La Edad de Oro: Renacimiento y Barroco

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1 Liceo Augusto D’Halmar Lenguaje y Comunicación Primero Medio

La Edad de Oro: Renacimiento y Barroco El inicio de una nueva época. El Renacimiento es un fenómeno cultural de renovación artística, literaria y filosófica, que aparece en Italia y se va expandiendo al resto de Europa a partir del siglo XV y durante todo el siglo XVI. El surgimiento del Renacimiento no supone una ruptura total y definitiva con la era que lo precedió. Si bien es cierto, aparece en oposición en su concepción y valores al de la Edad Media, no habría sido posible que se diera, si no hubiese existido el concepto y modo de vida medieval. Causas y razones de los cambios

El hombre: El nuevo ideal del hombre es el cortesano, hábil como poeta y guerrero.

Exaltación de la vida terrenal: Se reitera el tópico del Carpe Diem, que es la invitación al disfrute de la belleza y la juventud.

Antropocentrismo: A diferencia del teocentrismo de la Edad Media, en que Dios era lo más importante en la vida del hombre, surge el antropocentrismo, en el cual el hombre es el centro del universo, capaz de dominar el mundo y crear su propio destino.

Surge el Humanismo: El ser humano se preocupa por aumentar sus conocimientos. Se imita los modelos greco-romanos.

Aparición de la imprenta: A mediados del siglo XV aparece la imprenta, lo que contribuye a la difusión de la cultura.

Aparición de la burguesía: Surge como una nueva clase social (media-alta). Los valores renacentistas se arraigaron sobre todo en esta clase.

Idealización: Un nuevo ideal de belleza que describe el mundo no como es, sino como debería ser: la naturaleza, la mujer, el amor.



La lírica durante el Renacimiento (siglo XVI)

La lírica renacentista se origina a partir de: La tradición, que perpetúa temas y formas de la lírica medieval. Esta tradición se compone tanto de la lírica tradicional, oral y popular y la lírica no-escrita que transmitía el romancero. Esta poesía tradicional está ligada al empleo del verso corto, especialmente el octosílabo. La nueva lírica comienza con la obra del poeta Juan Boscán, que decide adoptar los metros y los motivos poéticos desarrollados en Italia, entrando en la órbita del petrarquismo. Este poeta convence a su amigo Garcilaso de la Vega para que haga lo mismo y finalmente fue él quien triunfó en este campo. La lírica religiosa y moral constituye un plano importantísimo en la poesía renacentista, destacando Fray Luis de León o San Juan de la Cruz. Características: En cuanto a la métrica utilizada, se adoptan versos (endecasílabo), estrofas (lira) y poemas (soneto) procedentes de Italia. Asimismo, aparecen género característicos como la égloga (los protagonistas son pastores idealizados), la oda (para asuntos graves) o la epístola (poema en forma de carta).

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La lengua en esta época esta dominada por la naturalidad y la sencillez, huyendo de la afectación, del amaneramiento y de la frase rebuscada. Así el léxico y la sintaxis serán sencillos. Los temas preferidos son el amor, concebido desde el punto de vista platónico; la naturaleza, como algo idílico; la mitología pagana, de la que se reflejan historias de los dioses y la belleza femenina, siguiendo siempre un mismo ideal. En relación con estos temas mencionados, existen varios tópicos renacentistas, tomados del mundo clásico, entre ellos: a) El Carpe Diem, cuya traducción sería “atrapa el día” o “aprovecha el momento”. Con él se aconseja el disfrute de la vida antes de la llegada de la vejez. b) La belleza femenina, descrita siguiendo siempre un mismo esquema: joven, rubia, de ojos claros, serenos, la piel blanca, labios rojos, mejillas sonrosadas, etc. c) El Beatus Ille o alabanza a la vida de campo, apartado de lo materia, frente a la vida de la ciudad, con sus peligros e intrigas. d) El Locus Amoenus o descripción de una naturaleza perfecta e idílica. 

Escuelas poéticas:

La poesía de este período se dividió en dos escuelas: la Salmantina (Fray Luis de León) y la Sevillana (Fernando de Herrera), que surgieron a mediados del siglo XVI. Se produce un cambio, ya que los poetas de este periodo ya no son guerreros-cortesanos, sino humanistas, universitarios y eclesiásticos. La escuela Salamantina Los poetas proclaman la dignidad del idioma y se dedican a enaltecerlos en sus obras. Buscaban expresar su pensamiento ateniéndose a la realidad, a través de un lenguaje sencillo, natural y conciso, con expresiones poco artificiosas, razón por la cual se preferían las estrofas cortas. La Escuela Sevillana Los poetas de esta escuela buscaban elevar el lenguaje, engrandecerlo de forma extraordinaria. Se preocupaban mucho por la forma, la estructura, por eso prefiere la estrofa larga y la composición extensa (endecasílabos y heptasílabos) y se usan abundantemente los adjetivos y el ornato retórico (figuras retóricas). Su obra es más de meditación que de sentimiento, más de documentación que de observación de la naturaleza y de la vida. No obstante, esta escuela sirvió se base inmediata y de puente para enlazar con los movimientos poéticos que en el siglo XVII se englobaron bajo la denominación de Barroco. La Mística El tema de esta poesía es todo lo referente a los misterios de Dios. Los poetas escribían sus obras como testimonio de sus experiencias espirituales de acercamiento a Dios más que por crear literatura. A través del amor, los místicos buscan la unión y comunicación directa con Dios. La mística trata de expresar los prodigios que algunos privilegiados experimentan en su propia alma al entrar en comunicación con Dios. Existen tres vías: purgatio (purificación), iluminatio (vía iluminativa) y unio (vía unitiva). La Ascética Significa “ejercicio” y, en sentido cristiano, esfuerzo metódico, ejercicio perseverante de la voluntad libre, sostenida por la gracia, que tiene por fin la represión de las tendencias negativas o peligrosas y el desarrollo de las actividades virtuosas a fin de hacer al hombre agradable a Dios. Esto lo logra a partir de las actividades de retiro, contemplación del mundo y la liberación de los pecados para estar más próximo a la divinidad. La novela en la Edad de Oro

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En esta época la novela llegó a su máximo apogeo, sobre todo, destacan dos hitos que determinan el nacimiento de la novela moderna: la publicación a mediados del siglo XVI del Lazarillo de Tormes, obra con la que surge la novela picaresca, y la aparición de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, ya en los primeros años del siglo XVII. La novela de caballerías Este género narrativo tuvo su máximo desarrollo en España entre los siglos XIV y XVII. Derivan de los cantares de gesta franceses. Se basa en la odisea de un caminante, el caballero andante, que se enfrenta a múltiples azares (batallas, desafíos, amores, pérdidas, reencuentros y tránsitos), normalmente en un espacio lejano y exótico. La más famosa es “Amadís de Gaula” de autor anónimo. La novela pastoril Tuvo su origen en los clásicos griegos y latinos, pero también tiene antecedentes en las serranillas y pastorelas españolas. Sus personajes –pastores- viven a campo abierto en un ambiente sereno y eglógico, en el cual se desarrollan sus idilios y desgracias. Se idealiza la vida bucólica y sana del campo. Se cuida el estilo y se mezcla el verso con la prosa. La más famosa es La Diana de Jorge de Montemayor. La novela picaresca Es “la autobiografía real o fingida de un pícaro”, el tipo más genuinamente español y realista. El protagonista es un pícaro, es decir, un ser que pertenece a la clase social baja, casi un delincuente, es un vagabundo que se mueve inducido por el hambre, busca la manera de mejorar su vida y carece de ideales. No tiene oficio conocido, es desvergonzado y de pocos escrúpulos, para subsistir suele emplearse como criado de muchos amos; puede también mendigar o aplicarse a pequeñas raterías. No es ambicioso; es más bien holgazán y prescinde de la religión, aunque no reniega de su fe. La obra más famosa de esta corriente es El Lazarillo de Tormes de autor desconocido. La novela picaresca presenta los siguientes rasgos: Relato autobiográfico. El propio protagonista cuenta su historia y lo que le acontece desde su nacimiento hasta que comienza su vida como criado de un amo o de una sucesión de amos. Crítica social. Es una característica propia de este tipo de novelas, dado que los diferentes amos que tiene el pícaro son de una verdadera galería de personajes del tiempo y de la sociedad. Humor y crítica. El pícaro desenmascara en forma irónica, satírica e incluso sarcástica ciertos vicios y comportamientos humanos, especialmente de determinadas capas sociales (nobleza y clero). La novela moderna. Surge con Miguel de Cervantes y Saavedra. Es a través de su inmortal obra, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que Cervantes muestra el arte de novelar. Puede considerársele como la síntesis más acabada entre un Renacimiento que muere y un Barroco que nace. Una síntesis entre idealismo y realismo que representan los personajes centrales de la novela, a la vez que el peregrinaje y la búsqueda anhelante del sentido de la vida. Lo que ha hecho vivir para siempre a Don Quijote y a Sancho es el valor simbólico que aportan; uno encarna el idealismo, pues busca el bien, la verdad y la justicia; el otro, el realismo, pues tiene un espíritu práctico y piensa en su propio provecho. Lo que inicialmente pudo ser una mofa o burla acerca de las novelas de caballería (parodia), o bien, un afán de entretener al público, es ampliamente superado.

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Barroco es un hecho cultural integral y totalizador que abarca todas las esferas y manifestaciones de la cultura occidental. La vida y la cultura del siglo XVII están organizadas por ideas y problemas de orden religioso, político y moral. Principales características:



- Transmite inseguridad, a diferencia del arte renacentista que expresa lo confortable y seguro. El artista barroco se manifiesta contrario al equilibrio y a la uniformidad renacentista. Su ideal es acoger en una misma composición visiones distintas y hasta antagónicas, de un mismo tema. En los cuadros de asunto mitológico, por ejemplo, los dioses aparecen mezclados con personajes del pueblo. - En toda manifestación artística barroca se evidencia el drama profundo del ser humano y el ansia de salvación, por esta razón se vuelve a la religiosidad de la Edad Media. - El Barroco representa el triunfo del movimiento, pues es dinámico, impetuoso producto de una violenta espontaneidad y vitalidad. - El estilo Barroco es una acumulación de elementos. Los recarga, intensifica y exagera. - Se da una oposición entre idealismo de influencia platónica (Renacimiento) y el realismo (Barroco). - El arte es una reacción violenta contra la mediocridad y la ruina moral. La lírica del Barroco (siglo XVII)



Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la expresión. Todo ellos tenía como finalidad asombrar o maravillar al lector. La lírica barroca puede sintetizarse en la coexistencia de dos corrientes: el conceptismo y el culteranismo. Aunque generalmente suele afirmarse que se trata de dos estilos opuestos, lo cierto es que los dos buscan la complicación formal. El culteranismo se preocupa por la expresión. Intensifica los elementos sensoriales, preocupado por el preciosismo y la artificiosidad formal a través de la metáfora, la adjetivación, el hipérbaton forzado o los efectos rítmicos y musicales del lenguaje. El encadenamiento de metáforas o series de imágenes tiene el objeto de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía. A esta tendencia pertenece Luis de Góngora. El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Su teórico y definidor fue Gracián, quien definió el concepto como “aquel acto de entendimiento que exprime las correspondencias que se hallan entre objetos”. Se basa en la condensación expresiva y para ello se sirve de la polisemia, las elipsis, las oposiciones de contrarios o antítesis, las paradojas, todo lo que exija una agudeza conceptual y cuenta entre sus principales representantes a Francisco de Quevedo. 

El Drama durante el Barroco

El género teatral se convirtió en uno de los más representativos del Barroco. Se representaron gran cantidad y variedad de asuntos: religiosos, caballerescos, pastoriles, sucesos históricos, etc. Temas del teatro Barroco: El honor: sentimiento muy arraigado en la sociedad española del siglo XVII. Cuando el honor quedaba manchado por una ofensa, debía ser lavado incluso con la sangre. Este

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honor no era sólo patrimonio de la nobleza, sino que también los villanos luchaban por mantenerlo intacto. La religión: tema muy tratado por los dramaturgos barrocos. Se cuestionan temas teológicos. Las obras más destacadas fueron los Autos Sacramentales, obras de un solo acto con personajes alegóricos como el vicio, la mentira, el pecado, etc. La tradición nacional: canciones populares sirven de inspiración para crear comedias; temas de la historia de España, asuntos caballerescos, pastoriles, mitológicos, etc. Personajes: En las obras del teatro barroco se repiten con frecuencia tres tipos de personajes: El galán, hombre apuesto y valeros, portador de valores nobles como la valentía, la hidalguía, audacia. La dama, de singular belleza, noble y con altos sentimientos amorosos. El gracioso, criado del galán, consejero de su amo y amante del buen comer. A finales del siglo XVI surge una nueva forma de drama, la cual fue fijada por Lope de Vega en su Arte nuevo de hacer comedias (1609). En esta obra, Lope establece las reglas del nuevo teatro español, que serán imitadas por muchos dramaturgos, entre ellos, Calderón de la Barca y Tirso de Molina. • • • • • • •

Características del nuevo teatro español: La comedia consta de tres jornadas, que coinciden con el planteamiento, nudo y desenlace. Acción variada, pues debe presentar como mínimo dos acciones paralelas. No se tienen en cuenta unidades de tiempo y de lugar, ya que la obra puede abarcar años y desarrollarse en lugares diversos. Mezcla de lo trágico y lo cómico, como ocurre en la vida real. La variedad de estilo, pues el lenguaje debe estar acorde a la índole de cada personaje. Variedad de los versos y las estrofas utilizadas. Elementos líricos intercalados en la acción.