Impacto Ambiental en Carreteras

DIAGNÓSTICO PARA EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS DESCRIPCIÓN En la construcción de vías se entiende por desmont

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DIAGNÓSTICO PARA EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS DESCRIPCIÓN En la construcción de vías se entiende por desmonte la desaparición radical de la cobertura vegetal que se encuentra en la zona de calzadas, bermas y cortes proyectados para la conformación del corredor vial. Esta actividad constituye una de las principales acciones generadoras de impactos negativos sobre el ecosistema, pues conlleva inicialmente a una pérdida de la cobertura vegetal rasante, sotobosque, pérdida de suelo y, por último, aumento de la escorrentía superficial. Adicionalmente esta eliminación conduce al favorecimiento de especies invasoras que cambian la estructura externa del equilibrio ecosistémico, pérdida de la diversidad biológica, aumento de la presión sobre el recurso bosque y cambios negativos en la percepción del paisaje. PLAN DE MANEJO Antes de iniciar cualquier actividad de remoción de vegetación, la firma constructora, según la normatividad ambiental vigente y sus obligaciones contractuales, deberá solicitar el permiso de aprovechamiento forestal a las entidades ambientales competentes (Corporaciones Autónomas Regionales, Proforma de solicitud). El manejo de la actividad de desmonte deberá realizarse siguiendo estos planteamientos: Antes de dar inicio a esta actividad se deberá planear y, a la vez, programar todas las actividades que se ejecutarán en los diferentes frentes de trabajo, según sea el caso. Esta acción permitirá un puente de comunicación entre la interventoría-contratista orientada a la concertación de medidas técnicas que deberán implementarse en la remoción de la cobertura y capa vegetal en el derecho de vía. SEGURIDAD INDUSTRIAL Aspecto relevante a considerar en la apertura de trocha o despeje de zona es la seguridad del personal que hará parte de las cuadrillas de aprovechamiento en los diferentes frentes de trabajo, pues es normal encontrar en estas cuadrillas, individuos sin experiencia en las actividades de apeo y tala de árboles, factor aditivo que incrementa el riesgo de accidentalidad. Bajo tales consideraciones es conveniente exigir al contratista, a través de la interventoría ambiental, el proceso de capacitación del personal para el manejo y laboreo de los diferentes componentes que interactúan en el proceso. Esta capacitación deberá ser dirigida por personal idóneo, el cual, adicionalmente podrá, dictar talleres, conferencias, y/o charlas informales de tipo técnico operacional, a través de las cuales se logre prevenir y evitar situaciones que comprometan a la vida humana, específicamente en el caso de operarios de motosierras y personal auxiliar.

MANEJO DE LA COBERTURA VEGETAL Antes de iniciar el desmonte, el contratista se asegurará de que la destrucción de la vegetación sea la mínima necesaria para realizar el trabajo, así como de preservar árboles de gran tamaño o de valor genético, paisajístico o histórico. La tala será manual, con motosierra y no con bulldozer, para evitar daños a los suelos y a la vegetación cercana. Para especies endémicas o de valor botánico que forzosamente tengan que ser removidas, el contratista estará obligado a trasplantarlas a un lugar adecuado para su conservación. Para que la vía no se convierta en barrera para el libre tránsito de la fauna arborícola, se mantendrá, en lo posible, unidas las copas de los árboles formando un “puente” que asegure la continuidad de la fauna arbórea. Esta medida será de estricto cumplimiento en zonas de bosques biodiversos. En algunas áreas será necesario igualmente el construir pasos subterráneos para facilitar el desplazamiento de cierta fauna terrestre. DIRECCIONALIDAD DE LA TROCHA: Partiendo del hecho de que la labor de tala y rocería es un impacto negativo irreversible, se debe planear estrictamente el aprovechamiento de la vegetación presente en el corredor, sin sobrepasar el derecho de vía. Así mismo se debe delimitar el área afectable mediante levantamientos topográficos para evitar errores en el alineamiento de la trocha. APERTURA DE TROCHA O DESPEJE DE ZONA: La tala de árboles debe realizarse a ras del suelo ya que este sistema evita el rebrote de especies que facilitan este tipo de regeneración y se constituyen con el tiempo en peligro para el buen mantenimiento de la vía. Las ramas o fuste de diámetros pequeños se deben repicar y apilar o esparcir sobre el suelo a fin de disminuir el riesgo de incendio. De otra parte estos residuos vegetales al descomponerse se reincorporan al suelo como materia orgánica aumentando los nutrientes del mismo. La caída de los árboles debe direccionarse hacia la trocha despejada, a fin de evitar la afectación de los árboles adyacentes y atrofiar o destruir la regeneración natural de las especies dominantes. Las consideraciones anteriores se logran teniendo presente los siguientes aspectos: clase de corte del fuste para orientar la caída, diámetro, distribución de copas y distribución de las ramas, dirección y velocidad del viento y por último pendiente del terreno. En condiciones muy desfavorables a la caída deseada del árbol se debe orientar la caída con ayuda de malacates mecánicos. FRENTE DE TALA Y CORTE: Con la ayuda de una cuadrilla de corteros se hará la tala de la vegetación presente en el corredor de la vía. Esta actividad ha de realizarse bajo la dirección y supervisión de un

especialista, preferiblemente un ingeniero técnico forestal, que definirá el alineamiento correcto del área a intervenir. El producto de esta labor origina desechos vegetales consistentes en fustes, ramas de diferentes diámetros, que necesitan una adecuada disposición. Por lo anterior se hace necesario efectuar una correcta selección del material vegetal, así como el almacenamiento de madera rolliza que debe ser objeto de apilamiento temporal a lo largo del corredor, de manera que no obstaculice las actividades propias del proyecto. Así mismo, las ramas con diámetros mayores de 5 cm, serán repicadas y apiladas de manera que se puedan utilizar como fuentes de energía. El buen manejo de los desechos vegetales conlleva a la prevención de incendios forestales, que pueden causarse gracias al abundante material de hojarascas y al eventual descuido del personal encargado de esta actividad. Bajo estos conceptos de manejo, protección y conservación, la puesta en marcha de tales actividades requiere de un equipo técnico y de herramientas en óptimas condiciones de funcionamiento para alcanzar una mayor eficiencia y rendimiento. PLAN DE MANEJO AMBIENTAL El plan de manejo ambiental debe estar orientado a implementar las acciones preventivas y correctivas que permitan evitar, mitigar, corregir y compensar los daños ocasionados por el proyecto en sus distintas fases (construcción, operación y mantenimiento). El plan de manejo ambiental incluirá un plan de contingencia y un plan de monitoreo y seguimiento. Plan de Contingencia: Se elabora para el control de eventos indeseados, también deberá establecer medidas de prevención personal e institucional; requerimientos de comunicación y de los equipos, y planificación de fuentes de trabajo. Plan de Monitoreo y seguimiento: Se realiza un seguimiento de las condiciones iniciales, de la calidad ambiental y de los impactos ambientales que se presentan. Se deben identificar los sistemas afectados, los tipos de impacto y los indicadores como el agua, aire, suelos, ecosistemas, aspectos sociales, económicos y culturales. Igualmente se incluirán los costos y el cronograma de ejecución durante las fases de construcción y operación. EQUIPOS DE CONTROL Y VIGILANCIA AMBIENTAL Las condiciones medioambientales deben intervenir como un elemento más en la definición de proyectos de infraestructura y obras civiles. En la elaboración de cualquier proyecto se deben distinguir tres fases: Anteproyecto, proyecto de trazado, y proyecto constructivo; la aplicación de medidas correctoras tiene que estar ligada a cada fase del proyecto y evolucionar paralelamente. Algunos de los aspectos que se han de supervisar son:

Conservación de la tierra vegetal: Es importante realizar una cuidadosa extracción, almacenamiento, y conservación de este material para su posterior uso. Acceso a nuevas aperturas: Evitar construir accesos cortos pero con fuerte impacto ambiental visual y grandes movimientos de tierras. Taludes: Para conseguir una buena integración paisajística se debe evitar formas regulares y planas, perfiles planos y rectos y aristas vivas en los bordes superiores. Vertederos: Para conseguir la formación de un vertedero con el mínimo impacto posible es necesario considerar un emplazamiento adecuado, una morfología similar a la del entorno y la revegetación. Impactos sobre la vegetación: Es importante que no se afecte una superficie mayor a la que realmente se necesita. Impactos sobre la fauna: Reducir los impactos previstos sobre la fauna en la fase de planificación de la obra, evitar la realización de trabajos durante la época de reproducción. IMPACTO PAISAJÍSTICO Y MEDIDAS CORRECTORAS Con el fin que las medidas correctas de impacto paisajístico no se limiten solo a recomendaciones genéricas, se propone que los estudios de impactos se integren dentro del ciclo del proyecto, y de acuerdo con el nivel de detalle de cada fase del proyecto de construcción se establezcan estas medidas. La finalidad básica de las carreteras es el transporte con seguridad y comodidad, pero también es un elemento de importancia paisajística, incluso en algunos países hay carreteras cuya finalidad es visitar paisajes atrayentes. Debido a la evolución que ha tenido las carreteras, dentro de los grandes núcleos de población, solo se admiten que sean autopistas, con mayor posibilidad de ser culpables de alteraciones paisajísticas, por lo cual es obligatorio efectuar estudios de impacto ambiental en los proyectos de las autopistas, donde se han establecido distintas normas que obligan a realizar algún tipo de análisis ambiental. ESTUDIO DEL PAISAJE La definición de medidas correctoras de impactos sobre el paisaje parte de un análisis paisajístico del área objeto de estudio y de una evaluación de impactos que la obra proyectada ocasionaría. Las relaciones entre el paisaje visual y la carretera cabe abordarlas, desde dos enfoques diferentes según se situé el punto de observación; uno seria el estudio del paisaje visto desde las carreteras para el diseño de carreteras lentas o la capacidad escénicas del paisaje y su influencia en el conductor; Otro enfoque sería incidencia de la carretera en su entorno, ya que su construcción puede ocasionar alteraciones.

La capacidad de absorber impactos y mantener la calidad visual depende de factores como: Biofísicos: Referentes a la característica de la vegetación del suelo, del relieve, etc. Nivel de degradación actual: Influye la capacidad de absorción visual del territorio. Perceptiles: Visualización del paisaje. MEDIDAS CORRECTORAS Contraste visual: Formados entre la carretera y la forma visual del entorno. Obstrucción de vista: Producidos por los rellenos o terraplenes. En las fases del proyecto se deben tener medidas correctoras; en la fase de planeación se deben definir corredores de mínimo impacto por donde se debe trazar la infraestructura. En la selección de alternativas tendrá por objetivo incorporar a los trazados considerados en el estudio informativo aquellas mejoras que se consideran necesarias para reducir impactos. En el proyecto las medidas se diseñaran basándose en las directrices establecidas en la fase anterior, llegando en esta fase a su definición con el nivel de detalle adecuado para ser incorporado al proyecto de trazado y construcción como una parte más de los mismos. Durante la fase de ejecución, se debe realizar las medidas correctoras proyectadas, y también aquellas otras como restauración de vertederos, parque de maquinaria, etc., y también a los impactos visuales que surjan durante la ejecución de la obra. En la fase de explotación se deben establecer mecanismos para poder identificar y evaluar alteraciones no previstas para diseñar las medidas correctoras adecuadas. MANEJO DE LA CAPA VEGETAL La capa vegetal o biológica es la que se encuentra en la parte superior del suelo, compuesta por desechos vegetales y microorganismos benéficos que en su actividad permiten la aireación del suelo. La capa vegetal es rica en materia orgánica y en ácidos húmicos. Debe ser protegida y almacenada en áreas previamente seleccionadas ya que en ella subyace el recurso físico-biótico indispensable para el desarrollo de una actividad biológica, y debe conservarse y manejarse de manera prudente pues de ella depende en gran medida la recuperabilidad de las áreas expuestas a los procesos de empradización y revegetalización. El trazado de la vía puede afectar un espesor variable de suelo dependiendo de sus características. Para el descapote se deben seguir las siguientes recomendaciones: El operador del Bulldozer, encargado del descapote, debe tener el cuidado suficiente para realizar esta actividad. La remoción debe ser realizada bajo estricto control. De ahí

la necesidad de un inspector que le indique al operario la profundidad a la cual debe maniobrar las cuchillas, para evitar la mezcla del material estéril con la capa vegetal. En zonas de pendientes o medias laderas se debe conservar este producto mediante la utilización de trinchos laterales. Este material será reutilizado en la recuperación de taludes conformados en la construcción de la vía. En el caso de almacenarse debe disponerse en capas cuya altura no supere los 2.0m, en una superficie plana que impida su compactación. Durante el tiempo en que los suelos permanezcan almacenados deben ser empradizados, con el fin de evitar la degradación de la estructura original por compactación y así compensar las pérdidas de materia orgánica y subsecuentemente inducir la formación de una capa vegetal que aporte unas condiciones adecuadas para la subsistencia de la microfauna y microflora originales. Previo a la disposición de una cobertura vegetal en suelos desnudos, es preciso que la remodelación de los volúmenes conduzca a formas técnicamente estables, ya que de nada serviría comenzar las tareas de regeneración natural si no existe un equilibrio mecánico inicial. En muchas ocasiones es favorable que estos suelos estén entremezclados con la vegetación removida, ya que aumenta el contenido de materia orgánica y el banco de semillas. MEDIDAS CORRECTORAS PARA REDUCIR LOS IMPACTOS En la vegetación, más que medidas correctoras se deben aplicar medidas preventivas con el fin de reducir la superficie dañada, proporcionando condiciones necesarias para la reforestación autóctona inicial. Los problemas más frecuentes que se presentan en los suelos es el aumento de la erosión, pérdida del horizonte húmico y compactación en los alrededores de la vía. Debido a que el suelo está sometido a procesos de erosión y meteorización, en los taludes se debe hacer una implantación de capa vegetal con el fin de conseguir su estabilización. Para lograr la integración paisajística a la vía, conseguir mayor seguridad apoyado en el aspecto óptico y disminuir el riesgo de desprendimiento, se debe tener en cuenta las condiciones anteriores respecto al suelo, vegetación, y estabilización para lograr una vía con estas nuevas características. Cuando se hace el diseño de una vía, se debe tener en cuenta su singularidad en lo que corresponde a su entorno, en donde en zonas suburbanas más humanizadas se procura hacer diseños mas ajardinados, en zonas más rurales el diseño se debe adaptar a la textura y el color del paisaje, buscando una armonía con las zonas circundantes.

De poco servirá el tratamiento de márgenes si no va acompañado de un adecuado mantenimiento. Este se realizara desde el doble aspecto funcional y estético, y tendrá como fin contribuir al buen funcionamiento de la vía.

BIBLIOGRAFÍA:

Evaluación Ambiental Estratégica en Carreteras (CONAMA) Proyecto FONDEF D98/1036 en la rehabilitación de espacios degradados Estudio de Impacto Ambiental en carreteras de la Universidad del Valle