Impresionismo Musical Debussy

Conservatorio de Música Chihuahua HUMIII 3 de septiembre de 2018 Impresionismo Musical Claude Debussy La música impres

Views 94 Downloads 41 File size 85KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Conservatorio de Música Chihuahua HUMIII 3 de septiembre de 2018

Impresionismo Musical Claude Debussy

La música impresionista es la tendencia musical que surgió en Francia a finales del siglo XIX. El nombre Impresionismo ya se usaba antes para denominar a la pintura de los años 1860 - 1870, ya que las características de ambas artes eran muy similares. Tras varias décadas de búsqueda, el final del siglo XIX asistió finalmente a la síntesis de una identidad musical francesa capaz de rivalizar en prestigio y modernidad con la tradición germánica poswagneriana sin imitarla. Esta síntesis -a la que se bautizará Impresionismo por analogía con el movimiento pictórico– pondrá en entredicho algunas de las bases conceptuales -armonía, textura, forma musical, etc.- más firmes de la música occidental. De este cuestionamiento resultará, en primer lugar, una revolución estilística de la que derivará una profusión de tendencias y líneas de experimentación musical cuyos ecos resonarán a lo largo de todo el siglo XX. Pero también resultará un profundo cambio de actitud ante la creación musical del que beberán todas las vanguardias musicales del nuevo siglo, y que consistirá precisamente en el cuestionamiento de las premisas -las reglas escritas y no escritas- que sustentan la creación musical, como paso previo y necesario para el mismo. Al dar este definitivo paso, las vanguardias musicales del siglo XX desarrollarán una fuerte autoconciencia de su significado estético -premisas, filiación, objetivos-, a riesgo de perder significatividad social e histórica -recepción, repercusión, función social-. Sin duda, Claude Debussy es el autor impresionista por excelencia, creador de una de las músicas más poderosas y más originales de la historia, que nos transporta a espacios más propios de la mitología de la Antigua Grecia, o de los sueños, siempre sin olvidar la esencia del París bohemio de finales del siglo XIX. Su música es en cierto modo "brumosa", evocando cantos lejanos y ecos, y constantemente cambiante e impredecible Otra de las características esenciales en su música, es la creación de un motivo musical sencillo y repetitivo al comienzo, que va variando a lo largo de toda la obra, y aunque no se perciba a simple vista, está presente en todas y cada una de las frases de esta. Cuando Claude Debussy estudiaba en el conservatorio de París desde la edad de los 10 a los 22 años, muchos le consideraron un rebelde por su trato con la disonancia y su desdén por las formas establecidas. Según se cuenta, durante un recital de Beethoven, se dirigió a un amigo, también estudiante, y le dijo «Vamos, empecemos a innovar» Ruth Ruggles Akers, crítico musical. Revista Vive la France, 2010

IMPRESIONISMO MUSICAL

!1

Aspectos de la música del impresionismo Un tempo más libre, y con capacidad de un rubato a gusto del intérprete (siempre respetando las indicaciones del autor).Utilización de los modos, introduciendo numerosas variaciones de cada uno, e incluso inventándolos (como en la obra Syrinx para solo de flauta, de Claude Debussy). No sólo se utilizan modos clásicos, ya que también es muy frecuente encontrar escalas propias de diferentes etnias (Como en el tercer movimiento de Ma mère l'oye de Maurice Ravel, Laideronnette, l'impératrice des Pagodes). Experimentar con el timbre, convirtiendo a este en el factor más importante de la música impresionista. De esta manera, se conseguían efectos nunca vistos antes en la música. El preludio de Claude Debussy La Cathédrale Engloutie es un claro ejemplo de los diferentes timbres y sensaciones que pueden escucharse en una misma obra, interpretado aquí por Maurizio Pollini.

Debussy y la síntesis del Impresionismo musical El Impresionismo musical es, en su sentido más restringido, el estilo musical sintetizado por Claude Debussy y amplificado por el cosmopolitismo musical de París de la Belle Époque. Debussy cruzó las corrientes más avanzadas de la música francesa y rusa de su tiempo, desde el modalismo del movimiento neogregoriano francés hasta los experimentos armónicos enlace no funcional de acordes, escala/armonía de tonos enteros, espacialidad armónica de compositores como Musorgsky y Rimsky-Korsakov. Debussy y su búsqueda de un ideal sonoro evocador de la serenidad y belleza de una antigüedad helénica idealizada y si a ello añadimos la inspiración de las músicas populares española y estadounidense de algunas de sus obras, obtendremos una idea bastante aproximada de la diversidad de las fuentes del estilo debussyano. Pese a la diversidad de influencias, el Impresionismo ofrece una sorprendente unidad estilística. Uno de los mecanismos que sustentan esta unidad es sin duda la liberación del principio armónico tradicional por terceras y la aproximación/sustitución por un concepto armónico basado en la relación acorde/escala en la cual los “acordes” son el resultado de la texturalización de las escalas mediante recursos como la polifonía estratificada o los acordes paralelos. Este sistema permitirá la integración de materiales escalísticos muy diversos modos eclesiásticos o gregorianos, escala de tonos enteros, escala pentatónica, escala andaluza, etc.-, que a su vez dotarán a la armonía de colores muy variados y característicos sin comprometer la coherencia estilística. IMPRESIONISMO MUSICAL

!2

Por otro lado, es importante destacar que el Impresionismo no se define por el empleo exclusivo de las técnicas citadas, sino que admite la yuxtaposición de técnicas clásicas y modernas, de armonía funcional y no funcional, y de ámbitos tonales, modales y atonales. La unidad del estilo reside en buena medida en la continuidad de otros parámetros como el ritmo, la melodía, la textura o la instrumentación.

El caldo de cultivo del Impresionismo francés El estilo debussyano sugiere tanto un pasado ancestral como a un futuro revolucionario. Sin embargo, y pese a lo cosmopolita de sus influencias, es también un producto de su época y de las aspiraciones nacionalistas del Ars Gallica francés. Se inscribe así en una corriente estética que reacciona frente al discurso dialéctico germánico, contraponiendo a éste un refinamiento, desnudez y sensualidad específicamente franceses que podemos reconocer en la obra de algunos de sus contemporáneos. La avalancha de ‘-ismos’ nacida durante la primera mitad del siglo XX ha oscurecido la enorme influencia del Impresionismo en la música de todo el siglo. Pese a la “muerte” oficial del Impresionismo musical al terminar la I Guerra Mundial, la huella del Impresionismo es perfectamente reconocible en la obra de compositores tan aparentemente ajenos al universo impresionista como el de Stravinsky, Manuel de Falla, Ottorino Respighi, Béla Bartók, Sergei Prokofiev, Alban Berg u Olivier Messiaen, entre otros muchos. La técnica impresionista es un conjunto de procedimientos compositivos compartidos en mayor o menor extensión o audacia por todos los miembros de la “nueva escuela”, mientras que por estilo impresionista nos referimos al ideal estético que guía la aplicación de estas técnicas por parte de los músicos considerados impresionistas. Los impresionistas franceses optarán con frecuencia por utilizar las nuevas técnicas para recrear la belleza y el erotismo de un paganismo griego -o en su defecto, un mundo antiguo o exótico- de forma muy estilizada. Esta orientación determinará no solo los títulos y la temática de algunas de sus obras más representativas, sino también cierta tendencia a disolver el pulso, la predilección por el arabesco melódico, el distanciamiento de las formas clásicas (germánicas), el refinamiento tímbrico, el uso arquetípico de instrumentos como la flauta o el arpa, o el mantenimiento de la armonía dentro de un ámbito relativamente consonante.

IMPRESIONISMO MUSICAL

!3

La versatilidad de las técnicas impresionistas permitirá a los compositores de principios del siglo XX la ruptura -ordenada- con la armonía del siglo anterior -en particular con la armonía poswagneriana- permitiendo a la vez desarrollar estéticas cada vez más alejadas del Impresionismo mediante la redefinición de parámetros como el ritmo, el timbre, la densidad armónica o la forma musical. Estas razones son las que ha hecho merecedor al Impresionismo de su fama como la primera vanguardia musical del siglo XX.

Impresionismo de ida y vuelta La musicología reciente ha puesto de manifiesto la deuda del Impresionismo francés con respecto a la música rusa, que había quedado eclipsada por diferencias de estilo más visibles, como el ritmo o el material folclórico. Debussy tuvo ocasión de admirar en su juventud la obra de compositores como Borodin, Musorgsky o Rimsky-Korsakov  durante sus estancias en Moscú como maestro de música de las hijas de Nadezhda von Meck a principios de la década de 1880. La experimentación armónica y formal desarrollada por estos músicos cristalizó a final de siglo en una suerte de Impresionismo ruso que tuvo sus más importantes referentes en el propio Rimsky-Korsakov y en el visionario Alexander Scriabin, y cuyas innovaciones técnicas -entre ellas, el desarrollo de la armonía basada en la escala octatónica (o disminuida), en la escala acústica (o lidia dominante) u otrassituaron a la escena musical rusa en una posición de vanguardia comparable a la parisina o la vienesa. La presencia periódica de los Ballets rusos de Serge Diaghilev en París a partir de 1908 y el reclutamiento del joven Ígor Stravinsky -discípulo aventajado de RimskyKorsakov- como compositor “residente” de la compañía, no supondrá sino una nueva transferencia de la corriente impresionista rusa a la francesa. Los Ballets rusos jugarán durante las dos siguientes décadas un importante papel en el desarrollo del Impresionismo francés -así como de otras órbitas más o menos acompañantes- mediante el encargo de obras a compositores como el citado Stravinsky (El pájaro de fuego, 1910; Petrushka, 1911; La consagración de la primavera, 1913; El ruiseñor, 1914), el propio Debussy (Jeux, 1913), Maurice Ravel (Daphnis y Chloé, 1912), Erik Satie (Parade, 1917; Mercure, 1924), Ottorino Respighi (La boutique fantasque, 1919) o Manuel de Falla (El sombrero de tres picos, 1919), entre otros.

IMPRESIONISMO MUSICAL

!4

IMPRESIONISMO MUSICAL

!5