La pesca en Chile

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UNIVERSIDAD DEL BÍO-BÍO FACULTAD DE CIENCIAS BÁSICAS INGENIERÍA EN RECURSOS NATURALES

LA PESCA EN CHILE Historia y desarrollo de una potencia mundial.

Autor: María Luisa Salazar Roa. Julio del 2014 CHILLÁN-CHILE.

Las costas chilenas con más de 9.000 kilómetros de extensión, a lo largo del país y en los fiordos interiores, son la base de la conectividad con el resto del mundo y del desarrollo del territorio. La actividad pesquera y acuícola genera un nivel de empleo directo en torno a las 137 mil personas, de las cuales, aproximadamente 68 mil son pescadores y pescadoras artesanales, 40 mil operarios de planta de elaboración, 4 mil operarios de flota industrial y 25 mil trabajadores de centro de cultivo, destacando la importante participación de la mujer en el sector, llegando a ocupar un 40% de los puestos de trabajo de las plantas de elaboración. Chile, es un país exportador y de gran reserva de recursos naturales, que ha hecho del Pacífico una puerta al desarrollo económico y social, por lo que hacer proyecciones para tener un sector pesquero más regulado, menos monopolizado y con prácticas más sustentable se ha transformado en una prioridad.

ÍNDICE

INTRODUCCION

1

CAPITULOS: 1. HISTORIA DE LA PESCA EN CHILE 1.1 INICIOS DE LA PESCA 1.2 LOS 80: BOOM DE LA PESCA 1.3 LOS 90: CRISIS DEL JUREL 1.4 ACTUALIDAD: EXTRACCIÓN SUSTENTABLE 2. EL SECTOR PESQUERO

3 3 4 5 6

3. EXPORTACIONES 3.1 EXPORTACIONES SECTOR PESQUERO 3.2 MOLUSCOS Y VIVALVOS

9 12

4. LEY DE PESCA

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5. FISCALIZACIÓN, RESTRICCIONES, COUTAS, VEDAS Y ACCESO

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6. ACTORES INSTITUCIONALES Y SOCIALES. 7. LAS 7 FAMILIAS

23 25

7.1 FAMILIAS DEL MAR

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8. MODERNIZACIÓN Y DESARROLLO

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CONCLUSIÓNES

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REFERENCIAS

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ANEXOS

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INTRODUCCIÓN Los océanos son grandes masas de agua que cubren más del 70% de la superficie total del planeta, el más grande es el pacifico, el cual ocupa aproximadamente un tercio de la superficie terrestre, entre este y la cordillera de los andes encontramos situado a Chile, país que se caracteriza por poseer numeroso géiseres, volcanes, lagos, ríos, estepas, un sinfín de islas y una extensa costa. Chile es un país privilegiado desde el punto de vista de los recursos naturales. Con una extensión de sus costas de más de 9.000 kms 1 posee una Zona Económica Exclusiva (200 millas náuticas) en la cual se encuentran ecosistemas muy productivos, lo que claramente le otorga ventajas exclusivas en el mundo como productor de recursos pesqueros muy valorados y demandados en los mercados mundiales. Además el océano Pacífico representa una de las áreas de pesca más importantes de todos los mares, debido a la presencia de la corriente de Humboldt, que le da condiciones oceanográficas especiales a sus aguas. También, Chile cuenta con gran prestigio por sus recursos pesqueros, gracias a la diversidad de organismos que habitan su mar, muchos de ellos endémicos, que son deleite de los consumidores, a la vez que son altamente cotizados en los mercados extranjeros. Cuando los primeros aborígenes arribaron a la costa pacífica sudamericana, hace ya más de 10.000 años, se alimentaron de los variados productos que encontraron en el mar en gran cantidad, surgiendo pueblos especializados en ello. Desde la llegada de los conquistadores europeos, se reconoció la existencia de recursos marinos, los cuales estaban en abundancia y presagiaban un gran potencial para el sector pesquero. Tales ventajas previstas han permitido a nuestro país llegar a posicionarse entre los primeros diez países del mundo con mayores desembarques de recursos pesqueros. Este nivel de desarrollo esta marcado tanto por el sector público como privado, habiendo atravesado en los últimos 40 años un proceso de ajuste de políticas y estrategias que se reflejan muy claramente en las modificaciones del marco legal en que se efectúa la actividad pesquera. En estos casi 40 años de desarrollo pesquero que tiene nuestro país, es posible identificar las distintas etapas por las que ha transitado este sector, destacando inicialmente una política de fomento que a través de los años va adaptando su estrategia, concretándose 1

en la década del 80 un crecimiento significativo de la actividad pesquera, en el marco del modelo económico de libre mercado. No obstante, el verdadero desarrollo de las pesquerías chilenas ocurrió después del término de la Segunda Guerra Mundial, que tras un progresivo y sostenido crecimiento, alcanzó en el año 1994 un volumen de desembarque récord, con más de 8 millones de toneladas, situándolo entre los cinco países con mayor desembarque de recursos pesqueros a nivel mundial2. Posteriormente, y dado el acelerado proceso de inversiones privadas, particularmente en flotas pesqueras, en un marco de libre acceso, se intenta frenar el crecimiento de las flotas con sucesivas regulaciones, ya que el esfuerzo de pesca que pueden llegar a desplegar las hace una amenaza para la sustentabilidad de las actividades pesqueras (como lo ocurrido con la crisis del jurel). Si bien posteriormente se han reducido las capturas, en la actualidad la producción nacional supera las 4 millones de toneladas anuales, de las cuales los desembarques pesqueros representan el 75%, mientras que la producción acuícola el 25% restante. Las exportaciones anuales superan los $ 4.500 millones de dólares, destacando en dicho total los productos congelados y fresco-refrigerados, destinados a consumo humano directo 1. Estas cifras dejan en claro la relevancia alcanzada en la explotación de los recursos vivos de aguas marinas y dulceacuícolas, contribuyendo significativamente en la producción de alimentos, generación de empleos y aporte de divisas para el país. Esto ha llevado a que en la actualidad se utilicen nuevas tecnologías, regulaciones y elementos de política pesquera. Las cuáles han tenido gran revuelo dentro del país. El presente informe ilustra estas temáticas, tomando un enfoque tanto en la economía del sector pesquero, como en el marco legislativo y proyecciones que este tiene.

______________________________________________________________________ 1

Ulloa, D. et. al. (2009). Infraestructura costera y portuaria Chile 2020. (Ministerio de Obras Publicas [MOP], Noviembre 2009), Santiago de Chile. 2

Arana, P.M. (ed.). (2012). Recursos pesqueros del mar de Chile. Escuela de Ciencias del Mar, PUCV, Valparaíso.

2

CAPITULO 1. HISTORIA DE LA PESCA EN CHILE 1.1 INICIOS DE LA PESCA. En los años 50 la industria pesquera se llevaba desarrollando como una actividad sostenida gracias a la industria conservera y las nacientes de harina y aceite de pescado. Pero para ese entonces en la zona sur del país se necesitaba un centro de operaciones y una tribuna desde la cual los pescadores pudieran defender los recursos marinos, profesionalizar su oficio y promover la inversión en infraestructura y tecnología, En otras palabras, hacer que la industria pesquera fuese un pilar de la economía chilena, consolidándola como fuente de alimento y empleo para el país. La década siguiente no fue fácil para el sector. El traslado de dos fábricas elaboradoras de pescado y barcos de Talcahuano a Iquique por el auge de la anchoveta, sumado al terremoto de 1960, significaron una caída en la demanda de pescado para el sector y en la capacidad de captura, lo que se prolongó hasta 1963. El telón de fondo de este descenso era el modelo de “sustitución de exportaciones”, también llamado de “desarrollo endógeno”, que la CEPAL promovía en toda América Latina y cuyo eje era el rol empresarial del Estado. La situación llegó a tal punto que en 1967 la CORFO realizó un diagnóstico que concluyó que el sector pesquero crecía a un ritmo lento e inestable debido a dos variables, una de ellas la falta de un conocimiento biológico adecuado de la variedad y disponibilidad de las especies marinas, lo que impedía dictar normas para su preservación, y también por la ausencia de una legislación incentivadora, una política financiera y una política de comercialización de los productos del mar. 1.2 LOS 80: BOOM DE LA PESCA Durante esta década, la pesca extractiva se consolidó como uno de los pilares de la economía chilena, teniendo al sector de Talcahuano-San Vicente como principal polo de atracción de inversiones y a Coronel siguiéndole de cerca. La abundancia que experimentaron los recursos marinos a partir de 1978, sobre todo especies como el jurel, sumada a las innovaciones de las empresas y al modelo exportador que promovía el gobierno, convirtieron al país en una de las primeras potencias pesqueras, junto a Noruega, Estados Unidos, Japón y China.

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Pese al fuerte golpe financiero que supuso la recesión de 1982, las industrias pesqueras de la Región del Bío-Bío no dejaron de invertir ni de generar empleo, puesto que si en 1980 eran responsables del 20% de la ocupación del sector a nivel nacional, en 1988 absorbían más del 36%. La harina de pescado fue el producto estrella, no sólo por volumen, sino también por calidad. El rango superior de su contenido proteico (67%) le abrió las puertas de los mercados harineros más exigentes de la época: República Federal de Alemania, Japón y Sudáfrica. 1.3 LOS 90: CRISIS DEL JUREL Tras la consolidación experimentada en la década de los años 80, la industria pesquera de la zona centro sur vivió una época marcada por un crecimiento sostenido. Las capturas alcanzaron un promedio de 4 millones de toneladas entre 1994 y 1996, las exportaciones llegaron a 550 millones de dólares, en el comercio nacional se vendieron otros US$ 100 millones y el sector generó más de 13 mil empleos directos en Talcahuano, Tomé y Coronel, tanto en plantas procesadoras como en flota. Chile se transformó en líder en la elaboración de harina de pescado, siendo la Región del Bío-Bío la principal productora. Sin embargo, al pasar el tiempo, la industria se vio afectada por una crisis derivada de la menor disponibilidad del recurso jurel y de la carencia de herramientas para el control de las especies a largo plazo, mediante una adecuada regulación del esfuerzo pesquero. El marco regulatorio establecido con la promulgación de la Ley de Pesca de 1991 y basado en el control del esfuerzo, era insuficiente y necesitaba adecuarse a la nueva realidad. En 1997 quedó en evidencia el desequilibrio entre la capacidad de pesca y los recursos disponibles, con una flota que aparecía sobredimensionada. El sector se enfrentaba por primera vez a una situación de temporalidad en su actividad, luego de las sucesivas vedas que la autoridad impuso sobre la especie jurel. El fenómeno de “El Niño”, que provocó serios trastornos en los hábitos migratorios y reproductivos del principal recurso pelágico de la zona centro sur, ahondó aún más la crisis. Se veía como algo de carácter urgente el introducir una nueva forma de administrar los recursos, basada en cuotas de captura por empresa. Los puestos de trabajo se redujeron en cinco mil plazas y las capturas cayeron a la mitad. La “carrera olímpica”, en la que cada empresa se apresuraba por pescar el máximo de toneladas en el mínimo tiempo 4

posible, demostró su inconveniencia afectando la calidad de los productos, el medio ambiente y la continuidad del trabajo. 1.4 ACTUALIDAD: EXTRACCIÓN SUSTENTABLE En enero de 2001 se aprobó la Ley de Pesca 19.713, estableciendo el sistema de Límites Máximos de Captura por Armador (LMCA). Lo que llevó a racionalizar el proceso productivo, la extensión del período de pesca y el ajuste del flujo de materia prima a la capacidad de procesamiento, permitiendo entonces elaborar productos de mayor calidad y valor agregado, en su gran mayoría para consumo humano. Esta normativa legal fue establecida con carácter transitorio por lo que rigió sólo hasta fines de 2002. Ese año el gremio jugó un papel de gran relevancia para prolongar el sistema de LMCA, en la discusión y tramitación de la ley 19.849, propiciada por el Presidente de la República y promulgada en Valparaíso el 5 de diciembre (Ver CAPITULO 7. LAS 7 FAMILIAS.) Para el 2005 las reuniones bilaterales con el gobierno de China y los inicios de una posible negociación con Nueva Zelandia y Australia, a través del Acuerdo Regional de Pesca, marcaron la agenda. Esto buscaba ordenar y regular la pesca en aguas internacionales protegiendo, en el caso de Chile, el recurso jurel y evitando capturas desmesuradas. En la actualidad, luego de la aprobación de la modificación de la ley de pesca en 2013, las compañías siguen ampliando y diversificando su oferta para consumo humano, procesando nuevas especies y dándole plusvalías a las extraídas históricamente. Ello pues sus propietarios tienen claro que la incorporación de valor agregado a los productos marinos genera un círculo virtuoso para el país y la naturaleza, ya que se protege un recurso renovable, hay mayor rentabilidad por volumen capturado y la generación de más empleos.

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CAPITULO 2. CARACTERÍSTICAS DEL SECTOR PESQUERO Dependiendo del origen de la materia prima, el sector se subdivide en dos grupos: sector extractivo que sería el rubro industrial y artesanal, y el sector Acuicultor. El sector extractivo explica 4.1 millones de toneladas; mientras que para el sector acuícola se estima se han registrado 849 mil toneladas cosechadas. El 63% de los desembarques del sector extractivo son explicados por recursos pelágicos, superando levemente al año 2006, donde estos recursos representaban a igual fecha el 61% de lo extraído.

Figura 1. Gráficos de la composición del desembarque del sector pesquero, tanto artesanal, industrial y acuicultura. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013), Valparaíso, Chile. 6

Tradicionalmente la actividad extractiva de nuestro país se ha sustentado en la operación sobre recursos pelágicos, anchoveta, sardinas y jurel, recursos que en parte importante tienen como destino el procesamiento de Harina de Pescado (76% de la materia prima), la cual se exporta principalmente a los mercados asiáticos, siendo destinada estos últimos años en torno al 40% al mercado interno para la elaboración de alimentos destinados a la Acuicultura. Cabe destacar no obstante la importante evolución que ha tenido la actividad productiva en torno al recurso jurel, especie que se ha redireccionado en parte importante a la elaboración de congelados, surimi y otros productos para el consumo humano directo. La actividad sobre los recursos pelágicos tienen amplia distribución en las costas chilenas, habiendo fuerte presencia de anchoveta en la zona norte, con 800.000 toneladas desembarcadas principalmente por la flota industrial, seguido de la zona centro sur con 540.000 toneladas, capturadas en esta zona esencialmente por la flota de lanchas artesanales operando desde los puertos de la región del Bío-Bío, y en menor grado en la región de Los Lagos. En cuanto a los recursos jurel y sardina común, la actividad se efectúa marcadamente en la zona centro sur, habiendo presencia menor en las otras zonas del país. El recurso jurel, se captura principalmente por la flota industrial de la región del Bío-Bío, con desembarques para el año 2007 de 1.100.000 toneladas, siendo menores los aportes de la zona norte, la cual desembarcó 240.000 toneladas, principalmente en faenas asociadas al recurso principal: la anchoveta. Tal cual ocurre con la operación sobre el recurso anchoveta en la zona centro-sur, también para el caso de la sardina común la actividad extractiva se efectúa con lanchas de la flota artesanal, con desembarques para el año 2007 de 270.000 toneladas. Cabe destacar que las pesquerías pelágicas generan una renta anual en torno a los US$ 700 millones por exportaciones, destacando el beneficio que genera para la pesca artesanal como proveedor de materias primas para las plantas de proceso, ingresos por primera transacción que alcanzaron cifras en torno a los US$ 70 millones para el año 2007. Respecto de las pesquerías demersales de peces, geográficamente se identifican dos áreas: zona centro sur y zona sur-austral, con operaciones tanto industriales como artesanales en torno a los recursos merluza común para el primer caso y sobre los recursos Merluza del sur y bacalao en el segundo caso. 7

Estas pesquerías tienen la característica que son pesquerías donde la participación industrial y artesanal esta equilibradamente distribuida, y que se opera sobre recursos de alto valor comercial, teniendo como destino los mercados de Europa, Japón y USA.

Figura 2. Gráfico muestra la evolución de desembarques por origen de 1997 a 2007. Fuente: http://www.economia.gob.cl/areas-de-trabajo/subs-pesca/pesca-yacuicultura-socios-estrategicos-en-el-dinamismo-de-la-economia-nacional/

Figura 3. Muestra la Evolución de las cosechas por recurso en el periodo comprendido entre 1996 a 2007. Fuente: http://www.economia.gob.cl/areas-de-trabajo/subs-pesca/pesca-yacuicultura-socios-estrategicos-en-el-dinamismo-de-la-economia-nacional/ CAPITULO 3. EXPORTACIONES. 3.1 EXPORTACIONES SECTOR PESQUERO 8

Con respecto a las exportaciones, el sector pesquero aportó US$3.826 millones, el año 2007, lo cual representa un alza del 4% respecto al año 2006, y un 6% del total de las exportaciones nacionales. Este valor está también sobre el promedio del periodo entre 2002-2006 en un 41%, lo que en términos de volumen alcanza a 1.4 millones de toneladas, siendo un 2% superior sobre lo consignado el año anterior y un 4% superior al promedio 2002-2006. Cabe destacar la evolución en la participación por origen de las exportaciones sectoriales, las cuales a contar del año 2000 se han visto principalmente representadas por las exportaciones originadas de la acuicultura, llegando el año 2007 a representar un 63% del total. Para el año 2007, la pesquería del recuso merluza del sur generó por la vía de exportaciones US$94 millones, teniendo como principal destino España, con el 90% del valor exportado, seguida muy de cerca en cuanto a importancia, por las exportaciones de bacalao de profundidad, las que alcanzaron los US$ 61 millones para igual periodo, siendo el principal mercado de destino USA, con el 83% del valor de las exportaciones.

Figura 4. Evolución Participación en las exportaciones, por origen, ya sea extractivo o de cultivos. Fuente: http://www.economia.gob.cl/areas-de-trabajo/subs-pesca/pesca-yacuicultura-socios-estrategicos-en-el-dinamismo-de-la-economia-nacional/

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Figura 5. Gráfico de las exportaciones pesqueras. Fuente: http://www.economia.gob.cl/areas-de-trabajo/subspesca/alta-calidad-de-productos-comercializados-en-exigentesmercados-internacionales/

Respecto de los mercados de destino de las exportaciones que registran mayor participación son las con destino al Grupo de países que conforman el Asia Pacífico y América del Norte, con un 40% y 29% respectivamente, situación que se ha mantenido en el tiempo, y que refleja niveles de concentración no necesariamente deseables, más aún cuando por país de destino la situación se ve aún más concentrada, siendo estados unidos y Japón los que explican en conjunto el 50% del valor exportado. Esta situación de concentración en los mercados de destino, configura un nivel de riesgo que ha estado presente durante todo el desarrollo de este sector, siendo acentuado el fenómeno por la alta dependencia de pocos productos, tanto en los de origen de la pesca extractiva como en la Acuicultura.

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Tabla 1. Exportaciones del 2007 por recurso. Fuente: http://www.economia.gob.cl/areas-detrabajo/subs-pesca/alta-calidad-de-productoscomercializados-en-exigentes-mercadosinternacionales/ Los últimos años se han registrado esfuerzos por parte del sector productivo de incluir en sus procesos nuevos productos y nuevas especies para el cultivo, lo cual se espera en el mediano plazo genere una matriz productiva que permita diversificar el riesgo, y se aumente el valor agregado de las materias primas, y la rentabilidad del uso del espacio costero.

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3.2 MOLUSCOS Y VIVALVOS Una de las principales exportaciones pesqueras desde Chile a la Unión Europea corresponde al segmento de productos elaborados a partir de moluscos bivalvos, que en el primer trimestre del año 2012 alcanzaron a 11.387 toneladas netas, destacando con un 88.79 %, las exportaciones de productos elaborados a partir de Chorito (Mytilus chilensis), comercializado bajo el nombre Mejillón. El principal destino de las exportaciones de moluscos bivalvos a la Unión Europea corresponde a España con un 47%, seguido por Francia (23,5%). Italia (11,5%) y Reino Unido (5,1%). Las exportaciones a la U.E. de Chorito se distribuyen en variados países, siendo liderados por España (44,4%), seguido por Francia (25,2%), Italia (12,4%) y Reino Unido (5,7%); por otra parte las exportaciones de otros moluscos bivalvos se concentran en España (67,8%), seguido por Portugal (16,4%) y Francia (9,9%).

Tabla 2. Exportaciones de bivalvos a la UE en toneladas, 2012. Fuente: Exportación de moluscos bivalvos a la U.E, (Servicio Nacional de Pesca [SERNAPESCA], Enero-Marzo 2012), Santiago de Chile.

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En el ámbito de las exportaciones de moluscos bivalvos a España, el 83,8% corresponden a Chorito (4.486,1 toneladas netas), y se reparten entre productos provenientes de las líneas de elaboración Congelados (3.530,8 toneladas netas) y Conservas (955,3 toneladas netas). El 16,2% restante (865,1 toneladas netas) corresponde a exportaciones de otros moluscos bivalvos y se reparten entre los productos provenientes de las líneas de elaboración Conservas (444,3 toneladas netas), Congelado (405,1 toneladas netas) y EnfriadoRefrigerado (15,8 toneladas netas) (Ver figura 6).

Figura 6. Exportación a España de Chorito y otros moluscos bivalvos, por Linea de elaboración, 2012. Fuente: Exportación de moluscos bivalvos a la U.E, (Servicio Nacional de Pesca [SERNAPESCA], Enero-Marzo 2012), Santiago de Chile.

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CAPITULO 4. LEY DE PESCA. Como comentamos en el CAPITULO 1, tras las malas operaciones de la antigua ley, después de más de un año de tramitación, el 9 de febrero de 2013 fue publicada en el Diario Oficial la nueva ley de Pesca y Acuicultura N°20.657, la cual modifica en el ámbito de la sustentabilidad de recursos hidrobiológicos, el acceso a la actividad pesquera industrial, artesanal y regulaciones para la investigación y fiscalización, de la Ley General de Pesca y Acuicultura contenida en la ley N° 18.892 y sus modificaciones. El objetivo de esta nueva ley es la conservación y el uso sustentable de los recursos pesqueros mediante la aplicación del enfoque precautorio, de un enfoque ecosistémico en la nueva regulación pesquera que permita salvaguardar los ecosistemas marinos en los que existan esos recursos. Según esta modificación de Ley, cada cinco años se evaluará la eficacia e implementación de las medidas de conservación y administración pesquera Los objetivos que se deben tener en consideración al momento de aplicar la ley son explicitados en el documento publicado en 2013, los cuales dicen que se debe establecer objetivos de largo plazo para la conservación y administración de las pesquerías y protección de sus ecosistemas así como la evaluación periódica de la eficacia de las medidas adoptadas, aplicar en la administración y conservación de los recursos hidrobiológicos y la protección de sus ecosistemas el principio precautorio, entendiendo por tal: Se deberá ser más cauteloso en la administración y conservación de los recursos cuando la información científica sea incierta, no confiable o incompleta, y no se deberá utilizar la falta de información científica suficiente, no confiable o incompleta, como motivo para posponer o no adoptar medidas de conservación y administración. También el aplicar el enfoque ecosistémico para la conservación y administración de los recursos pesqueros y la protección de sus ecosistemas, entendiendo por tal un enfoque que consideren la interrelación de las especies predominantes en un área determinada, y como administrar los recursos pesqueros en forma transparente, responsable e inclusiva, además de recopilar, verificar, informar y compartir en forma sistemática, oportuna, correcta y pública los datos sobre los recursos hidrobiológicos y sus ecosistemas.

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Un punto importante es también el considerar el impacto de la pesca en las especies asociadas o dependientes y la preservación del medio ambiente acuático y procurar evitar o eliminar la sobreexplotación y la capacidad de pesca excesiva. Para ello se debe fiscalizar el efectivo cumplimiento de las medidas de conservación y administración, y así minimizar el descarte tanto de la especie, como de la fauna acompañante y de la captura de la pesca incidental. Cada cinco años se evaluará la eficacia e implementación de las medidas de conservación y administración, para más detalles con respecto a esto se adjunta en ANEXOS 1 el documento de modificación de ley.

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CAPITULO 5. FISCALIZACIÓN, RESTRICCIONES, COUTAS, VEDAS Y ACCESO. Como se habló en el capítulo anterior, en la modificación de la ley de pesca, la nueva estructura del marco regulatorio de las actividades pesqueras en Chile postula una serie de nuevas normas a seguir, ellas son el acceso, el cual corresponde a las autorizaciones mediante las cuales se permite a determinados sujetos efectuar actividades pesqueras. También se habla de las cuotas de pescas, las cuales corresponden a los límites de las cantidades capturas. Otra norma son las vedas, las cuales tienen relación con las prohibiciones de captura durante un período de tiempo, en un área geográfica determinada. Los tamaños mínimos también están regulados, por lo que existen restricciones especificas al tamaño de las especies capturadas, y también están las restricciones de artes y aparejos de pesca, que corresponden a las normas que establecen prohibiciones o restricciones a las características de los distintos artes y aparejos de pesca que pueden ser utilizados (Ver figura 8). Aparte de estás norma establecidas, se realizan controles en terreno, los cuales se desarrollan en toda la cadena productiva que va desde la captura en zonas de pesca hasta el lugar de comercialización en los mercados nacionales o el lugar embarque donde se exportan los productos a otros países. Considerando la eficacia de las inspecciones, las más utilizadas son aquellas que se realizan en los puntos de desembarque donde es posible verificar el cumplimiento de las principales regulaciones relacionándolos directamente con el agente extractivo. Durante el 2013 el 55% de las inspecciones en terreno se focalizaron en los puntos de desembarque. El monitoreo satelital de naves pesqueras efectuado tanto por SERNAPESCA como por la Armada de Chile, apoya fuertemente el control de las naves industriales y ha demostrado ser una herramienta que reúne los requisitos de eficacia y eficiencia a la vez, pues la herramienta en sí misma (posicionador satelital) y el diseño legal para su utilización como medio de prueba de un incumplimiento, ha dado muy buenos resultados en términos de disuasión de conductas de incumplimiento.

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Figura 7. Gráfico del número de acciones de fiscalización según el tipo de inspección, 2013. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], Durante el 2013 se incorporó el control de actividades para verificar el cumplimiento de la prohibición de mutilar aletas de cualquier especie de tiburón a bordo de naves pesqueras, además de que las acciones de fiscalización estuvieron concentradas en el control del acceso a las pesquerías y de las cuotas de pesca, reduciéndose este último esfuerzo en relación a 2012 debido a la contracción de las operaciones en las pesquerías cuyos recursos están con bajos niveles de abundancia3. 17

Figura 8. Gráfico del número de acciones de fiscalización, según tipo de norma al año 2013. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013), Valparaiso, Chile

Aparte de los métodos de fiscalización nombrados anteriormente, se realiza el monitoreo satelital de buques pesqueros industriales, el cual es efectuado por SERNAPESCA y la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (DGTM). Diariamente se hace un control de las naves que están transmitiendo su posición satelitalmente y con posterioridad, en la recalada se cruza esta información con las declaraciones de pesca hechas en los formularios de desembarque industrial. En el año 2013 se registra un promedio diario de 128 naves industriales transmitiendo su posición vía satélite (Ver figura 9).

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Al igual que en el año 2012, la estacionalidad de las operaciones da cuenta de una reducción en el mes de septiembre lo que se explica por los períodos de veda que se aplican en ese mes a gran parte de los recursos para proteger los procesos reproductivos.

Figura 9. Gráfico del número de naves transmitiendo posición por día, 2013. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013), Valparaiso, Chile La fiscalización de los dispositivos de transmisión satelital hecha a las naves industriales por SERNAPESCA, para verificar su debido funcionamiento, alcanzó un total de 705 actividades de control, y un 65% se focalizó en buques de la flota arrastrera (Ver figura 10). Cabe señalar que en el 2013 se efectuó monitoreo satelital a embarcaciones artesanales, particularmente a las bacaladeras y a aquellas que operan en regiones distintas a las de su inscripción en el Registro Pesquero Artesanal (RPA), dando cumplimiento a la exigencia de utilizar un sistema de posicionamiento satelital.

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Figura 10. Gráfico de los dispositivos de transmisión inspeccionados según flota, 2013. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013), Por otro lado los desembarques industriales son declarados por cada armador al momento de la recalada de cada viaje de pesca y deben ser certificadas por entidades autorizadas por SERNAPESCA. Durante el año 2013 se efectuaron un total de 12.194 declaraciones de pesca industrial (incluyendo barcos fábrica), estando todas certificadas, lo que representa un 9% menos que en el año 2012. Al igual que en el 2012, estas declaraciones se concentran en la zona norte, en las Regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá, debido a que en ambas opera una flota cerquera que hace viajes diarios de pesca, y por lo tanto tiene una actividad de mayor intensidad en términos del número de desembarques (Ver figura 11). Durante el 2013, las entidades certificadoras habilitadas para la certificación fueron de Arica a Atacama, WORLD SURVEY SERVICES S.A., de Coquimbo a Los Ríos, INTERTEK CALEB BRETT CHILE S.A. y en Los Lagos, Aysén y de Magallanes, la empresa certificadora a cargo fue ALEX STEWART INTERCORP CHILE Y CIA LTDA. 20

La fiscalización de los desembarques industriales los hace SERNAPESCA a través de la concurrencia a los puntos de descarga para el control y supervisión del trabajo de las entidades certificadoras, y del proceso de desembarque, que incluye el control de los sistemas de pesaje, los cuales pueden ser utilizados solamente si están debidamente habilitados por esta entidad.

Figura 11. Gráfico del número de desembarques industriales certificados por región, 2013. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013),

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A su vez los desembarques artesanales son controlados mediante inspecciones en puntos de desembarque y a través de verificaciones documentales. Durante el año 2013 se hicieron inspecciones físicas dirigidas a controlar desembarques artesanales. Este esfuerzo se tradujo en 15.495 acciones de fiscalización a nivel nacional. Estas inspecciones físicas se concentran en el año 2013, al igual que en el año anterior en la pesquería de anchoveta y sardina común entre la Región de Valparaíso y la Región de Los Lagos. La fiscalización de los desembarques que provienen de áreas de manejo se distribuye según los niveles de operación y de cuotas autorizadas, destacando en el 2013 la Región de Coquimbo que al igual que en el año anterior concentra los

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desembarques del total de las áreas de manejo del país como se ilustra en la figura 12.

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Figura 12. Gráfico del número de acciones de fiscalización en áreas de manejo por región, 2013. Fuente: ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013),

CAPITULO 6. ACTORES INSTITUCIONALES Y SOCIALES PRESENTES EN EL TERRITORIO. Existen varios actores presentes en la zona pesquera en Chile, los cuales cumplen roles tales como regulación, cumplimiento de normativa, administración, gremial, desarrollo sustentable, entre otros, algunos de estos actores son descritos a continuación. SERNAPESCA es uno de los principales actores institucionales, el cual efectúa el rol de fiscalizar el cumplimiento de las normas pesqueras y de acuicultura, así como proveer servicios para facilitar su correcta ejecución y realizar una gestión sanitaria eficaz, con el 24

fin de contribuir a la sustentabilidad del sector y a la protección de los recursos hidrobiológicos y su medio ambiente. Como también el proveer información sectorial, completa, oportuna y fidedigna. SUBPESCA es la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, un organismo del Estado, dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, que regula y administra la actividad pesquera y de acuicultura, a través de políticas, normas y medidas de administración, sustentadas en informes técnicos fundamentados en investigación científica y en variables de carácter social y económico, con enfoque participativo y territorial para el desarrollo sustentable de la actividad pesquera y la acuicultura nacional. Por otro lado está ASIPES o conocida como la asociación de industriales pesqueros, la cual es un organismo gremial, sin fines de lucro que tiene como objetivo fundamental promover el desarrollo del sector pesquero industrial velando por la preservación de las especies así como hacer valer, a través de su accionar, los puntos de vista del sector industrial pesquero. El IFOP es el Instituto de Fomento Pesquero, el cual es una corporación de derecho privado, sin fines de lucro, cuyo rol público es apoyar al desarrollo sustentable del sector pesquero y acuícola del país. Mientras que el FIP es el fondo de investigación pesquera, que está destinado a financiar estudios, necesarios para fundamentar la adopción de medidas de administración de las pesquerías y de las actividades de acuicultura. También está el FAP, Fondo de Administración Pesquero, el cual está destinado a financiar proyectos de investigación pesquera y acuicultura, y de fomento y desarrollo a la pesca artesanal; y programas de vigilancia, fiscalización y administración de las actividades pesqueras; de capacitación, apoyo social, y reconversión laboral para los trabajadores que, durante el período de vigencia de la ley Nº 19.713, hayan perdido su empleo, y de capacitación para los actuales trabajadores de las industrias pesqueras extractivas y de procesamiento.

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CAPITULO 7. LAS 7 FAMILIAS4. Nueve grupos económicos son dueños del 90% de la pesca industrial de jurel, sardina y anchoveta en Chile. Este negocio les entrega más de US$1.200 millones al año. Esta mala administración y sobreexplotación de las aguas chilenas por parte de las pesqueras tienen al jurel y otros peces a punto de desaparecer. Blumar S.A. es titular del 20,28% de la cuota industrial de jurel, del 26,07% de sardina común, del 31,05% de merluza común y del 15,74% de merluza de cola; pero de esta empresa nada se sabía en Chile hasta hace sólo un par de años, hasta que su nombre apareció en el Diario Oficial y en el mapa de la pesca nacional el 8 de octubre de 2011. Pasó a llamarse Pesquera Itata S.A. luego de fusionarse con la Pesquera El Golfo S.A. y 26

quedar con un capital de US$ 241.903.755 (poco más de $124 mil millones). Con esa fusión, las inversiones pesqueras de la familia Sarquis y del grupo Yaconi-Santa Cruz pasaron a ser una sola compañía, y de paso, a ser la empresa individual que concentra el derecho a explotar la mayor parte de los recursos pesqueros en Chile. Las dos sociedades que dieron origen a Blumar S.A. partieron casi de forma simultánea. Pesquera Itata S.A. fue constituida en 1961 por Jorge Sarquis Nasim y su hijo Sergio Sarquis Menassa. Un año después, Walter Stengel y Marcos Hinztler crearon Pesquera “El Golfo” Stengel y Cía. Ltda. Y a pesar de que las dos operaban en Talcahuano, sus historias tomaron caminos distintos. En las décadas siguientes, la propiedad de Itata sufrió varios cambios, aunque sólo en el papel, ya que todas las sociedades a las que se le transfirió el control de la empresa pertenecen la familia Sarquis. La propiedad de El Golfo, en cambio, se modificó. En diciembre de 1986, la familia Stengel le vendió la empresa a Compañía de Rentas e Inversiones San Ignacio S.A. (de Hugo Yaconi), Inversiones y Rentas Con-Con S.A. (de Manuel Santa Cruz), Sociedad de Inversiones y Servicios Cassis Ltda., Compañía de Rentas e Inversiones Terranova Limitada Compañía en Comandita por Acciones, Compañía de Servicios Ltda. (de Jaime Santa Cruz). Así, el dominio de Pesquera El Golfo S.A. quedó en manos del grupo Yaconi-Santa Cruz. Cuando se repartieron las cuotas individuales de captura en 2001, ambas empresas salieron muy bien paradas. Para entonces, en Chile había 78 firmas pesqueras que pescaban jurel de forma industrial y todas se adjudicaron un porcentaje de su cuota global anual. Como se consideraron los registros de captura de los cuatro años anteriores y la capacidad de bodega de sus barcos, las más grandes se aseguraron las mayores cuotas. Y como querían más, lo que vino fue un proceso de concentración que ha redujoo a sólo 26 el número de participantes en la pesca extractiva de jurel. En ese camino, tanto El Golfo como Itata lideraron el recorrido. Apenas unos meses después de entrar en vigencia la ley de Límite Máximo de Captura por Armador (LMCA), El Golfo ya tenía cuatro empresas pesqueras y contaba con un capital de casi $52.000 millones, además del 10,24% de la cuota industrial de jurel. Ese mismo año, siete compañías del sector se disolvieron después de que el 100% de su capital quedara en manos de Pesquera Itata S.A., la que quedó con un fondo social que superaba los $39.609 millones y con el derecho a capturar el 10,03% del principal recurso 27

pesquero del país. Durante los años siguientes, la constante disminución en las capturas de jurel, llevó a que en 2011 las dos compañías juntaran sus cuotas individuales y se fusionaran bajo el nombre de Blumar S.A. y un directorio compartido que preside Rodrigo Sarquis Said, quien además es presidente de Sonapesca y ex presidente de Asipes, las dos asociaciones gremiales de industriales pesqueros más grandes e importantes del país. La propiedad de la sociedad se reparte en un 54,69% para la familia Sarquis y un 45,31% para el grupo Yaconi-Santa Cruz, que además es dueño de Aquafish S.A., una empresa que hasta el 2013 participó en la pesca de jurel, sardina, anchoveta y merluza, pero que no figura entre los armadores que tienen una cuota asignada en 2012. La fusión que dio origen a Blumar S.A. se dio en medio de la guerra que tienia enfrentadas a las pesqueras industriales por la redistribución del mar chileno. Ante la incertidumbre de cómo se reasignarían las cuotas individuales, casi todos los armadores industriales, menos Lota Protein S.A., se aliaron para defender en bloque los porcentajes que se les asignó en 2001. Para evitar la licitación de sus cuotas, llegaron a un acuerdo con los pescadores artesanales y el gobierno a fines de septiembre del 2013. La ley que se aprobó en 2001, que se carecterizó por el fuerte lobby en la industria fue el detonante del comienzo formal de la repartición del mar chileno, y esto para las grandes pesqueras, fue el reconocimiento de su llamado “derecho histórico”. El entonces presidente Ricardo Lagos aún no cumplía medio año como tal, cuando envió al Congreso un proyecto de ley que pretendía ser una norma transitoria. El proyecto pasó a ser ley en enero de 2001 y durarón sólo dos años bajo el nombre de Ley de Límites Máximos de Captura por Armador (LMCA) (Ver ANEXOS 2). Con esta aprobación, el manejo que implementó Subpesca en la crisis de los ’90 (Ver CAPITULO 1.3) obtuvo un marco legal para continuar. Entre otras medidas, el mar chileno fue dividido en cuatro grandes zonas pesqueras. El norte se dividió en dos: una que va desde la frontera con Perú hasta el límite sur de Antofagasta; y otra que parte desde ese mismo punto y se extiende hasta el sur de Coquimbo. La zona centro sur quedó definida entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, mientras que la zona austral está comprendida por el área marítima que va desde la XI Región hacia el sur. Cada una de esas zonas se transformó en una especie de “fundo marítimo”, donde las mayores empresas pesqueras marcaron su dominio. 28

La nueva ley también consolidó la reserva de las primeras cinco millas desde la costa para la explotación exclusiva de los pescadores artesanales, a los que además se les asignó un porcentaje de la cuota global de las principales pesquerías. Las diferencias entre los artesanales que apoyaron el cambio y los que vieron la ley de LMCA como una “privatización del mar”, se tradujo en una división de su asociación gremial más poderosa, la Conapach, en dos grandes conglomerados: uno que se llamó Confepach (que apoyó los cambios propuestos por el gobierno); y otro que siguió con el nombre original y que incluso acusó ante la Contraloría al entonces subsecretario de Pesca, Daniel Albarrán, por tráfico de influencias. A todos ellos, a los 81.157 pescadores artesanales que figuran en el Registro Pesquero Artesanal del Sernapesca, se les asignó el 5% de la cuota global de jurel. Lo demás se fraccionó entre todos los armadores industriales que operaban en las zonas norte y centro sur del país. La fórmula utilizada para repartir las cuotas individuales transferibles fue el “coeficiente de participación relativo”: la suma del registro de capturas entre 1997 y 2000 y la capacidad de bodega corregida de las naves a 2001. Eso significó que las empresas que más habían pescado durante los años que la Subpesca administró la crisis y las que tenían mayor capacidad de bodega se adjudicaron los pedazos más grandes de la cuota global. Quienes tuvieron mayor “historia pesquera”, que en definitiva es lo mismo que mayor participación en el mercado, salieron más beneficiados. A fines de 2002, para no empezar otra discusión sobre un nuevo manejo del sector, con el apoyo de las principales empresas pesqueras asociadas en Sonapesca, el Congreso prorrogó la vigencia de la ley por 10 años más (hasta el 31 de diciembre de 2012). Las cuotas que les asignaron a varias de las empresas más pequeñas disminuyeron considerablemente su posibilidad de producción, se les hizo insostenible continuar operando. Muchas debieron vender sus barcos y sus cuotas. Las más grandes las compraron y terminaron absorbiendo a las más chicas, reduciendo gradualmente la cantidad de participantes en la actividad extractiva hasta llegar a concentrar la explotación de la mayoría de los recursos marinos en los mismos nueve grupos económicos que actualmente concentran el 93,7% de la pesca industrial de jurel, el recurso marino más importante del Pacífico Sur. 7.1 FAMILIAS DEL MAR

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El 2011 la Compañía Pesquera Camanchaca S.A. anuncio la fusión con Pesquera Bío Bío S.A., de los hermanos Jan, Klaus y Frank Stengel Meierdirks. La sociedad naciente repartiría su propiedad en un 70% para los primeros y en un 30% para los segundos. La unión se hizo operativa a través de Camanchaca Pesca Sur S.A. en diciembre pasado, cuando ésta absorbió a Pesquera Bío Bío Sur S.A., filial de la compañía de los Stengel. Aunque aún aparecen funcionando por separado, las empresas de Jorge Fernández Valdés y la familia Stengel ya están bajo una misma estructura, aunque en forma parcial: sólo las operaciones pelágicas de la zona centro sur estarán a cargo de la nueva empresa. La explotación en el norte y de las especies no pelágicas -como la merluza-, las seguirán desarrollando de forma independiente. La empresa que nació de la fusión no sólo pasó automáticamente a ser titular del 15,77% de la cuota industrial de jurel y del 19,16% de sardina común, sino que además consolidó los apellidos Fernández y Stengel en el grupo de familias que concentran la explotación de la mayor cantidad de recursos pesqueros del país. Si se suman las cuotas que controlan sus tres empresas, entre las dos familias poseen el derecho a capturar el 18,74% del jurel que extraen las pesqueras industriales, el 19,19% de la anchoveta, el 19,16% de sardina común, el 18,79% de sardina española, el 29,55% de merluza común y el 12,42% de merluza de cola (Ver ANEXOS 3). En ese grupo de familias, el nombre del empresario Francisco Javier Errázuriz es bastante conocido. Por medio de sus empresas Pesquera Bahía Coronel S.A. y Salmoalimentos S.A., hasta el 2011 tenía asignado el 3,03% del jurel reservado para la pesca industrial. El 2012, sólo Salmoalimentos apareció entre los armadores con cuota de pesca, adjudicándose sólo el 0,017% del jurel que se pesca industrialmente en Chile. En el directorio internacional pesquero Fish Information & Services, Bahía Coronel es presentada como una empresa chilena dedicada a la captura y procesamiento de pesca para la elaboración y comercialización de harina, aceite de pescado y congelados de alta calidad, propiedad de empresarios ampliamente conocidos y reconocidos en el mercado regional, nacional, e internacional. La sociedad que forman las familias de Eduardo Bohorodzaner y Eduardo Fosk se llama Pesquera Landes S.A. y posee el derecho a capturar cada año el 3,91% del jurel y el 10,15% de la sardina común. Por otro lado, Foodcorp S.A. y Lota Protein S.A. también pertenecen a grupos familiares, aunque son las únicas dos empresas que explotan jurel cuyos dueños son extranjeros. El capital de la primera, que explota el 7,73% del jurel, está 30

en manos de la familia noruega encabezada por Helge Møgster, el principal accionista de Austevoll Seafood ASA, una empresa del grupo pesquero DOF. La controladora de la segunda es el grupo Koppernaes, también de Noruega, una empresa familiar que opera en Europa desde 1884. En Chile, poseen el 1,5% de la pesca industrial de jurel. Otro de los apellidos que pesan en la pesca chilena es Menéndez, aunque por dos ramas familiares distintas. El polo de inversiones pesquero de la familia Izquierdo Menéndez se divide en dos sociedades: Alimentos Marinos S.A. (ALIMAR) y la Sociedad Pesquera San Antonio S.A. (SOPESA). Si se suman las cuotas que cada empresa tiene asignadas, los Izquierdo controlan el 9,14% del jurel que pescan las empresas industriales, el 9,9% de la sardina común y el 9,24% de la merluza de cola. Aunque el grupo familiar no es el más grande del sector, tiene un gran peso en la industria pesquera: el presidente de su directorio, Roberto Izquierdo, también es la cabeza de la asociación gremial Asipes y ocupa una de las tres vicepresidencias en Sonapesca. En este cuadro de los dueños del mar chileno, también están los Lecaros, la otra rama de la familia Menéndez con intereses pesqueros. A través de Pesquera Coloso S.A. y su filial Pesquera San José S.A., los Lecaros Menéndez han llegado a controlar durante la última década el 10,47% de las capturas industriales de jurel. Aunque ahora, después de que se fusionó con uno de los grupos económicos más importantes del país, ese porcentaje es enormemente mayor. En julio de 2010, las páginas de Negocios de los principales diarios anunciaban la primera de las tres grandes fusiones que modificarían el escenario pesquero. Antes de que Blumar S.A. y Camanchaca Pesca Sur S.A. aparecieran en el mapa, Pesquera San José S.A., controlada por Pesquera Coloso S.A. de la familia Lecaros Menéndez, y SouthPacific Korp S.A. (SPK), filial de Pesquera Iquique-Guanaye S.A. del grupo Angelini, habían decidido juntar sus operaciones industriales en áreas de conservas, congelados, harina y aceite de pescado. Así, no sólo surgió Orizon S.A., una de las cuatro empresas individuales con mayor porcentaje de cuotas de jurel, sino que además se consolidó la unión que ya existía entre las familias Angelini y Lecaros Menéndez desde 1999 a través de Corpesca S.A., transformando a la sociedad de esas familias en el mayor grupo pesquero del país. El grupo económico que encabeza Roberto Angelini posee el 60% de las acciones de Orizon y el 77% de las de Corpesca. Por eso preside ambos directorios, donde participa 31

con Sergio Lecaros Menéndez y el ex presidente de la Asociación Chilena de Seguridad, Jorge Matetic, entre otros. Su área de operaciones se extiende en las distintas pesquerías repartidas desde la frontera con Perú hasta el límite sur de la región de Los Lagos. Si se suman las cuotas de captura que poseen las dos empresas en todo el país, entre ambas familias concentran el 31,95% de la cuota industrial de jurel, el 75,41% de anchoveta, el 20,24% de sardina común, el 62,98% de sardina española y el 14,76% de merluza de cola. Pero su principal patio de operaciones es la zona norte. El 95,84% de la anchoveta que podían capturar las naves industriales en el país durante 2012 estaba entre las regiones de Arica y Parinacota y de Coquimbo. De eso, las familias asociadas en Orizon y Corpesca explotan el 77,76%. Y el 2012 la cuota de jurel para esa misma zona bordea las 43.000 toneladas, entre las dos empresas suman un límite máximo de 32.732 toneladas, más de tres cuartos de la pesquería de esa área. Por eso es que el grupo Angelini se mostró tan dispuesto a colaborar con las autoridades chilenas en la disputa por los límites marítimos con Perú. Al final, el límite de lo que cada año se pesca en el mar chileno es determinado por sus “dueños”, estos grandes grupos económicos, ya que lo que está en disputa es un negocio que renta más de US$1.200 millones al año. Mientras, los chilenos debemos asumir que el jurel ya prácticamente desapareció de las aguas chilenas. 8. MODERNIZACIÓN Y DESARROLLO La demanda portuaria asociada al comercio exterior ha tenido un importante crecimiento en la última década lo que ha significado una gran presión sobre las ciudades que albergan estos puertos en nuestro pais, es por esto que es necesario pensar en potenciar los puertos en forma armónica con las ciudades en las que se emplazan, evitando que el hecho de tener un puerto cercano a una ciudad sea una imitante para el turismo o la armonía de la zona. Además de trabajar en el mejoramiento de los espacios públicos costeros, integrándolos armónicamente con la identidad del territorio en que se insertan y de manera coordinada con el desarrollo portuario proyectado, los requerimientos de inversión en este ámbito bordean los 350 millones de dólares para la próxima década, según proyecciones hechas por el MOP1. Todas estas inversiones pronosticadas para la próxima década por un valor cercano a los 4.985 millones de dólares requerirán políticas de inversión coordinada intersectorialmente

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y bajo el modelo de asociación público privada que ha sido la base del desarrollo de la infraestructura pública en la última década. Según el estudio antes señalado, para las proyecciones al 2020 se debe implementar la infraestructura en cantidad y calidad necesarias para estimular el desarrollo productivo del país y de las regiones, a través del mejoramiento de la competitividad y de la inserción en un mundo globalizado, contribuyendo a un crecimiento sustentable y con innovación, además de proveer servicios de infraestructura para garantizar en el mediano plazo la integración y el desarrollo equilibrado del territorio nacional. Otro punto importante es el contribuir al desarrollo social, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las chilenas y los chilenos en las ciudades y en los sectores rurales, aportando a la seguridad estratégica de la nación, dotando de infraestructura para el uso eficiente del agua, energía y obras de conectividad resistente a catástrofes naturales. Como también, proveer servicios de gestión, fiscalización y planificación que aseguren el resguardo del medio ambiental asociado al cuidado del agua. Para ello se invertirá en infraestructura portuaria, en calados, áreas de respaldo y equipos, como también en conectividad, ya que en algunas zonas del país, la alta demanda de productos y las precarias condiciones de las vías de acceso al puerto forman enormes atochamientos. Al igual que la inversión en sitios de atraque, explanada de servicios, servicios higiénicos, oficinas de administración, boxes y áreas cubiertas de trabajo para los sectores de pesca artesanal. En fin, según este informe de proyecciones del MOP, Chile ha reducido las tarifas portuarias en un 30%, ha invertido en infraestructura portuaria, grúas y equipamiento con tecnologías de punta por parte de las empresas concesionarias por más de US$341(2) millones, ha aumentado la velocidad de transferencia portuaria en un 51%, la eficiencia de los terminales en un 100% y ha generado una inyección de recursos al país de más de USD$ 300 millones e ingresos anuales por más de US$26 millones1. Todos estos avances se realizarán en pro de mejorar el mercado pesquero, el cual es uno de los principales ingresos de nuestro país.

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Ulloa, D. et. al. (2009). Infraestructura costera y portuaria Chile 2020. (Ministerio de Obras Publicas [MOP], Noviembre 2009), Santiago de Chile.

CONCLUSIÓN En las últimas décadas ha habido transformaciones enormes en el sector pesquero nacional, donde se refleja lo que en general ha sucedido a nivel mundial, con bajas en las poblaciones de pesquerías, ya sea por sobrexplotación o por condiciones que afectan la temperatura de mar y sus corriente. Los países han debido resguardar en mayor medida sus recursos pesqueros, a fin de evitar la situación actual de agotamiento de muchas especies, Es por eso que una de las principales razones de la modificación de la ley de pesca y acuicultura es adecuar la normativa al estatus actual de los recursos hidrobiológicos y de los cultivos de peces y mariscos. Uno de los principales enfoques de esta modificación de ley es hacia la sostenibilidad de recursos hidrobiológicos.

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Tal como ha cambiado la participación de los tres sectores, industrial, artesanal y de acuicultura, el uso o destino de los desembarques también ha experimentado modificaciones. Todos estos factores nos muestran cuan necesario es hacer proyecciones para tener un sector pesquero más regulado, menos monopolizado y con prácticas más sustentable en nuestro país.

REFERENCIAS 1

Ulloa, D. et. al. (2009). Infraestructura costera y portuaria Chile 2020. (Ministerio de

Obras Publicas [MOP], Noviembre 2009), Santiago de Chile. 2

Arana, P.M. (ed.). (2012). Recursos pesqueros del mar de Chile. Escuela de Ciencias del

Mar, PUCV, Valparaíso. 3

ACTIVIDADES DE FISCALIZACIÓN EFECTUADAS EN MATERIA DE PESCA Y

ACUICULTURA EN EL AÑO 2013, (Servicio nacional de pesca [SERNAPESCA], 2013), Valparaiso, Chile 4

Figueroa. J, (2012), Los nueve dueños del mar chileno, (Centro de Investigación

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ANEXOS 1 Ley N°20.657, Ley general de pesca y acuicultura contenida en la ley n° 18.892 y

LEY_PESCA_MOD.pd f

sus modificaciones 2 Ley de Límites Máximos de Captura por Armador.

LMCA.pdf

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3 Mapa de cuotas por industrias en Chile.

http://ciperchile.cl/multimedia/32544/

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