La Primera Guerra Mundial

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Se enfrentaron dos bloques: por un lado, los países de la Triple Entente, llamados comúnmente

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LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Se enfrentaron dos bloques: por un lado, los países de la Triple Entente, llamados comúnmente “aliados”: Rusia, Francia, Gran Bretaña, a la que más tarde se sumarían Italia (en 1915) y los EE.UU. (en 1917); y por el otro, los de la Triple Alianza, conocidos como “Potencias Centrales”: Alemania, Austria-Hungría y Turquía.

La Primera Guerra Mundial tuvo una serie de consecuencias fatales: • Lo más devastador ha sido sin duda el balance demográfico o las pérdidas humanas. Se calcula que Europa perdió cerca de 10 millones de hombres jóvenes que habían participado como soldados en la guerra. En cifras quedaría así. Alemania perdió dos millones; Francia, 1.400.000; Gran Bretaña, 770.000; Italia, 530.000; Serbia, 400.000; y Rusia perdió 1.700.000. • Además, habría que añadir a los 20 millones de inválidos y el gran número de huérfanos que quedaron. Además añadir las muertes civiles provocadas por las epidemias y la escasez de alimentos. Con todo ello se calcula que Europa perdió la décima parte de su mano de obra. También destacar las migraciones o éxodos que llevaron a cabo los habitantes de regiones como Polonia o los países bálticos. • En el plano económico las potencias europeas invirtieron una gran cantidad de su riqueza nacional. Las áreas que más afectadas se vieron fueron la industrial y la agrícola, que se redujeron en un 40 y un 30% respectivamente. Alemania tuvo que indemnizar a los países más afectados con sumas de dinero desorbitadas. • destrucción de material extrema, sobre todo en Francia y Bélgica: campos de cultivo, la red de ferrocarriles, puentes, carreteras… • hubo que reconvertir las industrias que habían estado destinadas durante años a la producción de la guerra. • algunos países se beneficiaron económicamente de la guerra. Básicamente, aquellos que se habían mantenido neutrales y habían sido proveedores de materias primas (Brasil, Argentina y España) • la guerra consolidó a dos grandes potencias mundiales (Estados Unidos y Japón) • Todo ello influye en la nueva sociedad que se crea, en la que las consecuencias de la guerra influyen notablemente. Algunos de los hechos que tienen lugar es la incorporación de la mujer a trabajos que anteriormente sólo habían sido realizados por hombres; aparición de nuevos ricos entre industriales y comerciantes de armas que aprovechan el envite; el empobrecimiento de la clase media; y la aparición de la figura del excombatiente, una persona de carácter nostálgico y difícil de tratar en sociedad. • desaparecieron los cuatro grandes imperios que hubieron al final de la Guerra desaparecieron y dieron lugar a Repúblicas: imperio alemán, austro-húngaro, otomano y ruso. Esto hizo que el mapa de Europa cambiase y aparecieran nuevos países, como Estonia, Letonia,

Lituania, Finlandia, Polonia, Yugoslavia, Checoslovaquia y Hungría. Además, Alemania perdió Alsacia-Lorena, territorio que pasó a formar parte de Francia. • revolución bolchevique (Rusia) fue la primera que dio como resultado el nacimiento de un estado comunista

El Tratado de Versalles de 1919 fue uno de los tratados de paz que se firmaron al final de la Primera Guerra Mundial y que puso fin a esta de manera oficial. Fue firmado el 28 de junio de 1919, exactamente cinco años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria que provocó el inicio de la conflagración mundial. Una de las más importantes y controvertidas disposiciones del tratado, estipulaba que Alemania estaba obligada a aceptar la responsabilidad de haber iniciado la guerra (junto con Austria y Hungría, de acuerdo con el Tratado de Saint-Germain-en-Laye y el Tratado de Trianon), debía entrar en un proceso de desarme, realizar importantes concesiones de territorio y pagar fuertes indemnizaciones. El costo total de estas reparaciones se estimó en unos 31,4 millones de dólares de la época (equivalentes a 442 mil millones de dólares en la actualidad), considerado excesivo por muchos economistas de la época. El pago final de las indemnizaciones fue hecho por Alemania el 3 de octubre de 2010. Alemania se perdió un décimo de su territorio. Alsacia y Lorena pasaron a formar parte de Francia, Eupen-Malmédy se quedó en manos de Bélgica y el norte Slesvig pasó a ser parte de Dinamarca. En el este, se abrió un corredor que permitiera a Polonia acceder al mar Báltico de manera que Alemania quedó dividida en dos. El campo de carbón del Sarre pasó a estar bajo control de la Liga de Naciones. Alemania quedó desmilitarizada, la zona industrial del Rin quedó en manos Aliadas durante 15 años para controlar la producción industrial alemana. El Ejército Alemán se vio reducido únicamente a 100.000 hombres y 4.000 oficiales, sin artillería pesada, submarinos ni aviación. Las potencias centrales pero sobretodo Alemania, fue declarada la única responsable de la guerra y se le prohíbe el ingreso en la Sociedad de Naciones.

La Sociedad de Naciones, antecesor de la ONU, surge como organismo internacional tras el fin de la I Guerra Mundial con la idea general de la resolución de conflictos entre las naciones de manera pacífica. Este organismo internacional, con sede en Ginebra (Suiza), nació en la Conferencia de París (24 de abril de 1919), pero no fue hasta el 15 de Noviembre de 1920 cuando tuvo lugar en Ginebra la primera reunión de los primeros miembros. Las ideas que promovieron la creación de este organismo fueron impulsadas por el llamado Consejo de los Cuatro, formado por el Presidente de los EE.UU., Thomas Woodrow Wilson, Jorge Clemenceau, primer ministro de Francia, David Lloyd George, primer ministro de Inglaterra, y Vittorio Emmanuele Orlando, jefe del ejecutivo italiano.

El objetivo de la creación de la Sociedad de Naciones, de la cual era presidente Woodrow Wilson, era crear una seguridad en todos los Estados sin diferenciar unos de otros y garantizar la paz en el futuro. Los antecedentes de la creación de la Sociedad de las Naciones fueron un discurso, conocido como los "Catorce puntos de Wilson" que el presidente dio ante el Congreso de los Estados Unidos el 8 de enero de 1918 como propuesta para la paz en el mundo-. Entre los primeros países integrantes de la Sociedad de las Naciones no se encontraban potencias mundiales de la talla de Alemania, la URSS o los EE.UU. Esto provocó que no se cumplieran los objetivos que habían constituido la creación de esta organización. Aunque EE.UU. formó parte de los miembros originarios que firmaron el Pacto de la Sociedad de Naciones, fue el Senado norteamericano quien se opuso a su ingreso en esta Organización y nunca formaría parte de la Sociedad de Naciones, sin embargo Alemania y la URSS se incorporarían en 1926 y 1934 respectivamente. En la práctica, fue en 1939 cuando dejó de funcionar al declararse la II Guerra Mundial, pero no fue hasta abril de 1946 cuando se celebró la última sesión dónde se acordó la disolución de la Sociedad de Naciones y el traspaso de sus archivos a la Organización de Naciones Unidas.

¿Cuáles son las razones del fracaso de la Sociedad de Naciones? Todos los historiadores coinciden en dos: 



Ausencia de potencias clave en el concierto mundial:EE.UU. se negó a entrar en 1920 y nunca participó. A Alemania se le negó el ingreso en principio, tras el Tratado de Locarno, se adhirió en 1926, para salir de nuevo inmediatamente después del ascenso de Hitler en el poder en 1933. A la URSS también se le negó el ingreso, accedió en 1934 y fue de nuevo expulsada en 1939. Japón se marchó en 1933 e Italia en 1936. Falta de medios económicos o militares para imponer sus resoluciones.

Después de los desastres de la Gran Guerra, Europa vivió durante los años veinte un tiempo de optimismo y alegría. Con la derrota de Alemania y la creación de la Sociedad de Naciones se pensó que no volvería a repetirse una confrontación mundial a gran escala. La reconstrucción de Europa se inició a buen ritmo gracias a los préstamos concedidos desde los Estados Unidos, el trabajo no faltaba y la aplicación a la vida cotidiana de algunos avances tecnológicos desarrollados durante la guerra hacía concebir esperanzas en el progreso económico y social.

Los años que siguieron al la Primera Guerra Mundial fueron sin duda un momento de euforia en Estados Unidos y algunos países de Europa, y por ello se conocen como los felices años veinte. Sin embargo, esta felicidad no era compartida por todos. La Alemania derrotada vivía en medio de una enorme crisis económica y de identidad, humillada por un tratado de paz excesivamente duro. Otros países, como Italia y Japón, pese a haber pertenecido al bando vencedor se sentían insatisfechos con los logros obtenidos, que no compensaban su aspiración a ser reconocidos como potencias mundiales de primer orden. Por su parte, en Rusia se consolidaba el comunismo, un sistema político y económico contrario a los principios de las democracias liberales y que tenía aspiraciones a extenderse por el resto del mundo. El fin del optimismo se produjo de un modo fulminante en 1929. Una crisis financiera y económica iniciada en los Estados Unidos, el crack del 29, terminó afectando en cadena a todos los países que dependían de sus préstamos e inversiones. De repente, el fantasma del desempleo y la carestía de la vida recorrieron toda Europa, dejando a su paso una masa de población descontenta y desesperada. El gran capitalismo parecía haber fallado en su intento de crear un mundo feliz, y la democracia se vio amenazada ante propuestas de corte totalitario que prometían arreglar la situación y devolver la fe y el orgullo en cada nación. Los grupos sociales dominantes en el sistema capitalista, que podemos identificar con la gran burguesía financiera, poseedora de la mayor parte del dinero y de los medios de producción, tuvieron que elegir entre apoyar a las nuevas ideologías totalitarias o arriesgarse a que el descontento de las masas acabara provocando una revolución comunista al estilo soviético. Su elección en muchos países se decantó por apoyar a grupos políticos que podemos englobar bajo la etiqueta de fascistas, y que en cada país adoptaron modalidades distintas. En común tenían:   

su nacionalismo extremo, su odio hacia la democracia y hacia la pluralidad de partidos políticos, su recurso a la violencia como arma de lucha política, el culto hacia sus líderes, un hábil uso de los medios de propaganda, su carácter racista, en muchos casos.

El fascismo nació en Italia, de la mano de Benito Mussolini, quien accedió al poder en 1922. Pronto fue seguido su ejemplo en Alemania, al fundar Adolf Hitler el Partido Nacionalsocialista Alemán (Nazi), con el que llegó al poder en 1933. El auge del nazismo que mantenía en sus raíces volver a situar a Alemania como una potencia, restituir el reich y vengar la humillación de los aliados en el tratado, especialmente a Francia y Reino Unido. El triunfo del fascismo en países como Italia y Alemania reabrió las heridas sin cicatrizar que dejó la Primera Guerra Mundial. Los nuevos gobiernos totalitarios de estos países rompieron los acuerdos de paz y comenzaron en los años treinta una nueva carrera armamentista y de reclamaciones territoriales, que anunciaban que en cualquier momento podía volver a saltar la chispa de la guerra a gran escala.

Fechas clave 1918 Finaliza la Primera Guerra Mundial. 1919 Mussolini funda el Partido Fascista. 1920 Hitler funda el Partido Nacionalsocialista Alemán. 1922 Benito Mussolini, primer ministro de Italia. 1929 Caída de la Bolsa de Nueva York. Crisis económica mundial. 1933 Adolf Hitler llega al poder en Alemania. 1935 Conquista italiana de Abisinia. 1938 Alemania se anexiona Austria. 1939 Estalla la Segunda Guerra Mundial.