La Eroica

Esta película recrea el momento de la primera interpretación de la 3ª Sinfonía de Beethoven, la ‘’Heroica’’, considerada

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Esta película recrea el momento de la primera interpretación de la 3ª Sinfonía de Beethoven, la ‘’Heroica’’, considerada por muchos como el comienzo del Romanticismo musical, ya que supone una ruptura con muchas de las características de la Sinfonía clásica. La carrera como compositor de Beethoven se divide en tres periodos: 

Temprano (abarca hasta 1802).



Medio (desde 1803 hasta cerca de 1814): Periodo llamado heroico. Comienza después de la crisis personal provocada por la creciente sordera del músico. Es destacada por obras de gran escala que denotan el heroísmo y la lucha. Hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión. En este marco compuso su 3ª Sinfonía.



Tardío (desde 1815 hasta su fallecimiento).

Defensor de la igualdad de clases y opuesto a la tiranía, se pronunciaba a favor de la revolución francesa. Con el tiempo la revolución francesa convirtió a campesinos y trabajadores en ciudadanos en lugar de súbditos. Las guerras de Napoleón propagaron por toda Europa las ideas revolucionarias de libertad, igualdad e identidad nacional. Aunque Italia y los países de habla alemana estaban aún fragmentados, sus habitantes se percibían cada vez más como una nación unida por el lenguaje y la cultura. La obra de Ludwig van Beethoven se sitúa entre el clasicismo de Mozart y Haydn y el romanticismo de un Schumann o un Brahms. No cabe duda que, como compositor, señala un antes y un después en la historia de la música y refleja, quizá como ningún otro, no sólo el cambio entre el gusto clásico y el romántico, entre el formalismo del primero y el subjetivismo del segundo, sino también entre el Antiguo Régimen y la nueva situación social y política surgida de la Revolución Francesa.

La película nos sitúa en Viena, el 9 de junio de 1804. Tan sólo el comienzo de la película nos muestra el contexto social en el que se desarrolla:

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Las malas condiciones en las que trabajaba y vivía Beethoven: Una casa totalmente desordenada, sucia, con grietas considerables en el suelo que hacen que el agua se filtre por el techo (lo que provocaba la queja del vecino de abajo porque se mojaba su casa).

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Las condiciones sociales y económicas de los músicos describe claramente a qué categoría pertenecían. Eran asalariados con una categoría superior al de sirviente, con sueldos decentes y viviendo en casas humildes. Subiendo un puesto más del escalafón se encontraba el concertino de la orquesta y el copista por orden jerárquico en categoría y prestigio. Muestra de ello lo encontramos cuando el trompista le dice a Beethoven que él tiene que subir por la escalera de atrás, que ‘’por la principal sólo acceden los señores’’. Beethoven se opone rotundamente a eso diciendo que puede subir por la principal, puesto que ‘’somos artistas’’.

Todos estaban al servicio de un mecenas políticamente bien dotado, en este caso de la nobleza, cuyo trabajo les permitía ser a la vez melómanos entendidos que se permitían el lujo de opinar, mandar y ordenar cómo tenían que hacerse las cosas.

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El Príncipe Lobkowitz que nos presentan no le preocupa las cuestiones de estado, ni los problemas internacionales, sólo lo que a él le gusta, su música y sus músicos.

Finalmente, dentro del contexto social, hablar sobre el trato y relación entre la nobleza y la orquesta. El Príncipe Lobkowitz era cercano con sus músicos, aunque éstos se dirigían a él con actitud de respeto y reverencia. Reflejo de esta cercanía lo vemos en la conversación con el joven contrabajista cuando éste llega a la sala. Lobkowitz incluso se preocupa por pagarle el florín del alquiler del carruaje para asistir al ensayo. Él los valora (al igual que a Beethoven) por su talento, no por su condición social. Por otro lado, Beethoven se dirige y les habla a ellos (príncipe y conde) como si fuera uno más de la nobleza. El hecho de que sea un plebeyo no le hace sentir inferior. ‘’Soy un cerebroteniente’’, decía con sonrisa irónica y burla. Una respuesta muy ingeniosa para hacerles ver que él se siente y valora noble en virtud de su talento. Otro claro ejemplo de esto lo encontramos en la conversación entre el copista y Ries (alumno de Beethoven): Sukowaty (copista) critica a Beethoven por tratar a la nobleza como sus iguales, a lo que responde Ries: ‘’Es noble por su talento, no por sus títulos. Beethoven no acepta las desigualdades’’.

En cuanto al panorama musical, describe muy bien cuáles eran los gustos estéticos musicales: Por una parte las risas que les provoca la audición del Minueto cuando están subiendo por la escalera hacia el ensayo; y por otro el comentario de los sirvientes cuando anuncian la audición que van a presenciar con Beethoven (pensaban que era más de la misma música que sirve para bailar o rezar). Esa era la función típica de la música en la época: Música funcional para el gusto de quien lo pagaba, formalmente simétrica, con frases y motivos melódicos iguales, que se adivinaba la tonalidad y las propias cadencias, acordes perfectos mayores sin demasiadas disonancias. Todo era acústicamente igual. Tras la escucha de la obra no se podían creer que aquello se llamara Sinfonía; no tenía la forma ni la estética musical de la época, ni siquiera la duración que otros compositores habían establecido en las suyas. Esto era demasiado diabólico para ellos. La Heroica inició la idea de que una sinfonía podía ser utilizada como vehículo de transmisión de creencias; y las ideas asociadas a la Heroica son bien conocidas: Napoleón, el heroísmo, la muerte, la apoteosis, la revolución. Podemos observar cuando el copista reparte las partituras entre los músicos cómo había quienes comienzan a quejarse dada su extensión y dificultad (algo a lo que no estaban acostumbrados hasta ahora). No son capaces de leerla por su

complejidad, la gran cantidad de notas y adornos, la utilización de nuevas notaciones musicales como esforzando, sotto voce… Beethoven no se preocupa por el sonido, ni de que la obra suene bien ni al gusto de los oyentes. Lo que pretende es transmitir la idea de la obra: La fuerza, violencia, heroísmo, muerte… Durante la interpretación se nos muestra la reacción de los oyentes, tanto de la sala como de otras salas del palacio (por ejemplo, la cocina, donde a los sirvientes, mientras trabajan, les llega el sonido del ensayo y se quedan abrumados y emocionados con lo que escuchan). Entre estas reacciones, destaca la de la mujer del príncipe, quien poco antes se había declarado revolucionaria y afín a lo francés. Ve en Francia una evolución que en Alemania no existe y es por eso que la obra de Beethoven le llena de entusiasmo. También podemos encontrar en su alumno Reis y en el príncipe Lobkowitz esa defensa y admiración hacia la innovación. Conforme van escuchando la obra más van admirando la grandeza de la Sinfonía y la maestría y genialidad de Beethoven. Por otro lado también podemos encontrar detractores a este cambio, defensores de lo tradicional y a mantener los convencionalismos compositivos empleados hasta ahora. Una de las principales figuras que se declina en esta postura es el conde Dietrichstein quien, a pesar de sus contenidas lágrimas en un momento sublime durante la interpretación del segundo movimiento, no deja de menospreciar el trabajo de Beethoven. Considera que si lo anterior ya estaba bien, no era necesario ningún tipo de cambio. (‘’Beeth: He aprendido una

nueva dirección, alteza.

Conde:’’¿Qué tenía de malo el viejo camino?’’). . Asimismo, rechaza admitir esa obra como una Sinfonía ya que ‘’no tiene estructura. Es una masa informe, una disposición de ruidos llena de discordia’’. En los gestos del sirviente Gerdhardt (bostezos, aburrimiento) observamos incomprensión hacia la novedad e innovación. Sigue anclado en la antigüedad y valorando como bueno y valioso obras de Haynd o Mozart. La desprecia por su extensión (‘’una pieza de Haydn ya habría terminado’’). Un momento clave sería antes de comenzar el último movimiento, cuando entra en escena el compositor Franz Joseph Haydn, con unas ideas acerca de cómo debe ser la música distinta de Beethoven, pero sin intención de desacreditar al compositor, más bien apoyando y destacando su papel en la historia de la música. Llega a decir que ese día marcará el comienzo de algo totalmente distinto. Haydn destaca que Beethoven hizo en ese momento lo que nunca nadie había hecho antes, colocarse en el centro de su obra, gran característica de la música romántica, con la importancia del "yo" como una de las grandes características de esta nueva corriente intelectual.

Para concluir el trabajo, haré una pequeña valoración personal sobre la película y todo lo expuesto anteriormente. Este documental que nos expone tanto el momento del estreno de la Sinfonía como del contexto y circunstancias en las que se realiza, me ha parecido de un interés y valor enorme. Ya tenía conocimientos acerca de La Heroica y los ideales que con ella se trató de expresar, pero el visionado de la película me ha ayudado a comprenderla y valorarla mejor. Resulta sorprendente ver cómo algo que en su época fue rechazado a tal nivel, calificada como malévola y de mal gusto y despreciada por la gran mayoría (a mi punto de ver por su incomprensión) a día de hoy es considerada como una de las más importantes composiciones que se han hecho en la historia de la música. Beethoven desafió a las normas establecidas y presentó una obra con fuerza, osadía, violencia y ante todo, cargada de emociones y sentimientos, donde lo que le importaba no era entretener o agradar, sino expresar unas ideas, un tema (el heroísmo).  Otro aspecto a resaltar era el reconocimiento y valoración que se les tenía a los músicos y compositores. Trabajaban como servidores en la corte o en familias aristocráticas, recibiendo un sueldo y la misma consideración social que otros sirvientes. Sólo podían componer lo que les mandaba su mecenas. Actualmente toda esa situación ha cambiado. Ya no se compone por orden o imposición de nadie y los músicos, como intérpretes, tienen un gran reconocimiento social (los que consiguen llegar a la alta élite y ganarse la vida dando conciertos). Se valora su carácter interpretativo y virtuosístico (algo que no ha cambiado, la exigencia de un virtuosismo en el intérprete, sorprender al público). De hecho, como vemos en la película, los músicos viven con un sueldo decente, prácticamente lo justo para vivir. Sin embargo, ahora, ya sea un músico, director de orquesta, compositor (tanto ‘’clásico’’ como de bandas sonoras) vive en una situación económica alta y acomodada, ganando muchísimo dinero por cada concierto que realice. ¡Quién les diría a los músicos de entonces lo mucho que podría cambiar su situación!

 Una de las partes de la película que más me ha llamado la atención. No hacen faltas palabras, sólo la mirada de Haydn cuando se sienta a escuchar, asombrado y atónito, lo que marcaría el comienzo de una nueva era musical: el artista como centro de la obra. Por primera vez alguien se atreve a componer música que para ser entendida necesita un público con alto nivel cultural. Hasta ese momento, tanto Mozart como Haydn componían música para la diversión de las masas. No hacía falta ningún conocimiento musical para comprender sus obras, solo disfrutarlas y divertirse. Sin embargo, Beethoven rompe con todo esto.  Por último, hacer mención a ese momento final en el que Beethoven, al enterarse que Napoleón se proclama emperador, arruga furioso la portada de la Sinfonía y posteriormente tacha el nombre de Bonaparte. Tras esa noticia se siente traicionado por quien él admiraba y veía como futuro salvador de la situación social en la que vivían.