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La Quintaesencia Por Elías Artista El siguiente articulo fue traducido de un manuscrito inédito titulado, "La Gran Obra de Alquimia." Fue recibido en una publicación oficial de los Rosacruces de Europa hace más de una década. La versión castellana fue hecha de la traducción al inglés, la cual a su vez fue hecha bajo la dirección del Imperator, por Frater Erwin Watermeyer, F.R.C., del comité de investigación de AMORC. A causa de su escogida terminología mística y alquímica, la traducción en la forma presente fue sumamente difícil.

La Quintaesencia es el PODER, la CUALIDAD y la VIRTUD de toda cosa orgánica en la Naturaleza. Por esta razón existe una multiplicidad infinita de diversas Quintaesencias en los seres vivientes de este mundo. Sin embargo, todas estas diversas Quintaesencias poseen para su reconocimiento ciertas marcas universales definidas que se revelan cuando su vehículo o forma se descompone o destruye. Por lo tanto podemos considerar la Quintaesencia como un quinto elemento en toda materia. Como tal, forma la base de la cual manan los cuatro elementos inferiores visibles: fuego, agua, aire y tierra. Estos cuatro elementos bien conocidos pueden ser considerados como la casa de la Quintaesencia. Se sabe además, que la Quintaesencia forma dentro de la materia un elemento puro, noble y permanente, y este elemento primario, puro, noble y permanente, puede libertarse solamente por medio de un proceso de destrucción o "calcinación" de su dura concha material. La Quintaesencia, es decir, el quinto elemento intangible que se encuentra en todos los objetos del universo material, está relacionado muy íntimamente con el principio del Fuego. Este es su madre o su padre y por eso comparte la perseverancia y la naturaleza ardiente del Fuego. La ciencia de la ALQUIMIA Práctica emplea muchas operaciones especiales para obtener la Quintaesencia en sí, o para separar el fuego de los otros elementos básicos y volverlo a su fuente primaria. La Quintaesencia representa la Fuerza de Vida o Grupo del Ozono (esencia primaria) en su forma más concentrada, la cual puede ser considerada como la substancia mas primaria de las cosas. Por lo tanto, si el estudiante de Hermetismo tiene éxito en obtener la Quintaesencia en su forma más pura, ya sea como esencia etérea o como un fluido, entonces ha logrado restaurar a su fuente todas las propiedades fundamentales de cualquier objeto material, y es, por lo

tanto, capaz de ejercer una influencia maravillosa sobre el mundo de las formas. Además, la Quintaesencia es el verdadero portador de la fuerzas del Magnetismo y del Od, así como el vehículo del Eter Mundial Elemental es, según suponemos, la existencia de un Eter Mundial de diversos grados de densidad. Por lo tanto, la Quintaesencia puede también ser comparada correctamente a una Luz especial que puede encontrarse en todas las substancias sublunares. La cantidad de Quintaesencia contenida en estos estados de materia más bajos, es muy diversa y variable. Mientras mayor y más concentrada la cantidad de Quintaesencia contenida en un objeto dado, más nobles, más grandes y más vigorosas serán sus propiedades y manifestaciones, pues la Quintaesencia se cobija en sí misma y los cuatro elementos inferiores no pueden unirse a ella, ni tener ninguna influencia sobre ella. Los elementos visibles o materiales son manifestaciones de fuerzas etéreas superiores. Cualquiera que sea la naturaleza de esas fuerzas, divina o inferior, no pueden llegar a tener acción contra la Quintaesencia. La Quintaesencia está sola, y, por consiguiente, puede ser extraída de todas las cosas vivientes como un ser especial o particular. Su presencia en los objetos de este mundo significa para ellos la vida, y su partida, la muerte. Su vestido visible exterior es conocido como la fuerza psíquica llamada "Od." Su substancia interior se asocia armoniosamente al Magnetismo y su vida luminosa más intima es de índole etérea. La Quintaesencia representa también en el plano físico al cuerpo real etéreo de los objetos sublunares. Este cuerpo etéreo contiene en forma de energía concentrada, todos los poderes maravillosos de un objeto, tanto los externos como los internos. De todas estas razones se desprende que los primeros ejercicios prácticos de los estudiantes de Alquimia, en esta etapa de desarrollo, deben tener lugar dentro del dominio de la Quintaesencia. El estudiante debe aprender a analizar todas las cosas de una manera práctica, por medio de las operaciones alquímicas, para que así pueda penetrar hasta la esencia o fuerza real de las cosas, el Espíritu, a través de la comprensión práctica de su forma externa. De esta manera el estudiante experimentará prácticamente con el significado fundamental eterno de la doctrina alquímica de la Sal, el Azufre y el Mercurio. Solamente esta práctica conduce al verdadero conocimiento en el arte de la verdadera alquimia. Por lo tanto, la Alquimia es un arte por medio del cual se puede inducir un estado de renacimiento en la Naturaleza,

de una manera legítima, y en el que el ser más íntimo de un cuerpo puede ser abierto y obtenida su Quintaesencia viviente. Pero el poder más íntimo y grande de todo cuerpo es el Azufre alquímico en forma de tintura. Sin embargo, este Azufre está rodeado visible y firmemente por una gruesa capa de Sal de la Naturaleza. Así pues, si deseamos libertar la Quintaesencia, tenemos primero que romper esta dura concha de Sal por medio de los procesos de "Calcinación," etc., con lo cual el Azufre o tintura alcanza su libertad y entonces es volatilizado, o puede ser trasplantado a su vida activa original. Es imposible provocar este renacimiento que crea un cuerpo nuevo y mejor organizado, sin destruir el viejo. La metamorfosis de lo Viejo en lo Nuevo se lleva a cabo solamente por medio del Azufre más libre y más sutil que actúa como una Quintaesencia de tintura y que refina el vehículo del viejo cuerpo de Sal y lo eleva así a una propiedad semejante a la tintura, que es una propiedad más alta del Azufre. En este estado sólo existen la vida, el movimiento, la energía y la fuerza. No hay muerte ni estado sin vida de la materia. Encerrado en este nuevo estado se encuentra el ser íntimo de cada cuerpo en su acción especial o parcial junto con su poder específico. La extracción, en su forma más pura, de esta fuerza específica encerrada dentro de cada cosa viviente, es el objeto de una extensa Ciencia Alquímica. Este tema se enseña al estudiante en los primeros grados de sus estudios y se llama la Arcanología Alquímica. Esta "Arcanología Alquímica" representa el primer paso en el muy difícil camino del tesoro más elevado de la verdadera Alquimia, es decir, del logro de la legendaria Piedra Filosofal, que existe realmente, la cual es la más alta fuerza universal espiritual, y el supremo milagro de la Naturaleza y del Arte. El propósito de la Alquimia El propósito de la Alquimia es sencillamente seguir a la Naturaleza con la ayuda del Arte. Por esta razón se dice en los antiguos tratados de Alquimia que no se puede obtener nada en el arte de la Alquimia que no exista ya en la Naturaleza. Sin un conocimiento preciso de las leyes de la Naturaleza no se obtiene ningún éxito en este campo. Por eso decían los antiguos maestros: "Sigue a la Naturaleza; es decir, no trabajes en contra de sus leyes. Sólo con la ayuda de sus leyes podrás tener buen éxito." Un arte que actúe en contra de las leyes de la Naturaleza perturba todo el universo en todas sus relaciones, porque en el universo existen influencias mutuas

armoniosas y continuas entre todas las cosas. Este hecho ha sido precisado muy claramente por los alquimistas, y en la "Cadena Dorada de Hermes" y "Los Anillos Platónicos" han presentado símbolos profundos para que los contemplen los estudiantes Herméticos. Todo en la Naturaleza, desde lo de arriba hasta lo de abajo, es continuo, y cada parte reacciona sobre la otra de una manera íntima. Solamente una pequeña sección del todo es perceptible a los sentidos objetivos. La Quintaesencia es una esencia muy sutil que penetra en todos los objetos y que, aunque oculta en cada substancia, puede sin embargo hacerse parcialmente perceptible. A través de su poder y de su actividad todos los objetos son mutuamente atraídos o repelidos de acuerdo con sus polaridades. Esta acción magnética recíproca se manifiesta hacia abajo en el dominio del mundo objetivo y puede ser considerada como la manifestación activa más baja de la sublime Alma del Mundo (Anima Mundi). Esta Alma del Mundo es el espíritu universal que se manifiesta y actúa dentro de todo el Cósmico; un alma que anima todos los seres no solamente humanos sino animales, plantas, piedras y toda la tierra. Solamente difiere en cantidad y calidad en las diferentes formas objetivas de este mundo. Por esta razón la quinta esencia de todas las cosas es un medium universal porque se encuentra en el quinto puesto por encima de los otros cuatro elementos. Se le llama también Espíritu Sideral, cuando fluye a través de las regiones de la Luz Astral. En el mundo visible, la Quintaesencia puede ser captada en forma de una sal Volátil o representada en la forma de un Bálsamo. En estos estados limitados es llamada Mumia, y este es el tema de una extensa rama de la Ciencia Hermética. En la forma de Mumia la Quintaesencia puede contrarrestar todas las putrefacciones y conservar y preservar todas las substancias. Sin embargo, este estado no debe ser considerado como el producto gaseoso ordinario de combinaciones químicas sino como un representante de la etapa inmediata superior, es decir, como un aire que está lleno e iluminado de vida, llamado también Prana de acuerdo con la terminología india, porque la luz de la vida lo emplea como su hogar inmediato. Del mismo modo, en el hombre, esta Quintaesencia actúa como una luz viviente semejante en su índole al sol, pero no es el fuego solar general o "gran vida", sino que actúa como una vida individualizada más específica. Diversas Quintaesencias Por esta razón es que el estudiante Hermético puede extraer un número infinito de diferentes Quintaesencias específicas de las más diversas fuentes. Sin embargo, debido a que la Quintaesencia puede abrir la

naturaleza interna de cada objeto, parece que ella exagera, por lo tanto, en el más alto grado, no solamente los méritos del objeto sino también sus defectos. Por consiguiente, podríamos esperar hallarnos con un gran numero de sorpresas en el campo de la medicina, tan pronto como apliquemos las substancias etéreas puras o los fluidos Odicos en el campo de la terapéutica. Sin embargo hace varios millares de años la ciencia Hermética universal poseía ya un verdadero sistema fundamental de terapéutica, el llamado Arte Espagírico Alquímico. Este "Arte Espagírico Alquímico", aunque de enorme extensión en el campo del conocimiento humano, ha sido olvidado completamente en los tiempos modernos. La base firme de todo el campo de los métodos ocultos de curación está casi exclusivamente en los dominios de la Quintaesencia. Nosotros conocemos un gran número de esencias químicas, substancias etéreas, etc., que se entonan simpáticamente con la verdadera Quintaesencia. Por su acción magnética estas substancias particulares pueden extraer varías cantidades de Quintaesencia de diferentes substancias materiales. Sin embargo, por medio de este mismo proceso ellas mismas se purifican y sus fuerzas se aumentan. Pero en esta rama de la Alquimia, el discípulo de la Ciencias Alquímicas debe ser guiado exclusivamente por su propia experiencia práctica. La esencia interior Con relación a este tema, un viejo texto Hermético escrito por la Hermandad de los Iluminados, dice "que la Naturaleza ha introducido un espíritu refrescante y resistente entre el 'agua' de la 'luna' celestial y su Mercurio 'externo' (verdadero), en el espíritu de un ser parecido al Azufre e idéntico a la Quintaesencia." Esta es una frase completamente obscura, casi imposible de interpretar si no es con la ayuda de la Guía Esotérica Secreta por medio de la cual todos estos asuntos se revelan claramente y el obscuro velo se entreabre ante la visión interna del verdadero estudiante. El texto anterior explica además: "Por esta razón, ellos (los estudiantes), deben darse cuenta de que dentro de la Naturaleza se puede encontrar un espíritu especial que se adhiere a la materia y que actúa sobre todos los procesos de fermentación (la fermentación Alquímica secreta). En la Naturaleza hay una cadena definida (Annulis Platónico), una afinidad coordinada entre los objetos visibles y los invisibles. Debido a esta cadena, las más altas esencias espirituales descienden y cohabitan con la materia. Pero ¡hay que tener cuidado en entenderme correctamente! Yo no estoy hablando aquí de un espíritu divino, sino de un Arte específico (Espagírico Alquímico) por medio del cual un espíritu

particular puede unirse con el espíritu universal y así elevar y aumentar maravillosamente su naturaleza". Por lo tanto el que desea alcanzar la meta del Arte Hermético debe hacer toda tentativa de penetrar hasta la verdadera base de la Naturaleza. Tiene que poseer un conocimiento y una comprensión de cómo viene la materia a la existencia y de cómo nace la vida. Por último debe penetrar en el aspecto metafísico de la Naturaleza para comprender el mantenimiento y la propagación de la materia y la vida, de acuerdo con el orden divino. La "Tabla de la Esmeralda" de Hermes expone una verdad fundamental cuando dice: "Lo que está arriba posee su verdadera imagen reflejada en lo de abajo, y viceversa," etc. Este dicho está confirmado no sólo por todos los verdaderos filósofos, sino también por todos los que practican el secreto Hermético. Por esta razón el maestro experimentado del genuino y antiguo camino de la Naturaleza dice correctamente en el capítulo de su libro que trata de la verdadera Alquimia de los antiguos: que la Alquimia es un arte que enseña un nuevo nacimiento y también un método por el cual todo objeto de la Naturaleza puede ser descompuesto de una manera natural en sus componentes fundamentales, por lo cual se libertan las energías de los fuegos que yacen latentes dentro de él. Con este proceso, estos objetos se transportan a una vida de crecimiento acelerado por medio de una "fermentación Hermética" que representa el estado inicial de un renacimiento completo. Este renacimiento representa nuestra verdadera Quintaesencia, como una regeneración verdadera de lo material, puesto que es más una fuerza de vida que una energía en un nivel más alto, libre de los grillos de la restricción material. La rueda de la naturaleza Por esta razón el renacimiento de las cosas no puede tener lugar sin un conocimiento de la inversión de los elementos. Ya lo dijo Hermes: "Invierte los elementos y entonces encontrarás lo que buscas." Los estudiantes que desean penetrar en la verdadera Quintaesencia universal, en lugar de la Quintaesencia particular de forma restringida ya mencionada, deben saber cómo transformar un elemento en otro, poniendo así en movimiento la rígida rueda de la Naturaleza. El orden eterno debe ser mantenido y a ningún estudiante verdadero le es permitido alterarlo con tentativas de unificar elementos contrarios, tales como el agua y el fuego, o elementos inarmoniosos, como el fuego y la tierra. El orden natural de la ciencia Hermética exige que el agua debe ser unida con el agua, el aire con el aire, la tierra con la tierra, y el fuego debe ser trabajado con el fuego. Esta es una vieja máxima de los

sabios que debe ser aplicada también a la regeneración de la humanidad. Solamente lo igual puede ser trabajado y unido con lo igual; un plano solamente con un plano; un estado solamente con un estado. En nuestro ejemplo particular no es tan difícil como parece, porque la verdadera Quintaesencia puede ser encontrada en cualquier plano o esfera aún cuando esté adaptada a ciertas etapas o estados. Pero por esta misma razón es esencial que al estudiante práctico se le suministre una clave especial para que pueda entender claramente la Quintaesencia de esa etapa particular que desea alcanzar. En los estados más bajos del mundo material la esencia es un producto especial de las cosas individuales. En el nivel más alto del mundo espiritual, la esencia es equivalente al gran Hilé o Caos universal de los sabios Herméticos. Entre ellos existe un número de etapas intermedias, cada una de las cuales exige al estudiante de Hermes terminar cabalmente su obra Hermética específica, y el estudiante debe demostrar una comprensión completa de cada paso antes de permitírsele avanzar al nivel superior inmediato. Considerando solamente la etapa más baja, es posible ligar la Quintaesencia nuevamente nacida a cualquier forma posible que el Hermético práctico desee. Puede ser transformada en sal, agua, aceite o polvo. En otras palabras, es posible unir solamente una fracción de ella a estas formas más densas de materia, mientras que sus otras partes permanecen desligadas. Por esta razón la esencia es considerada como perteneciente al dominio del mundo semiastral, siendo una manifestación de un mundo más elevado, y precursora de un ser luminoso futuro. Y por esta misma razón dentro de ella hay muchos otros secretos de los cuales no vamos a hablar ahora. El símbolo secreto En el simbolismo de la Alquimia, la Quintaesencia es a menudo representada por el símbolo secreto de un dragón alado cuyos pies descansan en la tierra. Este símbolo indica que la Quintaesencia representa un ser dual. Su residencia se encuentra tanto en lo de Arriba como en lo de Abajo. Está nutrido tanto del cielo como de la tierra y su cuerpo es tanto espiritual como material. El estudiante puede encontrar estas representaciones simbólicas bajo sus diversas formas profundas en un viejo manuscrito de la Hermandad de la Rosa Cruz. El proceso de la descomposición de la materia y la extracción de la Quintaesencia no es ciertamente tan sencillo como para ser llevado a cabo por cualquiera que no esté especialmente preparado. Sin embargo, la experiencia práctica individual es el mejor maestro, y muchos

estudiantes llegan a completar su trabajo después de innumerables ejercicios y largos experimentos; solamente unos cuantos llegan a tener éxito en más corto tiempo. Es dudoso que este trabajo represente un proceso simplemente químico o farmacéutico, porque aún los estudiantes prácticos que se encuentran todavía en los primeros escalones del camino alquímico saben la grandísima importancia que tienen, ya sea para ayudar o para obstaculizar, ciertas influencias, tales como el aura del que experimenta, las fuerzas biomagnéticas, las constelaciones astrológicas, el ambiente inmediato y aún el más distante, y hasta la situación del país donde se efectúa el experimento, y saben también que todas estas diversas condiciones ejercen una profunda influencia sobre el experimento, y que aún los experimentos efectuados con una laboriosa precisión pueden producir resultados inmensamente diferentes. Si tomamos en cuenta la pureza virginal increíblemente sutil de la materia etérea, no debemos sorprendernos de este hecho. Todas las diversas Quintaesencias de las etapas más elementales poseen también propiedades medicinales y pueden ser usadas para curar varias clases de enfermedades. Con el uso de estas substancias la medicina puede ser elevada a un nivel más alto y así se realizaría el sueño de un grandísimo Hermetista y hombre de ciencia, Teofrasto Paracelso. Las verdaderas Quintaesencias del Arte Espagírico son "universales", comparables a los productos químicos corrientes de los médicos, pero no lo son así si se ven a la luz de la alta Alquimia. Hay también señas infalibles que indican qué grado de perfeccionamiento posee una Quintaesencia extraída, lo mismo que una observación de la acción de la misma esencia representa una confirmación adicional de su estado momentáneo. La verdadera Quintaesencia, aún de un grado medio de refinamiento, es de una constitución tan sensible que el estudiante poco experto encontrará casi imposible conservarla en una cualidad uniforme ni siquiera durante pocos minutos; sin embargo eso es posible. Pero todas estas cosas tienen que aprenderse, especialmente si el estudiante Hermético necesita trabajar por sí mismo el grado inmediato superior de los productos Herméticos de su inteligencia. Su éxito será la confirmación de que ha adquirido madurez en el arte de la contemplación de los divinos misterios de la Naturaleza. Este es el "Alkahest," es decir, el solvente universal, el fuego infernal de los Kabalistas, etc., el cual representa el segundo paso o grado hacia el supremo y sagrado "Misterium Magnum" de la Sagrada Orden cuyo nombre no me atrevo a mencionar. Esta es la base firme que debe dominar completamente todo estudiante Alquímico, y al estudiar a Paracelso y otros Maestros que tratan de la

Quintaesencia, alcanzará mayor progreso. Por ejemplo, el libro de Paracelso que trata de la Quintaesencia es tan importante que debería ser traducido a nuestra lengua; mucho más cuanto que todo amigo verdadero del "Arte Espagíríco" y de la Ciencia de la "Mumia" recibe, por medio de él, una guía muy conocida que debe ser empleada en sus trabajos teóricos y prácticos. Que la felicidad y las bendiciones sean con nuestros Hijos del Fuego. Este artículo fue publicado por primera vez en la revista "El Rosacruz" Editado en Julio de 1948