Infidelidad en La Pareja

INFIDELIDAD EN LA PAREJA Al hablar de "infidelidad en la pareja" muchas son las sensaciones y conceptos que aparecen en

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INFIDELIDAD EN LA PAREJA Al hablar de "infidelidad en la pareja" muchas son las sensaciones y conceptos que aparecen en el inconsciente colectivo como resultado de siglos de socialización. Sin embargo las ideas más comunes suelen ser las ligadas a la traición, la mentira, el engaño o la deslealtad. Básicamente hay infidelidad cuando uno de los miembros de la pareja (o ambos) rompe el compromiso de lealtad sentimental contraído de común acuerdo. La promesa de amar sólo y exclusivamente a determinada persona, es incumplida o traicionada. Una infidelidad no significa necesariamente ruptura, en muchos casos, la pareja logra superar el trance basándose en el perdón, promesas renovadas o nuevos compromisos. En otros casos la pareja se rompe indefectiblemente con el argumento de la imposibilidad de continuar confiando en la persona que faltó a sus votos o por temor a la repetición del comportamiento.

Hombres vs. Mujeres Hablar de "infidelidad" evoca conceptos muy diferentes en cada persona. Producto de la educación recibida, el contexto social de la pareja, los condicionamientos internos y externos, las consecuencias y formas de afrontar una infidelidad serán muy personales.

Lo único que podemos acordar es que entendemos una infidelidadcomo la ruptura de un compromiso de amor exclusivo hacia una persona, y por lo general está ligado a ideas de traición, mentira, engaño, decepción, etc.

Pero como una pareja está compuesta por un hombre y una mujer, y ambos sexos no se comportan ni reaccionan de la misma manera frente a idénticas circunstancias, es oportuno señalar las diferencias.

En el caso de las mujeres, hay estudios que demuestran que el principal factor de infidelidad es la rutina, el aburrimiento y el deseo intenso de recuperar el encanto de una relación sentimental. Si bien hay ciertos componentes físicos, predominan las sensaciones de vitalidad y rejuvenecimiento que le produce sentirse nuevamente deseada, admirada y contenida. Contraria a la creencia colectiva, la mujer es tan infiel como el hombre. Para poder detectar

una infidelidad femenina bastará con tener en cuenta algunas actitudes como cierto sarcasmo en su manera de hablar, retrasos laborales más frecuentes, poco interés en el sexo y en recuperar la relación.

En cuanto a los hombres, las infidelidades están más ligadas al sexo y por lo general poco tiene que ver con el aspecto sentimental de la relación. El apetito sexual masculino busca saciedad en una relación clandestina, y al ser preguntados, muchos hombres no lo consideran como una "traición". Una particularidad es que una vez satisfecha su necesidad de sexo, la relación suele finalizar. Una infidelidad masculina es detectable por las frecuentes llamadas "misteriosas", demoras "laborales", aspecto más arreglado, gastos que no pueden justificarse, etc.

Causas de la Infidelidad

Aunque existe un preconcepto socialmente aceptado que establece que detrás de una infidelidad se esconde un nuevo amor, una situación cuya importancia se torna insostenible, o motivos de gran envergadura, sorprendería saber que por lo general, las infidelidades se producen por causas mucho más triviales. Es bueno aclarar que al asumir la responsabilidad de haber cometido una infidelidad, no se hace más que asumir públicamente la falta de control de uno mismo ante situaciones comprometidas. Inútil será responsabilizar al otro por actos que se cometen con el propio consentimiento. Los desencadenantes de una infidelidad son tan variados como quienes los cometen. Sin embargo las estadísticas señalan que entre los motivos más comunes pueden citarse:

 

la búsqueda de nuevas experiencias el deterioro de la pareja fruto de la rutina, especialmente después de

varios años de convivencia 

la insatisfacción emocional



la inseguridad personal que lleva a confundir una infidelidad con un logro personal



el ánimo de venganza por haber sido victima de una infidelidad



la crisis de los 40 que genera una necesidad de sentirse joven y vital



la pérdida de la atracción física dentro de la pareja Conviene aclarar que mundialmente existe lo que podría llamarse una “doble moral” respecto de la infidelidad, especialmente en cuestión de género: nunca

será igual visto un “hombre infiel” que una “mujer infiel”, pues en el primer caso se entiende como propio de la naturaleza masculina y consolida un falso prestigio vinculado al éxito y la seducción. En el caso de las mujeres, la infidelidad es socialmente más castigada pues se relaciona con la falta de principios, la promiscuidad y la traición. Tal vez por esta razón es que las mujeres tienden a sentirse más culpables y suelen confesar su accionar frente a su pareja con mayor facilidad que los hombres.

Cómo prevenir la infidelidad

Los expertos aseguran que hay tantos motivos para ser infieles como hombres y mujeres hay en el planeta. Eso es cierto desde el punto de vista de la diversidad, los temores y las inseguridades que conlleva cada ser humano que enfrenta el compromiso de sostener “para siempre” una relación afectiva. Pero aunque a veces parece fatalista, la infidelidad no es nunca la razón por la cual una pareja rompe dicho compromiso, sino el indicador de muchos otros factores y situaciones que eran imposibles de afrontar en la pareja desde bastante tiempo antes de que la infidelidad sacara tal crisis a la luz. El “amor eterno”, la pareja “para toda la vida” o la convivencia “hasta que la muerte los separe”, suelen ser demasiado para muchas personas que buscan excusas y maneras de escapar de tales presiones culturales. Pero también dicen los expertos que es posible prevenir una infidelidad. Y el primer punto en ese sentido es asumir que el “amor” es “eterno” mientras perdure y que la pareja puede ser feliz “toda la vida”, todo el tiempo que decidan estar juntos. Quitar connotaciones de peso y carga a tales términos podría ayudar a entender que nada es tan “inmortal” como nos empeñamos en que sea. Aquí dejamos algunos tips, que los especialistas sugieren como infalibles para evitar el amargo momento de descubrir una infidelidad:



Procure mantenerse físicamente atractivo para su pareja. Una buena apariencia ayudará a mantener viva la pasión.



Ofrezca a su pareja contención emocional y seguridad afectiva cada vez que le sea posible. Propóngase al menos una vez por semana tener un detalle para con él/ella: una cena romántica, una flor, un dulce, pueden obrar milagros en el arduo camino de la cotidianeidad.



Hágale saber a su compañero/a que la intimidad y el sexo son igual de importantes para Ud. como para él/ella. Ábrase a la experiencia de nuevas sensaciones con su pareja renovando constantemente el placer del sexo compartido. Si desea ser un/una excelente amante, no dude en buscar ayuda profesional y dedique tiempo a conocer los intereses y gustos de su pareja aprendiendo juntos.



Conserve la honestidad y el respeto. Hay ciertas fronteras que una vez traspasadas resulta imposible dar marcha atrás. Sea cariñoso/a, cortéz y respetuoso y obtendrá lo mismo.



Dedique tiempo a escuchar a su pareja, a comunicarse desde la sinceridad y el afecto. A recordar juntos los buenos momentos compartidos y el motivo por el cuál eligieron estar juntos y emprender unidos el camino del amor. Renueven sus votos de amor y cuidados.



Manténganse unidos. Hagan de su vida un bastión invulnerable a la influencia de extraños. Esto no quiere decir convertirse en seres aislados del mundo, sino seguros y fortalecidos en su decisión de estar juntos. Reflexionen juntos sobre los motivos por los cuáles se sintieron atraídos al comienzo de la relación y descubrirán que esos valores permanecen intactos con el paso del tiempo.

Cómo descubrir una infidelidad?

Si las mujeres cansadas de la rutina y el aburrimiento, tratan en la mayoría de los casos de resucitar con la infidelidad la chispa del romance perdido, los hombres por su parte intentan saciar en una relación clandestina su necesidad primaria de sexo impulsada desde niños por esa creencia que sostiene que cuántas más mujeres tienen, más y mejores hombres son. Pero independientemente de los motivos, es necesario ponerse en el lugar de la persona engañada y comprender su dolor, desilusión y fastidio por ser víctima de una infidelidad. Sin embargo, hay una regla de oro: “nadie es tan listo como para no dejar huellas…”. En este sentido podemos agregar que “nadie es tan ciego como para no verlas”. Sutiles cambios de hábitos, discretos llamados telefónicos, ausencias más extensas de lo habitual, suelen pasar desapercibidas para quien conscientemente no quiere darse cuenta que algo diferente está invadiendo la vida de pareja. Si bien la infidelidad femenina es muy distinta a la masculina, hay ciertos patrones en común que obligan a reflexionar sobre la continuidad de una pareja en esos términos. A continuación enumeraremos los indicios más habituales de que una infidelidad está llevándose a cabo o a punto de comenzar: Síntomas más comunes de la infidelidad femenina: - Alegría sin  motivo aparente en medio de su rutina. - Permanente sarcasmo o ironía en el diálogo de pareja. - Indiferencia ante la inminente ruptura de la relación. - Constantes salidas con amigas, más de lo usual. - Pérdida del interés sexual y hasta rechazo de la intimidad con su pareja. - Esmero por lucir atractiva al salir.

Síntomas más frecuentes de la infidelidad masculina: - Incapacidad para explicar los motivos que lo retuvieron lejos de su casa o con quién estuvo en determinado lugar. - Misteriosos llamados telefónicos. - Exceso de trabajo que prolonga los horarios fuera de la casa. - Frecuentes salidas con amigos. - Esmero en su forma de vestir e imagen personal. - Pérdida de interés sexual. - Gastos injustificados de dinero. - Se muestra frío y distante - Destaca constantemente los defectos de su pareja. - Olvida detalles que antes recordaba (fechas de aniversario, cumpleaños, etc.) - Discusiones sin motivo en todo momento.

Confirmado: las mujeres son tan infieles como los hombres Un estudio indicó que mientras en los 80 la diferencia del nivel de infidelidad entre hombres y mujeres era muy grande, en la actualidad el comportamiento sexual de las féminas ha cambiado llegando casi al mismo nivel de los varones.   El resultado se obtuvo a través de una encuesta a 506 hombres monógamos y a 416 mujeres monógamas sobre la calidad de sus relaciones, desempeño sexual y si habían traicionado a su pareja. Las conclusiones, según indicó Entre Mujeres, muestran que ambos géneros traicionaron a su pareja actual: el 23% de hombres y el 19% de mujeres tuvieron relaciones sexuales con un “tercero en discordia” y admitieron que podría haber dañado la relación si las parejas los hubieran descubierto.   Este hecho se produce por varios factores, entre ellos el dinero (mientras más ricos, más infieles), la salud de las relaciones (romances tormentosos tiene mayor probabilidad de caer en infidelidad) o el acceso a sitios de citas online. Sin embargo, los factores principales de que las mujeres estén casi al mismo nivel que los hombres en infidelidad es el “empowerment” social de las mujeres e internet con la facilidad de acceso a todo.

Cuando el Facebook es el Paraíso del infiel ¿Nos vemos? ¿Ya estás lista? ¿Sales del trabajo y nos vemos un toque? ¿Estoy solo en mi depa, vendrás? El mensaje instantáneo en el celular y el uso del chat han cambiado las relaciones de parejas en los últimos tiempos. El/la que tiene inclinación a ser infiel tiene mucho más herramientas para atrasar cuando quiera. En un sondeo, cuatro de cada cinco mujeres aceptan que mandar mensajes de texto por el celular o usar el chat del Facebook y otras redes sociales, hacen que las parejas del momento terminen en la cama más

rápidamente. El móvil y las redes conducen velozmente al dormitorio… a quienes, por supuesto, están predispuestos/as a eso.   ¿La red social de todos modos delata a la persona infiel? No siempre. Los/las infieles más habilidosos han desarrollado mecanismos para eludir a sus parejas formales: éstas nunca sabrán que les sacan la vuelta si el/la infiel tomó las medidas necesarias. Una joven mujer, que aceptó haber cometido varias infidelidades, reveló cómo usaba el Facebook. No usaba el muro para hacer comentarios y solo se mensajeaba a través del chat del Facebook para elaborar sus planes con otros pretendientes. No permitía ningún comentario en su muro porque ella lo había bloqueado adrede. Y cuando sus amigos y hasta su pareja real le preguntaban por qué no podían comentar nada en su muro, ella atinaba a echarle la culpa a un spyware (gusano) o a un hacker. Así pues, nadie podía escribirle, de ese modo sus ocasionales parejas no podían toparse en el Facebook. Además, nunca permitía ser etiquetada.   Sacrificaba algunos servicios del Facebook, como el compartir fotos, para aprovechar el poderoso chat para trampear. Y bloqueaba a la persona que podía descubrir sus aventuras primero virtuales y luego reales. No le bastaba ocultar su estado sentimental, usaba el perfil para el engaño.   Ella demostró, de esa manera, que no siempre las redes solo crean relaciones abiertas, también las ocultan, aunque por supuesto la culpa no es de las tecnologías, sino de quienes están prestos/as para vivir una y otra vez la infidelidad.   Según un estudio de la Universidad de Guelph, Canadá, el Face origina casos de celos con su flujo de información. Se halla que un comentario en el perfil de la pareja, con quien aparece más en fotos, despierta sospechas.

La infidelidad, desde el psicoanálisis La Lic. Maura Villasanti, sicóloga sicoanalista, señaló que la infidelidad es un concepto amplio desde tiempos inmemoriales; ha tenido múltiples acepciones desde un valor social hasta la muerte justificada, que en algunas culturas siguen teniendo vigencia.        “La infidelidad puede deberse a  muchas razones, como sentir angustia de soledad con la pareja  y buscar llenar ese vacío con otras personas, o tener el deseo intenso de sentirse deseado por otra persona”.       “El deseo es inacabable, no se termina de satisfacer en su totalidad. La idea que uno tiene que no necesita de nadie más es una falacia, ya que uno desea

más siempre. La renuncia al deseo y la decisión que uno toma de ejecutarlo o no es diferente”.   “Cada pareja debería pensar sobre lo que vive y construye permanentemente, además del sufrimiento que pueda existir ante la presencia de un tercero. También es importante pensar en que pasó en esa pareja; creer ser 10 en una relación es un imposible y muchas parejas cuando van a señalarse reproches, o malentendidos, automáticamente solo quedan en la agresividad y no en ver qué pueden ser si construyen la pareja fuera del dolor”. http://www.youtube.com/watch?v=iAP9AF6DCu4