La Estrella Del Norte by Amina

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013) 1 La Estrella del Norte Amina Libros edita

Views 95 Downloads 1 File size 383KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

1

La Estrella del Norte Amina

Libros editados para LaTetaFeliz.Org 2012 © Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

2

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

3

1

Eran aproximadamente las once de la mañana, de un soleado y frío día de enero, cuando un coche de la policía recorría a toda velocidad las calles de la ciudad, esquivando a los vehículos que se iban apartando según se les acercaba el sonido de la sirena. El inspector Neira iba conduciendo mientras que la inspectora Castillo, aun llevando el cinturón puesto, intentaba agarrarse a cualquier punto del coche que le proporcionara estabilidad. – ¿Podrías ir un poco más despacio? No hace falta ir tan deprisa, te recuerdo que se trata de un cadáver y ya llegamos tarde para salvarle la vida. Además, si sigues conduciendo así, voy a vomitar. – Eso te pasa por salir de copas anoche, luego no sirves para nada. Se te agita un poco y mira lo que pasa. Entre los bruscos volantazos de su compañero y los tardíos adornos navideños que le cegaban con el reflejo del sol, la inspectora Castillo tuvo que cerrar los ojos para no acabar devolviendo. No tenía que haberle contado lo de anoche, pensó mientras intentaba controlar las náuseas. Al ver que se iba poniendo blanca por segundos, el inspector aminoró la marcha y ella bajó la ventanilla para que su cara recibiera el frío aire de la mañana. Clara Castillo era inspectora de la Policía Judicial y, junto a su compañero Carlos Neira, estaba destinada en la comisaría de distrito donde esa mañana se había recibido el aviso de homicidio. Neira llevaba poco tiempo ejerciendo como inspector y casi todo lo que sabía lo había aprendido de su compañera, que llevaba más tiempo en el oficio. Después de unos años

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

4

trabajando juntos, se conocían bien y, aun siendo compañeros, se había creado una amistad entre ellos. Casi todos los jueves, después de salir de trabajar, quedaban para tomar unas cervezas en el Sónar, un bar que estaba a dos calles de la comisaria, para hablar de forma distendida de todo lo que no fuera trabajo. Poco a poco fueron contándose confidencias y Clara, se concedió la debilidad de la amistad con él. Salvo Neira, nadie más de la comisaría sabía de su vida. Al llegar al lugar de los hechos, estacionaron el coche junto a los otros vehículos de la policía que habían acudido al aviso. La zona ya había sido acordonada y el agente que estaba en la puerta les indicó el piso al que tenían que subir. Los hechos habían ocurrido en el tercer piso de uno de los edificios más lujosos del barrio más caro y selecto de la ciudad. El suntuoso vestíbulo del portal estaba abarrotado de vecinos interesados en saber lo que ocurría. Los inspectores tuvieron que ir abriéndose paso entre la gente para poder acceder por las escaleras al piso ya que el ascensor, había sido precintado para la investigación. – ¡Menuda choza! – dijo Neira mientras se quitaba el abrigo y se lo entregaba al guardia que estaba en la entrada. Uno de los agentes que habían acudido al domicilio en el primer aviso les contó que esa mañana, a las nueve y veinte, recibieron la llamada en comisaría. En cuanto llegaron y vieron la situación, aislaron la zona y avisaron al resto. El juez y el equipo forense ya estaban dentro. Después de colocarse guantes y fundas en los zapatos, los inspectores se dirigieron por el camino trazado hasta el dormitorio, lugar donde se encontraba el cadáver. La habitación no estaba revuelta, los cajones, la ropa del vestidor, todo parecía en su sitio pero en la cama, yacía el

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

5

cuerpo de una mujer muerta. Tuvieron que moverse con cuidado para no tocar nada del escenario del crimen. – Buenos días señores ¿Qué hay Doctor Gutiérrez?, ¿qué tenemos? – preguntó la inspectora Castillo después de echar una ojeada a la habitación. – Pues, el cadáver de una mujer de unos treinta y tantos años, en posición decúbito supino, con evidencias de muerte por asfixia. Aproximadamente llevará unas setenta y dos horas muerta, aunque habrá que esperar a que la autopsia lo aclare. El cuerpo fue encontrado esta mañana por la asistenta. Mientras el forense le narraba las primeras impresiones, ella no pudo quitar sus ojos de aquel desnudo cadáver, medio cubierto por una sábana. Recorrió con su mirada a aquella bella e inerte mujer, de perfectas facciones y delicado cuerpo, que la palidez mortuoria le hacía parecer de porcelana, como si fuera una figurita de Lladró. – Es una lástima que muera un pibón como este mientras mi horrible suegra sigue vivita y coleando – le espetó el inspector Neira al pasar por su lado en dirección al baño. – ¿Dónde está la asistenta?, quiero hablar con ella – dijo la inspectora mientras le echaba una mirada asesina a su compañero por el comentario. La mujer estaba asustada y no paraba de decir que ella no sabía nada, que sólo encontró a la señora esa mañana cuando llegó y fue a despertarla. Declaró que llevaba tres años trabajando en la casa, que asistía de lunes a viernes, de nueve a cuatro de la tarde y que el viernes pasado, fue la última vez que la vio con vida. Aquel día, la señora le había encargado que preparara la cena antes de irse porque tenía invitados esa noche. No sabía cuántos invitados porque la señora no se lo había

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

6

dicho, pero sí le dijo que hiciera un redondo de carne para cuatro personas y así le quedaría para comer al día siguiente. – ¿La señora vivía sola? – preguntó la inspectora mientras tomaba nota de lo que decía la asistenta. – La señora está, perdón, la señora estaba divorciada desde hacía años y siempre la he conocido con novio, amante o lo que sea, nunca la recuerdo sin un hombre a su lado. Por lo que sé, últimamente era el señor Navarro el que salía con la señora, creo que iban en serio, por lo que la señora me comentaba. De todas formas, yo solo le he visto alguna mañana al irse después de haber llegado yo a la casa. No sé cuál es su nombre, solo sé que es el señor Navarro. – ¿Ha tocado usted algo de la casa, en la cocina, en el dormitorio…? Es importante que lo recuerde. – No señora, no he tocado nada, solo el teléfono para llamarles a ustedes y después, me he quedado en la entrada. No sabía qué hacer. La inspectora Castillo sabía que la testigo era importante para el caso por lo que pidió que alguien la acompañara a comisaría para que se le tomara una declaración completa. Después organizó la investigación entre los demás agentes que estaban allí. – Neira, habla con el juez Merino para ir preparando las diligencias; Estévez, interroga a los vecinos por si han oído algo; Salcedo, localiza al portero del edificio, necesitamos las grabaciones de las cámaras de vigilancia que seguro las hay en un edificio como este. Recuerda que queremos las del viernes por la noche. Una vez distribuido el trabajo, se dirigió a inspeccionar la cocina ya que, según la sirvienta, tuvo que haberse celebrado

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

7

una cena el viernes por la noche. No había rastro de esa cena, la cocina estaba impoluta, el lavavajillas estaba vacío, en la nevera no había restos y la bosa de la basura había desaparecido del cubo. Le daba vueltas a lo sospechoso de todo aquello cuando su mirada se paró ante el horno donde, al abrirlo, encontró los restos del asado. Indicó a uno de los técnicos que sacara fotos de todo aquello. Luego, hubo cena, masculló para sí misma, lo que le hizo pensar que, si no fue la asistenta, y era poco probable que la bella víctima, de delicadas y sedosas manos, fregara los platos o vaciara el lavavajillas, alguien puso mucho interés en no dejar rastro de aquella cena, pero se le olvidó quitar el asado del horno. Se acababan de llevar el cadáver cuando Neira se acercó a su compañera para indicarle que, mientras los expertos realizaban la inspección ocular, tomaban huellas, fotos y recogían los efectos que pudieran servir para la investigación, ellos no tenían nada más que hacer allí. – Tenemos que ir a comisaría, hay que esperar las órdenes del juez y avisar a los familiares de la víctima. – ¿Qué has averiguado? – le preguntó la inspectora sin dar importancia a las palabras de su compañero. – Que estamos ante un bello y rico cadáver. Se trata de Tania Rota, hija de uno de los hombres más poderosos de este país y esto, amiga mía, puede ser algo muy gordo. – El caso es que me suena el nombre, pero no sé de qué. – No jodas que no sabes quién es Tania Rota, está claro que no lees mucha prensa, se trata de una de las más ricas y conocidas de la jet-set del panorama nacional.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

8

– Ni idea, ya sabes que no me entero mucho de quién es quién en ese mundo paralelo al mío. El interés de la inspectora Castillo por el mundo del papel cuché era nulo, no conocía a los personajes y tampoco tenía intención de conocerlos, no le atraía esa gente, para ella inmoral, y le parecía ridículo poner atención al modo de vida de una casta ostentosa e inalcanzable como los Rota. – Pues, hay un motón de personas que siguen la vida de estos famosos como si fueran la suya, con quién se han casado, dónde viven, qué llevan puesto, a qué fiestas van... Las revistas del corazón son las más vendidas en este país, con eso te lo digo todo. Hay un montón de gente que desea, o mejor dicho, que envidia ese tipo de vida de lujo, poder y dinero. En fin, ya sabes, el poder de lo material es lo que realmente importa en esta vida – dijo Neira poniéndose filosófico. La inspectora Castillo sonrió ante el irónico comentario de su compañero pero sus palabras le hicieron reflexionar sobre la banalidad de la condición humana. La gente prefería vivir la vida ajena a la propia para evitar la realidad. Pensaba que ella no era así, que ella era bastante más realista ante la vida, aunque reconocía un toque de pesimismo en su enfoque pero, sobre todo, era terrenal y no necesitaba creer en mitos, dioses o arcanos para sobrellevar el día a día. Mientras pensaba en todo esto, se dio cuenta de que sus dedos estaban frotando suavemente la piedra de su bolsillo, lo que le hizo enfadarse consigo misma. Aunque le cueste reconocerlo, sí hubo un tiempo en que Clara quiso creer en ese mundo esotérico de estrellas y arcanos. Fue cuando compartió su vida con Soraya, su pareja durante cinco años, que era una gran creyente del tema, y ella quiso complacerla. Hace tiempo, Soraya le regaló, con la promesa de que siempre la llevara consigo, una piedra de toque, del tamaño de una moneda, que era mágica por poseer un

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

9

pequeño fósil dentro. Aunque dice que no cree en la magia, lleva años con la piedra en su bolsillo izquierdo del pantalón, para tocarla de vez en cuando, a veces más de lo que a ella le gustaría. A menudo, se regaña a sí misma porque sabe que es una costumbre idiota y ridícula estar sometida a una piedra, a una piedra que además, le recuerda a Soraya. Pero sabe que ese talismán le tranquiliza, le facilita la concentración cuando medita y, aunque su intención es evitarlo, nunca olvida meterla en su bolsillo cada mañana. – Cuando quieras nos vamos, tenemos un duro día por delante pero antes, quiero saber si Salcedo ha localizado al portero. Es importante que consigamos esas grabaciones – dijo la inspectora volviendo a la realidad. No hubo suerte, las cámaras no funcionaron aquel día porque el sistema de vigilancia llevaba estropeado desde el martes anterior por un fallo en el circuito. Aquella noticia enfadó a la inspectora pero también le hizo sospechar que, justamente tres días antes del homicidio, fallara el sistema. Al salir a la calle, se encontraron con un gran tumulto que rodeaba el cordón policial lo que provocó que tuvieran que esquivar a la gente para llegar hasta el coche. – ¡Clara, Clara!, ¿Qué ha pasado? – le gritó alguien a su espalda. – ¡Cómo no!, el buitre de prensa, el animal más rápido de la fauna ibérica. ¿Qué haces aquí, cómo te has enterado tan pronto? – dijo la inspectora al volver la cabeza y ver quién era. – Esta casa casi siempre está vigilada por la prensa, no hay día que no haya un paparazzi por la zona. ¿Qué ha pasado?, ¿es Tania Rota, verdad?

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

10

– Eva, sabes que no puedo decirte nada, el caso está bajo secreto de sumario. Ahora tengo que irme pero me gustaría hablar contigo. ¿Te llamo? – Cuando quieras, y espero que me des alguna información del caso. Ser amiga tuya debe de servir para algo, ¿no? Llámame. Eva Torres era periodista y trabajaba en uno de los diarios más vendidos del país. Clara y Eva se conocieron en la universidad, donde fueron amantes y ahora, trataban de ser amigas. Después de acabar su relación con Soraya, Clara buscó consuelo en Eva pero aquello duró poco, seguía enamorada de Soraya y ya no sentía por Eva lo que sintió por ella en su juventud. Para la inspectora, aquella relación estaba acabada hacía años, cuando terminaron los estudios, pero para la periodista, aún seguía siendo algo que deseaba. Durante el trayecto de vuelta, los dos policías hablaron poco, comentaron algo de los pasos a seguir y poco más. La inspectora Castillo, callada como siempre, no podía dejar de pensar en la víctima, en esa bella mujer de vida luminosa y confortable, y de muerte oscura y violenta. – Creo que, quien cenó con la víctima el viernes por la noche es el asesino – dijo ella mientras su mirada se perdía a través del cristal de la ventanilla. – O la asesina, tal vez la víctima jugaba en tu equipo. – Je, je, pues no. Por lo que me ha contado la asistenta, más bien jugaba en el tuyo – le contestó ella con el mismo tono irónico que él había utilizado. Una vez en la comisaría, y después de informar del suceso al comisario Peláez, se pusieron a trabajar. Los informes de los distintos laboratorios tardarían días así que decidieron empezar

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

11

por lo inmediato. Neira se encargó de la declaración de la asistenta y ella, intentó localizar la dirección y el teléfono de los familiares de la víctima. Al tratarse de una familia importante, el teléfono no estaba publicado en ninguna guía telefónica y, una solicitud para conseguir el número llevaría tiempo así que, decidieron personarse en el domicilio familiar. Cuando llegaron al domicilio de Don Román Rota, padre de la víctima, situado a las afuera de la ciudad, en un barrio residencial de lujo con control de acceso y vigilancia las veinticuatro horas del día, los recibió el mayordomo de la casa el cual les dijo, que el señor estaba de viaje y que no había más miembros de la familia en la casa. – Las hijas del señor se llaman Vega y Tania. Les puedo dar la dirección de la hija menor del señor porque la de la hija mayor, no la tenemos. Le dieron las gracias y se fueron. No les servía de nada la dirección que les había proporcionado el mayordomo porque era la de la finada. Llamaron a comisaría y esperaron a que les proporcionaran la dirección de la otra hija. Vega Rota vivía a pocas manzanas de su hermana, en el mismo barrio lujoso. Les recibió en el hall del apartamento después de que la asistenta la avisara. Era espectacular y tan bella como su hermana, acababa de llegar de montar a caballo y no le había dado tiempo a cambiarse, por lo que pidió disculpas por su atuendo. Se dirigió hacia los dos policías y extendió la mano para saludar al inspector Neira y cuando se dirigió hacia la inspectora Castillo, se miraron con intensidad a los ojos al darse la mano. – Soy Vega Rota, ¿qué puedo hacer por ustedes, agentes? – Sentimos molestarla señora, somos la inspectora Castillo y el inspector Neira. Hemos venido a comunicarle que su

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

12

hermana, Tania Rota, ha sido hallada muerta esta mañana en su domicilio. Cuando el inspector Neira acabó de contar lo sucedido, la mujer se tambaleó, el impacto de la noticia hizo que le fallaran las piernas. La inspectora la sujetó para que no se cayera al suelo y la acompañó al sillón más próximo para que se sentara. Se había quedado pálida y no pudo articular palabra. – Es importante que avise usted a su padre – dijo Neira mientras la inspectora atendía a la mujer. – ¿Qué le ha pasado a mí hermana? Por cómo me hablan ustedes, presiento que le ha ocurrido algo malo. – Creemos que se trata de un homicidio aunque hay que esperar a que la autopsia lo confirme. El cuerpo ha sido trasladado al Anatómico Forense y por ahora, hemos de esperar – dijo la inspectora Castillo haciendo un gesto de resignación. Los inspectores no quisieron molestarla más y le pidieron que acudiera al día siguiente a la comisaría para poder hacerle una serie de preguntas referentes a su hermana. Al salir, el inspector Neira hizo uno de sus comentarios típicos al referirse a la mujer, haciendo hincapié en esas miradas que había visto entre ellas. – ¡Uf!, en ese contacto visual han saltado chispas, las he visto hasta yo. – No digas estupideces – dijo ella intentando demostrar dureza hacia su compañero. – Nunca había visto tanta tía buena en un mismo día, lástima que una de ellas esté fiambre. Y tienen unos nombres un poco rimbombantes estas hermanas, ¿no te parece? No se llaman

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

13

Pepa y María, no, se llaman Vega y Tania – dijo Neira imitando la voz del mayordomo. – Son nombres de estrellas. Vega es una de las estrellas más importantes de nuestro firmamento y Tania también es un nombre de estrella. Hay dos, Tania Borealis y Tania Australis y están en una de las patas la Osa Mayor. – ¡Joder!, qué puesta estás en astrología. – Se trata de astronomía, burro, no de astrología. Y sí, sé algo de las estrellas, pero no mucho. – Creo que por hoy hemos tenido suficiente, hasta que no tengamos los resultados de los laboratorios y de la autopsia, no podemos hacer mucho más. ¿Nos tomamos unas cervezas y me hablas de las estrellas? Prometo llevarte luego a casa. – No, prefiero que me acerques a comisaría, aún es pronto y tengo que cerrar el informe del robo a la joyería, estoy convencida de que Peláez me lo pedirá mañana. Ya sabes que no me pasa ni una. – Tu misma pero, deberías cortar esa historia con el jefe. Encárate con él, demuéstrale tu carácter, él sabe que se pasa contigo y que puedes denunciarle por ello. No es normal que te presione de esa manera a ti y no lo haga con los demás. Creo que te tiene miedo porque sabe que eres buena en esto. – Gracias por tu confianza, colega – le dijo la inspectora al bajarse del coche – Nos vemos mañana. Entró en la comisaría pensando en que Neira tenía razón, no debería dejar pasar más tiempo, había llegado el momento de acabar con esta situación. Hacía ya meses que había tomado la decisión de dejar la policía, no quería seguir ejerciendo un oficio que, en el fondo, no iba con ella. Clara se hizo policía por complacer a su padre, también policía al igual que el abuelo.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

14

Ingresó en la academia después de finalizar sus estudios universitarios y fue la primera en su promoción. Gracias a su padre, el comisario Castillo, llegó a inspectora con rapidez, eso sí, aprobando siempre y con buena nota todos los exámenes necesarios. Ella sabía que era buena en su trabajo, que lo realizaba de forma eficiente y profesional, pero también sabía que no era lo que quería. Nunca lo quiso. Mientras su padre vivió, la inspectora Castillo fue respetada por todos pero tras su muerte, hacía algo más de un año, la situación de Clara había cambiado y algunos compañeros no le perdonaban que fuera una enchufada, aunque hiciese méritos en su trabajo para ser respetada. Años atrás, el comisario Peláez trabajó a las órdenes de su padre y ahora, él se vengaba de ella. Su decisión ya estaba tomada y solo necesitaba el valor necesario y el momento justo para dar el paso. El pasado noviembre, cuando fue al pueblo en la festividad de todos los santos para ver a su madre y acompañarla al cementerio, ante su tumba, mientras su madre rezaba, Clara le dijo a su padre que no tenía sentido seguir si él ya no estaba. Este caso y se acabó, se dijo para sí misma, sabiendo que eso mismo se había dicho con el anterior caso. Era tarde cuando salió de la comisaría, tuvo la tentación de ir al bar a tomar algo pero se acordó de que ya estuvo bebiendo la noche anterior y no era bueno beber tanto y tan seguido. Decidió irse a su casa, le vendría bien acostarse pronto, el día siguiente se esperaba intenso. Al llegar a su casa dejó las llaves y la negra piedra sobre la única mesa que tenía, tocándola antes de soltarla y acordándose de Soraya, a la que aún echaba de menos al llegar a casa, aunque esa fuera otra casa donde nunca estuvo ella. Hacía más de dos años que ya no estaban juntas pero todavía pensaba en

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

15

ella, su recuerdo aún titilaba en su memoria como la diminuta y borrosa luz de las Pléyades. Se conocieron en la sala de espera de un aeropuerto, las dos iban a coger el mismo vuelo que había sido retrasado y sin hora prevista de salida. Empezaron hablando de trivialidades pero según avanzaba el tiempo, fueron contándose cosas de sus vidas y sin darse cuenta, pasaron las horas de espera. Cuando avisaron del vuelo se despidieron, tenían asientos separados y no iban a verse después. En el momento de darse los dos besos de despedida, Soraya le entregó una servilleta donde había escrito “Llámame” junto a un número de teléfono. Después de aquel encuentro, Clara tenía la “patata caliente” de tener que llamarla y eso le ponía de los nervios. Aquella mujer tan atractiva, ejecutiva de una multinacional, quería que la llamara y ella, no sabía qué decir. Decidió dejar pasar un poco de tiempo para poder adquirir el valor suficiente y además, no quería demostrar que estaba ansiosa por verla. Aguantó estoicamente casi dos semanas pero no pudo más, se armó de valor y la llamó por teléfono. Nunca estuvo tan nerviosa como aquella vez. Se fueron conociendo poco a poco y después de unas cuantas citas, llegó lo inevitable, lo que deseaban las dos desde el instante en que se conocieron en aquella sala de espera. Cuando se besaron y se amaron por primera vez, supieron que habían encontrado lo que buscaban. Estuvieron juntas unos cinco años y fue la relación más importante que haya tenido Clara, ninguno de sus amores anteriores brilló tanto en su firmamento como lo hizo Soraya. Tal vez fue la rutina y el tener trabajos tan diferentes e incompatibles lo que propiciaron que llegara el día en que se dijeron adiós. Soraya aceptó un trabajo en Italia y Clara no siguió su estela. La quería con toda su alma y siempre quiso complacerla en todo pero esta vez, no pudo y tuvo que romper

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

16

con su vida para no romper con su vida, toda una paradoja. Era un mal momento para ella, su padre estaba enfermo y no podía dejar el trabajo. Cuando se separaron, Clara no quiso seguir viviendo en la misma casa y regresó a la de sus padres, que estaba vacía desde que se fueron al pueblo cuando se jubiló el padre. Compró una cama, un sofá y una mesa con dos sillas, ese era el único mobiliario que existía entre aquellas vacías paredes. En un rincón del salón había una pila de cajas de cartón que contenían las cosas que se había traído cuando se mudó. Habían pasado ya varios años y aún seguían sin desembalar. Se dio una ducha y se puso ropa cómoda, decidió hacerse un sándwich de atún para cenar y abrió una botella de vino para acompañarlo. La cocina no era su fuerte, las veces que intentó cocinar algo tuvo que tirarlo a la basura porque el resultado nunca fue comestible. Puso en marcha el ordenador portátil, que solo utilizaba como equipo de música conectado a unos altavoces, para oír un poco de música tumbada en el sillón e intentar relajar la tensión acumulada durante el día. Después de tomarse unas cuantas copas, el vino empezó a calmar el cuerpo y a disparar la mente. Esa tarde había hablado de las estrellas con Neira y eso hizo que el recuerdo de su padre, estuviera presente en su pensamiento. Hacía tiempo que no recordaba aquellos veranos en el pueblo, cuando salía por las noches con su padre a ver las estrellas. Tumbados en la hierba, boca arriba, bajo la bóveda celestial más impresionante que jamás haya visto, su mente se perdía por aquel oscuro manto tridimensional de luminosos astros mientras su padre le narraba las fantásticas historias mitológicas de las galaxias y estrellas que conocía. – Elige una estrella – le dijo su padre una noche – Una estrella que quieras que te acompañe toda la vida, que sea tu estrella.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

17

– Elijo la Estrella Polar porque, aunque no sea la más grande ni la más brillante, es mágica por estar en ese lugar privilegiado donde siempre sabré encontrarla. – Buena elección, muy práctica, se nota que eres hija mía. Yo elegiré a la estrella Arturo porque, además de llamarme igual que ella, decir que ella se llama como yo sería un sacrilegio, su nombre significa “el guardián de la osa”, tanto de la Osa Mayor como de la Osa Menor, donde está Cinosura, la Estrella Polar. Cuánto echaba de menos a su padre, él siempre fue su aliado, su timonel en ese mundo de buenos y malos y ahora que él ya no estaba, se encontraba sin rumbo y sin su guardián.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

18

2

Como siempre, se había quedado dormida en el sillón con la música puesta y el frío de la madrugada la despertó temprano. Mientras intentaba desperezarse se fijó en la botella casi vacía de la noche anterior y entendió por qué la cabeza le pesaba tres veces más de lo normal. Había adquirido casi todos los hábitos de la soledad y uno de los que más practicaba era el de quedarse dormida en el sillón tapada con una manta, lo prefería a irse a dormir a la fría cama del dormitorio, lo que le provocaba un costoso despertar cada mañana hasta que ponía en marcha su entumecido cuerpo. Solo dormía en la cama cuando estaba acompañada y hacía mucho desde la última vez. Se tomó un par de Alka-Seltzer con zumo de naranja de bote y se dio una ducha para despejar la cabeza. Se puso uno de los trajes de chaqueta que tenía con una blusa blanca algo entallada, decidida a ir a la comisaría a poner en marcha la investigación. No tenía problemas a la hora de vestirse para ir a trabajar, tenía varios trajes de chaqueta pantalón, todos iguales, de distintos colores, negro, gris, azul, marrón… los cuales iba rotando según el día de la semana. Para completar la vestimenta, tenía un abanico de blusas y camisas para conjuntar con los trajes. Algo parecido le pasaba con los zapatos, tenía varios pares de zapatos planos del mismo modelo, en negro y marrón, que combinaba según la ropa elegida. No le importaba ir vestida siempre de la misma manera, es más, se identificaba con su atuendo y era cómodo para el trabajo. Neira le preguntó una vez por qué no se ponía ropa más alegre, algo más femenina, porque era muy guapa y no lo estaba aprovechando.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

19

– No quiero aprovechar nada, soy como soy y estoy bien como estoy – fue su rotunda respuesta, lo que provocó que su compañero no volviera a sacar el tema más. Una vez en comisaría, se puso manos a la obra, había que comenzar a montar ese puzle. A la espera de los resultados de los informes periciales, había que empezar a hacer algunas averiguaciones para la investigación porque estaba claro que se trataba de un caso de asesinato. Cuando llegaron los demás, ella ya tenía todo organizado y empezó a repartir las tareas. El hecho de que las cámaras de vigilancia no funcionaran aquella noche, hizo que encargara a los agentes Estévez y Salcedo que fueran a interrogar a todos los vecinos del edificio. También quiso que se solicitaran las grabaciones anteriores a la avería, quería que la asistenta reconociera a ese tal Navarro. Ordenó investigar si había alguna sucursal bancaria por los alrededores o alguna cámara que pudiese haber grabado algo de aquel día desde la calle y, antes de que se fueran, les pidió a los agentes que pusieran a uno de los muchachos a indagar en internet, para ver si había alguna información que pudiera ser importante para la investigación. De manera inconsciente, llevaba un buen rato con sus dedos ocupados en el roce de la lisa piedra cuando se dio cuenta de ello. Es un mal día para dejar de tocar la maldita piedra, pensó mientras sonreía al recordarle la frase a una película. La parte que más le gustaba de su trabajo era la investigación, le gustaba analizar, maquinar, conjeturar… y sentía una orgullosa satisfacción cuando aclaraba un caso. La parte que menos le gustaba era ejercer la autoridad. Ejercer la autoridad le provocaba un dolor somático, visceral, que hería su veta emocional. Sufría cuando tenía que actuar con la misma actitud amenazadora ante un abuelo carterista como ante un joven navajero de alguna banda latina, negando la opinión a sus sentimientos, actuando de oficio y sin contemplaciones. Tener

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

20

que ocultar su frágil mundo interior, lleno de dudas y sentimientos, y mostrarse fría y autoritaria era un ejercicio que cada vez le costaba más realizar, en el trabajo y en la vida. Se armó de valor y quedó con Eva para comer, necesitaba su ayuda para el caso. Al colgar, se dio cuenta de que uno de los botones de la blusa se había caído, dejando un escote más amplio de lo habitual por donde se vislumbraban sus pechos. – ¡Mierda! He elegido un mal día para enseñar las tetas – dijo mientras intentaba ponerse un clip sin resultado porque tuvo que dejarlo, el comisario Peláez quería ver a los inspectores en su despacho inmediatamente. – Creo que ya conocen a la señora Rota, ¿no es así? He querido darle personalmente el pésame y le he transmitido que este caso es de máxima prioridad para nosotros, además de que actuaremos con la máxima discreción – dijo el comisario con un gesto muy solemne. – Por supuesto señor. Si no le importa, señora Rota, nos gustaría hacerle algunas preguntas. Si nos acompaña, sólo será un momento – dijo la inspectora mientras intentaba, con disimulo, taparse el escote con la mano. Pasaron a una sala y cuando iban a empezar con las preguntas, llamaron a Neira. – No se preocupe por mi compañero, ahora se incorporará. ¿Podría decirme si tenía trato con su hermana? ¿Podría contarnos algo sobre ella? – No trato mucho con mi familia, hace diez años que no quiero saber nada. A veces hemos hablado Tania y yo por teléfono pero nuestra relación no era, como entiende la gente, una relación de hermanas y no nos veíamos mucho. Hace poco hablé con ella y seguía con sus líos de siempre.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

21

– ¿A qué se refiere cuando dice “sus líos de siempre”? – A mi hermana le gustaba mucho la noche, las fiestas, el juego y los amantes, no sé si por ese orden, pero esa era su vida últimamente. – ¿Sabe si estaba con alguien en particular? – No lo sé. Tratándose de Tania, seguro que estaba con alguien, pero no sé con quién. – Ayer demostró usted unos sentimientos hacia su hermana que hoy no parece tener. Vega Rota miró el escote de la inspectora y fue subiendo su mirada hasta encontrarse con la de ella, momento que interrumpió Neira al entrar en la sala con unos papeles en la mano. – Siento comunicarle que, los resultados preliminares de la autopsia revelan que la muerte de su hermana fue por asfixia mecánica, por sofocación de los orificios respiratorios producida con una almohada o algo similar. Se han encontrado restos en la boca que corroboran esto y el cadáver muestra signos de asfixia con gran claridad en cara, cuello y ojos. Fue asesinada entre las veinte horas del viernes y las ocho de la mañana del sábado. El informe también dice que tomó cocaína y que tuvo relaciones sexuales aquella noche sin existir signos de violación. – Por favor, encuentren al hijo de puta que le ha hecho eso a mi hermana. No se merecía esa muerte – dijo compungida la mujer. – No se preocupe, haremos todo lo posible por encontrarle – contestó la inspectora tras ofrecerle un kleenex para que se secara las lágrimas de dolor que corrían por su cara.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

22

– ¿Cuándo podremos enterrar a mi hermana? Mi padre viaja hoy desde Zúrich y estará a punto de llegar. – No lo sabemos con seguridad, aún siguen con la autopsia. Es probable que puedan llevarse el cuerpo mañana por la tarde. No se preocupe, estaremos allí para acompañarles – dijo Neira. – Por favor, me gustaría irme a casa, no estoy en condiciones para responder a sus preguntas. – Por supuesto, no se preocupe, la llamaremos otro día. Después de despedirse, la inspectora Castillo salió con prisa porque había quedado para comer y ya llegaba tarde, se había citado con Eva en un restaurante del centro y llegar hasta allí le llevaría al menos media hora. – Perdón por el retraso Eva. Al final, entre una cosa y otra, no he podido salir antes. Lo siento. – No te preocupes, al menos has venido. Además, vienes muy sexy hoy con esa blusa que deja asomar esos pechos que tanto añoro. – Para Eva, no sigas por ese camino. – No sé a qué camino te refieres, Clara, eres tú la que marcas el camino. Quedas conmigo de día para comer y no de noche para cenar, como antes, porque sabes que, cuando tú y yo estamos juntas de noche, no hay camino y nos perdemos. – No he venido a hablar de eso Eva, he venido a hablar de trabajo. Necesito tu ayuda. – Ya me extrañaba a mí que quisieras verme después de la última vez. Está bien, dispara. ¿Qué necesitas?

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

23

– Necesito que investigues si alguien de la prensa pudo ver algo la noche del viernes en casa de Tania Rota. Me dijiste que siempre había apostado algún fotógrafo por la zona. – Está bien, preguntaré y te avisaré si averiguo algo. Pero ahora, cuéntame qué ha pasado para que la policía esté investigando. – Esto que te cuento no puede salir de aquí, prométeme que no publicarás nada, puede costarme el puesto. Se trata de un homicidio. Y hasta aquí puedo leer porque no sabemos mucho más. – ¡Joder qué historia! Un crimen en la jet-set tiene mucho morbo. Sí, ya sé que no puedo contar nada pero espero ser la primera a la que avises cuando se pueda hacer público. – Lo haré si cumples con tu promesa. También necesito que me cuentes qué sabes de la otra hija, Vega Rota. – Poco, solo sé que es editora y que, hace unos años, estuvo implicada en un turbio asunto de unos cuadros que ahora no recuerdo muy bien. Pero te puedo contar todo lo que quieras sobre el padre, que es un importante y poderoso empresario, que suele ir mucho al futbol porque es socio directivo de un equipo de primera, que va a fiestas de alto copete, que se codea con las más altas esferas... Y de Tania Rota, qué quieres que te diga de Tania Rota, que han corrido ríos de tinta en la prensa rosa sobre ella. Pero de la otra hija, no sé más de lo que te he dicho. Te buscaré lo de ese asunto, te tendré informada. Y ahora inspectora, si ya ha terminado con su interrogatorio, ¿comemos? Es tarde y me muero de hambre. – Vale si antes te puedo pedir algo más. ¿Podrías pasarme todo lo que se haya publicado de Román Rota y de su hija últimamente? Y ahora, si quieres, podemos pedir la carta.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

24

Quedó con Neira para que la recogiera en el restaurante, tenían que reunirse con el juez Merino para hablar sobre las diligencias a seguir en el caso. Después, volvieron a la comisaría a seguir con la investigación. Esa tarde, buscó el nombre de Vega Rota en la base de datos de la policía para ver si estaba relacionada con algún asunto policial. No encontró nada, su nombre no aparecía en los datos y no tuvo forma de localizar el asunto que le había mencionado Eva. Ya era tarde cuando llegó a su casa, estaba agotada y necesitaba dormir. Se duchó y decidió comer algo antes de acostarse. Mientras se comía un resto de queso que quedaba en la vacía nevera, a palo seco porque evitó tomarse el vino que había quedado de la noche anterior, se fijó en que la casa se le había ido de las manos y necesitaba con urgencia una limpieza. Mañana lo haré, se prometió a sí misma al apagar la luz de la cocina. Se tumbó en el sillón y se fue quedando dormida mientras oía a Norah Jones y observaba cómo las pelusas viajaban por el piso como bolas del desierto.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

25

3

Cuando los inspectores llegaron aquella tarde al Instituto Anatómico Forense, los familiares de la víctima ya esperaban junto a su abogado. Después de realizar todo el trámite necesario para que la familia pudiera recoger el cadáver, la inspectora quiso aprovechar la ocasión para hablar con el padre de la víctima. – Si no le importa, nos gustaría que nos acompañaran su hija y usted a la comisaría para hacerles algunas preguntas sobre su hija Tania. – Son ustedes unos desalmados, no respetan el duelo de una familia. ¡Déjennos en paz! – Sé que es un mal momento, señor, pero es importante que nos acompañen. Al final, y por recomendación de su abogado, Román Rota accedió malhumorado a las peticiones de la inspectora Castillo pero al llegar a la comisaría, solicitó hablar con el comisario. Pasó un buen rato antes de que el comisario Peláez les llamara a su despacho. Ordenó a Neira que acompañara a los señores a una sala para hacerles las preguntas pertinentes y a la inspectora Castillo, le pidió que se quedara en el despacho porque quería hablar con ella. Cuando salió del despacho llevaba un cabreo morrocotudo, como siempre le pasaba cuando acudía al despacho del comisario. Esperó a su compañero sentada en su mesa con la piedra de toque entre sus dedos. Neira apareció al rato para decirle que no había sacado nada en claro, que esa familia era muy independiente y que nadie sabía nada de nadie.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

26

– No saben quién es Navarro, tampoco saben decirnos qué compañías frecuentaba la víctima. En fin, nada que destacar aunque, no sé si te habrás fijado pero, no hay muy buen rollo entre padre e hija. – Si, lo noté esta tarde en el instituto, vi que no hablaban mucho entre ellos. – ¿Y con el jefe qué tal? – le preguntó Neira en voz baja. – Como siempre, jodiéndome la vida. Mira, es tarde y no tengo ganas de hablar. Me voy a casa, mañana te lo cuento. Antes de salir de la comisaría, Clara llamó a Eva para darle vía libre a la publicación de la noticia, dándole algunos detalles sobre el homicidio. Ya era oficial el asesinato de Tania Rota. Esa tarde le tocaba gimnasio pero optó por pasar e irse a casa, había tenido un día difícil y necesitaba desconectar y dormir. Dudó entre coger el autobús o ir andando pero optó por lo segundo, quería sentir el aire frío de la noche en la cara, le vendría bien para despejar la cabeza. Empezó a caminar por la acera cuando alguien la llamó y al volver la cabeza, vio que se trataba de Vega Rota. – Por favor inspectora, necesito hablar con usted. – No se suele actuar de esta manera, señora. Si tiene algo que contar, venga mañana a la comisaría. Me imagino que mi compañero le habrá preguntado todo lo necesario para el caso. – Lo que tengo que contarle no puedo hacerlo en una comisaría. Por favor, necesito hablar con usted. Suba, la invito a una copa. – No voy a montar en su coche, señora. Si quiere, a dos calles de aquí hay un bar, podemos hablar allí.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

27

Entraron en el Sonar, el bar que solía frecuentar con Neira. El local estaba medio vacío, pidieron unas cervezas y se sentaron en una de las mesas del fondo. – No sé qué querrá contarme, espero que no me haga perder el tiempo porque estoy bastante cansada y quiero irme a casa – dijo la inspectora con seriedad. – Veo que no es usted muy amable – le dijo la mujer mirándole a los ojos. – Quiero hablar con usted porque estoy asustada. La muerte de mi hermana puede que no sea tan pasional como ustedes creen, puede que haya algo más serio y turbio en todo esto, y tengo miedo. – No la entiendo. ¿Por qué tiene miedo? ¿A quién tiene miedo? – A mi padre. Lo que le voy a decir no lo diré nunca en una comisaría y mucho menos ante un juez, por eso quise hablar con usted de esta manera. – Bien, cuénteme señora Rota por qué su padre puede estar implicado en la muerte de su hija – dijo expectante la inspectora. – Me parece frío hablarnos de usted. ¿Puedo tutearte? Sé que te llamas Clara porque se lo oí a tu compañero. Me gustaría que me llamaras Vega, lo de señora Rota nunca lo he llevado muy bien. – Perfecto Vega, ¿qué tienes que contarme? – preguntó la inspectora con sequedad. – Mi padre no es trigo limpio. Cuando se hizo cargo de la empresa del abuelo comenzó a hacer unos negocios nada transparentes en el mundo de la construcción y, en cuanto me enteré de ello, le forcé a que me comprara las acciones que yo tenía. No quería saber nada de sus sucios negocios y menos, figurar como accionista. Aquella historia acabó con

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

28

nuestra relación y no nos hablamos desde hace unos diez años. – ¿Y qué tiene que ver todo esto con la muerte de tu hermana? – No lo sé, pero puede que tenga que ver. Mi padre trata con la mafia rusa y con otros estafadores. Desde hace un tiempo, mi hermana tenía deudas de juego, se dejaba un dineral cada vez que iba al casino y llegó un momento en que papá se negó a pagar una deuda más, le dijo que se buscara la vida, que no quería saber nada más, que bastante hacía con tener a su hijo a su cargo. Tania tiene un hijo que viven con mi padre aunque en realidad está estudiando en un internado en Inglaterra. Esto que te cuento, me lo contó Tania la última vez que hablamos, me llamó para pedirme dinero porque papá se lo negó. – Sigo sin ver la relación de tu padre con la muerte de tu hermana. Me cuentas que tu padre es una mala persona pero no podemos acusarle por eso, no hay pruebas para inculparle. – Mi padre actúa como un auténtico mafioso, tal vez la muerte de Tania sea por venganza de otro mafioso estafado por él. No sé, no me fío y temo que puedan venir a por mí, por eso tengo miedo – dijo la mujer con una expresión de temor en su rostro. – Tal vez sea una posibilidad, pero, ninguna prueba, hasta ahora, apunta a ello. Si tienes miedo, puedo pedir vigilancia en tu casa, no hay ningún problema si eso te hace sentir más segura. – No, no quiero. Tal vez tengas razón y puede que todo sea una película que me he montado yo solita. La muerte de Tania me ha afectado, no se merecía morir así y tengo miedo de que me pase lo mismo a mí.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

29

Se quedaron calladas un rato, mirándose, mientras la mujer se calmaba. Clara se sentía incómoda en esa situación, siempre le pasaba, no soportaba esos silencios, se sentía torpe, no sabía qué decir y al final, siempre era la otra persona la que rompía el hielo. – Me imagino que, siendo mujer y tan guapa, en tu oficio tendrás que aguantar muchas estupideces – dijo la mujer con un tono sensual mientras apoyaba el codo en la mesa y sujetaba su cara con la mano para mirarla fijamente. Clara se puso nerviosa, se dio cuenta de que esa mujer intentaba flirtear con ella, el tono de su voz y esa mirada que había subido desde sus pechos hasta sus ojos, pasando por su boca, se lo delataban. – No hay día que no tenga que oír los comentarios de algún cretino – dijo intentando demostrar normalidad en su tono de voz aunque su cuerpo se iba excitando por momentos. – ¿Cuál ha sido el de hoy? – preguntó la mujer sin dejar de mirarla a los ojos. – Pues hoy, he tenido que oír a mi jefe decirme que tu padre, duda de mi capacidad para resolver el caso y que prefiere que sea un hombre el encargado de la investigación. Me ha comunicado que el responsable del caso pasa a ser mi compañero. Después de todos estos años, no sirve de nada demostrar que vales, mientras siga teniendo jefes como este, siempre seré ninguneada. Es lo que tiene ser mujer en este oficio, no creo que afecte mucho lo de ser guapa. – Siento el comentario de mi padre, es muy propio de él. Vega Rota se ofreció a llevarla en coche y, aunque la inspectora dudó en un principio, accedió porque ya era muy tarde. Durante el camino, Clara le ofreció su ayuda si en algún

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

30

momento se sentía amenazada, le pidió el número de teléfono y le hizo una llamada perdida para que tuviera el suyo. La mujer la llevó hasta la puerta de su casa y se despidieron. – Gracias por escucharme, inspectora. Me hubiese encantado haberte conocido en otras circunstancias. Cuando Clara entró en su casa se fue directa a la ducha, había que enfriar el calentón que tenía, Vega Rota la había excitado con solo mirarla, el poder de seducción de esa mujer era subyugante. No tenía ganas de cenar, se sirvió en una copa el resto de vino que quedaba en la botella de la otra noche y se tumbó en el sillón con los pies en alto. No quiso pensar en toda la mierda del trabajo y le fue fácil porque su mente, solo quería ocuparse de ella. Estaba cansada pero no conseguía dormirse, esa mujer que intentaba seducirla le quitaba el sueño. Al final, el agotamiento pudo con ella y se fue quedando dormida, al son de Alicia Keys, mientras pensaba que Vega Rota era como esa mujer fatal de las películas de cine negro, bella, glamurosa e interesante, y con una mirada que derretía a cualquiera.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

31

4

A la mañana siguiente, al llegar a la comisaría se encontró con un montón de periodistas agolpados en la puerta, ávidos de conseguir cualquier información sobre el caso. La inspectora Castillo decidió entrar por el garaje para evitar el follón de la entrada y al llegar a su sitio, se encontró con un montón de periódicos del día sobre su mesa. La prensa se había cebado con la noticia y en todos los periódicos aparecía en primera página la muerte de Tania Rota. Se reunió con Neira para contarle la orden dada por el comisario. Su compañero se indignó con la noticia. – ¡Joder! Me muerdo la lengua para no decir lo que pienso. Me parece mezquino el comportamiento del jefe. No lo voy a acatar. – No provoques más problemas, no merece la pena, son órdenes y hay que cumplirlas. – Si quieres, para evitar problemas con Peláez, yo me encargaré de firmar los informes pero seguimos trabajando como hasta ahora. Tú eres la cabeza pensante de este equipo y tiene que seguir siendo así, aunque haya energúmenos que no lo vean. – Gracias por tu apoyo. Sabes, he llegado a un punto en que ya no sangro cuando me apuñalan. En fin, no tiene solución, ahora tendrás que encargarte tú de todo el papeleo. Yo voy a hablar con Estévez y Salcedo para ver si han tenido éxito en sus pesquisas. Nos vemos luego.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

32

– Clara, dos cosas. La primera es que se me olvidó decirte ayer que Marta te espera este domingo en casa. Ya sabes, es mi cumpleaños y quiere hacerme una fiesta. Y la segunda es que, no puedo quedarme hoy a tomar las cañas, tenemos dentista con los niños. – Dile a Marta que iré encantada. Y tú, ¿qué quieres que te regale por tu cumpleaños? Había pensado en una subscripción al Playboy o a alguna revista de ese estilo. – Muy graciosa, mi mujer me mataría si se enterara, ya sabes como es. Tu presencia será suficiente regalo para mí aunque, si vienes acompañada de una botellita de ron, el regalo será perfecto. Hubo suerte y la cámara de una sucursal bancaria situada en la acera de enfrente del edifico, a unos metros más abajo, grababa parte del portal de entrada. – Perfecto. Decidle a Neira que hable con el juez y localizad a la asistenta y traedla aquí, quiero que se vea esas grabaciones. Tenemos que saber quién es ese tal Navarro. ¿Tenéis algo más para mí? – Sí. Los vecinos no recuerdan haber visto nada extraño que les llamara la atención el viernes. Una vecina ha declarado que ese día, como a las seis de la tarde, subió en el ascensor con una mujer que se bajó en el tercero, iba vestida de manera elegante y se fijó en ella porque llevaba las gafas de sol puestas dentro del ascensor. Ah, también tenemos las grabaciones anteriores a la avería del sistema de seguridad del edificio. – Muy bien Salcedo, pues que la asistenta también se las vea. – Por otro lado, no hemos encontrado en internet nada que nos haya parecido interesante para el caso. De todas formas, los

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

33

muchachos siguen mirando – dijo Estévez revisando sus notas. – Perfecto. Mantenedme informada con lo que vaya surgiendo. Gracias. – dijo la inspectora con seriedad a sus subordinados. Estaba sentada en su mesa, con la piedra entre sus dedos, pensando que llevaba todo el día dándole vueltas al encuentro de la noche anterior con Vega Rota. Saber que era deseada por esa mujer le excitaba, su solo pensamiento hacía palpitar a su sexo. Estaba con esos pensamientos cuando Neira se asomó por la puerta. – Han llegado algunos informes de los laboratorios ¿Nos reunimos para verlos? – Sí, pero antes, pasa y cierra la puerta, quiero contarte algo. Ayer tuve un encuentro con Vega Rota que quiero que conozcas. Anoche me estaba esperando a la salida de la comisaría, quería hablar conmigo y fuimos a tomar una cerveza al Sónar. Me dijo que teme por su vida y que cree que el padre está implicado en la muerte de su hermana. Se basa en que el padre es un hijo de puta que actúa como un mafioso en los negocios y teme que sea alguna venganza de la mafia rusa. Además dice, que todo esto no lo contará ante un juez. Encontré bastante paranoico el argumento pero tal vez, para curarnos en salud, estaría bien que una patrulla hiciese alguna ronda por su casa. – Le has preguntado si ella también toma coca como la hermana porque la historia es para alucinar. En fin, si lo ves necesario, no creo que haya problema en que se hagan unas rondas por la zona. Pero ahora, en serio, ¿hubo tomate? – Eres un gilipollas muy graciosillo. Vamos a ver esos informes.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

34

Aquella misma tarde recibió un sobre con la información que Eva le mandaba de los Rota. Dentro también había una nota donde le daba las gracias por la exclusiva de la noticia. Se leyó la información sobre el caso de los cuadros. Había ocurrido hacía unos siete años y se trataba de la compra que quiso hacer un coleccionista privado de unos cuadros robados y que frustró la policía. Buscó en la base de datos y encontró el asunto. Localizó el teléfono del responsable de la investigación y le llamó. El colega le contó que, efectivamente, Vega Rota estuvo implicada, al principio, en ese asunto. Ellos estaban convencidos de que fue ella la que puso en contacto al coleccionista con los ladrones pero el juez, no vio indicios suficientes para que se la investigara. Además, recibieron órdenes para hacer desaparecer su nombre de todo el asunto. Según el inspector, el poder del apellido Rota hizo el trabajo. Como ahora era Neira el responsable oficial del caso y el encargado de todo el papeleo, decidió irse pronto del trabajo. Cogió el sobre que le había enviado su amiga y se fue al gimnasio, necesitaba que su mente solo pensara en superarse para no caer desmayada encima de la bicicleta estática. Mientras pedaleaba sin rumbo fijo, pensó que había llegado el momento de redactar la carta de renuncia. Aprovechó que los comercios aún estaban abiertos para comprar algo de comida y algunas botellas de vino. Al llegar a su casa, se puso cómoda y calentó en el microondas uno de los platos preparados que había comprado, pensó que le vendría bien cenar algo caliente. Se instaló en el sillón y, acompañada de la voz de Diana Krall y de la copa de vino, le echó un vistazo a los artículos de presa de los Rota. Al conocer la historia por boca de la hija mayor, los artículos y fotos de Román Rota le parecieron una farsa, siempre sonriente, en fiestas solidarias, junto a autoridades, con la realeza. Y la hija

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

35

menor, siempre de fiesta, siempre vestida con trajes caros y vertiginosos zapatos, disfrutando de una vida llena de falsos placeres y verdaderos vicios. Entre las fotos encontró una donde salía Vega en una fiesta junto a su padre, su hermana y otros invitados, según el pie de foto. Se quedó contemplando durante un buen rato aquella fotografía, hipnotizada con la imagen de esa mujer de delicioso rostro y turbios manejos. Después del repaso a la prensa rosa, colocó el portátil sobre sus piernas, dio un largo trago de vino y se puso a escribir la carta de su renuncia. Cuando terminó, se sintió triste pero, a la vez, liberada. – ¿Y después de esto qué, Clara? – se preguntó en voz alta mientras su mirada se perdía por la ventana.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

36

5

A lo largo del día, se fueron recibiendo los distintos informes periciales de las huellas y de algunos efectos recogidos en el lugar de los hechos. No esperó a Neira, que estaba en los juzgados, y se reunió con los agentes Salcedo y Estévez para analizar los informes. Los estudios sobre las huellas encontradas revelaban que podrían ser de cinco personas distintas, de la víctima, de la criada y tres más no identificadas. – Tenemos que cotejar esas huellas para ver si pertenecen a alguien con antecedentes. ¿Qué sabemos de las grabaciones, la asistenta a reconocido a alguien? – dijo la inspectora dirigiendo su mirada a los dos agentes. – En las grabaciones de la sucursal, la asistenta ha reconocido a Navarro y a la hermana de la víctima. La mujer entró en el portal a las dieciocho cero siete y Navarro lo hizo a las veinte veintitrés horas. Hemos sacado unas fotos de las imágenes, aunque no son muy buenas, la de Navarro no se ve muy bien porque ya era de noche, la de la mujer se ve algo mejor – dijo Estévez mientras le entregaba las fotografías. – Encargaros de solicitar un retrato robot de Navarro, a partir de la imagen y de lo que describa la asistenta, para ver si hay alguien parecido con antecedentes. Buen trabajo, chicos. Yo me encargo de hablar con Neira. Las imágenes no eran muy nítidas pero contempló detenidamente la foto de la mujer. Efectivamente era ella, Vega Rota, vestida de manera elegante y con gafas de sol, como había descrito aquella vecina que la vio en el ascensor. No sabía qué le estaba pasando, por qué le enfadaba tanto el hecho de que esa

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

37

mujer la hubiera mentido si no la conocía de nada, no debería importarle. Cuando se reunió con su compañero le habló del tema y le propuso retrasar la actuación sobre Vega Rota unos días, quería hablar personalmente con ella antes. – Ten cuidado Clara, estás jugando con fuego. Antes de salir de comisaría, llamó a Vega y se citaron en su casa. De camino a su cita, Clara se fue infundiendo valor para no sucumbir a los encantos de esa mentirosa. – Me imagino que vienes en plan oficial. Antes, por teléfono, me has hablado de usted y eso me indica que no son buenas noticias. – Me has mentido y quiero saber por qué – le dijo Clara en un tono de enfado – El otro día me dijiste que llevabas tiempo sin ver a tu hermana y resulta que sales en una grabación del pasado viernes entrando en su portal. ¿En qué más me has mentido, Vega? De todo lo que me contaste el otro día, ¿qué es verdad y qué es mentira? – Si mentí fue porque no creí necesario que se supiera. Tania me pidió dinero porque tenía una deuda de juego y estaba recibiendo amenazas por no pagar. Tania tenía miedo. Ya te conté que papá le negó el dinero y me lo pidió a mí. Aquella tarde fui a su casa para entregarle los cincuenta mil euros que me pidió. Discutimos, le dije que era la última vez que la sacaba de un lío así y le eché en cara sus estupideces y nos acabamos gritando. Me fui enfadada con ella y pocas horas después, estaba muerta. ¿Qué importancia tiene si la vi ese día o no? Yo no la maté, era mi hermana pequeña y la quería a pesar de todo – dijo la mujer mientras se secaba unas lágrimas que habían asomado en sus ojos.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

38

– Tendrás que ir a comisaría a declarar todo esto. – Está bien, lo haré. Después de esa conversación se hizo un silencio que empezó a poner nerviosa a Clara y se atrevió, raro en ella, a ser la primera en romperlo. – Bueno, si no tenemos más que decir, tengo que irme – dijo frotándose las piernas algo nerviosa antes de levantarse del sillón donde se había sentado durante la discusión. – ¿Por qué tienes tanta prisa? Por favor, quédate y tómate una copa conmigo. Clara tardó en responder unos segundos, los que aprovechó su cerebro para disparar, a la velocidad de la luz, miles de pensamientos a la vez. De todas las voces interiores que le hablaban al mismo tiempo, había una que sobresalía entre las demás, la que le decía que aprovechara la ocasión, que era lo que deseaba, que no fuera gilipollas y aceptara esa copa, aun sabiendo lo que significaba aceptar esa invitación. – Está bien, acepto esa copa, me vendrá bien. El alcohol es la droga que nos podemos permitir los legales – dijo Clara mientras pensaba que acababa de decir una gilipollez. – ¿Qué quieres tomar, whisky, algún combinado? – Vino. Si tienes, me gustaría tomar una copa de vino. Clara se quitó la chaqueta y se quedó de pie, contemplando los cuadros de la habitación mientras frotaba con avidez la escurridiza piedra del bolsillo. Para romper la tensión que había entre ellas, Vega puso música y empezó a hablar de las características del vino que intentaba abrir. Sirvió dos copas y caminó por la estancia lentamente y de manera sensual hacia la inspectora, mientras sonaba suavemente No Ordinary Love de

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

39

Sade por los altavoces. Al entregarle la copa, la mujer se le acercó tanto que Clara notó el leve roce de sus pezones con su blusa, lo que la excitó sobremanera, erizándose la piel de todo su cuerpo. – Sabes, me gustaba mucho más la blusa que llevabas el otro día, dejaba entrever un mundo maravilloso dentro de ella – dijo Vega con una voz sensual y una mirada libidinosa hacia el escote. – La blusa del otro día perdió su casto botón – dijo Clara sin saber lo que decía por su estado de excitación. Vega le desabrochó el botón de la blusa y abrió el escote, rozando suavemente su piel con los dedos. – Me gusta mucho más así, inspectora – le susurró al oído para después buscar sus labios y besarlos. Y la inspectora, no opuso resistencia a ese beso y se dejó llevar por la pasión. Según se fueron encadenando los besos y las caricias, Clara sentía cómo su pecho le iba a estallar de un momento a otro y, cuando la mujer le acarició el sexo, su grado de excitación llegó al eretismo. Fue cuando Vega la cogió de la mano y la condujo a su dormitorio. Vega le dijo que se relajara y se dejara hacer y Clara, cerró los ojos para sentir el placer que le concedieron las expertas manos de esa seductora mujer, que desnudaron su cuerpo a base de caricias. – Quiero hacerte ver las estrellas – le susurró Vega al oído cuando la tumbó completamente desnuda en la cama. Y Clara, sin resistencia alguna, le entregó su cuerpo a esa fogosa mujer para que lo besara, lamiera, chupara, mordiera, acariciara, tocara, penetrara… y otorgara a sus sentidos el placer

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

40

de entre los placeres, el orgasmo más sublime que jamás haya experimentado. Cuando Clara recuperó el aliento, intentó incorporarse para corresponder a su amante pero Vega la empujó con suavidad para que se volviera a tumbar. – No tengas prisa, disfruta de las sensaciones de ese inmenso orgasmo que acabas de tener, ya tendremos tiempo para mí. – le susurró mientras le besaba los labios. Después del placer supremo que había experimentado, su cuerpo hormigueante y su sexo aún palpitante arrastraron a Clara a un estado de relax que la hizo sucumbir al sueño. Se despertó aún de noche y cuando se ubicó en la realidad se sintió mal. ¿Qué estás haciendo Clara?, se preguntó a sí misma, el error que había cometido no era perdonable en su oficio. Clara se incorporó y se sentó en el borde de la cama para intentar localizar su ropa y sintió que la mano de Vega le acariciaba la espalda. – Sabes, lo que he hecho esta noche contigo, es una falta muy grave que me puede costar caro – dijo sin mirarla. – ¿Te arrepientes? – le dijo Vega mientras sus dedos recorrían con suavidad la columna vertebral de Clara. – No, no lo sé, y eso es lo grave – dijo Clara mientras intentaba encontrar a tientas la ropa esparcida por el suelo. – ¿Por qué te vistes? Quédate un rato más. – No, me voy a casa, tengo que asimilar todo esto. Además, deberías de dormir un poco, mañana tienes el funeral de tu hermana. Clara se levantó de la cama y se fue vistiendo según iba localizando las prendas. Cuando acabó, se giró hacia su amante La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

41

y levantando una mano, se despidió de ella, tomando dirección hacia la puerta. – Clara – le dijo la mujer para que ella girara la cabeza y la mirara – No quiero perderte. – No me vuelvas a mentir.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

42

6

Tenían el día libre pero los dos inspectores acudieron aquella mañana al funeral de la víctima, para ver si sacaban algo para la investigación. Había mucha gente importante, empresarios, políticos, famosos, nobles y demás raleas de la alta sociedad, todos elegantemente vestidos para la triste ocasión. A la salida de la misa, Clara vio a Vega a lo lejos, junto a su padre, recibiendo el pésame de los asistentes. Sentía remordimiento por su comportamiento poco ético de esa noche pero también sentía excitación al verla allí, tan solemne, tan afectada, tan bella, la mujer que la noche anterior le hizo tener el mejor orgasmo de su vida. Comenzó a recordar su voz, su olor, su sabor y tuvo que cortar radicalmente con sus eróticos pensamientos porque sintió que el corazón se aceleraba a un ritmo que su húmedo sexo intentaba imitar. Después de las exequias, Clara se despidió de su compañero con una falsa excusa para evitar hablar con él, no sabía cómo contarle lo sucedido, y se fue a su casa dando un largo paseo. La casa reclamaba a gritos su atención por lo que decidió dedicarse a los quehaceres del hogar. Cambió las sábanas, pasó la aspiradora, fregó, lavó y planchó la ropa, y cosió el botón de aquella celestina blusa, excitándose de nuevo con solo recordarlo. Llevaba todo el día pensando en ella, no pudo dedicar un solo pensamiento a otra cosa, hacía las tareas de forma mecánica mientras su mente se dedicaba a excitar su cuerpo con el recuerdo de la noche anterior. Se puso seria consigo misma, no podía continuar de esa manera, no era ético lo que estaba

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

43

haciendo aunque ya tuviera pensado dejar la policía. Tenía que controlarse, no podía ponerse como una perra en celo cada vez que pensaba en ella. Ya entrada la tarde, Vega llamó, quería quedar con ella. En un principio, Clara se negó pero luego, accedió a sus súplicas al notar, por el tono de su voz, que no estaba bien. Quedaron en un restaurante del centro. Durante la cena, Vega le contó el penoso día de funeral que había pasado, atender a los familiares y amigos, y tener que soportar a su padre, habían sido un suplicio para ella. Mientras Vega hablaba de su aciago día, Clara no podía dejar de mirar su boca, esa delicada y deliciosa boca, cuyos perfilados labios guardaban el cofre de sus exquisitos besos. Notó que se estaba excitando con solo oír su voz, con solo mirarla, con solo pensarla. Contrólate, Clara, se dijo para sí misma, reprochándose que iba a tirar por la borda toda la terapia que había realizado durante el día para controlar esta situación y no sucumbir a sus encantos. – Estaba deseando salir de allí. Estaba deseando verte – dijo la mujer con un brillo inusual en sus ojos. A la salida del restaurante decidieron dar un paseo y Clara la acompañó hasta su casa. Durante el camino, Vega le fue contando las sensaciones de soledad y temor que le había provocado la pérdida de Tania, había perdido a su única hermana y, aunque no trataba mucho con ella, su muerte violenta la había afectado mucho. La inspectora le comentó que no había nada nuevo que resaltar sobre el caso y que seguían con la pista del tal Navarro. Cuando llegaron al portal, Vega la besó invitándola a subir pero ella, aunque lo deseaba, declinó la invitación, hizo caso a su frío cerebro y no a sus ardientes deseos. Clara no controlaba la

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

44

situación, la situación la controlaba a ella, y necesitaba tiempo para pensar. Esa noche, en la soledad del sillón, y con la complicidad de Sade y de su mano, Clara se masturbó pensando en Vega, necesitaba descargar de su cuerpo toda la excitación acumulada durante el día.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

45

7

El domingo fue a comer a casa de Neira, no en calidad de inspectora, sino como amiga. Pasó un día muy agradable con la familia y los colegas de su compañero. Después de comer, y de que los amigos se hartaran de contar chistes, Clara y Neira se sentaron en el porche acristalado de la casa con dos vasos, unos hielos y la botella de ron que había llevado ella. – Sé que quieres hablar conmigo así que, dispara – le dijo Neira mientras servía unos tragos. – Lo dejo tío, no puedo más. En cuanto termine el caso, presento mi renuncia al puesto y a la policía, lo dejo todo. Siempre te he hablé de hacerlo y ya ha llegado el día. La verdad es que nunca quise ser policía y la situación en la que me encuentro, no me invita a continuar. A Neira no le pilló por sorpresa la noticia, sabía que llegaría y entendía su decisión. Se quedaron en silencio un rato, pensando en ello y bebiendo ron, hasta que él le preguntó qué tenía pensado hacer después. – No lo sé. Tengo algo de dinero ahorrado, ya sabes que yo gasto poco, y me voy a tomar un tiempo para reflexionar. Clara sabía que era el momento de contarle a su compañero lo de Vega y se armó de valor para ello. – También quería hablarte de otra cosa – dijo Clara mirando a los ojos de su compañero. – No hace falta, lo sé. – ¿Qué sabes lo que te voy a contar?

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

46

– Que al final, hubo tomate. Se te nota. Clara sonrió con cariño a su amigo y supo que no era necesario darle explicaciones. – No quiero que me cuentes nada, cuanto menos sepa por ahora mejor, ya tendremos tiempo para que me lo cuentes. Eso sí, con detalles – dijo Neira alargando el brazo para que su amiga chocara su vaso contra el suyo. Lloviznaba cuando salió de la fiesta y decidió regresar caminando a su casa, quería que la lluvia y el frío de la noche despejaran su mente ebria. Hablar con Neira le había venido bien, recibir su apoyo la había liberado del remordimiento que había sentido esos días. Durante el camino de vuelta, Vega se instaló en su pensamiento y, aunque lo intentaba, no podía pensar con frialdad cuando se trataba de ella, los pensamientos se giraban en deseos y los deseos en pensamientos, y así sucesivamente, hasta llegar al vórtice de la excitación. Pensar en ella era sexo. Al llegar a su casa, se encontró a Vega junto al portal, llevaba un rato esperándola en el coche y había salido a su encuentro cuando la vio aparecer. Estaba asustada, había visto a alguien merodeando por su calle y no se sentía segura en su casa. Clara la tranquilizó y la invitó a subir. Lo primero que hizo la inspectora fue llamar a la comisaría para que mandaran una patrulla a la zona. Después, puso música e invitó a Vega a que se pusiera cómoda mientras ella ponía unas copas. Cuando Clara volvió de la cocina con las copas y la botella de vino, Vega se había quitado el abrigo y estaba sentada en el sillón. – ¿Es este todo el mobiliario que tienes? Espero que tengas una cama, lo digo porque es más cómodo que revolcarse por el

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

47

suelo aunque, si es contigo, no me importaría – dijo Vega con una sonrisa seductora. – Pues está limpio, ayer lo fregué. No te preocupes, tengo una cama para estas ocasiones – dijo Clara al entregarle la copa de vino. Esta vez fue Clara la que comenzó el juego de la seducción, y mientras sonaba The Hurting Time de Annie Lennox, se sentó junto a ella y la besó. Cuando Vega quiso tocarla, Clara sujetó sus manos para que no lo hiciera, era su casa y quería ser la maestra de ceremonia, quería saldar su deuda. Le acarició la cara y dibujó el borde de sus labios con su dedo para luego besarlos con deseo. Luego, fue desabrochando uno a uno los botones de la blusa y, acariciando sus pechos y sus hombros, se la fue quitando. Mientras se deshacía del sujetador, lamió su oreja y besó su cuello para ir bajando lentamente con sus besos por la clavícula y su pecho hasta llegar a los erectos pezones de su amante, que se entretuvo en degustar para luego, escalar de nuevo con sus besos por el camino opuesto hasta alcanzar su boca entreabierta y alimentarse de ella. – Por favor, llévame a esa cama que dices que tienes – dijo Vega con la voz entrecortada por la excitación. Esa noche, Vega perdió la arrogancia seductora de la primera vez y se entregó rendida a su amante. Y Clara, amó a esa mujer hasta llevarla, a través del intenso placer orgásmico, a las estrellas. Y luego, se fundieron entre ellas para alcanzar el éxtasis y acabar agotadas de tanto placer. – Tenemos que dormir, Vega, mañana hay que trabajar. – Yo no, yo ya he trabajado muy duro durante años y ahora quiero disfrutar de la vida.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

48

– Creí que trabajabas. He leído en algún sitio que, no hace mucho, te dieron un premio importante por tu trabajo en una revista. – ¿Y cómo sabes tú eso si solo se publicó en prensa muy especializada? – Estas hablando con la policía. – ¿Ah, sí?, ¿y qué más sabe de mí, inspectora? – le preguntó Vega con voz seductora. – Veamos, que eres editora de arte, que estás divorciada, que eres muy guapa y que tienes mucho dinero – le contestó Clara terminando la frase con una sonrisa. – Pues ahora tengo mucho más aún porque, hace un mes, vendí la editorial a un grupo alemán por una pasta. He decidido dejarlo todo y ocuparme de mí misma. Vega elevó su cuerpo para apoyarlo sobre el de Clara y poner su cara frente a la suya. – Y justo ahora, cuando me encontraba en este punto, has aparecido tú en mi vida – le dijo antes de besarla apasionadamente.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

49

8

A la mañana siguiente, Clara se levantó temprano, no quiso hacer ruido para no despertar a Vega. Se duchó y cuando fue a vestirse, se encontró con ella delante de la puerta del baño. – Déjame vestirte, deseo tocar tu cuerpo mientras te visto – le dijo Vega con su voz y su mirada irresistibles. El roce de sus manos en cada prenda que le puso, su lengua recorriendo los muslos al subirle las bragas, sus caricias en los pechos antes de ponerle el sujetador, los besos en su cuello y en su boca al abrochar la blusa… excitaron tanto a Clara que le temblaron las piernas durante gran parte del día. A mediodía, Vega Rota fue a la comisaría, acompañada de su abogado, para que le tomaran declaración sobre su visita a la casa de su hermana aquel viernes en que se cometió el crimen. La inspectora Castillo no quiso asistir y puso alguna excusa para que fuese su compañero Neira el que se encargara de ello. Le tomaron muestras de saliva, pelos y las huellas para ver si coincidían con algunas de las no identificadas. Gracias a la asistenta y al cotejo de huellas, se identificó al tal Navarro. Se trataba de Alfredo Navarro, alias Freddy, empresario de la noche, dueño de algunas discotecas y bares del ambiente nocturno de la ciudad. Estaba fichado por posesión de cocaína y fue fácil obtener una foto oficial de él. Cuando la inspectora Castillo vio la foto del sospechoso, recordó que había visto esa cara en las fotos que le había mandado Eva. Rebuscó hasta encontrar la foto donde salía Vega y su familia, comprobando que uno de los que salían en esa foto, al lado de Tania Rota, era Freddy.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

50

Cuando Vega salió de declarar vio tras los cristales que Clara estaba en su despacho, con el sillón girado hacia la ventana, inmersa en sus pensamientos y frotando algo entre sus dedos. No quiso molestarla y pensó en llamarla más tarde. No tardaron mucho en recibir los resultados de las pruebas. Las huellas de Vega Rota correspondían con las huellas de una de las dos personas que quedaban por identificar, lo que la convertía en sospechosa. Clara no podía creer que Vega mintiera otra vez, las huellas, la foto, todo apuntaba a que tenía algo que ver con todo este asunto. Mientras leía la declaración de Vega, recibió la llamada de Eva, quería verla, tenía información para ella. De camino a su cita con la periodista, sonó su móvil, era Vega para quedar a cenar en el restaurante de la otra noche. Clara aceptó, quería hablar con ella, tenía que aclararle muchas cosas. – ¿Qué tienes para mí? – le dijo Clara a la reportera después de saludarla. Eva, sin decir palabra, puso un sobre sobre la mesa, delante de ella, invitándola con los ojos a que mirara su contenido. Cuando Clara miró aquellas fotos, vio que era ella con Vega, la otra noche, cuando se despidieron en el portal de su casa. – Eres tú besándote con esa mujer – dijo Eva con cara de incredibilidad. – Qué quieres que te diga Eva, no tengo que darte explicaciones de mi vida. ¿Quién hizo estas fotos? – No tienes que preocuparte por eso, el que las hizo me debe algunos favores y no las va a publicar. – Pues gracias, te lo agradezco. También me gustaría que dejara de merodear por esa casa.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

51

Se quedaron calladas, Eva cogió la mano de Clara y la miró con un gesto dolido. – Te confieso que estoy celosa, que me ha dolido verte con ella. Me duele que no quieras estar conmigo. – Eva, te recuerdo que fuiste tú la que me dejó. – Lo sé y es de lo único que me arrepiento en esta vida. ¿Qué tiene ella que no tenga yo, Clara? Por favor, dímelo, convénceme de que me olvide de ti. – No sé, que quieres que te diga Eva, que me seduce como ninguna lo ha hecho antes, que con tan solo rozar mi piel mi cuerpo tiembla como la luna en el agua, que me excito con solo pensar en ella. Lo siento Eva, de verdad, no quiero hacerte daño, olvídate de mí. Después de despedirse, Clara no quiso volver a la comisaría, estaba apesadumbrada tras el encuentro con Eva. Tenía tiempo hasta la cita con Vega y decidió dar un paseo para aclarar sus pensamientos. Cuando llegó al restaurante, ella ya la estaba esperando y, al inclinarse para darle un beso en la mejilla, Vega giró la cabeza para que el beso fuese en los labios. La reacción de Clara fue fría. – No tienes que preocuparte más por el tipo que merodea por tu casa, es un periodista en busca de noticias – le dijo mientras se sentaba en la silla. – Me alivia saberlo pero, no creo que ese sea el motivo que te hace estar enfadada conmigo – dijo Vega poniendo cara de querer una respuesta. – Tus huellas estaban en el dormitorio de tu hermana, en el lugar del crimen. El tal Navarro es en realidad Alfredo Navarro,

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

52

alias Freddy, con antecedentes penales y casualmente, hay una foto en donde sales con él. ¿No dijiste que no le conocías? – ¡Dios, cuándo se acabará todo esto! Ya no sé qué decir para que me creas. Sí, estuve aquel día en casa de mi hermana, ya lo he declarado hoy en la comisaría. Aquella tarde mientras discutíamos, Tania se estaba arreglando en su habitación, tal vez por eso estén mis huellas allí. Y no, no sé quién es ese tal Freddy, tendrás que enseñarme esa foto que dices que hay. Clara sacó del bolsillo de su chaqueta una fotocopia de la foto, que había hecho antes de salir de comisaría, y se la enseñó. Vega la miró con detenimiento para situarse en el tiempo. – Esta foto fue en el homenaje a mamá. Yo no quería ir pero Tania insistió mucho en que era por mamá y que teníamos que estar todos juntos. Esto fue hace unos dos años, mamá pertenecía a una asociación caritativa y sus amigas quisieron hacerle un homenaje después de su muerte. ¿Quién es el tal Freddy de todos estos? – El que está a la izquierda de tu hermana. – Sabes, Tania tenía el don de desquiciar a papá y en más de una ocasión, se presentaba en las fiestas familiares con cualquiera que se encontrara en la calle como acompañante. Aquello ponía frenético a mi padre. Sí, recuerdo a Freddy, me lo presentó Tania aquella noche, y no le he vuelto a ver. – Te comunico que eres sospechosa de la muerte de tu hermana – dijo Clara con un rictus de gravedad. – Veo que sigues sin creerme. No sé qué más he de hacer, me siento impotente, solo me queda clavarme este cuchillo para demostrarte que no tengo nada que ver con la muerte de mi

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

53

hermana – dijo Vega mientras cogía uno de los cuchillos romos de la mesa del restaurante. – No tienes que clavarte ningún cuchillo. Vámonos, se me han quitado las ganas de cenar – dijo Clara levantándose de la silla. La noche era fría y caminaron sin hablar durante un buen rato. Vega cogió la gélida mano de Clara y entrelazando sus dedos le dijo que la invitara a su casa. Continuaron el resto del camino sin decir nada, subieron en silencio al piso, entraron en la casa y la puerta se cerró con el peso de los dos cuerpos abrazados.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

54

9

Llevaban un rato durmiendo cuando el sonido del móvil despertó a Clara. Era Neira, habían encontrado a Freddy muerto en extrañas circunstancias a las afueras de la ciudad. La inspectora le dijo a su compañero que la recogiera en su casa en veinte minutos. – ¿Qué pasa? – preguntó Vega medio dormida – Son las cuatro y diez de la madrugada, ¿qué haces vistiéndote? – Es Freddy, lo han encontrado muerto. Tengo que ir para allá – le dijo Clara mientras se ponía la ropa. – ¿Y tienes que ir ahora? – Es lo que tiene este oficio. Cuando acabó de vestirse, Clara se acercó a Vega, que seguía acostada en la cama, y la besó. – Tú quédate aquí y duerme. Y no fisgonees mucho. – ¿Qué se puede fisgonear en una casa vacía? – le dijo Vega besándola para después darse la vuelta y seguir durmiendo. Efectivamente era Freddy, el amante sospechoso de la muerte de Tania Rota, el que se encontraba con un tiro en la cabeza dentro de un coche, en un oscuro descampado a las afuera de la ciudad. La zona en donde había sido hallado el cadáver correspondía a otra comisaría, que sería la encargada de la investigación así que Neira, le tomó las huellas, una muestra de saliva y le arrancó unos cuantos pelos al muerto.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

55

Del lugar de los hechos se fueron directos a los laboratorios de la Policía Científica para que analizaran las pruebas y las cotejaran con las recogidas en el lugar del crimen. Neira tenía un colega por allí que les echó una mano y agilizó el tema. Los resultados de ADN fueron positivos, los pelos de la cama y el semen extraído del cadáver pertenecían a Freddy. Con estos datos se fueron a ver al juez. Se había confirmado oficialmente que Alfredo Navarro, alias Freddy, era el autor material de la muerte de Tania Rota. Vega había sido descartada como sospechosa, sus huellas correspondían a las encontradas en el tocador del dormitorio, que estaba alejado de la cama, y las explicaciones que había dado ella las aceptaba el juez como ciertas, cosa que alegraba a Clara. Pero quedaba una persona sin identificar, la de las huellas localizadas en la mesilla, junto a los restos de cocaína encontrados. Tras una mañana frenética, decidieron ir a comer antes de regresar a la comisaría. Nada más llegar, les avisaron que el jefe les esperaba en su despacho. – Bien señores, ¿qué tienen que decirme? – dijo el comisario dirigiendo su mirada hacia Neira, como responsable que era del caso. Pero fue la inspectora Castillo la que decidió poner al día al jefe con los últimos acontecimientos ocurridos. – Sabemos que Alfredo Navarro, alias Freddy, fue quien asesinó a Tania Rota, sus huellas y los resultados de las pruebas de ADN así lo confirman. Ahora bien, el asesinato de Navarro da un nuevo giro a la investigación, tal vez lo de la mafia rusa tome ahora importancia. Habría que investigar esa vía. – Que mafia rusa ni que niño muerto, ¡Castillo, no me toque los cojones! ¿Quién dice que fue asesinado? A lo mejor se pegó

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

56

un tiro él solito porque estaba arrepentido de lo que había hecho. – Señor, los indicios no indican esa probabilidad, el tiro fue dado a corta distancia por otra persona y no se ha hallado el arma – dijo Neira con seriedad. – Pues se acabó señores, tenemos orden del juez Merino de dar por cerrado el caso, la Fiscalía Anticorrupción está tras el señor Rota y no quieren que interfiramos en sus investigaciones. Por nuestra parte, hemos cumplido, hemos encontrado al asesino que era nuestro cometido. Además, no podemos tocarle los cojones al señor Rota con gilipolleces, como lo de la mafia rusa, sin pruebas, porque se trata de uno de los hombres más respetable de este país. Este caso se acaba aquí y la muerte de ese tal Navarro ya la investigarán en la comisaría que corresponda. No tengo más que decirles, pónganse con los otros casos pendientes. Salieron del despacho indignados. Clara pensó en presentar su renuncia en ese mismo instante pero se contuvo y decidió esperar a que se le pasara el enfado que tenía, antes de dar el paso definitivo. Hizo una solicitud para coger el día siguiente de vacaciones y se fue con Neira a beber al Sónar, dando por finalizada su jornada laboral. – Me parece todo una puta mierda, no entiendo cómo se puede cerrar un caso tan en falso. – dijo Neira con su tercera cerveza entre las manos. – Te voy a contar lo que yo pienso. Pienso que, las sospechas de Vega no son tan descabelladas como nos pareció en un principio y que, al “respetable” señor Rota, no le interesa que hurguemos en sus asuntos, aunque se trate de la muerte de su hija. Y te voy a contar por qué pienso eso – dijo Clara dando un trago de cerveza. – Aceptamos que Freddy es el asesinó de Tania Rota pero ¿quién mató a Freddy? That is the

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

57

question, amigo mío. Por otro lado, tenemos las huellas de un desconocido en la escena del crimen, la avería en el sistema de vigilancia que fue provocada, el dinero que Vega dio a su hermana y que no encontramos en el piso. ¿Por qué no hemos investigado también a los que extorsionaban a la víctima y nos hemos centrado únicamente en Freddy desde un principio? Lo que yo creo es que, el juez Merino ha actuado como la batuta del señor Rota y nosotros, junto con el hijo puta de Peláez, hemos tocado a su ritmo. Se han quedado muchos indicios sin investigar porque el magistrado no ha querido. La muerte de Navarro tiene mucho que ver en todo este asunto pero, se da el caso por cerrado. Y sabes que te digo, que al final, lo de la Fiscalía Anticorrupción se quedará en humo y Don Román Rota, seguirá saliendo en las fotos junto a la realeza. Eso es lo que yo pienso, amigo mío pero, no me hagas mucho caso porque estoy algo borracha. – Sabes, ahora, en vez de pena, me da envidia que te largues y dejes toda esta mierda atrás. Cuando Clara llegó a la casa de su amante, iba totalmente borracha. Vega la desvistió y la acostó en su cama mientras la inspectora no dejaba de balbucear improperios nada inteligibles contra su jefe, contra el padre de ella y contra todo. Luego, se quedó dormida.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

58

10

Se despertó entre los brazos de Vega, quiso moverse pero un tremendo dolor de cabeza frenó sus intenciones, tuvo que concentrarse en sus movimientos para levantarse de la cama sin hacer muchas brusquedades. Necesitaba una ducha y un calmante que acabara con el tambor que tenía entre sus sienes. Cuando Vega se levantó, Clara estaba en la cocina, ya vestida, intentando hacer café. Se abrazó a ella y le dio lo buenos días. – Siento mi comportamiento de anoche, de veras, fue lamentable pero, necesito un calmante ¿tienes?, la cabeza me va a estallar. – Menuda cogorza te cogiste ayer, no me extraña que quieras un calmante y un café. Trae, yo lo prepararé. Me parece que hoy llegas un poco tarde al trabajo ¿no? – le dijo Vega mientras le entregaba una pastilla. – Hoy no voy a trabajar, he cogido el día libre. Quiero ir al pueblo a ver a mi madre. – ¿Está mala? No me lo habías contado. – Vega, no te he contado muchas cosas. Verás, he decidido dejar el trabajo, voy a renunciar porque no aguanto más. Es una decisión muy seria y quiero que mi madre lo sepa. – ¿Por qué lo haces, es por mí? – dijo Vega sujetándola por la cintura.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

59

– No, yo ya había tomado la decisión antes de conocerte y ahora, después de lo ocurrido, creo que ha llegado el momento de hacerlo. Mientras tomaban café, Clara le contó que el caso no continuaba aunque la muerte de Freddy podría apuntar a la teoría de Vega. Por las huellas encontradas, aún quedaba una persona sin identificar lo que indicaba que, aparte de Freddy, pudo haber alguien más. – No entiendo por qué no se continúa con la investigación si existen esos indicios. – Porque la sombra de Don Román Rota es muy alargada. Vega, creo que por tu seguridad, deberías irte por un tiempo. – No me importaría irme si vienes conmigo. Mira, todo encaja, yo me tengo que ir, tú dejas el trabajo… ¿Qué me dices? Vámonos. Tenía pensado un viaje por Asia, me apetece mucho hacer una parte de la Ruta de la Seda. Clara sintió vértigo con solo pensarlo y tuvo que dejar caer su cuerpo hacia atrás para que se apoyara contra la encimera. El martilleo que sentía en la cabeza no le dejaba pensar. – No sé, Vega, suena bien, aunque creo que estamos yendo demasiado rápido. No sé, ahora mismo, mi cabeza no está en condiciones de tomar decisiones. Salió casi a mediodía de la ciudad, el día era frío pero soleado. Ojalá que esta noche no haya nubes, pensó mientras echaba gasolina al coche. Además de querer hablar con su madre sobre su decisión, Clara quería ver las estrellas, necesitaba ver las estrellas. En la ciudad no podía verlas, por las noches, la polución y la contaminación lumínica ocultaban el firmamento como inmensas cataratas en sus ojos y solo una miope luna conseguía asomarse tras esa nebulosa cortina.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

60

Se puso en ruta, tenía que recorrer casi doscientos kilómetros hasta llegar al pueblo y no tenía la mente muy clara por culpa del alcohol que había ingerido el día anterior. Condujo con prudencia y disfrutando del paisaje. Comió con su madre y tuvo que aguantar todos sus reproches, que no la llamaba ni iba a verla, que no se alimentaba bien y estaba muy delgada, que no era bueno que estuviera tan sola... Cuando Clara le contó su decisión, la madre se enfadó con ella y dijo que su padre jamás se lo perdonaría. – Mamá, está muerto. Aunque nos duela muchísimo, él ya no está. No tiene sentido que siga en algo que no quiero. Me hice policía para hacerle feliz a él, era su ilusión, no la mía y ya no tiene sentido que siga siéndolo. He tomado una decisión y no la voy a cambiar. Era casi de noche cuando se despidió de su madre y se dirigió de vuelta a la ciudad. A la salida del pueblo, cogió el camino a las eras y buscó un sitio para ver las estrellas, estaba ansiosa porque hacía tiempo que no las contemplaba. Esperó dentro del coche, resguardada del frío, a que la noche sin luna encendiera su manto adornado de miles y diminutas luces lejanas. Se tumbó boca arriba sobre la fría hierba y abrió los ojos hacia la inmensidad del universo y al instante, perdió la consciencia por el espacio sideral. Estuvo un rato sin pensar, ensimismada con las estrellas, viajando de una a otra mientras las iba reconociendo. Ni Arturo ni Vega se veían en ese firmamento invernal del hemisferio boreal que contemplaba, algunas constelaciones y estrellas le eran desconocidas porque su bóveda celestial siempre fue la de verano, la que veía con su padre. No tenía prisa, sabía que estaría allí, que la esperaría con su infinita paciencia, y quiso retrasar el encuentro para verse con

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

61

ella al final, a solas, sin que las otras estrellas interfirieran entre ellas. Por eso, antes, se entretuvo en localizar a la estrella Rígel, a Sirio y el triángulo de invierno que formaba con otras dos estrellas, de las que no recordaba sus nombres, y a las diminutas Pléyades que siempre le recordarían a Soraya. Cuando por fin decidió ir a su encuentro, la halló en su sitio de siempre, fiel a su cita, la estrella de los múltiples nombres, Cinosura, Polaris, Alpha Ursae Minoris, Estrella del Norte, Estrella Polar, su estrella. Qué fácil sería si en el universo de cada uno hubiera una estrella polar que nos guiara en la vida, pensó mientras la miraba fijamente. Como si se tratara de la diosa de una religión que profesara, Clara rezó a la estrella para pedirle que le otorgara el norte a su vida. Se sentía perdida, había tomado una decisión en su vida que la arrojaba al abismo, al espacio profundo, sin brújula y sin rumbo. Y ahora, tenía que tomar otra decisión con Vega, la enigmática mujer que la había seducido con tan solo mirarla y que había aparecido cuando su vida estaba a la deriva. Había metido sus manos en los bolsillos del pantalón para resguardarlas del frío y se dio cuenta de que, desde hacía rato, los helados dedos de su mano izquierda jugaban con la suave piedra de toque. Cómo haría Philip Marlowe, se preguntó la inspectora, para resistir el hipnotismo de esta femme fatale, de esta Vivian Sternwood, y no caer rendido a sus encantos porque ella, sí había sucumbido a sus hechizos y la deseaba sin importarle que no fuera trigo limpio. La veía tan bella, tan sensual, tan sexual, tan todo lo excitante, que le era inútil poner freno al deseo que sentía. Amaba a esa mujer. Y mirando a las estrellas, supo que no tenía nada que perder. Lo que sí perdió fue la noción del tiempo y, cuando el frío le hizo volver a la realidad, se dio cuenta de que se había pasado tres horas tumbada en el campo.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

62

Llegó de madrugada a la ciudad y condujo el coche hasta la casa de Vega, que la esperaba despierta. La decisión que había tomado ante los astros la había liberado y esa noche, Clara amó a Vega como no lo había hecho antes, como no lo había hecho nunca, a tumba abierta, totalmente entregada y enamorada. Después de amarse, Clara se puso boca arriba y recordó que esa noche, había estado horas en esa postura bajo las estrellas. – Sabes, no me cabe en la cabeza que un padre como el tuyo tenga la sensibilidad de poner a sus hijas nombres de estrellas. – Es curioso que sepas que son nombres de estrellas, no todo el mundo lo sabe. También mi hermano tenía nombre de estrella, se llamaba Rígel. – Esta noche la he visto, allá en la lejana Orión – dijo Clara dejando que su mirada se perdiera más allá del techo de la habitación. – No fue mi padre quien nos puso los nombres, fue el abuelo, pero contarte el por qué sería contarte la historia de mi familia y es un poquito larga. – Tenemos toda la noche. – Ya pero, antes que hablar, prefiero hacer otras cosas.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

63

11

Cuando Clara se despertó, vio que se había dormido y que ya llegaba tarde al trabajo. Llamó a Neira para decirle que se retrasaría y se vistió. Vega seguía durmiendo cuando Clara se tumbó de nuevo en la cama y se colocó frente a ella para despertarla con un beso. – Me tengo que ir, hoy es el gran día y me he quedado dormida. Soy un desastre. – Eres mi desastre – le dijo Vera después de besarla. – Suerte con tu jefe. Me quedaré aquí esperando ansiosa tu regreso, como la esposa de un guerrero, para curarte con mi amor las heridas de la batalla. – Vega, referente a lo de irnos de viaje, yo… – No, no tienes que decirme nada, sé que estás pasando por un mal momento y no quiero presionarte. Esperaré lo que haga falta y entenderé si no quieres. – No, yo, lo que quiero decir es que, me iré contigo a cualquier rincón del mundo, a la Ruta de la Seda o al Perú pasando por la Conchinchina, a donde sea. Soy libre y soy tuya. Clara la besó y se levantó sin esperar su respuesta. Vega se quedó tumbada boca arriba, sonriendo ante la sensación de incredulidad y de felicidad que sentía a la vez, al saber que se iría con ella. Salió de la casa de Vega con la intención de pasar por la suya, quería dejar el coche y cambiarse de ropa antes de ir a la comisaría.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

64

Después de asearse, cogió la carta de la renuncia y, antes de salir de su casa, como si se tratara de un ritual, Clara dejó lentamente la mágica, negra, lisa, suave y escurridiza piedra de toque con su fósil oculto sobre la mesa, mientras la tocaba por última vez. Ya no la necesitaría más, a partir de ese día comenzaba una nueva vida para ella. – ¿Qué desea Castillo? Estoy muy ocupado. – Vengo a darle la enhorabuena, señor, ha conseguido usted que tire la toalla. Ante la mirada incrédula del comisario Peláez, Clara le entregó su renuncia y puso su placa y el arma reglamentaria encima de la mesa. – Necesito que firme el recibí en una de las copias. Gracias. No quiso darle explicaciones al comisario, no se las merecía. Cogió la copia firmada, se dio media vuelta y salió. Era la primera vez que Clara salía del despacho del comisario contenta, tranquila y liviana después de haberse quitado ese peso de encima de tantos años. Una vez en su mesa, envió un email a Recursos Humanos con todos los papeles necesarios para la baja y recogió tranquilamente sus cosas en una caja, que Neira se encargaría de enviar a su casa, para que hiciera compañía a las otras cajas del rincón. Se despidió de los compañeros, de los agentes Flor Estévez y Luís Salcedo y quedó con Neira en llamarse. Cuando salió de la comisaría, Clara se paró ante la puerta y respiró profundamente para que el aire frío llenara sus pulmones. Estaba tranquila, se ajustó el abrigo para no pasar frío y comenzó a caminar por las aceras de la ciudad en dirección a la casa de su amada.

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

65

Había decidido adelantarse once mil años al cosmos y otorgarle el honorable título de Estrella Polar a la deslumbrante Vega, para que fuese ella, y solo ella, la Estrella del Norte que marcase el rumbo de su vida a partir de ese momento.

FIN

La teta Feliz® Derechos Reservados - La Estrella del Norte - Amina (2013)

66