B. A gasolina. C. Automóviles. D. Descapotados. 13. Se puede inferir de la lectura que el Pulman, llega a Colombia en el siglo: A. XVIII. B. XX. C. XXI. D XIX.

14. Escribo las comas y los puntos al siguiente párrafo: Años después, cuando el auto no era ninguna rareza, gracias a que varios habían sido importados, ya se inició algo parecido a una fiebre de automovilismo. las carreras se efectuaban en un descampado llamado el "Frontón del Jai Alai" . Para 1916, había unos 13 automóviles registrados en Medellín, frente a 60 coches tirados por caballos. en 1909, 13 pudientes ciudadanos de la naciente villa juntaron tres mil dólares para traer de los Estados Unidos el primer Pulman que pisó suelo colombiano. TEXTOS CONTINUOS Y DISCONTINUOS Actividad 1 (Semana del 23 de junio – 3 DE julio) EL GATO NEGRO No espero ni pido que nadie crea el extravagante, pero sencillo relato que me dispongo a escribir. Loco estaría, de veras, si lo esperase, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Sin embargo, no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero mañana moriré, y hoy quiero aliviar mi alma. Mi propósito inmediato es presentar al mundo, clara, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de estos episodios me han aterrorizado, me han torturado, me han destruido. Sin embargo, no trataré de interpretarlos. Para mí han significado poco, salvo el horror, a muchos les parecerán más barrocos que terribles. En el futuro, tal vez aparezca alguien cuya inteligencia reduzca mis fantasmas a lugares comunes, una inteligencia más tranquila, más lógica y mucho menos excitable que la mía, capaz de ver en las circunstancias, que detallo con temor, sólo una sucesión ordinaria de causas y efectos muy naturales. Desde la infancia me distinguía por la docilidad y humanidad de mi carácter. La ternura de mi corazón era incluso tan evidente, que me convertía en objeto de burla para mis compañeros. Sobre todo, sentía un gran afecto por los animales, y mis padres me permitían tener una gran variedad. Pasaba la mayor parte de mi tiempo con ellos y nunca me sentía tan feliz como cuando les daba de comer y los acariciaba. Este rasgo de mi carácter crecía conmigo y, cuando ya era hombre, me proporcionaba una de mis principales fuentes de placer. Aquellos que han sentido afecto por un perro fiel y sagaz no necesitan que me moleste en explicarles la naturaleza ni la intensidad de la satisfacción así recibida. Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la mezquina amistad y frágil fidelidad del hombre. Me casé joven y tuve la alegría de descubrir que mi mujer tenía un carácter no incompatible con el mío. Al observar mi preferencia por los animales domésticos, ella no perdía oportunidad de conseguir los más agradables de entre ellos. Teníamos pajaritos, peces de colores, un hermoso, pero, conejos, un mono pequeño y un gato. Este último era un hermoso animal, notablemente grande, completamente negro y de una sagacidad asombrosa. Al referirse a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era un poco supersticiosa, aludía con frecuencia a la antigua creencia popular de que todos los gatos negros eran brujas disfrazadas. No quiero decir que lo creyera en serio, y sólo menciono el asunto porque lo he recordado ahora por casualidad. Pluto - Tal era el nombre del gato- era mi predilecto y mi camarada. Sólo yo le daba de comer y él me acompañaba en casa por todas partes. Incluso me resultaba difícil impedir que me siguiera por las calles. Nuestra amistad duró, así, varios años, en el transcurso de los cuales mi temperamento y mi carácter, por medio del demonio y la intolerancia (y enrojezco al confesarlo), habían empeorado radicalmente. Día a día me fui volviendo más irritable, malhumorado e indiferente hacia los sentimientos ajenos. Me permitía usar palabras duras con mi mujer. Por fin, incluso llegué a infligirle violencias personales. Mis animales, por supuesto, sintieron también el cambio de mi carácter. No sólo los descuidaba, sino que llegué a hacerles daño. Hacia Pluto, sin embargo, aún sentía el suficiente respeto como para abstenerme de maltratarlo, como hacía, sin escrúpulos, con los conejos, el mono, y hasta el perro, cuando por accidente, o por afecto, se cruzaban en mi camino. Pero mi enfermedad empeoraba- pues ¿qué enfermedad es comparable con el alcohol? -, y al fin incluso Pluto, que entonces envejecía y, en consecuencia, se ponía irritable, incluso Pluto empezó a sufrir los efectos de mi mal humor. Una noche, al regresar a casa, muy embriagado, de uno de mis lugares predilectos del centro de la ciudad, me imaginé que el gato evitaba mi presencia. Lo agarré y, asustado por mi violencia, me mordió levemente en la mano. Al instante se apoderó de mí la furia de un demonio. Ya no me reconocía a mí mismo. Mi alma original pareció volar de pronto de mi cuerpo; y una malevolencia, más que diabólica, alimentada por la ginebra, estremeció cada fibra de mi ser. Saqué del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí, sujeté a la pobre bestia por la garganta y ¡deliberadamente le saqué un ojo! Siento vergüenza, me abraso, tiemblo mientras escribo de aquella condenable atrocidad. Cuando con la mañana mi razón retornó, cuando con el sueño se habían pasado los vapores de la orgía nocturna, experimenté un sentimiento de horror mezclado con remordimiento ante el crimen del que era culpable, pero sólo era un sentimiento débil y equívoco, y no llegó a tocar mi alma. Otra vez me hundí en los excesos y pronto ahogué en vino todo recuerdo del acto. 1. ¿Cómo llama el narrador a los hechos que está relatando? Rta: Narrador testigo o metadiegético

2. ¿Cuál es la terrible enfermedad que lo atormenta? Rta: Era alcohólico 3. ¿Qué le hizo al gato negro? Rta: Lo agarro y saco del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrió, sujeto a la pobre bestia por la garganta y deliberadamente le saco un ojo. 4. ¿Se sintió muy trastornado por sus horribles actos? Rta: experimento un sentimiento de horror mezclado con remordimiento ante el crimen del que era culpable, pero sólo era un sentimiento débil y equívoco. 5. ¿Por qué antes no había atacado al gato negro? Rta: porque le tenía suficiente respeto como para agredirlo. 6. De acuerdo con el concepto de textos discontinuos y continuos crea una versión de texto discontinuo de la lectura “El gato negro”