Juana Bignozzi - Antologia Poetica

Juana Bignozzi En 1968, presentando los textos de los autores que ella misma antologaba como testigos de la China revolu

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Juana Bignozzi En 1968, presentando los textos de los autores que ella misma antologaba como testigos de la China revolucionaria, Juana Bignozzi escribió de Juan L. Ortiz: “En su caso se impone decir que es entrerriano. Incorporó para siempre a nuestra poesía mayor, los paisajes, las colinas, las brumas azuladas de su tierra. Con todo eso y con su permanente estar en la lucha de la gente de su tiempo edificó una de las pocas obras poéticas imbatibles de nuestro país. Su viaje a China fue como encontrar sus propias respuestas expresadas durante cincuenta años en su provincia: los poetas entrañables, un pueblo en busca de su felicidad”. En el mismo libro, Bignozzi escribía de Andrés Rivera: “en este relato vuelven a encontrarse los rasgos que caracterizan su obra y constituyen su visión de la literatura, como traslación de su actitud en el mundo: una forma de lúcida conciencia y de militancia insobornable”. El tiempo ha pasado, y Bignozzi –o “Juana”, o “Juanita”, como la llaman quienes se le acercan–, desde sus libros de los años ´60 hasta sus últimas publicaciones, ha ido variando algunos modos de su trabajo. Pero las nuevas formas que su poesía va practicando tal vez puedan encontrar sintetizadas en aquellas presentaciones algunas claves y un motor que, en sus mismas variantes, continúa – permanece– sosteniendo el lugar de la poesía desde el que pueda volver a elegir a sus enemigos, porque, como escribe Bignozzi, cada siglo tiene sus barqueros /y sus muchachas de modales excedidos. Lo que sigue, entonces, un recorrido por los cambios y permanencias de escenarios y lugares, por la lucidez entrañable de las variantes y continuidades de esta obra. Inés de Mendonça - Sebastián Hernaiz

Soy una mujer sin problemas Todos lo saben y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches. Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo y me produce estremecimientos, insomnio, soledad, porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin, dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida que no entra en mis planes. Sin embargo yo sueño por las noches con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme; yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora me habla amigablemente del resto del mundo y de mis múltiples amores, tan simpáticos, tan apropiados como tema de conversación. La vida en serio Ahora he descubierto el sol, los perros y las mentiras. La vida es más lógica, no he dicho mejor, sino más lógica. Cierro los ojos y tomo sol, juego con un perro tan vulgar que es imposible sentirse separada de él y miento. Eso me obliga por las noches a sacarme los zapatos como quien se desnuda, a caminar descalza por mi casa, a llorar a solas cada tanto. Ahora miro a una mujer ni linda ni fea,

pienso que la pequeña vida continúa y que todo dolor importante tiene testigos, aunque sean un perro, el sol o las mentiras.

La literatura en serio

Como sufro y me aburro resulto bastante divertida, a veces represento situaciones, la mujer comprensiva, el hombre triste; como no tengo sentido de la oportunidad, puedo interrumpir la mejor escena de amor, y para que nadie dude de mi inteligencia, me ocupo de problemas casi ridículos. Rodeada de gente que espera cosas de la vida o practica la tragedia, mis explosiones de júbilo son bastante frecuentes, y como me regalo horizontes, cucharas que vacían mi corazón, casi siempre estoy triste, por eso mi alegría es digna de verse.

Una poesía para impresionar con grandes imposibles olvidos que no llegan o esas frases de: tengo para poco una poesía en realidad para ser un animal herido entre la gente para irse a un rincón y tratar de no molestar si digo esa poesía ya no me interesa es porque he empezado a sentir gusto por la vida en serio.

Con el invierno los amigos han vuelto a casa yo pregunto seriamente ¿Qué vas a hacer de tu vida juana? Sufro, amo, todos rabiamos por la revolución a veces tengo miedo de que seamos felices. Los amigos han vuelto con los brazos abiertos

preguntan qué pasa en nuestra ciudad, yo sólo puedo describir tu rostro, para decirlo de una vez el rostro del amor. ¿Qué vas a hacer juana con la juventud que aún te queda, con las historias inverosímiles los amigos en solfa, los amigos en serio y toda esta ternura que quién sabe adónde irá a parar?

(de Mujer de cierto orden, 1967 –recopilado en La ley tu ley, Adriana Hidalgo editora, 2000)

Aristocracia obrera

cambio de lugar un objeto

Las casas que vimos construir tienen años

aparto algún rostro

las amplias labias son sólo discursos de mitómanos

como en un triunfo de mis peleas y de mis muertes

charlas de magisters

o una felicidad de mi final

cátedra de confusión

sé que mis hermanos desconocidos no me olvidarán

no hay olvido ni paz sólo alguna entrevista pendiente una carta por escribir

-

la distancia siempre llegó demasiado temprano a mis fiestas

Desesperada ya como gente que conoció ciertas cosas

mucho más de lo que amé ha caído en el vértigo de lo ridículo

verdades que no borran ni el vino

la poesía es una señorita esquizofrénica que delira al après-midi

ni los juegos con los que reemplazamos el amor

los que ostentaban la escoba de la historia

con mucha delicadeza mucho cuidado

cuidan la limpieza de sus legajos

buscamos como niños no ya tréboles de cuatro hojas

yo sonrío aunque no haya laúdes con qué

no ya la vida plena los golpes definitivos

acompaño a la gente hasta el ascensor

para acortar los plazos ensayamos fracasos que no duelen

abandonada, perro de umbral en las tardes

pequeños triunfos que provocan nuestras sonrisas más dulces

viejo pecador converso jamás en silencio

bajo mi sueño mis enemigos

a ver

–cuidados por mí como por nadie–

líneas de las manos

entre el ruido de juana

de venus destrozada de apolo inmejorable

sus grandes actividades y la ternura que me provocan

alegrías que no le quitan profundidad a mi pensamiento

tenemos ideas fijas obsesivas

pero sí lo aligeran

verbos que no conjugamos

recuerdo algún cementerio sentimental

verbos de acción de sentimiento

cierta felicidad de un viaje nocturno

verbos para algún momento que creí

enloquezco con estilo

cercano próximo imposible

mientras los dueños de esta luz de domingo a la mañana

gente que estaremos casi muertos cuando pase algo

con un sentido de la realidad muy argentino

no mido lo que falta ni lo que se fue

jugados a la precariedad y a la historia

duro

sobreviven en tensa vigilancia

defendiendo el pedazo justo para estar de pie

ignoran la tranquilidad de las siglas no se tranquilizan con ajenjos marchitos

-

ahora que todo empieza a terminar

Ahora que tanta gente llama por teléfono

confiemos en la diferencia de nuestras muertes

y tengo invitaciones saludos en la orilla del camino

nada las cambiará

he dejado de ser la presa mayor en una cacería que

menos estas alianzas pasajeras

después de todo

las maravillosas delicadezas y sus culitos pateados

protagonizaba

cada vez que muevo esta mano

he dejado de ser trágica

a veces soy definitiva

este animal no trata de repetir los sonidos de la tribu

con la edad, simplemente, estoy cada vez más enojada

sino tus sonidos y tu voz

-

-

Era fácil quedarme sola brillante intocable en mi agresividad

Sólo mata el engaño

tirar los pedazos que aún valían entre gente conocida

Consagré y consagraron mi vida

cartas prestigiosas de desprestigiados

a tareas que se cumplirán sin mí

disimular el paso de los años su asqueroso pelo infiltrado

no veré morir a mi madre

con frasecitas jactanciosas

no conoceré el delirio por un hombre

pagar la buena conciencia con reuniones de seudo peligrosos

no viviré en la revolución

dedicarme a la solidaridad difusa era tanto más fácil

-

que entrar a patadas en esta turbia y compleja realidad

Ya me he dado cuenta

si toda vida es un reemplazo y no existe el lugar en blanco

sólo son escenarios particulares e indivisibles

el sueño de estar a la vuelta de esta historia

hay un único lugar personal

con aquellos viejos ácratas revolucionarios principios

para cada puñalada trapera de la vida

es el crujido de la muñeca de madera en la noche

mi corazón sabe que no hay olvido ni ruptura ésos son triunfos ajenos

abandonen la hermosa escena familiar

siempre miraremos por una ventana

no hablen más de un ciego retrato en colores

cómo se están llevando a alguien

sobre él ha caído una permanencia

-

la de la sangre

Cadáver por la palabra persona por la gente Por ejercer el miserable pecado de la jactancia

manejo huecas trascendencias Yo te agradeceré eternamente aquel diálogo solitarias eternidades donde vos hablabas y yo preparaba mi historia o sea yo te agradeceré eternamente escribo haber señalado con un hecho que la palabra existe por escribir a punto estuve de ser solemne vos hablabas a nadie que luego fue este animal sin garras por escribir pierdo la vida solo en un claro que se llamó JB por mirar a esta gente descuento mis culpas quiero decirte que este animal de una aldea o de aquel lujo de vivir que fue Buenos Aires lejos de falsas jerarquías que engendran peste sólo escucha a través de lo que amaste en mito a punto estuve de integrar una secta Pére Lachaise fuentes de Roma ave de rapiña de voz de todos a aquella niñita que te escuchaba sin poder contestar le enseñaste la palabra no entenderé el mundo más que lo entendido por todos que a veces ahora no sabe dónde buscar no olvidaré en el final el principio

no creeré en el signo sobre los otros

y casi no tengo compañía para compartir mármoles funerarios

menos en la luz única sobre mí no necesito la trampa de mitos menores para que mi vida se cumpla

me basta nuestra propia lucidez

pierdo el tiempo en confidencias

y nuestra permanente tristeza

para escapar al desierto de los elegidos

que no tiene nombre de persona sino de ciudad

borraré toda arista que me distinga para que mi lucha no sea legítimo derecho de soberbia

pueden borrarse las huellas

sólo reconoceré la voz de los que nunca llegarán

matar la mano que escribió aquellos poemas

a cumbres de lucidez

caer en la cátedra y la impostación

torres de talento

pero yo que tengo memoria de piedra y corazón de trapo

verdugos de los demás

sé dónde cuándo y de quién me despedí

ceniza de vidas menores escribo

Acechada por cultos pensadores que han confundido

no me otorgaré la redención

la ideología con las ciencias aplicadas la ética con el espontaneísmo

-

el arte con la habilidad manual

Las décadas no han pasado

y la lucha de clases con la renovación de generaciones

yo camino sola en la luz de la tarde

veo cómo los nuevos dueños de la cultura

en las vidas paralelas de los hombres que he tocado

han destruido lo que amé y dado rostro al enemigo

soy el gran escenario y el mayor espectáculo

pero minuto a minuto recuerdo que no debe quebrantarse el frente interno

nadie cree en la desesperación de los inteligentes

aunque ya ese frente sólo sean

ni en los pactos

mi memoria y mi soledad

en los que siempre pierden los lúcidos (de Regreso a la patria, Libros de Tierra Firme, 1989 – recopilado en La ley tu ley, Adriana Hidalgo editora, 2000) la luz que ahuyenta los visitantes nocturnos y alimenta los signos de la vida comprémosle unos jazmines seguirá encendiéndose en otro lugar es una buena mujer empecinada en una idea y esa inutilidad me permite decir todo cae a pedazos y al tigre de papel Rodeada de universos en tragedia ineluctable tal vez se lo coma un destructor de documentos en tragedia coyuntural en tragedia analfabeta pero hay hijos que no tuve que volverán a elegir a sus enemigos rodeada de mundos en rítmicos caminos hacia la desdicha y volverán a hacerles difícil la victoria final he logrado una zona en la que mi animal sigue a salvo hablo a unos pocos muertos hablo de mi vida los nombres prestigiosos de mi país en mis sueños mendigan los cuerpos que perdí asolan las universidades españolas en verano

salamanca el escorial palabras de mis hermanos

ser el mundo entero en una vida es demasiado trabajo

zarpazos defensa del islote

para una mujer un poco mayor con citas dispersas en varias ciudades

conocí a muchos de estos animales suntuosos que ya aprendió a no confundir algunas de sus lentejuelas han caído el dolor con la vida y la pasión con la propiedad y ciertas estrellas tienen la punta quebrada pero existe mayor espectáculo Interior con poeta I que viejos magos de mi juventud una mujer en su casa contando una fiesta terminada se dispone a asar un trozo de lubina cerrando una a una las casas de sus orgías desde la ventana recogiendo las últimas cintas las últimas botellas vacías ve uno de los triunfos del urbanismo europeo de un país una poesía y una ciudad errantes y piensa en conseguir la última edición de Caproni comerá y leerá en hora y lugar inadecuados media tarde apartando las hojas de una traducción ¿Fieras de papel en ambas orillas? traducir de un lado del océano al otro nuestros mitos se han permitido sobrevivir de los poetas jóvenes a los poetas de su generación y nos han obligado a retroceder tradujo aquí su vida que debe retraducir a su país ante esa piedra de la desmemoria Negri dice que el espacio al que siempre creyó pertenecer con la que construyen su mausoleo el espacio de la izquierda sigue existiendo dice a la madrugada llamará a una ciudad lejana no somos la juventud que los continuará y volverá a traducirles a los objetos que la rodean tampoco el pasado que los llora las claves de ese lugar en el que terminarán su vida y aunque fuertes y lúcidos como la historia queremos educarnos en la fragilidad del futuro Poetas del 60 I El sujeto de la izquierda juntos en cierta lucidez y varios desprecios educada para ser miles de papeles los nuestros la magnífica militante de base de un partido y siempre el pesado bagaje de aquella fiesta que por no leer la historia de mi país miles de papeles los nuestros se ha convertido en polvo no enamorado sino muerto nunca el del buen samaritano preparada para una eterna carrera de fondo no tuvimos manto suficiente tengo ante los ojos una pared impenetrable mucho menos podíamos ofrecerlo detrás de la cual sólo hay a través de años y países otros 50 años de trabajo y espera la misma soberbia de demoledores de panteones el seductor relato de nuestra memoria otra vez la cruda tarea a mi cargo y en mí el nombre de los que he elegido entre ustedes de no aceptar los acuerdos que no dejo de repetir no aceptar este destino de joya de tu soledad para gloria de críticos dolor de resentidos y furia de olvidados otra vez la cruda tarea de decir en cuanto me ilusiono con ser escuchada tu final no va a ser mi final

(de Interior con poeta, Libros de Tierra Firme, 1993 –recopilado en La ley tu ley, Adriana Hidalgo editora, 2000)

debo caminar toda la noche alimentando crías que nunca crecerán -

ahora sé que hay teorías para la juventud

IX

ver aparecer la luz recuerda el primer rechazo

Interiores

la brutalidad del nacimiento y teorías para el principio del final

perdido el primer sentido de la solidaridad

ver aun aparecer la luz es recuperar la noche

perdida la solidaridad horizontal vecino amigo almacenero de la esquina

-

de puertas adentro ya no se cuenta una vida

XXI

dónde han quedado cocinas renacentistas casas de los cárpatos

los que regresan de la fiesta

no habrá un museo de nuestros interiores

aún atontados en el estado de bienestar

cual velo fundamentalista algunas mujeres han rescatado

que ni les pagará sueños de orígenes negados

un universo derrotado por mis abuelas

pasan por la puerta de mi casa

hijos plantas hombres en permanente distracción o

y me invitan a volver con ellos

fantasías literarias

yo pregunto cuántas etapas salvajes del sistema

y ellas

nos quedan por vivir

regando las plantas del patio

y sigo escribiendo cada vez con más copias

-

-

XVI

XXX

las sectas lo han utilizado

me pidió que llevara unos libros que le interesaban

el trabajo en la calle la vida en la calle la seducción de la

y algo de dinero para una celebración

noche el sueño imperial de volver al amanecer

y me citó en el vestíbulo de partida de las grandes líneas

la ambición oculta del strass los rasos los colores los brillos

cuando en la noche en vez de él

siempre los brillos

llegaron los camilleros para Lourdes

no se puede vivir del acontecimiento

supe que debía irme con su último regalo

no se puede vivir de las pocas horas de la fiesta

los libros que amo

pero cada noche descubro

el dinero para un buen vino

que faltan mínimos detalles

y en el espejo que me corresponde

para cumplir el viaje que planifico en las mañanas

el asco a la caridad y los amados destinos de esas grandes líneas

XIX

XXXVII

para ver el alba ejercicio periódico en otra época

los hombres que vuelven en el sueño

son los que se fueron en la vida vuelven con la cara de hoy

(de Partida de las grandes líneas, Libros de Tierra Firme, 1997 –recopilado en La ley tu ley, Adriana Hidalgo editora, 2000)

y aunque no la conozco debo aceptarla vuelven a alabar mi eficacia a confiarme su currículum y esperan de mis nuevos y viejos amigos de mis atenciones a los que amo el efecto realidad de mis nuevos amigos poetas de algún desinterés que disimulo por el recuerdo ha sido una vez más borrado por la realidad que yo gestione su permanencia la añoranza de las cartas nunca sobrevivió en un mapa muerto en el setenta a la presencia del añorado sin confrontación se habla del amado a través de consignas de estación sea este país capillita literaria o prestigiosa revista correos de confidentes encuentros fortuitos en ciudades europeas esquelas funerarias que nos devuelven a escenas olvidables y cambian el oprobio en ternura buscan el tesoro de la cronología de unos años que volverían a unir algunas ideas con algunas vidas

o se juega en los reportajes con la ingenuidad europea engañada sobre la causa del extrañamiento pero olvidan que la amada en medio del frío abulense respondió con claridad cuando le dijeron quién eres los nuevos místicos de trópicos nacionalismos megalópolis orígenes raciales rescatados en el fracaso no en la derrota

-

el derrotado es el campo popular el espacio consagrado del obrero

XXXIX

rescatados en el fracaso de unos niños de doble moral que no resistieron ni la prueba del trabajo en una ciudad extraña

Stazione termini

de unos niños que sólo supieron sobrevivir en la prebenda y el acomodo escenarios conocidos a partir de un lucrativo exilio

en los rincones de casa aparecen tiradas han vendido un corazón tramposo las flores de otoño con su herrumbre luego el efecto realidad suele poner las cosas en su sitio en el cerrado entorno de las estaciones terminales a cada cual su campo devastado siempre hay hoteles boutiques botones de lujo a cada cual su justificación por no volver a la patria añorada que las protegen de su realidad a cada cual su jardincito bisutería y ropa de plástico macarras de suburbio mal vestidos inmigración comida del altiplano charangos y sombreros bordados en plata me pasé la vida entre caras de muchachos bellos y nobles en el frío de las calles europeas los peores apenas atontados siempre cerca de los trenes de sus horarios de partida conozco la cara de los tristes del arte en los elementos abandonados entre la llegada y el final de los voluntariosos de la acción cultural suelen aparecer las primeras flores del cambio de tiempo menos la cara de la perversión suelen aparecer los que rescatan nuestra memoria de la trampa de algunos que acompañan a mis amigas y nos devuelven la fuerza para continuar con la explicación las mujeres repiten o tienen su famosa neurosis de destino

repito la manera de apoyar el vaso

puedo ir a encontrarme

de acomodar las hombreras

en la esquina de la que era mi casa con la que era mi amiga

el color que a través de los años

para que me explique corruptelas municipales que ella llama sindicalismo

termina por combinar con todo porque es siempre el mismo puedo soportar que en la puerta por donde entraron los amigos mis amigas ejercen la lucidez cotidiana a nuestras fiestas y a nuestro casamiento cambian de marido haya un guardia de seguridad y mi ilusión sólo dura hasta que vuelvo a encontrar y en mi confitería en vez de un san martín la misma versión de su soledad sirvan bife de chorizo a buen precio ¿siempre siempre el error de las mujeres? hasta convertirme en un grabado fin de siècle consuelo que nadie espera y sin ser columna estar de pie en medio de las ruinas peligro disfrazado de príncipe Magdalena con su frasquito turbamulta de colores venecianos por qué no puede decirse en los poemas lo que se dice en las huyendo del dragón canciones te quiero con la fuerza de mi alma yo ¿siempre el mismo vestido el mismo color el mismo hombre? espera un poco un poquito más si tú me decís ven lo dejo todo no puede decirse en los poemas lo que se dice en las canciones Plaza Congreso más allá del verano después de la década de las flores de mi black velvet en el Ideal de Nathalie de la gente linda del I reformismo alguien tiene que decir hay un consuelo en los atravieso plaza congreso para ir a comer poemas a casa de mis amigos no todo termina si aún quedara un anarquista como mi tío y tuviéramos a mano un archiduque

con ese verano de amaneceres en barios góticos la place rouge était vide

o aunque fuera un enano militar de África

o con el último hombre de la madurez

pero no hay colonias y menos bombas

un poema debe decirles en esta esquina de la pérdida es donde

las montañas están a 2.000 kilómetros

patinamos con el reverendo sobre el hielo de la permanencia

y yo soy poco más que una mujer en batalla con el silencio y con las versiones de los exiliados

-

que sólo logra sostener algunas guerras privadas

tierra y memoria tiro sobre vos amores de verano y pasiones provincianas

II

que sellan y borran la confusión de la ideología

me despido de dos jóvenes poetas

elementos frágiles banderas en las manifestaciones

que cruzan la plaza al amanecer

primeros de mayo en el tenebrismo de Palacios

y en mi escenario de juventud

vísperas con despierta y canta

me regalan un Hockney invadido por la bruma

la realidad del día a día con concursos y premios dónde han caído las primeras muertes heroicas

III

tierra y memoria tiro

puedo seguir cruzando esta plaza con el molino cerrado

sobre las muchachas que llevaron las banderas

y hoy hacen meritorio teatro de barrio

y sus muchachas de modales excedidos

mientras oigo hablar de idealismo

ya no hay pintores del rumor de mi clase

repugnante palabra patrimonio de la derecha poetas de mi juventud

-

bares de mi ciudad colectivos de la madrugada

caballería roja Malevich

paso la noche sobre el océano

I

para tirar tierra y memoria

No pinta el cielo sino

sobre toda esa poesía perdida

de la tierra el alma rosa no pinta hombres sino caballos

-

y el sueño del corazón hacia su frontera

para mí siempre estará iluminada la plaza de los héroes

II

donde los hirsutos luchadores

sobre cada utopía en retirada

siguen fundando una nación

el cielo se abre

ellos no dejan de avanzar

para mostrarla a contraluz

vos aun muerto no dejás de avanzar

-

y sin carro de la gloria

Olimpia

sin arcángel que te alcance una corona y menos una espada

Manet

permanecés como ellos en mi obsesión me han dicho que soy lo único que una mujer de izquierda -

llevaría a una isla desierta más un poco de música

vuelvo a pintar las flores de mi juventud

là ci darem la mano del perverso y triste del amor

vuelvo a ver el amanecer

no espero a un teórico de la literatura

sin temor

ni a un militante de izquierda

ya nunca nadie podrá decirme éstas no son horas

atrapada por una historia que sólo la deja afuera

veo amanecer como una mujer no como una joven temerosa

sólo vendrá un señor

de la ley tu ley

con queso roquefort borgoña y alguna chercuterie

el acero de esta luz para una mujer sola

me han dicho que hay alguien duro y áspero

que no debe temer sino decidir

que no sale después de las 8 de la noche

(de La ley tu ley, Adriana Hidalgo editora, 2000)

y los que fueron jóvenes excedidos escriben cartas burocráticas desde Texas

-

no me visitan los atrapados entre el minimalismo y la narratividad

Renoir pero mi suave mano en el muslo las flores que llegan y ni miro color dominante este tributo a la moda española en el mantón y punto áureo y la desvergüenza de mi color plano están muy disimulados que por primera vez mira a quien lo mira merenderos de la costa el río en los domingos muñeca de cartón me llamó el lúcido Courbet cada siglo tiene sus barqueros pero era un hombre de la injusticia y la Comuna

que en este cartón no puede entrar

muchachas lúcida cultas y agotadas que vendrán detrás de mí

yo fui como muñeca en mi belleza muerta en la pose

miren miren siempre a la cara de los que les rinden homenaje

pero Manet me hizo mirar por primera vez

cuando este brazo acartonado y plano empezó a levantarse

a quien no acostumbraba tener respuesta en la posesión

para horror de los señores y espanto de la pintura oficial

ese señor de familia ordenada no esperaba que yo lo mirara

empezaba a quebrarse la discreción que amparaba a una clase

sin sombras sin tenues claroscuros

mi cara fue más importante que las flores o las chinelas

la brutalidad de la luz de frente

(de quién hubiera sido pintada, Editorial Siesta, 2001)

marcaba el final de su impunidad