La Estruendosa Superioridad Del Capitalismo

La estruendosa superioridad del capitalismo | Javier Milei | TEDxSanNicolas Traductor: Florencia Bracamonte Revisor: Cir

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La estruendosa superioridad del capitalismo | Javier Milei | TEDxSanNicolas Traductor: Florencia Bracamonte Revisor: Ciro Gomez Buenas. Bueno, voy a arrancar con mi presentación. Y esto es una charla de una historia de amor, una historia de amor con las ideas de la libertad. Y tiene tres capítulos porque en la medida en que uno va estudiando y va profundizando en esto el romance va surgiendo de distintas maneras. Lo primero que me enamoró del capitalismo y la libertad básicamente fue que es una máquina de sacar gente de la pobreza, que es la máquina de la prosperidad, que es la máquina del bienestar. Pero, claro, cuando uno avanza en esta idea se encuentra con detractores, detractores que acusan al sistema de ser injusto. Entonces, el segundo momento del romance arranca cuando uno empieza a estudiar básicamente si el sistema es justo o no. Y uno lo que descubre es, no solo que es justo, sino que además es el único sistema que es justo. Y, como si fuera poco, la tercera etapa es una etapa estética, donde claramente uno logra percibir la superioridad estética del capitalismo. Lo primero que hay que comprender es que la historia de la humanidad es una historia donde básicamente siempre la condición del hombre fue la pobreza. Es decir, hace poco más de 200 años el 95 % de la población del planeta Tierra estaba por debajo de la línea de pobreza extrema, es decir, vivían con menos de un dólar diario. Luego llegó el capitalismo. Y ahora, digamos, en un mundo que tiene siete veces más de personas -- porque hemos superado los 7250 millones de habitantes -- hoy las personas debajo de la línea extrema es menos del 5 %. La contracara de esto es un aumento fenomenal de la productividad. Si uno toma la historia desde el año cero hasta el año 2000, el PBI per capita se multiplicó por 12,9 veces. Sin embargo, en los años que van entre el cero y el 1800 solamente subió 40 %, todo concentrado justo después del descubrimiento de América.

Hasta que llegó el capitalismo que generó la Revolución Industrial y, a partir de ahí, el PBI se multiplicó por más de nueve veces. Lo otro que se percibe es una fuerte aceleración del crecimiento en el mundo. Fijensé que entre el cero y el 1800 el mundo crecía a una tasa del 0,02 % en términos per cápita. Durante el siglo XIX, se acelera casi 33 veces al saltar a 0,65; en los primeros 50 años del siglo XX, se creció al 1,06; en la segunda parte, al 2,1; y hoy el mundo crece al 3 %. ¿Qué significa esto? Una explosión de crecimiento, una aceleración fenomenal de crecimiento. Es más, si Uds. Consideran que las cuentas nacionales subestiman prácticamente 1,15 el crecimiento, hoy el mundo estaría creciendo cerca de 4,15 % per cápita. Eso significa que a lo largo de 100 años vamos a estar multiplicando el PBI per cápita por 60 veces. Es decir que en un siglo vamos a estar logrando 4,6 veces más de lo que logramos en toda la historia de la humanidad. ¿Y eso se manifiesta en qué? En el ritmo al cual se duplica el PBI per cápita: originalmente se tardaba 3466 años. Después, en el siglo XIX ese número cayó a casi 107. Después, a 65,74 en la primera parte del siglo XX. En la segunda, 33,35. Y ahora, 23,45. Entonces, ¿dónde está la lógica de esto? ¿Qué es lo que sostiene toda esta magia? La libertad, es el modelo de la libertad. Es decir, aquellos países que son más libres crecen más que el doble de aquellos que son reprimidos. ¿Y cuál es la consecuencia? Que aquellos que son más libres tienen un PBI per cápita casi ocho veces más grande que el PBI per cápita de los países reprimidos. No solo eso, sino que, además, el decil más bajo de la distribución --los que peor están--, ganan 11 veces más de lo que ganan los países reprimidos. Es más, si Uds. se fijan, los del decil más bajo, es decir, los más pobres, en los países libres tienen el doble de ingreso que el ciudadano promedio del país reprimido. Pero como la distribución del ingreso lleva un formato de un chi cuadrado, una log normal, eso significa que el 75 % de la población, aproximadamente, vive menos que con el ingreso promedio; con lo cual acá quedaría bien claro que es mucho mejor ser cola de león que cabeza de ratón.

Es mejor ser el último orejón del tarro en un país libre que ser un jerarca en un país reprimido. Es más, no solo eso, sino que, además, en los países que son libres la pobreza es 25 veces menor. Y no solo eso, sino que, además, la gente vive más. Entonces, ¿de qué se sostiene toda esta lógica virtuosa? Son cinco instituciones, las cinco instituciones del capitalismo. Y estas van combinadas, por ejemplo, la propiedad privada con los mercados libres. Es decir, Uds. no pueden hacer transacciones voluntarias si no son dueños de los bienes que están transando. Y, como consecuencia, es muy importante que no haya intervención del Estado porque -supongan Uds.-- podrían ser dueños nominalmente de algo, pero el Estado les dice cómo usarlo, cómo disponer de ello, a qué precio, eso ya dejaría de ser libre, por lo tanto, no es precio, no estarían cumpliendo la función que tendrían que cumplir porque no tendrían sentido. Entonces, es muy importante la propiedad privada para que sean Uds. los que intercambian lo que está en juego. Y que lo hagan libremente, porque eso va a registrar un precio y eso va a ser una señal que se va a transmitir al sistema, y el resto de los agentes de la economía se van a coordinar respecto a ese precio; y ahí viene la tercera institución del capitalismo que es la competencia. Es decir, que haya libre entrada y salida para que los recursos se puedan reasignar entre aquellos sectores donde el precio señala que ahí hay escasez y que hay problemas por resolver. Y, como si todo esto fuera poco, aparecen dos instituciones más: una es la que tiene que ver con la división del trabajo. Lejos de esa falacia del hombre de paja que acusa que el capitalismo nos quiere a todos iguales... No. Gracias a Dios somos todos distintos, somos todos desiguales. Y eso permite que cada uno nos especialicemos en aquello que somos relativamente mejores. Algo que se conoce como "la ley de asociación" de Ricardo. Eso permite que cada uno de nosotros nos especialicemos y nos veamos obligados a lo que es la quinta institución del capitalismo que es la cooperación social. Uds. no pueden ser exitosos en el capitalismo sin servir al prójimo con bienes de calidad a un mejor precio.

Uds. podrían odiar al otro, sin embargo, como su progreso económico y su bienestar material dependen sustancialmente de que su producto sea elegido por el otro, lo tienen que tratar bien aunque lo odien. Es decir, como decía Bastiat: "Donde entra el comercio, no entran las balas". Por eso no tiene sentido esa estupidez de "la teoría del derrame". No hay derrame. Desafío al que quiera... ¿Dónde la literatura liberal habla del derrame? Jamás hablamos de esto, porque a Steve Jobs no se le derramaba nada, a Bill Gates no se le derramaba nada; ni ellos tampoco fueron un derrame de IBM. Al que gana plata no se le derrama nada. Acá se basa todo en cooperación social. Y Uds. solamente pueden triunfar satisfaciendo las preferencias del prójimo. Pero me vienen después con 'los nórdicos'. "Porque el socialismo de los nórdicos..." Vamos a ver qué hay de los nórdicos. Por ejemplo, miren esto muchachos: posición en "doing business". Miren lo bien que están los nórdicos en "doing business". Miren lo bien que están los nórdicos en libertad económica. Miren dónde están los nórdicos en materia de mercado laboral desregulado. Y miren dónde están los nórdicos en respeto a los derechos de propiedad. Es decir, de socialismo creo que les quedaron solamente los altos impuestos los cuales, además, los empezaron a bajar sustancialmente después de que quebraron a fines de los 80. Es decir que de socialismo solo tienen el nombre, porque en realidad son más promercado de lo que la gente se cree. Entonces, una vez que uno tiene esta contundente evidencia empírica, aparece el problema de 'la desigualdad'. "No, porque el capitalismo es desigual". Veamos en qué se sostiene toda esa patraña mentirosa. Primero, el problema de los socialistas es que parten de una teoría del valor que es una teoría estúpida, llamada "teoría del valor-trabajo". Es como que Uds., para determinar el precio de algo, pueden sumar los costos. Es como que uno quisiera producir vino en una sociedad, entonces toma el costo de la uva, el costo de la botella, el costo de la etiqueta, el costo del corcho, le pone un margen... Y con eso vende. ¿A Uds. se les ocurre que puedo hacer con una botella de vino, de ese gran vino, en una sociedad de abstemios?

Me imagino que estará aumentando la producción de vaselina en este mismo momento. Además, sería un mundo tan tonto, que no habría quiebras. Y yo creo que hay quiebras. Es más, la "teoría de la explotación" que sale de eso es una estupidez porque, fijensé esto: si hay algo que caracteriza al progreso tecnológico impulsado por los empresarios es que ahorra trabajo. ¿Cómo? ¿Está explotando los trabajadores y utiliza tecnologías que ahorran trabajo para reducir la explotación? Ahora nos encontramos con que la teoría de la explotación, entonces, en el fondo, los empresarios son benefactores sociales. Me parece que los enganché en alguna contradicción. Por eso la teoría económica avanzó hacia la "teoría subjetiva del valor", donde los precios se determinan por las preferencias y la escasez. Y, a partir de ahí, surge la remuneración de los factores. La remuneración de los factores viene dada por algo que se llama el valor del producto marginal. En el caso del trabajador sería el valor del producto marginal del trabajo, es decir, el salario, que se compone de dos elementos: el precio, donde intervienen las preferencias y la escasez con lo cual a Uds. no les puede ir bien sin servir al prójimo con bienes de calidad a un mejor precio porque si no hay quiebras y el precio es cero. Por otro lado, tiene que ver también con la productividad. Si Uds. generan algo que sirve al mercado, que sirve a la gente, les arregla la vida, y además son productivos ¡se van a llenar de plata! Pero está bien que así sea porque van a ser benefactores sociales. Entonces, eso permite ver de qué va la distribución del ingreso. En el fondo, la distribución del ingreso tiene que ver con cómo Uds. lograron servir al prójimo, cuál eficiente fueron arreglándole el problema a la sociedad. Y cuanto más productivos sean en ello, mejor les va a ir. Entonces, pero ¿qué hay acerca de la justifica del capitalismo? ¿Saben qué? Que todos los intercambios son voluntarios. Algo que los que miran teoría del valor-trabajo no pueden entender porque las cosas valen según el trabajo que tienen. Entonces, ¿qué van a intercambiar? Nada. Yo les voy a contar el caso de una sociedad en la que aparece un chiquito que juega al fútbol y la rompe, se llama Messi. Claro, todos quieren tener a Messi, porque saben que si tienen a Messi van a ganar todo. Ahora, ¿cuál es el punto?

El punto es que Messi, cuando todos lo empiezan a demandar, ¿qué dice? "Yo quiero más plata. A punto tal que me gustaría llevarme por mes dos recaudaciones del estadio", con lo cual habría que estar duplicando el precio de las entradas. Los únicos que quieren pagar eso son los catalanes. Con lo cual lo contrata el Barcelona; le pega un peludo a todos, o sea, termina siendo campeón por escándalo, se le matan de risa los madrileños en el propio Madrid; es todo una fiesta. Ahora, cuando miran la distribución del ingreso queda arriba Messi, después los dirigentes del Barcelona y los jugadores del Barcelona, después todos los españoles --salvo los catalanes-- y por último los catalanes. ¿Alguien podría decir que eso es injusto? Si todos consiguieron lo que querían. Pero vamos a otra sociedad: supongan que yo subo a un autobús con mi amiga Cristina, que tiene fuertes valores sociales, y se sienta a mi izquierda. Entra de repente un señor con los bolsillos repletos de dinero. Eso a ella le parece tremendamente violento e injusto. Entonces, saca un bate de béisbol, se lo pone en la cabeza y dice: "O me das tu dinero, o te rompo la cabeza". Entonces, el hombre accede gentilmente a darle el dinero. Y, suponiendo que no se lo gaste ni en carteras, ni en zapatos, ni en hoteles y cosas por el estilo la reparte igualitariamente entre los que estaban en el autobús. La pregunta es ¿Uds. Podrían decir que esa sociedad es más justa? Entonces, lo que hay que ver también es que, a lo largo del tiempo, la distribución del ingreso va mejorando. Miren lo que era en los 60. En los 80 fue mucho menos desigual, en los 2000 mucho menos desigual. El índice de Gini se viene cayendo estrepitosamente. Y miren lo que era la distribución del ingreso en el 2003 y en el 2011. Es decir, que con el correr del tiempo el mundo se va haciendo más igualitario. Ahora nos enfrentamos a la situación de afirmar con todas las letras que la justicia social es injusta. ¿Por qué? Primero entendamos la lógica populista que parte, básicamente, de lo que es la forma de la distribución del ingreso. Si debajo del ingreso promedio vive el 75 % de la población, hay un negocio electoral buenísimo que es hablar de "pobres y ricos y que le vamos a sacar a los ricos para darle a los pobres". Cuando pasa eso, ¿el resultado cuál es? Electoralmente garpa un montón, porque Uds. le están hablando al 75 % de la población.

Pero lo que hay que entender es que la torta no es algo que está fijo, sino que, por la teoría de la distribución, Uds. ya vieron que eso es un proceso dinámico que se genera en el mercado. Porque si Uds. produjeran algo que no le sirve a nadie, van a la quiebra y no sacan ningún ingreso. Consecuentemente, Uds. ahí lo que tienen es que la lógica del populismo y el socialismo lo que hace es destrozar los incentivos, hace que la torta termine siendo más chica y que todos terminemos siendo más pobres. De hecho, siempre fue un sistema basado en generar gran cantidad de miseria. ¿Qué decía Milton Friedman de estas cosas? Decía que aquella sociedad que priorice la igualdad por encima de la libertad no va a conseguir nada de ambas. En cambio, aquella sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad va a conseguir mucho de las dos cosas. Es más, ya lo decía John Stuart Mill, aquella sociedad que se preocupa más por la igualdad que por la libertad termina siendo una sociedad de saqueadores. Entonces, acá aparecen dos grandes logros del liberalismo que tienen que ver con la igualdad ante la ley. Veamos el caso de lo que se llama la redistribución del ingreso y el caso de los impuestos progresivos. Cuando Uds. ponen impuestos progresivos, es decir, aquellos que gravan con mayor fuerza a los que mejor sirven al prójimo con bienes de mejor calidad a un mejor precio, eso lo que implica es tratar de manera desigual frente a la ley a la gente, castigando al exitoso, con lo cual castigan a la producción. Y, además, --les aviso-- este mecanismo es un robo. Porque es, ni más ni menos, que hacer caridad a punta de pistola. Entonces, cuando Uds. caen en esto, sin lugar a dudas les va a ir mal. En el fondo lo que Uds. tienen que comprender es que estamos frente a una discusión de valores. Por un lado, el socialismo basado en la envidia, el odio, el resentimiento, la desigualdad ante la ley, el robo y, por sobre todas las cosas, tratar de igualar a los que somos desiguales; consecuentemente un sistema violento que siempre se aplicó por la fuerza y se llevó puesto más de 100 millones de vidas humanas. Y, por el otro lado, tenemos el liberalismo, el capitalismo, ni más ni menos que el respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo, basado en la propiedad privada, basado en los mercados libres, basado en la poca intervención del Estado, basado en la división del trabajo, basado en la cooperación social, donde se premia el ahorro, donde se aprecia el esfuerzo del trabajo. Y todo esto sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad a un mejor precio. Es decir, el exitoso en el capitalismo no es ni más ni menos que un benefactor social.

Pero, como si todo esto fuera poco, somos superiores estéticamente. ¡Miren lo que es New York, miren lo que es Cuba! Yo no conozco gente yéndose de New York para Cuba. Todos quieren ir al "maldito capitalismo". Es más, estéticamente hemos sido superiores siempre. ¿Cómo eran los edificios de la Unión Soviética? Eran grises, oscuros, sin ventanas, no les daba la luz. En cambio, ¿del otro lado qué teníamos? Teníamos al Guggenheim, las Torres Gemelas, el edificio Chrysler, el Empire State. Digamos, un conjunto de bellezas. Inventamos la bikini y la mini falda también. Miren lo que era el auto de los rusos, el Lada. Nosotros tenemos la Ferrari, el Lamborghini, el Maserati. En el fondo, estamos en una situación donde no solo somos superiores en lo productivo, no solo hemos sacado millones de personas de la pobreza, no solo es el único sistema que es justo, sino que además somos estéticamente superiores. Muchas gracias y ¡viva la libertad, carajo! (Aplausos)