Johann Gottlieb Fichte

FILOSOFOS CONTEMPORANEOS ‘’JOHAN GOTTLIEB FICHTE’’ PRESENTADOR POR: SEBASTIAN GUTIERREZ MONTOYA GRADO: 11°B MATERIA:

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FILOSOFOS CONTEMPORANEOS ‘’JOHAN GOTTLIEB FICHTE’’

PRESENTADOR POR: SEBASTIAN GUTIERREZ MONTOYA

GRADO: 11°B

MATERIA: FILOSOFIA

PROFESORA: VICTORIA SOTO

INSTITUCION EDUCATIVA LUIS EDUARDO ARIAS REINEL

AÑO 2013

INTRODUCCION Para Fichte, el yo es la conciencia universal. El yo es pensamiento que se crea a sí mismo inconscientemente. Es actividad infinita. El no-yo es producto de la actividad infinita del yo. El no-yo es inmanente al espíritu mismo. Los indivíduos empíricos derivan de la oposición entre el yo y el no-yo, mediante la dialéctica y deducción trascendental. Para dar a entender y a conocer es que básicamente quiere afirmar que la realidad se da como un yo que puede ser conocido pero que es limitado por el hecho, suministrado por el sentimiento, de que aspiramos a un Yo absoluto (Noyo). El Yo se descubre a través del No-Yo. Y esas son algunas hipótesis del YO sobre Fichte que vas a encontrar en el siguiente trabajo.

JOHANN GOTTLIEB FICHTE "Yo sé lo que puedo saber y no me preocupo por aquello que no puedo saber."

(Rammenau, actual Alemania, 1762-Berlín, 1814) Filósofo alemán. De gran importancia en la historia del pensamiento occidental. Como continuador de la filosofía crítica de Kant y precursor tanto de Schelling como de la filosofía del espíritu de Hegel, es considerado uno de los padres del llamado idealismo alemán. Profesor en la Universidad de Jena hasta 1794, una acusación de ateísmo lo obligó a trasladarse a Berlín, de cuya universidad fue primero docente y más tarde rector. En 1797 aparecieron la primera y segunda introducciones de su Doctrina de la ciencia (Wissenschaftslehre), que refundiría y desarrollaría incansablemente en sucesivas ediciones (1794, 1801, 1804). Su sistema filosófico abrió el llamado «idealismo alemán», y ejerció una notable influencia en Hegel y Schelling, entre otros. La búsqueda de un fundamento absoluto, partiendo del criticismo kantiano pero superando los límites que imponía, le llevó a afirmar un «Yo absoluto» que, a diferencia del kantiano, no se conoce como «representación», sino que se autoconstituye en la aprehensión intuitiva de sí mismo. Establecido así un fundamento para su sistema, afirmó que el Yo encontraba la resistencia del no-Yo, lo exterior a él, que sin embargo se manifestaba sólo por la previa presencia o autoposición del Yo. El juego dialéctico entre ambos viene

determinado por el intento del Yo de superar aquella resistencia y «apropiarse» de lo externo, y su meta sería la libertad absoluta del sujeto. Típico de Fichte y del idealismo alemán es el intento de superar las aporías de la epistemología kantiana a partir de la vertiente moral del sujeto, difuminando las fronteras entre razón teórica y práctica. A pesar de la radicalidad de su idealismo, el planteamiento de Fichte afianzó la entronización del sujeto característica del Romanticismo. PENSAMIENTO: Fichte no aceptaba el argumento kantiano sobre la existencia de los noumena o cosas en sí, realidades supra-sensibles más allá de las categorías de la razón humana. Veía la rigurosa y sistemática separación entre las «cosas en sí y las cosas «tal y como se nos representan (phenomena) como una invitación al escepticismo. En vez de aceptar dicho escepticismo, Fichte sugirió radicalmente que se debía abandonar la noción de mundo noumenal y en su lugar aceptar el hecho de que la consciencia no tiene su fundamento en el llamado «mundo real». De hecho, Fichte es famoso por su original argumentación de que la consciencia no necesita más fundamento que ella misma: de esta forma, el conocimiento no parte ya del fenómeno, sino que se vuelve creación del sujeto conocedor. Es así que se crea el idealismo: la realidad es un producto del sujeto pensante, en contraposición al realismo, el cual afirma que los objetos existen independientemente del sujeto que los percibe. Esta noción finalmente se convirtió en la característica definitoria del idealismo alemán y, por lo tanto, en la clave esencial para la comprensión de las filosofías de Hegel y Schopenhauer, aunque ambos rechazan la noción fichteana de que la consciencia humana es en sí misma suficiente fundamento para la experiencia, postulado por otras consciencias «absolutas». En su famoso trabajo Fundamento del derecho natural, Fichte establece que la auto-consciencia es un fenómeno social. Es decir, él afirma que aunque su existencia depende de los objetos del mundo externo, sin embargo, la mera percepción de estos objetos externos depende de la auto-consciencia. La solución de esta paradoja, para Fichte, es que un ser racional adquiere su consciencia plenamente cuando es «evocado» como consciente por otro ser racional fuera de él mismo. A causa de esta necesidad de relación con otros seres racionales para la consecución de la consciencia, Fichte afirma que debe haber una «relación de derecho» en la cual haya un mutuo reconocimiento de racionalidad por ambas partes. La idea dominante de Fichte es que todo cuanto hay y puede haber sale del yo, o más bien, que nada hay real sino el yo, y que todo lo que aparece como distinto

del yo es mera ilusión, pues que aun el mismo no yo es el yo en cuanto se opone a sí propio y se limita. El sistema de Fichte es el panteísmo idealista llevado al más extravagante refinamiento. Fichte empieza por declarar que se propone buscar el principio más absoluto, el principio absolutamente incondicional de todo conocimiento humano. Fichte se digna atender a esta cuestión preliminar: supone la posibilidad, y se lisonjea de conseguir su objeto. El carácter de este principio será el de «un acto que no se presente ni se pueda presentar entre las determinaciones empíricas de nuestra conciencia, y que por el contrario sea el fundamento y la condición de posibilidad de toda conciencia». El principio fundamental de Fichte es el mismo de Descartes: yo pienso, luego soy; mas para descubrir esta coincidencia es necesario resignarse a seguir al filósofo alemán por entre malezas y escabrosidades y asistir a combinaciones que parecen cabalísticas: A es A, o A igual a A; asombroso descubrimiento. Pero aquí no se afirma que A exista; sólo se establece la identidad de A con A; esta relación puede ser llamada X. Esta X ha de estar puesta en un A; es decir, en el yo, que es quien la percibe y la juzga. Todo esto se reduce a consignar que hay en nosotros pensamiento, y por consiguiente ser pensante: yo pienso, luego soy. Mas no se crea que Fichte se satisfaga con las modestas consecuencias que de semejante principio sacaron Descartes y los metafísicos más eminentes; el filósofo alemán se lanza por regiones desconocidas, oscuras, misteriosas. «El yo se pone a sí mismo, y existe en virtud de esta simple acción; y recíprocamente el yo existe y pone su ser simplemente en virtud de su ser. Es al mismo tiempo el agente y el producto de la acción, lo que obra y lo que es producido por la acción. El yo se pone a sí mismo absolutamente porque existe, se pone a sí mismo por el simple hecho de su existencia, y existe simplemente porque es puesto. El yo sujeto absoluto es este ser que existe simplemente, porque se pone a sí mismo como existente. Es en cuanto se pone, y en cuanto es en tanto se pone. El yo existe, pues, absoluta y necesariamente para el yo. Lo que no existe para sí mismo no es yo. Por manera que, según Fichte, ser y conocerse es una misma cosa; el yo es porque se conoce, y se conoce porque es; y todo esto absoluta y necesariamente. Así el yo resulta divinizado, el yo se hace Dios. El yo continúa el filósofo alemán es infinito. ¿Por qué? El yo se determina a sí mismo; se concede al yo la totalidad absoluta de la realidad, porque es puesto absolutamente como realidad, y ninguna negación es puesta en él.

No hay realidad sino en el entendimiento, que es la facultad de lo real; lo ideal se hace real en él. ¿Quién ha hecho el mundo? O ¿quién ha hecho la que no es el yo? Del yo no hay nada. Toda realidad es yo, es decir, el yo no es más que actividad; el yo no es yo sino en cuanto es activo; y en cuanto no es activo es el no yo... El yo y el no yo son ambos igualmente productos de acciones primitivas del yo. El yo y el no yo en cuanto son puestos idénticos y opuestos por la noción de la limitación recíproca son algo en el yo (accidentes), como sustancias divisibles, puestas por el yo, sujeto absoluto, ilimitable, al cual nada es idéntico y nada es opuesto. En cuanto el yo es absoluto, es infinito e ilimitado, él pone todo lo que existe, y lo que él no pone no existe para él, y fuera de él no hay nada. Todo lo que él pone lo pone como el yo; y él pone el yo como todo lo que él pone; por consiguiente el yo, bajo este aspecto, abraza en sí toda realidad; es decir, una realidad infinita e ilimitada. En cuanto al yo se opone un no yo, pone necesariamente límites, y se pone a sí mismo en estos límites. El reparte entre el yo y el no yo la totalidad de lo que es puesto en general. Basta, que esto fatiga; he querido exponer el sistema de Fichte con sus propias palabras, porque era preciso dejarle la responsabilidad de los absurdos en el fondo y de los enigmas de la forma. La Dialéctica es el método a través del cual se desarrolla el Yo Universal: 

La Intuición. El Yo se reconoce a sí mismo (tesis).



El Yo se reconoce contrapuesto a todo aquello sobre lo que no actúa (antítesis). Explica la delimitación del Yo y no yo (síntesis).



OBRAS:          

Ensayo de una crítica de toda revelación (1792) Fundamento de la doctrina de la ciencia (1794) Algunas lecciones sobre el destino del sabio (1794) Fundamento del derecho natural (1796) Sistema de la doctrina moral (1798) El Estado comercial cerrado (1800) Disertaciones sobre la época contemporánea (1804) Las características de la edad actual (1806) El camino hacia una vida bendita (1806) Discursos a la nación alemana (1807)

IDEALISMO ALEMAN El Idealismo alemán, la corriente filosófica más importante del incipiente del siglo XIX, está en conexión con la conciencia histórica en cuanto que reduce en cierta manera la naturaleza y la humanidad a la historia. Por historia se entiende el auto despliegue del espíritu subjetivo supraindividual. El Idealismo alemán surgió a partir de la obra de Immanuel Kant en los años 1780 y 1790, vinculado estrechamente con el Romanticismo, la Ilustración y el contexto histórico de la Revolución francesa y las posteriores Guerras Napoleónicas. Los principales pensadores del movimiento fueron, además del propio Kant, Fichte, Schelling y Hegel.     

El idealismo es el aspecto filosófico del romanticismo. En el idealismo, el yo es el creador de la realidad. Se exaltan los valores de lo irracional, del sentimiento y de la tradición. Las ideas de “proceso”, “sistema”, juego de “tesis-antítesis-síntesis”, son aportaciones importantes de este periodo. La confianza en el poder de la razón alcanza una de sus cotas más elevadas en el idealismo alemán.

Los temas principales de los filósofos idealistas serán entonces: 1. Desarrollo de la doctrina kantiana: Kant fue, en efecto, el punto de partida. Iniciador y maestro, no escapó a la crítica ni fue seguido fielmente. Pero no todo se redujo a él. 2. Preocupaciones religiosas: aparece un espíritu heterodoxo de carácter místico o panteísta. En el idealismo se plantea el problema de la relación entre lo finito y lo infinito, la relación entre filosofía y religión. 3. Interés por el mundo clásico: en la madurez de Goethe y en la mayoría de los románticos. Es un referente permanente para Hegel. 4. La estética: Lo bello, adquiere como categoría, una importancia relevante, ya Kan se había ocupado de estudiarla. Schiller habría dicho: "Para resolver en la experiencia el problema político es preciso tomar el camino de lo estético, porque a la libertad se llega por la belleza". 5. La dimensión histórica. 6. El romanticismo: La pasión por el infinito, la fusión con la Naturaleza, la identificación de filosofía, poesía y religión, la fuerza creativa del hombre, da a lugar una interesante cooperación en la cual los poetas se inspiran en los filósofos.

7. Carácter teórico: los desarrollos teóricos del idealismo no conducen a revoluciones sociales o políticas.

POSICION CRÍTICA Fichte afirma que todo intento filosófico de entender el problema del conocimiento a partir de la experiencia sensible se encuentra con una realidad incognoscible. Por ello, Fichte tratará de encontrar un primer principio que pueda justificar todo el saber. Este principio no puede surgir de la experiencia, y a pesar de todo, tiene que justificarla. La única realidad no es el yo empírico, sino un Yo Absoluto ilimitado. Es la conciencia universal que resume en sí la totalidad del ser y del que se deduce toda realidad y experiencia. Según Fichte la libertad es el verdadero Dios. Fichte se ve más bien como un filósofo importante en su propio derecho, como un pensador que continuó la tradición del idealismo alemán en una forma muy original.

VOCABULARIO Absoluto: Que excluye toda relación o comparación, Ilimitado, sin restricción. Acusación: Imputar a alguien un delito, una culpa o una falta. Denunciar, delatar. Aprehensión: Detención o captura de una persona o cosa, especialmente de una mercancía ilegal. Argumento: Razonamiento empleado para convencer a alguien o para demostrar algo. Consciencia: Conocimiento que el ser humano posee sobre sí mismo, sobre su existencia y su relación con el mundo. Criticismo: Corriente filosófica que tiene su origen en el pensamiento kantiano y que, partiendo de una crítica del conocimiento, pretende establecer la estructura y los límites de la razón. Digno: Que merece algo, en sentido favorable o adverso. Doctrina: Enseñanza que se da a una persona sobre una materia determinada. Empíricas: Que procede de la experiencia. Entronización: Colocar a alguien en el trono, hacerlo rey o superior. Escepticismo: Doctrina que afirma que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla. Externo: Que obra o se manifiesta al exterior. Fatiga: cansancio. Guerras Napoleónicas: conflictos militares que tuvieron lugar durante el tiempo en que Napoleón I gobernó en Francia. Heterodoxo: Disconforme o distinto de los dogmas y creencias de una religión. Idealismo: Sistema filosófico que propone la idea como principio del ser y del conocer, por encima de cualquier consideración práctica. Ilimitada: Que no tiene o no presenta límites. Ilusión: Imagen sugerida por los sentidos que carece de verdadera realidad. Incipiente: Que se está iniciando.

Infinito: Que no tiene ni puede tener fin ni término Intuición: Percepción clara e inmediata de una idea o situación, sin necesidad de razonamiento lógico. Libertad: Facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo. Lisonjear: Adular a alguien interesadamente. Modesto: Humilde, sin vanidad. Mutuo: que se recibe en la misma medida en que se da. Noción: Conocimiento o concepto que se tiene de algo. Opuesto: muy diferente de otra. Que por sus ideas o actitudes difiere o se enfrenta a otra. Panteísmo idealista: El panteísmo es una creencia o concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual el Universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. Percepción: Sensación interior que resulta de una impresión material, captación realizada a través de los sentidos. Preliminar: Que sirve de preámbulo o introducción para entrar en materia, Radicalidad: Fundamental, que se produce de forma total. Hacer algo más radical e inflexible Recíprocamente: Correspondencia mutua entre dos personas o cosas Refundir: Incluir varias cosas en una sola. Resignarse: Renunciar a un beneficio o a una autoridad,traspasándolos a otra persona Revolución francesa: Se inició en Francia con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Bonaparte en 1799. Rigurosa: Muy severo, cruel. Romanticismo: una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo dada en Alemania y Reino Unido en el siglo XVII

Virtud: Cualidad personal que se considera buena y correcta. Yo: la realidad personal del que habla o del que escribe y refiere asimismo a todo sujeto humano en su calidad de persona.

CONCLUSION La parte más importante de la Filosofía de Fichte es la parte práctica o moral. En la parte especulativa sólo aparece el yo puro, como realidad única y principio de toda realidad. Al entrar en el terreno moral es cuando Fichte se ve precisado a admitir un yo, o, mejor dicho, muchos yos empíricos e individuales, porque sin éstos no se concibe la libertad, que es el verdadero Dios. Y sigue interesante la teoría y/o afirmación del YO. Entre otras cosas Fichte es un pensador resistente que no cree en la existencia del individuo fuera del Estado. Y esa centralidad del Estado no puede dejar de ser considerada como un peligro. El idealismo, que fundamenta la conciencia en la unidad de la idea.