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"( r,kr$: la tortura emoc¡onal, la venganza

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LA INFIDELIDAD

( ¡(xrzález Núñez (comp.), op. cit.

y I , sf llirh 11981r. Anatomla de los celos, i¡llro.

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:

lkrrn¿n Behavior (1994). "Jealousy", Academic

::1.

tJhA.

ú,

Il.l721.

"l-mrfa

psicoanalltica de las neurosis, Buenos

lntroduccién

[¿iclr¡r".

il;*itJ**:l1fiirfif .omún y corriente y

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,,,uy

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problemas

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sen menhles o

de psiquíatrla,

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incluso co rxrdían ser castigadas i.,ru .o.o con la laPidacton'

rt¡s

perspectivas

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abuso de confianza.

h{4 ilgü{,#;,1 o¿rtegoría de ente peligroso y tentador, ptx l,r '¡rrr, ellas la responsabilidad de la infidelidad de kn lrlrrlrri{,

r¡luao representa una violación o t¡ai_ utl voto que la pareja acordó como un

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disminuyó debido a que las personas ya podí,rn rh,i r mente a su pareja matrimonial, sin embargo r'l "lr{,nirl cuernos" al marido se volvió todo un arte.

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que se da fuera de una pare_

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extraconyugates, amantes, en-

1'll1*-':l*"":: r fuera del lazo conyulal r:t)n otra

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I es entendida como un fenómeno de inter_ desde ta óprica de tos afectados; L1:]L?1" z¿o¿ como un continuo que dicho even_ .rsr,mrsmo, la infidelidad puede ser even_

o bien, permanente (relación jjn emocional, a"f q".i.i." '$elrcramiento I n:ñ ur:¡sion.rlcs)

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retación de 3:.'j quc suponga una üxunr, exclusividad sexuai

por demás. presenre a io targo ¡rr ejemplo, era frecuente en oh) qlr('. osl,tb.l desprovista de aspectos afec_ flitortr, rx i]|. Fn la antigua cultura judía, ::- r t,r t,r¡ridación pa." ambos !ene_ rrtsr:lrpnt(.

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¡uc l.rs mujeres fuesen

lasLsti-

En el siglo xtx, a causa de la resLricción imput'sl;r r, rlrtr l"t

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Ya para el siglo pasado estos vínculos amorosos han tonr¡. do un mayor auge, por ejemplo, en 1953, el equipo de Alfrrxl Kinsey realizó un estudio con la población de Estados Unk|rs que reveló que el 26/o de los su.jetos encuestados, casados había cometido adulterio en algún momento de su vida matri.monial. Esto implica que uno de cada cuatro americanos habían sido infieles. En nuestro país 'no existen estudios c investigaciones estadíst¡cas confiables que nos indiquen &' manera clara cuál es la tendencia del fenómeno.

En 1980, Cebhard, colaborador de Kinsey, calculaba por medio de variables predictoras que el 40% de las muleres casadas habían tenido una aventura antes de los cuarenta años, En 1984, una encuesta de la revista Play Cirl reveló que una de dos esposas encuestadas había echado una "canita ¡l aire" (Fuentes 2005) sin que supieran sus maridos.

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sexualidad de la llamada Época Victoriana, las relacir¡¡rt,s rn¡" trimoniales volvieron a tensarse y esto dio la posibilidacl rk, qrre se incrementaran de nuevo las relaciones extramaritales. (i)n Io que, a mayor represión, mayor cantidad de infidelidad.

que'uno Ue to,

sexo -persona/ rüitno y con quíen obtiene algún tipo de relación rolarncnrc, genital- en el Jorto

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En los siglos xvtl y xvttt el interés por este til)o (l('

rla dostáe

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Algunos autores consideran que uno de cada dos homl¡nrs casados y una de cada cuatro esposas han tenido alguna rcll' ción extramarital (Peisekovicius 1999), dato situado en ¡oblrciones mexicanas.

Ullir i¡llronrisión en un matrimonio,

127

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VIOA HUMANA

Fuentes (2005), mencion¿l clttr) tn España, incluso en nivr'l de fantasías sexuales, el 66% dt: lt¡s varones y el 75% de lit:'

mujeres piensan en práctic;rs scxtlilles con otra persona dili' rente de su pareja. l-o c¡uc tro intplica necesariamente qrl(' hayan sido infieles ya.

It,uir utlos autores, la infidelidad se ¡ruede tipificar de il,¡ r on el grado de compromiso que está implícito en la

Definitivamente, la infidclidad femenina se ha ido exparr diendo, no obstante, todavía no es aceptada tan abiertamen|' como puede ser la de los varones; incluso ni siquiera es tttt tema del que las mujeres puedan Platicar francamente, datl,r ' las implicaciones sociales, morales y familiares. Tal es el c¡sr, del miedo que experimentan a dañar a algún miembro de:,rr familia, o a las críticas y al rechazo, lo cual hace que la infidr'rli dad femenina siga siendo un tema del que no se hable; ll, es difír il mujeres son más cuidadosas en su manejo descubrirlas. Un estudio realizado en Cran Bretaña por la Dr,, S. Quilliam, en 1998, reveló que el 50% de las muierr'"

n, c:olr lo cual puede ser simplemente una aventura (que rrna sola vez, a algunas veces y que no pase de más de lr¡t,s(]s), hasta una relación que se establece adenrás de la inicial (que vaya de más de seis meses a años y que [ur]rl¡nte). Lo que hace que para rnuchos individuos de l¡linas sea valorado tanto la aventura o casual, así cola¡ rr.l¡r:iones permanentes que pasan desapercibidas para ls, por otro lado está el reconocimiento en general de a la habilidad para la aventura cle una sola noche re¡:ercusiones para la relación de pareja. Es rnás,

y

encues*.adas aseguró que si quedaba embarazada amante, diría a su pareja que el hiio era suyo (ibíd.).

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