La Mirada Invisible

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Segunda Parte. Trabajo de Aplicación conceptual Trabajo de aplicación conceptual utilizando los items trabajados en la parte de lectura y comprensión. 1. Consignas: a. Ver la película “La Mirada Invisible”. b. Explicar la trama de la película y describir el contexto socio-histórico en el que ésta acontece. c. ¿Qué teoría del aprendizaje sustenta el accionar de la preceptora con los alumnos? d. Explicar los siguientes aspectos de la teoría nombrada en el punto c.: su concepción de aprendizaje y sus postulados teóricos, el rol del sujeto aprendiente, el lugar otorgado al equívoco, el lugar dado a las diferencias, el lugar dado a la subjetividad. e. A partir de describir escenas de la película (las que requieran su respuesta) justificar de qué manera (en qué aspectos) se plasman/visibilizan cada uno de los aspectos desarrollados en el punto d. f. Elegir una de las teorías del aprendizaje que no prevalecen en el aula y responder ¿Por qué en tiempos dictatoriales no prevalecen esa clase de teoría del aprendizaje? (Para responder pensar aquí en los postulados principales de la teoría y su relación con las características propias de tiempos dictatoriales). 1.b. Trama de la película. La película “La Mirada invisible” del director Diego Lerman, se desarrolla en el Colegio Nacional Buenos Aires. “La película de inicia con el himno nacional argentino, en un acto en el colegio Nacional Buenos Aires. Una vez concluido el mismo los alumnos son llevados a sus respectivos cursos por la preceptora, María Teresa. Formados en hilera transitan por las escaleras, conservando el silencio general. Como si se tratara de un desfile. Mujeres primero, hombres luego. Una vez frente al salón, los alumnos toman distancia. El silencio es lo esencial, y la manifestación contraria al orden, la excepción. Marcada por el jefe de preceptores y sostenida por la figura de la preceptora en el “pedido” a un alumno. Los alumnos ingresan al aula, y la preceptora les toma asistencia. De pie reciben al profesor que se dirige hacia ellos de manera general con un “buenas tardes señores”. Firma el profesor el acta de asistencia. La preceptora (grupo de preceptores) se retira a la oficina en la que se dedican a completar sus tareas, o bien a beber alguna bebida caliente, bajo la mirada del prefecto. Cada uno en lo que le corresponde. Se plantea otra situación en el aula, mientras se espera la llegada del director, en el aula, el silencio es total. La figura de autoridad se percibe en cada acción. Se hace presente, el prefecto, quien saluda a los alumnos y pasa a relatar los antecedentes históricos del establecimiento, informando que desde su fundación en 1778 a este colegio se lo reconocía como “Colegio de Ciencias Morales”, de estas aulas salieron próceres de la talla de Manuel Belgrano, y en 1863, ya como Colegio Nacional, es refundado bajo el “genio de Bartolomé Mitre, fundador de patria misma”. En la consolidación del Estado argentino, el colegio nacional buenos aires, ha tenido desde siempre un papel decisivo, la

historia del colegio y la historia de la patria son una misma cosa. Ténganlo siempre presente. Les doy oficialmente la bienvenida al ciclo lectivo que comienza y les deseo un año de estudio (risa de un alumno). El jefe de preceptores, pregunta: ¿quien fue? El que fue que lo diga, (nadie responde).Vuelve a reiterar el Jefe de Preceptores: el que sepa quien fue que lo diga. Los alumnos fueron castigados por las autoridades y se mantienen en el aula, en silencio, controlados por la preceptora. Desde una disposición elevada en el aula, con una visión panóptica. Una de las alumnas está leyendo, pero como no es material educativo, esa lectura debe suspenderse, guardarlo. No es un premio, están castigados. Y la preceptora debe hacerlo cumplir al mismo. El control continúa, tanto internamente como a la salida del curso, en el modo de presentación del uniforme: solapa derecha, corbata en posición, el botón de la camisa. La preceptora debe ser modelo de conducta en el establecimiento y como ejemplo en la vida fuera del mismo. María teresa vive con su madre (quien padece algún tipo de enfermedad) y su abuela, quien se dedica a la costura, y es en medio de un trabajo que surge el interrogante “!del fumar”, interpelando a su abuela sobre este asunto. Donde ella le comenta que lo hace desde los 18 a escondidas. Existe cierto distanciamiento en las relaciones personales entre los miembros de su familia. Es la figura de la abuela la que conduce la familia. Se suceden los días de clase, es en el recreo donde el trabajo de control se continúa. El cuerpo de preceptores vigila el proceder de los alumnos. Es en uno de esos momentos en los que la profesora decide seguir a uno de los alumnos. Pero se encuentra con un límite: la puerta del baño. Algo piensa, mientras observa lo que sucede allí. Suena el timbre, y se retira a la sala de preceptores, donde es llamada por su jefe, quien le pide que lo acompañe. Le informa que un profesor ha faltado, algo que sólo sucede por “fuerza mayor”. Le indica lo que debe hacer, conservar el orden por sobre todas las cosas. Biazutto, le pregunta a María Teresa, sobre ¿cuál es el secreto de la buena disciplina? Y ella le responde que la vigilancia. Le repregunta nuevamente sobre ¿qué clase de vigilancia?, la vigilancia permanente. Y ¿cómo se logra esa vigilancia permanente? Vigilando todo el tiempo, en todo lugar (responde María Teresa). Para eso tendrá que tener una mirada atenta, en el menor detalle. Ella completa la frase: la mirada invisible. Se encuentra con otro profesor, quien le dirá lo que debe pedir que hagan los alumnos. “tiene que leerles las frases, para que armen un ensayo, de no más de 2 carillas, que tendrán que entregar después de la clase, e ira con nota”. La preceptora ingresa a los baños, y observa, un alumno orinar, apoyada en el piso. Se escucha el timbre y se incorpora, para continuar con su trabajo. En el aula, dicta a los alumnos las frases dadas. Uno de los alumnos le pide que repita nuevamente, pero ella sostiene que no puede hacerlo. Los alumnos se ponen a trabajar, en sus pupitres, mientras son observados detenidamente por ella, mientras circula por el aula. Aquí se da una situación en que llega hasta “olfatear” al alumno. Los alumnos cantan en el aula “Aurora”, mientras en el exterior del aula, suena esta canción. María teresa, prepara el aula para el día siguiente. Mientras toma asiento en el pupitre del alumno, en cuya persona ella ha fijado su interés, alumno que se caracteriza como “diferente” del resto.

Esta por retirarse del establecimiento y es aquí cuando ante la pregunta de su jefe de si ¿pasa algo? Ella le responde que cree que si. Le plantea que a su parecer hay alumnos que se las ingenian para fumar dentro del colegio. Ella no está segura, pero le pide autorización para “investigar”. Es aquí en donde el jefe le comenta que “…la subversión es como un cáncer, primero toma un órgano, que puede ser la juventud, la infecta de violencia, de ideas extrañas, pero después ese cáncer, hace sus ramificaciones, metástasis, a esas también hay que combatirlas. Fumar en el colegio que es? Es el cáncer de la subversión, que todavía nos amenaza…”. La preceptora, ingresa en el interior del baño de hombres y observa todo a su alrededor, en busca de “algo”. Se posiciona en cada espacio del mismo. Toma el lugar de sus alumnos. Compra un perfume, de fragancia similar al que usa el alumno en quien ella ha puesto su mirada. Continúa con su rutina de vuelta a su casa. Se manifiesta una relación fría en el trato para con su madre. Otro día en el colegio, se inicia de la misma manera para María Teresa, tomar asistencia, esperar la llegada del profesor. Ir y estar en la oficina de preceptores. Observar, y nuevamente ir al baño de hombres. Levantando los papeles, observando. Escuchando todo lo que sucede. El control lo continúa en la observancia de los alumnos en la fila, las medias, el botón, el largo del cabello. Llega ante Marini (alumno cuyas actividades son observadas) y se desmaya, siendo atendía en la enfermería del colegio. Biazutto, le pregunta por su salud, y la invita a subir al observatorio del colegio. Se plantean situaciones personales, en donde el jefe le pregunta con quien vive, en donde trabaja, etc. Nuevamente en el colegio, otra vez la repetición, tomar lista, y esperar al profesor. Quien en esta ocasión, les indica a los alumnos: “…saquen una hoja, tema 1, tema 2, tema 3”. De vuelta en la oficina de los preceptores, el jefe está con uno de ellos, quien le informa que debe concurrir a un chequeo general, y se supone que ha faltado por problemas de salud y el jefe se ríe de esta situación. Nuevamente situación de recreo, observando todo lo que están haciendo los alumnos. Cuando en un rincón encuentra a dos alumnos en situación de besos. Ante esto, María Teresa, les solicita sus nombres, año y división, y sus carnets. Solicitándoles que la sigan, y ellos le plantean que por favor no sean amonestados, y ella solo les contesta: “…lo hubiesen pensado antes, háblenlo con el Sr. Prefecto”. Nuevamente esta en el interior del baño, la espera es larga, por lo que ella hace uso del mismo. Aurora es entonada nuevamente en el aula, mientras se escucha la música en todo el colegio. Se encuentra en un café, con Biazutto, quien la cito allí por discreción, lejos de la imaginativa de los alumnos. Se plantea una relación de acercamiento, desde parte del jefe, quien trata de desacartonar la relación, con preguntas sobre su futuro, ¿que no piensa casarse?. Ella le pregunta cuando ingreso en el colegio? El le responde que en el 76. ¿y hace mucho que es jefe de preceptores? El la frena, diciéndole que parece una periodista (o una detective), por las preguntas. Ella le manifiesta que solo es curiosidad. Le comenta que se dice que él se destaco mucho. Biazutto le comenta que “… sólo hice lo que debía hacer, la sociedad estaba amenazada, hubo que actuar, con absoluta energía. Lea la

historia Marita, es de lo más edificante, mire, cuando se gana una guerra, lo que sigue es la persecución de los últimos focos de resistencia del que perdió, y aunque parezca una limpieza todavía forma parte de la guerra. María Teresa, le pregunta: ¿qué guerra señor? Él responde: “…la guerra contra la subversión, Marita. Y de aquí, a preguntar por la como sigue lo de los alumnos que fuman, la preceptora se queda pensando en lo hablado, y reacciona respondiendo que aún no tiene novedades. El jefe la acompaña hasta la entrada del subte, y se despiden hasta el lunes, mientras él se queda mirando, encendiendo un cigarrillo. Es invitada a una fiesta, por uno de los preceptores, es allí observada por sus compañeros, quienes le hacen vacio de manera sarcástica “…te acordas de Tarantini… (por el peinado que lleva); luce de manera diferente a los que están en la fiesta. Un día más en colegio, una vez más de rutina. Sus compañeros de oficina, se ríen mientras observan una caricatura de “Marita”, Biazutto observa esta situación y al encontrar el dibujo procede a suspenderlos por 48hs. Le solicita a la preceptora que le cuente todo lo que pasa en el colegio, le pide que confíe en él. Continua con su “búsqueda de pruebas” en el baño de varones, y observa a dos alumnos que están comentando sobre una caricatura del jefe de preceptores y el prefecto. Cuando estos se retiran del baño, los sigue, les pide sus datos (año y división), sus carnets. Le informa a uno de ellos que no debería estar en ese claustro, y solicita que le muestren lo que tienen, los manda a sus aulas, y se queda con el material. Mientras el alumno al que ella sigue, está en la biblioteca, ella procede a husmear entre sus pertenencias. Cuando se está retirando, se acerca a la pileta en donde los alumnos practican natación, e ingresa en los vestuarios, realizando la misma búsqueda entre las pertenencias del alumno en cuestión. Observa un casete entre sus pertenencias, y de regreso a su casa, concurre a una “disquería” en donde compra el disco, que escucha el alumno. En su casa, mientras cena con su familia, observa de manera impávida, el festejo de los 6 años del establecimiento del Proceso de reorganización Nacional, siendo en ese momento, el presidente de facto el general Galtieri. A sus 23 años, le pregunta a su abuela, con quien comparte la habitación, “… ¿estuviste enamorada alguna vez? Y la abuela le responde: “…claro que si, por lo menos una…”. Y su abuela le pregunta lo mismo: “…no…” (ya te va a llegar). Un día más de trabajo como preceptora. Un día más en los baños, buscando “pruebas de que se fuma”. Ella se “descubre” como mujer. Es aquí donde se presenta una situación que ella no esperaba: se hace presente el jefe de preceptores, quien la descubre en el interior del baño. Ella le dice que está trabajando, controlando que los alumnos acaten las reglas. Él sostiene no entender de qué le habla. María teresa quiere agarrar a los alumnos que fuman, y el Jefe, con asombro, le dice: “¿…acá? Ella entre lágrimas, le informa lo que piensa, que es allí el único lugar en donde pueden fumar sin ser vistos. Marita no puede soportar la situación de la que fue presa: ¿hasta donde pudo llegar? Una vez de regreso en la oficina de preceptores, la situación no la puede esconder, el mal humor, la mala predisposición hacia los demás, es imposible de ocultar. Está preocupada. En medio de esta situación su abuela le confiesa que había estado enamorada de un muchacho, y que después conoció a su abuelo y se caso. Con el tiempo lo volvió a encontrar, y tuvo un “encuentro con él”.

Nuevamente en el colegio, está en el aula, en una clase de historia (la guerra del Paraguay), en la que la profesora comenta que “… hizo lo que cualquier soldado hace en una guerra: tratar de matar y no dejarse matar… y en la batalla de Curupayti, perdió su mano…con la que pintaba, impedido fue mandado de vuelta a Buenos Aires, entonces empezó a ejercitar la otra mano, la menos hábil, hasta lograr la maestría necesaria para poder pintar…logro esto, como se logran todas las cosas: con decisión, y con constancia..”. Se escuchan estruendos, como explosiones. Los alumnos comienzan a hablar entre ellos, y la preceptora, bajo la mirada de la profesora, los llama al orden. Los alumnos se retiran hacia su salón, y la preceptora les reclama “silencio”. En ese momento se hace presente el jefe de preceptores, preguntándole a Marita si está todo en orden. Ella le pregunta por los ruidos que se acababan de escuchar. ¿Paso algo? él le dice que está todo bajo control. Que no hay nada de qué preocuparse. María Teresa, como todos los días, está preparando el aula para el dictado de clases del día siguiente. El jefe de preceptores se comunica con ella a su domicilio. Él le pide disculpas sobre lo que paso, él le hace saber que está conforme con su desempeño. Al día siguiente, en el colegio, el prefecto cita a los preceptores, informándole que se están dando disturbios en los alrededores del colegio, sosteniendo que “…no es nada que nos impida continuar con el normal dictado de las clases, hasta tanto las autoridades logren controlar la situación hemos decidido mantener cerradas las principales puertas de acceso al edificio…” el jefe de preceptores le informa que “…por lo tanto una vez finalizadas las actividades del colegio, los alumnos saldrán por la puerta de la calle Moreno, además sugiéranles que no se acerquen a la plaza de Mayo”. María Teresa, una vez más se va a los baños de los varones. Allí se hace presente el jefe de preceptores, quien le pregunta: ¿hay alguna novedad? Y ella le responde: “…aún nada”. El sostiene que “…la perseverancia es la clave...”en ese momento hace su ingreso un alumno, y el jefe tiene que esconderse junto con la preceptora. Ella lo invita a retirarse, ya que los podrían descubrir. María Teresa, continúa con su control, en el recreo, y va hacia el baño de varones, en donde constata una pelea entre el alumno -que ella sigue todos los días- y un compañero, solicita la asistencia de otro preceptor e ingresan al baño para separar a los alumnos, y luego éstos son llevados ante el prefecto. Se lleva a cabo un acto en el salón de actos del colegio, mientras esto sucede, la preceptora intercambia miradas con el alumno, y esto es observado por el jefe de preceptores. Cuando están los alumnos saliendo del colegio, los estruendos y las sirenas dejan escucharse. María Teresa estaba por retirarse, pero es solicitada por el jefe de preceptores, quien le pide que lo acompañe, porque tiene que mostrarle algo, que es importante, diciéndole que descubrió algo que le va a interesar. Le pide que la siga. Y van hacia los baños de varones. Y le indica que mire dentro del baño, la increpa preguntándole ¿que ve? Y ella le contesta que nada. Y él le dice: “…eso mismo, no hay nada Marita… cierra la puerta tras de sí, y le pregunta: ¿qué estuvo haciendo todo este tiempo, en el baño de varones Marita? Ella sostenía que estaba buscando a los alumnos que fuman. El jefe le dice que no le cree, que le mintió. Que él no la autorizo a espiar a los varones. Que el confió en ella, que le brindó todo su apoyo. Y que ella engaño a todos, que los defraudo.

María Teresa no hace otra cosa que pedir perdón. Y en medio de sus lágrimas, el jefe mientras le pregunta: ¿Por qué lo hizo? Con su mano, arremete duramente contra Marita, quien entre lágrimas es violada, sin ella poder reaccionar ante la ofensa, ante la humillación brutal de esta situación clara de abuso de poder, de humanidad. El animal ha mostrado sus garras, es aquí donde se exhibe la respuesta final a la búsqueda de Marita. En el comentario lleno de sarcasmo, mientras le ofrece su “ayuda”, y enciende su cigarrillo. : “…mañana la quiero aquí mismo, me escucho? ¿Me escucho no? Buscando esos alumnos subversivos que están infringiendo las reglas. Marita sólo busca, un objeto que la libere, mientras la bestia le da su espalda. Logra con sus fuerzas, asestarle sendas heridas, mientras el “Jefe” se desploma, entre el olor nauseabundo de las meadas. Aún agonizando reclama por Marita, quien sólo camina, y camina, por entre los muros del Colegio Nacional; los ruidos de Plaza de Mayo, acallaron el llanto. “el pueblo unido jamás será vencido…”…”que sepa el mundo, América, que un pueblo con voluntad decidida, como el pueblo argentino,…si quieren venir que vengan…les presentaremos batalla…” la plaza hacía sonar sus gritos… de aliento… CONTEXTO SOCIO-HISTÓRICO: La película se desarrolla a fines del Proceso de Reorganización Nacional, el cual se caracterizo por la utilización sistemática de la violencia a través del aparato estatal para intimidar o eliminar a

los disidentes, e involucro en ese

terror a la sociedad civil. El objetivo de la dictadura era eliminar el terrorismo marxista que estaba minando las instituciones y los valores morales y cristianos de la sociedad argentina razón por la cual comprometió a todo el personal de las FUERZAS ARMADAS pero también a muchos civiles en la “guerra contra la subversión”, asignándoles tareas para que todos sintieran que estaban inmersos en esa renovación profunda del país. La dictadura no sólo trató de terminar con la acción de la guerrilla sino con toda forma de organización social desde las bases y de solidaridad entre los habitantes. La cultura del miedo fue implementada en todos los niveles y estratos de la sociedad. La desaparición de personas impactaba emocionalmente en toda la familia, amigos y conocidos, quienes rompían lazos por seguridad. El pánico a la represión y la imposición de la consigna “no te metas” eliminó los vínculos de solidaridad. La escuela no escapo a dicho momento histórico. La educación debía seguir los lineamientos ideológicos del Proceso de Reorganización Nacional, para lo cual debía restaurar el orden en todas las instituciones escolares. Los militares supervisaron no sólo las actividades realizadas por los alumnos (desde su vestimenta hasta sus ideales) sino también la de los docentes. En muchos casos, se nombraron preceptores o “celadores” que eran en realidad agentes de servicios de inteligencia cuya tarea era disciplinarlos.

A los docentes, preceptores o directivos que no comulgaban con las ideas de la dictadura y que eran denunciados, se les aplicaba la Ley de Prescindibilidad, quedando excluidos del sistema educativo estatal y privado. El autoritarismo y la estricta disciplina eran los rasgos fundamentales de la educación de esos tiempos. El ministerio de Educación solicitaba a las autoridades de los establecimientos la intensificación de la observación de clases y la revisión de apuntes, cuadernos, trabajos prácticos y material bibliográfico. Dichas características se podían observar también en la vestimenta de los alumnos y demás miembros de la comunidad educativa, la forma de saludar y dirigirse a las autoridades, la disposición áulica, la nula participación de los alumnos, etc. En las escuelas no se debían hacer reuniones de padres, para evitar que se hablasen temas que la dictadura no quería: era preferible que los problemas de disciplina se trataran individualmente o por grupos pequeños. En definitiva, se trató de clausurar por todos los medios posibles los mecanismos de participación social en la educación.

1.c. ¿Qué teoría del aprendizaje sustenta el accionar de la preceptora con los alumnos?

1.d. Concepción de aprendizaje y sus postulados teóricos, el rol del sujeto aprendiente, el lugar otorgado al equívoco, el lugar dado a las diferencias, el lugar dado a la subjetividad.

1.e. A partir de describir escenas de la película (las que requieran su respuesta) justificar de qué manera (en qué aspectos) se plasman/visibilizan cada uno de los aspectos desarrollados en el punto d.

1.f. Elegir una de las teorías del aprendizaje que no prevalecen en el aula y responder ¿Por qué en tiempos dictatoriales no prevalecen esa clase de teoría del aprendizaje?