Lecturas de La Prehistoria Textos Con Preguntas

Geografía e Historia. 1º ESO. Fomento a la lectura. Elena García Marín UN DÍA EN LA PREHISTORIA Toda la tribu duerme e

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Geografía e Historia. 1º ESO. Fomento a la lectura.

Elena García Marín

UN DÍA EN LA PREHISTORIA Toda la tribu duerme en la primera sala de la cueva. El sol empieza a sobresalir por el horizonte y sus rayos despiertan a los miembros de la tribu. Son varias familias, cada una ocupa un rincón diferente de la sala. Se desperezan y salen a calentarse con los primeros rayos del sol. El jefe pronuncia unas pocas palabras y todos se acercan a él, todos menos los ancianos, las mujeres que están amamantando y los niños pequeños. El jefe los conduce por el sendero que baja del promontorio rocoso, continúan por la orilla de un río hasta la desembocadura de éste. Una vez alcanzada la playa la recorren hasta una zona rocosa. La marea está baja y varios peces han quedado atrapados en una charca, circunstancia que aprovechan para pescarlos con ayuda de palos y redes tejidas con esparto. Cuando ya no quedan peces, persiguen cangrejos y se dedican a arrancar mejillones y erizos de mar de las rocas. Se los comen allí mismo; ése es su desayuno. Poco a poco, la tribu se reparte a lo largo de la costa. La mayoría de los niños juegan con las olas a la vez que recogen conchas y caracolas de vivos colores; algunas sirven para hacer collares y otros adornos, pero la mayoría tendrán una función útil como cuencos y cucharas; también guardan las espinas de algunos peces para utilizarlas como agujas de coser. Varios muchachos jóvenes acompañan a un hombre maduro que les enseña a reconocer los cantos rodados de sílex y de cuarcita que utilizarán para fabricar herramientas líticas, o sea de piedra. Otras tres personas están despedazando los peces, quitando las vísceras y lavándolos en el mar. El resto se ha adentrado en tierra, recolectan frutos y buscan palos largos, fuertes y rectilíneos, que son muy útiles como herramientas y como estructura para sus construcciones. Al cabo de un rato, un grito del jefe hace que todos se reúnan y se preparen para la vuelta a la cueva. El pescado y el resto de los alimentos van en grandes cestos hechos de juncos. Las conchas se guardan en zurrones y una piel vieja sirve para envolver las piedras y llevarlas cómodamente. Los palos se atan entre sí y se cargan en las espaldas de los más fuertes. La mañana discurre ociosa en las inmediaciones de la cueva: los niños juegan, los mayores toman el sol, conversan, hacen pequeñas tallas de madera, fabrican collares con caracolillas, comen bayas en la orilla del río…Cuando el sol está en lo más alto, el responsable del fuego coge las ascuas que guarda celosamente entre unas piedras, las aviva y hace una buena hoguera. A continuación, cada uno coge un trozo de pescado, lo ensarta en una vara larga y lo introduce en la lumbre hasta que está en su punto. Una niña no participa en la comida porque está enferma. El día anterior resbaló en el río y en la caída se partió un brazo; la curandera colocó los huesos en su sitio e inmovilizó el brazo con unos palos y con cuerda de esparto. Pero hoy ha amanecido con fiebre alta y tiritando continuamente; la curandera la abriga con todas las pieles disponibles y prepara una medicina para ella: una infusión con corteza de sauce.

Geografía e Historia. 1º ESO. Fomento a la lectura.

Elena García Marín

El jefe ha anunciado que mañana será día de caza y todos están muy atareados con los preparativos. Pretenden cazar un animal grande que les proporcione alimento durante semanas. Los cazadores de la tribu afilan sus lanzas, refuerzan con resina la unión de la madera con las puntas de piedra y fabrican propulsores que aumentan la fuerza del lanzamiento. Practican y mejoran su puntería lanzando sus lanzas contra los troncos de los árboles. Mientras tanto, el experto en herramientas, ha permanecido en la entrada de la cueva golpeando una y otra vez las piedras de las que va sacando útiles muy diversos; varios jóvenes los rodean e intentan reproducir su técnica. Necesitarán muchas herramientas, no sólo las que se utilizan en la caza sino también las que se emplearán después en el despiece del animal, y en el curtido de su piel. La cacería puede durar varios días y se desplazaran todos los miembros sanos y fuertes de la tribu, tanto hombres como mujeres; han de llevar todo lo necesario para un campamento provisional y para el traslado de una posible presa a la cueva. Al caer la tarde, ya terminados todos los preparativos para la cacería, el chamán convoca a la tribu al fondo de la cueva, en el lugar sagrado. En las paredes de la cueva ha realizado unos toscos dibujos de animales salvajes y también en el suelo que rodea la hoguera. Los trazos son de color rojo, hechos con una mezcla de grasa y mineral de hierro. Se trata de caballos salvajes, un gran oso, un bisonte, un mamut… El chamán dibuja también una marca en la frente de todos y hace que beban de una poción que ha preparado; luego, entona una canción, sólo una frase sencilla que repite una y otra vez. La tribu, distribuida en círculo entorno a la hoguera, sigue el ritmo de la canció n golpeado el suelo con la base de sus lanzas. El ritmo se acelera y hombres y niños comienzan a bailar alrededor del fuego. La repetición insistente hace que muchos entren en trance y se agiten frenéticamente. De repente, el chamán da un grito terrorífico y todos lanzan sus lanzas que se hincan en la tierra, justo sobre los animales que pretenden cazar al día siguiente. -

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Leer el texto: Un día en la Prehistoria. Primero lo lee el profesor en voz alta todo seguido. Después lo leen los alumnos de nuevo, se puede ir sacando alumno a alumno y que lean en voz alta un párrafo cada uno. Dictar las siguientes preguntas de comprensión lectora: 1. ¿Qué es una tribu? ¿Dónde vive la tribu? 2. ¿Qué desayunan ese día y cómo han conseguido su alimento? 3. ¿A qué se dedican los niños toda la mañana? 4. ¿Por qué una niña no juega con los demás? ¿Qué le ha pasado y qué solución tiene? 5. ¿Qué herramientas y útiles utilizan en sus diferentes actividades? 6. ¿Qué preparativos tienen que realizar para poder cazar al día siguiente? 7. ¿En qué consistió la ceremonia que hizo el chamán al atardecer y para qué sirve? A continuación, los alumnos en su cuaderno de sociales hacen una redacción de la historia y un comic con varias escenas que la ilustre. Si no lo acaban en clase, que lo terminen en casa.

Geografía e Historia. 1º ESO. Fomento a la lectura.

Elena García Marín

UN DÍA DE CACERÍA EN LA PREHISTORIA Los cazadores, escondidos detrás de unos arbustos, acechan a una manada de bisontes que pasta en la pradera. Están demasiado lejos para que sus lanzas los alcancen. Al intentar acercarse, los bisontes emprenden la huida al trote, pero un ejemplar se ha quedado atrás, está cojo y no puede seguir el ritmo de sus congéneres. Sus lanzas se hincan en su lomo pero no le hieren de gravedad porque están demasiado lejos. El bisonte se revuelve con intención de embestir a los cazadores. Entonces, un cazador provisto de propulsor arroja su lanza que surca veloz el aire y se clava en el cuello del animal, que hinca las rodillas en tierra escupiendo sangre por la boca. A los pocos segundos el bisonte ha muerto. Toda la tribu se reúne en torno al bisonte muerto. Están muy satisfechos. Debe pesar más de una tonelada y les alimentará durante un par de semanas, pero es imposible transportarlo hasta la cueva. Tienen que despedazarlo allí mismo. Con un filo cortante de sílex abren el animal de arriba abajo y con una raedera despegan la piel del bisonte. Un par de hombres se llevan la piel aparte y la limpian de sangre y restos de carne; la colocan extendida sobre un marco de madera y la frotan y frotan para conseguir la textura adecuada. Una mujer despedaza en animal en grandes piezas y varios hombres separan la carne de los huesos. Mientras tanto, unos muchachos han encendido varias hogueras y fabricado unas plataformas sobre las que colocaran los trozos de carne. La carne no se cocina, simplemente se ahuma y se deseca para que no se pudra; así pueden conservarla más tiempo. Otra mujer ha extraído el estómago del bisonte, la vejiga urinaria y algunos fragmentos de intestino con idea de aprovecharlos como recipientes. Uno de ellos servirá para guardar la grasa que usan para sus lámparas y para preparar la pintura de los rituales. Al mismo tiempo, el experto en herramientas hurga en el cadáver para extraer huesos que pueden serle útiles. Lo que queda del cadáver no se va a transportar a la cueva; por eso, los asan en uno de los fuegos y roen los huesos con avidez. Poco dejan para las ansiosas hienas que rodean el campamento humano. ACTIVIDADES: -

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Leer el texto: Un día de cacería. Primero lo lee el profesor en voz alta todo seguido. Después lo leen los alumnos de nuevo, se puede ir sacando alumno a alumno y que lean en voz alta un párrafo cada uno. A continuación, los alumnos en su cuaderno hacen un resumen de la historia y un dibujo que la ilustre.