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LA JUSTICIA COMO LEALTAD AMPLIADA

Es demasiado llamativo el título, pues ahora se pasa de un término que se ha venido manejando con autores pasados como Hans Kelsen, John Rawls y Alasdair MacIntyre que era la justicia, ahora al tema de la lealtad, obviamente Richard Rorty ampliará más el tema, pero el simple título logra aportar algunas luces de lo que tratará el texto. Empieza mencionando una idea sobre los lazos de lealtad, puesto que cuando pasa alguna eventualidad con las personas más cercanas como nuestra familia, los lazos se hacen más estrechos, en cambio, con las personas más alejadas de nosotros tienden a alejarse más, y había un ejemplo de si un familiar cometió un crimen obviamente se le ayudaría lo más que se pueda, en cambio un vecino con lazos más anchos no se le ayudará tanto que como al familiar 1. La lealtad se puede dar en grados, ya que además de darse por los lazos, también involucran a los grupos, por ejemplo, en los Estados Unidos que menciona Rorty, pues algunos empresarios dejan sin trabajo a ciudades enteras que tienen ciudadanos americanos poniendo de pretexto la justicia2, suena casi como el ejercicio de la adquisición original y la transferencia de Nozick3 Otros autores como Kant dirán que existe una máxima de la cual surgen las normas de lo moral que deben regir las conductas de los individuos y la convivencia de estos, pero no todos están de acuerdo con esta idea de Kant, ya que los neokantianos reformularan esta premisa, pues al contrario de Kant, la norma no debe ser ligera y luego rígida, sino que desde un principio es rígida. La moral inicia no como una obligación, sino como una relación de confianza, es decir, se crean lazos de lealtad, pero como se menciona en el texto, cuando una tribu tiene lazos de lealtad y la nación exige de manera justa que algún miembro sea desleal debe serlo por el bien de la nación. Existe una idea de obligación moral que extiende el sentimiento de respeto por los seres y no solo por los humanos, la idea de que la obligación moral se extiende más allá del género humano, incluyendo a los animales o los 1

Cfr. RORTY Richard, La justicia como lealtad ampliada, Paidós, Barcelona, 1998, p. 106. Cfr. Ibidem, p.106. 3 Cfr. MACINTYRE Alasdair, “La justicia como virtud: conceptos cambiantes”, Tras la virtud, Biblioteca de bolsillo, España, 2004, p. 367. 2

árboles, de aquí una acertada explicación sobre los protectores de animales y los ecologistas, se afanan tanto en otras especies que se olvidan que la que tiene un grado máximo de dignidad es el hombre. Mas adelante el autor quiere descifrar la diferencia entre si la justicia y la lealtad provienen de un mismo punto y si la razón y el sentimiento pueden compaginar, y es aquí donde propone que la racionalidad no debe entenderse como es punto de discrepancia entre los ideales de las personas. Es evidente que una persona no puede quitarse prejuicios, ideas religiosas, pre racionales, es casi imposible, solo en el grado de que las personas no concuerdan con nuestras ideas es cuando se les ataca y se les dice que son irracionales, cuando la realidad es otra, simplemente debe haber un punto en el cual al darte cuenta de la racionalidad el otro siendo consciente de sus diferencias puedas llegara a acuerdos que beneficien a ambos4. En conclusión, debemos dejar de tomar a la razón como autoridad que dicte cada una de las leyes que nos deben regir, en cambio debe ser una directriz que nos ayude a tomar acuerdos respetando la pluralidad e pensamientos y de convergencias en ideas y discrepancias en las mismas. De hecho, el autor termina con una idea demasiado buena en la cual inclusive critica a Rawls, al decir que occidente debe dejar de sentirse superior y universalizar la razón, pues ellos si han logrado algo a partir de esta misma razón no quiere decir que debe englobar de igual manera a todo el mundo, pues existen realidades diferentes, tanto económicas, como sociales, culturales, políticas, etcétera.

4

Cfr. Ibidem, p.22.