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• Luis Carlos Asmat Estrada

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ITESM Campus Morelia Historia de la Arquitectura y la Ciudad III Prof: Dra. Eska Elena Solano Araceli Martínez González Matricula: A01066866 Resumen Fecha: 14 de Junio de 2018 Las  siete lamparas de la Arquitectura.  John Ruskin.  Introducción: Las siete lámparas de la arquitectura, el autor divide el tema en 7lamparas: sacrificio, verdad, poder, belleza, vida, memoria y obediencia, que son valores y aspectos esenciales que él considera para la arquitectura. Él nos dice que un proyecto para ser completamente bueno solo necesita de una cosa que el ser humano “Sepa lo que tiene que hacer y lo haga”. Ruskin considera que la restauración es la más completa destrucción que puede sufrir un edificio. Restaurar un monumento es destruirlo para crear falsas copias e imitaciones. Lo que debemos hacer con edificios ya construidos es velar con vigilancia sobre un viejo edificio; conservarlo como mejor se pueda y por todos los medios, no debemos preocuparnos por la falta de recursos, nos da el ejemplo de que más vale una muleta que la pérdida de un miembro. Y además debemos hacer todo con ternura, con respeto y una vigilancia incesante y todavía más de una generación nacerá y desaparecerá a la sombra de sus muros. Para que así en su última hora sonará, pero que suene abierta y francamente y que ninguna intervención deshonrosa y falsa venga a privarla de los honores fúnebres del recuerdo" La lámpara del Sacrificio: En esta lámpara Ruskin inicia su libro definiendo la arquitectura que es el arte que dispone y adorna los edificios de modo que estos contribuyan a la salud mental, poder y placer del hombre que lo admira, toda arquitectura propone un efecto espiritual y no un mero servicio material al hombre. Mientras que remarca la diferencia entre construir y hacer arquitectura; Construcción: construir es el armar o juntar las partes de un edificio, es decir que un edificio se sostenga, flote o este suspendido. La construcción nunca llega a ser arquitectura, construir el tener una piedra y crear un muro con ella, muestras que la arquitectura es añadir molduras y decoraciones a esa piedra.

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Además, divide las obras arquitectónicas en 5 rubros según el objetivo de la obra: 1.- Piadosa: que incluye todas las construcciones erigidas en honor o servicio de dios. 2.-Conmemorativa: que incluye monumentos y tumbas. 3.-Civil: que incluye todos los edificios levantados por naciones o sociedades para diversión y asuntos corrientes. 4.- Militar: que incluye toda la arquitectura pública y privada de defensa. 5.- Domestica: que incluye toda categoría y tipo de vivienda.

El autor considera que las personas nos movemos por el ofrecimiento de una cosa preciosa, porque es preciosa no porque sea útil o necesaria. Ejemplo mármol dos iguales de preciosos y duraderos, pero de diferente lugar y nos hace escoger el más costoso. En los tiempos modernos es todo lo contrario puesto que lo que se quiere es producir los mayores resultados, con el mínimo de costos. Ruskin establece que el sacrificio es un regalo u ofrenda que se le hace a Dios, y sobre ello dice: nunca ofreceré al señor mi dios de lo que no me cuesta nada, con esto quiere decir que tenía que costar el obtener algo, y que siempre era importante intentar aún mas allá de lo que uno puede hacer, con esto nuestro sacrificio o lo que batallemos se lo estamos ofreciendo a Dios y este nos lo recompensara y además, cualesquiera que sean las ofrendas que decidamos presentar a Dios hoy como en el pasado, su aceptación dependerá de que sean las mejores de su género. Con respecto a la Arquitectura, no es una cuestión de cuanto debemos hacer, sino de lo que debe hacerse, para llegar a ser buen arquitecto tienes que trabajar hacia el más alto reto, ya que nadie es tan buen arquitecto como para trabajar por debajo de sus posibilidades. No se trata de cuanto es lo que haremos, sino como lo haremos, esto es que, debemos concentrarnos en hacer bien las cosas y no pensar tanto en cuanto nos costara; para tener un buen proyecto no se trata de gastar demasiado capital sino de saber cómo hacerlo, por ejemplo no se tiene que llenar de capiteles de piedra maciza y gastar en el mejor escultor, o por el contrario, hacerlos todos pero con materiales y manos de obra baratos y sin ninguna experiencia, sino de hacer unos solo pero hacerlo lucir, con buena mano de obra y buen material.

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Dice que es nuestra obligación como arquitectos saber mediar y si tenemos algo bueno, por muy poca cosa que sea, hacerla lucir. Es mejor una obra inconclusa que mal terminada. Tenemos que evitar ver las cosas como “trabajo extra”, más bien tendríamos que tomarlo como un medio para evitar quedar decepcionado de lo que resulto de nuestro trabajo. De aquí que hay dos grandes condiciones impuestas por el espíritu de sacrificio; primera, que hemos de hacer todo del mejor modo posible; y la segunda, que hemos de considerar el aumento de trabajo visible como un incremento de la belleza del edificio. Cuando hablamos de la ornamentación nos podemos dar cuenta que en algunos casos es muy sobrecargada y nos damos cuenta que cuando es buena, no necesita estarlo, lo está solo cuando es mala. No necesariamente por estar bien cargada la decoración llama más la atención de la que no lo está, al contrario, la obra que no esta tan recargada es porque tiene algo más valioso que mostrar, esto es, puede prescindir de ella, esa es realmente el buen diseño, es decir, el ornamento no podrá estar sobrecargado cuando sea bueno, pero lo estará siempre que sea malo. Esta lámpara nos induce a ofrendar bienes preciosos o los mejores de su especie: elegir por su calidad y no por cantidad, y el Sacrificio con que realizamos nuestro trabajo que dará recompensas mas tarde.

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