INTRODUCCION COMUNICACION MASIVA

INTRODUCCION El obtener información sobre la comunicación masiva y los medios masivos de comunicación lleva a quien cono

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INTRODUCCION El obtener información sobre la comunicación masiva y los medios masivos de comunicación lleva a quien conoce del tema a un viaje por la imaginación, en donde en momentos encontramos cosas bien interesantes en cuanto a lo positivo como son el ver la maravilla de la tecnología. Es increíble ser consciente de que con simplemente apretar un botón, podemos escuchar los sonidos de cada estación de radio, ver imágenes que se proyectan en otro lugar, ya sea en vivo o diferida, o, al apretar otro puedo navegar para conseguir cualquier tipo de información o conectarme para comunicarme con cualquier persona en cualquier parte del mundo. Las noticias buenas o malas llegan en segundos o minutos a cualquier parte del mundo, la cultura a partir de libros y revistas se difunde ampliamente para quien pretenda conocerla. Existen posibilidades muy diversas para comunicarnos, de acuerdo a los niveles socioeconómicos o socioculturales que tengamos. Dentro de los aspectos que hay que considerar son los que encierran los mensajes que nos envían los medios de comunicación, ya que no todos informan positivamente, existen medios que manipulan para que nuestras preferencias políticas sean las que quieren los grupos poderosos o también los grandes empresarios que con su dinero pueden contratar empresas de publicidad para que hagan comerciales sugerentes provocando que nosotros compremos los productos de ellos aunque no los necesitemos o no nos causen bienestar. Dentro de estos se dan los anuncios subliminales que sin darnos cuenta provocan en nosotros motivaciones con respecto al sexo, dinero, fiestas o cualquier cosa que nos motive. El problema que se puede observar es que si por un lado estos medios son una maravilla en cuestión de comunicación, por otro lado nos enajenan de tal modo en que nos convertimos a veces en personas sin conciencia, superficial y consumidores en potencia. Es interesante observar que no solamente a nivel nacional se da esta situación; principalmente se da por las potencias económicas que solo buscan mantener su dominio y poderío económico y político a costa de sus propios ciudadanos y de los países que controlan.

COMUNICACIÓN MASIVA Las sociedades humanas a través de la historia han ido construyendo nuevas formas de comunicación, ya que en la primera etapa los grupos humanos tuvieron necesidad de comunicarse por señas, gestos y sonidos guturales, pero a la par de

sus procesos de socialización, aparece el lenguaje y este momento es definitivo para la estructuración de sociedades más complejas. Si ese momento fue importante no lo es menos en el que surge la comunicación masiva; la cual es la comunicación que se dirige a una gran masa social y se va desarrollando con esquemas que van desde la noble función de informar, hasta los fines de lucro y manipulación por parte de grupos económicos y políticos. Otro concepto de comunicación masiva es; la aplicación de los principios, de las técnicas de la información, sociológicas, políticas y económicas para la difusión de datos, vertebrados y estructurados, sistematizados y estimados dirigidos a los grandes conglomerados. En otras palabras implica el manejo de información orientadas a numerosos sectores de la población, a la nación misma y a los habitantes de otros territorios, es decir, a la sociedad en general. En el plano teórico también se ha venido verificando un desplazamiento en los modelos o postulados que intentan explicar la naturaleza de los procesos comunicativos. De aquella concepción primera que atribuía a los medios un rol omnipotente en relación con una masa de pasivos receptores de los mensajes, se ha pasado a considerar al consumo de los medios como una práctica contextualizada y a los sujetos como receptores críticos, poseedores de competencias interpretativas determinadas por un conjunto de condiciones sociales, estrechamente vinculadas con su contexto socioeconómico y cultural, que también influyen en las maneras en que individual y colectivamente se construye la realidad. Vivimos en un mundo marcado, entre otros aspectos, por la tensión existente entre la agudización de las prácticas globalizadoras y la consecuente redefinición de los procesos de identidad, la influencia de las nuevas tecnologías en los itinerarios cotidianos de la gente y la creciente dominación económica e ideológica de los conglomerados transnacionales en los sectores de la información y la comunicación. En un contexto tan complejo como el actual se impone, por tanto, nuevos desafíos a la hora de utilizar eficazmente los múltiples soportes tecnológicos en pos de articular discursos que sean capaces de reflejar valores propios y que convivan con más protagonismo con los valores estandarizados que imponen las culturas dominantes. La comunicación atraviesa todas las esferas de la vida y, por tanto, hemos de entenderla también como parte constitutiva de los procesos sociales y no sólo en su dimensión meramente instrumental. De hecho, buena parte de nuestros problemas cotidianos se satisfacen actualmente de una manera más eficaz en virtud de que se conciba a la comunicación como parte importante de los procesos mismos, y se logre un enfoque sinérgico de los vectores que integran esa comunicación, en función del logro de los objetivos que la organización persigue.

MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACION El desarrollo de los medios masivos de comunicación ha ampliado significativamente las posibilidades de manejo de información que antes brindaban otras formas tradicionales de comunicación. Asimismo, se han ido diversificando los usos y funciones de los soportes y productos más mediáticos en la medida en que los avances científico-técnicos brindan nuevas oportunidades de expresión y, en consecuencia, la sociedad demanda de formas y contenidos comunicativos más complejos y diversos que consigan dar cuenta de cada realidad. Hoy en día vivimos en una sociedad sustentada por la tecnología de la información, que ha aportado a la sociedad un cambio muy similar al que trajo la Revolución Industrial, pero sus efectos pueden ser mucho más profundos. La información moldea conciencias, crea o destruye estilos de vida y define los alcances y los límites de una persona o una nación. El acceso a ella es la clave que divide el éxito del fracaso y a los ricos de los pobres. Es actualmente la base de cualquier sector de la producción, cultura, economía, desarrollo y sociedad. Es por eso que, cuando hablamos de monopolios de medios de comunicación masivos, hablamos del monopolio de las herramientas que crean, manipulan y difunden la información a la mayor parte del mundo, afectando los conocimientos, la reflexión y las decisiones de los individuos sometidos a estos. Es sin duda un caso muy diferente a cualquier otro tipo de monopolio que trate de productos tangibles, es mucho más grave y mucho menos controlado. Los medios de comunicación masivos han representado un papel importantísimo a lo largo de la historia mundial, llegando a consolidarse como el renombrado “cuarto poder” (siendo muchas veces la base de los otros tres). Estamos hablando en concreto de la prensa, la televisión, la radio, el cine y la internet, que representan mucho más que una fuente de diversión o evasión, y que tienen la importante función de presentar y difundir nuevas visiones, nuevos estilos de vida, nuevas aspiraciones para el éxito personal, más participación política y una mayor conciencia de los derechos humanos. Son los vigilantes de la democracia, la voz del pueblo, los denunciantes de toda injusticia en perjuicio de la dignidad humana y los promotores del bien común. Sin embargo, la era de la globalización y el materialismo desenfrenado que cunde por todos lados ha convencido a sus dueños y a la sociedad de que sólo son... un negocio. La creación, el uso y la distribución de la información se han convertido en actividades reguladas por un incontenible afán de lucro. Las empresas de los medios realizan acuerdos, compras, ventas y alianzas que aseguran sus ganancias. Ha sido tal la fiebre de la globalización y la apertura de mercados, que los medios de comunicación masivos privados están ahora en las manos de un puñado de empresas trasnacionales. Escritos: libros, periódicos, revistas, historietas, volantes. Electrónicos: cinematografía, radio, televisión, internet.