• Categories
• Desigualdad social
• Clase y desigualdad
• Pobreza
• Pobreza e indigencia
• México

Citation preview

Ramos Pérez Laura Vanessa. Control de lectura procesos de México. “La sociedad mexicana hacia el nuevo milenio: Cohesión y divergencia” (Cordera Rolando y González.) La lectura se refiere a la evolución mexicana que ha tenido la sociedad desde 1917, donde se tuvo como referencia básica a las instituciones y la memoria colectiva de las instituciones que encontró a la constitución de 1917 una primera y decisiva codificación política y jurídica. Los mexicano del siglo XX han sido una sociedad moderna, secularizada y relativamente homogénea, aun no ha concluido en varias regiones geográficas y culturales, pues se trato de dar la centralidad al Estado, en donde hoy se enfrentan grandes crisis y reclamos en donde se pone en duda el carácter y la morfología del Estado de esta manera la centralidad del Estado crea una desigualdad aguda e inconmovible y la extensión de pobreza de masas. La situación actual del país por ser más concretas, en cuestiones económicas, es deprimente, ya que es cierto que poco a poco progresa en cuestiones de salud, educación, vivienda, ciencia y tecnología, e incluso y por qué no, de empleo, también lo es que “la economía está concentrada en las manos de muy pocos” y que por lo mismo se vuelve monopólica. Este fenómeno es sumamente complejo, ya que implica, no sólo el estudio de factores económicos, históricos, sociales y culturales, la pobreza, incluso, constituye una violación a los derechos humanos; hoy como ayer, las desigualdades de México se condesan y emergen de la economía, pero no se reducen a ella. Esta desigualdad abarca y se reproduce en las vertientes regionales, culturales-étnicas, y manteniéndose en la vida las prácticas políticas. “La magnitud de la pobreza y de la desigualdad han aumentado a la par; en cambio, la concentración del ingreso y la riqueza se han agudizado sin dejar de ser nunca, la marca distintiva de la estructura social del país” Rolando Cordera Campos y Enrique González Tiburcio facilitanun texto todavía inédito, en el cual presentan un panorama muy poco optimista del México de este fin del milenio. En él, en términos generales los autores sostienen: 1) Lo que distingue a México en este fin de siglo, es el cruce de la pobreza y la desigualdad en materia económica y política. Mientras la pobreza y la desigualdad han crecido, la concentración de la riqueza y el ingreso se han agudizado. En todo caso, esto es lo que distingue a la estructura social del país. 2) La pobreza masiva no será erradicada en el corto plazo; persistirá todavía por algunos años. Por el contrario, el lento crecimiento económico propicia su magnitud creciente y la hace aún más compleja, de modo que las

Ramos Pérez Laura Vanessa. Control de lectura procesos de México. dificultades se incrementan al momento de imaginar e instrumentar soluciones, que hagan posible reducir la pobreza de modo significativo. 3) Si en los años sesenta y setenta había tendencias hacia un mejoramiento de las condiciones de vida, en los ochenta y noventa estas tendencias se invierten, dando lugar a francos retrocesos que terminan por configurar el actual cuadro de pobreza y desigualdad que otorga su identidad a este fin de siglo. 4) Uno de cada dos mexicanos viven en condiciones de pobreza, pero esta pobreza no sólo es cuestión de diferencias en los ingresos. Una persona pobre es vulnerable frente a las condiciones materiales, sociales, políticas e, incluso, psicológicas. Por lo tanto, mal se haría en reducir la pobreza a un asunto exclusivo de ingresos, pues en realidad se trata de mundos totales y diferentes en los que viven quienes se encuentran en condiciones de pobreza y quienes no se encuentran en esa tesitura. 5) México es considerado como uno de los países más desiguales del mundo; el quinto entre diez latinoamericanos seleccionados y el doce si se toma en cuenta al mundo entero. Algunos estudios documentan que estos poco elogiables lugares se explican por la desigualdad excesiva, producto de una alta y desproporcionada concentración del ingreso en tan sólo el 10% de la población. 6) Todas estas diferencias son cruciales cuando se trata de definir estrategias y asignar recursos. El México de fin de siglo tiene abierto ante sí un horizonte inmediato muy difícil. El riesgo de un estallido social de grandes dimensiones está allí presente, en espera de encontrar un antídoto eficaz. 7) El bienestar social deberá ser el punto de partida para que nuestra sociedad despliegue todas sus energías. Estamos ante la necesidad inevitable de articular a la nación alrededor de este objetivo, en el que las responsabilidades deben ser compartidas por los poderes públicos, organizaciones empresariales, organizaciones civiles y la población. En el nuevo siglo la cuestión social debe ser asunto de todos y no sólo de las estructuras estatales.