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El modo de producción capitalista es una estructura económica de carácter material sobre la que se susten­ ta la sociedad humana a partir de un momento deter­ minado de su evolución. En consecuencia, su carácter es de naturaleza histórico, esto es, temporal. Todas las estructuras económicas, sociales y políticas por las que ha devenido la Humanidad han sido históricas. De ahí que para entender la estructura capitalista sea esencial conocer las anteriores. De no ser asi se tiende a pensar que el capitalismo es "el final de la Historia", concepto completamente erróneo; sin embargo, a las clases do­ minantes les conviene difundir ese concepto porque con ello legitima y trata de eternizar su poder sobre el conjunto social. El carácter de histórico del capita­ lismo es lo que nos permite, a los filosóficamente ma­ terialistas dialecticos, empezar a construir la sociedad del futuro sobre estructuras colectivistas conscientes. Aquí, la consciencia es la determinante de la nueva construcción social. HBN 97&-958-%5�5-S-2

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UUSES CASAS lSBN. 978-958-96545-5-2

Diseño y diagramación: D.G. áscar Rómcl Piragaüta

CONTENIDO INTRODUCCIÓN

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CAPÍTULO 1

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COND ICIONES MATERIALES DE LA ESTRUCTURA CAPITAUSTA ANTERIOR AL AÑO DE 1929 EN LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA

1.1 La Primera Guerra Mundial y su incidencia en la economía norteamericana 1.2 Las crisis precedentes CAPÍTULO 11

18 21

35

LA DEPRESIÓN 1.

Defmiciones

39

A. La crisis

40

B. La inflación C. Recesión

40

D. Depresión

41 41

E. Deflación

41

F. Estanflación

41

CAPÍTULO 111

43

LA RESPUESTA

1.

El New Deal- Respuesta pragmática y

45

espontaneista a la crisis CAPÍTULO IV

55

LA GUERRA- LAS ESTRUCTURAS ECONÓMICAS

1.

Carácter de la Guerra

56

2.

La Segunda Guerra Mundial -Antecedentes

57

3.

La Economía

60

4.

Las Potencias Europeas - Antes de la Segunda

63

Guerra Mundial y Efectos de la Primera Guerra Mundial

5. La Postguerra CAPÍTULO V

66

73

LA RECUPERACIÓN

1. Carestía e inflación 2. Empleo y legislación obrera CAPÍTULO VI

74 76

79

LAS MEDIANAS Y PEQUEÑAS CRISIS

1.

Crisis postbélicas del 50 y el 60

80

2. La crisis del 70

83

3. Las quiebras del sector financiero de los 80

89

4. Crisis japonesa del 90

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INTRODUCCIÓN El capitalismo es un modo de producción de natura­ leza histórica, es decir, temporal, en el proceso evolutivo de la sociedad humana. En consecuencia, como todo fe­ nómeno, constituye una unidad de contrarios en el cual los elementos que Jo han de trascender se encuentran dentro de su propia estructura material, social, política y cultural. Nos proponemos hacer un análisis, muy somero, de las crisis ocurridas entre 1929 y 2008 con el fm de llevar al conocimiento de quienes se interesan por estos te­ mas; nosotros, filosóficamente materialistas dialécticos, interpretamos estos procesos de la realidad histórica de la Humanidad y su evolución hacia formas superiores de existencia. Por crisis, como fenómeno general, entendemos la fractura de una estructura, cualquiera que ella sea; en el modo de producción capitalista, como en los ante­ riores a él, la estructura material forma una unidad con lo social, Jo polltico, Jo cultural. En cada uno de estos sectores existe su correspondiente particularidad pero

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Jntrodución

ella se encuentra dentro de la totalidad que es la es­ tructura puramente material, es decir, lo económico. En estas condiciones, las crisis del modo de producción capitalista son manifestaciones materiales económicas que determinan fracturas o problemas en Jo social, en lo político, en lo cultural; pero la ruptura de la "norma­ lidad" del sistema, si asf la pudiéramos llamar, obedece a la esencia misma del sistema, a las contradicciones que le son inherentes como fenómeno. De ahí que po­ demos afirmar que no son crisis independientes sino la manifestación de su propia crisis, de su esencia, que se encuentra siempre en esa forma dentro de la estructura del capitalismo como modo de producción histórico. La estructura material del modo de producción capi­ talista posee elementos que constituyen su esencia pero que, a la vez, van generando su propia evolución en

el sentido de su trascendencia a otra estructura mate­ rial. Esos mismos elementos poseen su propia dinámica sustentada en unidades de contradicción. Dentro de la estructura misma se encuentran los elementos que la niegan y que serán los determinantes de su trascenden­ cia histórica. Un elemento sustancial en el modo de producción ca­ pitalista Jo constituye la ganancia; el capitalista no puede evitar el objetivo de la ganancia en su actividad producti­ va.

La búsqueda de la ganancia lleva, necesariamente, a la

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lntrodución

crisis. Sin embargo, la ganancia es el aspecto subjetivo de la estructura material de la sociedad capitalista sustentada en la propiedad individual de Jos medios de producción. En la tendencia pennanente hacia la obtención de más ga­ nancias, se produce una superproducción de la mercancía o producto que satura la demanda; en este momento se inicia el proceso que ha de llevar a la crisis. De ahí que Jos momentos de mayor auge productivo y elevación de las ganancias sean el preludio de la catástrofe. Es la contradic­ ción y la dialéctica del proceso: de la prosperidad y el gran acumulado de productos, se pasa a una situación de paro productivo, desempleo y empobrecimiento en medio de la abundancia que se va esfumando en fonna muy rápida. El aspecto objetivo de la estructura lo fonnan los medios de producción, es decir, la materialidad y ésta posee su propia dinámica: el perfeccionamiento de los mismos, la técnica; este proceso no obedece a la voluntad de los indMduos sino que le es necesaria en si misma: es una ley de la evo­ lución de todo lo existente. Para comprender la esencia del capitalismo es fun­ damental entender la obra de Marx "El Capital". El pro­ fundo análisis del modo de producción a través de su

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elemento esencial, la mercancía, nos indica no solo la naturaleza del capitalismo sino su proceso hacia su des­ aparición histórica en medio de sus continuas y cada vez más graves crisis. 10

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la crisis del Capitalismo

Estados Unidos de Norteamérica se convirtió, a par­ tir de la Primera Guerra Mundial, en el prototipo del modo de producción capitalista; en efecto, fue Europa el continente desde el cual se ha forjado la denominada "Civilización Occidental" y la que ha influido en el desa­ rrollo del continente americano a partir de su descubri­ miento, conquista y colonización. Son los Estados Unidos ese prototipo porque fue su territorio el espacio dentro del cual, podemos decir, se desarrolla la continuidad de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales de la Europa precapitalista y capitalista. El capitalismo, como modo de producción, surge del feudalismo europeo y ha llegado hasta noso­ tros convertido, hoy, en modo de producción global. Los europeos, llegados al territorio de lo que hoy son los Estados Unidos de Norteamérica, se asientan

11,

en él como colonos que, formalmente, obedecen a la monarquía inglesa como súbditos; sin embargo su ma­ terialidad se encuentra por fuera, geográficamente, de la institucionalidad monárquica inglesa. Este hecho es esencial para comprender el desarrollo histórico de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales de los norteamericanos; a diferencia del resto del con­ tinente en donde el europeo llegó como conquistador y arrebató las riquezas de los indígenas para llevárselas

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a Europa, los inmigrantes ingleses, irlandeses y otros,

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Capitulo 1

colonizan el territorio norteamericano e inician un pro­ ceso económico e histórico como continuidad de aquel de donde provienen. Naturalmente que estos inmigran­ tes no fueron unos humanistas que viniesen a convivir con las aún incipientes y dispersas culturas del territorio norteamericano sino hombres y mujeres en búsqueda de condiciones materiales, sociales y culturales mejores a las que poseían en sus países de origen. La causa de su emigración desde sus territorios de origen era la expan­ sión mercantil que se generaba en los países europeos hacia otros territorios en la finalidad de lograr nuevos mercados a su producción y la obtención de materias primas de aquellos lugares recién descubiertos en un mundo hasta ese momento desconocido como era Amé­ rica. A la vez, Europa, y en particular, Inglaterra, atra­ vesaba una situación social de desocupación y hambre de grandes masas de su población: "...En un estatuto de 1572 se expresa la queja de que Inglaterra estaba "plagada de vagabundos, pillos y mendigos". Se calcula que durante el reino de Isabel había unos diez mil vagos en el país, centenares de los cuales eran colgados todos Jos años, y muchos severamente castigados por la ley" ( Harold Underwood Faulkner- Historia Económica de Jos Estados Unidos- Editorial Nova-. Buenos Aires -1956). Esta es la fundamental causa de la emigración y, por ello, su existencialidad material histórica que los lleva a

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1!1 La crisis del Capitalismo

apropiarse de tierras y bienes de las comunidades que habitaban los territorios que iban invadiendo y ocupan­ do, liquidando no solo el desarrollo de éstas, sino física­ '

mente a sus miembros. El capitalismo que Tos inmigrantes van desarrollando carece de la institucionalidad de donde ellos proceden; de ahí que fuese más fácil su independencia de la coro­ na inglesa y que su dirigencia económica careciese de

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elementos ideológicos importantes ligados al feudalismo europeo. Por otra parte, los colonos ingleses, irlandeses y demás, asentados en Norteamérica, no tuvieron mez­ clas con los indígenas como sí se produjo en el resto del continente, especialmente en territorios conquistados por Jos españoles, como el de Colombia. Por lo anterior, el estudio que iniciamos se centra en la estructura económica capitalista de los Estados Uni­ dos de Norteamérica, fundamentalmente.

1.1 LH PHIHEHH GUEHHH MUNDIHL Y SU IMCIDENCIH EN LH ECONOHÍH NOH!EHMEHICHNH Para comprender cualquier fenómeno es necesario conocer, así sea someramente, su más cercana existen­ cia. De ahí que antes de entrar a analizar la crisis del ca-

1

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16

Capitulo 1

pitalismo en 1929, sea importante establecer su pasado a grandes rasgos. A partir de la guerra civil de secesión de la década de 1860, los Estados Unidos desarrollaron un proceso pro­

ductivo de grandes proporciones; la economfa creció a ritmos elevados. Bajo las políticas del laissez faire, entre 1880 y 1890 la prosperidad fue la edad de oro del ca­

pitalismo norteamericano. Sin embargo, el Estado está presente en ese proceso, porque son necesarias ciertas regulaciones de la actividad social; pero esas regulacio­ nes se dan en el marco de la libertad en la producción y la distribución de los productos. En el caso de los Estados Unidos, a diferencia de Europa, debemos saber que su desarrollo real económi­ co no tiene como antecedente el modo de producción feudal. Quienes emigraron hacia el continente ameri­ cano, por circunstancias históricas que no son del caso especificar aquí, pero que fueron cobijadas bajo el man­ to de enfrentamientos religiosos, se establecieron como colonos y su actividad económica y social se desarrolló sobre los elementos que habían adquirido en sus paf­ ses de origen, es decir, el uso de instrumentos de pro­ ducción relativamente avanzados. Esto significa que los colonos ingleses e irlandeses y de otras nacionalidades europeas se encontraron, relativamente, libres de la ins­ titucionalidad monárquica y teocrática dominante en el

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11

p

l.

La crisis del Capitalismo

feudalismo europeo. En esta forma su evolución fue de mayor fluidez y dinámica histórica. El enfrentamiento que en Europa se produce entre las fuerzas mercantilis­ tas y precapitalistas y las instituciones feudales, corres­ pondientes al feudalismo como modo de producción, no se da en Norteamerica. El que Jos colonos en Nor­ teamérica reconozcan la autoridad monárquica inglesa es apenas formal porque la distancia era un elemento a su favor. La independencia norteamericana tuvo un proceso diferente y de menor tiempo en comparación con procesos similares en las colonias de otras naciones de similar desarrollo. Es sabido que los Estados Unidos de Norteamerica solo entran a la Guerra de 1914, guerra que afectaba al continente europeo, al fmal de la misma. Por ello mismo, esa guerra no le afectó en lo que se refiere al aspecto militar. El capitalismo norteamericano se venía desarro­ llando sobre sus propias leyes y con sus propias crisis, de la misma manera que sucedía en el continente eu­ ropeo, en Jo general; pero ese desarrollo avanzaba bajo sus propias particularidades como lo son su territorio, sus grupos humanos, su historia, etc. Es importante tener en cuenta que la economía nor­ teamericana logró un elevado crecimiento con poste­ rioridad a la finalización de la guerra civil en la cual se

18

Capitulo 1

definió la supremacía del norte, mercantil e industrial, sobre el sur, agrícola y esclavista. Bajo la politica del "faissez faire"la década de 1880-1890 fue calificada como la edad dorada de su economía, como ya se dijo antes. Aunque en la estructura económica funcionara el princi­ pio del"/oissez faíre", el gobierno �ercía un control impor­ tante en lo que se ref1ere a la protección de Jos recursos naturales. Era lógico que así se actuara debido a que aún tenía gran importancia en su economía la infraestructura material que era la territorialidad de la nación. la estructura material económica puede ser compren­ dida sobre las siguientes cifras: para 1900, según censo de ese año, la riqueza total de la nación norteamericana as­ cendía a la suma de 88.500.000.000 de dólares. Para 1914, esa riqueza se habia más que duplicado (Historia Econó­ mica de los Estados Unidos- Harold Underwood Faulkner -Editorial Nova- Buenos Aires- 1954- Pág.

648).

De acuerdo con cifras citadas por este escritor toma­ das de "fncome ín the United States, lts Amount and Distri­ bution, 1909-1919, los ingresos nacionales en 1901 as­ cendían a 28.8 billones de dólares para una población de 90.37 millones de personas y un ingreso Per cápita de 319 dólares; para 1914, dichas cifras eran, 33.2, billones, 99.19 millones de habitantes, respectivamente, y de 335 dólares de ingreso Per cápita. Sin embargo, En 1914,1os ..

economistas coincidían por lo general en dos puntos: (1} en

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La crisis del Capitalismo

que eran comparativamente pocos los trabajadores adultos que ganaban salarios que les aseguraran un nivel de vida digno, y (2} que Jos salarios reales sólo habían aumentado muy poco entre 1900 y 1914" (obra referida). Para 1918, según censo del gobierno, el ingreso Per rápita en Esta­ dos Unidos representaba 586 dólares con una población d� 104.18 millones de habitantes en comparación con un ingreso de 319 dólares en 1901 y una población de 90.37 millones de personas. (Ídem). Ese ingreso Per cápita responde a un aumento im­ portante de la producción. Con respecto a la producción, el panorama era alen­ tador para los Estados Unidos antes de iniciarse la Pri­ mera Guerra Mundial; fueron Jos productores de mine­ rales los que primeramente se beneficiaron de la guerra por cuanto son los minerales la materia prima para la industria de la guerra; al mismo tiempo aumentó la producción de algodón, trigo, lana, cueros y madera; por cuanto las potencias en guerra no podían producir esa clase de bienes por efecto del conflicto, fueron los Estados Unidos los beneficiarios de esa situación y, en consecuencia, el crecimiento de su economia era una consecuencia natural al encontrar nuevos y grandes mercados en la Europa en guerra. Veamos algunas esta­ dísticas relacionadas en la obra antes citada: En 1914 las exportaciones de mercancías nacionales

20

Capitulo 1

ascendían a 2.329,7 millones de dólares y sus importa­ ciones a 1.893,9; En 1917 habfan llegado a 6.227.2 millones de dólares las primeras y a 2.659,4 las segundas; En 1920 se produce el máximo aumento: 8.080,5 y 5.278,5 millones de dólares respectivamente. Este crecimiento se explica, pues, no solo en la ex­ portación a los paises en guerra sino a aquellas naciones a las cuales dichas potencias exportaban antes y que ahora eran reemplazadas por los Estados Unidos a causa de la guerra. Como en las guerras europeas anteriores, los Estados Unidos permanecieron neutrales pero, al final, en esta Primera Guerra Mundial, se ven obligados a participar en ella. Dado el desarrollo internacional de la economía, el ingreso a la guerra por parte de los Estados Unidos era inevitable; las naciones beligerantes, necesariamente, se relacionaban con los Estados Unidos sobre el desarrollo del comercio internacional; ellas necesitaban de sus pro­ ductos y se los disputaban entre ellas mismas. Estados Unidos entra en la guerra el 17 de abril de 1917. El ingreso a la guerra significa, para los Estados Uni­ dos, la movilización en todos los aspectos de su vida económica, social, política y militar. La estructura eco­ nómica se activa en lo que se ref1ere a alimentos y com­ bustibles tanto para la nación en lo interno, como para

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La uisis del Capitalismo

la exportación; al mismo tiempo, el aparato estatal, en Jo que se ref1ere a la Administración, como al estamen­ to militar, tiene que crecer enormemente para la inter­ vención bélica. La guerra exige una centralización casi total de toda la actividad nacional; se interviene toda la estructura económica y social por parte del gobierno y esto no solamente genera una participación masiva de

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la población, sino una fiscalización sobre todo el aparato del Estado. Son cientos los organismos que se tienen que constituir y esto no solo personal de toda índole es necesario, sino recursos que, a la vez, revierten en la dinámica de la producción y el consumo. Esa centraliza­ ción administrativa de la estructura económica, exigen­ cia de la guerra, liquida totalmente la política del /aissez "

foire". Todo Estado en Guerra centraliza sus estructuras económicas, sociales, políticas, ideológicas y, natural­ mente, las militares que, ya de por si, se encuentra en esas condiciones. El costo de la guerra, por parte de los Estados Uni­ dos, corre por cuenta de la misma nación y, además, Jos aliados son financiados, en buena parte, por la na­ ción norteamericana: "La Primera Ley de Préstamos a la Libertad, de abril de 1911, autorizó al ministro de Hacien­ da, con la aprobación del Presidente, o hacer empréstitos a las gobiernos aliados hasta la suma de 10.000.000.000 de dólares.... Un tercio del costo directo de la guerra se pagó

22

Capitulo 1

con los impuestos directos, y unos dos tercios recurriendo a empréstitos" (Obra citada página

668).

Naturalmente que para el financiamiento de la gue­ rra fue necesario aumentar enormemente los impuestos tanto directos como indirectos. Esto mismo llevó a acti­ var y estimular el crecimiento de la economía. La guerra es un motivo para aunar las diversas tendencias polfticas de la nación y con ello, la burguesía, logra también, de­ tener las reivindicaciones de sus obreros y empleados. Tanto en los paises beligerantes de Europa como en los mismos Estados Unidos, los obreros fueron parte del conflicto y su sentimiento nacionalista se acentuó. Re­ cordemos que en Alemania el Partido Socialdemócrata votó los créditos de guerra casi unánimemente y era un partido, supuestamente, de la clase obrera. El nacionalismo, como ideología dominante, se au­ menta en épocas de guerras o conflictos entre naciones. A esa actitud no es ajena ni la clase obrera ni los movi­ mientos y organizaciones políticas de naturaleza alguna. En esta dirección cualquier "sacrificio" a que el gobierno invite es aceptado por la mayor parte de la población. De ahí que pagar impuestos que puedan restringir la compra de objetos de consumo sea tomado como algo necesario para que la nación obtenga la victoria sobre el enemigo.

23

La crisis del Capitalismo

Los gastos, en dólares, para la guerra fueron de las siguientes magnitudes, de acuerdo a la obra citada que acude a cifras obtenidas de documentos oficiales, como los "Expenditures and Revenues of the Federal Gover­ nement" (mayo de 1921): 1917: 429.603.623; 1918: 7.986.242.636; 1919: 13.784.896.245; 1920: 3.781.980.715

Total en los cuatro años: 25.982.723.219 En cuanto a los empréstitos a favor de los gobiernos europeos tenemos: 1917: 885.000.000; 1918: 4.739.434.750; 1919: 3.470.280.265; 1920: 350.291.840

Total en los cuatro años: 9.445.006.855 Tamaños egresos significaron un altísimo desarrollo de la producción que podia obtener su realización eficaz en semejante conflicto bélico de naturaleza internacio­ nal. Para las potencias europeas fue un desangre de sus economías que las dejó en un atraso muy grande; para los Estados Unidos fue una activación económica de su

24

Capitulo 1

estructura y un avance en el mismo proceso de tecnifi­ cación de su industria en general porque la que sirvió a la guerra es utilizada luego en la producción civil. El final de la guerra genera un traumatismo de gra­ ves consecuencias en la economía norteamericana y en la sociedad misma. Al cesar la economía de guerra, toda la industria de la misma deja por fuera a miles de trabajado­ res, la vuelta de cuatro mi11ones de personas vinculadas a la actividad militar se constituye en un elevado índice de desempleo. Se manifiesta una recesión económica y una deflación en el campo monetario de la nación.

1.2 LRS CRISIS PHECEDEIIES La estructura de Jos Estados Unidos de Norteamérica, como capitalista que ha sido siempre, ha estado some­ tida a las crisis que son de la esencia de este modo de producción histórico, crisis que, a la vez, poseen su pro­ pia particularidad, dada la situación geográf•ca, social e histórica de sus ciudadanos. Así, ellas son consignadas en su historia y se producen en los años de 1819, 1837, 1857, 1873. 1884, 1893, 1903, 1907, 1913, 1920. (Oh. Ctda. ). Sin

embargo, estas son crisis de muy baja importancia dado el desarrollo mismo de su estructura material.

25

La crisis del Capitalismo

Las crisis, en el modo de producción capitalista son, fundamentalmente, crisis de superproducción; esto quie­ re decir que en este modo

de producción, lo que lle­

va a la falta de medios de subsistencia es, irónicamente, el aumento de esos medios. En efecto, al aumentar la producción de bienes necesarios para la subsistencia del individuo y de la sociedad,

se

produce una especie de

saturación de esas necesidades y se detiene la compra de los mismos; en esas condiciones,

se

disminuye su pro­

ducción e incluso se paraliza. En ese caso la producción fabril, que emplea miles de obreros, tiene que detener la producción y, por consiguiente, despedir obreros gene­ rando una situación social crítica para la mayor parte de la población. En Inglaterra la crisis de 1825 afecta a toda la economía del país; en 1836, nueva crisis se inicia en In­ glaterra y se extiende a sus excolonias, los Estados Unidos de Norteamérica; la crisis de 1848-1849 abarca a Ingla­ terra y otros países europeos y a Estados Unidos; es esta la primera crisis de carácter mundial del capitalismo; la crisis de 1857 afectó a Jos principales países de Europa y América; luego se producen las crisis de 1866, 1873,1882 y 1890; estamos considerando las crisis a nivel de las na­

ciones industriales; en el siglo XX ellas se producen en los años 1900- 1903; esta crisis comienza en Rusia; luego en 1907, vuelve a manifestarse en similares condiciones allí. (Manual de Economía Política- Academia de Ciencias

26

Capítulo 1

de la URSS.- segunda edición- Editorial Grüalbo- México, S.F. 1957 Pág. 219). De acuerdo a los principios del materialismo dialéc­ tico, las crisis se manifiestan en un proceso que com­ prende las siguientes fases: elevación de la producción, crisis, depresión, reanimación y auge; Juego, en periodos de algunos años se repite el proceso; asi, sucesivamente, se viene dando hasta nuestros días; las crisis de mayor profundidad e impacto son las que se destacan y por ello las de común ocurrencia, cada determinado tiempo, no son publicitadas o comentadas. Naturalmente que cada crisis posee sus propias particularidades y por ello, no po­ demos igualarlas en su manifestación. Cada una de ellas ha de ser estudiada y analizada dentro de su particula­ ridad y con respecto al resto de países en donde ellas se van dando. Lo que sí es constante es que previamente a la crisis hay una situación de auge y prosperidad en la cual crecen los negocios y las gentes se sienten seguras y gananciosas económicamente. Como ya anotamos, en Estados Unidos, al término de la guerra viene un momento de crisis que se pronuncia en los años 1919 con depresión hasta 1921. Por ejemplo, en este país las insolvencias comerciales sumaban, en 1919, 6.451 y en 1921 se triplicaron. (Historia económica de los Estados Unidos- referenciada- pág. 677). Los precios de los articulas subieron con respecto a su nivel de 1913

27



La crisis del Capitalismo

en más del doble. Luego, se produce una especie de equi­ librio y la economía comienza un ciclo de expansión a partir de 1922. En la nueva situación el ingreso nacional pasa de 59.4 billones en 1921 a 87.2 billones en 1929 y los

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ingresos Per cápita de 522 dólares a 716 respectivamente

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económico en Jos Estados Unidos, en Europa la situación

a esos años ( Obra referida citando cifras del Federal Re­ serve Bulletin de octubre de 1945). Mientras la década de 1920 se caracteriza por el auge es completamente lo contrario. La guerra ha devastado sus territorios y gran parte de su población ha sucum­ bido. La pobreza se aumenta enormemente. En cambio, la industria automotriz estadounidense emplea, entre 1914 y 1929, cuatro millones de obreros y empleados; se

construyen carreteras, crece la producción de maquina­

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ria y aparatos eléctricos, la actividad radial aumenta el valor de su producción de 10.648.000 dólares en 1921 a 411.637.000 en 1929, la industria eléctrica pasó de 809.590.000 a 2.334.246.000 de dólares respectivamen­

te en esos años. En similar forma creció la industria de la construcción. En este ciclo de progreso aparece la mo­ dalidad de compras a plazos y la población se precipita a una carrera de consumo nunca antes vista. Los ahorros de gran parte de la población aumentan en forma verti­ ginosa como expresión de la prosperidad económica na­ cional. Se producen numerosas fusiones comerciales y, en

28

Capítulo 1

la misma fonna, se generan en la industria del automóvil dando lugar al fenómeno de los Holdings, nuevas fonnas asociativas que concentraban y acumulaban el capital en pocas manos. Al crecer el numerario, las bolsas de valores lo captan colocando acciones en el mercado bursátil y esto genera, en gran parte de la población, un movimiento en el sentido de ingresar al mismo, Jo que contagia a todos aquellos que poseían una buena suma de dinero sin invertir por poseerlo en cuentas de ahorro. La banca se convierte en un depósito inmenso de dinero produciéndose una especulación creciente en diversidad de formas. Toda la estructura económica de los Estados Unidos se transforma bajo una dinámica nunca antes conocida. En la producción de automóviles

podemos

citar estas cifras de acuerdo a la obra que venimos si­ guiendo: 1914:

569.054 motorizados producidos 1.258.062 vehfculos resignados

1929:

5.621.715 coches de paseo y camiones 26.501.443 vehículos registrados

1932:

1.431.494 vehículos motorizados producidos 24.136.879 automóviles registrados

29

La crisis del Capitalismo

1933:

aumentó un 45% la producción y en 1955 los registrados llegan a 51.913.965 automotores.

Sin embargo, dentro de la década que venimos con­ templando, también se genera una decadencia en la rama agrícola así se hubiese dictado una legislación favorable a créditos y cooperativas de este sector de la economía norteamericana; el trabajo organizado, es decir, aquel que corresponde a la producción en donde los obreros se encuentran organizados sindicalmente, decrece por la reacción patronal a la sindicalización de los trabajadores; al mismo tiempo se restringe la inmigración.

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la crisis del Capitalismo

Sobre la anterior estructura y desarrollo económico llega el Octubre de 1929 conocido como la Gran Depre­ sión de 1929. Para el análisis de esta crisis es esencial partir de que el derrumbe de las bolsas y de los bancos, en ese mes de ese año, fue el comienzo de la crisis que va de esa fecha hasta comienzos del año 1933, pero que se prolonga hasta el inicio de la Segunda Guerra Mun­ dial. A partir del desplome de las bolsas y la quiebra de los bancos se inicia un ciclo de procesos similares en el sector industrial; aparece en primer lugar el fenómeno de la depresión seguido de la deflación; lo anterior pro­ duce el desempleo y, en consecuencia, una situación so­ cial de enormes repercusiones. La situación es descrita de la siguiente forma: "Los precios de las acciones, que habían alcanzado las alturas más injustificadas, bajaron a una pequeña fracción de las cifras anteriores. Desde Septiembre de 1929 hasta enero de 1933, según el índice -Dow-Jones, treinta accio­ nes industriales bajaron de un promedio de 364.9 a 62.7 dólares por acción, un grupa de veinte acciones de obras públicas bajaron de 141.9 a 28 dólares por acción, y vein­ te acciones ferroviarias bajaran de un promedio de 180 a 28.1 dólares. La misma podría decirse de las acciones ban­ carias y; como veremos, de las de artículos más tangibles. Cuando en julio de 1933 la baja de las bolsas de comercio descendió hasta el nivel mínimo, habían desaparecido unos

34

Capitulo 11

74.000.000.000 de dólares, o sea cinco sextos del valor

existente en Septiembre de 1929" ( Historia Económica de los Estados Unidos- referida Pág. 732). El desempleo, si se tiene como 100.5 el año de 1929, para el año 1933 se sitúa en 44.0 y así se manifiesta el derrumbe en todos los renglones y manifestaciones de la actividad económica y social. Según la Federación Norteamericana de Trabajadores, en Octubre de 1930 había 4.639.000 desocupados; en 19311a cifra ascendió a 7.778.000; en octubre de 1932 se elevó a 11.586.000 y a principios de 1933 había llegado a 13.000.000. Lo

anterior, teniendo en cuenta un total de 48.000.000 de personas en capacidad de trabajo (Ídem). En lo que respecta al comercio de los Estados Uni­ dos, las cifras son las siguientes: 1929: exportaciones 5.241 millones- importaciones 4.399 millones. 1932: exportaciones 1.611 millones- importaciones 1.323 millones. A lo anterior se ha de agregar que los empréstitos

hechos a los aliados no podían ser recuperados por la crisis que en Europa llevaba el mismo curso:

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duda de que el derrumbe económico en Norteamérica trajo aparejada una de presión en Europa que a su vez

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La crisis del Capitalismo

intensificó y profundizó lo declinación económico de lo primero...

(Ídem).

El desconocimiento de la deuda de guerra por parte de A lemania repercutió en la economía de Jos aliados vencedores y acreedores; por consiguiente, en el pago

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de las deudas de éstos con los Estados Unidos y todo ello influyó en el comercio internacional entre todas las naciones del mundo. La crisis de 1929 fue una crisis mundial que afectó incluso a nuestros países latinoa­ mericanos. Citando al coronel Ayres, ... esto depresión ha "

sido mucho más severo que cualquiera de los veinte gran­ des depresiones que hemos experimentado en el país desde 1790" (citado en la obra referida).

Diversidad de causas se esgrimen por economistas de todas las escuelas para explicar la crisis del 29; de acuerdo a los intereses de clase que represente cada cual, la motivación difiere en cada uno de ellos. Para quienes consideramos la Historia desde el punto de vis­

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ta del materialismo dialéctico, las crisis, como ya se ha dicho, obedecen a las contradicciones que los modos de producción llevan en sí, en su esencia, como todo fenómeno en todo el Universo y en la sociedad misma, como también en el individuo.

36

Capítulo 11

Veamos algunas cifras de la crisis del 29: Producto Nacional Bruto en Estados Unidos: 1930 - Desciende 9.5% 1931 -Desciende 4% 1932 -Desciende 15%

El desempleo llega al 23.6% en 1932. Alemania: Desempleo: 1931 - 4.886.925 desempleados. 1932- 6.041.371 desempleados.

Italia: Desempleo: 1931 - 1'015.270 desempleados. Gran Bretaña: Desempleo. 1932- 2'854.790 desempleados. Europa: 12'000.000

l. LRS DEFINICIONES Para entender las crisis del capitalismo es fundamen­ tal conocer las categorías de la estructura misma del capitalismo, las que forman su unidad:

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La crisis del Capitalismo

A. La crisis misma consiste en un traumatismo del proceso productivo, distributivo y de consumo de la

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esencia del capitalismo, la mercancía. Paradójicamen­ te, se trata de una superproducción de la misma: 11ega un momento en el cual es tal el cúmulo de mercancías que 11egan a saturar el mercado; quienes ya las poseen no necesitan comprar más y quienes las necesitan no pueden comprarlas por falta de medios; se forma un stok de productos de toda clase que exige disminuir o paralizar la producción de los mismos; esa parali­ zación genera el lanzamiento de los trabajadores; a la vez, la cadena que existe entre la fábrica y sus pro­ veedores de materias primas y otros elementos de la producción recibe el impacto consiguiente y el mismo efecto de pérdida de empleos. B. La Inflación. Dentro del proceso productivo, el fe­ nómeno contrario al anterior se presenta cuando las mer­ cancías no satisfacen su demanda; entonces se produce un encarecimiento de las mismas; es el efecto de las leyes de la oferta y la demanda dentro del campo de la distri­ bución y el consumo: a mayor demanda mayores precios, a mayor oferta, menores precios. No es que la estructura misma de la producción genere la elevación de los precios pues el costo sigue siendo el mismo e incluso menor por la misma elevación de la producción de los artículos, sino en la realización de los mismos en el mercado.

38

Capítulo 11

la inflación es un fenómeno que genera un aumento de la producción porque incentiva la misma en la pers­ pectiva de obtener mayores ingresos y, en consecuen­ cia, más ganancias al productor, al capitalista en el caso del capitalismo. C. Recesión. Al aumentarse la producción, incentiva­ da por los altos precios y las ganancias, se llega al punto de la saturación de los mercados: no hay ventas porque ya quienes necesitaban la mercancía la han comprado y quienes las necesitan no tienen capacidad de compra. Se comienza por restringuir la producción y se termina por paralizarla, como ya se indicó anteriormente. D. Depresión. Es la paralización total de la produc­ ción en las áreas más importantes de la estructura ma­ terial del capitalismo. E. Deflación. Al existir un elevado volumen de inven­ tarios, quienes los poseen necesitan realizarlos y para ello rebajan los precios de los mismos. Es lo que se llama la deflación, lo contrario a la inflación; la mayor parte de mercancías y bienes bajan de precio en forma indefinida. F. Estantlación. Hay situaciones en las cuales se com­ bina el fenómeno de la recesión y la inflación, es decir, hay una relativa recesión con una inflación, elevados precios de las mercancías; sin embargo, este fenómeno es muy especial y de corto ciclo.

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La crisis del Capitalismo

Lo primero que observamos en la posición del go­ bierno de los Estados Unidos, en la perspectiva de res­ ponder a la crisis, es que la política del laissez faire es abandonada a pesar de algunas resistencias en sus fun­ cionarios, incluyendo al presidente Hoover. Sin embar­ go, la intervención del Estado era una necesidad que dirigente alguno podía evadir. Viene, entonces, a hacer protagonismo teórico la tesis de John Maynard Keynes cuyos presupuestos sostienen el principio del interven­ cionismo de Estado, fundamentos proclamados por este inglés de tiempo atrás pero que concreta en su obra "The General Theory of Employment, lnterest and Money

(1.936). Incluso, dadas las condiciones económicas y sociales, las proclamas del socialismo y el comunismo adquirieron gran aceptación en la población norteame­

1.932 los socialistas obtuvieron 900.000 votos (idem). El desarrollo de la economía de ricana al punto que en

la Unión Soviética lograba un crecimiento de más del

140fo anual y ello era un logro de influencia ideológica y política en todo el mundo y en particular en las poten­ cias capitalistas que enfrentaban la propaganda y agita­ ción política de los partidos comunistas y socialistas del mundo occidental capitalista. El enfrentamiento político se centró en las tesis para definir las posiciones gubernamentales; en las eleccio­ nes al Congreso de

1.930 fueron liquidadas las mayorías

42

Capítulo 111

republicanas en la Cámara de Representantes y dismi­ nuyó su mayoría en el Senado. En las elecciones para Presidente en 1.932 se impuso el demócrata Franklin D. Roosevelt con programas de profundas reformas que concretó en lo que se vino a llamar el New Deal. Era una aventura porque no se especificó en qué consistía ese programa. Aunque de su enunciación se deducía ser un plan de política económica, no se especificaba su conte­ nido. El pragmatismo iba a ser el camino a seguir. Ya, la historia misma de Jos norteamericanos se venía desarro­ llando sobre el pragmatismo porque desde su llegada a los territorios que ocuparon iniciaron un proceso sobre la base de la experiencia que en Europa habían obte­ nido pero sin los instrumentos materiales e ideológicos que allí existían para continuarlo.

l. EL NEW DERL Respuesta pragmática q espontaneísta a la crisis De acuerdo a quienes han analizado la política de Roosevelt es evidente que su presidencia se inició sobre hechos que nunca se habían conocido en la historia eco­ nómica del país y, en consecuencia, las medidas que el Presidente fue tomando, respondían a Jo concreto, a lo que había que solucionar en la inmediatez. La primera

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La crisis del Capitalismo

medida del Presidente consistió en convocar al Congre­ so de urgencia y declarar una moratoria bancaria para toda la nación a efecto de evitar el pánico que generó la iliquidez de los bancos al producirse retiros masivos de sus fondos por parte del público. El Congreso aprobó esa medida mediante una Ley Bancaria de Emergencia. La característica del New Deo/ consiste en que el Pre­ sidente Roosevelt va avanzando en forma pragmática de acuerdo a como va reconociendo las facetas o manifes­ taciones de la crisis; y lo hace mediante leyes que se van dictando sobre la marcha. Por cuanto la crisis se manifiesta, en lo inmediato, a través de la moneda y el crédito, son estos dos aspectos de la misma los que se resuelven en primera instancia; en este sentido son la inflación, la reforma bancaria y la vigilancia o supervisión al comercio, es decir, la com­ praventa expresada en los precios lo que se enfrenta prioritariamente. Al respecto el Presidente afirmó: "Nos habíamos decidido resueltamente a buscar un aumento de todos los valores. Había dos caminos abiertos: reducir las deudas mediante quiebras y juicios hipotecarios al punto que quedaran por debajo de los valores de las propiedades; o sino aumentar estos valores hasta que llegaran a superar las deudas. Evidentemente este último camino era el único método legítimo de volver a levantar al país sin destrozar valores humanos" (Citado en obra referida) .

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Capítulo 111

Una primera Ley de Socorro Rural e Inflación, esta­ bleció: exigir a Jos bancos ampliar créditos hasta por 3.000.000.000 de dólares, emitir billetes respaldados

por ese mismo monto de los créditos, desvalorizar el dólar de oro hasta en un 50%, aceptar la plata durante seis meses a un precio no mayor a 50 centavos la onza, en pago de deudas de guerra de gobiernos extranjeros y acuñar plata de manera ilimitada en proporción con el oro que se decidiera. Como puede verse, la medida encuadra dentro de la teoría monetarista de la econo­ mía política y, en este sentido se dictó la Ley de Reservo de Oro en enero de 1934; al mismo tiempo, en junio se

dictó la Ley de compro de Plato. Sin embargo, las medi­ das no propiciaban la inflación deseada y en el mismo año de 1934 se dictó la Ley de Préstamos o lo Industrio que autorizó prestar a las empresas industriales hasta la suma de 580.000.000 de dólares. En la misma dirección se dictó la Ley del Banco de Préstamos poro Viviendas; complementaria de la anterior, enseguida se dictó la Ley de Préstamos o los Propietarios que contemplaba emitir

títulos hasta la cantidad de 2.000.000.000 de dólares para redimir hipotecas; para dirigir toda esta política intervencionista se iban creando las respectivas admi­ nistraciones de Estado a fm de atender la respectiva línea que indicaba cada una de las leyes que se iban dictando. A fm de garantizar las futuras inversiones y

45

La crisis del Capitalismo

superar la incredulidad de las gentes en el sistema ban­ cario y financiero se dictó la Ley de Venta de Obligaciones en 1.933 mediante la cual todo consorcio que ofreciera obligaciones debería cumplir con determinadas normas vigiladas por la Comisión de Comercio Federal y luego con instancia a la Comisión de Obligaciones y Cambio que podía criminalizar en caso de fraude. Muchas dis­ posiciones legales se fueron dictando sucesivamente y se siguen dictando por mucho tiempo. En lo que se refiere a la Agricultura fueron muchas las leyes y disposiciones para regularla y favorecer su desarrollo aunque los resultados nunca fueron muy sa­ tisfactorios. Podemos citar la Ley de Socorro Rural y de Inflación de mayo de 1.933; las medidas contemplaban subsidios o recompensas por limitar las siembras o por cultivar productos alternos. En cuanto a la Industria, el New Deo/ orientó su apoyo y en esa dirección se dictó la Ley de Recuperación Indus­ trial Nacionai(NIRA). Ella tenía como objetivo, de acuerdo con el Presidente:" Un beneficio razonable a la industria ...

y salarios que permitan la subsistencia a los trabajado­ res, eliminando métodos y prácticas piráticas que no solo habían hostigado a los negocios honestos, sino también acrecentado los males que sufrían los trabajadores" (Ídem. Pág.745). También ayudaba en la industria la política de inversión en obras públicas para lo cual se autorizaba

46

Capítulo 111

una financiación federal de alrededor de 3.300.000.000 de dólares. Para avanzar en los programas del NlRA se creó la Administración de Recuperación Nacional- NRA-. Se establecieron y dictaron diversos códigos para regu­ lar tanto la producción industrial como las relaciones obrero-patronales y se promulgó el Acuerdo Presidencial de Reempleo que, entre otras cosas, suprimía el trabajo

de menores y reglamentaba la jornada de 35 y 40 horas semanales para los trabajadores industriales. Se aproba­ ron más de 575 códigos básicos y 189 complementarios (ldem). Este proceso de intervención y estimulo a la pro­ ducción generó una gran concentración del capital lo que llevó al Presidente a obtener del Congreso fondos para una investigación al respecto en 1.938. Esa investigación estableció la concentración monopólica del capital, algo que se pensaba no podía darse en los términos de la in­ tervención estatal de la economía. Sobre estas condicio­ nes el Estado asume una conducta regulatoria del poder industrial y es la industria de la energía eléctrica la que con mayor fuerza es intervenida en la

perspectiva de

regular su poder. La Comisión Federal de Energía fue la encargada de esta

misión regulando las tasas y las prácticas comerciales de las compañías de energía. Aunque

se

dictaron medidas, el caso

es que fue muy poco lo conseguido en el sentido de evitar las inmensas ganancias y la concentración de su poder.

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La crisis del Capitalismo

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En el campo del Transporte el Congreso aprobó la Ley Ferroviaria de Emergencia que establecía un Coor­ dinador Federal de Ferrocarriles y en

1.940 se dictó la

Ley de Transportes Wheeler-Lea que ampliaba los poderes de la anterior ley. También se dictó la Ley de Transportes Motorizados

(1.935) y en cuanto a la aviación la Ley de 1.934. En lo que respecta al

Correspondencia Aérea de

transporte marítimo se dictó la Ley de Marina Mercante de

1.936 y se fundó la Comisión Marítima de los Es­

tados Unidos a cambio del anterior Consorcio de la Flota Mercante. En cuanto a la situación de los trabajadores, que su­ frían un proceso de pauperización y desempleo, el go­ bierno desarrolló una política en el sentido de atacar el desempleo, aumentar la seguridad económica de los asalariados a través de seguros de desempleo, de vejez y otras medidas, fortalecer la posición de los trabajadores organizados dentro del sistema económico. Se estable­ ció el Cuerpo de Conservación Civil para la construc­ ción de obras públicas vinculadas con la reforestación, el control de inundaciones y proyectos similares para jóvenes desempleados (Ídem). En lo que respecta a la vivienda se dictó la Ley de Vivienda Wagner-Steaga/1 de

1.937 que establecía una Autoridad de Vivienda de los Estados Unidos -USHA-. En cuanto al empleo la Ley de Servicio Nacional de Empleos de

48

1.933 atendía este

Capítulo 111

problema del desempleo y en 1.938 se dictó la Ley de Normas de Trabajo (ley de salarios y jornadas) que regla­

mentaba lo referente al trabajo incluyendo la ftiación del salario mínimo. La Ley de Seguridad Social de 1.935, enmendada en 1.939, se refiere a seguros, vejez y des­ empleo (idem). Fue importante la intervención estatal en los conflic­ tos patronales ya que hubo gran cantidad de huelgas en toda la década del 30 hasta comienzos de la interven­ ción norteamericana en la Segunda Guerra Mundial. En 1.935 se dictó la Ley Nacional de Relaciones de Trabajo que

prohibía a los patronos interferir la organización de los trabajadores y se establecía una Junta Permanente de Relaciones de Trabajo al respecto. El Comité Senatorial de Educación y Trabajo desempeñó un buen papel en lo relacionado con la investigación de violaciones a los derechos de libertad de palabra y reunión y el derecho de organización de los trabajadores. Todo esto llevó a que las organizaciones sindicales crecieran y obtuvieran un gran poder frente a los patronos y que sus organiza­ ciones alcanzaran niveles internacionales. Lo anterior llevó a que los Estados Unidos se convir­ tieran en modelo de intervención estatal en la economía y de la forma como se liquidaba las tesis de laissez faire. Pero es la Segunda Guerra Mundial la que entra a defi­ nir un curso ajeno al normal desarrollo de la estructura

49

La crisis del Capitalismo

económica de los Estados Unidos, como lo venía hacien­ do en los países europeos desde el mismo momento en que el modo de producción capitalista se impone como estructura material económica, social y política.

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l. CHRRCTER DE LH GUERRA Podemos afirmar que la Humanidad nunca ha esta­ do, en forma absoluta, en paz. Desde las más remotas edades, a partir del fm de la comunidad primitiva ais­ lada, siempre ha habido conflictos bélicos en los que se han utilizado instrumentos de agresión desde los más rudimentarios hasta los más técnicos y sofisticados de ataque y defensa. Y las guerras han tenido, siempre, el carácter de apropiación de bienes de subsistencia. Las primeras tribus, en la búsqueda de m�ores tierras, ata­ caron a las que las poseían para quedarse con ellas si vencían o someterse a ellas si eran vencidas. Hoy sigue poseyendo ese mismo carácter la guerra. En todos los continentes del planeta el fenómeno bélico ha sido una constante; en la cristiana, católica y protestante Europa se han dado las más sangrientas y crueles: recordemos la llamada "guerra de los cien años", la denominada "guerra de los treinta años", la de Jos "siete años", y más cerca de

nosotros, la Primera y la Segunda Guerra Mundial; en la primera se produjo una mortandad de alrededor de 20 millones de personas, otro tanto de inválidos, huérfanos y viudas y en la segunda, más o menos 50 millones y

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Capítulo IV

otros tantos de, también, inválidos, viudas y huérfanos. Esto quiere decir, que la riqueza de las naciones se cons­ truye, crece, se destruye y vuelve a construirse, todo ello al vaivén de las guerras.

2. LA SEGUNDA GUERRA HUNDIAL - Antecedentes El impacto de las guerras en la estructura económica de las sociedades es de un cambio de la misma en el sentido de priorizar la producción de elementos para la guerra a cambio de la producción de bienes para el consumo. No quiere decir que no se produzca para las necesidades de la población sino que la primera adquie­ re la prioridad. A la vez, todas las guerras son causa­ das por motivos económicos así sean encubiertas por supuestos fundamentos religiosos, raciales u otros de similar naturaleza. Desde la primera agresión de la más antigua de las tribus primitivas hasta la última invasión a otra nación, su motivación posee carácter económico, fundamentalmente. En consecuencia, tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial obedecieron a causas de naturaleza económica y generaron efectos económicos sustan­ ciales; la confrontación bélica no solo destruye bie­ nes y riqueza de los contendientes sino, lo más grave,

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La crisis del Capitalismo

cientos y millones de seres humanos. Se calcula que en la Primer Guerra Mundial murieron alrededor de 20 millones de seres humanos y otro tanto de ellos que­ daron mutilados o incapacitados. La Segunda Guerra Mundial produjo 50 millones de muertos y otros tantos inválidos, huérfanos, viudas e inmensas riquezas des­ truidas, como ya quedó consignado antes. El período transcurrido entre las dos Guerras Mun­ diales, llamadas así por haber involucrado en ellas, prác­ ticamente, a todos los países del planeta, fue un perío­ do, como ya se ha analizado, de crisis económicas en todo el mundo desarrollado, nos referimos a Europa y los Estados Unidos, principalmente. A la Segunda Guerra Mundial se llega a través de las condiciones materiales, sociales e ideológicas imperantes en la Alemania nazi y sobre una motiva­ ción económica que buscaba expandir los mercados, mercados que se encontraban limitados geográfica­ mente para Alemania debido a las condiciones en que fue obligada a pagar elevadas indemnizaciones por el daño causado a los aliados y otras naciones en la Pri­ mera Guerra Mundial. La crisis del 1.929 en Estados Unidos, agrava la situa­ ción europea a partir del año 1.931. ... en 1930, hubo unas "

12.000 quiebras y el paro alcanzó a 3 millones de obreros.

Por entonces fue cuando el plan Young fue sometido al Rei­ chstag, que pese a la oposición de Schacht fue aprobado. En 56

Capítulo IV

protesta Schacht presentó la dimisión como presidente del Reichsbank y ello ocasionó la caída del gabinete de Müller, al que sucedió un ministro moderado de derechas formado por el católico Brüning " (Historia Universal- las grandes ...

corrientes de la historia- Jaques Pirenne- Editorial Éxito S.A.- 4• edición

1.963 -Tomo V111 Pág. 3).

Era natural que la crisis norteamericana incidiera profundamente en la situación de la economía europea por lo ya analizado antes sobre los empréstitos a los aliados y la imposibilidad, por parte de estos de pagar­ los, debido al retraso y posterior negación a pagar las indemnizaciones, por parte de la Alemania derrotada, a sus vencedores, los aliados. Alemania fue la más afectada por la crisis ya que a la destrucción de su economía en la Primera Guerra Mundial se sumaba las sanciones pecuniarias impues­ tas. Ideológica y polfticamente esta situación genera una opinión favorable al revanchismo y éste es apro­ vechado por las corrientes derechistas y racistas sus­ tentadas en el Nacionalsocialismo cuyo partido político asume un gran poder que pasa a dirigir Adolfo Hitler, primero, mediante un intento de golpe y luego ganan­ do las elecciones al Reichstag en

1.933. El objetivo del

Nacionalsocialismo nazi fue la invasión y expansión de la nación alemana de tal manera que su economía ge­ nerara un dominio ideológico y político a nivel mundial.

57

La crisis del Capitalismo

Los hechos así lo demuestran: ... El imperialismo alemán "

luchaba por un nuevo reparto del mundo y del dominio mundial de Alemania, y en primer término, por la conquista y el sometimiento de la mayor parte de Europa y del Cer­ cano Oriente, incluyendo a su aliada Turquía. Era propósito de Alemania arrebatar sus colonias a Inglaterra, a Francia y a Bélgica, y constituir, además, una "Europa Central" en la cual todo el poder y todas las riquezas se concentrasen úni­ camente en manos de alemanes, debiendo todos los otros pueblos rendirles tributo y vasallaje ." (Historia Contem­ ..

poránea V. M. Jvostov y L.l. Zubok -Editorial Futuro, S.R.L. -Buenos Aires- 1959 Pág. 214).

3.

LH ECONOHÍH

Las medidas tomadas por el gobierno de los Estados Unidos lograron remediar, en forma relativa, los efectos de la crisis sin embargo de lo cual no había podido res­ taurar el anterior estado a la misma. Para el año de de 1.937, mes de marzo, la producción metalúrgica había

descendido en un 30% y el paro obrero ascendía a 13 millones. Esto llevó a que el Presidente Roosevelt pre­ sionara a los más poderosos empresarios a fin de paliar el alza en los precios de los productos; no fue posible y no

se obtuvo resultado alguno; acude, entonces, al

58

Capítulo IV

Congreso para obtener la suma de 7.000.000.000 mi­ llones de dólares a fm de invertirlos en la industria de Guerra ante el inminente ingreso de los Estados Unidos en ella. (Pirenne- obra citada). En esta situación, la guerra entra a generar una reac­ tivación de la economía en todos sus campos. A seme­ janza de lo acontecido en la Primera Guerra Mundial, los beligerantes europeos, que eran los mismos, necesitan productos de economía ordinaria debido a que sus recur­ sos se dirigían a la producción bélica. El gobierno nor­ teamericano convoca al Congreso para revisar la Ley de Neutralidad a fm de permitir a los beligerantes adquirir armas y municiones del país. Tanto en los Estados Unidos como en otros, diferentes a los beligerantes, se ordenó el embargo de bienes de los alemanes previendo la posibili­ dad de daño en los bienes de los ciudadanos de los países aliados y la utilización de aquellos en la guerra. Estados Unidos se aprestó para entrar en la guerra y ya en 1.940 el Congreso votó, para el efecto, la suma de 17.692.000.000 de dólares; en 1.945 esa suma se elevó a 50.000.000.000 de dólares. Todo el aparato del Estado se puso en estado de guerra y, en consecuencia, así como se organizaron diversos organismos para responder a la crisis del 29, se crearon diversos entes para atender la preparación y lue­ go la participación en la Guerra. Toda la estructura económica se reanima a niveles

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La crisis del Capitalismo

nunca antes conocidos, era una economía de guerra: el gobierno federal gastó 16.000.000.000 de dólares en la construcción de fábricas de instrumental y medios bélicos a través del Consorcio de Fábricas para la De­ fensa. Millares de fábricas productoras de bienes fueron transformadas en fábricas de artículos para la guerra. La industria automovilística se convirtió en productora de tanques de guerra, aviones, camiones, jeeps y otros artículos para la guerra. La producción industrial subió al 239% en 1.943 y los artículos durables al 360%. La producción de maquinaria se cuadriplicó y la del equipo de transporte aumentó en siete veces. Mientras en 1.939 la producción de guerra representaba un 2%, en 1.944 había ascendido al 40%. De 1.940 a 1.945 se gastaron 186.000.000.000 millones de dólares en municiones. De

marzo de 1.941 a Diciembre de 1.945 las mercaderías y los servicios prestados, según convenios, sumaron alrededor de 49.096.000.000 millones de dólares de los cuales el 6001o fue al Reino Unido y el 22% a Rusia (Historia Econó­

mica de los Estados Unidos- obra citada pág. 787 y ss.). Como ya se düo, las guerras y las calamidades de las naciones generan la centralización de todo el aparato productivo en manos de los gobiernos. Esa centralización es la que permite la planificación y dirección de la pro­ ducción en todos sus órdenes. Los particulares obedecen las directrices del gobierno y, a la vez, participan del pro-

60

Capítulo IV

ceso productor pero carecen de disposición en el manejo de la producción. El que obedezcan la dirección produc­ tiva en cabeza del gobierno respectivo no signif1ca que abandonen las condiciones de la producción en el plano de la explotación del trabajo obrero.

4. LAS POTENCIAS EUROPEAS - Antes de la Segunda Guerra Hundial q efectos de la Primera Guerra Hundial La crisis norteamericana influyó profundamente en la situación de las naciones europeas tanto en los alia­ dos en la Primera Guerra Mundial como en Alemania y las restantes naciones. En efecto, los Estados Unidos ya no podían comprar en Europa ni ésta pagarle las deudas que Alemania no pagaba a las potencias vencedoras. Alemania se rearmaba violando los pactos suscritos con las potencias vencedoras y su economía es fortale­ cida por una política fmanciera que le reporta grandes sumas de dinero. A pesar de lo anterior, en 1929 Alemania se encontraba saturada de capitales extranjeros porque las mayores in­ versiones de los capitalistas internacionales se llevan a cabo en países devastados por la guerra; pero ya para 1.930-31, se comienzan a cerrar fábricas por falta de capitales y el desempleo crece hasta llegar a cinco millones de desem-

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La crisis del Capitalismo

pleados; esta situación es la que genera la imposibilidad de pagar las deudas por parte de la nación a sus vence­ dores de la guerra del 14. Paradójicamente, es la ayuda de éstos y unas reservas de 4.000 millones de reichmarks en el extranjero lo que salva, en buena parte, a Alemania. Entre 1.933 y 1.939 el Estado alemán recaudó la suma de 16.000.000.000 millones de reischmarks a través de "le­

tras especiales" y otros 15.000.000.000 de reischmarks en

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bonos oficiales. En estas condiciones, la preparación para la guerra avanzó rápidamente sobre principios ideológicos concretos: el racismo y el espacio vital. lnglaterra.- En este país, enriquecido por la larga explotación de sus colonias en África y Asia, para 1.919 el desempleo llegaba a 1.300.000 personas y sostenía un crecimiento permanente. La guerra Primera Guerra Mundial también le afectó a pesar de seguir en posesión y explotación colonial.

ltalia.- Aquí el Estado acude al mecanismo del in­ tervencionismo adquiriendo las tres cuartas partes de la economía y generando nuevas empresas para conjurar la crisis. Al mismo tiempo alegaba la tesis del espacio vital y, en consecuencia, invadió a la república africana de Abisinia, conocida también como Etiopía. Francia.- La deuda de esta nación ascendía a 330.000 millones de francos; Jos valores de Jos bancos bajaron de 82.000 millones de francos, en marzo de 1.935, a

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Capítulo IV

10.000 millones en abril y mayo del mismo año. De la

misma manera, el desempleo golpeaba fuertemente los sectores sociales de menor poder. Para marzo de 1.937, la producción metalúrgica de los Estados Unidos había llegado a descender un 30% y el paro obrero alcanzaba a 13 millones de desempleados, como ya se anotó antes. Todo ello a pesar de las medidas interven­ cionistas del gobierno del New Deo/. Para este momento, el Presidente Roosevelt vuelve a intervenir ante el Congreso a fm de obtener la suma de 7.000 millones de dólares para ayudar a la industria nacional y, además, en vista a la gue­ rra que se avecina le pide 3.000 millones más. En todos los países del mundo el capitalismo se en­ contraba en situación de crisis; incluso el Japón, que parecía inmune a ella, se vio precisado a expandirse de­ bido a la baja de sus exportaciones que le obligaron a devaluar el yen en 1.931 a fin de sostener sus ingresos por las exportaciones; sin embargo eso no fue suficien­ te; al buscar mercados se encontró con medidas protec­ cionistas de sus compradores: Egipto impuso un arancel del 350fo, Australia dictó una ley contra el dumping ja­ ponés y la India redujo la importación de algodones. A fines de 1.934, 40 países, estados o colonias, tomaron medidas contra "el peligro japonés"; no le queda al Ja­ pón sino aprestarse a invadir a sus vecinos. (Pirenne­ obra citada).

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La crisis del Capitalismo

Todo el mundo capitalista desarrollado estaba en crisis y la única salida, contemplada por las dirigencias políticas y los gobiernos autoritarios, era la guerra en la perspectiva de obtener mayores espacios geográfi­ cos para su expansión mundial. La invasión y anexión de Austria y luego de otras na­

ciones por parte de la Alemania nazi en cabeza de Hitler, desata la Guerra y abre la salida a la crisis del capitalismo. No es necesario consignar las operaciones de la guerra, su costo tanto material como en personas, por­ que se trata de un momento histórico particular que posee su propio desarrollo; es lo que sigue a la mis­ ma lo que podemos consignar en este ensayo de muy apretado análisis sobre la crisis del capitalismo, objeto de nuestro estudio.

S. LA POSTGUERRA En similar forma a toda situación postbélica, el final de la Segunda Guerra Mundial deja, por un lado alrede­ dor de 55 millones de muertos y otro tanto de inválidos y desamparados. Estos muertos se reparten: 20 millones en Rusia y 15 en Europa entre vencidos y vencedores (son cifras de diferentes fuentes y pueden no coincidir). En el terreno económico son incalculables los daños

64

Capítulo IV

y las pérdidas. Simultáneamente queda cesante gran

parte de la estructura material en lo que se refiere a los medios de producción de la máquina de guerra y mi­ llones de desempleados tanto por esta situación como por el cese de la confrontación que lleva a la desmovi­ lización de millones de soldados que han sobrevivido al conflicto. Sin embargo, la reconstrucción de lo destrui­ do, necesariamente, lleva a la activación de la economía primeramente, en lo que se refiere a la producción de comida y luego a las demás necesidades. Aunque la reconstrucción produce un alto índice de actividad, el proceso es lento y los millones de personas que van dejando los espacios de la guerra no pueden vincularse en forma inmediata a la producción civil. Sin embargo, el empleo subió en forma importante: entre 1.945 y 1.952 creció de 45 millones de empleados a 61

millones. Pero, como sucedió con la postguerra del 14, se presenta, en el período siguiente a la rendición ale­ mana, una inflación y un paro obrero que lleva a huel­ gas y manifestaciones sociales reivindicativas. Los go­ biernos, y en particular en Estados Unidos, acuden a una legislación antiobrera. Los Estados Unidos desarrollan un proceso de ex­ pansión mundial de sus inversiones y para ello elabo­ ran un plan que, a la vez que económico, era político: el plan Marschall. Grandes inversiones se dirigen a los

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La crisis del Capitalismo

países europeos amenazados por el "comunismo" de la Unión Soviética y los países que entraron a formar parte del llamado "Campo socialista" al término de la guerra. Estos países formaban un amplio campo al oriente euro­ peo y los países de Occidente consideraron un peligro de expansión comunista por cuanto obedecían la política de la Unión Soviética. En la Conferencia de Bretton Woods de 1.944 se de­ fmió crear un Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo -BIRD- con un capital de 9.000.000.000

de dólares; a la vez se acordó establecer un Fondo Mo­ netario Internacional - F MI- con el fin de dar esta­ bilidad a la moneda internacional y dar seguridad al comercio mundial; a este Fondo se asignó la suma de 8.800.000.000 millones de dólares.

Dentro de este cuadro mundial de la economía ca­ pitalista se fundaron diversas instituciones como ins­ trumentos de penetración y sustentación de la misma; fueron establecidos, la Organización de Alimentos y Agricultura -FAO-, la Organización de Aviación Ci­ vil, la Organización Educacional, Científ1ca y Cultural de las Naciones Unidas -UNESCO- y la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la Organización de Co­

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mercio Internacional de Jos Estados Unidos y muchas más. Para establecer reglas específicas sobre el comercio internacional se creó el Acuerdo General sobre Dere-

66

Capítulo IV

chos Aduaneros y Comercio -GAlT- a través del cual los diversos países podían acordar sus respectivos inter­ cambios comerciales. Al plan MarschaJJ se opuso la Unión Soviética; una inversión en los países devastados por la guerra impedía que éstos fuesen nevados a la órbita de aqueJJa poten­ cia; pero 16 naciones aceptaron el plan y los Estados Unidos votaron, en 1.948, la suma de 6.098 biJiones de dólares para paises como China, Grecia y Turquía. El ins­ trumento para Jlevar a cabo tan abultada suma fue un organismo denominado Administración De Coopera­ ción Económica (ECA). "La ECA gastó en conjunto unos 12.000.000.000 de dólares, primordialmente en la ayuda económica, desti­ nándose unos 5.500.000.000 de esta suma a productos industriales, 5.200.000.000 a alimentos y otros artículos agrícolas, y 800.000.000 a costos de fletes. Las naciones europeas contribuyeron por su parte con 9.000.000.000 de dólares. Después de haberse firmado en 1949 el Pacto del Atlántico Norte, los Estados Unidos empezaron a votar crecidas sumas para ayudar al rearme de las naciones li­ bres. En 1951 el Congreso abolió la ECA y puso en adelante los fondos para la ayuda económica en manos de la Admi­ nistración de Seguridad Mutua y para la ayuda militar en manos del Ministerio de Defensa. Entre julio de 1945 y fines de 1952, los subsidios y créditos del gobierno de los Estados

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La crisis del Capitalismo

Unidos a gobiernos extranjeros (principalmente europeos) sumaban más de 37.6 billones, unos 27.8 de los cuales con­

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sistían en donaciones y unos 9.9 billones en obligaciones

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sujetas a pago. Estaban incluidas aquí no solo la ayuda económica, sino también cierta ayuda militar, así como contribuciones a la UNRA, un fuerte empréstito a Gran Bre­ taña y otros concedidos a través del Banco de Exportación e Importación"

( Faulkner- obra citada Pág. 814),

En las anteriores condiciones, la economía en los países europeos adquirió una dinámica importante su­ perando el desastre sufrido con la guerra y los Estados Unidos se convierten, en forma indiscutible, en la Prime­ ra Potencia Mundial: el poder económico genera poder político y en este caso su evidencia es total. Ese poder político es el que se convierte en elemento sustancial de '"

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la confrontación con el denominado "campo socialista" y genera la llamada "Guerra Fría", una confrontación ideológica y política entre las naciones que se conside­ raban "socialistas" y las que se denominan "capitalistas" y libres de Occidente. La década de

1950 es el escenario

ideológico y político de ese enfrentamiento.

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A pesar de estas circunstancias, el capitalismo no

supera su crisis, no pueden superarse en el sentido de terminarla, porque ella constituyen su esencia histórica aunque se manifieste en diversidad de formas.

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CRHESríR E INFLRCION

La producción bélica, como lo anotamos, desplazó la producción civil durante todo el período de la guerra. Una vez fmalizado el conflicto, la producción civil inicia su proceso de normalización; el 500fo de la maquinaria dedicada a la producción bélica se reconvierte para la producción civil. Al mismo tiempo se eliminan los orga­ nismos de control de precios que venían operando en el período de la guerra; la escasez de bienes de consumo y de vivienda genera el encarecimiento de los mismos y,

en consecuencia, la elevación de sus precios en el mer­ cado. Si se toma el año de 1.939 como índice de precios 100, para el año de 1952, los alimentos elevan su precio

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al 231.40/o, la ropa al 202.50/o. Simultáneamente, la inflación, como consecuencia de la carestía, también se eleva. Esta nueva situación, alza de precios e inflación, genera una expansión de la producción que va de 1.945 hasta 1.967. Como es sabi­ do, la inflación es un generador de la inversión que im­ pulsa la productividad tanto para los artículos de con­ sumo interno como de exportación. La contradicción se manifiesta en que, por un lado, se incentiva la inflación

72

Capítulo V

aumentado Jos medios de pago incluso con emisiones del Banco del Estado y, por otra parte, cuando se crea un problema social por el alza en Jos precios de primera necesidad, se pretende desmontarla. La economía norteamericana alcanza un alto rendi­ miento e índice de crecimiento; las exportaciones supe­ ran en mucho las importaciones generando un impor­ tante superávit comercial. Comparativamente, medido en precios de 1.952, la producción total en 1.929 fue de 172.000.000.000, en 1.952 fue de 345.000.000.000; al

mismo tiempo que la producción industrial se duplicaba el rendimiento de la agricultura era, apenas, del 500/o. El gobierno intenta detener la carestía y la inflación y para ello se creó el Departamento de Movilización y Reconversión de Guerra en 1.944, pero las medidas permitidas por el Congreso fueron de muy baja eftcacia. Este mismo desarrollo de la producción lleva a la con­ centración y acumulación de Jos ya grandes capitales que habían pasado de la producción bélica a la produc­ ción civil. El proceso de monopolización y fusión de empresas adquiere una importancia fundamental en los Estados Unidos, principalmente, pero se va propagando por todo el mundo capitalista.

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2. EMPLEO Y LEGISLRCIÜN OBRERA Aunque la actividad industrial eleva el personal em­ pleado de 45 millones a 61 millones entre 1.945 y 1.952, como antes dijimos, la población norteamericana se encontraba, para 1.950, en 150.700.000 personas; sin embargo del elevado empleo, la situación de los obreros, en lugar de mejorarse, fue deteriorándose por las con­ diciones de explotación. El Congreso legisla en forma tal que las organizaciones sindicales, aunque con cierto poder de negociación, no logran equilibrar la situación de los obreros. La proliferación de huelgas en los años 1.945 y 1.946 llegaron

a contabilizar 4.700 con una

participación de 4.700.000 obreros dirigidos por la prin­ cipal organización obrera la C.l.O.- Estas movilizaciones lograron equilibrar, en parte, el aumento de la inflación pero la permanente elevación de precios superaba la de los salarios lo que llevaba a que volvieran a presentarse, en 1.947, nuevas manifestaciones y huelgas obreras y lo mismo se repite en 1.948. A lo anterior se suma una corriente de anticomunis­ mo proveniente de los gobiernos republicanos princi­ palmente; toda manifestación de inconformismo era til-

74

Capítulo V

dada de estar incentivada por fuerzas comunistas cuyo centro de dirección se encontraba, de acuerdo a las au­ toridades y dirigentes republicanos, en la Unión Soviéti­ ca y demás países con regímenes comunistas. Se desató una ola de represión contra el libre pensamiento que alcanzó no solo a las dirigencias obreras sino al sector intelectual y de artistas. La década de los años 1.950 es de un anticomunismo fundamentalista bajo el pretexto de la expansión del comunismo por todo el mundo. Se exigía a los dirigentes sindicales hacer una declaración anual de no pertenecer al partido comunista. Acontecimientos como la guerra de Corea y luego en el 60 la de Viet-Nam sirven al aumento de la pro­ ducción y la elevación de las ganancias de las grandes empresas transnacionales. En lo general, la economía capitalista obtiene un elevado grado de desarrollo y, en competencia con la potencia "socialista", la Unión Soviética y los países del Este, también de naturaleza "socialista", los Esta­ dos Unidos pretende ser una sociedad que mejora las condiciones materiales de los ciudadanos respetando las libertades ciudadanas y la iniciativa privada individual.

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CRISIS POSTBÉLICHS DEL SO Y EL GO

Al auge y crecimiento de la economía en el período postbélico, necesariamente, tiene que seguir su contra­ rio, la desaceleración del proceso productivo o su deten­ ción relativa. El modo de producción capitalista, como

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todo fenómeno, es una estructura dentro de la cual hay diversidad de elementos que la componen; sin embargo es posible determinar cuáles son los fundamentales y cuáles secundarios y de otro orden. La ley fundamental del capitalismo es la de la concentración y acumulación del capital en pocas manos; es la particularidad de la ley de la gravitación y la concentración universales en la sociedad humana. El auge de la producción, a partir de la victoria de los aliados sobre el nazismo alemán, lleva consigo el fe­ nómeno de la concentración y la acumulación; en este caso se expresa en los monopolios y las grandes empre­ sas multinacionales que se van esparciendo por todo el mundo; pero, a la vez, se dan momentos en Jos cuales la producción es de tal magnitud que satura los mer­ cados nacionales e internacionales o los espacios de la producción, la distribución y el consumo en las áreas

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78

Capitulo VI

de su propio desarrollo. En 1.957-1.958 se produce una recesión que lleva a los norteamericanos el recuerdo de lo acaecido en 1.929; se genera un desempleo de 5 mi­ llones de personas que afecta, como es natural, a unos 18 millones de personas, teniendo en cuenta lo que un

obrero, como cabeza de familia, tiene que atender (Los Estados Unidos en la Palestra Mundial- W.W. Rostow­ Editorial Tecnos. S.A.- Madrid- 1.961- pág. 493). Ya en entre 1.949 y 1.953 había sucedido algo parecido pero no de la magnitud de esta del 57-58. El gobierno acude a mecanismos de diverso orden para superar la crisis, pero cualquier medida es ocasional y la crisis vuelve a presentarse en 1.969 en similar forma; siempre la crisis se produce en el devenir del proceso productivo que va copando espacios y deja otros en una especie de vacío. Cuando se saturan los mercados, aparece la recesión; una vez se liquidan los inventarios acumulados, se vuel­ ven a presentar nuevos mercados. Sin embargo, siem­ pre, en todas las crisis, la intervención del Estado es una ley. Se procede a subsidios, a préstamos de bajo interés para inversiones en la industria, la vivienda y otros sec­ tores de la producción, se intensifica las obras públicas, el endeudamiento es una medida inevitable: en 1.969 la deuda pública de los Estados Unidos ascendió a 380.0 millones cuando en 1.956 era de 269.4; la deuda privada ascendió en el 69 a 1.247.3 millones cuando en el 56 era

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La crisis del Capitalismo

de 153.4 (Los bancos multinacionales en América Lati­ na- Guillermo Labarca- Editorial Nueva Imagen- Méxi­ co- 1979). Si estudiamos cada momento del proceso evolutivo del capitalismo, encontraremos estas respues­ tas por parte de cada uno de los Estados; se debe a que el Estado es la expresión de los intereses de los capitalis­ tas y siempre acudirá en su ayuda cualesquiera sean las circunstancias que se den. Es de anotar que dentro de la década de 1.960, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica sostenía una guerra en Viet-Nam que le costaba millones de dólares diarios; en 1.965 gastaban un millón de dólares diarios en esa guerra; en 1.968 el gasto militar ascendía entre un 15 y un 200fo del total de

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la producción nacional; el déficit comercial de los Esta­ dos Unidos aumentaba constantemente hasta llegar, en 1.971, a 12.500 millones de dólares (Petróleo y Política. Crisis energética.-Luis M. Arce Isaac- concurso 26 de julio -Minfar- pág.14). Es, precisamente, la reducción en la producción civil lo que genera la inflación, ésta la ca­ restía y ésta, a la vez, la baja en la capacidad de compra que lleva a la recesión, en cada ciclo histórico particular de las potencias capitalistas. La crisis, iniciada en 1.969, se extiende, con bajas y alzas, a la década del 70. La banca norteamericana se expande por Europa produciéndose una gran acumu­ lación de capitales e inversiones en ese continente en

80

Capítulo VI

competencia con capitales nacionales y capitales inter­ nacionales ubicados en la banca internacional, genera­ dora de las inmensas ganancias del capital fmanciero.

2. LR CRISIS DEL 70 La crisis de la década de los años de 1.970 es la con­ tinuación de las que hemos venido analizando ya que el capitalismo es una estructura en permanente evolución, una existencia misma material y social. En cada eta­ pa, por concretar en el tiempo, se van dando elementos nuevos como continuación y desarrollo de los existen­ tes; de ahi que en la crisis de los años 70 haya elementos nuevos como el caso de las elevadas alzas del precio del petróleo que puso en graves situaciones económi­ cas, sociales y politicas a todos los paises consumidores del combustible, elevando no solo los precios del crudo, sino de toda clase de productos relacionados directa o indirectamente con dicho elemento energético. A la vez, en esta década se dieron casos muy graves de corrup­ ción y defraudaciones financieras y comerciales, parti­ cularmente en los Estados Unidos. El sector financiero de la economia es, esencialmente, especulativo; este fenómeno conlleva, necesariamente, la posibilidad del fraude; en las bolsas de valores es posible hacer elevar o

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La crisis del Capitalismo

bajar los precios de las acciones en forma fraudulenta, por tjemplo, difundiendo rumores sobre el estado de las empresas, ofreciendo ventas o compras ficticias de las mismas, etc., etc.; en el sector de la industria y el comer­ cio, la concentración monopólica es inevitable y en este campo también conductas delictuales llevan a la quiebra de muchas empresas. En el año de 1.973 se suceden acontecimientos im­ portantes que generan una recesión de mayores pro­ porciones a las inmediatamente precedentes: "El año 1973 ocupa un lugar especial en la historia de los Estados Unidos. Presidió la retirada del ejército norteamericano en Vietnam, el dólar se desgajó del patrón oro, y una apenas camarilla del Tercer Mundo, denominada Organización de Países Exportadores de Petróleo - OPEP -cuadruplicó el precio del petróleo, sumiendo a Estados Unidos y el resto del mundo en lo recesión. Después de coda salto de precios de lo OPEP, Norteamérica se encontró con su moneda más devaluada, su economía más mermada, sus exportaciones menos competitivas en ultramar y su prestigio internacio­ nal erosionado" (El Mundo tras la era del Petróleo- Bru­

ce Nussbaum- Editorial Planeta- 1983 pág.

56).

Sobre esta situación ya podemos comprender e ima­ ginar, si fuese el caso de imaginación, las repercusiones de semejante fenómeno en los Estados Unidos, país líder de la economía capitalista mundialmente. A la vez, las

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Capítulo Vl

grandes sumas de dinero recibido por los países expor­ tadores del petróleo tenían que ser depositadas, necesa­ riamente, en el sector financiero y banquero y ese sector tiene su sede, principalmente, en los Estados Unidos. El fenómeno del alza de los precios del petróleo, y la in­ mensa suma de dinero que ello produce, con el tiempo, llevará a otra crisis, la financiera de los 80 que luego expondremos cuando se eleva el número de parados en forma alarmante. La década del 70 es un período dentro del cual el dinero fluye en diversas direcciones pero fundamental­ mente allí a donde produce dinero, es decir, en donde pueda especular como es de su esencia. Por ello son los bancos los protagonistas de la economía en ese momen­ to. Las inmensas sumas que los países árabes reciben con el alza del petróleo no lo pueden gastar todo los príncipes y jeques de esos territorios por más estrafa­ larios que ellos sean en sus costumbres; son los mis­ mos Estados Unidos los beneficiarios del alza a través de las grandes compañí�s petroleras monopólicas de su explotación. El dinero, entonces, vuelve a los bancos, principalmente, los de los Estados Unidos. Empezaba el ciclo de los "petrodólares" inundando el planeta pero principalmente los llamados países del Tercer Mundo que se vuelven "beneficiarios" de aquellos en calidad de deudores. En 1.973, estos países recibieron la suma de 1.6

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La crisis del Capitalismo

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billones de dólares en diversos modos, elevando su deuda a sumas astronómicas que posteriormente dejan sus eco­ nomías postradas y empobrecidos a sus pueblos. Lo que caracteriza, entonces, este decenio, como crisis, es una elevada inflación, un desempleo en aumento, grandes fraudes financieros y quiebras de importantes empresas como la de los ferrocarriles norteamericanos de la Penn Central, la bancarrota del Franklin National Bank y los almacenes W.T. Grant, entre otros fenómenos similares (Dinero Quemado -L.J. Davis- Los increíbles escándalos financieros de la década de los 70- Planeta- 1982). En el año 1.974 se produce una fuerte caida de las acciones en las bolsas de valores y en 1.975 la produc­ ción industrial en Estados Unidos cae un 12.10/o. En estos años del 70 la economía mundial se caracteriza por permanentes altibajos entre recesiones, recupera­ ciones, inflación, bajas ganancias y vuelta a inflaciones en donde las ganancias suben nuevamente reactivando el proceso productivo. En lo general, la década del 70 es campo de acumulación dineraria, por lo ya expuesto anteriormente, en lo que se refiere al alza en los pre­ cios del petróleo; los inmensos ingresos de los países productores del mismo van a depositarse en la banca mundial; esas cantidades de petrodólares generan fenó­ menos inversionistas de toda clase aumentando la espe­ culación a todos los niveles. La revista The Economist,

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Capítulo Vl

afirmaba a comienzos del 76 que la inflación está gene­ rando un hundimiento de la economía:

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... actualmente

los luces ontineblino indican que lo inflación mundial está convirtiéndose en el peor slump después del fin de lo gue­ rra; más allá de esto, la vaga posibilidad de un boom, si bien es objeto de discusión si comenzará hacía el final de 1976 o en 1977 y si durará 18 meses menos después que caiga nuevamente la niebla". También anota la referida revista

inglesa que "...la contracción de las ganancias determina­ da por la explosión salarial no será transformada por re­ querimientos salariales más moderados durante un slump. Por el contrario, la restricción de los márgenes de ganancia está acentuado por la subutilización de las instalaciones y de los equipos existentes y por el subempleo del trabajo". El

editorialista termina en el siguiente tono: ... El mundo "

parece destinado a salir de la actual slump en una situación en que las ganancias reales de los negocios serán más bajas que en el momento de baja rentabilidad que se presentó al comienzo del slump. Entonces es posible que la inflación pueda ser contenida con más rapidez de cuanto los pesi­ mistas suponen. ¿Pero quién restablecerá la rentabilidad de los negocios y su dinamismor (Citado por Livio Maitan

en "La Gran Depresión (1929-1932) y la Recesión de los Años 70"- Editorial Pluma- Bogotá 1977). La crisis de los años 70 fue de tal grado que no se había conocido otra de mayor magnitud desde Jos años

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La crisis del Capitalismo

siguientes al término de la Segunda Guerra Mundial. Ya, para este momento, la crisis era de naturaleza mundial. Un analista francés la considera en la siguiente forma: ...es de ese realismo que carecemos frente a esa crisis in­

"

audita, surgida nuevamente por doquier en el mundo a raíz de la guerra árabe-israelí de Yom Kippur, a finales de 1973. Antes de producirse, esta crisis y esta fantástica escalada del paro resultaban prácticamente inconcebibles. Los pro­ fesores enseñaban que ya no era posible nada semejante. Hasta 1974, se vivía como parapetados en el optimismo de los "treinta gloriosos" (hace referencia a los JO años transcurridos desde 1944), aferrados a extrapolaciones fundamentales en el fuerte crecimiento y el pleno empleo. Luego, ante la recesión y el desempleo, la gente quiso se­ guir la política del avestruz: no se podía tratar más que de un accidente coyuntural, de una crisis pasajera, tras la cual volvería a florecer la época dorada de la expansión lozana y alegre con trabajo, seguridad e ingresos al alza para to­ dos... Se reaccionó, pues, aplicando las antiguas y consa­ bidas fórmulas que ya habían dado pruebas de su eficacia: incremento masivo del déficit presupuestario en la mayoría de los países europeos, reactivación coyuntural, manteni­ miento de las subidas del poder adquisitivo y frenado de los despidos en nombre de la "protección del empleo". Los franceses, enfrentados a una crisis duradera de consecuen­ cias inconmensurables, han vuelto a reaccionar de manera

86

Capitulo VI

análoga a como lo hicieron frente a Hitler en los años trein­ ta: la venda en los ojos y una imaginaria línea Maginot" (Un Reto Para Europa -Cómo acabar con el paro- Michel Albert- Editorial Planeta-

1984).

3. LHS OUIEBRHS DEL SECTOR FINANCIERO DE LOS 80 Sobre

el elevado volumen dinerario adquirido en

la década del

70, la década del 80 será la de su des­

aparición. En efecto la gran cantidad de dinero lleva a la corrupción y, en consecuencia, a la desaparición del mismo en los vericuetos de su despilfarro generalizado en manos de diversidad de personajes del mundo fi­ nanciero, del mundo industrial, del mundo político, del mundo militar, etc. En los Estados Unidos creció el Producto Interno Bruto -PlB- en grandes proporciones: Partiendo de 1.980 en 2.732 millones de dólares, en 1.984 ascendió a 3.774 millones; en 1.988 ascendió a 4.880 y en 1.989 la suma fue de 5.234 millones. (La Desregulación Financiera global - ltzhak Swary y Barry Topf - Fondo de Cultura Económica -Méxicola década de los

80 del siglo

1993). En

XX, ... Luego de la "estan­ "

flación" de los setenta y la recesión de 1981-1982 (la peor desde los años 30}, los Estados Unidos iniciaron un nuevo

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la crisis del Capitalismo

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período de expansión. La creación de nuevos empleos fue en verdad notable, sobre todo cuando se le compara con la de los países de Europa Occidental. El desempleo bajó a niveles probablemente compatibles con el crecimiento na­ tural a largo plazo. La producción creció más de prisa que en la mayoría de los otros países grandes de la OCDE, y el crecimiento de la productividad recuperó en gran medida el terreno perdido en los años setenta. La inflación no su­ bió al nivel esperado en esa etapa de expansión. A princi­ pios de los años noventa se frenó considerablemente el crecimiento de la economía, volviéndose negativo a fines de 1990"

( ldem- pág. 298).

El crecimiento del sector financiero lleva a una ele­ vación de la inversión en toda clase de actividades que ameriten ganancias inmediatas y fáciles; en estas con­ diciones la economía es lanzada a aventuras insospe­ chadas. El sector inmobiliario es uno de los favoritos.

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Entidades como

la Asociación Nacional Federal de

Hipotecas, los Bancos Federales de Préstamos Hipote­ carios para viviendas, se ven inmersas en la activación de su función; a finales de

1.989 la deuda federal por estos conceptos ascendía a 412.000 millones de dóla­ res. Los mercados financieros se agitan y a finales de

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80, en certiflcados, su valor era de 431.000 millo­ nes, las aceptaciones bancarias eran de 63.000 millones, mientras los papeles de comercio ascendían a 529.000

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Capitulo Vl

millones. Por otra parte los bonos públicos de los Esta­ dos Unidos alcanzaron la cifra de 5 billones, casi 48% del mercado mundial en esa clase de papeles (Ídem). El promedio de transacciones diarias en Estados Unidos a fmales de 1.989, ascendían a más de 112.000 millones de dólares. El negocio hipotecario era el más dinámico y este sector de la economía es el que va a generar la catástrofe a venir. Otro sector que acumula grandes cantidades de di­ nero es el de las Compañías de Seguros. La actividad aseguradora es una de las de mayor potencia ya que no tiene riesgos en sus ganancias; pero su gran crecimiento las lleva, necesariamente, a la inversión riesgosa. Para 1.980, el total de activos de estas compañías ascendía a 675.000 millones de dólares en Estados Unidos y ocu­

paban a 1.895.000 empleados. Las inversiones de estas compañías de seguros estaban distribuidas así: 132.000 millones en hipotecas, 205.000 millones en bonos cor­ porativos, 135.000 millones en bonos del gobierno o municipales, 65.000 millones en acciones normales, 60.000 millones en otros rublos, 17.000 millones en

bienes inmobiliarios, 20.000 millones en acciones pre­ ferentes, 41.500 millones en préstamos sobre pólizas. (Los Banqueros invisibles- Andrew Tobías- Editorial Pla­ neta

-

1984).

Otro fenómeno económico es el de las fusiones. Las

89

La crisis del Capitalismo

fusiones de grandes compañías multinacionales obedece a la ley de la concentración del capital y su acumulación ya no en individuos sino en sociedades mundiales que van concentrando poder universal e influencia política en gobiernos que defienden sus intereses generales. Po­ demos enumerar algunas de las más importantes tanto por el sector económico en donde se encuentran como por el valor de sus activos: En el año 1998 se fusionaron: En el sector bancario: Nationsbank con Bankamérica con un capital de 60.000 millones de dólares;

J.P Morgan y Credit Suisse se fusionan pero antes lo habían sido Swiss Bank Corp., y el UBS. Deutsche Bank compra a Bankers Truts por 10.000 millones de dólares; esto lleva consigo el despido de 5.500 empleados y sus activos ascienden a 850.000 mi­

llones de dólares; Citigroup con 690 millones se fusiona con UBS con 699

En el sector industrial: Compaq y Digital con 15.000 empleados la Digital y 2.000 Compaq;

SPX, fabricante de autopartes y General Signal con 2.000 millones de dólares;

90

Capitulo Vl

Pepsi acuerda, con Seagram comprar Tropicana por 3.300 millones de dólares, ATEt:T;

British

Telecomunications PLC se

fusionan con

10.000 millones de dólares y 5.000 empleados;

En el sector petrolero: British Petroleum y Amoco (norteamericana) con lo que capitalizaron 110.000 millones de dólares; se aho­ rraran 2.000 millones anuales en costos al reducir per­ sonal y otros elementos productivos; es la quinta fusión más grande, supera a la de la Chrysler y Daimber Benz (36.000 millones);

En el sector de la aviación: La British Airways con la American Airlines; Quantas Canadian y Cathay: La American con 100.500 emplea­ dos y 237 aviones, la Abraitish con 60.700 empleados y 255 aviones.

Muchas otras operaciones de esta clase se van dando tanto en la década del 80 como en los años siguientes y aún siguen dándose. Todas estas transacciones de los grandes capitales acumulan inmensas sumas de dinero que nos permiten dimensionar el fondo de las crisis que se van sucediendo. Dentro de todo este escenario de inmensas masas de dinero se mueve un personal que solo pretende obtener ganancias a cualquier precio. El proceso de enriqueci­ miento se dinamiza en la década del 80. Es cuando se

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La crisis del Capitalismo

multiplican los capitales, lo que sucede en el sector fi­ nanciero, f undamentalmente. Veamos cómo se describe este fenómeno del capital financiero:

...El nuevo Wa/1

"

Street irrita a algunas personas y refleja así la idea que una generación tiene de la otra. Entre sus críticos se encuentra Stanislas Yassukovich, hijo de un banquero de Wall Street, y ahora banquero él también en Londres. Dice que los socios al viejo estilo, muchas veces personas adineradas que no tenían necesidad de confiar en los beneficios de la firma año por año, han sido por otras que posi­ blemente son más trabajadoras, probablemente más listas y, desde luego, más ambiciosas. Empiezan sin nada, y a lo que van es a obtener dinero rápidamente, por lo que su en­ foque ético es distinto. Un banquero de Nueva York, super­ viviente de una firma familiar, que otro pez más grande se tragó hace pocos años, y que trabaja ahora para él, me dijo que ,.Wall Street es capaz de amoldarse a cualquier cambio con tal que le paguen lo suficiente por hacerlo. Haremos cualquier cosa por dinero". '¿Cualquier cosa?" Pregunté yo. "Cualquiera cosa, si nos pagan bien". Ese es uno de los pro­ blemas de Wol/ Street. Fundamentalmente, hoy uno fuerte corriente ética y moral, pero lo que realmente importo es hacer dinero. Las posibilidades de obtener enormes canti­ dades de dinero atraen o cierto número de personas que se tornan indiferentes a todo tipo de normas éticas". No que­ dó claro si quería decir que eso había pasado siempre o sólo

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Capítulo Vl

ahora, pero lo que sí podía comprenderse era que expresaba la amargura de un hombre que se consideraba perjudicado por esa conducta poco honrada" (Los Que Mueven el Di­

nero- Paul Ferris -Editorial Planeta- -1985-pág. 92). Es así como pudo ser acumulada una inmensa suma de dinero que llega a saturar todos los espacios de la actividad económica mundial. El dinero, de medio de cambio, salta al oficio de sujeto y actor del proceso pro­ ductivo, distributivo y consumista. Toda la estructura capitalista adquiere un carácter de especulación y en­ riquecimiento fácil y rápido que conmociona el sector social, político y cultural de los pueblos. Los países subdesarrollados, y en particular, Améri­ ca Latina, elevaron su deuda a más de 300 millones de dólares, México se declaró incapaz de pagar la propia en 1.982, con lo cual generó una ola de confusión en las diversas áreas de la economía pero mayormente en el sector financiero. Esta crisis de la deuda externa, como se le llamó, produjo una baja del PIB del lQOA:> en los países de América Latina, entre otros efectos. En el mundo político y financiero internacional se conoció el escándalo de la quiebra del Banco Ambro­ siano, Banco del Vaticano, en donde se llevó a cabo la operación del cardenal Marcinkus, el "banquero de dios" como fue denominado y alrededor de lo cual se come­ tieron diversidad de crímenes como el asesinato de los

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la crisis del Capitalismo

banqueros Michele Sandona y Roberto Calvi, el cuerpo del primero encontrado ahorcado en un puente de Lon­ dres y el segundo envenenado en la cárcel en donde se encontraba investigado; el cardenal fue acusado de dis­ poner de 1.375 millones de dólares a través del Instituto para la Obra de Religión-IOR- para perseguir comunistas en Argentina y otros países mediante la organización policiva conocida como la t riple A -AAA-. Toda esa ope­ ración la condujo la dirección del citado Banco Ambro­ siano bajo las órdenes del cardenal Marcinkus. No sobra agregar que el cardenal no pudo ser arrestado a pesar de tener una orden de un juez porque no salió del área te­ rritorial del Estado Vaticano y la policía no podía entrar a éste por ser inviolable, como Estado, su territorio. La quiebra o ruptura del proceso financiero consiste en

que inmensas sumas de dinero en todas las denominacio­ nes desaparecen en un momento detenninado sin saberse, manifiestamente, a dónde fueron a dar. En Colombia el sector financiero paga elevados intereses en certificados de depósitos a ténnino; el auge de depósitos está en ascenso y llega el momento en el cual esos intereses dejan de ser

altos; los bancos y las corporaciones que han incurridos en diversidad de anomalías como los autopréstamos, fusiones y otras más de t ipo fraudulento, quiebran y algunos de sus

direct ivos van a la cárcel o huyen de la justicia; a escala mundial sucede situación similar.

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Capítulo VI

Una vez vuelven las aguas a su anterior estado, que no es igual, el proceso económico sigue su curso pero ya lleva un elemento más de crisis, de la que le es sus­ tancial como modo de producción capitalista.

4. CRISIS JRPONESR DEL 90 Japón ingresa al mundo de las potencias de mano de su alta tecnología y su organización del trabajo; como potencia capitalista, su estructura está sujeta a sus le­ yes; en consecuencia, su desarrollo llega a un grado tal que satura el mercado de sus mercancías Para el año de 1.989 el PIB japonés ascendía a 2.830 dólares; el mercado de bonos era de 1.980 millones de dólares, un 19% del mercado mundial en este rublo. El total de activos bancarios se situaba en 569.1 billones de yenes. Pero a partir de 1.990, la economía del Japón inicia su descenso. Luego de un período de esplendor y de inflación que hizo del Japón casi la primera potencia industrial del mundo, su economía se desploma, entra en una pro­ funda recesión de la cual no se ha podido levantar. ... "

En septiembre de 1990 las acciones descienden un 22%,. Se derrumbaron las reservas de revaluación en el capital del Estrato 2 de los bancos japoneses {45% del beneficio

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1 La crisis del Capitalismo

no recibido}. Se estima que por cada 1.000 puntos de baja en el índice Nikkei (precio de las acciones}, las razones de

lil

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capital de los bancos citadinos bajan entre 0.1 y 0.2%. Des­ de fines de marzo de 1990, el mercado ha bajado también entre 7.000 y 8.000 puntos. Además, los bancos japoneses han recurrido a la deuda subordinada para mejorar su ca­ pital del estrato 2 " (La Desregulación Financiera global . . .

-ltzhak Swary y Barry Topf- Fondo de Cultura Econó­ mica- México) La crisis japonesa influye en los mercados interna­ cionales y por ello es de destacarla dentro del proceso general del desarrollo capitalista internacional.

S. CRISIS FINANCIERA ASIRTICA DE 199711998 En finales de siglo, Asia se proyecta en el mundo in­ dustrial; fueron noticia económica de desarrollo los lla­ mados "tigres asiáticos". Los Cuatro Tigres Asiáticos ó Los cuatro dragones de Asia, hace referencia a las econo­ mías de Hong Kong, Singapur, Corea del sur y Taiwán. Debido a su situación geográfica y al carácter de su población, estos países se convirtieron desde la déca­ da del 60 en objeto de grandes inversiones de capital industrial y centros de exportación de mercancías de bajos precios gracias a la mano de obra barata. Sin em-

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bargo, también llegan al momento de la crisis y hoy ya no juegan papel importante en la economía mundial en la cual son China e India las nuevas potencias asiáticas las que lideran en esa parte del planeta el desarrollo eco­ nómico de mayor crecimiento. Por cuanto la economía se internacionalizó de tiem­ po atrás, la crisis de un país o de varios se convierte en un factor desestabilizante en el resto de países y por ello son todas las naciones las que sufren el impacto, en más o en menos, en sus economías; por otra parte, el proce­ so de acumulación, saturación y desplome es continuo en todas partes del planeta.

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