Las Promesas de Las Instituciones Globales

Las promesas de las instituciones globales Joseph E. Stiglitz, premio nobel de economía en el 2001, es un reconocido eco

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Las promesas de las instituciones globales Joseph E. Stiglitz, premio nobel de economía en el 2001, es un reconocido economista estadounidense que hace fuertes críticas a la globalización, se basa en organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, instituciones encargadas del bienestar económico y social del mundo (transición y desarrollo de mercado, entre otras). Actualmente se desempeña como profesor de economía en Columbia University y escritor, aunque, desempeñó el cargo de vicepresidente del Banco Mundial. La globalización se entiende como: “Proceso por el que las economías y mercados, con el desarrollo de las tecnologías de la comunicación, adquieren una dimensión mundial, de modo que dependen cada vez más de los mercados externos y menos de la acción reguladora de los Gobiernos.” (RAE, s.f.). ¿Qué está pasando con la globalización para qué todo esté funcionando terriblemente mal?, de la noche a la mañana surge esta pregunta y con mayor fuerza en países subdesarrollados. Con la apertura de un comercio internacional que ayudó a países de primera clase a crecer económicamente (ya que se aumenta el número de exportaciones), por otro lado, a países menos desarrollados se ven explotados tanto en sus recursos naturales y humanos (caso de fábricas en occidente como Nike) o la llegada de empresas extranjeras a la economía local dejando casi que fuera del mercado ya que los costos de producción son menores ya que cuentan con mayor tecnología y mayores subsidios. La ayuda exterior, proyectos financiados por el Banco Mundial para expandir la alfabetización en áreas rurales, subsidio para tratamientos contra el sida para minimizar la expansión de la enfermedad han sido uno de los mayores beneficios de la globalización. Aun frente a esta serie de beneficios, para muchos países subdesarrollados la globalización no ha cumplido con sus promesas de beneficio económico. Alarmantes cifras del crecimiento de pobreza a finales del siglo XX, esto como consecuencia de la creciente división entre poseedores y desposeídos dejando así una mayor cantidad de personas (por lo general de países tercermundistas) obligadas a vivir con menos de un dólar por día; se ve reflejado en países como África donde hubo un crecimiento de cien millones de personas en el transcurso de un siglo, sucediendo esto mientras la renta mundial crecía un promedio de 2,5 anual. En África, sufren de desigualdad sin importar las políticas económicas implementadas, se llega siempre al estado de quiebra ya que no cuentan con el factor más apremiante en el desarrollo de un país, la inversión, sin este factor el que salgan de la situación de pobreza es casi imposible y las instituciones encargadas de solucionar este problema les es indiferente, ya que economías más fuertes como Estados Unidos o Europa sacan provecho de esto. De las palabras de Stiglitz: “La globalización no ha conseguido reducir la pobreza, pero tampoco garantizar la estabilidad.” (Stiglitz, 2002), conclusiones que adquiere al ver cómo son afectadas las economías pequeñas por las monedas emergentes ocasionando debilidad en mercados más pequeños. El cambio de modelos económicos en países comunistas como Rusia no ha resultado tan bien, la transición del socialismo al mercado abierto arruinó y llevó a la pobreza ya que aunque ellos

cumplían con lo que se quedó acordado (eliminar las barreras comerciales) los países desarrollados hacían caso omiso y le negaban las posibilidad de exportar productos agrícolas volviendo nulo los beneficios de exportaciones y llevando a una pobreza generalizada a toda esa comunidad. Estos actos no solo afectaron a los países subdesarrollados, también afecta en el caso de Estados Unidos a los estadounidenses ya que los consumidores se ven obligados a costear los altos precios y subsidiar subsidios por de miles de millones de dólares (es el momento en que los países industrializados siguen subsidiando la agricultura y dificultando la competencia de los países pobres). Hay que sumar las practicas que empezaron a practicar los bancos occidentales al beneficiarse por la volatilidad del mercado, apreciando y despreciando monedas, el dinero caliente que nace de la especulación creando dinero falso el cual entra y sale de la economía sin tener un flujo en la economía real, pero esta salida del dinero lo que ocasionó fueron divisas colapsadas y sistemas bancarios debilitados. La creación de nuevos proyectos agrícolas y estructurales pensados por Occidente y financiados por el Banco Mundial se ven en fracaso, porque a pesar de su implantación se ven inmersos en una deuda con el banco mundial que no deja prosperar; la falta de cultura es uno de los mayores factores para la implementación de nuevos sin sistemas y es un factor que el Occidente desprecia. En consecuencia, el precio real ha sido superior, el medio ambiente destruido. Las manifestaciones en contra de la globalización son cada vez más seguidas, pero aquí es donde está el problema, el punto de vista, puesto que los manifestantes ven la realidad y políticos ven a su acomodo financiero, los fenómenos y datos globales deberían ser los mismos a las percepciones de todo el mundo, pero el peso del dinero no deja implementar las políticas adecuadas para el beneficio colectivo. Porque así de qué sirve que se hayan superado las fronteras, que los precios del transporte y comunicación hayan bajado tanto, de qué puede servir el constante flujo de bienes, servicios, capitales y conocimiento si el propósito es ser la potencia para beneficiarse a cuestas de los otros. Por esto se ve la necesidad de crear nuevas instituciones internacionales intergubernamentales como la ONU (procura mantener la paz), OIT (promueve en todo el mundo la consigna trabajo digno) y la OMS (mejorar las condiciones sanitarias del mundo subdesarrollado). El autor, a lo largo del texto se ocupa especialmente del fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, puesto que las cuestiones económicas de las últimas dos décadas han sido el centro y las encargadas de tomar las decisiones. Tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial fueron secuelas de la II Guerra Mundial y nacieron con el propósito de “El Fondo Monetario Internacional (FMI) promueve la estabilidad financiera y la cooperación monetaria internacional. Asimismo, busca facilitar el comercio internacional, promover un empleo elevado y un crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza en el mundo entero. El FMI es administrado por los 189 países miembros a los cuales les rinde cuentas.” (FMI, s.f.) y el Banco Mundial “La principal función del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), más conocido como Banco Mundial, es el financiamiento a escala internacional de actividades relacionadas con el desarrollo de sus países miembros. La política crediticia de esta institución financiera se orienta hacia el otorgamiento de préstamos a proyectos concretos que beneficien a los países en vías de desarrollo y promuevan la productividad agropecuaria, el desarrollo rural y urbano, la conservación del ambiente, la

producción de energía o la construcción de obras de infraestructura para mejorar la salud, la educación y las condiciones de vida.” (porques, s.f.). Tareas como impedir una nueva depresión global se le entregó al fondo Monetario Internacional, esto generará la presión para aquellos países que no cumplan con la responsabilidad de mantener sus economías, brindando así préstamos a países que no puedan sostener su economía y sus propios recursos no ayuden a en la demanda agregada del país; hoy en día el FMI aporta el dinero sí y sólo sí se emprenden políticas públicas para recortar la economía (recortando los déficits, aumentar impuestos o tipos de interés). Hacia los años de los ochentas se dio la predicación de una nueva ideología en el libre mercado, el fondo monetario internacional y el banco mundial fueron los encargados de llevar esto a los países más pobres, así los países que querían subsidio de las instituciones debían entrar en el libre mercado. Al hacer cambio de presidencia en el Banco Mundial el banco mundial fue mucho más allá de los préstamos para empezar a financiar proyectos como carreteras o embalses y suministró el apoyo de manera completa en modo de préstamos de ajuste estructural, claro, con la aprobación del Fondo Monetario Internacional (desde que el país involucrado cumpliera con las condiciones impuestas para no tener una inflación tan fuerte y mejores condiciones económicas). Cuando la crisis económica mundial se agudizó el Fondo Monetario Internacional se vio obligado a pedir préstamos por miles de millones de dólares al Banco Mundial como ayuda de emergencia, pero sin quitarle poder en las decisiones al FMI. Pero las cosas cambiaron como lo indica Stiglitz así: “Se suponía que el FMI se limitaba a las cuestiones macroeconómicas del país en cuestión, a su déficit presupuestario, su política monetaria, su inflación, su déficit comercial, su deuda externa; y se suponía que el BM se encargaba de las cuestiones estructurales: a qué asignaba el Gobierno el gasto público, las instituciones financieras del país, su mercado laboral, sus políticas comerciales. Pero el FMI adoptó una posición imperialista: como casi cualquier problema estructural podía afectar a la evolución de la economía, y por ello el presupuesto o el déficit comercial, creyó que prácticamente todo caía bajo su campo de acción. A menudo se impacientaba con el Banco Mundial, donde incluso en los años donde la ideología del libre mercado reinó sin disputa había frecuentes controversias sobre las políticas que mejor encajarían con las condiciones del país.” (Stiglitz, 2002). El Fondo Monetario internacional sigue sin cumplir su misión de aportar dinero a países para que atraviesen las coyunturas y llegar al pleno empleo, pero la tarea no la están haciendo nada bien, en los últimos 50 años las crisis en el mundo han sido más fuertes y más profundas y no es solo por hablar, las cifras muestran que casi un centenar de países han entrado en crisis, y, sin embargo, las políticas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional sobre todo anticipar la liberación de mercados capitales, contribuyendo así a la inestabilidad global. Los esfuerzos por sacar a un país de crisis hacían lo contrario a lo pensado, en vez de estabilizar la situación en la mayoría de casos la empeoraban, especialmente a los más pobres, sin dejar atrás que tampoco pudo cumplir la tarea de dar una buena orientación a países comunistas hacia la economía de mercados. Las instituciones están dominadas por países industrializados y a parte de esos los más ricos, debido a estas condiciones es que las políticas implementadas van en beneficio de los más ricos y dejando más pobres a los pobres, hay que tener también presente el cómo escogen los presidentes que es uno de los puntos que más simboliza problemas ya que los mayores problemas se presentan en países subdesarrollados pero vemos que son siempre representados por los países ricos que no

tienen nada que ver con los problemas del mundo real. Dichos representantes, además, son elegidos a puertas cerradas y jamás se ha considerado un requisito que el presidente posea alguna experiencia sobre el mundo en desarrollo. El efecto neto de las políticas estipuladas por el consenso de Washington ha sido favorecer a las minorías a expensas de la mayoría (a los ricos a expensas de los pobres). Como enuncia Stiglitz, “La globalización en sí misma no es buena ni mala. Tiene el poder de hacer un bien enorme, y para los países del Este asiático, que han adoptado la globalización bajo sus propias condiciones y a su propio ritmo, ha representado un beneficio gigantesco, a pesar del paso atrás de la crisis de 1997. Pero en buena parte del mundo no ha acarreado beneficios comparables. Y a muchos les parece cercana a un desastre sin paliativos.” (Stiglitz, 2002). En conclusión, la globalización puede ser rediseñada y se debe hacer de una manera más justa que afecte principalmente a los más pobres para alcanzar así una sociedad menos desigual, con un índice de Gini nulo; así sí mi gustaría ver la globalización cuando todos se rindan cuentas a todos, no a intereses de los ricos.

Referencias FMI. (s.f.). Fondo Monetario Internacional. Obtenido de http://www.imf.org/es/About/Factsheets/IMF-at-a-Glance porques, L. (s.f.). Obtenido de http://www.losporques.com/economia/por-que-se-creo-el-bancomundial.htm RAE. (s.f.). DREA. Obtenido de http://dle.rae.es/?id=JFCXg0Z Stiglitz, J. E. (2002). El malestar en la globalización. En J. E. Stiglitz, El malestar en la globalización (pág. 40). Santillana Ediciones Generales, S.L.