La vendedora de rosas: guión cinematográfico

La vendedora de rosas –GUIÓN CINEMATOGRÁFICO– Víctor Gaviria Carlos Henao Diana Ospina Gaviria, Víctor, 1955La vended

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La vendedora de rosas

–GUIÓN CINEMATOGRÁFICO– Víctor Gaviria Carlos Henao Diana Ospina

Gaviria, Víctor, 1955La vendedora de rosas. guión cinematográfico / Víctor Gaviria, Carlos Henao y Diana Ospina. -- Medellín : Fondo Editorial Universidad EAFIT, 2012. 256 p. ; 24 cm.--Ediciones Universidad EAFIT 1. Cine – Colombia – Argumentos, tramas, etc. 2. Guiones cinematográficos. 3. Películas cinematográficas. 4. Niños y violencia – Medellín (Colombia). I. Henao, Carlos. II. Ospina, Diana. III. Duque Naranjo, Lisandro, Prol. IV. Tít. 791.437 cd 21 ed. G283 Universidad EAFIT-Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas

La vendedora de rosas –GUIÓN CINEMATOGRÁFICO– Primera edición: diciembre de 2012 © Víctor Gaviria © Carlos Henao © Diana Ospina © Corporación Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia © Fondo Editorial Universidad EAFIT Cra. 48A No. 10 sur - 107. Tel. 261 95 23 www.eafit.edu.co/fondoeditorial Correo electrónico: [email protected] Bocetos del vestuario: Ricardo Duque, 1996 Fotografías: Eduardo Carvajal Editado en Medellín, Colombia

Contenido

Prólogo al guión de La vendedora de rosas Lisandro Duque Naranjo ..........................................................

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Relato inicial de La vendedora de rosas Víctor Gaviria ........................................................................ 11 La vendedora de rosas (1996) Sinopsis................................................................................ 21 Ficha técnica ........................................................................ 23 Reparto ................................................................................ 24 La vendedora de rosas –guión cinematográfico– ........................ 25 Vestuario y fotografías .......................................................... 184 Premios ................................................................................ 193 222 Conversación con los guionistas de La vendedora de rosas Pedro Adrián Zuluaga.............................................................. 195 Conversaciones de Víctor Gaviria con las jóvenes de La vendedora de rosas ..................................................................... 225

Llega un cliente en un carro y Anderson se va en su bicicleta para atenderlo. ANDERSON Espéreme aquí que yo ya vengo.

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SECUENCIA 33 EXTERIOR - NOCHE - CALLE - CERCANA A LAVAMATIC CARRERA 70 Robin, Chocolatina y Anderson se acercan a atender al cliente, que es un profesor universitario, se alegran de verlo y lo saludan con choques de manos. PROFESOR ¡Qué hubo pues muchachos! Chocolatina se sienta en la silla de adelante del carro. CHOCOLATINA ¿Cómo es la cosa, pues? ¿Cuándo nos va a pagar la plata que nos debe hermano? PROFESOR ¡Pero yo no les debo nada! Si esos últimos gramos que les había fiado se los cancelé a Robin el sábado pasado. ¿Sí o no Robin? CHOCOLATINA Sí pero esa entrevista que una amiga suya nos hizo, ¿qué? Ella nos dio una chichigua y nos dijo que después nos traía el resto y se perdió. ¡Esa si es mera torcida!

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PROFESOR ¡Frescos, que yo se los pago! Es que ella ha estado muy ocupada. Yo mañana paso con ese resto y les doy la liga del 24. ¡Seguro muchachos! Robin, que está afuera, ve llegar dos motos de policías con intenciones de dirigirse al carro. El profesor los ve también por el retrovisor. Robin reacciona asustado y se monta también en el carro del profesor. ROBIN ¡Ábrase pues hermano que nos van a coger y estoy cargado! Se cierran las puertas de golpe y el profesor acelera.

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SECUENCIA 34 EXTERIOR - NOCHE - CALLE CERCANA A LAVAMATIC CARRERA 70 Anderson no se alcanza a montar en el carro. Se dirige hacia donde está Mónica y se descarga de la botella de sacol. ANDERSON En la jugada que ahí están los tombos. Si me coge la ley me lleva comida. La policia irrumpe bruscamente y le hace una requisa a Anderson, luego le quitan a Mónica la botella de sacol, la quiebran y le prenden un fósforo, luego se van. ANDERSON ¡Cuál, esas gonorreas ya perdieron el año conmigo! MÓNICA ¡Qué hijueputas! ¡Como a ellos no les cuesta nada!

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ANDERSON Pero esas no son penas, mire lo que tengo aquí. Anderson le muestra a Mónica el radiecito de plástico que tiene en la mano, se ríe mientras abre el lugar de las pilas donde ha escondido los cigarrillos de bareta. Mónica también se ríe. Anderson prende orgulloso un bareto y saca de una jardinera de una casa una botella de sacol, se da un plón largo, vuelve y se ríe. ANDERSON Uhm, ya Robin perdió el año con este sacol. Venga mi amor, perdámonos de aquí y conversemos un rato. Anderson abraza a Mónica y se van juntos conversando por la acera con la bicicleta. Pasan por donde está Yudy con Jorge. Mónica le hace un gesto a Yudy con la mano. MÓNICA ¡Yudy todo bien!

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SECUENCIA 35 EXTERIOR - NOCHE - CARRERA 709 Jorge es un muchacho de unos veinte años, de pelo largo y ojos claros, que también se alegra de ver a Yudy. JORGE Está muy bonita hoy, ¿cuándo es que vamos a salir juntos, pues?

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Secuencia no rodada.

YUDY ¿Sabe qué hermano? Caiga mañana a la pieza del centro y lleva el conjunto suyo para que armen la rumba que nosotras vamos a hacer un bailecito. Yudy ve aparecer el carro de Norvey, quien la está buscando. Se esconde detrás de los vallenateros. YUDY ¡Qué hijueputa tan cansón, no me deja tranquila ni un día!

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SECUENCIA 36 EXTERIOR - NOCHE - CERCA A SAN JOAQUÍN - CARRERA 70 Frente a la iglesia de San Joaquín el profesor detiene su carro pero Chocolatina y Robin no se quieren bajar. Han quedado excitados con la aventura que acaban de pasar. ROBIN ¡Cuál, deja de ser torcido! Llevanos a dar una vuelta por la ciudad a ver los alumbrados. PROFESOR No pelaos, hoy no puedo llevarlos. Mi esposa me está esperando. Pero seguro que mañana los ligo. CHOCOLATINA ¡Ah, dejá de ser picao! Vamos pues al Pueblito Paisa. El profesor abre las portezuelas y niega con la cabeza. CHOCOLATINA ¡Qué va! Vos sos mero torcido, ¡perdete pues!

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Robin y Chocolatina se bajan de mala gana del carro, pero al final aceptan despedirse amistosamente de él, con el mismo choque de manos. Ven despegar el carro. ROBIN ¡Ah, cuál, yo no voy a seguir trabajando! ¡Nos vamos a enrumbar ya!

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SECUENCIA 37 EXTERIOR - NOCHE - CARRERA 70 La Cachetona está tomándose un guaro en un puesto cerca de donde está Andrea, que está jugando con el yoyo de colores fosforescentes y terminando de fumarse un bareto. Le pasa la chicharra a la Cachetona, mientras tose ahogada por el humo.

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SECUENCIA 38 EXTERIOR - NOCHE - CARRERA 70 Mónica camina por la 70 abrazada a Anderson. Anderson se da un plon de sacol y mira el reloj que le ha mostrado Mónica. ANDERSON Oiga mamita, ¿éste es mi traído? Mónica lo mira a los ojos. MÓNICA ¡Claro! Pero yo no se lo voy a dar ahora, se lo entrego mañana 24. Mire que dibujitos tan lindos. Anderson besa a Mónica.

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SECUENCIA 113 EXTERIOR - NOCHE - CALLE - PARQUE SÚPER Mónica observa ensimismada a Yudy y a Norvey hablar cerca al carro viejo. NORVEY ¿Entonces qué?, ¿nos vamos pa’ la fiesta donde su mamá? YUDY Pero... es que no tengo nada para llevarle... Andrea llega asustada interrumpiendo a Yudy. NORVEY ¿Qué hubo pelaíta... usted que se había hecho? ANDREA ¡Ay... no!... ¡es que casi me matan! ¡Vámonos de aquí! NORVEY ¿Qué le paso pues? ANDREA ¡No... por allí hubo una balacera! ¡Yo me quiero ir ya! Mónica con la mirada apagada y con su botella de sacol en la boca, le habla con lentitud. MÓNICA Yo... la acompaaaño... Andreeea ... la acompaño... NORVEY Entonces... ¡súbanse pues! Norvey se va abrir la portezuela y Yudy aprovecha para mostrar el hombro a las muchachas. YUDY ¡Miren... la chamba que me hizo un sádico!

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ANDREA Y... ¿por qué? YUDY Ah...me iba a violar... ¡pero yo chucé a esa gonorrea! Andrea horrorizada le mira la herida. YUDY No diga nada... Yudy y Andrea se montan en el carro. Yudy acosa a Mónica que se acerca con lentitud.

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SECUENCIA 114 EXTERIOR - NOCHE - PUENTE DE LA 70 - LA IGUANÁ Jovany está en el puente de la 70 y le pone la mano a un taxi que sigue derecho sin parar. El Zarco está al otro lado del puente, en un prado, después de la baranda. ZARCO ¡Qué le pasa, guevón! ¡Cuál es el visaje! ¡Cójalos de una, carechimba! JOVANY Fresco, hermano, deje de ser asado... El carro antiguo de Norvey aparece en el puente. Jovany le pone también la mano, pero el carro sigue hasta detenerse frente a la entrada del barrio. ZARCO ¡Paró, paró, marica! El Zarco hace el amague para caerle al carro de Norvey, pero en aquel momento un taxi le para a Jovany. Este se le acerca a la ventanilla.

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SECUENCIA 115 EXTERIOR - NOCHE - PUENTE LA 70 - LA IGUANÁ Mónica y Andrea se bajan por la parte de atrás del carro de Norvey, que está estacionado sobre el puente de La Iguaná. YUDY Ah, Mónica, parcerita, venga acompáñeme, no me deje ir sola a mi casa... Mónica le responde lentamente, por el sacol. MÓNICA Nooo pueeedo, poorque yoo teengoo que lleeevar eestaa póólvora doondeee miii tííaaa... NORVEY Mónica, si usted va pa’ donde sus primos, bote esa botellita pa’ que no se meta en problemas... Venga, entréguemela a mí mejor... MÓNICA Noooo, yoo ahooriitaa la bootoo... Andrea ve, al otro lado del puente, el taxi con las luces encendidas, y a Jovany hablando con el taxista.

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SECUENCIA 116 EXTERIOR - NOCHE - PUENTE LA 70 - LA IGUANÁ Jovany conversa desde la ventanilla con el taxista.

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JOVANY Amistad, hágame una carrerita a Robledo... El taxista es un señor de edad, con el pelo completamente blanco. TAXISTA ¿Qué parte de Robledo? De pronto el Zarco mete la cabeza por la ventanilla del taxista con un cuchillo en la mano. Lo coge del cuello y lo zarandea. ZARCO ¡La plata, gonorrea! ¡A ver la plata! El Zarco le requisa los bolsillos de la camisa y del pantalón. Jovany abre la gaveta del carro.

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SECUENCIA 117 EXTERIOR - NOCHE - PUENTE LA 70 - LA IGUANÁ Norvey enciende el carro y, desde la ventanilla, Yudy se despide de Mónica. YUDY ¿Entonces qué Mónica?... ¿Mañana nos vemos en la pieza? Le tengo que contar muchas cosas... MÓNICA Liiistoo... parceritaaaa... Yudy se toca el hombro adolorida. ANDREA Yudy, es mejor que vaya a un centro de salud... Yudy le hace un gesto para que se calle. El carro acelera dejando a la niñas en la acera del puente.

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SECUENCIA 118 EXTERIOR - NOCHE - PUENTE LA 70 - LA IGUANÁ Jovany y el Zarco continúan en el atraco, cada uno a lado y lado de las ventanillas de adelante del carro. JOVANY Cucho, colabórenos pa’ que no le pase nada. ZARCO ¿Esto es todo lo que tenés vos, marica? ¡¿Te vas a hacer matar?! ¡Mostrános la caleta, gonorrea! TAXISTA No me vayan a matar muchachos que yo acabé de salir. ZARCO ¡A ver la caleta! ¿Vos nos creés guevones? Buscá, que te vas a hacer matar. Levantá ese tapete. El Zarco lo asfixia con la mano. El taxista, aterrorizado, saca un fajo de billetes debajo del asiento. ZARCO ¿Sí ves esta gonorrea escondiéndonos la plata? El Zarco le arrebata el dinero y, sin dar tiempo a nada más, le entierra el cuchillo en mitad del pecho al taxista. El viejo suelta un gemido mortal que impresiona a Jovany. JOVANY Hermano, pero ¿qué hizo usted, guevón? ¡No había necesidad! Jovany corre por el puente detrás del Zarco, reclamándole.

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ALONSO ¡Lina! Venga mija, no se meta, deje que su mamá hable sola con la niña. Alonso le sube el volumen a una canción de Buitrago y celebra la llegada de Andrea. ALONSO ¡Ahora sí se compuso esta fiesta! Venga Linita bailemos ésta pieza juntos. Andrea se aleja de la fiesta, pero su mamá la alcanza cuando sale del callejón. MAGNOLIA ¡Venga Andrea! No le dé miedo... ¿Usted me tiene miedo? Andrea la mira. MAGNOLIA Venga que yo no le voy a pegar. Yo quiero hablar con usted. Usted es mi hija mayor y me hace mucha falta. A Andrea se le encharcan los ojos y baja la cabeza. MAGNOLIA Andreíta, ¿usted me quiere? ANDREA Sí. MAGNOLIA ¿Es que usted cree que yo le tengo bronca o rabia? Andrea no responde. MAGNOLIA Yo no quiero que usted se vuelva a ir nunca más de la casa. Magnolia le levanta la cara a Andrea.

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MAGNOLIA Póngase contenta que ya está otra vez en la casa. ANDREA Pero es que a mí me robaron los patines. MAGNOLIA Eso no importa. Venga, yo le doy una comidita que usted debe tener mucha hambre. ¿Cierto? ANDREA ¡Sí, mami! MAGNOLIA Yo no hacía sino pensar en que usted estaba aguantando hambre por ahí y sufriendo. ¿Usted no pensaba en mí cuando tenía hambre? ANDREA Sí, mamá... y pensaba que usted también debía estar llorando por mí, porque le había pesado lo que me hizo. Doña Magnolia se ríe con los ojos llorosos y abraza a Andrea. Las dos caminan por el callejón hasta la fiesta y se sientan. Alonso le da un plato de comida. Andrea se da cuenta de que todos se alegran al ver que ella ha regresado.

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SECUENCIA 121 EXTERIOR-NOCHE-CALLEJÓN-FACHADA CASA-LA IGUANÁ Jovany llega corriendo hasta una casa en donde hay un grupo de muchachos rumbeando en la acera. Don Héctor está borracho tomándose

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un trago de whisky, al lado de Elkin. Jovany se acerca y les muestra la herida que tiene en la palma de su mano. JOVANY Don Héctor, vea... ese hijueputa del Zarco me tiró a matar. Ese hijueputa no aguanta sino pegarlo. HÉCTOR Tómese un trago y tranquilícese hermano... ¡Elkin! Elkin se acerca y Héctor le habla al oído. HÉCTOR Vaya saque el 38 mijo, pa’ que hagamos un cruce.

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SECUENCIA 122 EXTERIOR - NOCHE - RUINAS - PIEZA ABUELA - LA IGUANÁ Mónica camina al lado de la quebrada hasta llegar, casi arrastrándose, a la parte trasera de la casa de su tía. Sin soltar sus tesoros, Mónica se esconde entre las ruinas de la pieza de su abuelita. Se recuesta un momento mientras toma fuerzas. Espera en silencio unos segundos, acurrucada junto a lo que queda de una de las paredes de la pieza. Mónica se refugia nuevamente en su botella de sacol. Cansada y descalza, se recuesta un momento mientras toma nuevas fuerzas... Allí, prende una Chispita que tiene guardada en la bolsa. De pronto la pared que ha estado oscura se ilumina y tiene alucinaciones.

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SECUENCIA 123 EXTERIOR - INTERIOR - NOCHE - PIEZA ABUELA - LA IGUANÁ La alucinación hace aparecer una ventana por donde sale el resplandor de una fiesta. Mónica se asoma a la ventana y ve adentro el apartamento de su mamita lleno de vecinos de La Iguaná, una mesa con mantel de cuadros donde hay de todos los manjares tradicionales: natilla, buñuelo, hojuelas y chicharrones..., además de sabajón, aguardiente y vino dulce en abundancia; los adolescentes y las señoras están alrededor... Mónica ve también a su prima Viviana, a Gustavo y al mismo Jovany, todos con vestidos de estrén para la fiesta. Circulando con alegría y dulzura, Mónica ve a su mamita sirviendo a los vecinos y parientes con un charol, y luego la ve atendiendo una hornilla en la que fríe chicharrones y empanadas. La abuelita toma los chicharrones con el cucharón y los coloca sobre una bandeja que está en la mesa. Mónica entra por una puerta que limita con la ventana y trata de llegar donde la mamita, pero los invitados se lo impiden. Llega a la mesa, la tientan los chicharrones en la bandeja, estira la mano para coger el más grande, lo coge, y de pronto el chicharrón se anima como un gusano que tiene una docena de patas, camina por la mesa hasta caer por el otro extremo de la mesa. Mónica da un salto atrás, repugnada por la visión.

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SECUENCIA 124 EXTERIOR - NOCHE - RUINAS - PIEZA ABUELA - LA IGUANÁ Mónica se asusta, pero la alucinación se apaga con la luz de la pólvora. Enciende otra luz apresurada.

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SECUENCIA 125 EXTERIOR - INTERIOR - NOCHE - VITRINA PESEBRE26 Mónica está al frente de la marquesina de una vitrina, idéntica a la vitrina del almacén Éxito. Solo que esta vitrina está oscura, con un débil resplandor de fogata que viene desde el fondo. Al asomarse a la vitrina ve algo semejante a un lote oscuro con un pesebre al fondo. Pero entre el vidrio y el pesebre hay una fogata o una candelada, que al principio es como el que Mónica vio en el Éxito: una fogata de bombillos eléctricos que se transforma en fuego real. El pesebre es una pesebrera con dos cuartos. En el primero está un señor de unos treinta y cinco años, un campesino mono de bozo espeso, risueño y saludable. Está desensillando un caballo y pasándole una esponja con agua por el lomo. A Mónica se le atraviesan todo el tiempo animales: burritos pequeños, como los de La Iguaná, gallinas y perros de monte. Uno de estos animales la lleva al segundo cuarto de la pesebrera, en donde está una vaca echada entre la paja. Y a un lado de la vaca está una mujer joven, en embarazo, que aviva un fogón en donde cocina algo. Detrás de la mujer hay una cama baja, amplia y de sábana blanca, hacia la que Mónica avanza para acostarse. Mónica está muy cansada, con el cansancio de los sacoleros. Lleva todo el tiempo su botellita bajo la camisa. Con dificultad, como si fuera más chiquita, Mónica se sube a la cama y descansa con placidez junto a un gato pequeño que está dormido.

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Se rodó solo la parte final de la secuencia, cuando Mónica se sube y se acuesta en la cama, pero no se incluyó en la edición de la película.

Premios

Festival de cine de Bogotá, 1998 ‡

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Festival de Viña del Mar, 1998 ‡

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Festival Internacional del Nuevo Cine Hispanoaméricano de La Habana, 1999 ‡

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0HQFLyQ (VSHFLDO GH $FWXDFLyQ ,QIDQWLO D /HLG\ 7DEDUHV \ HO colectivo de La vendedora de rosas

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3UHPLR*ODXEHU5RFKDGHOD3UHQVD([WUDQMHUD$FUHGLWDGDHQHO Festival, auspiciado por Prensa Latina a la película

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3UHPLR &DUDFRO GH OD 8QLyQ GH (VFULWRUHV \ $UWLVWDV GH &XED Premio Especial a la película

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3UHPLRGHOD8QLyQGH&tUFXORV&LQHPDWRJUiILFRV$UFL1RYDDORV niños y niñas de La vendedora de rosas

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Festival internacional de Bratislava, 1999 ‡

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Festival Hispano de Miami, 1999 ‡

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Nominaciones Festival Internacional de Cine de Cannes, 1998 ‡

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Premios Ariel, 2000 ‡

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Conversación con los guionistas de La vendedora de rosas

A partir de la experiencia de Rodrigo D., cuyo estreno al comienzo de los años noventa significó un estremecimiento epistemológico en el cine colombiano por la manera de abordar el trabajo del actor, la relación con los entornos y locaciones de filmación y el uso del lenguaje oral, pudo haberse extendido la idea de que las películas de Víctor Gaviria se ruedan sin guión. Y aunque ese fue el caso de su primer largometraje, con matices que quizá se aclaren en esta entrevista –no existía guión pero sí un norte y unos conceptos claros que amarraban la narración–, La vendedora de rosas siguió un patrón bien distinto, porque asimismo fueron otras las condiciones de producción. La conversación que se transcribe enseguida ocurrió el 2 de octubre de 2011 en el apartamento de Víctor Gaviria en Medellín. Fue un diálogo a cuatro voces donde los tres guionistas de La vendedora de rosas iban tratando de racionalizar una experiencia que se prolongó durante casi una década, desde los primeros encuentros con las niñas de la calle, y en particular con Mónica Rodríguez, hasta el momento en que ese universo aparentemente caótico adquirió forma ficcional y fue recibido por el público como una prolongación y profundización de un “método” de trabajo iniciado en Rodrigo D., que le da voz y entidad a unos narradores –a veces convertidos en actores– que al mismo tiempo son coautores de la trama. La idea general de este libro, y por supuesto de esta entrevista, es mostrar el proceso de escritura de un guión singular por su objeto –el

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escurridizo universo de los niños y niñas de la calle– y por su metodología. Con Víctor, Carlos y Diana se logró, al menos, identificar tres fases de ese proceso: una investigación de carácter, si se quiere, etnográfico que parte del interés de Víctor por el universo de los no incluidos –o los excluidos del tiempo regulado de las costumbres y los hábitos, y del hecho simple y definitivo de no tener un lugar de referencia en el mundo o por lo menos de haberlo perdido en algún momento–; los ensayos con los narradores convertidos en actores que iban aportando episodios, modulando los tonos propios y realistas de los diálogos y aclarando los conceptos guía que orientaban la narración; y, por último, los espacios de discusión y de escritura donde se tomaban decisiones que aterrizaban en el guión en forma de descripciones, acciones y diálogos, de acuerdo con las necesidades de la historia. Lo excepcional de esta forma de trabajo es que altera la dinámica tradicional de producción cinematográfica, donde el guión precede a los procesos de casting y a los ensayos con los actores. En el caso de La vendedora de rosas, lo que normalmente es sucesivo se dio simultáneamente. La siguiente conversación aporta elementos para entender las particularidades de este guión, pero los otros materiales que se publican en este libro son igualmente reveladores y necesariamente complementarios. Por ejemplo, la transcripción de entrevistas con los personajes. Pedro Adrián Zuluaga. El guión de La vendedora de rosas, y ustedes me corregirán, surgió de varias fuentes: el cuento de Christian Andersen que es como un sustrato dramático de acciones que la película retoma; el contacto con los niños y con la cultura de la calle, la investigación que eso supone con los personajes, y también la investigación en los entornos y los lugares, por ejemplo la 701 y La Iguaná. Entonces quisiera empezar por saber: ¿Qué tan diferenciados o unidos estuvieron esos procesos de investigación o el contacto con esas fuentes? ¿Qué tan simultáneamente

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La 70: carrera comercial en Medellín con bares y estaderos a donde acude la gente a enfiestarse.

se trabajaron o cómo se fueron transformando unas en otras durante el proceso de escritura del guión, si es que se puede hablar de proceso de escritura en este caso? Víctor Gaviria. Sí, sí es un proceso de escritura. La primera parte viene de fabricar o de escribir un relato inicial que surgió de una conversación que tuve con Mónica Rodríguez; de ahí surge un poco la idea de hacer La vendedora de rosas. Cuando conocí a Mónica Rodríguez, siendo ella una niña todavía, de unos ocho o nueve años, ella me habló de las relaciones con sus amigas; no recuerdo muy bien si mencionó la Navidad, pero la lucha contra la droga me la dio ella a mí. Siempre la droga estaba un poco en la mitad y eso hacía que la vida en la calle estuviera alterada por esa lucha, que a su vez alteraba la vivencia de la calle, las expectativas y todo lo demás. De ahí surgió ese primer relato. En esa época, la idea era hacer una historia de niñas de la calle a quienes conocí a través de Mónica en el internado de Mamá Margarita donde hicimos un documental; allí me di cuenta de que ellas eran muy buenas actrices y eso fue lo que a mí me llamo la atención. Todo eso fue más o menos en 1989. Cuando me encontré otra vez con Mónica en 1995, ella ya tenía dieciséis años. Pero cuando la conocí y ella iba a la oficina de Tiempos Modernos2 en el 88 y 89 y nos visitaba y era amiga de todos nosotros, de Javier Quintero, del Chiqui Arredondo, tenía nueve años y nos asombraba por encima de todo su capacidad de actuar. Entonces yo pensé: “¡Qué interesante hacer una película con esas actrices naturales de la calle!”. Creo que eso fue lo que motivó el acercamiento a ese mundo, a esas niñas, a esos personajes. P A Z. Y ese primer relato del que usted habla Víctor, ¿en qué consistía y cuándo se escribió? V G. Bueno, no me acuerdo muy bien cuándo lo escribí. Carlos Henao. Fue más o menos en diciembre del 94 o 95, cuando vos me lo mostraste.

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Tiempos Modernos: oficina de producción de cine y televisión.

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